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Vigencia de El Malestar
Vigencia de El Malestar
ISSN: 1409-4002
revistaespiga@uned.ac.cr
Universidad Estatal a Distancia
Costa Rica
Azofeifa, Johny
El Malestar en la cultura: De la vigencia de Freud en la Modernidad
Revista Espiga, núm. 18-19, enero-diciembre, 2009, pp. 121-146
Universidad Estatal a Distancia
San Pedro de Montes de Oca, Costa Rica
KEYWORDS
RESUMEN
Sigmund Freud image, Culture,
El presente trabajo tiene como objetivo Civilization, Main Topics, Reviews,
APORTES
enfatizar la relevancia del inconmensu- Psychoanalysis, Modern.
rable aporte del creador del psicoanálisis
Sigmund Freud en la comprensión crítica
y reflexiva de ese periodo tan significativo ¡Hijo de analisio,
para la historia humana, como es el de la Freud, divina llama!
Modernidad. Para ello, de manera general Tú no precisas homenajes:
y divulgativa, nos abocamos a revisar algu- sabes bien de tu fama.
nos temas y valoraciones sobre una de sus Tu genio está mal dirigido
mayores obras: El Malestar en la cultura. Creemos a fines de inhibidos,
pero si te queremos reprimir,
violamos el principio de placer.
PALABRAS CLAVE ¡Deja en paz la libido¡
Imagen de Sigmund Freud, cultura, civili- Aunque muchos son hoy
zación, temas fundamentales, valoraciones, los que viven sin temor
y lo deben a Freud.
psicoanalisis, modernidad.
Todos los hombres de bien
te aclaman, y con sus voces
saludan a coro en ti
* Licenciado en Filosofía por la al Caballero de la Neurosis.
Universidad de Costa Rica. Profesor
de la Escuela de Estudios Generales (Poema aparecido en un diario
de la UCR y de Estudios Generales Vienés en los años 30’s)
de la Escuela de Ciencias Sociales y
Humanidades de la UNED. (Q.D.E.P.).
APORTES
medios para llegar a ser ricas
Occidente. Por lo tanto, la pregunta
y poderosas y reemplazar las
sobre su relación con la moderni-
enseñanzas de los sacerdotes
por la superioridad demostrada
dad era para Weber más especifica
de las proposiciones científicas. y tenía que ver con la forma espe-
Como a la larga ninguna socie- cial de racionalización que sólo se
dad puede ser estable si contiene había dado en Occidente con valor
elementos contradictorios e inco- y significado universales.
herentes, Durkheim pensaba que
“las sociedades modernas sólo Por eso, el maestro alemán admi-
conseguirían un equilibrio com- te que sólo en Occidente se da
pleto cuando se organicen pura- la ciencia que reconocemos como
mente sobre una base industrial. válida y que también allí el arte
(Larraín, 1996, 18) y la arquitectura adquieren carac-
terísticas únicas. Sin embargo, lo
En su justamente célebre Economía que caracteriza la modernidad por
y Sociedad, Weber señala cómo la sobre todo es la racionalización
modernidad aparece en estrecha que penetra las organizaciones
asociación con los procesos de racio- humanas constituyendo las buro-
nalización y desencantamiento del cracias: la “jaula de hierro” en su
mundo. Estos procesos implican atinada expresión.
“que no hay fuerzas misteriosas
APORTES
desarrollar la ciencia, la moral y
el arte como tres esfuerzos autó- con la cultura de masas, los merca-
nomos o esferas de acuerdo a su dos globales con las grandes orga-
lógica interna. Habermas sostie- nizaciones burocráticas. Esta edad
ne que Hegel fue el primer filo- nueva, denominada modernidad,
sofo que desarrollo un concepto tiene algunas discontinuidades
claro de modernidad en cuanto fundamentales con el pasado:
hablo de ella, en un contexto
histórico, como de edad nueva”. Hay que señalar en primer
(Larraín, 1996, 20) lugar que una de las caracterís-
ticas filosóficas principales de la
La tercera fase, que recién termina- modernidad es que sitúa al ser
mos o estaremos atravesando –esa humano en el centro del mundo,
es la discusión que hoy tenemos lo erige en la medida de todas
en los círculos académicos- en el las cosas, en contra de la visión
siglo XX, presencia la expansión del mundo teocéntrica que pre-
de los procesos modernizadores a valecía en la Edad Media. El ser
humano pasó a ser “el sujeto”,
todo el mundo, con el consecuen-
la base de todo conocimiento,
te desarrollo de una conciencia
el señor de todas las cosas, el
universal acerca de dicho proceso punto de referencia necesario de
modernizante. todo lo que sucede. El mundo
deja de ser el orden creado por
APORTES
plantear el surgimiento de una allí que Berman sostenga que en el
nueva época de la historia: la lle- Manifiesto Comunista Marx esta-
vada y traída Postmodernidad: blece la polaridad que va a animar
y dar forma a la cultura del moder-
La imagen del mago evoca tanto nismo del siglo venidero:
el sentido maravilloso de sus
poderes y potencialidades como El tema de los deseos e impulsos
el terror a un mundo demónico insaciables, la revolución per-
(sic) que se vuelve incontrolable. manente, el desarrollo infinito,
Es esta idea la que está detrás la perpetua creación y renova-
de esa dualidad de la moder- ción en cada esfera de la vida;
nidad que, al decir de Berman, y su antítesis radical, el tema
“nos promete aventura, poder, del nihilismo, la destrucción
alegría, crecimiento, transfor- insaciable, el aniquilamiento y
mación de nosotros mismos y consumo de vida, el corazón
del mundo y, al mismo tiempo, de la oscuridad, el horror. Marx
nos amenaza con destruir todo muestra cómo ambas posibili-
lo que somos, todo lo que sabe- dades humanas están infundi-
mos” (citado Larraín, 1996, 23). das en la vida de cada hombre
moderno por los impulsos y pre-
siones de la economía burgue-
sa”. (Larraín, 1996, 24)
APORTES
tico contemporáneo lo tuvo muy impensadas; los hechos del tipo de
en cuenta desde su Viena natal los sueños, los actos fallidos, los
a finales del siglo XIX, el genial olvidos, etc. –considerados por lo
creador de uno de los paradigmas general como hechos extraños, pero
fundamentales para entender y irrelevantes para la comprensión
diseccionar los complejos sucesos del hombre-se vuelven instrumen-
y problemáticas de nuestras atri- tos que sirven para contemplar la
buladas y enfermizas sociedades profundidad humana; fenómenos
modernas y ya casi cuasi postmo- como el arte, la moral, la religión
dernas: Sigmund Freud. e incluso la educación se ven ilu-
minados por una luz que todavía
Efectivamente, en el opúsculo Para hoy –inicios del siglo XXI- muchos
la historia del movimiento psicoanáliti- califican de “perturbadora”:
co (1914) Freud escribió: “El psicoa-
nálisis es (…) una creación mía.” Las costumbres se modifican
Esta “nueva ciencia” creada por debido a su choque con la teo-
Freud y (combatida al principio por ría psicoanalítica, y los términos
la mayoría, y aún hoy por bastan- fundamentales que ésta utiliza
tes) se hallaba destinada a ejercer (complejo de Edipo, represión,
censura, sublimación, incons-
una enorme influencia a la vuelta
ciente, “superyó”, transferencia,
de pocas décadas, un influjo cada
APORTES
al hallarme ante el ímpetu de dicionados, en una mayor atención
la vida, sin vértigo, sin parpa- a las dinámicas impersonales no
deo, sin vacilar un momento, conscientes de la vida afectiva, en
con soberana lucidez, mirando una dimensión psicológica de la
hacia atrás, y que, marchando pedagogía, en el mismo modo de
en contra de la corriente, ha vivir la vida erótica.
remontado el curso hasta sus
fuentes, espantable criadero de En este sentido la presencia de
monstruos. Freud, y por tanto del psicoaná-
Cuando le pregunté sobre su lisis, en la autoconciencia de lo
salud, repúsome que no iba cotidiano, en forma indirecta o
bien. “Es natural –replique- ¡con mediata, en la cultura alta y en la
tanta labor!” “¡Oh! Exclamó- con mediana, pasa de los ámbitos res-
la guerra todo lo hemos perdido tringidos de los especialistas a los
y hay que trabajar mucho!” Sin más populares. Pero se trata tam-
embargo, la nota dominante de
bién de una presencia directa, con
su persona es, a no dudarlo, la
sus escritos y con su nombre, con
serenidad. La grandeza espiri-
tual y afectiva de este hombre
ese nombre simbólico del Padre
de genio, es comparable a su Freud en las estrategias políticas
fuerza mental –de ello tenemos de la iniciativa privada:
pruebas–.
APORTES
dirigido a obtener a cada instan-
tico, poco tolerante de disidencias,
te el máximo placer. Si es cierto
que el precio de esta represión
decididamente negativo respecto
es la neurosis de todos, tam- a la posibilidad de transforma-
bién es cierto que el sufrimien- ción político-social, hostil hacia los
to manifiesto es el resultado nacientes movimientos socialistas,
de un desconocimiento de los poco simpatizante con sus alum-
propios mecanismos represivos nos más jóvenes que optaban por
que coincide con una mala ges- la adhesión a la izquierda y por
tión de la energía instintiva. La posiciones antinazistas. Fue hasta
misión indicada por Freud con- sus últimos días una persona de
siste en abrir nuevos caminos, enorme estatura moral e intelec-
a través de los cuales la energía
tual y tuvo el don de conjugar la
instintiva pueda doblegarse a
originalidad y la capacidad de sín-
las exigencias de lo social sin
perder su propio vigor, ni diri-
tesis, que son quizá las principales
girse contra sí misma, con el características del genio:
fin de producir el máximo de
operatividad y de cultura con el Pero el mensaje freudiano,
mínimo de sufrimiento”(Jervis, menos rigurosamente objetivo
1985, 287) y científico de lo que quería su
fundador, es de hecho poco fun-
cional para la razón burguesa.
APORTES
Lúcidamente, el historiador de la
muestra otra cara del evidente-
filosofía italiano, enfatiza cómo de
mente controversial proyecto psi-
este modo el Yo se ha expandido
coanálitico:
y debe continuar expandiéndo-
se para conquistar porciones de Despiadada escuela de egoísmo,
un Ello saneado, pero que se ha el psicoanálisis se encarniza con
vuelto más débil, más indefenso, el mayor cinismo contra mucha-
más expuesto a los ataques com- chas un poco asombradas por
binados y complementarios de las la vida a las que transforma en
mayores exigencias de satisfacción unas criaturas innobles de un
pulsional y de la desorientación de egocentrismo delirante, ya que
las instancias del Superyó: sólo pueden suscitar un legítimo
disgusto… Mezquindad, egoís-
Es como si, caídas las barreras del mo, arrogante estupidez, ausen-
individuo “liberal” responsable, cia completa de sentido moral,
se hubiese dado vía libre a la incapacidad crónica de amar:
satisfacción de deseos que el prin- he aquí el retrato exhaustivo de
cipio de realidad lograba antes una mujer analizada… Su psi-
controlar, puesto que han desapa- coanálisis la transformó en una
recido los frenos e inhibiciones de verdadera basura, sin tripas, sin
carácter institucional y familiar. conciencia… (…) cuanto más
Después del psicoanálisis, en fin, innobles sean mejor les irá…
APORTES
inglés más apropiado “dis-ease” po transcurría de esta forma muy
(desazón) resultaba anticuado. agradablemente. Al escribir esta
El propio Freud sugirió “Man’s obra he descubierto de nuevo las
Discomfort in Civilization” (El verdades más triviales. (Jones,
desasosiego del hombre en la 2003: 614)
civilización), pero finalmente se
tituló Civilization its Discontents Nos permitimos –en este momen-
(El descontento en la civilización) to– transcribir el importantísimo
–en la versión castellana El males- resumen valorativo que de esta
tar en la cultura)-. En el plazo de obra realiza este significativo
un año se agotó por completo la autor, que fue sin duda uno de los
edición de 12.000 ejemplares, y primeros que la leyó:
hubo de reeditarse. No obstan-
te el mismo Freud quedó muy En El malestar de la cultura
insatisfecho por el libro. Así lo Freud hacía la más comple-
notificó a Lou Andreas Salome: ta exposición de sus ideas en
“Su acostumbrada perspicacia le el campo de la sociología, un
habrá hecho suponer por qué he campo que, tal como dijo en
demorado tanto la respuesta a su alguna ocasión, “no puede ser
carta. Ya le ha dicho Anna que otra cosa que una psicología
estoy escribiendo algo, y hoy he aplicada”. El libro comienza con
terminado la última frase, con la el problema más amplio posible:
APORTES
conflicto entre las pretensiones sólo como poco práctico, sino
de libertad del individuo para indeseable por muchos concep-
obtener satisfacción personal y tos. Esta gran carga impuesta
las demandas de la sociedad por la sociedad tiene lugar por el
que con tanta frecuencia se les fuerte instinto de crueldad agre-
oponen. Entonces Freud pasaba siva del hombre. “Debido a esta
a discutir la cuestión, tan vital primordial hostilidad entre los
para el futuro de la civilización hombres, la sociedad civilizada
de si era o no este conflicto se ve constantemente amenaza-
irreconciliable. A este respecto da de desintegración. La cultura
fijaba una lista impresionante tiene que recurrir a cualquier
de restricciones que pendían esfuerzo que sea necesario para
sobre la vida sexual del hombre: levantar barreras a los instin-
prohibición de autoerotismo, tos agresivos del hombre.” Esta
impulsos pregenitales, incesto tendencia a la agresión, que en
y perversiones; limitación a un opinión de Freud representaba
sexo, y en última instancia a un el obstáculo más formidable a
compañero. “La vida sexual del la cultura, es “una disposición
hombre ha sido seriamente per- humana innata, autónoma e ins-
judicada, y en ocasiones produce tintiva. (Jones, 2003, 615)
la impresión de ser una función
que se halla en proceso de atro-
APORTES
oceánico” que su amigo el escritor talgia por la protección del padre”.
francés Romain Rolland propuso
en calidad de fuente del senti- Debe hacerse notar que, al expo-
miento religioso. Freud da cuenta ner este proceso, Freud se ubica
de ese “sentimiento” interpretán- en una segunda disposición que
dolo como una reminiscencia del no es ya la del “yo realidad”
(Real-Ich) sino la del yo-pla-
yo-real originario, sin borde, sin
cer (Lust-Ich). Esta disposición
temporalidad, del cual el sujeto-
corresponde a un momento en
realidad “acabado” guarda un que el corte encarnado en la
oscuro recuerdo bajo la forma del pérdida del pecho materno ya
sentimiento del infinito. ha acaecido, y el hombre ha sido
arrojado al desamparo de un
Ese estado mítico originario, figura mundo en el que no le queda
del primer narcisismo, nos presenta otro recurso que apelar al Otro
un mundo en el cual no pasa nada, todopoderoso para restablecer
puesto que nada puede acontecer el estado “oceánico original des-
en ese apeiron que no ofrece al acto trozado”. La invocación al padre
hito alguno de lugar o de tiempo. es, por lo tanto, una demanda de
Freud, entonces, invierte el argu- amparo dirigida a un “salvador”
que podrá proteger al hombre
mento de Romain Rolland y mues-
de la castración y de la muerte,
tra que para el hombre la vida sólo
APORTES
a un sueño, sin por ello dejar de
mente, la alimenta la culpa. Ese será
buscarlo. Pero pensar significa tam-
el tema del capítulo VII.
bién reconocer los límites del pensar
mismo, límites que Freud recogió en
En este capítulo desarrolla: Origen
el concepto de Ananké: la creencia
de la culpa y del Superyó. Acerca
de que todo es interpretable, la bús-
del enigmático origen del senti-
queda de sentido a todo cuanto le
miento de la culpa. La defensa del
sucede al ser humano y cuanto suce-
padre ideal. ¿Porqué defiende el
de en él, no es más que una nueva
hijo la figura del padre ideal?. El
Weltanschauung que nos promete la
destino de la civilización. La función
ilusión de un saber absoluto, a juicio
de la repetición-Ideal, ideal del yo y
de un estudioso:
superyó. La pareja Eros y Ananké.
No hay Eros sin Ananké. ¿Es posible La estrategia de atacar el psicoa-
desecar el Zuydersee?. ¿Es conce- nálisis poniendo en duda la his-
bible una civilización mundial?. El toria heredada y cuestionando la
desquite de Tánatos. Lo que encubre figura de Freud pone en evidencia
el amor a la humanidad. Al final, en una dificultad esencial, como dice
el capítulo VIII trata el tema del eter- el historiador de la ciencia Frank
no combate entre Eros y Tánatos. J. Sulloway de la Universidad de
con lo que concluye de manera pesi- Berkley (sic): “En tanto historia-
mista, la citada obra freudiana. dor de la ciencia que ha estudia-
APORTES
tura libidinal determinada por
armamentismo nuclear, la inseguri-
impulsos violentos, agresivos y
dad, codicia y empobrecimiento, y
excluyentes enteramente cohe-
todas esas patologías sociales, que
rentes con el fetichismo econó-
hoy aquejan a nuestras sociedades- mico del consumo compulsivo
solo podrán ser resueltas política y (Gallardo, 2006, 7, 8).
humanamente de un modo positivo
por nuevos movimientos y movili- Como ya lo anunciaba la monu-
zaciones sociales gestados en y por mental obra freudiana, en el siglo
la crisis y cuyas acciones tengan pasado, de allí su vigencia impe-
alcance estratégico, entendido éste recedera de cara al nuevo siglo, la
como prácticas que imposibiliten la lucha contra la represión libidinal,
reproducción económica y libidinal esa energía pulsional descubier-
del actual desorden mundial y gesten ta por el padre del psicoanálisis,
y realicen en el mismo movimiento sobrerreprimida por el superyó
condiciones alternativas de existen- cultural y religioso, impide a esta
cia plenamente humanas. energía instintiva orientarse a la
gratificación y al cuidado de sí,
Desde el punto de vista de la como condición de sabiduría polí-
sensibilidad cultural, el some-
tica (Foucault). En este capitalismo
timiento de las mujeres y de lo
salvaje y rapaz que hoy bajo el
femenino ha prolongado la foca-
ropaje de una globalización neoliberal