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Maestría en Sociología

Asignatura: “Desarrollo y desigualdad social: perspectivas sobre la estructura


de clases y la movilidad social”
Profesores: Dr. Marcelo Boado y Mg. Rafael Rey
Alumna: Catalina Paz Barría Bórquez, mayo de 2020

Análisis del texto: Wright, E. O.1997 “Class Counts. Comparative Studies in Class
analysis”; Cambridge University Press / Maison Sciences de l’Homme. Caps ,1 2 y 12

El trabajo del autor Erik Olin Wrigth en su obra “Class Count” (1997), basado en el
análisis cualitativo de las estructuras de clase permite comprender la compleja y
contradictoria relación que de estas conceptualizaciones emanan. En el presente trabajo
se abordarán los capítulos 1, 2 y 12 de la versión student de este libro, lo que permitirá
ahondar en mayor profundidad al aporte realizado por el autor. Es sabido que en la
tradición marxista del análisis de clase, la diferencia entre una y otra se define en el
nexo entre la relación de propiedad y explotación, donde la forma central de explotación
está dada por los derechos de propiedad sobre los medios de producción, surge así la
clase capitalista (quienes poseen los medios de producción), la clase obrera (quienes
venden su fuerza de trabajo a los capitalista) y la pequeña burguesía (poseen medios de
producción pero los trabajan ellos mismos),las demás clases se sitúan entre estas y está
destinadas a desaparecer. La premisa anterior no se ha cumplido, generando en la
sociedad actual estructuras de mayor complejidad, donde uno de los temas que suscita
particularmente la atención respecto a este teórico es la “conceptualización” de la clase
media.

A raíz de lo anterior Wrigth propone una nueva división de clase que incorpora 2
elementos que permitirán comprender de mejor manera las ubicación de este estrato,
estos son el concepto de autoridad, para referirse al control de los capitalistas de las
actividades de los trabajadores dentro de la producción y el de pericia o habilidades
como la diferencia que existe entre empleados producto de la posesión de una pericia o
habilidad escasa dentro del mercado del trabajo.
Como resultado de lo anterior surge la tipología elaborada de clases de EOW (ver
fig. 1.2) , la que intenta reconstruir el concepto marxista tradicional de estructura de
clases transformando el mapa de lugares vacíos a través del desarrollo del concepto de
“localización de clase contradictoria” desarrollando una comprensión concreta y
multidimensional de la forma en que los trabajos están vinculados al proceso de
explotación. Desde esta perspectiva las clases medias no constituyen una clase en sí
mismas si no que los individuos que la conforman se sitúan simultáneamente en varias
clases sociales que por consecuencia tienen intereses contradictorios, el clásico ejemplo
de esto se da en el caso de los supervisores, directivos o gerentes de empresa quienes no
son dueños del capital ni de los medios de producción sin embargo son asalariado,
disponen de autoridad sobre otros empleados o pudieran tener ciertas habilidades o
aptitudes escasas que en ambos casos implica una remuneración diferencial al resto de
los trabajadores (renta de lealtad o renta de cualificación) además de disponer de ciertas
facultades propias de los capitalistas.

Para poder llevar al terreno práctico, las conceptualizaciones vistas previamente,


Wrigth trazó un mapa descriptivo de las estructuras de clase en varios países
capitalistas: Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Suecia, Noruega y Japón, utilizando
categorías simplificadas de la complejidad de las relaciones de clase. Dentro de las
conclusiones principales llama la atención que la clase trabajadora y las ubicaciones de
clase más cercanas a esta constituyen alrededor de las tres cuartas partes de la fuerza
laboral de los empleados. En las seis sociedades capitalistas examinadas, la clase
trabajadora sigue siendo la ubicación más grande dentro de la estructura de clase y
cuando supervisores no calificados y trabajadores calificados se incluyen dentro de la
clase trabajadora, en lo que llamamos "clase trabajadora extendida" es una clara
mayoría (55-60%) de la fuerza laboral y una gran mayoría de empleados (generalmente
alrededor del 75%). Por otro lado los segmentos privilegiados de la "clase media"
(categoría extendida de gerente experto) constituyen alrededor del 10-15% y entre el
4% y el 8% de fuerza laboral de estos países están en ubicaciones de clase que están
conectadas con la clase capitalista (expertos-gerentes, supervisores expertos y gerentes
calificados combinados) y una categoría de "clase trabajadora extendida" (trabajadores,
trabajadores calificados y supervisores no calificados combinados).

Tomando en consideración los datos anteriores, si relacionamos la distribución de


ingreso y los estilos de vida en la forma en que popularmente se define la “clase media”
una mayoría importante de la población podría ser incorporada en esta categoría, sin
embargo si lo ligamos con el proceso de producción y explotación, se concluye que la
mayoría de la fuerza laboral está en la clase trabajadora o en aquellos lugares de clase
contradictorios, mayoritariamente ligados a esta.

Respecto al análisis de clase y el género, se desprende del estudio que la proporción


de mujeres es bastante menor en la categoría de gerente experto, donde un 77% son
hombres y en varios países supera el 90%, así mismo en todos los países (exceptuando
Japón) hay mayor probabilidad que los hombres sean capitalistas o pequeños
empleadores. Por el contrario, las mujeres están concentradas en mayor proporción que
los hombres dentro de la clase trabajadora (60-80% dentro de la clase trabajadora
extendida), estos datos permiten concluir que los hombres, generalmente, son mucho
más propensos a estar en ubicaciones de clase privilegiadas y poderosas que las mujeres
en los seis países. De este modo hay una tendencia a que las mujeres estén mayormente
proletarizadas que los hombres y particularmente excluidas de las ubicaciones de clase
experto-gerente, razón por la que la probabilidad de que una persona se ubique dentro
de una determinada clase, depende más del género que de el país donde viva. Es
relevante en este punto mencionar la brecha de género en la autoridad, la que se
presentó en todos los países del estudio, así mismo a través de la investigación respecto
a la raza y la clase, se indica que la población negra está significativamente más
proletarizada que la población blanca, y las mujeres negras se encuentran sujetas a
formas de opresión tanto de raza como de género siendo las más proletarizadas dentro
de esta categoría.

En relación a los resultados sobre el trabajo doméstico, existen divergencias respecto


a los planteamientos marxistas, ya que si bien esta no genera explícitamente
explicaciones sobre la división del trabajo en los hogares, la mayoría de los marxistas
esperarían que la composición de clase tuviera algún efecto sobre la cantidad de tareas
domésticas que realizan los hombres versus las mujeres. Particularmente en el
marxismo clásico se prevería que los hogares más homogéneamente proletarizados
serían los más igualitarios, mientras que en los hogares neo marxistas contemporáneos
en los que la esposa estaba en un lugar de clase relativamente más privilegiado que su
marido se predeciría que serían los más igualitarios. Lo anterior no aplica ni en Suecia
ni en los Estados Unidos, debido a que los esposos realizaban pocas tareas domésticas
independientemente de la composición de clase del hogar.

Respecto a la estructura de clase, si bien el análisis de clase marxista propone una


estructura estable, donde la vida de la mayoría de las personas debiera estar contenida
en ubicaciones concretas, los resultados de este estudio evidencian menos
permeabilidad en el límite de propiedad que en los límites de autoridad o habilidad para
la movilidad, formación de amistades y matrimonios entre clases. Dentro de los
ejemplos, se muestra que el límite de propiedad es generalmente menos permeable en
América del Norte que en Escandinavia, particularmente para la movilidad
intergeneracional. Dentro de los hallazgos el contraste más sorprendente se dan entre
Estados Unidos y Suecia donde en este último las posibilidades de movilidad
intergeneracional a través del límite de propiedad es más que el doble.

No todos los resultados en el análisis de permeabilidad de límite de clase se ajustan a


los planteamientos marxistas. En términos generales, la movilidad, las amistades y los
matrimonios entre clases a través del límite de la propiedad se producen en
aproximadamente el 25-30% de la tasa que se esperaría si el límite fuera completamente
permeable.
Primero, en los análisis de permeabilidad de los límites de clase, para cada uno de los
tipos de permeabilidad estudiados, el límite de autoridad siempre fue más permeable
que el límite de habilidad, sin embargo, dentro de un marco marxista, la autoridad está
más íntimamente ligada que la habilidad o la experiencia a la división de clase
fundamental del capitalismo, la relación capital-trabajo. Esta permeabilidad
relativamente alta del límite de autoridad en comparación con el límite de experiencia
está en tensión con el concepto de clase marxista propuesto por el autor concepto en el
que la autoridad constituye una dimensión de la estructura de clase entre los empleados
en lugar de simplemente un aspecto de "estratificación" o incluso simplemente
"diferenciación de roles".
El análisis de clase, dentro de la tradición marxista, tal como lo plantea el autor es un
concepto basado en ideas de opresión, explotación y dominación, sin embargo la forma
de comprensión que propone Wrigth al vincular la teoría explicativa con una visión
emancipadora, de una sociedad sin clase tiene un impacto político sobre todo a la hora
de hablar de movilidad social en el mundo de hoy. Parece ser que la tendencia
imponente que ocupan los “espacios vacios” o las “clases medias” y el carácter
contradictorio de la estructura de clase de estas, permite justamente a relevar el rol que
se tiene dentro de los diferentes entramados sociales.

Referencias:

Wright, E. O.1997 “Class Counts. Comparative Studies in Class analysis”;


Cambridge University Press / Maison Sciences de l’Homme. Caps ,1 2 y 12

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