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Fosforilación oxidativa

Los electrones y protones que se liberan durante la oxidación de los hidratos de


carbono, lípidos, aminoácidos, nucleótidos y acetil CoA son captados por el NADH
y el FADH2, y son transferidos al oxígeno después de pasar por diversos transportadores
intermediarios. La fosforilación oxidativa es el proceso mediante el
cual la energía liberada durante la transferencia de electrones hasta el oxígeno
se transforma en ATP. De forma neta, la oxidación de cada molécula de glucosa
produce 36-38 ATP. La transferencia de electrones desde el NADH hasta el oxígeno
tiene lugar en la cadena de transporte de electrones o cadena respiratoria,
constituida por una serie de transportadores de electrones situados en la membrana
interna de la mitocondria.
Gluconeogénesis
Consiste en la biosíntesis de la glucosa a partir, principalmente, de piruvato.
Otros precursores no glucídicos (glicerol, lactato, intermediarios del ciclo de Krebs
y aminoácidos) también pueden ser utilizados para sintetizar glucosa, previa
transformación en algún intermediario de la gluconeogénesis (piruvato u oxalacetato).
La gluconeogénesis tiene lugar sobre todo en el hígado y, en casos de
ayuno muy prolongado, en la corteza renal. Es una vía muy importante para el
cerebro, los hematíes y el músculo activo, los cuales requieren un aporte continuo
de glucosa como fuente de energía. Cuando se agotan las reservas de glucógeno
hepático, aproximadamente después de 10-18 horas de ayuno o después de
un ejercicio intenso, la glucosa que necesita el organismo es sintetizada mediante
la gluconeogénesis (ver capítulo II).

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