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Una de las características más útiles del marketing estratégico es su carácter planificador,
que, mediante el análisis permanente de las necesidades del mercado, permite
desarrollar, con altas probabilidades de éxito, el futuro de nuestra empresa. El triunfo
de nuestra empresa dependerá, en gran medida, de nuestra capacidad de adaptación y
anticipación a los cambios.
Luque (1997) define el marketing estratégico como: “Cables, orientados hacia grupos de
consumidores determinados, teniendo en cuenta la competencia y procurando alcanzar
una ventaja competitiva defendible a largo plazo”.
Lambin (1990) define la función del marketing estratégico como: “Seguir la evolución
del mercado de referencia e identificar los diferentes productos-mercados y segmentos
actuales o potenciales, sobre la base de un análisis de la diversidad de las necesidades a
encontrar”.
Competencia:
Adaptación:
Segmentación:
Según Kotler (1995), para que la segmentación del mercado sea efectiva son precisos una
serie de requisitos:
Delimitar el mercado
El análisis permanente del mercado permite valorar las necesidades, sobre todo las
futuras, lo que asegura el éxito de nuestro negocio al ofrecernos la posibilidad de tomar
las medidas oportunas para adaptarnos a las futuras demandas.
La función principal del marketing estratégico es establecer los fines del marketing a
largo plazo mientras que el operativo implanta actuaciones a realizar en un plazo
medio/corto para conseguir los fines propuestos.
La dirección estratégica
Los conflictos organizativos entre los que toman las decisiones y los afectados por ellas.
La dirección estratégica puede ser dividida en tres fases:
Análisis estratégico:
Los objetivos son las metas que establece la empresa para conseguir su propósito
fundamental.
Existen los objetivos a corto o a largo plazo; los primeros se vinculan a una consecución
inmediata mientras que los segundos hacen alusión a una consecución futura, que tenga
lugar en un periodo de tiempo no cercano.
Por otra parte, podemos distinguir los objetivos financieros y los objetivos estratégicos.
Los objetivos financieros aseguran la credibilidad y supervivencia de la empresa. Sin
embargo, los objetivos estratégicos dependen de los resultados obtenidos y favorecen la
conservación a largo plazo de la empresa en el mercado.
Formulación de estrategias:
Esta etapa se centra en la definición de la manera en que se van a lograr los objetivos que
hemos proyectado conseguir en la etapa anterior. Se especificarán claramente las metas
a alcanzar y se establecerán las acciones que se emprenderán para alcanzar dichos
objetivos.
La misión (mi razón de ser), la visión (cómo me veo en el futuro cercano) y la filosofía y
valores (las creencias y la cultura de la empresa) establecidos para el negocio resultarán
como elementos de referencia para formular la estrategia bajo tres componentes básicos:
objetivos, plan de acción para lograr los mismos y recursos que posibiliten la ejecución
de dicho plan de acción.
Implantación de estrategias
Por otra parte, es necesario destacar que la imagen que ofrece una empresa al público es
un factor clave en su éxito. Por ello, es preciso preservar y fomentar la buena imagen de
la empresa y su marca publicitaria.
1) Análisis de la situación:
Podemos definir el entorno de una compañía como aquellos elementos que están fuera
de los límites de la misma y cambia de forma constante, generando una gran
incertidumbre, que provoca la necesidad de adaptarse a tales cambios para que la
empresa sobreviva en el mercado.
Una vez hayamos realizado un análisis exhaustivo de la situación del entorno de nuestra
empresa, nos encontramos en el momento de fijar los objetivos que se deseen alcanzar.
Para conseguir una adecuada propuesta de objetivos, sería conveniente obedecer las
siguientes normas en cuanto a los mismos:
La selección del mercado meta supone la evaluación del atractivo de cada uno de los
segmentos, de tal forma que sean convenientes y provechosos para la empresa,
adecuados para sus objetivos, y, además, logren la satisfacción a las demandas de los
consumidores.
Para analizar sus oportunidades la gerencia debe diseñar una mezcla de marketing, que
es la combinación de numerosos aspectos de los siguientes cuatros elementos: producto,
como se distribuye, cómo se promueve, cual es el precio. Cada uno de estos elementos
tienen por objeto satisfacer al mercado meta y cumplir con los objetivos de marketing de
la organización.
Sallenave (1991) afirma que “La Planificación Estratégica es el proceso por el cual los
dirigentes ordenan sus objetivos y sus acciones en el tiempo. No es un dominio de la alta
gerencia, sino un proceso de comunicación y de determinación de decisiones en el cual
intervienen todos los niveles estratégicos de la empresa”.
El Plan de Marketing exige una metodología a seguir con cierta precisión si no queremos
caer en el desorden. Es importante seguir todas y cada una de las etapas siguientes en el
orden descrito.
1. Análisis de la Situación
En ésta parte se incluye normalmente un análisis de las fuerzas del ambiente externo, los
recursos internos, los grupos de consumidores que atiende la compañía, las estrategias
para satisfacerlos y las medidas fundamentales del desempeño de marketing. Además,
se identifica y evalúa a los competidores que atienden a los mismos mercados. En este
punto, es conveniente el empleo de un análisis DAFO.
2. Objetivos
3. Estrategia
Podemos definir la estrategia como las actuaciones a desarrollar para lograr los objetivos
propuestos.
El proceso a seguir para elegir las estrategias se basa en:
Existen diversas clases de estrategias; algunas que debe contener el plan de marketing
son las siguientes:
4. Planificación financiera
Tiene como objetivo la planificación de los costes y los presupuestos enfocados en el Plan
de Marketing. Los costes a tener en cuenta en esta etapa, son:
5. Plan de acción
El Plan de acción puede entenderse como un documento que contiene las acciones a
desarrollar en el Plan estratégico. El Plan de acción indicará, por tanto, las intervenciones
que se llevarán a cabo para el logro de los objetivos planteados, estableciendo prioridad
entre ellas, y definiendo qué persona será la encargada de su aplicación, así como con
qué recursos podemos contar para tal ejecución. Así, el plan de acción también ha de
responder a la pregunta: ¿tengo los recursos humanos, materiales y económicos para
llevar a cabo las acciones?
Para proceder a la evaluación de los posibles fallos, debemos centrarnos en los siguientes
aspectos, entre otros:
- Resultados de ventas.
- Rentabilidad de las ventas.
- Ratios de control establecidas por la dirección.
- Posicionamiento en la red.
- Control de la actividad de los vendedores.
- Resultado de las diferentes campañas de comunicación.
- Ratios de visitas por pedido.
- Ratios de ingresos por pedido.