UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE ENTRE RIOS

FACULTAD DE CIENCIAS Y TECNOLOGÍA

PROFESORADO EN MATEMÁTICA

CÁTEDRA PEDAGOGIA

TRABAJO PRÁCTICO INTEGRADOR

“Entre el IR y VOLVER a la escuela”

Profesora: FERNANDEZ, Mercedes

Alumnas: LUSSA, Mariana

MENA, Giuliana
RACCA, Micaela

AÑO: 2021
 PROFESORADO EN MATEMÁTICA
P E D A G O G Í A

¿CÓMO TRANSFORMÓ LA ENSEÑANZA EL CONTEXTO DE PANDEMIA?

Introducción: Pedagogía de las diferencias – “Entre el ir y volver a la escuela”

…entre el vaivén de ir y volver a la escuela, entre los cuidados, la enfermedad y la

necesidad, la compañía y el deseo, nunca será demasiado tarde cuando se trata de pensar en
voz alta, para volver pensando en la integridad (salud) del otro, para preguntarnos ¿a qué
escuela queremos volver?

LAURA DUSCHATZKY:
Nunca se vuelve al mismo lugar de la misma forma, pero en el ir llevo mis experiencias
anteriores, voy y vuelvo nutrido de información.
Volver a la escuela implica imaginar ese acto despojados de ciertas cuestiones, que tanto
dolor nos haga cambiar la imagen de escuela antes de pandemia o querer volver a lo que
teníamos y que hoy extrañamos; no vamos a poder borrar la pandemia y hay que recordarlo,
escribirlo y leerlo para no volver a un lugar en donde no queremos estar, ya que estamos
inmersos en esta pandemia y aunque queramos ignorarla no podemos escapar de ello.
El problema central que trajo esta pandemia es la pérdida de la ilusión del control; nos
enfrentó a situaciones nunca pensadas, y cada quién las supera de distinto modo. Modos que
nos cambian también a nosotros y a lo que nos rodea.
Nos cambió la estructura de las escuelas, la forma de hacer escuela. estamos en un mar
de dudas y cada vez menos certezas pero que necesariamente, nos obliga a preguntarnos ¿qué
espacio de seguridad podemos transitar, crear?
Está claro que se debe seguir enseñando (la enseñanza no puede dejarse de lado), estos
momentos exigen que se haga un cambio de forma, un modo virtual que sustituya ese encuentro
en las escuelas, pero seguir asegurando que los alumnos descubran el mundo y puedan tener
un espacio de confianza sin temor creando “rituales” simbólicos (umbrales espaciales de
entrada o límite a algo nuevo)
Necesitamos instantes en que ocurran otras cosas, no solo el miedo de la pandemia,

LUSSA, Mariana – MENA, Giuliana – RACCA, Micaela

necesitamos que en la escuela se enseñe a cuidarnos para vivir, no para no morir, reglas que
habiliten y no solo prohíban, que pueda habitar otros tiempos, el de la demora y de escucharnos
y escuchar, inventar sitios donde podemos desplegarnos. El trabajo del profesor, entonces,
consiste en conciliar al alumno con su soledad.

DANIEL BRAILOVSKY
Si pensamos en las idas y vueltas, en como estaríamos sin pandemia y cómo estamos con
ella, terminamos remitiendo al concepto de presencia. Pensar en la escuela es recordar cuando
íbamos a la escuela; no podemos mirar objetivamente, pero debemos ampliar la mirada para
ver más allá de lo que la escuela es y lo que hace. Si nos paramos en lo presencial, damos
palabra de lo que vivimos, necesitamos estar presente en tiempo y espacio.
Antes estabas presente o ausente, ahora se está presente o virtualmente. En la virtualidad
se desdibuja la presencialidad, en pre-pandemia se creía que teníamos que virtualizar la
escuela para que sea “más atractiva” para las nuevas generaciones, para aquellos que son
nativos digitales. Y la virtualidad nos dio como resultado la afirmación de que hay experiencias
que solo se dan de cuerpo presente, como el aburrimiento.
La clase y el recreo son dos partes de esa experiencia en la escuela y que son
irreproducibles en la virtualidad. Perdemos todos los matices que, están en la escuela que
creíamos obsoletos y ahora se vuelven tan necesarios.

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¿CÓMO TRANSFORMÓ LA ENSEÑANZA EL CONTEXTO DE PANDEMIA?

RAFAEL DE PIANO:
En el ir y volver a los adultos nos cuesta más, la escuela en estos momentos es muy
variable, en las tareas de cada día es un fluir permanentemente una tensión a la que estamos
expuestos siempre pero más profundo en esta situación de pandemia, un salir de la evolución
de lo tradicional sin dejar la continuidad de los procesos que pretendíamos en las escuelas.
Viendo que podemos crear cada día como nociones situadas, escena (dinámicas describibles),
situación (problema que nos planteamos y alguien más).
Hay que quitar los valores universales a cada concepto, y empezar a ver la singularidad.
No podemos anular el caos pero necesitamos establecer algún orden, en la escuela armamos
dispositivos que nos permiten transitar este caos de la mejor manera posible, con una escuela
presente. una escuela que permita un movimiento ordenado (lleno de protocolos) pero que no
olvide el significado de la solidaridad. Tuvimos que reformular conceptos como la solidaridad:
antes era abrazarlo, prestarle objetos para ayudarlo. Ahora es no tocarlo, no prestar objetos y
mantenerse alejados
Generamos una pausa en el tiempo, para agudizar los sentidos para escucharlos y
escucharnos, para repensar y repensarme en un encuentro educativo. Confrontarnos a nosotros
mismos en una imagen a modo de espejo que nos devuelve esa pantalla y que antes en las aulas
no sucedía. Y es aquí donde aparece el desafío, encontrarnos con la propia mirada y
reafirmarnos en la potencia de lo que podemos hacer, lo que logramos en comunidad, no de
conectarse con la potencia de cada quien, sino de conformar un entramado colectivo que nos
transforme.

CARLOS SKLIAR:
Para él, “la esencialidad” está llena de problemas, mal formulados o una acción
irreversible y duda en los cuidados. Pero esas dudas se convierten en certezas cuando suceden
desafortunados acontecimientos que nos llegan cada vez más intrínsecamente.
Dentro del caos, de la angustia y dolores que se nos vienen dando desde la pandemia,
seguimos pensando, deseando un reencuentro, una necesidad que va más allá de la relación que

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tenemos con el otro a través delo que vemos en el rostro.
La presencia como semblante vivo que las pantallas no lo permiten, el rostro es singular
frente al cual respondemos, el enunciado educativo entraña una respuesta singular que se
conecta y responde a cada rostro (a cada persona).
Por otro lado, antes de la pandemia había una discusión en cuanto a la forma y la función
de las escuelas, el ir y volver es un tema de debate, es muy importante y es algo que tiene que
ver con extrañar lo que vivíamos antes adjuntamente lo social que involucra el ir a la escuela,
además volvemos a la forma que está en discusión con respecto a lo que estamos viviendo y la
función anula la forma.
Esperar, caminar y volver son palabras que tienen una relación mutua:
- Esperar, como paradoja del cuerpo, aquello que no se ve, pero existe; lo pasado en
el presente, se espera en la pasado porque le futuro tiene sabor amargo, esperar
como temblar, esperar los ojos aquello que los pies caminan.
- Caminar, encontrar el propio paso, el propio peso; caminar como retirarse para
escapar, como regresar a algún sitio donde nunca estuvimos antes.
- Volver, como venir, no se retorna; el tiempo es el único que no regresa. Se extraña
lo olvidado, el tiempo es el único que no regresa

El rencuentro traerá un doble cuidado, cuidar ciertas cosas del mundo y cuidarnos del
mundo. Experiencias del confinamiento, de crear y recrear, antecede las cosas importantes de

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¿CÓMO TRANSFORMÓ LA ENSEÑANZA EL CONTEXTO DE PANDEMIA?

la vida, toda bienvenida es una opción para crear la escuela que soñamos, una atmosfera ideal
para volver a estar juntos y darnos cuenta de quienes necesitan más tiempo y un cuidado más
especial, es una bienvenida colectiva tiene que ver con el reencuentro grupal, pero también es
singular a un nombre particular.

LUSSA, Mariana – MENA, Giuliana – RACCA, Micaela