mejorar la seguridad y eso es muy importante. En primer lugar, es importante que ocurra. Pero además es importante que haya respuestas.
Estas respuestas en muchas ocasiones se encuentran
dentro de los mismos grupos que las buscan... son las sugerencias. Toda empresa interesada desde su nivel gerencial en la prevención y protección quiere oírlas, evaluarlas, atenderlas y algo fundamental: promulgarlas para que todos las conozcan y las apliquen.
Estas empresas, por supuesto tienen recursos humanos, físicos y económicos para evitar pérdidas y lesiones, pero no por esto están en capacidad de atender todos los posibles riesgos para minimizarlos o eliminarlos.
Quienes en realidad pueden apoyar y hacer más eficaz esta gestión son los trabajadores que se encuentran frente a esos riesgos y los han detectado.
Ahora vienen algunas preguntas que debemos hacernos:
¿Quién conoce mejor el trabajo que la persona que lo realiza? ¿Quién está en mayor capacidad de identificar los riesgos que nosotros mismos? ¿Quién puede recomendar mejoras mejor que el directamente involucrado en el trabajo?
Y la respuesta es una sola:
Cada uno de nosotros, individualmente en nuestra actividad
Pero esta respuesta no será de utilidad si no la compartimos y para esto existe el mecanismo de sugerir. Hablar con el supervisor y el encargado del área sobre seguridad es la mejor de las prácticas, siempre y cuando esa charla sea constructiva y lleve a conclusiones.
Una sugerencia debe tener varias consideraciones que no debemos olvidar: La sugerencia debe ser constructiva y con fines de mejoramiento La sugerencia debe no sólo señalar el problema, sino aportar una o varias posibles soluciones Las soluciones deben ser realizables. Es decir el tiempo de realización, el personal requerido y el costo de implantarla deben estar al alcance de la empresa.
Hagamos nuestro aporte a las sugerencias. Todas serán revisadas y discutidas de manera que mejoremos siempre en la prevención