Está en la página 1de 2

Salvador Valero Moreno

DNI: 22.477.388-V
Nº Alumno: 7919.
Grado de Derecho-Grupo de los Viernes.- Profesionales.
Derecho Canónico.

El Matrimonio Secreto.

Se entiende por matrimonio secreto el que se celebra por causa urgente y


grave, con permiso del Ordinario del lugar, llevando en secreto las
investigaciones que han de hacerse antes de todo matrimonio, quedando
obligados a guardar el secreto de su celebración el Ordinario del lugar, el
asistente, los testigos y los cónyuges (cc. 1.130 y 1.131). Deben estar
presentes el testigo cualificado y los dos testigos comunes. Su publicidad
registral es restringida al igual que su publicidad social por lo que hay secreto
Obligatorio para todos los asistentes.

El presupuesto para que pueda concederse la correspondiente autorización


para celebrar este matrimonio es la existencia de una causa grave y urgente, la
cual la valora el Ordinario del lugar (Obispo), quien autoriza el matrimonio
secreto.

Las características de esta modalidad matrimonial consisten en:

1. Realización en secreto de las investigaciones previas que deben preceder a


la celebración de todo matrimonio (c. 1.131,1).

2. Celebración en secreto del mismo matrimonio, con la presencia del mínimo


de personas exigidas por la firma (c. 1.131,2), quienes están obligadas a
guardar secreto.

3. Inscripción en un libro especial, que se conserva en el archivo secreto de la


Curia diocesana (c. 1.133).

Repárese en que esta modalidad matrimonial, no es una tercera clase de


forma, junto a la ordinaria y la extraordinaria, sino más bien, una modalidad del
matrimonio celebrado en forma jurídica ordinaria, pues en él debe estar
presente el testigo cualificado y los dos testigos comunes. Es decir, sólo se
trata de una especialidad extrínseca en la que lo específico es una publicidad
registral restringida y en la que se excluye la publicidad ambiental o
sociológica, por lo que hay secreto obligatorio para todos los asistentes.

Entre otras, son causa de estas características una que ya ha devenido


clásica: el estado de concubinato entre dos personas que son públicamente
tenidas como marido y mujer. A este supuesto pueden añadirse otros:
disparidad en la condición social de los esposos, la irrazonable oposición de los
parientes, algunas prohibiciones impuestas por la ley civil, etc., siempre que de
la no celebración del matrimonio se siga peligro de incontinencia o daños
morales o económicos de entidad. Hay que observar que, respecto a causas
que traen su origen en prohibiciones civiles, el espíritu de la legislación
canónica es evitar el fraude a la ley civil: de ahí que, en estos supuestos, rara
vez se autorizará el matrimonio en secreto, salvo excepciones que traen su
causa en la injusticia o los daños que se siguen de la prohibición civil.

La obligación de guardar secreto cesa, por parte del Ordinario del lugar,
cuando de su observancia se origine un grave escándalo o una grave injuria al
matrimonio mismo, y así debe advertirlo -como puntualiza el c. 1.132- a las
partes antes de la celebración del matrimonio

También podría gustarte