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Los oGRoS ‘Los grandes monstruos le habia intimidado mucho, en un principio. No intenté nunca ress, porque sus débilesfoeeas no podian contrares- tar lade ellos, que mavian feilmente el esén que le serv de eaay, leva ‘indole por las oejas con pasmosa fecilidad, le clevaban hasta alturas ver siginosas ‘Su habilidad para esconderse era menor que lade ellos para buscarlo, Habla tatado de ocultase entre las palas y detris de unas lonas vicas amontonadas en ef patio; pero siempre los monsiruos habilidosos le ‘encontraron de inmediat, Le lime tentative de evasion, ali una vez, ala hora de a siesta Se acere, con timider, a la pucrta del ean y mir6 para todos lado, sn ver ai lt nadie. En el patio, slitario y silencioso,cantaba un pajaro su ‘tino mondtono y esto le dio imo. Salis receoso, mirando con fecue ia para todos lados,incrédulo de a fecilidad con que ula Arrimado ala pared, moviendo vivamente sus ojillos escrutadores, se fur alejando a la ventura. Atravess, as, el aicho y érido patio y Megs # una pucrts peque- 2a, que eryiésollozando cuando la empujé. Detris se extendla un poque- fo jardin, que alle parecié inmenso, Corrs, asustado sin razén, a oeuh tarse entre los yuyos y permanecié wn largo rato en intensa expestativa [Engaftado por lo altos yayos y por los arbusts,creye ibre, Sélo la facie Tidad de su Hberacién Te inquistba, teria alguna celada, Después, mis ranguil se metié entre ls matasy corié wn rato eon tento. Comié una sabrosaplantitay traté de huir mis lejos. Por ese lad, cl camino estaba cortado por un alto muzo y comenz6 arecortela, en bus” ca de una abertra,oculto siempre. Dio muchas vuelta, y se encontré de 0 EAMANGA pronto ant I misma puerta por donde hab enrado, Pop un slo y fie 2 esconderse,temblando. Luego, sin movers, fue observando el lugar. Era evidente que los monstruos habian eambiado el mundo; anes, él podia recorrr el campo» sltarlibremente, ain muy lejos de su eueve, ahora se Je oponian estos insalvables obtdcules. La tenaz sin Te inet de nuevo 4 se dispuso a recomer el jardin, pero unos gritos ljanos le contuviero. Debian haber notada su fags, porque los gritos partan del patio; le esta an buscando. Para ocltase mejor, comeazé 2 cavar una cueva Jara y sigilosament, para ao Hamar le atencidn. Las voces y los pits se fueron slejando y ceyo habereesalvado, Se incorporaba para buscar une sda, cuando chill, Azorado, quiso eseonderse y ese movimiento le delat. Se dio cuenta de que estaba perdido, y, resignad, se dej6 agara por las ore- js, ra imposible eseapar ls monstruos dominaban el mundo Desde entonces, convencido de la imposibilidad de Muir, wats de amoldatse su neva estado, obedeciendo, en lo posible, los deseos desis poderosos duetos. Les fie perdiendo ol miedo y hasta legs a enesriarse con lov dos monstros chicos, que le rodeaban de continuo, Not, despuss, que uan- do 6 movia as ors, respondiendo a un grit, le obsequaban eon leehu- 1 fies, y en adelante obedesi de inmediato a lt voces confuse, que sncerrahan para luna sbrosa promes, Como era inteligene y se preo- ‘cupaba, pronto eprendis dives habildades,quc cian Ia delciae de los monstruos pequeos abla en Ia eats otros mis grandes, que no gasshun con ninguna ‘onsideracién, que To miraban siempre con siniestms intenciones y alos cuales sugulatmiendo, Sobre todo une de ells le atemoizaba, Fra gean- de y feo, envuelto con muchos trpos. Viva entre el fuego y el humo, rmancjando diabélicos instumentos, que al cae produclan un estépite Aescomunal, Cada dos o tes diese acorebs, le papa ls craes, ante- ‘anda su gorda y hacia gestos de satifaccign, Esto le Menaba de tgicos presetimientos. RAUL SCALABRIN ORTIZ a u Los preparativos pa la instalacin de Ia zapsteria habian terminad. ‘Las compra se habianeelizado a un precio mis que convenient, aprove chando un rmate judicial. La estnteria se consiruyé econdmieament porque ambos socios colaboraron,y su aspecto resulta agradabl, Todas has circunstaneitsesiahan en su favor. Era un bari rico, habitedo por muchos empleados, donde por casualidad tondrian pocos competidors, todos muy pobremente establecdes. Su local, en cambio, con gran abu dancia de mercaderl, bien insalado y con sus vivcrs ben aeegladas era realmente strayente. Su mismo socio le placia, Daba gusto ese hombre, aque tena un arte especial para aneglr las vdvieras, para disponer el mos: trador, las sills, el probador. No en balde habia viajdo tanto. Fueron compaleros en la gran zapateia "El Tigre” y all planeaton cl negocio. ‘Tales eran los agradables pensamientos de Antonio Ramirez, cuando el sbedo a la tard entraba ch su cas Enconted a sus dos bijs jugando con el conejo, como de costumibre Ls contemplé mucho tiempo, admirando, de lejos, las habildades que en tan poco tiempo le habian ensefado, Sus hijos eran vvas ¢inteligentes. La seguridad de ello, le inundé ain mis de felicidad Min, papi, eémo obedece, exclams el mayor de ellos. Dirigiéndose al conejo, grité, al tempo de golpear ls manos: “Tuanito Conejo, dispar, dispar Y¥ el conejo, obedient, hoyé a oculterse detris de una escoba, mi dolos dese al on sus ojos movedizos y burlones Iuanito Conejo, ven, le ritaron de nuevo, yel conejo se acereé ma Popd, decile que mueva las arias, ves # ve, Comy conejo eon Vor rome Mov as oes I cons asistado, corr a meterse en su guatida, New no sabes deine, paps, protests el mayer. Le sacaron de nuevo, Ia acizciarn y le ordenaron: io, grit al 2 LAMANGA, —Suato Conejo, mové las orcas. I obodiente animal as saci lentamente, come apladiendo Don Antonio rela encantado,dichoso. Les acariciy fea sludar a su mujer. Su felicia Ie hacia fisivo y a aba y bes lagaments. Se se tie hueno, rebosante de alepra Le deseibis con todo deal el borito ecto del fel; cleu las posbles ganaeiasy,aratrad por la fantasia,

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