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El teatro latinoamericano de la última década da cuenta del "estado del mundo" tanto con los
contenidos que llenan la escena 1 como con las poéticas que propone. Las nuevas poéticas
teatrales (1980-2005) transparentan las variaciones de la sensibilidad social que responden a
las nuevas condiciones de vida, así como, en muchos casos y de muy diversa manera, a las
ideas pregonadas por el postmodernismo, cuya fuerte presencia hizo que se anunciara la
muerte del teatro político, como lógico eco de sus tesis más esgrimidas: la muerte de las
utopías, el fin de la historia, la relativización del lenguaje y la desvalorización de la política. A
raíz de los ochenta, con el apogeo de la filosofía posmodernista, hemos escuchado
repetidamente la idea de que el "teatro político"está muerto. Esto es verdadero sólo si por
teatro político entendemos exclusivamente aquel que exhibe las mismas características que lo
definían durante las décadas del sesenta y setenta - entonces era una guerra de trincheras. Hoy
se parece más a la escaramuza de la guerrilla o a los deseos inconscientes que aparecen en el
sueño. Cabe entonces preguntarse cómo definimos lo político y en qué manera se capta su
presencia en el teatro latinoamericano contemporáneo, es decir, a partir de los años ochenta.
TEMÁTICAS Y TÉCNICAS.
Son muchos y variados los temas que aparecen en las producciones de teatro latinoamericano
de la última década. Entre otros están, por ejemplo, la identidad, la libertad individual, la
exclusión social, los procesos de adaptación a un nuevo modo de estar en el mundo, la
desaparición de la familia y el estado, el miedo individual y social frente a un mundo
impredecible, el exilio masivo y la desprotección.
* La identidad de los individuos como un proceso cambiante en el que se exige la aceleración
del proceso de adaptación a la constante modificación de las condiciones de supervivencia,
condicionada esta por la capacidad de "reciclar" la identidad, y que subraya más el olvido que
la memoria. La exclusión como una experiencia siempre presente, cuyo grado depende
simplemente de "qué lado de la vidriera nos toque", ligada siempre al consumismo como el
ideal social tanto para la integración como para lograr la identidad. Tal como lo expresara
Stuart Hall, el "acto fundacional" del mercado es que "disuelve los lazos de sociabilidad y
reciprocidad [pues] socava profundamente la naturaleza misma del compromiso y de las
obligaciones sociales. (Bauman 39)
* La libertad 8 individual como bien supremo pero que conlleva también la pérdida de
sociabilidad que, junto con la lucha por la sobrevivencia a un individualismo despiadado que
aparece en la escena en forma del desgarramiento del cuerpo social en la que todas las partes
luchan para sobrevivir aunque sea separadas del resto. Esta actitud se manifiesta en la falta de
solidaridad que aparece solamente frente a intereses comunes que giran alrededor de causas
puntuales que cuando desaparecen, arrastran consigo cualquier rastro de colaboración social
(el corralito o las manifestaciones de Blumberg en Argentina, por ejemplo) Más que
solidaridad estos fenómenos son alianzas momentáneas interesadas en busca de eventuales
fines que al momento interesan a un grupo determinado; la compañía sólo indica coincidencia
momentánea, la bondad de la elección, pero no agrega a la agrupación de agentes egocéntricos
ninguna cualidad distinta a la de los individuos.9
* La calidad descartable de los individuos; es más importante el mantenimiento de las leyes
que apoyen un orden que corra paralelo al "nuevo orden mundial" y que esté caracterizado por
la "flexibilidad", "la competencia" y la "eficiencia". Aparece la inseguridad existencial con la
consiguiente falta de libertad y de autoafirmación, lo que a la vez implica la no autonomía del
sujeto, o sea, la pérdida de su calidad de ciudadano.
* El masivo exilio latinoamericano es un tema que repetidamente aparece, por ejemplo, en los
espectáculos ecuatorianos del que "Nuestra Señora de las Nubes" es el mejor ejemplo. Hoy el
sentimiento de pertenencia está vacío, la sociedad expulsa a los que no necesita, la familia
está, debido a las presiones económicas y a los nuevos modos de vida, en proceso de
disolución; el único modo de pertenencia está dado por el consumismo, sobre todo de lo que se
ha llamado "bienes posicionales", cuya posesión asigna una determinada posición dentro de la
red social ("Cachetazo", "Rebatibles"). La identidad se logra mediante la ropa, el chateo, el
pircin, etc. La calidad de vida se mide por la capacidad de consumir; seguir con vida es seguir
consumiendo.
* La inseguridad frente a un mundo que no se puede prever ni controlar; la fortuna colectiva,
marcada por los vaivenes de la bolsa, la desaparición de los puestos de trabajo, la quiebra de
los negocios locales, se parecen cada vez más a las catástrofes naturales en tanto llegan sin
aviso y el individuo afectado no puede hacer nada para evitarlas.
Estas temáticas se manifiestan en la escena mediante variedad de técnicas teatrales:
* La inseguridad, la conciencia de la intrascendencia de la propia existencia y la
vulnerabilidad social hacen del mundo un espacio opaco e impredecible, características estas
últimas que se transportan a los escenarios teatrales en los que no se trazan a veces mapas
experienciales ni temporales precisos ni se enuncian juicios definidos. ("Máquina Hamlet").
* La risa, forma audible del miedo, revela la aceptación de la imposibilidad de vencerlo. Es un
arma de escape al horror y una forma viable de hacer frente a una realidad de la que no se
puede escapar; es una forma de eludir la superproducción del miedo oficial.
* El miedo, se manifiesta en el teatro contemporáneo latinoamericano mediante diversas
técnicas espectaculares que varían desde la voz omnisciente sin ubicación precisa que resuena
en el escenario - que podríamos considerar la aparición de "lo real" - hasta la deshumanización
de los personajes manifestada mediante la pérdida del lenguaje o el destemplamiento de las
voces. Una opacidad que mima la opacidad política ("Extinción"), un mundo impenetrable, el
nihilismo, la ausencia de previsiones o anticipaciones que puedan ser colocadas en un hilo
temporal o causal.
* La aparente indestructibilidad del sistema aparece en escena mediante la represión de
aquellos personajes que pretenden cuestionar aquello que es indispensable para el
mantenimiento del sistema y se rebelan contra él ("Cachetazo de campo"); otro modo en que el
miedo se hace presente en la escena es mediante los actos furtivos y aparentemente ilegales de
aquellos que encuentran un modo de sobrevivir al sistema haciéndole trampas ("Rebatibles").
* La visión de un mundo opaco y oscuro, donde es imposible dilucidar la verdad, se transporta
a la escena mediante diversas técnicas, por ejemplo, el flashback, ("Crápula Mácula"), la
presencia de ruidos o voces extrañas, muchas veces en off, las técnicas cinematográficas que
muestran escenas disconexas e incomprensibles ("Máquina Hamlet") y un lenguaje teatral sin
coherencia lógica que trae la "presencia" de lo in- pronunciable, de lo obsceno de la extra-
escena.
* Al igual que los sueños, las puestas son como rompecabezas de imágenes, de sonidos, de
palabras disconexas, que es posible conectar con un sentido, relacionándolas con el texto
dramático - proceso que siempre quedará incompleto - pero que es el único modo posible de
que el crítico o el espectador pueda encontrar algún sentido en ellas (Zizek 51).
* La temporalidad de la escena es también manejada con frecuencia, de forma singular. No
hay lapsos que basen su significado en la anticipación de futuros segmentos del continuo
temporal. Ahora se espera que los fragmentos adquieran sentido según las conexiones más
intuitivas que lógicas que el espectador realice desde la platea. No hay necesariamente una
progresión lógica y, por ello, son muchas veces intercambiables en el continuo temporal.
Frecuentemente es posible extraer sentido de los fragmentos mismos, sin necesidad de que
ellos formen parte de la cadena de posibles significantes.
* Las técnicas propias del teatro "distópico" - aquel que presenta el lado negativo de las
utopías conseguidas, en las que se examina críticamente las condiciones existenciales y los
abusos potenciales que pueden resultar de una institución perteneciente a alternativas utópicas.
Es una advertencia de las posibles consecuencias negativas, que se sirve en la escena teatral de
la fragmentación, la ambigüedad, la mistificación, la presencia del mito y la
desfamiliarización.
* Muchos de los espectáculos consisten en fragmentos episódicos, con una logicidad que sólo
se explica como la respuesta racional a la "política económica de la incertidumbre" (Bauman
182).
* Personajes en los que se manifiesta la imposibilidad de acción; ellos no pueden desarticular
órdenes - que no están visibles ni son posibles de comprender - ni proponer estructuras
alternativas defensivas. La inacción escenifica la incertidumbre que reemplaza la autoridad
coercitiva de la ley, puesto que genera una pasividad que es suficiente para someter a los
personajes/individuos a los poderes ocultos que manipulan la realidad. La inmovilidad y
pasividad, despliega la auto-coerción, la aceptación de la rutina, la deshumanización como
natural, la ruptura de las relaciones como normal.10
* Las escenas, personajes, luces, vacíos - objetos de la ficción teatral - usualmente actúan
sobre nosotros, además de por sus propiedades, por el lugar que ocupan en la estructura. Como
en algunas de estas producciones ha desaparecido la conexión entre causa y efecto, tenemos
secuencias sin legalidad alguna, y es difícil descifrar el sentido de la escena cuya narrativa - si
así puede llamarse - consiste más en una sucesión de intensidades que en una historia que
respete la conexión causal.
* Una voz que no está anclada en ningún lugar específico o sonidos que no tienen una causa
identificable. Esto es lo que Michel Chion llamó la "voix acoustomatique" no atribuibles a
ningún sujeto y que permanece en un no lugar, un espacio indefinido, y suena como una voz
implacable que, aunque por momentos sea parte de la realidad diegética, tiene un efecto
amenazante que está al acecho.
* La presencia de lo obsceno que descubre la intimidad de los personajes/seres de la escena,
aquello que sostiene su identidad, cuando descubren demasiado de sí mismos; ante ello, el
espectador siente vergüenza.
Estos temas y sus técnicas teatrales atestiguan sobre la imposibilidad de narrar en una forma
lineal y realista. Tales técnicas son el resultado de la imposibilidad de ubicar el "destino" como
parte de una totalidad histórica orgánica. La "política de la incertidumbre" - inseguridad, lo
inesperado - más la influencia posmodernista que predicó el fin de las totalidades y su
"desaparición" como efecto del mercado y de la política global, dan como resultado esta
"estética de la incertidumbre". Ella atestigua la imposibilidad de comprender, de prever y de
seguir una serie de acciones que lleven a un fin previsto, a lo que se añade la ausencia de un
proyecto político futuro.
Por supuesto que esta lectura contextualizada e intencionalmente política descansa en
presupuestos filosóficos, políticos e históricos. Elijo hacer esta lectura y no otra, porque creo
que el teatro como producto social y cultural solamente alcanza su total significación si se
sobredimensiona su carácter de producto cultural y como tal, su capacidad de revelar nuevos
imaginarios sociales y colectivos, nuevos modos de percibir el mundo contemporáneo. Creo,
además, que sus productores hablan - no necesariamente de manera intencional - no solamente
desde su calidad de individuos, sino como sujetos sociales representantes de sectores sociales
y políticos más amplios, y todo ello hace del teatro un importante depósito de la sensibilidad
social, útil para reflexionar y descubrir aspectos de los conflictos sociales y políticos que no
siempre salen a la superficie en otros ámbitos.
BIBLIOGRAFÍA
Adorno, Theodor W. y Max Horkheimer. Dialects of Enlightenment. Londres, Verso, 1979.
Bauman, Zygmunt. En busca de la política. Argentina, Fondo de Cultura Económica, 1999.
Dikec, Mustafa. "Space, Politics and the Political", en Environment and Planning: Society and
Space 2005 23 (2) April 159-316.
Grüner, Eduardo. El fin de las pequeñas historias. De los estudios culturales al retorno
(imposible) de lo trágico. Argentina, Editorial Paidós, 2002.
Roig, Arturo Andrés. Proceso civilizatorio y ejercicio utópico en nuestra América. Puerto
Rico, Editorial Fundación Universidad Nacional de San Juan, 1995.
Vidal, Hernán. Crítica literaria como defensa de los derechos humanos: Cuestión teórica.
Newark, Delaware, Juan de la Cuesta, 1994.
Zizek, Slavoj. Looking Awry. An Introduction to Jacques Lacan Through Popular Culture.
Cambridge, Massachusetts, Mit Press, London, England, 1992.
NOTAS
1 En muchos casos, la temática misma de los espectáculos tiene estrecha relación con las
consecuencias de la globalización. Por ejemplo, aparecen temas como el exilio y la emigración
("Nuestra Señora de las Nubes", Malayerba, Ecuador), la marginalidad, la exclusión o incluso
propuestas en que la pregunta por el (sin) sentido es central al espectáculo, en cuanto sus
personajes han perdido el sentido de trascendencia ("No me toquen ese vals", Yuyachkani,
Perú); el desempleo, la búsqueda de pertenencia e identidad ("Cachetazo de campo", La Rural,
Argentina) y la desprotección del ciudadano perdido en un mundo que siente ajeno e
indiferente y del que es desplazado constantemente junto con la pérdida de la sociabilidad ("
Rebatibles", Norman Briski, Argentina y "1500 metros bajo el nivel de Jack", La Rural,
Argentina). Al respecto Bauman usa la metáfora del iceberg contra el que la nave choca sin
poder evitarlo. Nos están esperando sin que lo sepamos, dice. Estos son el iceberg financiero
(especulación, ganancias, acciones sobrevaluadas); el iceberg nuclear (el peligro de un ataque
nuclear); el iceberg ecológico (la temperatura global, el volumen de dióxido de carbono) y el
iceberg social (tres billones de hombres y mujeres prescindibles en el lapso de la generación
actual. Los políticos, dice Bauman, "no pueden hacer nada porque no tienen el timón del barco
que navega a toda velocidad" (179-180). La escena transparenta esta vulnerabilidad y causa así
el desconcierto y la incomodidad del espectador que no alcanza a comprender de manera
inmediata y racionalmente las sensaciones que lo invaden.
3 Este es el caso, por ejemplo, de "Nuestra Señora de las Nubes", que denuncia la exclusión
política y económica, que escenifica la "otredad" del inmigrante o de "Cachetazo de Campo",
de Federico León, en la exposición de los cuerpos desnudos inmóviles frente a los
espectadores, cuerpos que sintetizan el "instante político", en cuanto ellos condensan el
despojo sufrido por la clase media, señalan el sistema causante de la situación y muestran la
inmovilidad frente al Otro, el mercado - el nuevo dios contemporáneo - que rige las vidas de
los ciudadanos.
9 "Los individuos son reducidos a una mera secuencia de experiencias instantáneas que no
dejan rastros, o si los dejan, son rastros aborrecibles por ser irracionales, superfluos y
'sobrepasantes en el sentido literal' " (Adorno y Horkheimer, 123).