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CAPITULO III

3.1. LA TRANSMISION
La figura jurídica o institución de la TRANSMISIÓN o TRASMISIÓN DE LA
ASIGNACIÓN, por la cual si llega a morir un heredero sin haber aceptado o
repudiado la herencia, permite (trasmite) a sus asignatarios puedan en su
reemplazo decidir por su padre fallecido. Lo podemos apreciar reglamentado en la
ley sustancia en el artículo 1014 del C. C. que textualmente consagra: ―Si el
heredero o legatario cuyos derechos a la sucesión no han prescrito, fallece antes
de haber aceptado o repudiado la herencia o legado que se le ha deferido,
transmite a sus herederos el derecho de aceptar dicha herencia o legado o
repudiarlos, aun cuando fallezca sin saber que se le ha deferido. No se puede
ejercer este derecho sin aceptar la herencia de la persona que lo transmite.
La Transmisión es una de las llamadas indirecta.
Un asignatario tiene OPCIONES u EVENTOS posibles después de morir una
persona (causante):
1. SI ACEPTA la herencia y muere posteriormente (surge la Sucesión procesal –
ver art.1378 del C.C y art. 621 del C.P.C.).
2. SI REPUDIA y muere. (Nada Transmite. Ver art. 1296 del C.C.).
3. SI FALLECE sin haber expresado su VOLUNTAD DE ACEPTAR o REPUDIAR,
nace la Transmisión.
Se produce tanto en sucesiones TESTADAS E INTESTADAS.
Las partes intervinientes en la figura de la Transmisión son:
1. EL FALLECIDO O CAUSANTE
2. TRANSMITENTE O TRANSMISOR.
3. TRANSMITIDO O ADQUIRENTE.
3.2. REQUISITOS DEL TRANSMITENTE O TRANSMISOR
1. Haber fallecido sin aceptar o repudiar.
2. Debe ser heredero (testado o intestado) o legatario el transmitente.
3. El derecho del transmitente no haya prescrito.
4. Debe haber sido capaz de suceder al primer causante y haber aceptado
previamente la herencia del causante inmediato.
5. La causa de la transmisión ha de ser la post-muerte del transmitente. No opera
la transmisión en incapaces, indignos, repudiantes y desheredados, ni en la
conmurencia.

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