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comisionado Franco
"No obstante", dice, " creemos que aún no han sido visualizadas
objetivamente todas las implicaciones que conlleva la aplicación del Código y
esperamos que con el concurso de todos los interesados sean identificadas y
valoradas apropiadamente estas implicaciones".
junio-2002
Entre tanto, Carlos Emilio López, Procurador General de la Niñez, afirmó que la
aplicación del Código de la Niñez no es generadora de la delincuencia juvenil en
Nicaragua, antes bien son las pésimas condiciones de la población nicaragüense.
Para Carlos Emilio López la falta de empleo en los padres de los niños transgresores y
la reducción real de recursos destinados a este importante sector es la causa más visible
del incremento de la actividad de delincuencia juvenil.
EL CÓDIGO
Dicho código a partir de ahí, trata de romper los esquemas machistas y egocentristas
que habían predominado durante mucho tiempo alrededor de los niños, niñas y
adolescentes, en donde eran tratados como objetos, cosas híbridas, sin derechos y
obligaciones.
De tal manera que, tal como lo previó la ley, a finales del año pasado, empezó
a ser aplicado, contando con solo dos tribunales especializados en Justicia
Penal Juvenil.
Aún más molesta el artículo 101, que establece que el adolescente tiene
derecho a no ser ingresado en una institución sino mediante orden escrita del
Juez competente, como medida excepcional y por el tiempo más breve
posible, y a no ser perseguido y procesado más de una vez por el mismo hecho
aunque se modifique la calificación legal. También se ve como un estímulo a
la impunidad el artículo 105, basado en el cual, cuando a un adolescente se le
puedan aplicar dos leyes o normas diferentes, siempre se le aplicará aquella
que resulte más benigna para sus intereses.
REFORMA
Periodistas, leguleyos, columnistas, diputados y muchos otros artesanos de la opinión
pública han inundado los medios de comunicación con críticas al Código. Una de las
posiciones más extremas y beligerantes fue la adoptada por los militantes de un partido
político en vías de extinción. En el año 2002, y aduciendo un alarmante incremento de
delitos cometidos por niños y adolescentes, el micropartido de bases evangélicas Camino
Cristiano presentó una iniciativa de reforma al Código proponiendo adecuarlo a una
corriente legal que sustituye la concepción tutelar de los derechos de los menores por una
concepción “punitivo-garantista” y así acercar a los menores de edad a la justicia penal del
adulto, hacerlos más responsables por sus actos delictivos y obtener una más amplia
gama de sanciones como respuesta jurídica a sus delitos.
La reforma proponía que para que el Código no operara como escudo de protección de los
menores delincuentes, se les aplicaran penas de privación de libertad incluso a los
adolescentes de 13-15 años, se incluyeran las categorías de cómplice y encubridor como
grados de participación en los delitos y se ampliaran los delitos que en los adolescentes
merecen la pena de privación de libertad, añadiendo: asociación para delinquir, amenazas,
daños, alteración del orden público, abigeato y tráfico, consumo y cultivo de drogas.
Durante las discusiones de esta iniciativa de reforma, se consideró la posibilidad de hacer
explícita la tipificación de las pandillas juveniles como una expresión del delito de
asociación para delinquir.
Es en este momento que Nicaragua finalmente reconoce a la niñez como “sujeto de derecho”,
debido a que desde la aprobación y ratificación de la Convencion sobre los Derechos del Niño, en
Nicaragua aún imperaba una visión sesgada de la niñez como “objetos de protección”, definida
claramente