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ica Los aqui presentes no somes més que hombres privades que no uentan con més titulo para hablar, y pare heblar j erta difieultad comin para soportar lo que esta pasando. Michel Foucauer, Frante @ los goblemes, los derechos fhumanes Ok, Kitty, qué maravilloo seria si pucléremos entrar en la Case de Espejo! iEstoy segura de que hay cosas hermosas en tenue como la gasa, de él. vaya, anara se esté ‘Seré bastante fill atrave ‘Cuando dijo esto, se encontraba sobre la repisa de la chimenea, aun- que casi no sabia cémo habia llegado al. Y no habis duca de que el cristal estaba empezando a isiparse, como una refuigente riebla plateada. Lewis Cannou, A través del espejo ‘A. Una conquisti de la modenidad {Los derechos humanos son una de las Invenciones ms sor- prendentes y paradojicas de Ia modemidad, Es rear i legan con el mundo moderna, el de la a de los Modernos, In jan de las funciones del trabajo y ites sin fronteras de -cién humana. Todo ensayo anterior no fue esfuerzo descentrado de w zado, una anticipacién sentido en la légica esperanza 0 una reme griegos clisicos, los estoicos o los epictireos, € Queda claro, sin embargo, que las:derechos, humanos curh- plieron, en el nacimiento de la moderAaldd, ta fuicién de lei {imaci6n de las nuevas formas de vida burguesas; son un corre- ae Jgto, una conquista ¥ un arma de ellas. Pero es innegable al bien, unc segunda brecha de cevoluciga que no habia sido pre- vista en un primer momento: la que ataca los suefios no eumpli- dos del mundo burgués: Estas dos imAgenes son tributarias de tuna filosofia antropolégica que crea un sujeto que, con ciertas, diferencias, reproduce un modelo individualista, soberano y con ‘una raz6n universal que le permit ‘én por la voluntad y a través de la conciencia moral. Esta subjetividad, asf concebida en. la esfera de la ética, es catapultada al universo jurfdico. Pero el Assure sca, que proves componentes de discusojuridico, ecsegns Ss Wak, ric calls ia nes emesis Ae europeos masculinos, mayores, blancos, burgueses y, por lo tanto, propielarics. De ahi que al principio, todas las otras for mas humanas (formas no burguesas y no europeas), que no entran dentro de los estrechas limites del sujeto moderno asf mezclaron, mantuvie- ron los presupuestos all cextremo y los contrariaron y critiearon radicalmente. odes los costades del mecanismo nos evan al mismo y lo aprisiona o mejor dicho, més bien a la inversa.! Las bases y el substratum de los derechos humanos se apoyan ria de la humanidad’), los derechos humanos no aparecer. Requirieron del sujeto moderno, de su cteacion, de su idea y de su materialidad. En este sentido, poco importa si se trata del sujeto en tanto especie o en tanto indivi- sa consecuencia, la tesis sostenida por Blandine cual la Blosoffa del sujeto no es la fuente de los le bien, deberia decir, me opongo a la manera en {ue utiliza-los térmminos y presenta los argumentos en esta relacin. CE BauerKwuecet, Blandine, Les doits de Thome et le droit naturel, Paris: Quadrige/PUF, 1989. “mnismo tiempo, que abricron una doble via revolucionatia,omés * ae Re duo: se trata, en primer lugar; y es lo que cuenta, del sujeto en tanto pilar de un nuevo espacio temporal que se denomina modernidad? Luego, las distinciones son posibles, tal como lo ismo MARX, por ejemplo, pero no puede perderse de vo actor: el hombre genérico como sujeto genérico © tos "polvos aglomerados" en humanos” y e del derecho como un atributo del como una actividad del juicio subj la pertenencia del de los derechos humanos~ 2 Bs esto, justamente, lo que quiero significar cuando contesto la afir- rmacion de BaKterKRwoet. 3 Banxer-KnueceL, Blandine, op. cit, ps. 92-93. 4 wi n, ps. 93-9. a4 ravés de su lico de los derechos humanos pasa por el de k de poder, rel: de no poder ver a como la nuestra. Los derechos humanos aparscieron Esta es la raz6n por la trabajo, me veo en la obligacién rico-prdcticas mas importantes relativas al sujeto en el espacio de Ia modernidad, con el fin de at las repercusiones del mal radical -bajo la forma de las dictaduras del Cono Sur de América (y sus consecuencias bajo las posdictaduras)- en los derechos huranes. Desde este punto de vista, los derechos humanos aparecen, vo de la madernidad, designanido un ademés, como un dispos spy uaa putas Sioa ey s verdades definen los derechos humanos, no es menos cierto que éstos, a su vez, mezclindose con las teorias del sujeto, redi- sefian las imagenes y las px en la comprensién de Ia Iégica de problema no ‘esté obligado al mismo 1 sujeto derechos humanos no fue una forma vacta. Lo que puede consiatarse es que aparecicron, se deplega- jcamente y viven aiin hoy, como una praxis, es decir, ‘com . La polis moderna no es més que un acuerdo entre res que dan algo a cambio de otra cosa, que ceden la Ja que gozan en el estado de naturaleza para volverse mis 1d que no poseen, para vivir en i land —Inglaterra-) consiguen de Juax 1 na Carta establece dos principios fundamen: de los derechos humanos: por una par de Plantagenet. Me tales para la histo garantfas penales esenciales, entre las que se encuentran, el debido proceso adjetivo (due process of law) y un de la garantia del habeas compus; principio de legalidad en mat lege) que tendré una influencia determ Imiento del proceso revolucionario de los futuros Estados Unilos de América (no taxation wi Por su parte, la primera reforma a la Co Estados Unidos introduce una Bill of Rights que retoma lo esen- 12 Entre las disposiciones més impor citarse le siguientes: "No fier bz I de las declaraciones de las at as de la Unién y de los pri del derecho de com- la aparicién de otros miiltiples, tuna conciencia eneerrada en los definidos de la ciudad de Dios. El individuo no es propiedad y la En este contexto, los derechos humanos aparecen, en con- ‘secuencia, como una cénstnuccién tedrica del pensamiento libe- ral y del derecho natural, Pero cual es la construccién espectfi- ca provista por el derecho natural? Es necesario comprender aqut que de manera paralela, pero desde otros orfgenes y ent mezclindose a veces con la reflexién liberal, el cho natural reclama un. hombre que posee atri concebidos como libertades o derechos 0, mejor derechos-libertades que le vienen de su propia cond ‘existen en forma previa (estado de naturaleza) a su participa- cién en toda forma politica y que le son pues inherentes por su propia naturaleza. Atributos-derechos que est orden natural divino,-en el orden humano PureNbore, uno de los representantes més importantes del dere- cho natural, sostiene que “siendo todos los hambres iguales, son ambién libres”. Considerado como cl modelo de exégesis politica dominante durante los siglos XVII y XVIII, el derecho natural constituyé una matriz. de interpretacién utilizada por concepciones radicalmente heterogéneas -entre otros, Honpzs, ‘Spinoza, Locke, Rousstav, KaNr-. En este sentido; como John Locke, que redacta la Bill of Right mera de las declaraciones de derechos mode es (y del dere- cho natural en general) inaugurando Ia tradicién liberal. En el Segundo tratado sobre el gobierno civil (1690), declara: "Aunque la tierra y todas las criaturas inferiores pertenecen en comin a piedad que pertenece a su propia persona; y a esa propiedad nadie tiene derecho excepto él mismo. El trabajo de su cuero y la labor producida por sus manos, podémos decir que son suyos Cualquier cosa que él saca del estado en que la naturaleza la produjo y la dejé, y la modifica con su labor y aftade a ella algo que es de si mismo, es, por consiguiente, propiedad suya. Pues al sacarla del estado comtin en el quie la naturaleza la habia puesto, agrega a ella algo con su trabs gan ya derecho a el Porque este trabajo, al ser indudablemente propiedad del trabajador, da como resul. tado el que suficientes bienes comunes e, pues, que en Locke, los derechos naturales son com prendicos como derechos que pertenecen al hombre, anteriores a toda formacién de sociedades y-Estados. La funcion propia y el objetivo esencial de la creacién de la ficci6n del Estado co en su orden y, através de cialmente los derechos a “A decir verdad, fueron \e Proveyeron uno de los pri Ingredientes ~pero no el nico de la fil sofia contempordinea de los derechos humanos tal como e: ‘mare6 las sociedades occidentales en Ia estela de las revolucio- ~ 13 Locre, John, cap. 5, De la propiedad, punto 27, en Segundo Tatedo sobre el Gobierio Civil, Buenos Ares: Alianzs, 1986, ps $6-57 . la idea de los derechos inalienables sino que fue nes estadouniciense y francesa de fines del sigle 20vIn1".14 Locke establece, ademés, en el Segundo iratado sobre el gobiemo civil, que es a partir de la libertad natural que cada uno es concebido como duefio de si mismo e independiente de toda autoridad de sus semejantes. Més ain, legitima fuertemente la tolerancia res- pecto de la libertad religiosa en su célebre Carta sobre la tole- rancia (1689), otorgando el fundamento a un espacio de libertad central, para 1a constitueién del mundo politico “y moderno (¢l campo de la libertad de pensamiento, de creencia y de expresién). La filosoffa francesa del siglo XVIII no invent6, por lo tanto, primera en transformaria en un verdadero evangelio moral, defendiéndola y propagéndola con entusiasmo. A través de esta “propagan introdujo en la vida politica real y la doté de la fuerza de choa y de explosién que revel6 durante los dias de la revolucién. Esta construccion de los derechos naturales del ‘en que el derecho natural esta convencido to cientffico. La raz6n inscripta en el mundo natural prove los datos claves para la elaboracién de asimismo esta ciencia de la moral to dela doctrina de los derech las leyes establecidas por lo cer lo‘que se 14 Prypnuan, Benolt y Haanscu, Guy, op. ct. p. 102. 15 Cf. Cassinen, Ernst, a idea del derecho el principio de las derechos Derecho, Estado y sociedad, en La filasofia de la lustrecin, 5 a 16 Consorcer, Essai sur les assembles provincales. 2e parte, art vi citado en idem, p. 280. mT —_— ha th a meat uo en las teorfas iusné una cierta reminiscencia én concreta en ningtin caso, aunque nadie hubiera que prac: ara la justicia ni nadie para quien se practicara’.!7 Pero con inmutable de la moral ya no es el apriorismo de la raz6n sino el empirismo de la pura experiencia. Las nociones de sujeto y de derechos-libertades implican necesariamente la presencia de un tercero incluido: mental entre los hombres esta en la base de todas las ficciones vantes del Estado en las matrices filos6ficas de la moder- nidad de los siglos XVII y XVIII. El contrato s frontera entre el estado de naturaleza y el estado ci al tiempo que representa otra manera de concebi separa la nai ca, asi la pérdida del estatus “natural” de la proj dad: ya no expresa, de manera siempre necesariamente imper- fecta, un Todo trascendente, sino que resulta solo de la decisién ~de la voluntad— de individuos deseosos de instaurarla para ler mejor sus derechos. Es por ello que la'doctrina iusna- ta del Estado no es solo una teoria-racional del Estado i, ante la certe- del estado de naturaleza, la sociedad , solo puede consistir en una declaracién de los derechos fundamentales inalienables, como el derecho a la seguridad de islacién. Estas las primeras en ser consagradas en la historia de nos aunque en ese momento se les haya otorgado una nacién diferente. Se transformaron luego, para algunos, en los derechos “civiles y politicos” o derechos de “primera genera- 9 En esta nocién coexisten las dos concep! de lo privado ivo al hom- ico de las revoluiciones burguesas, el de la Declaracién de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, lanza su gran iriovimiento revolu- ypeo, en el seno de una de las socie- desu dades atin més “medieval cias irreversibles y defi conjunto de formaciones burguesas, agotadas por las trabas de un régimen anacrénico, fuerza al rey al restablecimiento de los Estados Generales una instirucién a medio camino entre el orden. medieval y el orden moderno-, en donde pods filtrar sus reivindi de los pliegues asfixiantes de los otras érdenes, sa que devino la causa de un movimiento inexor 1789 no es mas que el princi 1789 y la Const Esta declaracién de los derechos del hombre retoma las declaraciones precedentes, sabre todo de los Estados que constituyeron los Estados Unidos de Ansérica (entre las que se encuentran las de Virginia, Maryland y Carolina Ver ul ra 1e mismo capi- Wento de este tema en el punto D. sition, del Norte, 1777; Massachussets, 1780; y New Hampshire, 1784), y principios que engloban las princip: miento sobre el que se esta const nismo, el raci entalismo y, especialmente, el derecho natural), y donde desfilan, entre otros, todos mezclados pero alinesdos en una misma idea, Francisco DE Vitoria, Nico ds pe Cusa, Marsilio Ficiwo, Erasio, Thomas More, GRorius, Purennorr, Hoanks, Descanres, Spinoza, Pascat, Locke, Lemni, Mowresqureu, Hue, Voutarre y RoussEAU. El citoyen del que se exaltan los derechos no es otro que el sujeto bourgeois (el bre” homme= del estado de natu: yen del estado civil 3r KANT como un sujeto indi |, emancipado, duefio de s{ mismo y de sus bienes y, en cierto modo, ilustrado; es tambi ‘oy mayor, La deelaracién, presentada en dos tablas como el decélogo, reviste el caracter sagrado de una nueva ley constituyente. La vocacisn universalista de estos “derechos naturales, inalienables ios, los pobres, las mujeres, los rifios y las Europa. La nueva sociedad que es catapultada desde la cién,’se concreta en sus Los principios juridicos de por Napoledn se difundié répidamente por gresivamente, por el mundo entero, via peo, constituyendo el subst los ordenes juridicos modernos. A medida que la sociedad burguesa se des; perialismo, euro- sobre el que se construyeron jones. El modelo se muestra patente y nuevas reivindicaciones -que emplean la caparazén de los derechos humanos ya existentes-tendran lugar pero respondiendo a otra composicién de fuerzas, a otra direccién de poder. Esta vez, los" del nuevo modelo quienes hardn oft sus demandas: los obreros, los pobres, los no-burgueses. Una nueva clase aparece en los “flancos" de la econom\a cay como decia Manx, ubicéndose en el corazén mismo del proceso de produccién y no teniendo més que su fuerza de trabajo para ofrecer en el mercado, La cuestién de los derechos sociales apa- recié asi con toda claridad: “Para toda una parte de la sociedad, los riesgos inevitables de la vida (gcémo sobrevivir sin cuidados 1a menudo costosos, sin trabajo, ‘con desventajas?) tornaban puramente formals ls derechos de primera gneraion, Se hacia necesario, en consecuencia, completar estos con una rE eyeing fara tentang ‘materiales’.20 Por lo tanto, ¢s necesario reclamar los derechos produccion asi Ta educacién y la cado y de la economia: ‘econémicas clasicas, establece que no hay que i Ia medida en que esta los derechos que apare- posicién no estaba consagrada todai son el fruto de las.conquistas-de-los nuevos .- lado de la accion politica de estos tiltimos actores, hay que senia~ lar que la burguesia va a favorecer también los nuevos derechos pues necesita masas calificadas y no embrutecidas. “eQué significan, en realidad, los derechos sociales, mas alla de sus diferentes versiones particulares? La respuesta es, al \cipio, muy simple: si las contingencias de la vida (cl'azar del nacimiento, la enfermedad, los accidentes, la vejez, el costo de la educacién infantil) no estén contrabalanceadas, de luna manera u otra, por una accién voluntarista de la colectivi- dad, los derechos humanos se vaciarin de todo contenido para tuna parte sustancial de la poblacién’ 21 20 Frvpman, Bonolt y Haanscuer, Guyop. eit. 110. 21 sbidems, p. 110 40 de Berlin en 1885. El timo tercio del siglo XIX conoce un cre- iento acelerado y frenético de los grandes grupos financieros que monopolizan cada vez mas los sectores de un mercado ya mundial. El planeta gira ahora siguiendo nuevas leyes: la inter- (0 a creacién del mercado mundi la Formacién de uniones monopoi ;parto del mundo entre las manos de las grandes potencias europeas. El capitalismo alcanza el punto desu propia ncgacién: los principios de la libre compe- tencia y del libre mercado son abolidos por el monopolio y la expropiacién de los sectores del propio capital. La lucha en la carrera sin freno de los monopolios termina con una gran con- frontacién en el plano de las "gran guerra” en la que tas potencian medivén sue fuerzas (1914-1918). Los decenios tes verdn agravarse las contradicciones. Los monopolios sse acentuarén con el fenémeno de la transnacionalizacién ¥ la formacién de bloques econémicos. tasy el punto culminante 3. La internacionalizacién: el sistema de derechos humanos a) El giro de Una serie de antecedentes del desarrollo de la praxis de los derechos humanos, que tiene lugar desde la segunda mitad del siglo XIX hasta el principio de la Segunda Guerra Mundi iglo a otro See Ce panna SeeePree rier rane eee ‘s¢ conoce a partir de entonces, (0, bajo el nombre de derechos hhablando en sentido e “humanos" En este contexto, puetlen citarse las normas de la Conven- cién de Ginebra del 22 de agosto de 1864 para el mejoramiento 35 ejércitos cle campata, ) conjunto de n mas jurilicas que protege os y consagran la neutralidad de la Convencién de 1864 fre modificada en 1906, en 1929, yuna vez ‘mas Inego de la Segunda Guerra Mundial? En 1885, el Acta General de la Conferencia de Berlin esta- blece la prohibicién de la trata de esclavos de conformidad con los principios del derecho de gentes, tal como son rect ppor las potencias signatarias.23 Cuatro afios m: ferencia de Bruselas condena nuevamente la trata y el comercio de esclavos y avanza en la adopeién de medidas para su supre- En 1996, se adoptan dos tratados internaci can un nuevo enfoque en las relacione: 71 ejemplo. Se trata de la primera manifestacién conereta de pro- teccién por parte de un Estado de sus nacionales en virtudl de tuna norma de derecho internacional.?4 Ast, por medio de los tratados de paz, se establece la Ofici- nna Internacional del ‘Trabajo como organizacién internacional. Entre sus objetivos, se encuentra la promocion de la justicia social y el respeto de la dignidad de los trabajadores. Las preo- cupaciones surgidas désde la revolucién industrial cristalizan en el Ambito de las relaciones internacionales mucho antes que las, que nacieron de los grandes movimnientos liberales. La instauracién del nuevo orden internacional de la prime- ra posguerra conoee, asimismo, el primer intento de org: internacional de vocacién universal 2 Pese a que no logra prohibit! , hacer ims largo el camino para declararla. organizacién co humanos: “El en nombre de la comunidad internacional otorga a un Estado la ‘administracign cle un teritorio~pertenecience a un Tstado ven- cido en la guerra para cumplir una 'misién sagrada de civiliza- cidn’, atribuye al mandatario la responsak ion y prohtbe trafico de mujeres y rotra parte, confirmando normas ya adoptadas, cuando Etiopia solcita su admisién, Ia SDN le Yequiere el compromiso de que se esforzar4 por abol conociendo la legitimnidad de la preocupacién nal en el tema y su cardcter ya solo parcialmente doméstico” 25 En 1926, la convencién relativa a la esclavitud se propone y completar la obra realizada gracias al Acta de Beuselas y hallar la manera de poner en prictica, en todo el mundo, las intenciones expresadas, en lo que se refiere ala trata 24 CF Privo, Monica, Temas de derectos humanos, Bustos Aires: 25 rider, ps. 7-8. ae ae de esclavos y Ia esclavitud” y estima “que es necesario impedir gue el trabajo forzado llegue a constituir una situacién andloga 4 la esclavitud”. Teniendo en cuenta que la escavitud es el esta- do 0 condicién de un individuo sobre el cual se ejercitan los atri- bbutos del derecho de propiedad o algunos de ellos, las partes se obligan “en tanto no hayan tomado ya las medidas necesarias, y cada una en Jo que conciere a los territorios colocados bajo st soberanfa, jurisdiccién, proteccién, déminio (suzeraineté) 0 tute- laa prevenir y reprimir la trata de esclavos y a procurar de una manera progresiva, y tan pronto como sea posible, la supresién completa de la esclavitud en todas sus formas”.26 Hay que subrayar asimismo que durante el periodo consi- ‘derado, se producen nuevos y considerables desarrollos del derecho intemacional humaniiario, intimamente ligados a los derechos humanos, En efecto, las dos Conferencias de La Haya de 1899 y 1907 abordaronlanecesad de imitar la conduccin lidades por parte del derecho internacional. texto més importante es el de la cunria Convencién de LaHaya de 1907 y cl Reglamento que se le anéxa. Se ocupa de Jas leyes y costu icipalmente el ‘Codigo Lieber, de San Petersburgo, el Manual de Oxford de 1880 (que habia sido redactado en ferencia de paz de La Haya trat6 asimis- mo el problema de la guerra en mar y adopté ocho convencio- nes relativas a los diversos aspectos de est Finalmente, en 1925, la Sociedad de las Ns Ginebra en 1864 (que habfa conseguido eonsolidar una protec- ign minima para los combatientes) que desemboca en la adop- cién de una convencién sobre el estatus de los prisioneros de guerra, que constituye un verdadero cédigo para estos sujetos.28 al Ioranitaire, Pasi: Ba 28 Luego de la Segunda Guerra, estas disposiciones son desarrolladas ‘en el marco de la tercera Convencién de Ginebra relativa al trate debido a los prisioneros de guerra, adoptada el 12 de agosto de 1949. earn ek Por otra parte, en la situacién de confusién que siguié a la minorias, particularmente en los Estados creados en nb Central. La forma de desarrollar una proteccién de est asaba en la nocién de derechos colectivos; fue insti ida por la SDN. Los regimenes fascistas constituyen otro de los tantos fac- tores para el cambio en las necesidades de reconocimiento y proteccién de nuevos “derechos”. Pero la aparicién de los dere- chos humanos en la escena internacional por medio del eam propia engloba ahora a toda Is que constituye un desco- de estos derechos. Bra necesario, en consecuen: derechos a la-categoria de leyes interna: proteccién segura y cierta, Los primeros signos premonitorios del cambio aparecieron durante los afios 20. Algunos preconizaban ya, en el marco de la SDN y fuera de ell: privadas que no podfan ser puestas en prictica pues no eran “oficiales”. b) Las Naciones Unidas y la Declaraci de Derechos Humanos Lo que finalmente condujo a la adopeisi das tendientes a asegurar la proteccién interna: dcrechos humanos fue la voluntad de los Estados que s St sievon al final de la Segunda Guerra, tomar conciencia a nivel lial de que clertas acciones represivas cometidas durante el (0 -que ahora son conceptualizadas como “atrocidades" rores"~ eran de una magnitud tal que aquellos que habian sobrevivido a ellas debfan implementar tina serie dle medidas y dispositivos para prevenitlas y condenarlas, Es la primera vez en la historia de la humanidad -si se puede emplear, una vez mds, esta expresién-, que se trata de establecer ua punto fu dacional con relacién al valor de'la vida humana y de su di dad en el marco de una cierta concepcién del sujeto y bajo los auspicios de aquellos que marcan las coordenadas del nuevo orden, En efecto, el espiritu que nutrié esta 5 de la praxis de los derechos humanos fu dad inherente y no su negacién como tal. fueron los horrores los q) el lenguaje y en los d manos’.2? En estos trata B el Estado debe respetar y garantizay, sino asimismo y sobre todo, el reconocimiento de. que foda violacién acarrea la res- ado. Esta nueva nocién de los ta 0 redefine expresamente la relacin entre el Estado y el individuo (ciudadano o habitante): si este es el titular de los derechos protegidos, aquel es el garan- tede esos derechos. EI Estado asume obligaciones en materia de derechos humanos fr tea obligaciones erga omnes. Porlo tanto, toda 2 de una autoridad pablica compromete la respon- sabilidad internacional del Bstado en los términos del derecho pivot en la genealogia del pa: dial en las estructuras jurfdi Unidas, en efecto, puede ser considerada como el punto culmi- nante del proceso con: fen st conjunto (prim jack DONNELLY como tional normative cias fandamentales en la pre- izacin de los derechos humanos en el mundo act con- era decision contenciosa, que “es un principio de derecho ie el Estado responde por 33-Cf ibidem, ps. 26-27. ea = rsality), DONNELLY construye esta categoria tedrica como tun intento de explicacién de las normas, los mecanismos y los Aigpositvos del nuovo sistema de derechos humanos siviéndo- se del concepto, tan caro a Ja ciencia politica, de régimen. Por régimen internacional, DONNELLY entiende “sistemas de normas ¥ procedimientos de toma de decisién aceptados como obliga- torios por los Estados en un area tematica determinada".* La internacional comprende entonces los regimenes internacionales propiamente dichos, el régimen glo- bal y los regimenes regionales de derechos humanos.55 El régi- men global consiste en un sistema de normas y procedimientos de implementacién con eje en la Organizacion de las Naciones DONNELLY insiste en el hecho de que en la formacién de esta universalidad normativa internacional, la Segunda Guerra Mun- dial marca una ruptura decisiva, “Peso a que las acciones de Hitler conmocionaron la conciencia de la comu cional, claramente no violaban normas interns tas y bien establecidas. En Iegar a un acuerdo gener internacionales contra vi , persistentes jo decir, ademés, que el nuevo sistema de 34 Donny, Jack, Universal Hunan Ithaca y London: Cornell University Pres prioritariamente esta nocién dela form standards of beaver da ions, Rules are specific prescr cing procedi 36 ibidem, p.211 14 Unidas.37 En efecto, puede constatarse una ola de di que exigen cl establecimiento de la proteccién internacional onganizada ke los derechos humanos y le conena, h proh eign y la represién de la politica fascista bajo todas sus for- mas.38 Antes y durante la Segunda Guerra, se conocieron nume- rosas propuestas y medidas promovidas en foi lievaron a la Declaracién Universal de Derechos Huma: ‘Varios documentos y declaraciones contribuyeron ala garan- tia internacional de los derechos humanos. No solo documentos preparados para la constitucién de las Naciones Unidas sino también otros que ya trataban la problemética de los derechos reunida en octubre de 1944 en en redactar la ¢% Activists beyonal Borders ‘ay London: Cornell Uni- Naciones Unidas para ‘i6n 18 proyectos oficial 3e ernacional que sucediese @ Ia SDN. En esta que se proyectaba, ‘os humanos tenfan, fr secundario pero ya‘claramente reconoci- dado en abril de 1945, cuando los representantes de las cuatro. se habian impuesto al final de la Segunda Guerra presentaron varias enmiendas al proyecto de Carta que se estt- dinba en la Conferencia. Las caractaristicas principales de estas, ppropuestas concernientes a los derechos humanos, mirse en los puntos siguientes: cer una Comisién de Derechos Hurnanos ‘como una de las comisiones principales de las Naciones Unidas y decretar su creacién en el texto mismo de la Carta, Finalmente, se arribé a un documento que se ocupa de los derechos humanos en siete ocasiones (incluyendo el préambulo al establecimiento del sistema de istracién fiduciaria), pero en todos los casos lo que se establece es una referencia general a los derechos huranos filn- igualdad ante la ley. damentales y La Carta di "Nosotros, los pueblos de Ins Ni var alas genet veces durante nuest iat la fe en los derechos fundamtentales del hombre, en la yy el valor de la persona humana, en la igualdad ientes del A promover Y com tales finalidades, a practcar la toleranca y a com como buenos vecinos; 8 caPiTULOy Senet i Hemos esidido aunar inuestfos esfierzee para realizar estos ssignios". Articulo primero establece los propésitos de las Naciones las “I. Mantener la paz y la seguridad internecionales, y con tal fin tomar medidas colectivas eficaces para prevenit y eliminar ame rimir actos de agresi6n i otros quebran- tamientos de la paz; y lograr por medios pacificos, y de conform ‘con los principios de la ji oarreglo de controversias 0 si les de conducir a igualdad de derechos y al dela libre i6n de los pueblos, y tomar otras meds adecuadas para fortalecer la paz universal. 5. Realizar la cooperacién internacional en la solucién de proble- mas internacionales de hhumanitario, y en el des sp thos humanos y a las libertaces fundamentales de todos distinction por motivos de raza, se 4. Servir de centro que armonice los esfuerzos de Ins Naciones para aleanzar estos Propésitos comuines” Como puede observarse, la Carta de las Naciones Unidas se Propone coneretamente en lo que concieme a los derechos hhumanos, promaver el respeto y a efectividad de los derechos y 1a obligacién de los Estados de tomar medidas a este respecto, icin de los derechos humnanos mantiene una relacién esencial con la paz y la seguridad internacionales en en que estas fas medidas para preservar la vida humana. ‘La realizacién del primero de los propdsitos de las Nacio- idas, el mantenimiento de la paz y de la seguridad nacionales, exige el respeto de los derechos fundamentales de la eseneial de ilo como por el articulo 1, pérrafo 3 de la Carta, De manera bastante ci ninguna de ambas disposiciones evoca direetamente el vineulo entre estas dos aspiraciones dominantes y serd nec sulo 55 para que se encuentre afirmada exy te. Ello no significa que estas cons inclusién, en cl preambulo, de dispc iones concernientes al respeto de los derechos humanas (...) Siguiendo el esquema UA TNVENCION OE 105 DERECHOS HUMANOS 25 SS esbozado por el artfculo 55 de la Carta, las resoluciones de las, Naciones Unidas proclaman constantemente, luego de la Decla- racién Universal de Derechos Humanos, que el ‘reconocizni de la dignidad inherente a todos los miembros de de 1948, inciso 1 del preémbu- el nciso 1 de cada uno de los dos Pac- les de Derechos Humanos, del 16 de diciembre 2134 (XXV), 16 de diciembre de 1970, prec. § 22), confirmando ast el cardcter indisociable del mantenimien- respeto a Jos derechos humanos, po: mocién de los derechos humanos y les bajo sus aspectos civiles, politicos, econdmicos, sociales y culturales, por tna parte, y el afirmacién de la paz y la seguri- dad internacionales, por la otra, se refuerzan mutuamente’ (cf. (37118; 38/190 y 39/155, precs.) a punto tal que textos recientes evocan el concepto de ‘derecho a la paz’ realizando, de cesta manera, una fusién intima entre los dos objetives funda- tad, son inseparables del progreso econémico y social. La queda de la prosperidad y del bienestar tiene una tinica final- dad valida: el hombre y, reciprocamente, la pobreza, el temor al ‘mafiana, la miseriay el hambre welven ilusorio el desarrollo de Ja persona humana, Como el derecho a la paz esté en la con- uencia del objetivo del mantenimiento de la paz y la seguridad intanaconulsy dee procanada por los pelos la 40 caw Yean.Pierne wPatt ier Alain Yn Choe dar Matin: Maine Pam i ian stlank te a nay RE Ia universalidad y se apoyan en la no Naciones Unidas en los derechos humanos fundam: misma manera, el derecho al desarrollo, "Es importante subrayar a este respecto que, a lol Carta, como es el caso del presmbulo, toda di evoea los derechos humanos trata también de los problemas econémicos y sociales" Desde el punto de vista jurfdico- la Carta se presen- ta como fundamento de derechos y . Recoge una nocién de derechos humanos con caracteres diferentes a los pre- cedentes conocidos en la lege lata: ares de los derechos son las personas fisicas exclusivamente, los derechos apuntan a criminacién, presentan rs thee er ree a era se explica por uno de los pro, ion (art. 1.3), Los medios para lograrlo s recornendaciones de la Asamblea General para ayudar a hacer efectivos los derechos humanos (art. 13.1.b), porque es el érgano lenario y los Estados son los que pueden hacer efectivos los rrechos humanos; b) las recomendaciones del Consejo Econé- ico y Social para promover el respeto y la efectividad de los derechos humanos (art. 62.2), que para e ‘una Comision de Derechos Humanos (art. 68)". Se prevén, siciones de respeto y efectividad respecto del AV Hiden,» IS. 42 Cf Preto, Ménica, op. cit, p. 22 nistracién fiduetaria (art, 76.0). La segunda obligacion fre esta- blecida en la medida en que “esos Estados reafirmaron su fe en los derechos humanos, la dignicad y el valor de la persona huma- na (presmbulo, 2), De todos los derechos humanos, la Carta enuncla expresamente el derecho a la no discriminacién”. #4 En sua, la Carta de las Naciones Unidas abre el camino para la adopcién de instrumentos de derechos humanos. El hecho de tratar la cuestién de una manera vaga llevé a la nece- sidad de ocuparse de ellos con mayor profundidad en el marco mismo de la organizacién, Era necesario entonces redactar un documento especial cuyo objetivo fuese interpretar la Carta desde el punto de vista de los derechos humanos. La Declara- cién Universal de Derechos Humanos aparece como un docu ‘mento que forma parte précticamente integral ce la Carta y que define el sentido de las referencias a los dered nos y la ‘manera en que debe interpretarselos. El responsable de la redac- clon de la Declaracién Universal fue René Cassin. Comparaba la de los derechos humanos de las Naciones Unidas con cayo panel central estaba con por ta declara- cian, y los paneles laterales, por las diferentes convenciones y Estados signatarios, por un lado, y por los mecanismos de apli- ccacidn y de control, por el otro. La Declaracién Universal de Derechos Humanos, adoptada el 10'de diciembre de 1948 por la Asamblea General de la ONU fen su tercera sesidn, constituye el documento central de la causa de los derechos humanos. Ese dfa fue proclamado m por la organizacién como “el dia de los derechos humanos’"#5 a nivel mundial. “La idea que las repetidas referencias a los derechos huma- nos contenidas en la Carta de las Naciones Unidas precisaban de una clarificacién fue admitida por todos los miembros poco des- pués de la adapcidn de la Carta. La elaboracién de esta Decla- racién fue considerada, por tanto, como una de las tareas prin- cipales de la ONU. El hecho de que su resultado fuera una declaraci6n y no un convenio (decisién a la que se llegé solo des- pués de largas discusiones) represent6 um compromiso, Mas atin, lo mismo puede decirse de toda la Declaracién en su redac- cin final, pues su contenido tuvo que conciliar las considera- 44 rae. p.24, 45.4.6, res. 423,5, de diciembre de 1950, af a pe clones tedricas més diversas. Sin embargo, jera sido que sucediese de otro modo. Una de las razones para el com- promiso respecto de la forma que adoptara el documento fe el temor a que la mayoria de los Estados no.acentasen verse obli- gados inmediatamente por un convenio, 0 per cuelquier doct mento que significara la obligacién directa de hacer efectivos estos derechos humanos en sus respectivos sistemas legales nacionales. Temor, digamos, que no carecia de fundamento" #é La Declaracién Universal de Derechos Humanos establece que “Considerando nen por base el Considerando que el desconocimiento y el menosprecio de los erechos humanos han originado actos de barberie ultrajantes para Ia conciencia de la humanidad; y que se ha proc aspiracién mas elevada dal hombre, ol advenimienta d termar y de la ibertad de cre: indo esencial que los derechos hhumanos sean protegidos Por un régimen de Detecho, afin de que el hombre no se vea cam- Pelido al supremo recurso de la rebelién contra la titania yla opre sign; res amistosas entre las nacion ando que los pueblos de las Naciones la Caria su fe en los derechos fund: idad y el valor de la persons hum: derecho de hombres y mujeres: y se han mover el progreso social y a elevar e cconcepto més amplio de Ia libertad; Considerando que los Estados Miembros se han comprometido a CO, 1984, p. 53. eee cet ba tee LAINVENCION DF Ins DeRinRiga Noe Hes sora i } Considerando que una concepcién comin de estos derechos y deben esforzarse, afin de qui tuciones, inspirandose con: a ersfnte y In eicarion, el respeto a colon derechod aseguren, por medidas progresivas de cardeter derechos y, dotados como estin de razén y conciencia, deben com- portarse fraternalmente los unos con Jos otras". La Declaracién establece el principio de la no discrimina- cién como la base de todo el sistema de derechos humanos en su artfculo 2. El inciso 1 estipula: “Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaracién, sin dis- tincién aiguna de raza, color, sexo, idioma, religién, opinién i , origen nacional o s posicién econémica, nacimiento 0 cual articulos siguientes, la Declara id, de la servidumbre, de © tratos crueles, in distincién, derecho a igual proteccién de la derecho a igual proteccion contra toda diseri- En los articulos 8 a 12, la Declaracién se ocupa del derecho a la justicia y de las garanttas que constituyen el debido proceso: jon prevé el derecho a circular libremente, el beneficio del asilo, el derecho a la nacionalidad, el derecho y la protecci6n respecto del matrimonio y de la familia, el derecho a Ja propiedad, la libertad de pensamiento, de conciencia ‘i6n, de opinign y de expresi cho a la libertad de rex fac sn Ia direccién de los sociales y cul e una concepeién de rdependencia que sera retomada por ternacionales smpo, sus normas se transfor~ ‘maron en normas cons rias en la medida en que expre- san concluctas observadas de manera reiterada por los Estados in de cumplir las normas de la De consecuencia, los Estados no podirfan llevar a cabo acciones que fueran en su contra sin que ello no acarreara graves consecuen- rena cone eet én Universal durante los pi existencia pues, en ese momento, exhibia, antes ‘que nada, una autoridad moral y representaba una solucién de compromiso inicial que traté de superar la imposibiliad de una convencién proponie! -anismo menos gravoso como el propio de una declaracion. En este sentido, en 1970, en ocasién del caso de la Barcelona Traction, Light & Power Co,, Inc., la Carte 4o (CIB) reconocié, en un turn Ja istencia de normas consuetudinarias y convencionales ‘en materia de derecho’ humanos. Sefiala expresamente que todos los Estados tienen un interés juridico en que las normas, ciertas reglas fundamentales de origen consuetudinario q Estados no podrian desconocer o modificar por sts convencio- nes; para una parte de la doctrina, las reglas relatives a derechos humanos integrarian estas reglas de ius cogens”.*8 Yaa partir de 1951, la CU habia reconocido, en su opi del 28 de mayo de ese aiio sobre las reservas a la Convencién para la Prevencién y la Repre reglas jumanos en su campo de aplicacién? y se erige en eje -ma de proteccién establecido en el seno de Ia ONU. % carnay 78 A menudo se ha reprochado a los redactores de la Declara- la ausencia de una base tedrica homogénea y firmem establecida que se revela, entre otros, en el hecho de que la Decla- racién otorga un Ingar menor a los derechos econéinicos, socia- les y culturales, comparado con el de los otras derechos ciacién de deberes con excepcién del inciso 1 del arti Por otra parte, la nueva configuracién del mun segunda posguerra y en plena era de la deseolonizas Guerra Fria -época de divi Oeste sino en Norte y Sur proteccién de las el derecho a la informacién, entre otros. Estos derechos, tal como fixeron presentados, como derechos de “tercera gener cién” (y este es el origen de una teoria que parece eterna pero que apenas tiene algunas décadas) o derechos de “solidaridad’, se caracterizan por una ambigtiedad juridica fundamental ideol6gica cierta invocados a diestra y sinies- mprometia 2 casi nada, per- do: signo enmendarse, en la arena laciones a los derechos de primera mente a los derechos humanas del campo del derecho, se crea- 1a la impresién de un mundo desordenado en el que habia injusticis por todas partes y responsat ‘se toma cierta distancia respecto del contexto maniqueo y mani- pulador de la Guerra Fria, los derechos de tercera generacién cabran tina significacién diferente: indican una suerte de hori- zonte ético para la humanidad’ 50 Justamente, se muy probablemente, al punto central 50 Favowun, Benoit y Hassscen, Guy, op. cit, ps. 16-117. dad: apuntan aun nuevo tipo de sujeto, la humanidad. “Ast, los derechos humanos reencuentran, tal vez paradéjicamente y por una astucia dela razén hist6rica, su vocacién primera: la de una proteccién universal que implica una garantia universal. Progre- 0 tortuoso sin duda, a través de evoluciones a menudo impre- visibles, pero oportunidad que vale la pena ser aprovechada, opuesta a Ja fria -y vana— busqueda de un refugio contra la borrasca de la globalizacién’.5! ©) Pactos y convenciones Una vez que Ia Comisién de Derechos Humanos fue con: ida por el Consejo Econémico y Social, en virtud del articulo dela Carta de las Naciones Unidas, se hizo necesaria la redac- cién de un proyecto de Convencién de Derechos Humanos que niversal y a través de la los Estados se comprometieran expresamente a respetat los derechos asf definidos en la esfera de su competencia. A tal fin, Jas Naciones Unidas llevaron adelante un trabajo considerable. La Asamblea General, ast como otros érganos de la organiza- cién, se ocupé del tema en numerosas ocasiones. Finalm de acuerdo a su organizacién jurfdica interns las leyes nacionales los derechos humanos que % abl fucron formulados o, en otras palabras, a garantizar a todos sus | habitantes el goce de los derechos humanos consagrados cn las Un examen de los antecedentes hist6ricos de los debates de las Naciones Unidas indica que al principio existia un reconoci- icos, sociales y dos a Jos derechos eiviles icos y que, por esta razén, ambos debfan ser establecidos fen el mismo documento, es decir, en una sola convencién. Este principio fue adoptado oficial y efectivamente por la Asamblea General en su primera sesién. Establecfa que “el goce de las libertades sy la de los derechos econémicos, terdependientes” y que “en los casos luo es privado de sus derechos econémicos, sociales y culturales, no representa a la persona humana que es considerada por la Declaracién como el ideal del hombre libre" 52 Sin embargo, en 1951, el Consejo Econémico y’ Social sometiG a la Asamblea General una propnesta para la revisién de la decisién tomada en 1950. Fue entonees que la Asamblea General decidié redactar dos convenciones que serian adopta- das conjuntamente y abiertas a la firma de los Estados en la a fecha. Segiin la decisi6n de la Asamblea, las dos conven- ciones deberfan estar guiadas por el mismo e: el mayor ntimero de disposiciones idénticas pos “Los érganos de las Naciones Unidas han mostrado gran preocupacién por.el problema de la unidad y divisién de los derechos humanos. En realidad, las razones expucstas para la * adopcidn de dos conveniios separados no eran sustanciales. Se dijo que el sistema para Ilevarlos a cabo debia ser’ distinto. Segiin el articulo 2 del Convenio sobre derechos econémicos, sociales y culturales, la plena entrada en vigor de los derechos reconocidos debfa conseguirse progresivamente, mientras que los derechos civiles y politicos debian asegurarse wio actu; sin ia frontera entre las dos categorias de derechos. En lugar de los derechos econémicos, sociales y culturales en la S2AG.rés. 543, 6, 33 wider TARNENCIN Te 18 DERECHO estructura global de los derechos humanos, quedan separados de ésta"54, lo que esta en contradiccién con el espiri animé la decision de la Asamblea General en 's internacionales propios para el control de las obligacio- nes asumidas por los Estados, Bstos mecanismos engendraron la idea de que los derechos humanes debian run cardcter general y asi englobar el mayor niimero de casos posibles aparecié en el seno de las Naciones Unidas, En este sentido, es necesario distinguir entre la generalidad, como nocién relativa al contenido y al ambito de los derechos huma- nos, y la universalidad, que designa el campo de accién de los laracién Universal, asf como las Conven- + universal como general. Fstos chos humans posibles e imaginables, lo que les confiere su caracter general. Pero, al mismo tiempo, sc hicieron esfuerzos en las Naciones Unidas para obtener el reconocimiento de los diferentes derechos considerados en forma separada en conven- clones parciales, Se pueden citar, entre otros, el Protocolo para ‘modificar cin Internacional sobre la Apartheid (1973) y la Convencién sobre la las Formas d estas convenciones parci cubiertas por las convenciones generales per ‘cuenta su imps se constaté atar estos derechos humanos en forma separada y redactar convenciones parciales para protegerlos. La universalidad constituye en si misma un concepto parti- cular del derecho internacional. Aplicada al campo de los dere- 54 Szano, lmre, op. cit, p. 62. 0 ~ re ' i : 4 : i vwna convencién en particular. Es cierto que las convenciones parciales redactadas por las Naciones Unidas poseen asimismo este carsicter pero, en el caso de las convenciones principales que engloban todos los derechos humanos, se establece no solo su universalidad sino, en virtud de su contenido, general de los derechos. Bn lo que cncieme a tn: de derechos humanos, lo que esté en juego es una convencién ‘que pose un valor universal y que compromete, en principio, a todos los Estados y a todas las personas. ‘A pesar de que Imre Sano haya escrito los comentarios nites a principios de los afios 80 del siglo XX, una época diferente de la nuestra (aunque no 8 propésito del principio de la universalidad a wacion del mundo actual e incluso es un reflejo de este. los convenios universales representan la amplitud del acuerdo conseguido por los paises pertenecientes a los diversos sistemas sociales, en cuanto que estos han declarado el campo de los derechos humanos, comprendido én su se io protegido”5> El camino cont sobre la Imprescript Crimenes de Lesa Humanidad (1968), la Convencién contra la ‘Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos 0 Degra dantes (1984) y la Convencién de Ginebra del 12 de agosto de 1949 y sus protocolos adicionales de 1977 d) Sistemas de proteccion clones y las recomendaciones medios de proteccién y de exi de “sistemas de proteccién de los dere- teratura jurtdico-politica entience Is ine- tancias internacionales de control competentes para evaluar el Be UN NVENCION DF LOS DERECHOS HUMANO™ m apo | respeto de las obligaciones a las que se comprometieron los , Estados en la materia. Estos mecanismos de control adoptaron tes modalidades: un sistema de informes periédicos, un siste- ma de peticiones y un sistema judicial (solo para los ambitos regionales europeo, americano y africano). A su vez, los sistemas y los mecenismos de proteccién reco- nocen un sistema universal y sistemas regionales que coinciden con la clasificacién propuesta por Jack Donne a partir de la categoria de régimen. El sistema universal esta centrado en las, Naciones Unidas y los sistemas regionales comprenden el siste- ‘ma europeo, el sistema americano y l sistema africano, Hay que subrayar que entre estos sistemas regionales, quienes realmente evan a cabo un trabajo activo y.eficaz, son los dos primeros. El sistema universal o sistema de las Naciones Unidas engloba varias instancias. La Carta de la organizacién distribu- ‘ye entre sus érganos las competencias respecto de los derechos humanos: la Asamblea General, la Tercera Comision y el Conse- Jo Econémico y Social del que dependen la Comisién de Dere- Comisionado para los Derechos Huma- | hay que agregar los de expertos que fueron establecidos en tratados adop- tados bajo los auspicios de las Naci té de Derechos Humanos (1976), el Comité para la Eliminacién, de la Diseriminacién Racial (CERD, 1965), el Comité paca la Eli- ‘minacidn de la Discri mn contra la Mujer (CEDAW, 1982), contra la Tortura (CAT, 1987);el Comité de Derechos jon de Derechos de 1998, el sistema europeo estaba compuesto por la Comisién y Ja Corte europeas de Derechos Humanos y del Comité de Mi tos del Consejo de Europa. A partir de entonces, todos los 6rga- nos y funciones se centraron en la Corte. A diferencia del sistema americano, los particulates, y no solo los Estados, pueden pre- sentar acciones ante la Corte. Hl sistema se sirve de dos fuentes jee Cnn urd a clo Derechos Human y dole LibatadesFundamentales de 1950 y la Carta Social Europea de 1961. Este sistema regional fue establecido en el marco del Consejo de Europa (1949) El sistema americano comprende dos érganos: la Comisién rte Interamericanas de Derechos Humanas. Su fuente “Derechos Humanos de 1969. principal esta constituida por la Convencién Americana sobre lo los Estados o la Comision los particulares solo estan habilitados a preséntar una denuncia ante la comisién que va 2 evaluar la posibilidad de elevar el caso a la Corte. Este sis- tema regional se desarroll6 en el marco de la Organizacién de Estados Americanos (OHA, 1948). El sistema africano se basa en la Carta Africana de Dere- chos Humanos y de los Pueblos de 1981, complementada més tarde por el proyecto de una Corte Africana cle Derechos Huma: nos y de los Pueblos de 1998 (en vigor desde 2004). La Carta crea una Comisién Africana de Derechos Humanos y de los Pue- blos en el marco de la Organizacién de la Unidad Africana (QUA, 1963). Este sistema regional se desarrolla en el marco de esta onganizacion. de las particularidades y de las especi la consagracion ho solo de los derechos humanos sino de los “pueblos”. Hay que sefialar que “la concepcién eu derechos humanos (derechos invocados por el indi ) no aparece en el Afrien Fel archetipo del totern, @ funde en el grupo’ (K. rencia de la Carta a los “principios eterno cerecho musulma’ yale Declaracibn del Cairo sobre los Deres cho Humanos en el Islam (1981), la digtingue, sin embargo, de 56 suone, Frédétic, op. cit aie los otros instrumentos regionales de proclama “existe una contradi Proclamadas en el plano universal y las normes musulmanas en Ja medida en que los Estados musulmanes se prevalecer las normas universales sobre las not fa cometer blasfemia respecto dé Mientras que para el derecho positivo no existe jer Jas normas juridicas de derecho i musulmanes, al co se impone sobre cualquier no nacional”.5? ©) Las conferencias de derechos humanos n Universal de Dere- fo en cuenta el panorama dle los dere lo, los Estados deciden realizar una situacién de estos derechas. Ast, se proce- de a.convocar una Conferencia Internacional de Derechos Humanos en Teherin entre el 22 de abril y el 13 de mayo de 1968 “para revisar los progresos logrados en los veinte afos transcursidos desde la aprobacién de la Declaracion Universal de Derechos Humanes, y preparar un programa para el futuro” ‘que desemboca en Ia Proclamacién de ‘Teherin del 13 de mayo de 1968, ‘La Proclamacién reconoce ques el mundo sure cambios sin precedentes en la, conflictos y la lo que hace que Ia intertlependencia de los hombres y la dad de la solidaridad humana sean mis evidentes que smo, que la humanidad entera as ia son indispensables pars ion de los derechos humanos y las libertades fundamental Es Fayar algunos puntos de Ia Proclama reafirma la obligacién de los Estados de fomentar y alei respeto de los derechos humanos y libertades fundamentales para todos, sin di chos Humanos, y ten chos humans en rE Se Sanaa te caean exeraiagt Organizacién de las Naciones Unidas, lizadas y las organizaciones intergubernamentales y regionales, establecieron normas y obligaciones nuevas a las que deberfan conformarse todas las naciones", pero enseguida reconoce que atin resta mucho por hacer pafa asegurar el respeto efectivo de los derechos y las La Proclamaci que en el ambito de los derechos humanos, las Naciones Unidas tienen por objetivo principal per- imanidad alcanzar el maximo de libertad y dignidad mitira la n Para que este ideal se wuelva realidad, es necesario que las leyes de cada pats otorguen a cada eiudadano la libertad ce expresién informacién, concieniia y religién, ast como el derecho a part cipar plenamente en la. vida ‘a, econiémica, cultural y social de su pats. Ta Proclamacién condena expresamente la funesta p ca de odio del apartheid que conceptualiza como manidad y reeonoce como legitima la Reafirma el principio de la no discri [TA RVENGION DE LOS DERECHOS HIINANOS de los jévenes en la cons- y del futuro de la humanidad, en que los derechos humanos y las libertades fundamentales debe- vn ser plenamente aplicados. La Proclamacién recomienda el desarme cuyos recursos deberfan ser puestos al servicio de los derechos humanos y las libertades fundamentales. \ternacionales sobre Ja materia, exiiorta a todos los pueblos y gobiernos a consagrarse a los principios contenidos en la Deca chos Humanes y a los seres humanos una vida libre y digna ia encargada de examinar y evaluar los progresos realizados en el Ambito de los derechos humanos desde la adopcién de la Declaracién Universal, asf como identificar los obsticulos y los ‘medios para superarios. La Declaracin y el Programa de Accién de, Viena de la ‘Seguada Conferencia Mundial sobre Derechos Humanos, adop- tados en esa ciudad el 25 de junio de 193,58 marcan, en reali- dad, el punto culminante de un largo proceso de examen y deba- te sobre el estado de los mecanismos de promocién de los derechos humanos en el mundo y el punto de partida de un esfuerzo renovado de consolidacién y aplicacién mas completa del conjunto de instrumentos relativos a los derechos humanos. 58 Bt documento fue adeptado por consenso por los representantes de 171 Estados 46 ‘cartruLOT ¢ rect an is nales que presentaron declaraciones cuyo en las preocupaciones y po ‘América Latina y Caribe y Asia-Pactfico, asf como ciosas en Europa y América del Norte y nniones subsidiarias en toc i lidad y la imparcialidad de lados de derechos humanos. La bisqueda de un ’s y muchas otras, tuctones especializadas y otras organizaciones interguberna. ‘mentales, asi como numerosas ONG. ies de los gobiernos y del ambi (ent epresentantes de los 6ryanos creados por ales y mas de ochecientas ONG). Segtin las palabras del Tbrahima Fatt, en oc rante la sesi6n plen: in de los derechos humans y iversos actores en todos los niveles, internacion: rencia previé el estudio del democracia y derechos eco- Iuaeién de Ia eficacia de los métodos y mecanismos de las Naciones Unidas, con el objetivo de recomendar los medios ade- = TAINVENGION DE LOS DERECHOS HUVANOS + 59 CF, DPI /1394/Rev.1/HR-95-93242, julio de 1993,

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