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JOSÉ, DE LA CÁRCEL AL PALACIO

“Tú estarás sobre mi casa, y por tu palabra se gobernará todo mi pueblo; solamente en el trono,
seré yo mayor que tú” (Génesis 41:40).

INTRODUCCIÓN
Una de las historias más conocida de la Biblia es la historia de José. Y es que su desarrollo se
asemeja muy bien a una película. Es la historia de un joven odiado por sus hermanos mayores, y a
causa de ello, fue vendido como un esclavo. Y si esto fuera triste, lo más terrible es que fue
encarcelado injustamente, por no aceptar las provocaciones de la esposa de Potifar, y condenado por
eso, a vivir privado de su libertad. Y así, después de tantas penurias, finalmente llegó a ser un
hombre importante, segundo en poder en el reino egipcio. Y solo el Faraón era más importante que
José. Pero, ¿era necesario pasar por todas esas tribulaciones para ser el segundo después del
Faraón? ¿Quiere decir qué debemos sufrir para lograr nuestros sueños y planes?

Propósito del mensaje:


El mensaje de hoy tiene como objetivo mostrarnos que Dios tiene los mejores planes para nosotros,
pero somos nosotros quienes por nuestras decisiones y por nuestra juventud, inexperiencia y
vanidad, muchas veces arruinamos lo que Dios tiene para nosotros. Sin embargo, a pesar de ello,
Dios nos puede dar una nueva oportunidad. Hoy puedes tener la seguridad de que no todo está
perdido, hay una nueva oportunidad para ti.

I. LOS PLANES DE DIOS


Lo primero que debes saber o recordar hoy es que Dios quiere tu felicidad. Jamás lo olvides. El plan
de Dios jamás fue que tú llores, que vivas estresado por las deudas, por los problemas en tu hogar.
No hay nada más hermoso para Dios que verte sonreír y vivir una vida en plenitud. Dios te creó
para que seas feliz. Es por ello que sus planes son los mejores.

Isaías diría: “Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que
vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos” (Isaías 55:9).

¡Maravilloso! Los caminos de Dios son más altos que vuestros caminos. No tengas miedo a seguir
el camino de Dios nunca. Son mejores que los nuestros. Por ello Jeremías también dijo: “Porque yo
sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal,
para daros el fi que esperáis” (Jeremías 29:11).
Existen personas que tienen miedo de seguir a Jesús por temor a perder a sus amigos, trabajo,
prestigio, etc; pero se olvidan que Dios tiene un camino mejor.

Aplicación:
¿Qué planes tienes? ¿Estás persiguiendo proyectos y metas personales que has construido con tanto
añoro? Hoy debes saber que tus planes pueden ser buenos, excelentes, pero no son los mejores.
Trabajas mucho, luchas y luchas pero no logras nada bueno. Hoy Dios te dice: “No corras tras tus
propios planes. Yo tengo planes mejores y buenos”.
II. LOS PLANES DE DIOS PARA JOSÉ
El nacimiento de José fue un milagro. Su madre no podía concebir hijo, pero Dios intervino y
finalmente Raquel pudo dar a luz a José. Onceavo de los 12 hijos de Jacob, perdió a su madre
cuando nació su hermano Benjamín. Esto explicaría claramente porqué Jacob tenía un cariño
especial por José. La Biblia dice que Jacob le amaba mucho.

Aplicación:
Todos los nacimientos son un milagro de Dios. Tú no naciste por casualidad. Es posible que en
algún momento de tu vida hayas sentido que no hay un plan para tu vida, hoy puedes tener la
seguridad de que Dios tiene un plan para ti. No importa cómo haya sido tu nacimiento, quiénes
hayan sido tus padres, tu nacimiento fue un milagro porque Dios tiene un plan para ti. Solo tienes
que descubrirlo.

III. LOS PLANES DE JOSÉ


Como Jacob amaba a José, esto causaba celos en sus hermanos mayores. Esto es lógico y
entendible. José no tenía la culpa de que su padre le amara más. Era Jacob, el responsable de todo
este ambiente nada saludable entre los José y sus hermanos.
La Biblia dice que Jacob le regaló una túnica de colores a José (Génesis 37:3). Sus hermanos vieron
en este detalle que defiitivamente, Jacob prefería abiertamente a José y esto incrementó su odio por
José y le aborrecían y no podían hablarle pacífiamente. Hasta aquí, José no era el responsable
de nada. Sin embargo, la Biblia dice que Dios le mostró en sueños los planes grandes para él. En
dos sueños, José ve la manera extraordinaria en que Dios quiere dirigir su vida. Los sueños eran de
Dios. No eran invención de José. Era Dios quien le había mostrado a José qué planes y sueños tenía
para él. Lamentablemente José, emocionado por su juventud, por su inexperiencia y su vanidad, le
contó sus sueños a sus hermanos y a su padre.
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Al tener esos sueños, muy probablemente José quiso demostrarle a sus hermanos que no debían
odiarlo ni aborrecerle porque él llegaría a ser alguien importante o sobre los demás. Su juventud lo
motivó a contarlo sin medir sus palabras. Se envaneció y les contó su sueño y hasta Jacob, que
siempre le consentía, vio que lo que había hecho José no era nada atinado pues le reprendió
diciendo: “¿Qué sueño es este que soñaste? ¿Acaso vendremos yo y tu madre y tus
hermanos a postrarnos en tierra ante ti?” (Génesis 37:10).
José se encargó de que sus hermanos le odiaran aún más y le tuvieran envidia lo que fialmente los
llevó a venderlo (Génesis 37:11, 19).

Aplicación:
Dios tiene los mejores planes para sus hijos. Y es que Dios nos ama mucho y quiere siempre lo
mejor para nosotros. Sin embargo, muchas veces somos nosotros los que arruinamos los planes de
Dios. José nos enseña que por nuestra juventud, nuestra inexperiencia y vanidad y hasta actitud
engreída podemos malograr los planes de Dios. ¿Qué necesidad tenía José para contar esos sueños
tan extraordinarios a sus hermanos si él sabía que sus hermanos tendrían más envidia y odio? Pero
así pasa muchas veces. Estoy hablando para alguien que arruinó su vida por su juventud. Tu
juventud, tu inexperiencia hizo meterte en problemas. Y por ello perdiste la oportunidad de ser feliz.
De cumplir tus metas y sueños, esas metas y sueños de Dios.
IV. LOS PLANES DE LOS HOMBRES
José descubrió con lágrimas que no debió alimentar el odio de sus hermanos con su actitud
vanidosa. José fue vendido como un esclavo a los egipcios. La historia es conocida. A pesar, de ser
esclavo, José era fil a Dios y por ello Dios le bendecía. Y si ser esclavo ya era triste, José llegó a
estar encarcelado. Privado de su libertad. Y sin embargo, a donde él iba, Dios estaba con él. No hay
cárcel ni esclavitud de la vida que puede impedir que Dios no vaya en tu búsqueda.
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Dios quiere y puede.

Aplicación:
¿No sucede también así contigo? Puede que por tus mismas decisiones hoy estés viviendo una vida
triste. Lejos de tu familia, o esclavizado por las cosas de esta vida, preso por los vicios, pero a pesar
de todo, Dios te bendice. Te cuida, cuida a tus hijos. ¿Eres alguien que por tus mismas decisiones
hoy estás viviendo los días más tristes de tu vida? ¿Estás esclavizado por los vicios, las deudas, los
problemas en casa y hasta enfermedades? ¿No puedes liberarte de las situaciones complicadas que
aquejan tu vida? Tienes que saber que Dios siempre está contigo (Génesis 39:5).

V. LOS PLANES PUEDEN SER RESTAURADOS


Ahí cuando todo está aparentemente perdido. Cuando todos tus sueños, planes y metas están
empolvados y sin posibilidad alguna de que se concreticen porque es humanamente imposible, José
nos enseña que lo imposible es posible. ¿Cuántas noches de lágrimas y de lamentos habrá vivido
José? ¿Cuántos años tuvieron que pasar para que José entienda que tenía que cambiar de actitud?
Dios podría haber cumplido esos sueños maravillosos de otra manera, de mil formas porque Dios es
Dios. Y sin embargo, José tuvo que derramar lágrimas, sudor y hasta sangre por querer hacer las
cosas a su manera.
La Biblia dice que después de años en la cárcel, dos compañeros de prisión tuvieron sueños y José
les interpretó a los dos; sin embargo, uno de ellos, el copero del Faraón le prometió que estando
libre se acordaría de José y le ayudaría a salir (Génesis 40:14, 15) pero este se olvidó de José. Y
pasado el tiempo, el Faraón tuvo un sueño y necesitaba intérprete y fue ahí donde el copero se
acordó de José. Treinta años después, alguien tocó la puerta de su celda y le dijo: “Toma una ducha,
aféitate y cámbiate porque el Faraón desea verte”.
José interpretó el sueño del Faraón y le aconsejó que debía hacer para enfrentar la hambruna y en
reconocimiento de ello, el Faraón le puso sobre la casa de Egipto, diciendo: “Tú estarás sobre mi
casa, y por tu palabra se gobernará todo mi pueblo; solamente en el trono, yo seré mayor que tú”
(Génesis 41:40).

Aplicación:
No hay lugar difícil de donde Dios no puede sacarte. ¿Estás en la cárcel de las deudas? ¿Haces todo
lo que está en tus manos y no puedes salir de los problemas con tu esposo o con tu esposa? ¿Tus
hijos no están bien y ni el psicólogo puede darte un consejo certero? Solo Dios puede hacer lo que
es imposible para el hombre. No importa cuántos años hayan pasado. No importa donde estés ahora.
Dios quieredarte una nueva oportunidad.
CONCLUSIÓN
No importa si fue por tu culpa o por culpa de otros que hoy vives así. Es posible que por la envidia
y el odio de tus amigos, familiares y jefes hoy estés viviendo así. Pero hoy, tú puedes tener la
seguridad de que Dios te da una nueva oportunidad para cumplir tus metas y sueños. Esos sueños
que él puso en tu corazón y que por algún motivo no se pudieron concretizar.
Puedo ver a José llorando cada noche en la soledad. Arrepintiéndose quizás de haber contado sus
sueños a las personas equivocadas. Pero era joven, su juventud le llevó a ser un tanto engreído y
ahora miraba con tristeza. Sin embargo, eso le ayudó a reflxionar y a madurar, y hoy, aunque en la
cárcel tenía la seguridad de que Dios le ayudaría. ¿Cómo? No lo sabía y quizás ni lo esperaba. Y ahí
en medio de cadenas y suciedad, Dios lo llamó. Lo sacó de la cárcel, le hizo libre y bendecido en
abundancia. Esta historia parece increíble. Simplemente una película hollywoodense, pero no, es
una historia real. Como tu historia y la mía.
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Llamado:
José puede representar a aquellos que de jóvenes perdieron la oportunidad de ser felices y de
cumplir sus sueños. Caminas por la vida pensando que todo está perdido. Te has resignado a vivir
así. No vives la vida que pensaste de niño. No estás trabajando en el trabajo ni la profesión que
siempre soñaste.
No tienes el matrimonio que te soñaste. Pero hoy, Dios te dice: Hijo, ya pasó. No sigas llorando
más, sufriendo por lo que pasó y perdiste. Hoy te doy una nueva oportunidad. José fue nombrado
como virrey o como el segundo en poder después del Faraón egipcio. Y Dios quiere hoy darte
mucho más de lo que te imaginas. Solo debes buscarlo, debes ir a Jesús. Nadie más, solo Dios
puede darte una nueva oportunidad. Puede abrir las puertas que se te han cerrado por años. Solo
Dios puede darte una vida nueva. Hoy es el día. Ven a Jesús, no tengas miedo. Ven al frente y
entrégale tu corazón a Jesús. Él te ofrece una nueva oportunidad.

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