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tema 7 Eliminación de residuos

radiológicos

1. INTRODUCCIÓN
Se considera residuo radiactivo cualquier material que contiene o está contaminado
con nucleidos radiactivos, en concentraciones o niveles de actividad superiores a los
establecidos por las autoridades competentes y para los cuales no está previsto ningún
uso.
En general la expresión “residuos radiactivos” se aplica a los materiales sólidos,
mientras que los residuos radiactivos que se evacuan al medio ambiente, en forma líquida
o gaseosa, se denominan “efluentes radiactivos”.
En comparación con otras actividades que generan residuos tóxicos o peligrosos,
dichos residuos tienen la característica de ser radiactivos, lo cual requiere un manejo y
almacenamiento diferentes.
Las instalaciones nucleares y radiactivas susceptibles de originar residuos radiactivos
pueden encuadrarse dentro de las siguientes actividades:
– Producción de energía eléctrica.
– Investigación y desarrollo.
– Producción y utilización de isótopos radiactivos con fines clínicos e
industriales.
Además de los residuos procedentes de tales actividades, existen otros que se ligan a
procesos complementarios. En la minería del Uranio y en todo el proceso de fabricación de

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elementos combustibles para las centrales nucleares, se generan volúmenes relativamente
grandes de residuos débilmente radiactivos.
Asimismo, cuando las instalaciones en las que se ha estado utilizando la energía
nuclear, en cualquiera de sus formas, dejan de funcionar, se requiere una descontaminación
o un desmantelamiento, es decir, una separación física de los materiales radiactivos de
los que no lo son.
Por lo tanto, desde el punto de vista de la producción de residuos radiactivos, el ciclo
del combustible nuclear es la actividad en la que se genera una mayor cantidad, tanto en
lo que respecta al volumen de los mismos como a su radiactividad específica.

2. CLASIFICACIÓN Y ORIGEN DE LOS RESIDUOS


2.1. Criterios generales.
Existen diversos criterios para establecer clasificaciones de los residuos, dependiendo
siempre de su estado y de las variables que se consideren. Desde el punto de vista de
almacenamiento definitivo de los mismos, los residuos deben estar acondicionados de una
determinada manera, en estado sólido, o bien, incorporados a una matriz sólida.
En el residuo ya acondicionado se determinan las diversas características: la dosis de
radiación en la superficie del envase, el tipo de radiación, la actividad total, la radiotoxicidad
y el período de semidesintegración de los radionucleidos presentes en él.
Desde el punto de vista de la gestión, hay dos grandes tipos en los que se agrupan
los residuos: los de alta actividad y los de media y baja actividad, cuyo comportamiento
a largo plazo es diferente, y por lo tanto su almacenamiento.

2.1.1. Los residuos de alta actividad.


Son los propios elementos combustibles extraídos del reactor de las centrales
nucleares. Se almacenan provisionalmente en las piscinas de la central para su enfriamiento.
Contienen radionucleidos emisores alfa de vida larga. Se necesitan miles de años para que
su actividad decaiga a límites aceptables.

2.1.2. Los residuos de media y baja actividad.


Son todos los demás que se caracterizan por tener actividades específicas moderadas
y los radionucleidos que contienen son de cortos períodos de semidesintegración (menores
de 30 años). Se requiere para ellos un aislamiento por un período comprendido entre 100
y 300 años.

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2.2 Residuos generados en instalaciones radiactivas.
En este grupo se incluyen la mayoría de los residuos generados en las instalaciones
radiactivas de segunda y tercera categoría. En ellas se pueden generar residuos radiactivos
sólidos, líquidos y gaseosos y fuentes gastadas, y su gestión está compartida entre el propio
productor y ENRESA, en función del tipo de corriente y del período de desintegración del
radionucleido en cuestión.

2.2.1. Residuos sólidos.


Se consideran como tales los materiales desechados después de su uso y que han
resultado contaminados durante la manipulación de materiales radiactivos. En este grupo
se incluyen artículos tales como papeles, guantes, trapos, utensilios de vidrio, herramientas,
etc.
Este tipo de residuos se generan, fundamentalmente, en los centros de uso médico, es
decir, hospitales, laboratorios de radioinmunoanálisis (RIA) y laboratorios de análisis clínicos,
y en laboratorios farmacéuticos, de investigación, universidades y centros docentes.
En general, los productores entregan a ENRESA aquellos residuos contaminados
con isótopos de vida más larga como son el C-14, el H-3 y el I-125, aunque, en algunos
casos, se encuentran otros como el Ca-45, Mo-99, Tc-99 o I-131. El resto de los residuos
son autogestionados por el propio productor que los segrega y retiene durante un cierto
tiempo, hasta que, una vez decaídos los radionucleidos de vida corta, los evacua por
métodos convencionales en conformidad con la reglamentación vigente y sus permisos
específicos.

2.2.2. Residuos líquidos.


Los residuos líquidos están constituidos por los líquidos que se han contaminado
durante la utilización de los radionucleidos y son también característicos de las aplicaciones
médicas y de investigación. En general los residuos líquidos se pueden agrupar en los tres
tipos principales siguientes:
– Líquidos acuosos: que comprende las disoluciones acuosas de radionucleidos
y las aguas de lavado de instrumental y laboratorios contaminados con los
mismos.
– Líquidos orgánicos: que incluyen los aceites y los disolventes orgánicos,
fundamentalmente líquidos de centelleo, que, en general, llevan disueltas
muestras biológicas tratadas con radioisótopos. Estos líquidos presentan por
su inflamabilidad y toxicidad química y biológica riesgos convencionales
superiores en general a los riesgos radiológicos.

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– Líquidos biológicos: que comprenden básicamente excretas líquidas y
muestras de sangre de seres vivos tratados con isótopos.
Los residuos líquidos acuosos que se generan, son los más gestionados por los propios
productores y el tratamiento básico es la evacuación a la red de alcantarillado, previo
decaimiento y/o dilución. Los líquidos orgánicos, además de ser los que más se producen,
son entregados a ENRESA prácticamente en su totalidad.

2.2.3. Residuos gaseosos.


Los residuos radiactivos gaseosos se pueden producir como resultado de la utilización
de un gas radiactivo o como consecuencia de alguna reacción que produzca un gas o un
vapor durante una experiencia. En general, en las aplicaciones médicas e industriales,
no se generan este tipo de residuos. Las emisiones que se pueden producir con mayor
probabilidad son en laboratorios en los que se utilicen tritio o agua tritiada, dióxido
de carbono marcado con C-14, yodo y Xe-133. En general no se requiere un sistema de
tratamiento específico aunque en algunos casos se pueden usar filtros portátiles para
extraer el yodo y el xenón.
Tratamiento aparte debe darse a las fuentes gaseosas que estén fuera de uso porque
hayan decaído o porque haya cesado la actividad en la que se estaban utilizando.
Estas fuentes no pueden ser acondicionadas, por lo que el método de eliminación
es el vertido controlado autorizado en la instalación radiactiva en la que se encuentra.

2.2.4. Fuentes.
En general cuando se habla de fuentes se está hablando de fuentes encapsuladas,
es decir, de fuentes constituidas por sustancias radiactivas firmemente incorporadas
en materias sólidas y efectivamente inactivas, o encerradas en una envoltura inactiva
que presenta una resistencia suficiente para evitar cualquier dispersión de sustancias
radiactivas, en las condiciones normales de empleo. En base a esta definición, la forma
física en la que está el radionucleido es indiferente siempre y cuando la envoltura garantice
su hermeticidad.
Una fuente llega a convertirse en residuo radiactivo por varias causas, entre las
que están las siguientes:
– Ha decaído su actividad por debajo del valor necesario para el uso
previsto.
– Ha perdido su hermeticidad.
– La actividad en la que se usaba ha finalizado o incluso nunca ha llegado a
ponerse en práctica.

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En muchos casos, la fuente gastada no llega a ser considerada como residuo
radiactivo ya que es posible su reutilización o es reenviada al suministrador a cambio de
otra nueva.

2.3. Residuos de Centrales Nucleares.


Los residuos generados en la Centrales Nucleares, considerados como los residuos
de baja y media actividad, se pueden dividir en diferentes grupos:
– Residuos de proceso, que son los reactivos químicos y otros materiales que
intervienen formando parte directa del proceso de producción.
Los más representativos son los concentrados del evaporador, lodos de
circuitos y drenajes, resinas de intercambio iónico y otros similares.
– Residuos tecnológicos, que están constituidos por los restos de materiales
contaminados, tales como vestuario, guantes, herramientas, etc., y por los
propios componentes y equipos fuera de servicio (bombas, válvulas, tuberías,
etc.). Se caracterizan por la gran variedad de su naturaleza, volumen y
forma.
– Residuos especiales, que corresponden a aquellos residuos que pertenecen
a alguno de los grupos anteriores pero que por su naturaleza, volumen o
actividad plantean problemas específicos.

3. GESTIÓN DE LOS RESIDUOS RADIACTIVOS


La gestión de los residuos radiactivos constituye el conjunto de actividades técnicas y
administrativas dirigidas a su acondicionamiento y control de modo que quede garantizada
una protección adecuada del medio ambiente y de la salud de las generaciones actuales
y futuras.
La gestión de los residuos radiactivos está sujeta en todas sus fases a las normativas
nacionales que se basan en general en recomendaciones de organismos internacionales
(OIEA, CE, NEA/OCDE, etc.). Los principios y normas básicas de protección radiológica deben
aplicarse a dicha gestión. Obviamente los residuos radiactivos no son los únicos que deben
gestionarse de manera adecuada.
Todos los residuos que contienen materiales peligrosos deben ser gestionados y
evacuados correctamente.
En España la responsabilidad de la gestión de los residuos radiactivos está
encomendada a la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos, S.A. (ENRESA), creada por Real
Decreto 1522/1984 de 4 de julio, posteriormente derogado por el Real Decreto 1342/2003
de 31 de octubre. Su forma jurídica es de sociedad anónima siendo sus dos accionistas el

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Centro de Investigación Energética, Medio Ambiental y Tecnológica (CIEMAT/JEN) y la SEPI.
Sus cometidos, están definidos en el artículo 4 del Real Decreto 1342/2003 y deben ser
realizados asegurando su viabilidad económica y una adecuada información al público.
De manera resumida estos cometidos son:
– Realizar las actividades necesarias para el acondicionamiento, transporte,
almacenamiento, control y vigilancia de los residuos radiactivos.
– Gestionar la clausura de las instalaciones nucleares y radiactivas incluido el
acondicionamiento de estériles de minería.
– Actuar, en caso de emergencias nucleares o radiológicas, como apoyo al
sistema general de protección civil y a los servicios de seguridad, en la forma
y circunstancias que requieran los organismos y autoridades competentes.
ENRESA está planteada como una empresa de gestión y su política es la
definición y el control de las actividades a desarrollar por otras empresas,
especialmente de ingeniería y servicios. El cuadro directivo de ENRESA
está formado además de por el presidente, por dos direcciones de división,
una técnica y otra administrativa, seis direcciones: ingeniería de residuos,
almacenamiento de residuos de baja y media actividad, operaciones,
financiera, recursos humanos y servicios y planificación y sistemas, además
de varios departamentos staff, entre el que se encuentra el de seguridad,
donde se integra la utpr. Las líneas básicas de la actuación de ENRESA se
definen en la plan general de residuos radiactivos que debe ser presentado,
de acuerdo con el decreto ley citado, para su aprobación por el gobierno y
posterior información a las Cortes Generales. El primer plan fue aprobado
en Octubre de 1987, estando en preparación el sexto.
La gestión de ENRESA abarca, tal como se expresa en el quinto plan general (aprobado
en Julio de 1999), las cantidades de residuos que se recogen en la tabla siguiente:

Residuos de alta actividad


- Combustible gastado.................................................................................................... 6.750 tU
- RAA vitrificados procedentes de Vandellós .......................................................... 180 m3

Residuos de baja y media actividad acondicionados


- Fabricación elementos combustibles ..................................................................... 1.400 m3
- Operación de Centrales Nucleares ........................................................................... 43.800 m3
- Desmantelamiento de Centrales Nucleares........................................................... 135.100 m3
- Desmantelamiento de otras instalaciones ............................................................ 1.100 m3
- Actividades de investigación y aplicación de isótopos ..................................... 8.300 m3
- Otros ................................................................................................................................. 3.900 m3

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Las líneas generales de la estrategia y acciones previstas son:
- Residuos de baja y media actividad: una vez acondicionados por los propios
productores (centrales nucleares, ENUSA, etc.) o en la instalación de
ENRESA de El Cabril, se almacenan de modo definitivo en estructuras de
almacenamiento ubicadas en superficie.
Para otros residuos radiactivos, como los pararrayos o las unidades de radioterapia
se aplican soluciones específicas.
- Residuos de alta actividad: para cubrir las necesidades de almacenamiento
temporal del combustible usado, se han llevado a cabo diversas actuaciones
por parte de ENRESA, en colaboración con las centrales nucleares, que han
consistido en el cambio de bastidores en las piscinas de las mismas, así como
en la dotación de contenedores para su uso como almacenamiento para los
casos en que así se ha requerido. En este sentido, se ha diseñado, licenciado
y construido un contenedor para el combustible gastado de doble propósito
(almacenamiento y transporte), que va a ser utilizado en la C.N. de Trillo.
De cara al próximo futuro, la opción más deseable, tal y como ha declarado
la Comisión correspondiente del Congreso de los Diputados, consiste en la
construcción de un almacenamiento temporal centralizado (ATC) para el
combustible usado, para lo cual se está avanzando en el diseño, licenciamiento
y construcción del mismo, a la vez que se plantea el mecanismo participativo
de decisión correspondiente para decidir sobre su ubicación.
En lo que se refiere a la gestión definitiva de este combustible, el planteamiento
estratégico parte de la convicción de que existe tiempo suficiente para la toma de las
decisiones necesarias y para el estudio y desarrollo de las soluciones técnicas apropiadas.
Se trabaja activamente, en el contexto internacional, en la investigación de líneas que,
como la Partición y Transmutación (P+T), pueden tener influencia decisiva en las soluciones
técnicas a acometer. También se ha trabajado y se mantiene la actividad con el ritmo
adecuado a las circunstancias, en el almacenamiento geológico profundo, como vía de
gestión final que parece necesaria en cualquier caso; vías de gestión, se ha acumulado una
notable experiencia para esta gestión en distintos campos de la misma, así por ejemplo,
se ha mejorado el conocimiento de la geología española, disponiéndose de abundante
información relativa que pudiera ser de utilidad en el futuro con vistas a la ubicación de
un almacenamiento definitivo (AGP) del combustible gastado y de los residuos de alta
actividad; también se ha avanzado en la realización de diseños genéricos sobre un AGP en
granito y arcilla, así como en las metodologías para realizar la evaluación de su seguridad
a largo plazo. En todos estos desarrollos sobre la gestión final de estos residuos es básico
el esfuerzo en I+D.
- Clausura de instalaciones: las actividades de clausura de centrales nucleares
son las más importantes desde el punto de vista de ENRESA y en especial lo

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ha sido el de C.N. Vandellós I, ya finalizado. En la actualidad se están iniciando
las actividades para el desmantelamiento de la C.N. de José Cabrera.
Un caso singular lo ha constituido el desmantelamiento y acondicionamiento seguro
de la antigua fábrica de concentrados de uranio de Andújar y los diques de estériles del
proceso originados, así como de diferentes minas de uranio abandonadas en diferentes
zonas de Extremadura y Andalucía.

4. LA INSTALACIÓN DEL CABRIL


4.1. Descripción general.
El 15 de Diciembre de 1989 se iniciaron, tras la obtención de la autorización de
construcción del Ministerio de Industria y Energía y de la licencia municipal de obras,
los trabajos de construcción de las nuevas instalaciones de almacenamiento de residuos
radiactivos de baja y media actividad de Sierra Albarrana. El centro ha sido denominado
por ENRESA como “Centro de almacenamiento de El Cabril”, que es como se conocía a esta
instalación en la zona. El Cabril está situado en el noroeste de la provincia de Córdoba, a unos
130 km de la capital, por carretera, en un área de escasa población. Pertenece al término
municipal de Hornachuelos. El acceso principal parte de la carretera de Fuenteovejuna a
Cazalla de la Sierra, al norte de la instalación.
El Cabril constituyó una explotación minera de la Junta de Energía Nuclear, que
comenzó a ser utilizada como almacenamiento de residuos en 1961. Inicialmente se
depositaban en una antigua mina de uranio agorada, la Mina Beta. Posteriormente se
utilizaron otros dos edificios como almacenamiento, hasta que en 1982 se pusieron en
servicio tres naves industriales o módulos, con una capacidad cada uno de 5000 bidones
de 220 litros.
En el mes de enero de 1986 ENRESA se hizo cargo de la instalación. Hasta mayo
de 1989 sólo se recibían en la misma, residuos acondicionados en el CIEMAT y cuyo
origen fueran las instalaciones radiactivas del país o el propio centro. A partir de dicha
fecha comenzaron a almacenarse en uno de los módulos bultos procedentes de centrales
nucleares, concretamente de Santa Mª de Garoña, José Cabrera y Ascó.
Las nuevas instalaciones están proyectadas de modo que constituyen un
almacenamiento a largo plazo, desde un punto de vista técnico. Para ello se cumplen dos
objetivos fundamentales:
– Asegurar la protección inmediata y diferida de las personas y del medio
ambiente. La protección inmediata no plantea problemas específicos y es
similar a la de otras instalaciones nucleares o radiactivas. La protección
diferida se asegura mediante el empleo de barreras múltiples.

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Tema 7. Eliminación de residuos radiológicos
– Permitir la libre utilización del emplazamiento tras un período de una
duración máxima de 300 años, sin limitaciones de origen radiológico.
En el proyecto de El Cabril se adoptó además, como objetivo básico, la posible
recuperación de los residuos allí almacenados, si las circunstancias lo aconsejasen. Para
ello se modificó el proyecto original para introducir este concepto. La capacidad de
almacenamiento, con la solución adoptada, es de 35.000 m3, de bidones de 0,216 m3, lo
que corresponde a una capacidad de recepción de 42.000 m3, antes de la reducción de
volumen prevista para algunos residuos.

4.2. El sistema de almacenamiento.


Los bultos de residuos, en su mayor parte bidones de 220 litros, se almacenan en el
interior de contenedores de almacenamiento de hormigón. Los bidones son inmovilizados
en el contenedor, constituyendo un bloque de hormigón de 24 toneladas de peso y 2,25
x 2,25 x 2,20 metros de dimensiones.
Estos contenedores se apilan dentro de las estructuras de almacenamiento. En la zona
de almacenamiento se han construido 28 celdas, agrupadas en dos áreas o plataformas.
En cada una de estas áreas las celdas están semienterradas respecto al nivel de operación
y se dispone de dos filas, cubiertas con un techado móvil.
Estos techados soportan un puente grúa de 32 toneladas para el manejo de los
contenedores que se maneja desde la sala de control.
Cada estructura tiene una capacidad para 320 contenedores del tipo indicado y
unas dimensiones exteriores aproximadas de 24 x 19 x 10 m. Los contenedores se colocan
en contacto entre sí, excepto una cruz o franja central destinada a absorber las tolerancias
de fabricación o de colocación de los contenedores.
Una vez completada la operación de una estructura de almacenamiento se colocan
unas contratapas, se rellena la franja central y se construye una losa de hormigón superior
de cierre. La estructura es entonces impermeabilizada con una cobertura sintética. La placa
inferior constituye el elemento principal de la estructura de almacenamiento y tiene la
misión de recoger cualquier agua que pudiera haberse infiltrado, dirigiéndola a la red de
control de infiltraciones (RCI).
Esta red está constituida por un sistema de tuberías que circula a través de unas galerías
de inspección situadas bajo las estructuras de almacenamiento. Cada estructura se une a la red
a través de un depósito de retención, de modo que es posible determinar de qué estructura
procede el agua que se pudiera recoger, pudiéndose entonces reparar la cobertura.
De este modo se puede vigilar adecuadamente el sistema de almacenamiento,
detectando y determinando el origen de las cantidades anormales de agua infiltrada, así
como una eventual contaminación de la misma.

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Tema 7. Eliminación de residuos radiológicos
Una vez finalizada la explotación del centro podría procederse a cubrir el conjunto
con una cobertura de baja permeabilidad, constituida por capas alternas de materiales
impermeables y drenantes, que protegerían a largo plazo los contenedores que guardan
los bultos de residuos y aseguraría una buena durabilidad de los propios contenedores. De
esta forma se logra un sistema de barreras múltiples que, en este caso, está constituido
por los elementos siguientes:
– Primera barrera: la constituyen la matriz de inmovilización de los residuos
y el contenedor de almacenamiento.
– Segunda barrera: está formada por la placa inferior de las estructuras, la
cobertura y la red de control de infiltraciones. Esta barrera limita la entrada
de agua en contacto con los bultos y permite su control.
– Tercera barrera: es la barrera geológica, constituida por los terrenos del
entorno, limitaría el impacto de una eventual lixiviación, en caso accidental
o en las hipótesis de degradación total de las dos primeras barreras, asumidas
en la fase de libre utilización.

4.3. Disposición general.


Los diferentes edificios de la instalación son los siguientes:
- Edificio de seguridad industrial.
En este edificio se agrupan el control de accesos, el puesto central de vigilancia y
los medios de la lucha contraincendios.
- Taller de mantenimiento.
Este edificio contiene los talleres mecánico, eléctrico y de instrumentación.
- Edificio de administración.
En este edificio se sitúa la dirección de la instalación, las jefaturas de los diferentes
Servicios y los servicios administrativos.
- Edificio del laboratorio inactivo.
Este edificio está destinado a la realización de ensayos y pruebas sobre probetas
no activas de características similares a las de los diferentes tipos de bultos cuya retirada
se solicita.
- Edificio de servicios técnicos.
En este edificio se encuentran instalados los equipos principales de los diferentes
sistemas de servicios auxiliares: centro de transformación, distribución eléctrica, diesel
de apoyo, plantas de frío y calor, planta de tratamiento de agua, aire comprimido y el
panel de control de los servicios auxiliares.

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Tema 7. Eliminación de residuos radiológicos
- Edificio de recepción transitoria.
Este edificio contiene el puesto de control radiológico de vehículos y el puesto de
descontaminación de los mismos, así como un almacén transitorio de bidones. Este edificio,
junto con el de Servicios Generales, marca la separación entre la zona no reglamentada y
la zona vigilada desde el punto de vista de protección radiológica.
- Edificio de servicios generales.
En el mismo se ubican el servicio médico, el servicio de protección radiológica, los
vestuarios, la lavandería, el laboratorio de vigilancia ambiental y el laboratorio químico
y de protección radiológica. También se encuentra en este edificio el control de accesos
a la zona vigilada.
- Edificio de acondicionamiento.
En este edificio se realizan todas las operaciones de tratamiento y acondicionamiento
que se pueden agrupar en cinco líneas principales:
· Residuos de instalaciones radiactivas: el tratamiento es función de la forma
físico-química que presentan y de su posible riesgo biológico, como se indica
a continuación:
TIPOS DE RESIDUOS TRATAMIENTO PREVISTO
Envío al sistema de efluentes activos del centro.
Acuosos.
Incineración.
Sólidos biológicos.
Incineración.
Líquidos orgánicos.
Envío a la línea de compactación.
Sólidos diversos compactables.
Almacenamiento directo.
Sólidos diversos no compactables.
Inmovilización con mortero y envío a la línea de bultos
Fuentes encapsuladas.
inmovilizados.

· Residuos compactables: se dispone de una compactadora de bidones de


1200 t. Los bidones con los residuos compactables se descargan, mediante
un puente grúa, en una nave especial y se introducen en el equipo de la
compactadora, dotado de ventilación controlada. Todo ello se controla desde
los paneles de la sala de control.
Los compactados o “pellets” se introducen en un contenedor de
almacenamiento, a través de una cinta transportadora, que se envía a la
línea de inyección de mortero.
· Residuos inmovilizados: los residuos, que llegan ya acondicionados en una
matriz sólida, se transfieren con ayuda de un puente grúa, a los contenedores
de almacenamiento, mediante control remoto. Hay dos naves similares para
la realización de esta tarea. Una está dedicada a los bidones débilmente
irradiantes, que llegan sin blindaje adicional, y la otra a los irradiantes que
se transportan con un blindaje.

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Tema 7. Eliminación de residuos radiológicos
En ambas naves, una vez lleno el contenedor se traslada a la nave de
contenedores, mediante un carretón. Desde esta posición, y una vez colocada
la tapa, el contenedor se transporta con el puente grúa de la nave de
contenedores a la zona de inyección de mortero.
· Residuos generados en el centro: los residuos líquidos que se puedan generar
se recogen en unos tanques de almacenamiento. De allí pasan al sistema de
inyección de mortero, con objeto de garantizar el criterio de vertido nulo
con el que se ha proyectado la instalación.
Los residuos sólidos diversos que se pueden generar, por sus características,
se tratan como residuos compactables.
· Inyección de mortero: es la última línea de tratamiento. En el sistema de
inyección se mezcla el mortero seco con agua y aditivos. el mortero húmedo
resultante se inyecta dentro de los contenedores una vez llenos. Así mismo
se sellan las juntas entre la tapa y el cuerpo del contenedor con un mortero
especial.
- Edificio del laboratorio activo.
Este edificio está destinado a los ensayos de caracterización de tipos de bultos, con
probetas activas y bultos reales, y a la verificación técnica de algunos bultos que lleguen
al centro.
Igualmente se prevé realizar en el mismo trabajos de I+D sobre matrices activas.
El laboratorio está interconectado con el edificio de acondicionamiento para
transferir directamente los residuos que se generen en el mismo.
- Nuevos edificios.
En la actualidad la instalación ha ampliado sus capacidades. La primera ampliación
ha sido para tratar y acondicionar los residuos radiactivos procedentes del incidente de
ACERINOX. La mayoría de estos residuos son de polvo de humo y pueden ser utilizados
para fabricar el hormigón de relleno de los contenedores. De este modo no se utiliza el
volumen previsto en el diseño de la instalación para recibir los residuos que se generan
en las instalaciones licenciadas.
Asimismo se ha proyectado y se está construyendo, una zona para residuos
considerados como de muy baja actividad, que necesita unos criterios constructivos más
simples. Esta zona es muy importante para los residuos del desmantelamiento de las
centrales nucleares, aunque tiene cabida para otros generados en otras instalaciones y que
requieran menos barreras de ingeniería para su almacenamiento definitivo.

4.4. Criterios de aceptación para residuos sólidos.


Los sistemas de tratamiento para los residuos sólidos tiene como objetivo final, como
ya se ha indicado antes, la solidificación de los mismos. Los residuos que se solidifican

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Tema 7. Eliminación de residuos radiológicos
tienen diferentes orígenes, como son los filtros colmatados, las resinas gastadas de los
desmineralizadores y los concentrados del evaporador en el caso de centrales nucleares.
Adicionalmente, otros productos de desecho sólidos como los trapos, papeles, vestuario de
protección, guantes, herramientas estropeadas, materiales residuales y otros sólidos, que
resultan contaminados y activados, se procesan como residuos sólidos. También las fuentes
deben someterse a un proceso de inmovilización antes de su almacenamiento definitivo.
El proceso de solidificación debe someterse a un control para asegurar que de una
manera razonable los productos solidificados obtenidos se sitúan en rangos e intervalos
aceptables respecto a determinadas propiedades y requisitos de calidad. Como ya se ha
indicado en el caso de los residuos radiactivos de las centrales nucleares este proceso se
realiza en la propia central nuclear.
Como ya se ha indicado los residuos radiactivos sólidos o solidificados de media
y baja actividad, son aquellos cuya actividad se debe principalmente a la presencia de
emisores beta-gamma, de período corto o medio (inferior o del orden de 30 años) y cuyo
contenido en radionucleidos de vida media larga es bajo y limitado de acuerdo con los
niveles, incluidos en el Condicionado de la autorización de explotación de la instalación
de almacenamiento emitida el 5-10-2001 y válida hasta que se complete el volumen
disponible para el almacenamiento en las celdas existentes.
Estos niveles referidos a la actividad máxima que se puede almacenar en la
instalación son los siguientes:

ISÓTOPO Actividad (TBq)


H-3 200
C-14 20
Ni-59 200
Ni-63 2.000
Co-60 20.000
Sr-90 2.000
Nb-94 1
Tc-99 3,2
I-129 0,15
Cs-137 3.700
Pu-241 115
Alfa total (300 años) 27

A efectos prácticos se establecen niveles derivados para los diferentes bultos y


contenedores que se usan en la instalación:
- Nivel 1: bultos que acondicionados en un contenedor aprobado den origen a
unidades de almacenamiento de nivel 1 siempre que de forma individual su

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Tema 7. Eliminación de residuos radiológicos
actividad máxima en un volumen de 220 l sea inferior al límite establecido
para que se cumpla el criterio de heterogeneidad.
- Nivel 2: bultos cuya actividad supera la del nivel 1 y cuyo valor máximo
de actividad no supera los límites derivados de los valores de las unidades
de almacenamiento de nivel 2, con la consideración debida al factor de
heterogeneidad.
Estos niveles se expresan en términos de actividad total por bulto y se refiere a la
actividad medida o calculada en la fecha de generación del bulto teniendo en cuenta que
el peso considerado se refiere al conjunto del residuo, el bidón o embalaje metálico y el
material de inmovilización o solidificación, no se incluye, en cambio, el peso debido a un
eventual material de blindaje.
En la práctica estas limitaciones se traducen en una clasificación de los residuos
radiactivos para las instalaciones radiactivas y en unos criterios de aceptación. Dichos
criterios se basan también las necesidades del transporte y del método de acondicionamiento
elegido.

5. APLICACIÓN A LOS RESIDUOS DE INSTALACIONES RADIACTIVAS


La aplicación de la gestión a los residuos radiactivos generados en las instalaciones
radiactivas deben tener las peculiaridades de éstas, por la gran variedad de técnicas que
utilizan y su dispersión geográfica. Por este motivo, resulta especialmente útil la generación
de protocolos de aceptación general, que recojan la mejor experiencia disponible, de modo
que se pueda facilitar la gestión segura de estos materiales residuales de forma homogénea
y óptima, tanto por vía convencional o como residuo radiactivo.
En esta línea y siguiendo las recomendaciones de los organismos internacionales
relevantes (UE, OIEA), y también lo establecido en la normativa española en vigor, el CSN
publicó la Guía de Seguridad nº 9.2 sobre la gestión de los materiales residuales sólidos
con contenido radiactivo generados en las instalaciones radiactivas, que después se ha
convertido en legislación, para la evacuación convencional de este tipo de residuos como
se verá más adelante.
Asimismo la SEPR, con el apoyo de ENRESA y la participación de especialistas de
distintas instalaciones radiactivas, de la propia ENRESA y del CSN, ha contribuido a los
desarrollos en este campo. El trabajo realizado culminó en la publicación, conjunta de la
SEPR y de ENRESA, de dos Guías Técnicas, una dirigida al ámbito sanitario y otra al de la
investigación y docencia con un gran contenido práctico, operativo y didáctico. Las guías
pueden servir tanto a los profesionales que tienen la responsabilidad de la gestión diaria de
estos materiales, como a los gestores y planificadores de las respectivas instalaciones, que
se tienen que dotar de los medios precisos para dicha gestión. Asimismo las guías pueden

322 PROTECCIÓN RADIOLÓGICA, SU LEGISLACIÓN Y LAS UTPR


Tema 7. Eliminación de residuos radiológicos
ser de utilidad para los profesionales que comienzan su labor e incluso para estudiantes
y personas en formación en estos campos de actividad.

5.1. Exención y desclasificación.


Las prácticas en que se utilizan, o están implicados, materiales radiactivos deben
estar reguladas y controladas, habida cuenta del riesgo que pueden suponer las radiaciones
ionizantes para la salud humana. Dicha regulación y control se basa en un sistema de
protección radiológica establecido por las autoridades reguladoras que asume la existencia
de un nivel de riesgo radiológico que resulta irrelevante, así como de exposiciones imposibles
de controlar. También se acepta la existencia de algún riesgo residual a causa de actividades
beneficiosas, una vez que éste se haya limitado por todos los medios razonables. Dentro de
este contexto, se establece una serie de conceptos: exclusión, exención y desclasificación,
cuyas definiciones se incluyen a continuación.
– Exclusión: existen exposiciones que son esencialmente no controlables y
que se excluyen del alcance del sistema de protección radiológica. Se trata
de situaciones en que resulta prácticamente imposible controlar el grado de
exposición a las radiaciones ionizantes. Un ejemplo clásico sería la exposición
a causa del K-40 presente en el organismo humano. En la legislación española
(reglamento sobre instalaciones nucleares y radiactivas) no se menciona el
concepto de exclusión, ya que se trata de un concepto de uso exclusivo de
las autoridades reguladoras.
– Exención: se aplica a las prácticas, debidamente justificadas, cuyo riesgo
radiológico es suficientemente bajo como para que no resulte adecuado
dedicar recursos para su control a través del sistema de protección
radiológica. Así pues, la exención consiste en eximir del cumplimiento de
ciertos requisitos administrativos al usuario, cuando las dosis derivadas son
triviales y no se justifica su control. En el reglamento sobre instalaciones
nucleares y radiactivas, este concepto se recoge en el artículo 35 “Exención
como instalación radiactiva”.
– Desclasificación: como consecuencia del desarrollo de prácticas sometidas al
control regulador, se pueden generar materiales radiactivos, tanto residuales
como reutilizables, cuya gestión es posible llevar a cabo fuera del control
regulador, siempre que el riesgo radiológico asociado a dicha gestión sea
suficientemente bajo. En este caso, se habla de desclasificación o dispensa
de tales materiales radiactivos. Así pues, la desclasificación consistiría en la
excepción de la gestión posterior de ciertos materiales residuales procedentes
de una práctica.

PROTECCIÓN RADIOLÓGICA, SU LEGISLACIÓN Y LAS UTPR 323


Tema 7. Eliminación de residuos radiológicos
Esta desclasificación se lleva a cabo sobre la base de valores de actividad (o de
actividad por unidad de masa) que deben fijar las autoridades reguladoras y que no
tienen por qué ser iguales a los fijados para la exención. En este caso, además, para poder
aplicar la desclasificación se requerirá siempre una autorización expresa por parte del
organismo regulador, que exigirá la aplicación de mecanismos que permitan controlar que
la eliminación de estos materiales se realiza cumpliendo los criterios y valores definidos. En
el reglamento sobre instalaciones nucleares y radiactivas, la opción de la desclasificación
aparece en el artículo 76 “Eliminación y tratamiento de sustancias radiactivas”.
Una vez definidos los conceptos de exención y desclasificación, es necesario conocer
qué valores de actividad o de actividad por unidad de masa podrían ser aplicables en cada
caso.
Está claro que, para la exención, los valores a considerar son los indicados en la
tabla A del reglamento sobre instalaciones nucleares y radiactivas. En el caso de materiales
residuales y productos radiactivos al final de su vida útil, debe distinguirse entre sólidos y
efluentes (líquidos y gases) y fuentes sólidas.
- Para efluentes (líquidos y gases), los valores de referencia para la evacuación
de materiales residuales deben derivarse a partir de los coeficientes de dosis
efectiva comprometida por unidad de incorporación por ingestión o por
inhalación para miembros del público, que se encuentran en las tablas A y
B del anexo II del Reglamento sobre Protección Sanitaria contra Radiaciones
Ionizantes (Tema: Legislación vigente para la instalación y utilización de los
aparatos de rayos X, págs. de la 246 hasta la 269). Se trata de coeficientes
expresados en Sv/Bq, de manera que, a partir del límite de dosis efectiva anual
para miembros del público (1 mSv), se debe calcular, para cada radionucleido,
la actividad (actividad específica) máxima que se puede evacuar. Resulta
recomendable no aplicar como valor limitativo el valor directamente obtenido
de dicho cálculo, sino una fracción de dicho valor (por ejemplo una décima
o una centésima parte). Además, en el caso de evacuación simultánea de
varios radionucleidos, se deberá tener en cuenta la concentración de cada
uno de ellos y sus valores limitativos de referencia con el fin de que no se
produzca una superación de los límites de dosis para miembros del público.
En la práctica en España se utiliza una fracción (1/100) del Límite de Incorporación
Anual (LIA), que se deriva del límite de dosis al público establecido en el Reglamento y los
factores de paso a dosis por ingestión para el adulto. En el marco del “Foro de protección
radiológica en el Medio Hospitalario”, constituido entre miembros de la SEPR y del CSN,
se ha preparado un documento en el que se fijan las bases para la definición de los límites
de vertido para los efluentes líquidos de las instalaciones del medio hospitalario. Debe
indicarse que la metodología aplicada, e incluso los valores obtenidos, pueden aplicarse a

324 PROTECCIÓN RADIOLÓGICA, SU LEGISLACIÓN Y LAS UTPR


Tema 7. Eliminación de residuos radiológicos
otros tipos de instalaciones radiactivas en las que se manipulen el mismo tipo de isótopos
en forma no encapsulada.
En dicho documento se establecen dos tipos de límites, uno integrado de actividad
global a verter en todo el año y otro puntual, en términos de concentración de actividad
(Bq/m3). El límite integrado se obtiene a partir de la décima parte del límite anual de dosis
al público y es el mismo valor que se utiliza para los efluentes de las centrales nucleares y
otras instalaciones del ciclo. La única diferencia es que, para las centrales, se divide entre
los efluentes gaseosos (80 %) y los líquidos (20 %), y en las radiactivas se aplica sólo a los
efluentes líquidos, ya que habitualmente no hay efluentes gaseosos. Los valores derivados
de actividad se obtienen aplicando una serie de escenarios, desde el punto de vertido hasta
el individuo crítico. Estos escenarios se recogen en el anexo 1 de este tema. En la tabla 1
se recogen los valores obtenidos.

Actividad TOTAL
ISÓTOPO
(GBq/año)
H-3 10
C-14 1
Resto 1
Tabla 1. Valores derivados para efluentes líquidos.

El límite instantáneo se obtiene a partir de un escenario simplificado muy


conservador, simplemente se considera que un individuo adulto (grupo de edad mayor
de 17 años en la tabla del reglamento) ingiere 600 litros por año del vertido realizado de
manera directa. El valor de referencia para la dosis es de una centésima del límite anual

LÍMITE DE INCORPORACIÓN CONCENTRACIÓN DE


ISÓTOPO
(LIA) (Bq) ACTIVIDAD (Bq/m3)
-3 2,38E+07 3,97E+07
C-14 1,72E+06 2,87E+06
I-131 4,55E+04 7,58E+04
P-32 4,17E+05 6,94E+05
Tabla 2. Valores derivados para efluentes líquidos.

para el público de 1 mSv/año, esto es equivalente a fijar como límite de la concentración


de vertido en la centésima parte del LIA. En la tabla 2 se incluyen algunos ejemplos.
- Para materiales residuales sólidos, los valores se establecen, por las
Autoridades Reguladoras bien de forma general o bien de forma específica,

PROTECCIÓN RADIOLÓGICA, SU LEGISLACIÓN Y LAS UTPR 325


Tema 7. Eliminación de residuos radiológicos
según propuestas del Titular de la práctica que los ha originado y con la
necesaria justificación de la capacidad de cumplimiento de los mismos. Lo
más práctico es utilizar valores de referencia avalados internacionalmente,
en lugar de derivar valores propios, que resulta muy poco práctico. En España
se utilizan ambos métodos, habiéndose establecido valores de referencia
genéricos para los residuos radiactivos sólidos procedentes de instalaciones
radiactivas de segunda y tercera categoría que utilicen isótopos radiactivos no
encapsulados (Orden ECO/1449/2003 de 21 de mayo), aplicándose el sistema
caso a caso a los materiales generados en las centrales nucleares. En este
caso se realiza un estudio genérico por corrientes (aceites, lodos, chatarras,
etc.) que recibe la apreciación favorable del CSN y después cada instalación
lo ajusta a su caso concreto y recibe la Autorización del Ministerio.

Actividad por unidad Actividad por unidad


ISÓTOPO ISÓTOPO
de masa (Bq/g) de masa (Bq/g)
H-3 106 Sr-89 103
C-14 104 Y-90 103
Na-22 10 Mo-99 102
P-32 103 Tc-99m 102
S-35 105 In-111 102
Cl-36 104 I-123 102
K-42 102 I-125 103
Ca-45 104 I-131 102
Ca-47 10 Pm-147 104
Cr-51 136 Er-169 104
Fe-59 10 Au-198 102
Co-57 102 Hg-197 102
Co-58 10 Hg-203 102
Ga-67 102 Tl-201 102
Se-75 102 Ra-226 10
Sr-85 102 Th-232 1
Tabla 3. Niveles de referencia para evacuación.

Los valores de referencia incluidos en la Orden citada se basan en el documento


IAEATECDOC-1000 “Clearance of materials resulting from the use of radionuclides in
medicine, industry and research”. En la tabla 3 se incluyen estos valores de referencia.
Para los isótopos no incluidos en esta tabla se puede utilizar la tabla de valores de
exención del Reglamento de Instalaciones Nucleares y Radiactivas y del Reglamento de
Transporte de Mercancías Peligrosas (ADR), ya que, por consideraciones prácticas, se han

326 PROTECCIÓN RADIOLÓGICA, SU LEGISLACIÓN Y LAS UTPR


Tema 7. Eliminación de residuos radiológicos
homogeneizado todos los valores de exención con los que coinciden también los de esta
tabla 3.
- Fuentes radiactivas encapsuladas y sólidos radiactivos. Los valores de
referencia a proponer por el titular para solicitar autorización de evacuación
convencional de fuentes radiactivas encapsuladas o de sólidos radiactivos
podrían ser los indicados en la tabla A del Reglamento sobre Instalaciones
Nucleares y Radiactivas. Sería el caso de fuentes y sólidos radiactivos que
al final de su vida útil o después de un tiempo de almacenamiento, debido
al decaimiento radiactivo están por debajo de dichos valores. En general,
estos valores no se pueden aplicar para fuentes o sólidos decaidos, aunque
técnicamente no hay ningún problema para usarlos, pero si se aplican a las
fuentes exentas, en el sentido de que estas pueden evacuarse de manera
convencional al final de su vida útil.
En este punto es necesario hacer mención a los denominados residuos mixtos. Este
tipo de residuos está compuesto por un sólido (vial, placa, etc.) que contiene una pequeña
cantidad de líquido radiactivo. A la hora de evacuar estos residuos, de manera convencional,
puede optarse por la aplicación de cualquiera de los dos valores de desclasificación, el de
sólidos o el de líquidos. En realidad la elección del mismo debería hacerse en función de
la ruta de evacuación, si ésta es como residuo sólido, debería usarse los valores de sólidos,
si por el contrario, se separa el líquido y se evacua con los líquidos, debería usarse los de
los líquidos. Es evidente que el nivel para los líquidos es más conservador, pero también es
cierto que si va con los residuos sólidos le aplica el escenario del vertedero, la incineración
o ambos. En la actualidad cada instalación aplica su propio criterio.

5.2. Gestión a través de ENRESA.


Como ya se ha indicado, los residuos radiactivos, es decir, los materiales residuales
con características radiológicas tales que no se pueden evacuar por vía convencional, se
gestionan a través de una empresa autorizada para su manipulación, acondicionamiento
y evacuación final.
En España es ENRESA la empresa encargada de la retirada y gestión final de este
tipo de residuos.
En este caso la instalación establece un contrato con ENRESA en el que se definen
los aspectos administrativos y técnicos que se precisan para la retirada de dichos residuos.
Los requisitos que se establecen están principalmente asociados con la segregación de los
residuos, los métodos de preacondicionamiento, aceptables para su posterior tratamiento,
y la caracterización radiológica que debe realizar el centro que los produce, aunque en
algunas ocasiones se encarga de ello la UTPR de ENRESA, cuando se trata de residuos del

PROTECCIÓN RADIOLÓGICA, SU LEGISLACIÓN Y LAS UTPR 327


Tema 7. Eliminación de residuos radiológicos
pasado, que no disponen de suficiente documentación o que no habían sido autorizados
en su día.
El proceso de retirada lleva consigo una serie de acciones que se enuncian a
continuación:
1. Contrato de retirada: en el Real Decreto 1342/2003 se establece que las
instalaciones radiactivas, deben establecer un contrato con una empresa especializada,
debidamente autorizada y que cuente con medios para la gestión final de los residuos. En
el momento en que se dispone de ese contrato, se cumple lo establecido en el Reglamento
sobre Instalaciones Nucleares y Radiactivas, donde se establece que dentro de la memoria
descriptiva de la instalación se “justificarán los sistemas de recogida y eliminación de los
residuos radiactivos sólidos, líquidos y gaseosos previstos para el funcionamiento normal
y en caso de accidente”.
Este requisito se incluye también en las autorizaciones de puesta en marcha de las
instalaciones.
En el mismo Real Decreto se establece que el contrato debe ser autorizado por el
Ministerio de Industria.
El contrato tipo para la retirada de residuos de instalaciones radiactivas fue aprobado
por el Ministerio de Industria, mediante Resolución de 12 de mayo de 1993. En él se
establecen como obligaciones de los productores de residuos, la preparación de éstos, de
acuerdo con las especificaciones desarrolladas en el propio contrato. Asimismo, se fijan
las tarifas que serán facturadas a fin de efectuar el pago de la retirada de los residuos
radiactivos. El contrato es establecido a iniciativa de la instalación radiactiva que lo solicite
y es firmado por ENRESA y por el titular de la instalación en cuestión.
Además de preparar físicamente los residuos, de acuerdo con las especificaciones
aludidas, es preciso que los residuos estén documentados, de forma que puedan conocerse
los parámetros físicos, químicos y radiológicos que permitan su retirada, transporte,
acondicionamiento y almacenamiento. Como obligaciones de ENRESA figuran en el
contrato asumir la responsabilidad civil y nuclear de los residuos en el momento en que
se produce la transferencia de éstos, es decir, en el momento de la retirada. Asimismo, es
obligación de ENRESA proceder a la retirada de los residuos radiactivos que cumplan con
las especificaciones indicadas en el contrato (criterios de aceptación) cuando la instalación
lo solicite.
- Segregación del residuo de acuerdo con las categorías establecidas.

2. Segregación e identificación: en el propio contrato tipo se establecen los


requisitos que deben verificar los residuos antes de ser retirados.
En primer lugar se establece una clasificación basada en lo siguiente:

328 PROTECCIÓN RADIOLÓGICA, SU LEGISLACIÓN Y LAS UTPR


Tema 7. Eliminación de residuos radiológicos
- Los residuos procedentes de las instalaciones radiactivas son considerados
como residuos de baja y media actividad.
- Se clasifican en función del tratamiento a que van a ser sometidos antes
de ser almacenados y teniendo en cuenta que éstos van a ser manipulados
para su traslado hasta el lugar de acondicionamiento, debiendo cumplir
la reglamentación de transporte de mercancías peligrosas por carretera
(ADR).
En función de estos parámetros (manipulación, tratamiento y transporte), la
clasificación que se emplea en España para la gestión de residuos procedentes de
instalaciones radiactivas es la indicada en la tabla 3.
Siguiendo la clasificación dada en dicha tabla se establecen a continuación, para
cada tipo de residuos, una serie de requisitos que deben cumplir antes de ser entregados
a ENRESA. De forma genérica, existen dos condiciones básicas en la presentación de los
residuos:
- Segregación del residuo de acuerdo con las categorías establecidas de una
forma homogénea.
- Identificación de las características físicas, químicas y radiológicas de los
residuos a evacuar.
La segregación en origen permite dar un tratamiento diferenciado a cada corriente
de residuo.
Asimismo una buena segregación permite optimizar el volumen de residuos
producidos al no mezclar sustancias inactivas con residuos radiactivos. Por otra parte, una
segregación adecuada de isótopos de vida corta de los de vida larga, permite en su caso
el almacenamiento para decaimiento y posterior evacuación convencional minimizando
por tanto la producción de residuos radiactivos.
La forma en la que se deben entregar los residuos radiactivos a ENRESA, en función
de su tipo y los criterios de aceptación de los mismos se basan en los criterios de recepción
del almacenamiento, en el cumplimiento de los requisitos del transporte y en el método
de acondicionamiento elegido, como ya se ha explicado antes. En la tabla 4 se resumen
los criterios de aceptación, para los residuos radiactivos de las instalaciones radiactivas,
que se incluyen en el Contrato Tipo, junto con las bases de los mismos.
De forma general estos criterios son los siguientes:
– Residuos sólidos.
Los residuos sólidos deben entregarse en unidades de contención que permitan
observar su interior para comprobar la adecuada segregación de residuos. Cada unidad
de contención estará adecuadamente identificada y presentará la estanqueidad suficiente
para que durante su manejo no se produzca ninguna dispersión del residuo.

PROTECCIÓN RADIOLÓGICA, SU LEGISLACIÓN Y LAS UTPR 329


Tema 7. Eliminación de residuos radiológicos
Las agujas hipodérmicas serán entregadas en recipientes rígidos, que impidan
un pinchazo de los operarios que están manipulando estos residuos. En cuanto a los
cadáveres de animales u otros residuos sólidos orgánicos, para evitar su putrefacción,
serán entregados congelados, modo en el que asimismo son transportados y almacenados
hasta la incineración. Los objetos cortantes se entregarán en recipientes rígidos para evitar
accidentes.
– Residuos líquidos.
Dentro de los residuos líquidos hay que distinguir dos grandes corrientes de
producción: residuos líquidos orgánicos y residuos líquidos acuosos. El primer requisito
que se establece en las especificaciones es una segregación efectiva de ambas corrientes
de residuos, dado que el tratamiento a que se van a someter es radicalmente distinto
(incineración e inmovilización respectivamente). De igual forma, se prohíbe introducir
residuos no líquidos dentro de las unidades de contención.
– Residuos mixtos.
Como ya se ha indicado, los residuos mixtos son viales de vidrio/plástico o placas
conteniendo exclusivamente líquido de centelleo más la muestra radiactiva. Estos residuos
deben ser entregados separados de los sólidos y los líquidos en los embalajes suministrados
por ENRESA. En la actualidad, se utiliza, en general, doble bolsa de 25 litros, aunque debe
indicarse que no es conveniente almacenar este tipo de residuos, en dichas bolsas, durante
mucho tiempo, porque las bolsas se deterioran.
– Fuentes encapsuladas.
En cuanto a las fuentes que retira ENRESA y cuyo destino es la inmovilización para
su posterior almacenamiento es necesario identificarlas y certificar los datos radiológicos
de éstas, así como que sean entregadas en los contenedores de transporte.

3. Solicitud de retirada: una vez firmado el contrato y segregados e identificados


los residuos, de acuerdo con lo establecido en el mismo, es necesario solicitar la retirada
de los residuos cumplimentando unos formatos preparados al efecto.
La unidad de trabajo, a fin de homogeneizar las solicitudes, es la denominada unidad
de contención, que es una porción homogénea de residuos con un mismo tratamiento
y destino final. En general las unidades de contención son: bolsas y recipientes de 25
litros.
Existen dos tipos de formatos uno para sólidos, líquidos y/o mixtos y otro para
fuentes.
Los datos que deben registrarse relacionados con la gestión de los residuos radiactivos
a través de ENRESA son similares a los que se registran para la evacuación convencional,
y son los siguientes:

330 PROTECCIÓN RADIOLÓGICA, SU LEGISLACIÓN Y LAS UTPR


Tema 7. Eliminación de residuos radiológicos
− Tipo de residuo según la clasificación de ENRESA.
− Cantidad de material a retirar en el caso de los residuos sólidos, mixtos en
bolsas o cadáveres de animales (kg).
− Volumen del material a retirar en el caso de los líquidos o mixtos.
− Identificación o referencia.
− Radionucleidos principales.
− Concentración de actividad (MBq/g o MBq/l) y actividad total (Bq) indicando
la unidad y el método de obtención de este dato (medida, estimada, etc).
Esto puede no ser necesario si se ha indicado ya en la Memoria Descriptiva.
− Medida de tasa de dosis en contacto con las unidades de contención que
van a ser retiradas.
En el caso de las fuentes los datos son los siguientes:
− Tipo (según clasificación de ENRESA), radionucleido, actividad total (MBq) y
fecha de la actividad.
– Medida de tasa de dosis en contacto con el contenedor de la fuente.
– Dimensiones, volumen y peso del contenedor y su identificación.
– Interés por recuperar el contenedor.
En este caso debe acompañarse la solicitud de la máxima información documental
de que se disponga, como puede ser el Certificado Original de la fuente, el informe de
la última prueba de hermeticidad realizada, el Certificado de Forma Especial y cualquier
otra información que pueda ser de interés para la retirada y el acondicionamiento de la
fuente.

4. Entrega del material y transferencia de titularidad: la operación de entrega


de los residuos es planificada previamente y comunicada a la instalación a fin de que se
puedan tomar las medidas oportunas, para lo cual hay que tener en cuenta lo siguiente:
- Acceso del vehículo.
- Apoyo en la operación.
- Preparación de los residuos para la entrega.
Para el acceso del vehículo, es necesario informar a la organización interna del
centro productor en los casos que así se requiera, de forma que se permita el acceso y
aparcamiento del vehículo con el que se va a efectuar la retirada. Asimismo es necesario
que el lugar de aparcamiento se encuentre lo más cercano posible al almacén de residuos,
de forma que el trayecto a recorrer sea el mínimo posible.
Durante la operación de entrega deberá estar presente al menos un operador de la
instalación radiactiva que se encargue de entregar cada una de las unidades de contención

PROTECCIÓN RADIOLÓGICA, SU LEGISLACIÓN Y LAS UTPR 331


Tema 7. Eliminación de residuos radiológicos
solicitadas, para lo cual es necesario tener las previamente identificadas y separadas del
resto del material radiactivo que pudiera haber en el centro.
La transferencia de titularidad implica que en el momento en que los residuos
sean entregados y aceptados para su retirada, el responsable civil y nuclear del material
radiactivo es ENRESA. Esta operación se realiza una vez que los residuos son aceptados y
han sido embalados para su transporte, y se documenta mediante la firma de un documento
denominado “Albarán de Entrega”; en éste se recogen los datos de los residuos entregados
y es firmado por el Supervisor de la Instalación y por el técnico de la empresa que efectúa
la recogida. Las mencionadas firmas implican una declaración de la veracidad de los datos
reflejados en el Albarán. La operación de retirada deberá así mismo, quedar registrada de
acuerdo con los procedimientos internos de la instalación en algún documento oficial,
como puede ser el Libro de Operación.

5. Tarifas: las tarifas para la retirada de los residuos de las instalaciones radiactivas
las aprueba el Ministerio y están incluidas en el Contrato Tipo. En la tabla 5 se reflejan dichas
tarifas. A estas tarifas hay que añadir el impuesto específico sobre Depósito de Residuos
Radiactivos, establecido en la comunidad Autónoma de Andalucía. Este impuesto fue
aprobado mediante la Ley 18/2003 de Medidas Fiscales y Administrativas de la Comunidad
Autónoma de Andalucía (en adelante, Ley de Medidas), publicada con fecha 31 de Diciembre
de 2003, en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía y su entrada en vigor se produjo el
día 1 de Enero de 2004 (Disposición final Segunda de la Ley).
De acuerdo con el contenido de la citada Ley, constituye el hecho imponible del
Impuesto el depósito, entendido como la operación de entrega, de residuos radiactivos
en vertederos públicos o privados situados en el territorio de la Comunidad Autónoma
de Andalucía para su inmovilización y la base imponible es de 7 euros por litro de residuo
radiactivo entregado.
Este impuesto debe ser repercutido al productor del residuo, salvo excepciones
fiscales establecidas en la propia Comunidad Autónoma. Asimismo en casos excepcionales,
cuando ENRESA, asume los costes de la gestión de un determinado residuo radiactivo, es
ENRESA la que se hace cargo del impuesto.

5.3. Verificación de la calidad de los residuos radiactivos.


Para asegurar el cumplimiento de los criterios de diseño del almacenamiento y
controlar el inventario de material radiactivo almacenado es necesario verificar la calidad de
los residuos radiactivos que se acondicionan y almacenan. Esta verificación es también un
requisito del CSN y se aplica tanto a los residuos de las centrales nucleares e instalaciones
del ciclo del combustible, como a los residuos de las instalaciones radiactivas.

332 PROTECCIÓN RADIOLÓGICA, SU LEGISLACIÓN Y LAS UTPR


Tema 7. Eliminación de residuos radiológicos
Como ya se ha indicado, en el Laboratorio de Verificación de la Calidad del CA Cabril
se pueden hacer diversos ensayos sobre estos residuos y está especialmente preparado para
la verificación de los procedentes de las centrales nucleares, por ser estos acondicionados por
el propio productor. Adicionalmente, se pueden realizar ensayos sobre los residuos generados
en las instalaciones radiactivas, sobre todo en el caso de los líquidos, acuosos y orgánicos.
De manera rutinaria se analizan estos líquidos a nivel del tanque de almacenamiento, antes
de su tratamiento (incineración o incorporación al mortero), aunque de manera esporádica,
se analizan los líquidos a nivel de unidad de contención retirada.
Adicionalmente a estos ensayos se realizan actuaciones en las instalaciones
productoras y análisis documentales. En el caso de las centrales nucleares se aprueban
los denominados Libros de Proceso, que describen desde la generación y caracterización
química y radiológica del residuo, hasta su acondicionamiento. ENRESA lleva a cabo
controles de producción, en la propia instalación, para asegurar que se sigue lo indicado
en los documentos aprobados.
En el caso de las instalaciones radiactivas, el proceso es más complejo dada su
diversidad y las diferentes técnicas que se pueden utilizar y, en cierto sentido, es menos
exigente, puesto que el residuo es acondicionado en la instalación de almacenamiento.
Desde hace ya varios años, ENRESA inició un programa de actuaciones para obtener
información específica sobre la generación de los residuos radiactivos en las instalaciones
radiactivas, con vistas a la optimización de su gestión. Parte de estas actuaciones se
basaban en los requerimientos del CSN a ENRESA de elaborar y remitir a las mismas los
criterios para la realización de una adecuada segregación de los residuos radiactivos y para
la determinación y cuantificación de la actividad de los mismos, así como de establecer un
control sistemático de la actividad asignada por los productores a los residuos generados. Las
primeras actuaciones se centraron en la realización de visitas técnicas para cumplimentar
una encuesta.Dicha encuesta constaba de una parte general y otra más específica.
Finalizadas estas primeras actuaciones se definió una sistemática de actuaciones como se
describe a continuación.
- Realización de visitas técnicas para cumplimentar un cuestionario establecido.
Estas visitas pueden ser iniciales, cuando se trata de nuevos contratos o
periódicas, en función del volumen de residuos que se retiran. Los temas que
se revisan en estas visitas son los siguientes:
· Datos instalación: titular, referencia de la autorización, categoría,
supervisor, responsable de la gestión interna de los residuos y responsable
de PR de la instalación o UTPR contratada.
· Aspectos previos documentales: si se dispone de copia de la autorización,
si ha enviado la Memoria Descriptiva de la Gestión de los Residuos, si
conoce la Orden ECO/1449/2003, así como si conoce las Guías de la SEPR.

PROTECCIÓN RADIOLÓGICA, SU LEGISLACIÓN Y LAS UTPR 333


Tema 7. Eliminación de residuos radiológicos
· Aspectos relacionados con la fase de generación de los residuos:
comprobación de las características generales de los residuos así como,
de sus características químicas y radiológicas y de otros riesgos que
puedan presentar. Comprobación de la segregación de los residuos por
tipos, isótopos, etc.
· Aspectos relacionados con la fase de generación de las unidades de
contención: comprobación de la preparación del residuo, verificación de
los criterios de aceptación de ENRESA y del método de asignación de la
actividad total y por isótopos; verificación del método de medida de la
tasa de dosis y de contaminación superficial de la unidades de contención,
así como de los equipos disponibles y su calibración/verificación;
comprobación del sistema de identificación de las mismas.
· Revisión de los correspondientes registros documentales.
- Solicitar a las instalaciones radiactivas, la confección de una “Memoria
Descriptiva”, sobre los métodos de generación y gestión de los residuos
radiactivos, usando como guía un documento aportado por ENRESA. Estas
Memorias se solicitan siempre que se trata de una nueva contratación. El
objetivo de las memorias es facilitar que, de forma previa a la retirada de los
residuos, se haya llevado a cabo una adecuada segregación, caracterización e
identificación de los mismos y se hayan establecido unos procedimientos de
gestión que garanticen que los residuos corresponden a lo solicitado y que se
cumplen los criterios de aceptación. La memoria se considera como un soporte
a la gestión de los residuos radiactivos tanto por parte de la instalación como de
ENRESA y como parte de un procedimiento técnico-administrativo de soporte
de la calidad del proceso de generación y retirada de los mismos, en el que se
podrían basar las comprobaciones necesarias por parte de ENRESA.
El contenido de la memoria es el siguiente:
· Identificación de la instalación.
· Origen y descripción de los residuos radiactivos.
· Descripción de los sistemas y equipos para realizar las medidas de PR
y la caracterización de los residuos.
· Procedimientos de gestión, en los que se incluyen los métodos para
estimar la actividad.
· Reducción de la producción de residuos.
Las memorias son evaluadas mediante una guía en la que se establece
un sistema de cuantificación. En base a los resultados obtenidos se establece
una periodicidad de visitas técnicas, cada determinado número de años o de
retiradas. Así mismo se definen nueve puntos de interés especial para ENRESA
que si no se cumplimentan requieren la solicitud de información adicional y

334 PROTECCIÓN RADIOLÓGICA, SU LEGISLACIÓN Y LAS UTPR


Tema 7. Eliminación de residuos radiológicos
en algunos casos la realización de una visita en la siguiente retirada o antes
de la primera retirada si se trata de una nueva contratación. Estos puntos
se refieren al isotópico utilizado en la instalación, a los procedimientos
de manipulación, generación, segregación e identificación de los residuos
radiactivos, a la identificación de otros riesgos y a los datos radiológicos y
de caracterización.
Finalmente se han llevado a cabo diversas acciones técnicas de
comprobación directa del contenido radiactivo de los residuos radiactivos
retirados por ENRESA, que se realizaron en una primera fase en CIEMAT y en
el C.A. Cabril. De estas comprobaciones se dedujo que no existen métodos
adecuados para verificar la actividad de los residuos sólidos, dado que los
pocos que se entregan contienen H-3 y C-14, de difícil medida desde el
exterior de las unidades de contención.
Para este tipo de residuos el aseguramiento de la actividad debe basarse
en el conocimiento del método usado en la instalación, según la memoria
descriptiva y en su verificación en las visitas técnicas. En el caso de los líquidos,
puede realizarse esta verificación en el CA Cabril, si bien hay que asegurar
una buena homogeneidad de la muestra y, de nuevo, conocer el método
usado en la instalación, para verificar la concordancia de los resultados. Por
último, en el caso de los mixtos, es necesario definir cual puede ser el mejor
método, aunque todo apunta a que de nuevo deberá basarse en un análisis
documental, más que en comprobaciones analíticas.

Tabla: tipificación de residuos


S01 Residuos sólidos compactables.
S02 Residuos no compactables.
S03 Cadáveres de animales. Residuos biológicos.
S04 Agujas hipodérmicas en contenedores rígidos.
S05 Sólidos especiales.
M01 Residuos mixtos compuestos por líquidos orgánicos más viales.
M05 Mixtos especiales.
L01 Residuos líquidos orgánicos.
L02 Líquidos acuosos.
L03 Aceites.
L05 Líquidos especiales.
F01 Fuentes encapsuladas cuya actividad no sobrepase los límites del ADR para
bulto tipo A y que con su blindaje no supere los 20 litros.
F02 Fuentes encapsuladas cuya actividad no sobrepase los límites del ADR para
bulto tipo A y que con su blindaje no supere los 80 litros.
F05 Fuentes encapsuladas que superen por actividad o volumen los valores
indicados en los otros tipos.

PROTECCIÓN RADIOLÓGICA, SU LEGISLACIÓN Y LAS UTPR 335


Tema 7. Eliminación de residuos radiológicos
CRITERIO BASES DEL MISMO
GENERALES
Segregación por tipos y períodos. A
Sin mezclar con inactivos. A
Señalizar riesgos adicionales. M
Bien identificados (isótopos y actividad). M, A, I
Identificar sólidos rígidos (> 60 cm). A
Nivel de radiación (< 2 mSv/h). M, T
Nivel de contaminación desprendible
M, T
(α < 0,4 Bq/ cm2 β < 4 Bq/ cm2).
ESPECÍFICOS: RESIDUOS SÓLIDOS
En bolsa transparente u otro sistema de contención con objeto de
A
individualizar y visualizar.
Volumen < 25 litros o planear la retirada. M, T, A
Segregación por tipos en unidades de contención diferentes. M, A
Materiales cortantes o puntiagudos en unidades de contención rígidas. M, A
Unidades de contención cerradas. M, T
Unidades de contención identificadas. M, T, A
Residuos biológicos congelados, segregados y en bolsas transparentes. M, T, A
ESPECÍFICOS: RESIDUOS LÍQUIDOS
Segregación orgánicos y acuosos. A
Líquidos en unidades de ENRESA. M, T, A
Líquido biológico caso a caso. M, T, A
ESPECÍFICOS: RESIDUOS MIXTOS
Embalajes de ENRESA segregados. M, T, A
Separar de sólidos o de viales con otro contenido. A
M: Manipulación
T: Transporte
A: Acondicionamiento
I: Inventario

Tabla 4. Criterios de aceptación.

336 PROTECCIÓN RADIOLÓGICA, SU LEGISLACIÓN Y LAS UTPR


Tema 7. Eliminación de residuos radiológicos
PRECIO
TIPO DESCRIPCIÓN CONTENEDOR
(euros/unidad)
S01 Residuos sólidos compactables. Bolsas de 25 litros. 81,14
S02 Residuos no compactables. Bolsas de 25 litros. 87,15
S03 Cadáveres de animales. Residuos biológicos. Bolsas de 25 litros. 222,37
S04 Agujas hipodérmicas en contenedores rígidos. Bolsas de 25 litros 87,15
S05 Sólidos especiales. Bolsas de 25 litros. (*)
Residuos mixtos compuestos por líquidos Contenedores de 25
M01 168,28
orgánicos más viales. litros.
M05 Mixtos especiales. (*)
Contenedores de 25
L01 Residuos líquidos orgánicos 171,29
litros.
Contenedores de 25
L02 Líquidos acuosos. 150,25
litros.
Contenedores de 25
L03 Aceites. 171,29
litros.
Contenedores de 25
L05 Líquidos especiales. (*)
litros.
Fuentes encapsuladas cuya actividad no
F01 sobrepase los límites del ADR para bulto tipo A - 231,39
y que con su blindaje no supere los 20 litros.
Fuentes encapsuladas cuya actividad no
F02 sobrepase los límites del ADR para bulto tipo A - 429,72
y que con su blindaje no supere los 80 litros.
Fuentes encapsuladas que superen por actividad
F05 o volumen los valores indicados en los otros - (*)
tipos.
(*) Presupuesto específico

Tabla 5. Tarifas de retirada.

Anexo
ESCENARIOS PARA LA OBTENCIÓN DE NIVELES DERIVADOS.
Escenarios considerados en la estimación de la exposición debida a la actividad
incorporada al sistema de alcantarillado público.
Vías de exposición para cada tipo de trabajador.
1. Trabajador que inspecciona el sistema de alcantarillado.
– Radiación externa debida a los líquidos vertidos.
– Contaminación interna por inhalación de material.

PROTECCIÓN RADIOLÓGICA, SU LEGISLACIÓN Y LAS UTPR 337


Tema 7. Eliminación de residuos radiológicos
2. Trabajador de una planta depuradora (manipulación de lodos).
– Radiación externa debida a los lodos.
– Contaminación interna por inhalación de material resuspendido.
3. Miembro del público afectado por el vertido de aguas residuales a un río.
– Radiación externa por depósitos de orilla, actividades recreativas, y
depósitos en el suelo debidos al riego con agua contaminada.
– Contaminación interna por la ingestión de agua, peces y alimentos
contaminados, y por la inhalación por resuspensión.
4. Trabajador de una planta de incineración.
– Radiación externa debida a las cenizas en la planta.
– Contaminación interna por inhalación de polvo.
5. Miembro del público afectado por los efluentes gaseosos de una
incineradora.
– Radiación externa debida a los depósitos en el suelo.
– Contaminación interna por inhalación de polvo e ingestión de alimentos
contaminados por la deposición en los cultivos locales.
6. Conductor de camión que transporta cenizas de incineración para su
almacenamiento.
– Radiación externa debida a las cenizas transportadas.
– Contaminación interna por inhalación de polvo.
7. Miembro del público que utiliza de los lodos como abonos en labores
agrícolas
– Radiación externa debida a a los lodos depositados en el suelo.
– Contaminación interna por inhalación de polvo e ingestión de alimentos
contaminados por los abonos.
8. Miembro del público que utiliza de los lodos como abonos en labores no
agrícolas.
– Radiación externa debida a los lodos depositados en el suelo.
– Contaminación interna por inhalación de polvo resuspendido.
9. Trabajador de una instalación dedicada al almacenamiento de lodos y
cenizas.
– Radiación externa debida a los lodos almacenados.
– Contaminación interna por inhalación.

338 PROTECCIÓN RADIOLÓGICA, SU LEGISLACIÓN Y LAS UTPR


Tema 7. Eliminación de residuos radiológicos

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