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República Dominicana

Universidad Católica Santo Domingo


Facultad de Ciencias de la Salud Escuela de Psicología

Materia:
Medidas y test

Sección:
200

Tema:
La discapacidad

Estudiante:
Walter Vivoni 2020 - 0986
Cristopher Martínez 2018 -1298

Profesor/a:
Claribel Penalo Cepeda

Santo Domingo, D.N


21 de septiembre 2021
INTRODUCCION
La discapacidad es una situación muy común en el ámbito cotidiano En épocas pasadas se
tomaba en cuentan el (CI) como parámetro para determinar la presencia de discapacidad
intelectual (cognitiva y en base a ellos, las estrategias de atención, también estaba la idea de
discapacidad intelectual a un estado global. Gracias a los avances científicos se han hechos
clasificaciones por aéreas como (la social conceptual, comunicativa y la practica). que
permiten un mejor éxito en la aplicación de las estrategias. Para las personas con este tipo
de discapacidad (leve, moderado, grave y profundo). La inteligencia, Ha sido difícil definir lo
que es inteligencia porque los autores no se ponían de acuerdo: VIGOSKY, STERNNBERG,
PIAGET, GARNET.
La discapacidad
La discapacidad cognitiva puede presentarse de múltiples formas en el aula o fuera de ella.

La inclusión en la escuela ordinaria de los niños discapacitados supone un reto tanto para estos
alumnos y sus familias como para el docente. Un reto y una gran satisfacción. La discapacidad
cognitiva puede presentarse de múltiples formas en el aula.

La escuela es el primer paso para que estos menores se conviertan en adultos lo más independientes
posible, una oportunidad para desarrollar sus potenciales y poder formar parte de la sociedad. Una
escuela flexible que cubra sus necesidades educativas es clave.

A qué denominamos discapacidad cognitiva


Se habla de discapacidad cognitiva cuando el alumno muestra serias limitaciones o retraso en sus
capacidades intelectuales y en la ejecución de conductas adaptativas al entorno que le rodea. Estas
deficiencias cognitivas, a su vez, dificultan seriamente el aprendizaje de competencias y, por tanto,
el desarrollo integral del niño.

Las capacidades intelectuales afectadas en la discapacidad cognitiva son aquellas que intervienen en
la adquisición de conocimientos: la atención, percepción, memoria… Además, el alumno tiene
dificultades en tareas de razonamiento y de solución de problemas, problemas en el desarrollo de
habilidades sociales y comunicativas y es menos autónomo que un niño de su misma edad.

Signos de discapacidad cognitiva


Estos serían algunos signos orientativos para sospechar que un niño o alumno padece discapacidad
cognitiva:

− Retraso acusado en la motricidad con lo esperado a su edad cronológica.


− Retraso en emitir sus primeras palabras. Su ritmo de aprendizaje del habla es mucho más
lento. Esto interfiere notablemente en sus habilidades sociales y emocionales y, por tanto,
en su adaptación al aula, en la interacción con iguales y adultos. También su comprensión se
ve afectada: no comprende órdenes sencillas, le cuesta seguir las instrucciones que le marca
un adulto o no las retiene en la memoria.
− Con tres años muestra dificultades en el aprendizaje de rutinas relacionadas con la
autonomía: no sabe vestirse o comer solo.
− Y, por último, su capacidad intelectual está por debajo de la media. También sus recursos
para aprender por imitación son mínimos.

En ocasiones y con niños pequeños, la discapacidad cognitiva se puede confundir con otros
trastornos. Por ejemplo: un niño con retraso en la adquisición del habla podría llevarnos a pensar
que sufre una discapacidad intelectual, dado que también manifiesta claras dificultades en el habla y
la comprensión y, por lo tanto, en la adquisición de aprendizajes. Para evitar confusiones es
fundamental realizar una evaluación psicopedagógica profunda.

Tipos de discapacidad cognitiva


No todos los niños con discapacidad cognitiva muestran el mismo grado de afectación o limitaciones.
Siguiendo una escala de menor a mayor gravedad, se pueden distinguir cuatro niveles:

• Leve
En este nivel el retraso cognitivo es mínimo. Se suele detectar una vez que el niño comienza la
escuela y manifiesta claras dificultades en el aprendizaje de los contenidos académicos. También
destaca como un niño mucho más inmaduro o “infantil” en comparación con sus iguales.

• Moderado

Ya, en la etapa previa a la escolarización, el aprendizaje de destrezas preescolares (reconocer


colores, las partes del cuerpo…) es muy lento, al igual que el desarrollo del lenguaje. El alumno
necesita un largo proceso de aprendizaje para adquirir conductas autónomas y rutinas y sus
habilidades de comunicación e interacción son deficitarias.

• Grave

Las habilidades comunicativas son muy limitadas. El vocabulario es pobre y utiliza estructuras
gramaticales básicas, muy por debajo de su edad cronológica. Necesita ayuda para llevar a cabo
rutinas cotidianas, como el vestido, alimentación, higiene, guardar sus materiales escolares…

• Profundo

En este nivel de discapacidad cognitiva el alumno es codependiente para realizar cualquier tipo de
actividad, incluyendo su cuidado diario. Se comunica con sonidos y gestos, en lugar de palabras; y la
pronunciación de estas suele ser ininteligible.

Ideas para abordar la discapacidad cognitiva en el aula


Una de las claves y objetivos de la escuela del siglo XXI debe ser el ofrecer a todos los alumnos las
mismas oportunidades y que puedan desarrollarse íntegramente. En el caso de los niños con
discapacidad cognitiva es prioritario facilitar la inclusión y la adaptación a la escuela con tres fines:
mejorar su bienestar social y emocional, potenciar sus talentos para compensar sus dificultades y
cubrir sus necesidades educativas especiales.

Aquí algunas ideas y sugerencias:

El aula, un ambiente seguro


Crear un ambiente en el aula donde el alumno se sienta seguro, válido y querido. Para ello, es
importante implantar rutinas que ayuden a predecir el ritmo de trabajo.

Interacción con compañeros


Fomentar la interacción con sus compañeros, haciéndole partícipe del trabajo en equipo e ir
asignándole pequeñas tareas de responsabilidad que le ayuden a mejorar su autoestima y se sienta
tan válido como los demás.

Los apoyos visuales son una gran ayuda


Para trabajar con niños con discapacidad cognitiva es absolutamente necesario hacer uso de los
apoyos visuales (imágenes, vídeos…) durante las explicaciones y el aprendizaje de rutinas en el aula.

Modelado e imitación
También se aconseja utilizar técnicas de modelado e imitación a la hora de enseñar nuevas tareas y
rutinas. Respecto a las actividades en clase, será necesario que el profesor las divida en procesos
más sencillos y vaya guiando paso a paso al alumno en la ejecución.
Entrenar la atención y la memoria
Tomar como prioridad en el trabajo diario del aula potenciar el desarrollo cognitivo del alumno y
todos los procesos que intervienen en el aprendizaje: preparar actividades y juegos para entrenar la
atención y memoria; estimular el desarrollo del juego simbólico, el aprendizaje de conceptos
abstractos… Es imprescindible que el maestro siga las orientaciones del equipo de psicopedagogos
que han evaluado al alumno y la adaptación del currículum a la programación del aula.

Proceso terapéutico
“Tránsito de la insolvencia a la capacitación emocional, instrumental y social, apoyada en la
construcción de una autocrítica que le permita al sujeto dejar de escapar compulsivamente y
defensivamente de los problemas que se le plantean, enfrentándolos resolutivamente. Dicho pasaje
posibilita el aumento de la solvencia emocional del consultante, permitiéndole tener un rol
protagónico en su vida”.

Curar significa:
− Transformar el modo de afrontar la vida cotidiana del consultante: su forma de vivir, su
forma de enfermar y de sentir el sufrimiento.
− Reconstruir el sentido de su vida, conduciéndolo a asumir un papel activo.
− Producir cambios significativos en la manera de interpretar la realidad y resolver sus
conflictos.
− Generar acciones alternativas que produzcan bien-estar.

Liderazgo Terapéutico

“No hay nada más difícil de emprender, ni más peligroso para dirigir, ni más incierto en cuanto al
éxito, que asumir el liderazgo en la introducción de un nuevo orden de cosas” (Maquiavelo).

El profesional, en su función de líder debe actuar como ente regulador y agente de cambio, capaz
de:

− estimular, motivar y fortalecer internamente a los residentes.


− promover la realización de actividades que favorezcan la interacción y les permitan
desarrollar autonomía.
− hacer alianza con los residentes y generar consenso entre ellos.
− facilitar el control de las emociones, mediante estrategias de contención y creación que
apunten a la descarga de ansiedad, angustia, bronca, miedo, etc. Ejemplo: expresión gráfica,
juegos, cuentos, títeres, expresión corporal, etc.
− encontrar alternativas válidas frente a los conflictos, el mal-estar y las situaciones
frustrantes que puedan surgir.

Resiliencia
“Capacidad humana universal para enfrentar, sobreponerse, e incluso ser fortalecido o transformado
por experiencias de adversidad. Es la expresión de la fluidez del aparato psíquico, en contraposición a
la cristalización, y posibilita el desarrollo de procesos terciarios entendidos como procesos
creadores”.
“Proceso dinámico que tiene como resultado la adaptación positiva en contextos de gran adversidad”
(Luthar y otros).

“Habilidad para surgir de la adversidad, adaptarse, recuperarse y acceder a una vida significativa y
productiva” (ICCB, 1994).

Factores que influyen en la resiliencia:


lo que el sujeto percibe como apoyo: yo tengo.

lo que le brinda fortaleza identitaria e intrapsíquica: yo soy; yo estoy.

lo que atañe a sus habilidades interpersonales y de resolución de conflictos: yo puedo.

Componentes esenciales de la resiliencia

la noción de adversidad, trauma, riesgo o amenaza al desarrollo humano. Ejemplo: vivir en la


pobreza; muerte de un ser querido.

la adaptación positiva o superación de la adversidad, que es lo que permite determinar si ha habido


o no un proceso de resiliencia. La adaptación es considerada positiva, cuando el individuo alcanza
expectativas sociales acordes a la etapa del desarrollo en la que se encuentra, sin dar lugar a
desajustes. Si la adaptación positiva se produce a pesar de la exposición a la adversidad, se la
considera adaptación resiliente.

la noción de proceso, que supone la interacción dinámica entre factores de riesgo y factores
resilientes de toda índole: bioquímicos, emocionales, cognitivos, biográficos, socio-económicos y
socio-culturales.

Características del sujeto resiliente


• habilidad social
• baja susceptibilidad
• enfrentamiento efectivo
• capacidad de interacción y adaptación
• resistencia a la destrucción
• conductas vitales positivas
• temperamento especial
• habilidad cognitiva
• Reflexiones finales

Todo ser humano es una organización compleja formada por un entramado de factores biológicos,
psicológicos y sociales. El hombre se caracteriza por ser un sistema abierto en permanente
interacción con el medio, y su existencia y estructura dependen del mundo exterior. Es un sistema
autorregulado y auto creador, abierto a la construcción del conocimiento y a sucesivos procesos de
aprendizaje.

El sujeto, con sus capacidades y dificultades, construye el mundo, establece vínculos afectivos, y así
consolida su subjetividad. Esto también ocurre en el caso de las personas con Discapacidad, y para
poder rescatar a este sujeto especial, debemos modificar nuestra forma de pensarlo y abordarlo, lo
cual supone un cambio de paradigma: no debemos poner énfasis en sus funciones alteradas, sino
rescatar sus aspectos, privilegiando sus capacidades, potencialidades y particularidades.

Desde este posicionamiento podremos acercarnos a la problemática de la persona con Discapacidad,


comprenderlos mejor y elaborar estrategias de intervención abiertas y en permanente cambio.
Nuestro objetivo será favorecer su desarrollo integral a partir de un adecuado proceso de desarrollo
– aprendizaje, y la estimulación de las áreas sanas, ya que éstas pueden compensar las alteraciones
de las áreas afectadas.

Las herramientas teóricas sobre las que profundicé en este artículo, son imprescindibles para el
abordaje terapéutico de todo tipo de problemáticas, tengan o no relación con la discapacidad.
Quizás, lo que marca la diferencia es que, en los tratamientos de personas con discapacidad, los
terapeutas tenemos que desestructurarnos, sensibilizarnos y desarrollar creatividad, en un grado
mayor al que estamos acostumbrados. No podemos perder de vista que esa persona con
discapacidad que está frente a nosotros es una persona “muy especial”, que no sólo tiene
necesidades especiales sino también capacidades especiales, que tienen que ser desarrolladas.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un


diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu
caso en particular.

Test de Raven
Las Matrices Progresivas de Raven son unas pruebas de gran tradición y utilizadas en más de
100 países, miden la capacidad para dar sentido a un material desorganizado o confuso, es
decir, constructos claramente no verbales que facilitan la captación de una estructura
compleja.

¿Y si al solucionar una serie de patrones incompletos pudieras conocer cuál es tu capacidad


de razonamiento abstracto?
Este tipo de razonamiento también forma parte de la inteligencia por lo que también
podrías conocer cuán inteligente eres. ¿Te atreverías? Esto lo puedes conseguir realizando e
interpretando el Test de Matrices Progresivas de Raven.
El conocido como test de Raven es una prueba que mide un componente elemental de la
inteligencia, la capacidad de razonamiento abstracto. De manera general se conoce como
un test de inteligencia puesto que desde su origen se creó con el objetivo de evaluar el
conocido factor “G” identificado por Spearman (1923).

Para contextualizar el test de Raven tenemos que tener en cuenta que la inteligencia
general se define como la capacidad para gestionar y adaptarse al entorno, es decir, captar
la información que nos rodea, razonar, y generar alternativas y soluciones con el fin de
actuar de manera efectiva en las diferentes situaciones del día a día. La inteligencia influye
en todas las habilidades y procesos mentales.
Dependiendo de la aproximación podemos encontrar diferentes tipos de inteligencia. El test
de Matrices de Raven se basa en la aproximación propuesta por Charles Spearman donde
diferenció dos tipos de inteligencia: el factor “G”, como la capacidad general característica
de las habilidades cognitivas humanas; y el factor “S”, como la habilidad especial o
específica de cada individuo dependiente de la educación.
Algunos años más tarde, Raymond B. Cattell diferenció a través de análisis factoriales dos
tipos de inteligencia, denominadas fluida y cristalizada. La inteligencia fluida hace referencia
a la capacidad para adaptarse a contextos nuevos. Está fuertemente ligada a la herencia y es
cambiante con la edad. Los nuevos aprendizajes y la experiencia no influyen directamente
en ella.

Por otro lado, Cattell denominó inteligencia cristalizada a aquellas habilidades y


aprendizajes adquiridos a lo largo del desarrollo y la experiencia. El contexto cultural es un
factor relevante en el aumento de esta capacidad. También la inteligencia fluida influye en
su adquisición puesto que puede modular el aprovechamiento de las situaciones de
aprendizaje y la experiencia.
En 1938, el psicólogo inglés John C. Raven quiso elaborar una prueba capaz de evaluar la
denominada inteligencia fluida, entendida como la capacidad general de adaptación libre de
factores educativos y del lenguaje. Por ello creó una prueba estandarizada adecuada para
medir este componente común a la inteligencia en un amplio rango de edad.

Aunque a juicio del autor el test no suponga una medida del factor “G” propuesto por
Spearman, y tampoco considere la prueba como de inteligencia, sí asegura la evaluación del
componente analítico que subyace a esos constructos. Este es la capacidad de dar sentido a
una información desorganizada de manera lógica e inferir relaciones a partir de lo
desconocido.
Forma del test y tipos
El Test de Matrices Progresivas de Raven se compone de diferentes diseños geométricos, o
matrices, formados por elementos de carácter no verbal. Estos diseños están incompletos
en una de sus partes. Para solucionar cada una de las matrices se ofrecen diferentes
alternativas siendo solo una la que completa el diseño correctamente.
Las estrategias necesarias para solucionar el test se basan en la capacidad de abstracción y
de interpretación global de la situación. La capacidad de razonamiento analógico se hace
necesaria para poder interpretar cada una de las matrices y encontrar relaciones entre las
formas del diseño y ordenar, así, la información para hallar la solución correcta.
En un primer momento se elaboró y tipificó una escala general capaz de evaluar a todo tipo
de individuos. Años más tarde, la peculiaridad del ser humano hizo necesaria la creación de
otras escalas adaptadas a otros tipos de población. Así, podemos encontrar al menos tres
formas diferentes del test de Raven:
Standard Progressive Matrices (SPM): la primera escala general elaborada se puede utilizar
desde los 6 años hasta la edad adulta, incluyendo individuos con deficiencia intelectual o
una mayor capacidad de razonamiento. Consiste en 60 matrices agrupadas en cinco series
de doce matrices cada una (series A, B, C, D, E), aumentando la dificultada a lo largo de las
series.
Coloured Progressive Matrices (CPM): la escala de color se creó para la evaluación de niños
entre 4 y 10 años, y para aquellos adultos con una menor capacidad intelectual. Consiste en
36 matrices agrupadas en tres series de doce matrices cada una. Las principales diferencias
con la escala general son:

• Reducción en el número de series, se eliminan las series más difíciles y se mantienen


las sencillas (series A y B); además, se incluye una de dificultad intermedia (serie AB).
• Inclusión de colores, las matrices se presentan coloreadas para hacerlas más
atractivas y ayudar en la comprensión de la prueba.
Forma de aplicación, además de la utilización del cuadernillo típico de respuestas
también se posibilita la realización del test con un tablero.
Advanced Progressive Matrices (APM): la escala superior o avanzada del test se adaptó
para la evaluación de adolescentes y adultos con capacidad intelectual por encima del
promedio. Consiste en un total de 48 matrices agrupadas en dos series, la Serie I con 12
elementos y la Serie II con 36. La dificultad de esta prueba es mayor que la primera escala
general en todas las series.

Factores influyentes en el test de Raven

− Herencia y ambiente

Durante muchos años se entendió que la inteligencia estaba fuertemente ligada a un


componente genético, y por tanto inmutable. Años más tarde se observó que no solo los
genes afectaban al desarrollo de la inteligencia. Así, al elaborar los test de matrices
progresivas Raven pudo controlar la variabilidad de resultados debido a factores genéticos y
a factores ambientales.
Raven era consciente de que es posible modular el efecto de la herencia genética con el
efecto de la experiencia en el ambiente. De este modo, ambos factores influirían en los
resultados del test.

La validez de esta prueba ha sufrido críticas debido a las bases en la interpretación de los
resultados. En muchos casos los datos podrían haber sido tanto infravalorados como
sobrevalorados. La actualización de los baremos y la consideración del contexto en el que se
administra la prueba parece esencial para elaborar unas conclusiones válidas y fiables.

− Desarrollo evolutivo
El desarrollo cognitivo y el desarrollo de la capacidad para organizar la información de
manera lógica se ha visto asociado al tipo de actividades que los niños realizan desde
edades tempranas. En muchos casos no se promueve el pensamiento crítico y autodirigido
en los niños de tal modo que la capacidad de deducción y extracción de información y
conclusiones va siendo mermada.

Como se ha visto la capacidad de razonamiento lógico es fundamental para el denominado


pensamiento inteligente. Así, la práctica de actividades de exploración y descubrimiento son
fundamentales para el desarrollo de la inteligencia, más aún si las actividades se realizan
con la guía de un adulto que comprende y promueve las posibilidades del niño.
A pesar de demostrar la eficacia de los contextos proactivos en el desarrollo, existen
detractores para el fomento de estas actividades puesto que se ha observado que los niños
pueden puntuar por debajo de lo esperado en pruebas de evaluación académica.
La falta de consistencia entre el entrenamiento de la capacidad de razonamiento lógico y la
evaluación académica podría estar causado por el tipo de pruebas sistemáticas y no lógicas
que se emplean. El componente no verbal y libre del contexto educativo del test de Raven
podría dar luz a estas discrepancias.
Interpretación del test de Raven
Cada una de las versiones del test de Raven está tipificada y baremada, de tal modo que
para comprender sus resultados es necesario consultar los estándares en cada caso.
También es esencial tener en cuenta la edad de individuo que realizó la prueba. Como es de
esperar, no obtendremos las mismas conclusiones si comparamos a un adolescente con una
persona cercana a la vejez.
Los baremos del test ofrecen unos valores estadísticos básicos (promedio y desviación
típica) con los que poder comparar a un individuo, o a un grupo, con otros semejantes.
Aunque de manera habitual es frecuente encontrar valores en percentiles que indican un
punto de referencia frente a un grupo normalizado.
En estos casos, un percentil 95 indicaría que de 100 valores hay 95 que han obtenido
puntuaciones inferiores, y tan solo 5 han obtenido una puntuación superior.
Aunque es fácil encontrar este tipo de dato en los numerosos test disponibles en la red, hay
que tener cautela en su interpretación posterior puesto que es necesario conocer con qué
grupo se está comparando el resultado y las características de dicho grupo.

Más allá de las peculiaridades de los seres humanos, los autores propusieron una escala de
cinco grados de capacidad intelectual (Raven, y cols., 1996):

• Grado I o “intelectualmente superior”, puntuación centil de 95 o superior.


• Grado II o “por encima del promedio en capacidad intelectual”, puntuación centil
entre 75-94.
• Grado III o “promedio en capacidad intelectual”, puntuación centil entre 25-74.
• Grado IV o “por debajo del promedio en capacidad intelectual”, puntuación centil
entre 6-25.
• Grado V o “déficit intelectual”, puntuación centil igual o inferior de 5.
Cómo mejorar nuestra inteligencia

Se sabe que al practicar una actividad podemos mejorar la eficiencia y reducir el tiempo
necesario para ella. Al practicar el test de Raven sucedería igual, aunque no está del todo
claro si esta mejora se transfiera al resto de actividades y contextos en los que es necesaria
la capacidad de razonamiento lógico.
Los estudios experimentales respecto a la mejora del componente general de inteligencia
que evalúa el test de Raven presentan discrepancias. Por un lado, no se observan mejoras
tras programas de enriquecimiento cognitivo. Por otro lado, se ha visto que los niños que
realizan algunos programas específicos de intervención sí muestran mejoras posteriores en
el test de Raven.
Aun conociendo las discrepancias, podemos realizar algunas actividades cotidianas para
mejorar nuestra capacidad de razonamiento y, así, nuestra inteligencia:

• Ejercítate. No importa la actividad que realices mientras suponga un reto, ya sea


mental o físico. En cualquier momento y lugar se pueden realizar ejercicios de lógica
y de entrenamiento cognitivo. ¿Recuerdas dónde se encuentran los extintores más
cercanos a tu puesto de trabajo?
• Observa, escucha, aprende y actúa. Ya sabemos que la herencia genética se puede
modular por el amiente por esa razón es muy enriquecedor observar qué sucede a
nuestro alrededor y aprovechar el conocimiento que el contexto nos ofrece. Después
de analizarlo de manera global podremos actuar más inteligentemente.
• Practica ejercicio y mantente saludable. Por muchas razones y en muchas
situaciones mantener una buena forma física y un buen estado de salud ayuda a
mantenernos más ágiles. Nuestro cuerpo y, sobre todo, nuestro cerebro, se alimenta
de oxígeno y glucosa, la base de la eficiencia intelectual está en el cerebro, si
mantenemos un buen estado de salud nuestro cerebro podrá ser más eficiente.
• Descansa, aunque el cerebro nunca cesa su actividad. Cuando pensamos que
desconectamos por la noche el cerebro se recompone asimilando y asentando los
nuevos conocimientos y, además, se prepara para realizar las actividades del día
siguiente. Las consecuencias de no descansar son enlentecimiento y detención de las
capacidades cognitivas, como el razonamiento.
• Sal de tu zona de confort. La zona de confort es el espacio personal (físico, abstracto
o emocional) donde alojamos nuestras aptitudes, actitudes, estrategias y
conocimientos de forma cómoda. Este espacio no nos aporta ningún desafío nuevo
por lo que salir de ese espacio nos puede proporcionar un aprendizaje nuevo con el
que enfrentarnos al mundo.
CONCLUSION
Podemos concluir diciendo que las personas con discapacidad intelectual pueden
rehabilitarse con programas educativas especiales dependiendo del grado de la
discapacidad y la disposición del entorno y la familia.

Todos somos iguales, todos somos distintos. Cada persona es importante en su esencia,
independientemente de su estado físico o psíquico.
Resulta esencial que nos aceptemos y queramos para poder llevar a cabo una vida óptima y
feliz.

En esta labor, muchas veces se necesita ayuda del exterior, y es ahí donde los padres,
profesores y el entorno entran en juego para facilitar la llegada a la cumbre de la
autoestima.

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