Resumen

A finales del siglo XVll y comienzos del XVlll los ejércitos europeos tuvieron un crecimiento sin
precedentes, sobrepasando el umbral de los 150,000 hombres que había permanecido
insuperable durante más de un siglo. La combinación de métodos diversos de reclutamiento;
altos índices de pérdidas, tanto por muertes como deserciones y movilidad dentro de las filas
impedían el sentido de identidad corporativa en los ejércitos de los primeros tiempos de la
edad moderna. El gasto militar era más alto en aquellos tiempos de lo que es hoy en día. Gran
parte del financiamiento militar era obtenido mediante préstamos. En el caso de Holanda el
pago de estos era asegurado mediante impuestos recaudados. Holanda garantizaba
oficialmente por un acuerdo en conjunto de sus estados provinciales el pago de los intereses y
la amortización. El capital de inversionistas doméstico y extranjero fluyó abundantemente
debido a esto, los déficits presupuestarios se compensaban con más préstamos. Muchos
estados recurrieron a contratistas militares que se encargaron de reclutar tropas para sus
ejércitos. Los problemas de abastecimiento tanto de armas de fuego como de caballos e
indumentaria militar se lograron remediar una vez la demanda se hizo continua y previsible.

Opinión crítica

La mayoría de las decisiones se tomaban por factores de costo-beneficio como la del

reemplazo de de los arqueros por el de los mosqueteros, no porque las armas de fuego que
llevaban estos tuvieran más precisión, que no la tenían, sino porque se podía entrenar a
muchos más soldados en menos tiempo —unas cuantas semanas— en el manejo del
mosquete del que requerían los arqueros, quienes necesitaba de condiciones de vida
especiales y años de preparación. Otro caso similar es el del establecimiento en Malinas de un
hospital militar permanente para el ejército de Flandes, ya que resultaba más barato curar a un
soldado ya experimentado que instruir a otro y hacerlo venir desde España a reemplazarlo. El
hospital estaba financiado por los mismos soldados a quienes se les descontaba una parte de
su sueldo para ello. A pesar de todos los cambios en aumento de tamaño, mejoramiento de los
sistemas de abastecimiento y financiación, los principales ejércitos de Europa en sus
actuaciones cada vez más desembocaban en estancamiento sin obtener una victoria sobre el
enemigo, lo cual influyó directamente en la redirección de sus esfuerzos y recursos al combate
naval.