Hermanos, la presente tiene como objetivo dirigirme a cada uno de ustedes
que me han brindado su apoyo, su orientación y su confianza en cada instancia de mi proceso formativo como postulante, pero sobre todo como ser humano. quiero darles las gracias directamente por ese sentido que ustedes forjaron en mí, acerca de la figura de un hermano de la Salle, dar gracias por cada concejo, cada observación y cada oportunidad recibida. Hoy me voy con la tranquilidad de haber hecho un buen proceso de discernimiento apoyado por mis hermanos de comunidad y familiares, me voy con la serenidad de no negarle el seguimiento a Jesús, sino de ir en busca del poder transformar día a día ese llamado que Dios nos hace a todos y cada uno de nosotros. De igual forma, mi intención no es negarme a una mision educativa y formativa al estilo de san juan bautista de la salle, por el contrario, es la motivación personal de encontrar ese servicio lasaliano en otras facultades de la vida que me permitan crecer en mis pasiones, convicciones y exigencias para colocarlas al servicio de niños, jóvenes y en la sociedad en general. Sin más que agregar, quiero por medio de este texto hacer un reconocimiento a su hermosa labor como educadores y hermanos consagrados a Dios, al estilo de nuestro santo fundador.