SOÑANDO CON MI COLEGIO

Niño con sus papás

Me cuentan mis padres que por los años 90 en la parte posterior del colegio existían
tres ambientes muy interesantes:
El primero de ellos destinado a un laboratorio de Biología y Química; el segundo
para una biblioteca escolar y el tercer ambiente para la banda de música.
En el laboratorio se estudiaban las partes del cuerpo humano en maquetas dejadas
por promociones anteriores; además, se realizaban experimentos en el área de
Química como por ejemplo el procedimiento para la producción de la pasta dental,
el betún para calzado, jabón en barra, etc., estos eran los grandes inventos de ese
momento, y a la vez se enseñaban a reconocer los materiales del laboratorio.
Me pareció un aula muy interesante que personalmente creo que debería retomarse
en un futuro desde primaria con una buena infraestructura, con materiales
modernos de modo que nos ayuden a nosotros los niños a entender mejor nuestro
cuerpo humano entre otras cosas que nos ayuden a realizar grandes inventos que
beneficien, no solamente a mi pueblo si no al mundo entero.

Debido a esta cuarentena paso más tiempo con mis padres y entre juego y juego
me ayudaron a armar uno de mis robots favoritos de manera que me puse a
recordar mi clase de robótica, aplicando lo aprendido, este hecho me llevó a pensar
y soñar en regresar a mi clase de robótica para crear nuevos y sorprendentes
diseños robóticos. Así que imaginé como sería todo un día en mi colegio en una
clase de robótica, con tecnología moderna e infraestructura nueva donde me
desarrollaría y aprendería muchas cosas más, cómo en el área de cómputo donde
navegaría y experimentaría cosas nuevas.
Además, practicaría futbol, básquet, gimnasia, natación, tenis de mesa y otros
deportes de vital importancia para nuestro desarrollo físico y mental en un ambiente
adecuado para desarrollar estas y otras actividades deportivas, también me gustaría
un ambiente donde pueda practicar el ajedrez debido a que esta actividad nos
ayudaría a razonar al crear estrategias de juego para salir triunfante.

Asimismo, sueño con un anfiteatro donde presentemos todo aquello que

aprendemos en los talleres de minichef, robótica, danza, teatro y canto como
expresión de nuestra creatividad y como forma de expresar nuestros sentimientos a
través del arte y la cultura propia de nuestra identidad peruana y latinoamericana.
Cuando veo en la televisión los salones de clase en otros países, me gustaría que
mis actividades de aprendizaje se desarrollen en ambientes donde cada aula tenga
proyector para observar videos educativos, que cada estudiante cuente con una
tablet para complementar nuestro aprendizaje igual como los demás niños de los
países desarrollados sin descuidar las áreas verdes que son la fuente de vida del ser
humano. Como siempre no estamos en aula, me encantaría que nuestro colegio
cuente con una biblioteca moderna para continuar investigando cultivando siempre
nuestro hábito lector para seguir desarrollando nuestras habilidades mentales.

Pero nuestro aporte al desarrollo de la comunidad no puede guárdese en la mente y

en el corazón, es necesario contar con un espacio donde se registre los hallazgos de
nuestras costumbres y tradiciones para ser apreciada por propios y extraños en la
transmisión oral, escrita y monumental de cómo es nuestro querido Monsefú.
Finalmente sueño con un San Carlos nuevo, moderno y emblemático orgullo del
pueblo monsefuano y de la región. ¡TODOS JUNTOS PODEMOS ALCANZAR ESTE
GRAN SUEÑO!