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ÉTICA, GESTIÓN HUMANO Y CALIDAD EN LA GESTIÓN PÚBLICA

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Presentado por

Sandra Natalia Rivera Gallo

GRUPO

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TUTORA:

Licette Estela Ramos

UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA UNAD

ECACEN

SEPTIEMBRE 2017
La lucha contra la corrupción en Colombia: La carencia de una política integra

La corrupción, un fenómeno que actualmente acosa a Colombia al igual que a los


demás países del mundo. Los que gozan de poder se apoderan arbitrariamente de los
recursos económicos, situación que afecta el bienestar de los menos favorecidos.

Sin embargo, la corrupción no es una causa, sino una consecuencia de la situación


económica y social que atraviesa el país, por lo tanto para atacarla se debe en primera
instancia, implementar medidas que permitan solucionar los problemas que la han
desencadenado.

La corrupción en Colombia no es un tema nuevo, todo lo contrario es una


“tradición” que se ha traído desde la época en que los españoles gobernaban este territorio,
en la cual los intereses de los colonizadores se imponían sobre los intereses de la
comunidad; cosa que no ha cambiado hasta la actualidad. La diferencia radica en la
ampliación de la participación ciudadana, que permite percatarse de esta situación y las
consecuencias que está generando en la sociedad.

Para empezar a hablar de este tema tan controversial actualmente, se debe saber que
significa y que mejor que empezar por su origen etimológico: “La palabra ‘corrupción’,
etimológicamente viene del latín curruptus, que significa descomposición, podredumbre o
desintegración”

Puede entenderse entonces, que la corrupción es la representación de lo peor que


tiene una comunidad; “igualmente, se identifica como el proceso degenerativo de las
normas y de los valores que se establecen en la sociedad”
Según Nubia Urueña 2012: “La corrupción es un área que impone un nuevo reto a
los administradores de entidades públicas y privadas y se constituye en el principal
obstáculo para alcanzar una gestión eficiente”

Desafortunadamente para la administración pública y privada, la corrupción es un


mal que siempre está ahí, hasta el punto de que algunas personas afirman que no existe
entidad alguna que prescinda de esta “maña”, convirtiéndose en un obstáculo para los que
confían en que todavía las cosas pueden hacerse de forma correcta.

El Gobierno colombiano ha tratado de combatir la corrupción mediante una amplia


legislación, sin embargo, como se ha expuesto anteriormente, estas prácticas van en
aumento. A continuación se relacionan dos de las leyes más representativas que sancionan
estas incorrectas actuaciones:

Ley 1474 de 2011 (Nuevo estatuto anticorrupción) “Por la cual se dictan normas
orientadas a fortalecer los mecanismos de prevención, investigación y sanción de actos de
corrupción y la efectividad del control de la gestión pública”.

Y la ley 190 de 1995Por la cual se dictan normas tendientes a preservar la moralidad en la


administración pública y se fijan disposiciones con el fin de erradicar la corrupción
administrativa”.

Esto demuestra que el Estado colombiano ha intentado combatir la corrupción , pero


no ha tenido mayores resultados. Durante los últimos cuatro años se avanzó en la
organización del Programa Presidencial de Lucha contra la Corrupción; se modificó el
estatuto de contratación, se puso en marcha la Dirección de Regalías en el Departamento
Nacional de Planeación (DNP) y se ordenó la puesta en marcha del sistema de monitoreo,
seguimiento y control de los recursos del Sistema General de Participaciones (SGP). Sin
embargo, no se expidió una política integral de lucha contra la corrupción; no se actualizó
la ley anti-corrupción como lo ofreció el Plan nacional de Desarrollo 2014-2018 , no se
fortaleció suficientemente y se dio autonomía al Programa Presidencial de Lucha contra la
Corrupción, y no se puso en marcha el sistema de seguimiento a los recursos del Sistema
General de Participaciones. De otra parte, aunque los órganos de control y la rama judicial
han adelantado acciones de fortalecimiento, la impunidad sigue siendo muy elevada y la
eficacia en materia de investigación y sanción insuficiente.

En particular, es importante llamar la atención sobre la relación que establece entre


corrupción y democracia. Las prácticas corruptas impiden materializar los principios y los
objetivos del Estado Social de Derecho, en la medida en que concentran en manos de unos
pocos los recursos y bienes que deberían destinarse a intereses colectivos; distorsionan la
toma de decisiones a favor de intereses particulares; aumentan los costos de administración
de bienes y servicios públicos y privados; debilitan el respeto por la autoridad, erosionan la
confianza ciudadana en las instituciones, y contribuyen a debilitar la legitimidad del Estado.

Por ejemplo, Luis Jorge Garay en 2015 se refiere a este fenómeno en los siguientes
términos:

Según el portal www.razonpublica.com/index.php/economia-y-sociedad/1510-la-


corrupcion-en-colombia.html esto hace que la acepción tradicional de la corrupción, que ha
sido definida por Transparencia Internacional como "el abuso de posiciones de poder o de
confianza, para el beneficio particular en detrimento del interés colectivo, realizado a través
de ofrecer o solicitar, entregar o recibir bienes o dinero en especie, en servicios o
beneficios, a cambio de acciones, decisiones u omisiones", se quede corta para entender la
complejidad del fenómeno en sociedades como la nuestra. Y que sea necesario abordarla
como una "práctica funcional en la organización económica, política y social existente que
se manifiesta bajo una lógica de interacción de agentes para la satisfacción de intereses de
grupos poderosos legales e ilegales al margen del mercado y en veces de la
institucionalidad, en detrimento de intereses y propósitos de la colectividad".

Son muchos los factores que inciden en la presencia de prácticas corruptas, que van
desde valores y actitudes generalizadas de aceptación e indiferencia hasta bajo riesgo de
sanción. Aunque pueden existir ciertos factores culturales extendidos, la corrupción se
concentra en una proporción reducida de personas y funcionarios, y por tanto el problema
principal radica en el poder de dichos grupos y en la incapacidad de la mayoría de la
sociedad y de otras instituciones del Estado de limitar su accionar. Por tanto, el énfasis debe
ponerse en aumentar el poder de otras organizaciones para controlar dichas prácticas y en
especial en mejorar la capacidad y compromiso de los órganos de control, desde la etapa
preventiva.

Aunque el país no cuenta con información adecuada y suficiente sobre la situación y


tendencias de la corrupción, los órganos de control estiman que la desviación de re-cursos
presupuestales es enorme y lesiva para la ciudadanía. Además, los indicadores disponibles
muestran que existe una percepción generalizada de elevados índices de corrupción, sobre
todo lo concerniente a la utilización de los recursos de regalías.

En conclusión no solo la sociedad sino también según el portal


http://historiasypolitica.com/corrupcion-sus-consecuenciastiposcausas-y-medidas-para-
combatirla-parte-2/ la clase política sufre las consecuencias de la corrupción en la falta de
confianza de la gente hacia los partidos, que sólo se explica a partir de que la sociedad civil
se percata de que los políticos han beneficiado indebidamente a sus allegados y a sus
familias, y que una vez que éstos salen del ejercicio activo del poder político, lo hacen en
condiciones substancialmente mejoradas como producto del enriquecimiento ilícito en el
que participaban y promovían, justificándose a partir de la impunidad de que se han
rodeado. Quizás es el efecto más pernicioso de la corrupción, ese falseamiento del sistema
democrático y un clima de desconcierto en la sociedad que observa cómo su
funcionamiento diario gira en torno a escándalos, abusos, y en general conductas que distan
mucho de la gestión eficaz. Con la consecuencia de que se corrompan los demás, se genera
de esta manera una situación de caos en la que se hace muy difícil identificar al culpable y
darle su correspondiente castigo.
Otro inconveniente, aunque no derivado directamente de la corrupción sino de la
mala visión, es la obsesión por combatir la corrupción que puede distraer la atención de
donde debería estar, pues a pesar de todo, no es la raíz de todas las trabas del país.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Copello, A. M. (2011) “La lucha contra la corrupción en Colombia: La carencia de una


política integral”; Bogotá Colombia. Fescol .Recuperado de http://library.fes.de/pdf-
files/bueros/kolumbien/08285.pdf

Corrupción sus consecuencias tipos causas y medidas para combatirla, recuperado de


http://historiasypolitica.com/corrupcion-sus-consecuenciastiposcausas-y-medidas-para-
combatirla-parte-2/

La Captura y Reconfiguración Cooptada del Estado en Colombia, Grupo Método,


Transparencia por Colombia y Fundación Avina, septiembre 2008)

MARTINEZ CARDENAS, Edgar Enrique. [eemartin@ut.edu.co]. LA CORRUPCIÓN


EN LA CONTRATACIÓN ESTATAL COLOMBIANA UNA APROXIMACIÓN DESDE
EL NEOINSTITUCIONALISMO. [En línea]. En: Reflexión política. Año 8, N° 15. Junio
de 2005; pp. 148-162. Disponible en: [http:// revistas.unab.edu.co/index.php?
journal=reflexion&page=article&op=viewArticle&path%5B%5D=622]. Consultado (29 de
septiembre de 2017). ISSN: 0124-0781

URUEÑA, Nubia. ¿PUEDE UNA ESCUELA DE ADMINISTRACIÓN CONTRIBUIR A


LUCHAR CONTRA LA CORRUPCIÓN?. [en línea]. En: Revista Latinoamericana de
Administración. 2000; pp.104-112. Disponible en:
[http://revistaacademia.uniandes.edu.co/index.php/Cladea/article/
viewArticle/179] Consultado (29 de septiembre de 2017).

La Captura y Reconfiguración Cooptada del Estado en Colombia, Grupo Método,


Transparencia por Colombia y Fundación Avina, septiembre 2008).

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