Santander ingresó como recluta voluntario en las filas patrióticas y
ascendió a Subteniente Abanderado del Batallón de Infantería de
Guardias Nacionales, el famoso Batallón 5º de la Unión.
Fue parte de la Inspección Militar, de la Comisión de Guerra en la
Junta Suprema y colaboró con Antonio Baraya en la campaña del Norte y en la Guerra de la Federación contra las fuerzas centralistas de Cundinamarca después de haber anexado Mariquita en sus filas, siendo ascendido sucesivamente a Teniente y Capitán, en menos de un mes en 1812. Fue herido y hecho prisionero durante la Batalla de San Victorino (9 de enero de 1813), por las fuerzas centralistas.
Posteriormente Antonio Nariño lo libera para enviarlo a servir en la
campaña de Simón Bolívar en el norte. En 1813, ya ascendido a Mayor, Bolívar le encomendó la defensa de los valles de Cúcuta, donde fue vencido por los realistas aunque tuvo victorias a pesar de la inferioridad cuantitativa, defendiendo o recuperando los valles de Cúcuta y parte de Venezuela, hasta la batalla de Cachirí, donde mandó la vanguardia y la descubierta.
A pesar de su derrota organizó la retirada ordenada de sus tropas al
mando, tras lo cual se vincula a la guerra en Venezuela haciendo toda la campaña del Centro hacia Caracas en 1818, además de hacer la campaña de Barinas, la Campaña de la Guayana o la campaña Apure, y contiendas como Fuerte Brión, hato del Yagual, Achaguas, Bancolargo, Guayabal, Calabozo, El Sombrero, La Puerta, Barbacoas, Acurén, Ortiz, el Rincón de los Toros y otras. En 1813 Santander participó inicialmente en la Campaña Admirable en la que Bolívar inicia sus acciones en territorio venezolano. Santander permanece en la población de La Grita, que había capturado por asalto en el combate de Angostura de La Grita el 13 de abril de 1813, en apoyo al coronel Manuel del Castillo, quien se negó a seguir hacia Caracas. Al final para evitar más discrepancias y por órdenes de Bolívar, le encomienda la defensa de los valles de Cúcuta.