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Las nenas del siete

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Este aviso fue puesto el 4 de enero de 2013.

Las nenas del siete

Ficha técnica

Roberto Rodríguez
Dirección

Fotografía Ezequiel Carrasco (blanco y negro)

Protagonistas Manuel Palacios Sierra "Manolín" - Estanislao


Shilinsky - Rosa de Castilla - Luz María
Aguilar - Eduardo Alcaraz - Lucha Palacios - Julio
Jasso

Datos y cifras

País México

Año 1957

Género Comedia

Duración 93 minutos

[editar datos en Wikidata]

Las nenas del siete es una película mexicana de la época de oro del cine
mexicano que tiene como actores principales a Manolín (Manuel Palacios Sierra)
y Shilinsky (Estanislao Shilinsky) y como director a Roberto Rodríguez. Trata de
los problemas de Manolín con un par de actrices, después de morir su padre.

Argumento[editar]
La película inicia con Manolín en su vivienda, en el lecho de muerte de su padre,
Don Manolo. Este le dice a su hijo que sea cuidadoso con la tienda de
antigüedades (que es su herencia), y le pide que si un día se queda desamparado
y todos le vuelven la espalda, le prometa colgarse de una cuerda en el techo de su
habitación. Manolín promete y Don Manolo muere. Shilinsky cree que Manolín
recibió una cuantiosa herencia, y empieza a trabajar para tratar de adueñarse de
una parte de ella.
En la misma vecindad donde vive Manolín, unas bailarinas de carpa llamadas
Quica y Cuca, también conocida como las nenas del siete, practican bajo la
dirección de "Mesié", un tipo supuestamente francés. Shilinsky es novio de Cuca,
y habla con ella y Quica para que esta última trate de enamorar a Manolín, a fin de
tenderle una trampa que los lleve a adueñarse de la herencia. Como "Mesié"
también tiene influencia con las nenas, también él pretende ser partícipe de la
estafa.
Cuando lo están velando, Don Manolo resucita momentáneamente y le dice a
Manolín que entierre la cabeza de su abuelo que está en la tienda de
antigüedades. Le dice que él mismo no la pudo enterrar porque concede deseos y
riquezas, pero es muy peligrosa. Shilinsky también se entera de eso después.
Shilinsky lleva a Manolín a la carpa donde cantan y bailan Quica y Cuca. Mientras
tanto, también el dueño de la carpa hace sus planes para invertir en su negocio
con lo que le estafen a Manolín, pues también a él Shilinsky lo invitó a participar
en el fraude. Después de ver actuar a las nenas, Shilinsky lleva a Manolín con
Quica y luego se van a cenar a un restaurante de lujo. Como no llevan para pagar,
el dueño los hace actuar a todos: Quica, Cuca, Manolín y Shilinsky.
Después de esto, Manolín trata de enterrar la cabeza de su bisabuelo, pero
Shilinsky no se lo permite para convencerlo de pedirle deseos y riquezas. Para
ello, manda a Quica a convencerlo de darle dinero, con el clásico pretexto de la
madre enferma. Luego pide como primer deseo (de cinco posibles) 10 mil pesos.
Después le avisan que su tienda de antigüedades se acaba de quemar, y al ir a
revisar, encuentra una póliza de seguros por 10 mil pesos. Parte de ese dinero va
a parar a manos de Quica, mientras que lo demás se reparte entre Cuca,
Shilinsky, "Mesié" y el dueño de la carpa. Este último lo lleva a imaginar que un
día Manolín tendrá su propia carpa.
Para seguir complaciendo a las nenas y a los otros involucrados, Manolín le pide a
su bisabuelo otros 50 mil. Entonces una mujer moribunda le extiende un cheque
por esa cantidad, producto de una deuda que nunca saldó con Don Manolo.
Nuevamente Manolín reparte ese dinero con los abusones, quienes lejos de
mostrarse satisfechos piden más. Ahora tiene que alquilar una casa nueva y
comprar un auto, joyas, etc.
Después de gastar el dinero, y ante las demandas cada vez más voraces de los
otros, pide a su bisabuelo medio millón. Va a la Villa a agradecer a la virgen, y ahí
una carterista le desliza una cartera que se robó. Cuando Manolín encuentra la
cartera entre sus ropas, halla un billete de la lotería que, según escucha en el
radio en el mismo momento, es el número premiado por medio millón.
Al irse a la casa, todos empiezan a confabularse para robarle el dinero, y llegan al
extremo de secuestrar a Quica para forzarlo a entregar el medio millón. Manolín le
pide a su abuelo su cuarto deseo, que consiste en tener la fuerza para rescatar a
su novia de los malhechores, lo cual logra, pero al escapar, Quica sufre un
accidente y va a dar al hospital.
Entonces Manolín le pide a su bisabuelo el quinto deseo, que consiste en que
Quica se salve. Estando en el hospital se entera de que la salud de Quica no
mejora, sino que va de mal en peor. También se entera de que el billete de lotería
era de un sorteo diferente y no estaba premiado. Como ya no hay dinero, todos le
vuelven la espalda.
Manolín se va a su casa y, fiel a su promesa con su padre, se cuelga de la soga
en el techo de su vivienda. Al colgarse, las vigas y el techo se rompen y caen
joyas y dinero, además de una nota escrita por su padre, donde le explica que lo
de la cabeza era una broma y que esa era la verdadera herencia.
Después llegan a su casa a decirle que finalmente Quica sí se repuso y Manolín
se va a verla al hospital, donde finalmente se comprometen amorosamente.

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