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Sinopsis de Contenido

Unidad I. La Criminología

- Definiciones, relación de la Criminología con otras ciencias, relación


con la criminalística, el objeto de la Criminología, la policiologia o
Policía Científica, objeto y método de estudio, componentes de la
Criminología.
- Orígenes y evolución de la Criminología, la escuela Clásica, la escuela
Positivista, la escuela sociológica, la escuela Psicoanalítica,
principales precursores y postulados.
- El Control Social, el estudio del Fenómeno Criminal, Proceso de
criminalización, La Política Criminal.
-

.- La Criminología.

Es la ciencia que se ocupa del estudio de la realidad criminal como fenómeno


social e individual; la administración de la justicia penal en el combate a la acción
delictiva, y la respuesta social frente al crimen, que comprende la prevención,
represión y castigo del agente, con especial atención a la protección de la víctima
como sujeto pasivo de dicha acción.

.- Relación de la Criminología con otras ciencias.

Existe un conjunto de ciencias, autónomas, accesorias o auxiliares, que, total o


parcialmente, con fines teóricos o prácticos, se ocupan de temas o problemas
referentes al delito, al delincuente, a la pena, o al procedimiento penal. A este
conjunto, al cual pertenece la Criminología, se lo conoce con el nombre de
“Ciencias Penales” o “Ciencias Criminales”. Vale destacar que, la Criminología se
apoya en la Antropología, la sociología, la psicología, la biología
configurándose las disciplinas propias de Biología Criminal, que estudia los
aspectos genéticos, es decir, hereditarios de los delincuentes; antropología
criminal, que estudia a cada tipo de delincuente por sus manifestaciones tanto
morfológicas como funcionales; sociología criminal, que estudia el fenómeno
criminal en su conjunto, abarcando las condiciones sociales de la delincuencia en
el campo de la criminalidad; la psicología criminal, que estudia la inteligencia, el
carácter, las actitudes sociales y las actitudes morales del delincuente desde el
punto de vista de psicología experimental, mediante la elaboración de test de
personalidad; disciplinas estas que constituyen parte del dominio de la
Criminología, pero conservando su nivel de autonomía científica.

Se evidenciaron sus relaciones con la Criminalística, el Derecho Penal, la


medicina, la Psicología, la Sociología y la Psiquiatría criminal,

.- Relación de la Criminología con la Criminalística.

Es oportuno acotar que la Criminología se diferencia claramente de la


Criminalística, a pesar de que algunos autores la consideran formando parte de
esta, dado que la consideran una ciencia auxiliar de aquella. Pero la tesis que
compartimos es que la Criminalística es una disciplina que se ocupa de estudiar
los hechos de procedimiento que gravitan en torno al establecimiento de la
materialidad del delito, de la prueba de la infracción penal. De allí pues que la
Criminalística quede fuera del objeto de la Criminología, no obstante la íntima
interrelación existente entre ambas, dado que la Criminalística puede extraer de la
Criminología, como apunta Pinatel, los datos que la ayudaran a perfeccionar los
métodos de identificación e investigación, mientras que la Criminología puede
pedir a la Criminalística, que le suministre los datos para el estudio descriptivo del
delito y de los delincuentes.

.- El campo de acción u objeto de la Criminología y su relación con la Policía


Científica.

Lo constituye, el estudio del delito, desde el punto de vista social, como


manifestación desviada del acontecer humano, su génesis, su caracterología, y
elementos condicionantes, de la conducta criminal; y así mismo, la defensa social,
frente a la acción delictiva, que estudia la política criminal, que abarca la
prevención, represión y ejecución de la pena o medida de seguridad como
respuesta de la sociedad al delito. De allí que lo referente a la prueba del hecho
punible y las disciplinas auxiliares que le sirven de apoyo al Derecho Penal para la
demostración del hecho punible, la individualización del autor, y de la víctima del
hecho, materias propias de la Medicina Legal, de la Criminalística y la
Investigación Policial, tanto en su esfera científica como técnica, escapan del
campo de acción de la Criminología, y enmarcan su actividad en el campo del
Derecho procesal Penal.

El objeto de la Criminología es múltiple, pues ella se ocupa del estudio:

- Del Delito (su etiología, control y prevención)


- Del delincuente (su personalidad y tratamiento)
- De la delincuencia (su prevención, predicción y medida)
- De la víctima y su papel en el delito.
- Del estudio de los llamados “estados criminógenos” (alcoholismo,
prostitución, drogadicción, y asocialidad).
- Del suicidio.
- Resumiendo, en forma genérica podemos decir que el objeto de la
Criminología es el Delito o Crimen, en cuanto a hecho individual y social, en
toda su complejidad y con todas sus implicaciones.

Orígenes y evolución de la Criminología, la escuela Clásica

Según Pérez Llantada, la Criminología como disciplina científica nació en el


siglo XIX como reacción contra el Derecho Penal clásico, que abordaba el acto
criminal como una acción individual, descontextualizándola del entorno social que
tanta influencia tiene en la génesis del delito. 1

Periodo Clásico.

Desde la antigüedad se había considerado que el crimen es el síntoma de una


enfermedad del alma, que tenía como fuentes las pasiones, la búsqueda del

1
Pérez Llantada, Fernando, ob. Cit., pág. 175.
placer y la ignorancia, y la pena es una medicina moral y en cierta medida una
suerte para el culpable de padecer un castigo, que lo liberaba de la maldad del
alma, en el entendido que, como decía Platón, si el delincuente se manifestaba
incurable y refractario a toda acción educativa, la sociedad debía eliminarlo. Así la
pena de muerte tenía el mérito de librar a la Republica de un ciudadano que ha
manifestado una irremediable perversidad e inspirar un temor saludable en los que
estuvieran tentados a imitarlo, destacando de esta manera el carácter intimidatorio
de la pena.

Santo Tomas de Aquino, en la edad media, al igual que Platón, en la antigüedad


vio en las pasiones humanas la génesis del delito (la cólera, la envidia, los
celos…), pero es el primero en considerar la miseria como factor criminógeno,
considerando que la pena capital era un instrumento indispensable para
salvaguardar el bien común. Lo justificaba señalando que era un mecanismo
necesario para salvar la parte sana del cuerpo social, destruyendo la parte
enferma.

Sobre el particular, es oportuno traer a colación los principios del Derecho Penal
clásico, sostenidos por Beccaría (1738-1794), en su obra: “De los delitos y las
penas”, los cuales fueron acogidos por la legislación penal surgida de la
Revolución francesa, y que enumeramos así:

- Nullum crimen, nulla poena sine lege. La pena debe ser establecida por
una Ley emanada del Parlamento, que represente a la sociedad unida por
el contrato social.
- Judicialización de la justicia. Siendo el legislador quien determina las
penas, no puede ser esta quien determine si tal o cual ciudadano ha sido el
autor de un hecho punible, tal determinación incumbe al Juez, cuya función
es establecer si la persona es o no culpable del hecho que se le imputa, y
aplicar la pena establecida en la ley.
- La pena como respuesta de la sociedad frente al delito. El castigo tiene
como fin impedir que el culpable perjudique a la sociedad y apartar a sus
ciudadanos del camino del crimen, combatiendo de esta manera la
impunidad como fuente generadora de la criminalidad.
- Proporcionalidad de la pena. La pena debe ser proporcional al delito
cometido, es decir, al perjuicio causado a la sociedad, “es preciso que el
mal no sobrepase justamente el bien que el culpable ha obtenido con el
hecho”.
- Ilegitimidad de la pena de muerte. Beccaría sostiene que la pena de
muerte es ilegítima. Beccaría se justifica señalando que si los ciudadanos
han abandonado sus derechos en manos de la sociedad, encargada de
protegerlos, es imposible admitir que le hayan cedido su derecho a la vida.
- Abolición de la tortura. Beccaría se opone a la tortura como instrumento
para obtener la confesión del acusado.
- Política preventiva. En el corto plazo el mejor medio de prevenir el delito
es estableciendo normas claras, que sean aplicadas uniformemente por los
jueces y con la mayor celeridad posible.

.- La Escuela Positivista.

Frente a los postulados del Derecho Penal clásico, surge la escuela denominada
Positivista, inspirada en el evolucionismo de Darwin y en el cientificismo, dentro de
los cuales caben mencionar la teoría de la degeneración de Morel; las
descripciones psiquiátricas de la monomanía homicida de Esquirol y de la locura
moral de Prichard, finalmente, las hipótesis antropométricas de Gall, todas ellas
precursoras de la corriente que encabezan Cesare Lombroso (1835-1909), Enrico
Ferri (1856-1929) y Raffaele Garófalo (1852-1934).

Cesare Lombroso (1835-1909).

Es un médico italiano, nacido en Verona, graduado en la universidad de Pavía y


Padua y prosiguió en la Universidad de Viena, como médico militar recorrió
diversas regiones de Italia haciendo estudios antropológicos y comparaciones
entre soldados delincuentes y no delincuentes. Posteriormente se dedicó al
estudio de la Psiquiatría, hasta que publico su primer trabajo sobre Criminología
en 1871, sobre el criminal enfermo mental. Sus aportes fundamentales a la
Criminología fueron:

- La caracterología del criminal nato, que parte de la idea del “atavismo”, que
sostiene la teoría de la reaparición en los seres vivos da caracteres propios
de sus ascendientes más o menos remotos. Lombroso dice que los
criminales son los representantes de un tipo de hombre primitivo o
infrahumano que se reconocería en una serie de anomalías físicas,
aproximándolo al tipo salvaje e incluso a la misma bestia. Los criminales
natos son unos individuos diferentes cualitativamente al resto de los seres
humanos normales, incapaces de adaptarse a las exigencias de la sociedad
actual.
- De igual manera, da una importancia particular de su interpretación de la
delincuencia, partiendo de la epilepsia. Esta idea surgió del caso de un
joven soldado que en medio de una crisis epiléptica mato a ocho hombres y
después quedo sumido en un profundo sueño del que no despertaría sino
doce horas después, con poca conciencia de lo que había pasado.
- La criminalidad es un fenómeno atávico provocado por causas mórbidas
cuya manifestación fundamental es la epilepsia, y describe al criminal nato
por ciertas características antropométricas, consistentes en ciertas
anomalías que se presentan constantemente en los criminales, tales como
asimetría en el rostro, frente huidiza, exageración de los senos frontales y el
arco superciliar, sutura inter nasal abierta, dientes anormales, foseta
occipital y anomalías del hecho occipital. Destaca el desarrollo enorme de
la mandíbula, escasez de barba y dureza de la mirada, abundancia de
cabellera y orejas en asa, estrabismo y nariz deforme. Es frecuente el uso
de tatuajes y el empleo de modismos en el lenguaje propios de la sub
cultura que representan.
- Los sentimientos de los criminales se caracterizan por la inestabilidad,
vanidad, sentimientos vengativos, falta de sentido moral, la pereza y la
imprevisión son características de estos individuos, que no miden la
consecuencia de sus actos.
- Lombroso considero las categorías criminales siguientes:
- El criminal nato, que representa el 40% del conjunto de los criminales.
- El criminal loco, entre los cuales incluye a los locos morales y los
epilépticos.
- El criminal por pasión o por arrebato. En estos individuos la criminalidad se
caracteriza por la violencia causada por alguna pasión: amorosa, política…
estos individuos representan una afectividad excesiva y una excitabilidad
exagerada, que es la que los mueve a actuar de una manera impulsiva sin
medir las consecuencias de sus actos, caracterizados por un
arrepentimiento inmediato, lo cual los diferencia de los otros criminales.
- Los criminales ocasionales se subdividen en:
- Seudo criminales, que actúan sin ninguna clase de perversidad y cuyos
actos no entrañan ningún perjuicio social.
- Los criminaloides, que se diferencian de los criminales natos en que sus
actuaciones vienen dadas por las ocasiones, como es el caso de los
vagabundos, los contrabandistas…
- Los criminales habituales, se caracterizan por ser individuos normales, sin
inclinaciones naturales al delito, pero que, por falta de educación, o que
llevados por el medio donde se desenvuelven, dan paso a la criminalidad
fisiológica, característica de los niños.

Enrico Ferri (1856-1929). Jurista italiano que desarrolla las teorías


positivistas en el marco de la legislación penal italiana, en la que
encontramos los siguientes principios:

Negación del Libre albedrio (fundamento de la imputabilidad moral en


la Escuela Clásica) La responsabilidad del individuo pos sus actos
criminales no deviene de obligarlo a soportar las consecuencias de sus
actos, ni por el hecho de vivir en sociedad, sino porque la sociedad lo ha
decidido así, como un medio de defensa frente a la acción delictiva.
El determinismo de la conducta criminal (el delincuente obra como lo hace
bajo la influencia de fuerzas internas y externas que no puede controlar: no
es libre para actuar), es uno de los postulados que sostiene Ferri, y que
atribuye a tres categorías de factores:
a. Factores antropológicos e individuales, entre los cuales se distingue
la constitución orgánica del criminal, su constitución psíquica, que
determina la existencia de anomalías de la inteligencia y de los
sentimientos, y a las condiciones biológicas, de raza, edad, sexo,
profesión, clase social, etc.
b. Factores físicos o cosmoteluricos, en los cuales ubica el clima, el tipo
de suelo, las estaciones, la temperatura, condiciones atmosféricas,
etc.
c. Factores sociales del delito, entre los que se destaca la densidad de
población, estado de la opinión pública, sistema educativo,
alcoholismo, entre otras.

En lo que atañe a las categorías de delincuentes, Ferri los clasifica de la siguiente


manera:

a. Criminal nato o criminal instintivo, en el cual la resistencia al crimen es


reducida o inexistente.
b. Criminal enfermo mental, constituidos por criminales afectados por una
enfermedad mental.
c. Criminal pasional, se trata de criminales ocasionales que actúan movidos
por la violencia que genera la pasión desbordada que los lleva al crimen.
Una de estas categorías, la del erotómano, que constituye una entidad
medica provocada por la enajenación mental causada por el amor y
caracterizada por un delirio erótico.
d. Criminal de ocasión, es el resultado de la influencia nefasta de la familia
o el medio. Estos delincuentes corresponden a una clase social inferior.

Raffaele Garófalo (1852-1934). Al igual que Ferri, es un jurista italiano que


incursiono en el Derecho penal, asumiendo una posición netamente positivista,
introduciendo los conceptos de defensa social y de peligrosidad. El criminal, sin
ser un enfermo mental, es un ser anormal. El criminal es una persona en la cual
hay ausencia o debilidad de los sentimientos altruistas y de piedad propios de un
hombre normal. De allí su incapacidad para adaptarse a las exigencias de la
sociedad. Los criminales son individuos cuya inmoralidad es característica. Son
anormales psíquicos, seres cuya perversidad es constante, razón por lo cual es
necesario hacer un diagnóstico de estos individuos para determinar su grado de
peligrosidad, para lo cual se deberá estudiar su personalidad y su vida anterior, su
adaptación, y buscar las condiciones en las cuales dejara de ser peligroso. Según
Garófalo, el crimen es un acto que viola los sentimientos altruistas fundamentales
de piedad y probidad. En esta definición destaca que el delincuente viola los
sentimientos de las personas y no los derechos propiamente dichos.

Distinguió de éste el delito “legal”, mediante el cual el Estado persigue la


protección del “Orden Público”, y su propia seguridad. Propone la exclusión o la
eliminación para quienes cometan el primer tipo de delito, porque tales sujetos
revelarían gran temibilidad (perversidad constante y activa del delincuente, o la
cantidad del mal previsto que hay que temer por parte del mismo delincuente), e
incorregibilidad; mientras que, para los que cometen los segundos (mediante los
cuales se persigue la protección del Orden Público y la seguridad del Estado),
propone la aplicación de sanciones benignas, incluso, la reparación del daño
cuando esto sea posible.

Lombroso, Ferri y Garófalo eran partidarios de la pena de muerte. Todos


consideraban como una buena solución para desembarazarse de ellos enviarlos a
una colonia de ultramar. Garófalo preveía una medida que consistía en abandonar
en una orilla lejana y salvaje a ciertas categorías de criminales inasimilables en un
medio civilizado. De esta manera se podría adaptar al medio que le era natural.
Estos autores, sin embargo, fueron consecuentes con sus concepciones
científicas, lo que dio impulso al estudio del hombre delincuente.
.- La Escuela Sociológica.

Frente a la escuela Positivista, surge la escuela Sociológica, que con Alejandro


Lacassange (1834-1924) a la cabeza, profesor de Medicina Forense en Lyon y
precursor de esta escuela. Para Lacassange el delincuente no es un ser
predestinado a delinquir, no puede ser jamás un delincuente “nato”, el medio
social es lo que factibiliza y permite manifestar la conducta antisocial del individuo,
quien tendría, en todo caso, predisposiciones delictivas que solo habrán de
concretarse en un medio social adecuado para que así ocurra. Esta escuela ofrece
un enfoque diferente de la criminalidad, en la cual lo esencial no es diagnosticar al
criminal nato, y tomar medidas para su eliminación, sino abordar al criminal con
relación a su medio social, dado que el medio se puede convertir en el caldo de
cultivo de la criminalidad, que la hace fermentar. La escuela Sociológica tiene una
actitud constructiva frente al fenómeno criminal, a diferencia de la escuela
Positivista que parte de la idea de que una vez identificado el criminal nato, se le
debe exterminar. En efecto, la escuela Sociológica propone entorpecer la
aparición de naturalezas viciadas obrando sobre el medio defectuoso y suscitando
reformas sociales. Así mismo, Lacassange considera que la sociedad es el factor
o causa de la criminalidad: a mayor desorganización social, afirmaba, mayor
criminalidad y, a menor desorganización social, menor criminalidad. Se debe
entonces estudiar el medio social, de manera global, para investigar como ese
medio puede provocar tal o cual instinto, a objeto de modificar e impedir que se
activen las conductas antisociales.

Su pensamiento se puede resumir en las siguientes frases:

- “El medio social es el caldo de cultivo de la criminalidad; el microbio es el


criminal, elemento que carece de importancia hasta el día en que se
encuentra en el caldo que lo hace fermentar”.
- “El criminal con sus caracteres antropométricos y otros, tiene una
importancia escasa, porque todos esos caracteres se pueden encontrar en
mucha gente honesta”.
- “Las sociedades tienen los criminales que se merecen”.
.- Durkheim. Por su parte, sostiene que la criminalidad no es una manifestación
de la personalidad, sino una expresión de una cultura particular susceptible de ser
estudiada como tal, lo cual explica la conducta criminal de determinados estratos
de la sociedad. Así, por ejemplo, es común el comportamiento violento de los
delincuentes que atracan a los transeúntes para quitarles dinero, vehículos u
objetos valiosos, y que no vacilan en asesinarlos si oponen resistencia. Esta
cultura de la violencia delictiva es característica de los delincuentes que operan en
los barrios populares y de bajos recursos que circundan la mayor parte de las
ciudades del país y Latinoamérica.

Una de las manifestaciones más modernas de la corriente Sociológica, la


encontramos en la Escuela de Chicago, que introduce una perspectiva ecológica,
al estudiar la estructura social en función del ambiente que la rodea. En esta
corriente destacan los aportes de Sutherland, que da una interpretación socio
psicológica de la delincuencia, señalando que esta es un comportamiento
aprendido y señala que una persona llega a ser delincuente porque ha
aprendido a definir con más frecuencia una situación en términos de
violación de la ley que en términos de respeto a la misma.

En lo que respecta al robo profesional, señala que el mismo es producto de un


aprendizaje, el reconocimiento como miembro de una sociedad de ladrones y la
interiorización de las maneras de realizarlo; a diferencia de los ladrones no
profesionales u ocasionales, que son individuos inadaptados que roban para
satisfacer una necesidad personal.

.- La Escuela Psicoanalítica.

Encabezada por su fundador Sigmund Freud (1856-1939), modifico la imagen


clásica del criminal elaborada por Lombroso, señalando que la separación entre el
hombre delincuente y el no delincuente es poco menos que ilusoria, porque el
hombre normal tiene tendencias criminales cuando se investiga el inconsciente, en
razón de que las tendencias agresivas forman parte del fondo mismo del alma
humana. Lo que diferencia el criminal del no criminal es pasar del deseo al acto.
Esas tendencias agresivas alojadas en el inconsciente se materializan sobre todo
en los sujetos en que el súper yo (instancia de la personalidad en que se
interiorizan las reglas que los padres y el medio disponen) es inexistente o tiránico.

Según esta escuela, el súper yo puede ser o excesivamente rígido o sumamente


amplio. En el primer caso, lleva al individuo a represiones excesivas y a la
formación de complejos de culpabilidad, que se manifiestan en el malhechor en su
deseo de ser castigado cuando comete una falta, lo que explica que el criminal
regrese a la escena del crimen, en su afán de ser descubierto. El súper yo
excesivamente amplio, y que tiene relevancia para la criminalidad cuando el hijo
asimila los enfoques del padre que es también criminal, encontrando en el delito la
satisfacción y recompensa que todos aplauden. En tanto que cuando se carece
del súper yo, por ausencia de la figura paterna o no se ha dado el proceso de
identificación, el individuo copia la conducta antisocial del medio ambiente que lo
rodea.

.- El Control Social.

Referido al conjunto de procedimientos de que se vale la sociedad y los grupos


que la integran para lograr que sus unidades componentes (individuos y grupos)
realicen las conductas que de ellos se espera. Es la influencia que ejercen
determinados elementos componentes de una sociedad, en la forma de
comportarse de sus asociados. Así por ejemplo, si un ser humano nace y crece en
solitario, sin roce ni relaciones sociales de ningún tipo, no tendrá controladores
sociales, por lo que en relación a una cultura determinada, este individuo se
desviara necesariamente de los estándares sociales, porque seguramente no se
comportara como los demás elementos de la sociedad, pero un ser humano que
nazca y se desarrolle en un ámbito familiar, obviamente adoptara como propias las
formas de comportamiento de los demás miembros de la familia (socialización) y,
si no los adopta en su totalidad, orientará su comportamiento al menos a
comportarse de una forma determinada. Posteriormente a la familia, el siguiente
controlador social lo encontramos en la escuela, la influencia que ejerce la forma
como los niños son tratados y educados, orientara su comportamiento. Se trata del
estudio de las instancias encargadas de reaccionar socialmente contra la
desviación y la delincuencia. El control social se divide en dos tipos:

1. Control social Formal: constituido por las leyes y normas que rigen la
convivencia.
2. Control Social Informal: es el ejercido por la sociedad, por los padres y por
las personas que nos rodean. Esta es la forma predominante del control
social y se lleva a cabo mediante el elogio, la censura, la imitación, la
recompensa, la crítica, etc, cuyo cumplimiento es función que esta cargo de
la familia, de la escuela, la religión, la opinión pública, la moda, la música, el
cine, la televisión, entre otras.

.- El Estudio del Fenómeno Criminal.

La Criminología es la ciencia del fenómeno criminal, el estudio de este fenómeno


se hace bajo tres niveles:

1. La Criminalidad.
2. El Criminal.
3. El Crimen.

1.- La Criminalidad.

Es definida por Fernando Pérez Llantada, como el fenómeno de masa constituido


por el conjunto de infracciones que se presentan en un tiempo y en un lugar
determinado.2

La explicación del fenómeno de la criminalidad presenta varias vertientes. La más


antigua es la versión que nos da la escuela Cartográfica, que parte del estudio del
clima para explicar la influencia del hecho criminal. Se dice que en Francia, los
crímenes contra las personas predominan en las regiones del sur y durante las
estaciones calurosas, y los delitos contra la propiedad predominan en las regiones
del norte y durante las estaciones frías. 3

2
Fernando Pérez Llantada, ob, cit., pág. 147.
3
Pinatel, Jean, pág. 81.
En tanto que para la escuela Socialista, lo que influye en la criminalidad no es
tanto la latitud o el clima, sino la desigualdad de las condiciones económicas, otros
partidarios de esta corriente, como Eduardo Ducpetiaux (1804-1868), atribuyen el
aumento de la criminalidad en Flandes, debido a las condiciones de miseria de
algunos sectores de la población, debido a esto se ha radicalizado la razón
económica como causa de la criminalidad, que han afirmado que el criminal es
producto del sistema capitalista.

2.- El Criminal. Estudiado individualmente, el criminal es el autor del hecho


delictivo, y como tal, es el objeto de estudio de la ciencia Criminológica. Al margen
de las razones biológicas, se han considerado también factores sociológicos que
inciden sobre ciertos individuos y que aunados a factores Psicológicos, los llevan a
emprender las acciones delictivas, por lo que es válido sostener que a la
constitución criminal, se suman factores sociales, económicos y Psicológicos que
moldean la personalidad del individuo y lo hacen más propenso a adoptar
conductas desviadas y a cometer hechos delictivos.

3.- El Crimen. Al respecto, De Greef propone la siguiente definición: “El Crimen es


todo comportamiento antisocial que dé lugar a la aplicación de una sanción de
naturaleza punitiva, pronunciada por un órgano jurisdiccional que emana del poder
Público”.

El estudio del fenómeno criminal a nivel de la interpretación del crimen comporta


las siguientes divisiones, adoptadas por Jean Pinatel:

1.- Formas del Crimen. Existen diversas modalidades: crimen primitivo, dada su
agresividad; crimen utilitario, crimen Seudo justiciero, representado por el crimen
homicidio y el crimen por razones ideológicas o políticas; el crimen organizado,
representado por la mafia, los carteles de la droga; y finalmente, el delito
profesional o de cuello blanco.

2.- Factores del crimen. Inciden también, factores reacciónales, como ocurre con
el parricidio del verdugo domestico; o de situaciones que constituyen la antesala
de la criminalidad: el vagabundeo, la prostitución, el juego, la asociación criminal.
Del mismo la situación del privado de libertad puede convertirse en una fuente de
criminalidad, por contagio, imitación, identificación o simplemente protección o
medida de sobrevivencia.

.- La Política Criminal.

La criminología va a dar datos acerca de la criminalidad a la política criminal (que


es el conjunto de medidas elaboradas para reprimir y prevenir la criminalidad), la
cual se va a expresar en el Sistema Penal, o sea el derecho penal material, el
procesal penal, y el derecho penitenciario o de ejecución de penas.

Forma parte de la política General del Estado, mediante la cual se integran un


conjunto de actividades dirigidas a reducir la criminalidad. La política criminal es
expresión de un poder político democráticamente concebido. Su finalidad es la
justicia social penal, en la política criminal debe participar directa y ampliamente la
comunidad a nivel nacional representada en todos los sectores de la vida nacional.
La política criminal es parte de la política general del desarrollo de un país, y antes
de ser formulada, debe basarse en la evaluación del sistema penal existente.
Sobre las bases del resultado de la investigación Criminológica, es posible la
elaboración de una política criminal real y efectiva, que se interese en los aspectos
preventivos donde impere la justicia social por encima de la justicia penal.
Referencias bibliográficas.

- Zambrano, Freddy. Tratado de Criminología. Editorial Atenea, C.A.


Caracas, Venezuela 2010.
- Flores Cazorla, Carmelo. Lecciones de Criminología. Vadell Hermanos
Editores. C.A. Caracas, Venezuela 2011.
- Mora Izquierdo R. Sánchez Prada M. La Evidencia Física y la Cadena de
Custodia en el Procedimiento Acusatorio. Editores Gráficos Colombia
S.A.S. Bogotá 2007

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