Está en la página 1de 3

“Una mujer des(a)nuda…”

Valentina solicita orientación vocacional, su demanda se articula a otro de quien dice “…me dio tu
nombre A, ella cursó con vos, me dijo que no sabía si vos hacías orientación pero que te llamara
porque hablando de Lacan eras un genio, que eras una de las profesoras más chicas…”.

“Soy la más chica de tres…”, “yo no sé si quiero o no seguir esa carrera…porque es la carrera de mi
mamá y para colmo que siguieron mis hermanas…” “Me da miedo no elegirla sólo porque siento
que en esa facultad voy a ser nada más que la hija de fulanita y la hermana menor de menganita y
sutanita…y si realmente quiero seguirla?...”

“Adopté la religión de mi papá, en cuanto a esa elección no tuve problemas, mis hermanas son
católicas, así que soy la única judía de la familia.”

Su cuerpo soportaba anginas, otitis, afonías y disfonías súbitas y seseo: “se me corta la voz y no
puedo decir lo que pienso.”

“Nunca me escucharon, lo que digo para ellas no vale…para que escuchen algo que quiero decir
sobre mí, se los digo como que le ha pasado a otro, entonces sí tiene valor.” Cada vez que atiendo
a mi mamá por teléfono me confunde con una de mis hermanas, ¡como si yo no existiera en esa
casa!¡no se le puede ocurrir que es mi voz!”

No puede continuar hablando, con la voz cortada y haciendo un esfuerzo para seguir dice: “tengo
la imagen gravada de verlas a las tres juntas hablando y cuando me acerqué me echaron, salí de
acá, vos sos muy chica para hablar de esas cosas, me dijeron…siempre fue igual, que me calle, que
me vaya. Siempre he vivido con el sentimiento de querer hablar y no poder y ahora que me
acuerdo para esa época empezó el seseo…”. “No es que me excluya…”

Un recuerdo pantalla hizo fondo para la puesta de una escena de la voz y la palabra de la madre:
“Yo estaba sola con ella, mientras lavaba me cantaba la canción del Patito Feo, me fascinaba…
debía ser muy chiquita…aplaudía y pedía otra vez y ella volvía a empezar…todos los patitos se
fueron a bañar, el más chiquitito se quiso quedar…”

Interrogo: ¿Es-canción del Patito Feo?

¡Qué boluda hice una mezcla! Es canción de todos los patitos, el patito feo es un cuento.

Y qué cuenta el cuento?...”erase un patito que no era patito pero como no sabía lo que era se creyó
que lo que le dijeron que era y fue un desdichado, humillado, exiliado, echado, solo porque era
diferente. Hasta que se avivó que era un cisne se la pasó sufriendo.

Esa pregunta subjetiva marca la entrada en análisis.

En otra sesión dice: “hay una frase que mi mamá me repite desde que tengo uso de razón: aunque
crezcas, vos para mí siempre serás mi nena chiquita”.
Ante el silencio calculado de la analista y un corte de sesión que incluyó la marcación impostada
del Usted, en la siguiente sesión reacciona negativamente: “Si me hacés hablar para callarme
mejor no hablo…para qué pago a un analista si no me va a dejar hablar…aparte no me gusta que
me traten de usted. ¿por qué me tratás de usted si soy más chica que vos?, que me hables así es
como si no me hablaras a mí, preferiría que me trates de vos, el Ud. es para alguien grande o para
quien uno no conoce bien.”

-Usted lo ha dicho.

En una sesión quejándose de su malestar dice: “este intenso dolor de hombre izquierdo.” La
primera asociación condujo a hablar de un compañero de trabajo con quien había comenzado una
relación. Ella siente celos al verlo hablar con una compañera: “el Señor! como si yo no existiera…”.

“Estoy cansada de su postura, de que no digamos nada de nuestra relación a nuestros


compañeros…tengo que callar lo que quisiera gritar?! Solo porque no lo quiero perder, pero así
pongo mis sentimientos en el lugar de clandestinidad, de lo que no se puede decir.”

-Callar ya no vale!

Se instala en el partenaire la demanda materna que la fija a la posición de niña para siempre, su
valor de ser-femenino se esforzaba en identificarse por el amor a un hombre a una chica cobarde
sin Valentía para ser una mujer.

Por la vía del deseo apuesta a su vocación. Apuesta a un proyecto, a un sueldo de una beca en el
“exterior”, por lo cual abandona “la carrera de las mujeres de la familia”.

“Este viaje es lo primero en mi vida en lo que palpo mi deseo en juego, tengo un poco de miedo, lo
que se va ya no vuelve…siento que aquí ya no hay nada que me ate.”

-¡Vale! Ya nada la ata.

“Podría irme como una chica des-atada!!... pero creo que me gusta más pensarme como una
mujer sin nudos, des-nuda.”

Silvia Benvenuto. Revista Seminario del texto “las formaciones del Inconsciente”. Colegio freudiano
de Córdoba.

También podría gustarte