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bienes o servicios entre individuos. El mercado nos hace referencia directa al lucro o a las
empresas, sino simplemente al acuerdo mutuo en el marco de las transacciones. Estas
pueden tener como partícipes a individuos, empresas, cooperativas, entre otros. El mercado
contiene usuarios en busca de recursos insuficientes en relación a las necesidades
ilimitadas.
El mercado también es el ambiente social (o virtual) que propicia las condiciones para
el intercambio. En otras palabras, debe interpretarse como la institución u organización
social a través de la cual los ofertantes (productores, vendedores) y demandantes
(consumidores o compradores) de un determinado tipo de bien o de servicio, entran en
estrecha relación comercial con el fin de realizar abundantes transacciones comerciales.
Según Laura Fischer y Jorge Espejo, autores del libro "Mercadotecnia", las empresas tienen
identificado geográficamente su mercado. En la práctica, los mercados se dividen de esta
manera:
Mercado Nacional: Es aquel que abarca todo el territorio nacional para el intercambio de
bienes y servicios.
Para Laura Fischer y Jorge Espejo, los tipos de mercado desde el punto de vista del cliente,
se dividen en [2]:
Mercado del Consumidor: En este tipo de mercado los bienes y servicios son adquiridos
para un uso personal, por ejemplo, la ama de casa que compra una lavadora para su hogar.
Mercado del Revendedor: Está conformado por individuos, empresas u organizaciones que
obtienen utilidades al revender o rentar bienes y servicios, por ejemplo, los supermercados
que revenden una amplia gama de productos.
Mercado del Gobierno: Está formado por las instituciones del gobierno o del sector público
que adquieren bienes o servicios para llevar a cabo sus principales funciones, por ejemplo,
para la administración del estado, para brindar servicios sociales (drenaje, pavimentación,
limpieza, etc.), para mantener la seguridad y otros.
Para Ricardo Romero, autor del libro "Marketing", existen cuatro tipos de mercado:
Mercado Monopolista: Es aquel en el que sólo hay una empresa en la industria. Esta
empresa fabrica o comercializa un producto totalmente diferente al de cualquier otra [3]. La
causa fundamental del monopolio son las barreras a la entrada; es decir, que otras empresas
no pueden ingresar y competir con la empresa que ejerce el monopolio. Las barreras a la
entrada tienen tres orígenes: 1) Un recurso clave (por ejemplo, la materia prima) es
propiedad de una única empresa, 2) Las autoridades conceden el derecho exclusivo a una
única empresa para producir un bien o un servicio y 3) los costes de producción hacen que
un único productor sea más eficiente que todo el resto de productores.
Mercado de Competencia Imperfecta: Es aquel que opera entre los dos extremos: 1) El
Mercado de Competencia Perfecta y 2) el de Monopolio Puro. Existen dos clases de
mercados de competencia imperfecta:
Mercado de Lugares: Está compuesto por empresas, organizaciones y personas que desean
adquirir o alquilar un determinado lugar, ya sea para instalar sus oficinas, construir su
fábrica o simplemente para vivir. También está compuesto por individuos que deseen
conocer nuevos lugares, pasar una vacación, recrearse en un determinado lugar, etc...
Según Philip Kotler, autor del libro "Dirección de Mercadotecnia", el mercado de recursos,
se divide en: 1) Mercado de materia prima, 2) mercado de fuerza de trabajo, 3) mercado de
dinero y otros [1].
Mercado de Materia Prima: Está conformado por empresas u organizaciones que necesitan
de ciertos materiales en su estado natural (madera, minerales u otros) para la producción y
elaboración de bienes y servicios.
Según Philip Kotler, existe un tipo de mercado que abarca a grupos de no clientes, por
ejemplo:
Mercado de Votantes: Es aquel que está conformado por personas habilitadas para ejercer
su derecho democrático al voto. Por ejemplo, para elegir una autoridad (presidente, alcalde,
gobernador, etc.) o un representante (presidente de la junta de vecinos u otro).
Impulsivo
Escéptico
Optimista
Tradicional
Emocional
Práctico
Activo
Indeciso
Buscador de experiencias
Buscador de ofertas
1. Impulsivo
El comportamiento impulsivo es uno de los más comunes entre los consumidores. Compran
lo que creen que los hará vivir mejor y siguen las tendencias, por lo que prestan atención a
las influencias externas.
Atrae a este tipo de consumidor con grandes ofertas o promociones que no puedan dejar
pasar. Black Friday es un ejemplo perfecto, pues es una celebración que crece 23.6 % cada
año.
2. Escéptico
No suelen mostrar entusiasmo a la hora de realizar una compra; muchas veces pueden
mostrarse hasta indiferentes. Son consumidores ocasionales que solo salen a comprar algo
porque realmente lo necesitan, pero antes de adquirir el nuevo smartphone harán todo tipo
de cuestionamientos hasta convencerse por completo.
Es un consumidor difícil, por lo que atraerlo no es tarea sencilla. Los datos técnicos son
importantes: mientras más información le brindes de tu producto, es mejor.
3. Optimista
Son muy analíticos y piensan antes de actuar (comprar). Son curiosos y necesitan conocer
la opinión de otros para tomar la decisión de adquirir un producto o servicio. Son
confiados, saben muy bien lo que quieren.
Para atraerlos puedes brindarles mucha información sobre tu producto, ya que les es
importante saber por qué necesitan lo que vendes.
4. Tradicional
Son seguros de sí mismos y no creen en eso de adquirir algo solo porque sí. Al igual que el
consumidor escéptico, debe tener una necesidad para salir y comprar algo.
Son minuciosos cuando tienen que comprar algo y prefieren marcas conocidas, para evitar
pedir información. Si deseas atraerlos es muy importante que tus productos influyan en su
vida.
5. Emocional
A pesar de que todos los tipos de consumidores están regidos por sus emociones, el
comprador emocional busca satisfacer una necesidad concreta. Quiere sentirse
completamente identificado con el producto que resolverá su necesidad al momento de
hacer la compra.
6. Práctico
Es un consumidor con experiencia en las compras online. Para él, lo más importante es que
la página en la que realiza sus compras sea fácil de navegar; que las formas de pago sean
prácticas y que no presente tantas complicaciones.
Lo puedes atraer con cupones de descuento, lo que, además, lo recompensa por su fidelidad
a la marca. Dentro de su proceso de compra, puedes recomendarle otros productos
complementarios. De igual forma, comparte las opiniones positivas de tus clientes, pues es
valioso para este tipo de consumidores saber que están comprando algo con garantía.
7. Activo
Tanto en las compras tradicionales como online, este tipo de consumidor se hace presente.
A él no lo detienen los precios altos, ni que los productos o servicios tengan descuento.
Al igual que el consumidor práctico, valida una compra leyendo las opiniones de otras
personas. Si ve reseñas positivas, lo compra sin dudar.
8. Indeciso
Navegan por muchas páginas antes de comprar algo. Comparan el precio, el descuento, el
tiempo de envío, las formas de pago, entre otros aspectos. Se dejan llevar por las reseñas,
sobre todo si son negativas, pues inmediatamente abortan su compra.
Atraerlos es un poco más complicado, pues si encuentran una página más atractiva que la
tuya, se irán con la competencia. Un chatbot instalado en tu página web les mostrará cuán
importante es para ti dar un excelente servicio y podrá guiarlos en el proceso de decisión.
9. Buscador de experiencias
Son consumidores ocasionales, pues solo cuando se les presenta una necesidad buscan en
diferentes páginas. Hacen una búsqueda muy específica ya que tienen muy claro qué es lo
que desean.
Para ellos es importante que desde un inicio la página inspire confianza y seguridad; lo
segundo, que destaque los beneficios y ventajas de comprarte a ti. Si les ofreces más
aspectos de valor, se quedarán contigo.
Son muy pacientes y nada impulsivos, en tanto que pueden esperar el tiempo necesario
hasta que el producto deseado esté más barato. Para atraerlos puedes hacer promociones
exclusivas que los motivarán y ayudarán a fidelizarlos.
Segmentación geográfica
Se trata de dividir el mercado en base a su localización geográfica. Es sabido que las
decisiones estratégicas empresariales, derivan de un análisis previo.
A este respecto, el análisis PESTEL tiene como objetivo valorar el mercado desde una
perspectiva social, económica, legal, tecnológica, etc. En base a este análisis, la empresa
podrá decidir posicionar su marca y vender sus productos y servicios en un determinado
entorno geográfico que sea propicio a la hora de conseguir resultados.
Segmentación demográfica
Decimos que se trata una de las variables de segmentación especialmente relevante por las
posibilidades que los nuevos medios sociales pueden aportar de cara a promocionar
productos y servicios.
En cualquier caso, una segmentación basada en esta variable no puede darse como válida
en todos los casos y para todas las ocasiones.
Segmentación conductual
El Big Data y toda la información derivada del análisis del Customer Journey y del User
Journey, ofrece a las empresas un conjunto de información impensable hasta hace pocos
años, que permite optimizar las estrategias de segmentación conductual para atacar este tipo
de segmentos desde el punto de vista estratégico.
Segmentación psicográfica
Sin duda se trata la variable de segmentación más transversal. Dicha variable basa en
agrupar a individuos en base a su estilo o su personalidad.
Como se ve, aquí lo decisivo es analizar los aspectos internos del individuo, más allá de
factores objetivos como su edad, sexo, capacidad económica o comportamiento externo.
Como se señala en Marketing Strategy de O.C Ferrel y Michael Hartline “la segmentación
psicográfica “trata sobre estados mentales como las motivaciones intrínsecas, las actitudes,
opiniones, valores, modo de vida, intereses y personalidad.”
Qué tipos de segmentación de mercado existen
Por lo que se refiere a los tipos de segmentación, podemos indicar los siguientes:
Tipo diferenciado
Tipo indiferenciado
Estrategia de especialista
Como ocurre dentro de las estrategias de acceso al mercado, aquí la empresa decide apostar
por un grupo muy específico para acceder a él en base a sus recursos financieros o
humanos.
Una correcta recopilación y análisis de esta información nos resultará valiosa no solo en el
momento inicial de montar un negocio. También una vez que nuestra empresa esté en
funcionamiento, para conocer, por ejemplo, qué percepción tienen de nuestra marca y de
qué notoriedad goza o si nuestro producto satisface sus necesidades. Un estudio de mercado
es algo vivo, actualizable y en evolución.