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DESPUES DEL REICH. Crimen y castigo en la posguerra alemana.

LA CULPA
“Los Aliados han dejado de amenazarnos con bombas, ahora nos hablan como una niñera que
nos pone nerviosos con su índice huesudo y su chillona voz de solterona”
Muchos alemanes reaccionaron con incredulidad ante las revelaciones de los Aliados. Los
alemanes se encontraban sometidos por la propaganda de Goebbels.
A las preguntas sobre los campos de concentración se ofrecían respuestas diversas. A los
prisioneros los trataban con una “extraordinaria imparcialidad”. Sobre los judíos se decía que
era la mayor indecencia que se ha cometido jamás. “Una vergüenza para nuestra cultura”. Eran
pocos los que vivían anclados al pasado. Sin embargo, la mayoría habría rechazado por radical
acusación de “culpa colectiva”, basándose en que poco era lo que podría haber hecho un
individuo para detener el belicismo de Hitler y sus matanzas, aun cuando fuera plenamente
consciente de lo que estaba sucediendo. AL principio, los alemanes eran culpables de haber
iniciado una guerra agresiva, como lo habían hecho sus padres en 1914. Pero ahora, todos ellos
habían cometido, propiciado o instigado un asesinato masivo. Según estudiosos, el “plan de los
aliados” era: “La tesis de la culpa colectiva tiene dos madejas entreveradas. Para unos significa:
“debo expiar la culpa de mi hermano”; para los vencedores constituye un motivo practico en
apoyo de su pillaje indiscriminado”. EL mundo entero levantaba su dedo acusador contra
Alemania. No solo los vencedores, sino también algunos alemanes que habían optado por el
exilio. Pero es posible que quienes vivían en Alemania considerasen que tenían otras cosas en
que pensar. LA gente no quiere oír hablar del pasado o de la culpa. No les preocupa el juicio de
la historia; todo lo que quieren es que cese el sufrimiento.
“Bajo el régimen nazi, Alemania era una prisión”
Miles de alemanes buscaron la muerte o fueron asesinados en cualquier caso por su oposición al
régimen. Prefirieron seguir vivos por la débil razón, si bien justificada, de que sus muertes no
habrían aportado tampoco ninguna ayuda. Su culpa es estar vivos. Y saben ante Dios cuan
profundamente eso les humilla.
“La cuestión de la culpa alemana” ayudo a definir una forma de ortodoxia durante los primeros
años de la Republica Federal. Algunos creían que no estaba bien juzgar a los alemanes con el
mismo rasero. “Culpabilizar de un crimen a toda una nación va en contra de cualquier
razonamiento sensato. El criminal es siempre un individuo”. “La culpa colectiva de una nación
o de un grupo nacional no puede existir, por tanto, y, sin exceptuamos la responsabilidad
política, no hay culpa criminal, moral ni metafísica. “El Fhurer tomó esas decisiones por su
cuenta, y, a lo sumo, consultó a sus asesores más próximos”. “El pueblo alemán es mas victima
que autor de esas atrocidades”.
“Los negros”-aceptados en el continente nazi
“los grises”-regular
“los blancos”-mal
En 1945, el 70% de los alemanes era “nacionalistas”, lo que significaba que hacían causa común
con los nazis, aunque sostuvieran que no los aprobaban. Por cada alemán corriente que había
oído hablar historias del “este”, otro que realmente no sabía nada.
REEDUCACION POR MEDIO DE LA PROPAGANDA.
Carteles que decían:”¿Quién es el culpable?”, en donde se mostraban esqueletos humanos,
huesos calcinados, presos con uniforme colgando de la horca y niños muertos de hambre, se
expandían por todo Alemania. Ningun alemán comentaba lo que veía. Algunos se lamentaban,
uno o dos contenían un sollozo, pero en general lo contemplaban en silencio antes de alejarse.
Mientras tanto, otros carteles decían: “¡Esta ciudad es culpable! ¡Vosotros sois culpables!”. Se
empezaron a hacer películas y documentales sobre todo lo que había sucedido. En una de ellas,
entrevistaron a guardias. Estos, fueron humillados y obligados a posar delante de montones de
cadáveres. Algunos se oponían y los golpeaban con fusiles. Eran intensiones macabras. A la
gente le resultaba difícil de soportar. En Estados Unidos, las reacciones fueron variadas. Uno de
los destinatarios obvios era la numerosa población americana de origen alemán residente en el
Medio Oeste. Se buscaba incitar a una “paz sumamente dura con Alemania”. Algunos opinaban
sobre lo que los americanos causaban, y sostenían que “la venganza no resucitara a los muertos
torturados”. Se exponía todo el terror que se vivió en aquella época, pero quizá, a veces, con
cero prudencias.
EL FRAGEBOGEN Y LA DESNAZIFICACIÓN
El Fragebogen
Los americanos estaban empeñados en purgar el cuerpo político alemán del mal de nazismo. La
desnazificación era el principal requisito como medida de castigo. La propuesta de Truman
consistía en derribar mas que en reconstruir, y en ayudar a los alemanes solo cuando fuera
necesario para evitar enfermedades o desordenes. Algunos alemanes pensaban que entregarse a
los americanos era como un billete de lotería. En el mejor de los casos, el que se entregaba
podía ser liberado antes que los demás prisioneros de guerra; y en el peor, podía hallar la muerte
en uno de los “campos de pradera del Rin”, los Reinwiesenlager. La idea de que la mejor
manera de tener éxito en la misión consistía en permitir a los alemanes gobernarse a sí mismos.
Los principales instrumentos de la desnazificacion fueron los Fragebogen, los cuestionarios que
constituyeron asimismo los primeros intentos de los americanos de cuantificar el
nacionalsocialismo y excluir a antiguos nazis de la vida pública. A este elemento se le criticaba
como un “concepto jurisprudencial nazi o comunista”. Se hizo una especie de formulario para
los alemanes que constaba de 12 paginas y 133 preguntas. Estos se habían entregado a algunos
doctores para determinar si habían sido parte de alguna organización nazi. Si era así, se les
prohibía ejercer. Algunas de las preguntas eran de “humor intencionado”. Los aliados deseaban
saber, por ejemplo, si los bombardeos habían afectado la salud, el trabajo o el sueño del
entrevistado. Se pedía información sobre reclamaciones a compañías de seguros y demandas de
indemnización, junto con otras preguntas sobre alcantarillado, electricidad y desagües. Se
entrevistada a todos los alemanes, también a los que habían participado de los campos de
concentración. Cuanto pesaban, cuantas cicatrices, su religión, rasgos distintivos, títulos de
nobleza e ingresos, eran algunas de las cosas que interesaban a los preguntadores. Al final, los
alemanes terminaron tomando todo esto con mucho humor. La naturaleza de las preguntas del
formulario daba una idea clara del tipo de cosas (además del nazismo) que desagradaban al
gobierno militar de los aliados. entre ellas, ¿en algún momento había esperado el entrevistado la
victoria alemana? Importaba incluso la descendencia de cada uno. La antigüedad del linaje era
claramente sinónimo de poca fiabilidad política, y se acusaba a familias de ser las culpables del
ascenso de Hitler al poder. Sin embargo, las familias nobles habían sido las primeras en dar
pasos reales para acabar con Hitler. SI los entrevistados superaban el Fragebogen, podían tener
el trabajo que quisieran. A los aliados les importaba acabar con el “militarismo”. Los oficiales
del Estado Mayor estaban expuestos a detención inmediata. Se les consideraba símbolo de
militarismo alemán, y los Aliados occidentales no querían que sus conocimientos profesionales
se pusieran a disposición de los soviéticos. El problema seguía siendo que un alemán no podía
reintegrarse a la vida normal mientras su cuestionario, debidamente cumplimentado, no hubiese
sido entregado y comprobado. SI uno quería seguir adelante, tenía que afrontar la “inquisición”,
y rellenar el formulario, con las preguntas “a veces estúpidas”, pues de lo contrario se quedaba
sin trabajo y sin los cupones de racionamiento. Y si alguien no se andaba con cuidado, se
exponía a ser declarado además criminal de la guerra.
Desnazificación.
La norma seguida por los americanos consistía en localizar a los alemanes menos censurables y
darles trabajo; no obstante, un celo insuficiente en desnazificar podría hacer que rodasen
cabezas importantes. Los americanos actuaban con demasiado rigor ya que solo del 10 al 15%
de los nazis eran peligrosos de algún modo: “Solo quien ha vivido doce años bajo el terror nazi
puede juzgar la enormidad de la presión y el grado de heroísmo y penetración política requerido
para oponerse a él”. Había que eliminar cualquier atisbo de lo que había sido Alemania en los
doce años precedentes. La actitud británica era, supuestamente, la de no alterar la situación
existente y recurrir a la reeducación siempre que fuera posible. Al juzgar al pasado, hubo
algunos que no consideraron un éxito los resultados obtenidos. Muchos nazis estaban
encerrados a cal y canto y en condiciones terribles. Se acabó liberándolos imponiéndoles un
castigo nimio. Los británicos tenían en su país sus propios problemas de los que preocuparse. La
desnazificación no fue ni mucho menos, su máxima prioridad. Estos creían firmemente en la
cukpa colectiva; cualquier alemán era susceptible de ser castigado, incluso con la pena de
muerte. Los rusos obligaron a los alemanes a trabajar mientras les suministraban lo mínimo
posible para subsistir. En 1948, ellos también habían perdido interés y pusieron fin a las purgas.
La actitud francesa se situó en un punto intermedio entre la de los británicos y la de los rusos:
no se trataba tanto una cuestión de culpabilidad, sino de saber si “un individuo concreto debía
desempeñar o no una función en la vida pública”. Los alemanes por su parte, estaban
acostumbrados a los métodos utilizados por la Gestapo o la NKVD y daban por supuesto que,
una vez casados, se les aplicaría un fuerte castigo.
La desnazificacion fue una realidad insoslayable para todos los alemanes.
El odio de los americanos a los alemanes seguía asombrando a mucha gente. “¿Por qué sienten
los americanos ese deseo de venganza? Los puedo entender en los rusos, que han sufrido
heridas, pero vuestras ciudades no han sido arrasadas, vuestras mujeres y niños no han muerto
de hambre ni han sido asesinados”. Las medidas de desnazificacion se basaban en un error
fundamental: no lograban que la gente creyera en un estado sometido a la ley, pues no
establecían diferencias entre inocentes y culpables.
Franz Von Papen, antiguo canciller que había sido ministro y embajador nazi, nunca se afilio al
partido y fue absuelto en el juicio de Nuremberg. Sin embargo, se le enjuicio y fue condenado
por ocho años. Se le confiscaron sus propiedades y se le privo de los derechos civiles. Ademas,
las esposas de los partidarios nazis fueron sometidas, como se suponía, a un juicio humillante.
Algunas incluso, daban sospechas de amar tanto a Hitler, que los americanos solo querían saber
si se habían acostado con él.
Los americanos se pusieron en cabeza las tareas de desnazificacion al llevar 169282 casos a lso
tribunales. Los rusos y los franceses rondaron un 10% de esa cantidad, con 18328 y 17353 casos
respectivamente. Los británicos mostraron, al parecer, escaso interés por el asunto dentro de su
zona y solo trataron poco mas del 1% de los casos estadounidenses. “Las masas alemanas
parecen completamente apolíticas, apáticas e interesadas principalmente en los problemas
cotidianos de la comida, el vestido y la vivienda”. No era lo que se esperaba. En 1949 los
americanos comienzan a liberar a los alemanes, en su mayoría.
Vista como un ejercicio de castigo, la desnazificacion fue una farsa. Se castigaban mas a
alemanes incidentes, que a los verdaderos asesinos en los campos de concentración. En algunos
casos, se presentan la construcción de campos de concentración para nazis, en donde,
rpincoipalmente, dividían a los mismos en tres grupos diferentes: “incriminados”, “ligeramente
incriminados” y “no incriminados”. Se crearon tribunaes especiales para juzgar a los nazis. La
eficacia de estos variaba de zona a zona. (Austria). Los nazis eran excluidos de cierto circulo de
profesiones.
LES RECOMIENDO LEER DESDE LAS 530 AL FINAL. DEMASIADOS NOMBRES Y
POCA INFROMACIÓN DIRECTA.

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