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Int A La Lingüística General

Resumen de la unidad. 15%


En esta actividad deberás elaborar un resumen de la unidad, para ello debe
visualizar el material didáctico suministrado y luego sintetizar las
informaciones, debes abordar los subtemas Leyes lingüísticas, clasificación de
las lenguas y familias lingüísticas.
INMUTABILIDAD
Si, con relación a la idea que representa, aparece el significante como elegido
libremente, en cambio, con relación a la comunidad lingüística que lo emplea,
no es libre, es impuesto.
El único objeto real de la lingüística es la vida normal y recular de una lengua
ya constituida. Un estado de lengua dado siempre es el producto de factores
históricos, y esos factores son los que explican por qué el signo es inmutable,
es decir, por qué resiste toda sustitución arbitraria. Pero decir que la lengua es
una herencia no explica nada si no se va más lejos.
Estas consideraciones son importantes, pero no son específicas; preferimos
las siguientes, más esenciales, más directas, de las cuales dependen todas las
otras.
1. El carácter arbitrario del signo. Ya hemos visto cómo el carácter arbitrario
del signo nos obligaba a admitir la posibilidad teórica del cambio; y si
profundizamos, veremos que de hecho lo arbitrario mismo del signo pone a
la lengua al abrigo de toda tentativa que pueda modificarla.
2. La multitud de signos necesarios para constituir cualquier lengua. Las
repercusiones de este hecho son considerables. Un sistema de escritura
compuesto de veinte a cuarenta letras puede en rigor reemplazarse por otro.
3. El carácter demasiado complejo del sistema. Una lengua constituye un
sistema. Si, como luego veremos, éste es el lado por el cual la lengua no es
completamente arbitraria y donde impera una razón relativa, también es éste
el punto donde se manifiesta la incompetencia de la masa para transformarla.

MUTABILIDAD
El tiempo, que asegura la continuidad de la lengua, tiene otro efecto, en
apariencia contradictorio con el primero: el de alterar más o menos
rápidamente los signos lingüísticos, de modo que, en cierto sentido, se puede
hablar a la vez de la inmutabilidad y de la mutabilidad del signo. En último
análisis, ambos hechos son solidarios: el signo está en condiciones de
alterarse porque se continúa. Lo que domina en toda alteración es la
persistencia de la materia vieja; la infidelidad al pasado sólo es relativa. Por
eso el principio de alteración se funda en el principio de continuidad. La
alteración en el tiempo adquiere formas diversas, cada una de las cuales daría
materia para un importante capítulo de lingüística.
Los términos evolución y lingüística evolutiva son más precisos, y nosotros los
emplearemos con frecuencia; por oposición se puede hablar de la ciencia de
los estados de lengua o de lingüística estática. Pero para señalar mejor esta
oposición y este cruzamiento de dos órdenes de fenómenos relativos al mismo
objeto, preferimos hablar de lingüística sincrónica y de lingüística diacrónica.
Es sincrónico todo lo que se refiere al aspecto estático de nuestra ciencia, y
diacrónico todo lo que se relaciona con las evoluciones. Del mismo modo
sincronía y diacronía designarán respectivamente un estado de lengua y una
fase de evolución.
Desde que existe la lingüística moderna se puede decir que ha estado
totalmente absorbida en la diacronía.
LAS DOS LINGÜÍSTICAS, OPUESTAS EN SUS MÉTODOS Y EN SUS
PRINCIPIOS
La oposición entre lo diacrónico y lo sincrónico salta a la vista en todos los
puntos.
Los métodos de cada orden difieren también, y de dos maneras:
a) La sincronía no conoce más que una perspectiva, la de los sujetos
hablantes, y todo su método consiste en recoger su testimonio; para saber en
qué medida una cosa es realidad será necesario y suficiente averiguar en qué
medida existe para la conciencia de los sujetos hablantes. La lingüística
diacrónica, por el contrario, debe distinguir dos perspectivas: la una
prospectiva, que siga el curso del tiempo, la otra retrospectiva, que lo remonte:
de ahí un desdoblamiento del método, de que nos ocupa remos en la Quinta
Parte.
b) Otra diferencia resulta de los límites del campo que abarca cada una de
estas dos disciplinas. El estudio sincrónico no tiene por objeto todo cuanto es
simultáneo, sino solamente el conjunto de hechos correspondientes a cada
lengua; según lo requiere la necesidad, la separación irá hasta los dialectos y
subdialectos. En el fondu el término de sincrónico no es bastante preciso;
debiéramos reemplazarlo por el de idiosincrónico, un poco largo, en verdad.
Por el contrario, la lingüística diacrónica no sólo no necesita, sino que rechaza
una especialización semejante; los términos que considera no pertenecen
forzosamente a una misma lengua
LEY SINCRÓNICA Y LEY DIACRÓNICA
En lingüística se habla corrientemente de leyes; pero ¿es que los hechos de
la lengua están realmente gobernados por leyes? ¿Y de qué naturaleza serán
esas leyes? Siendo la lengua una institución social, se puede pensar a priori
que está regulada por prescripciones análogas a las que rigen en las
colectividades. Ahora bien, toda ley social tiene dos caracteres fundamentales:
el de ser imperativa y el de ser general; la ley social se impone, y se extiende
a todos los casos, por supuesto con ciertos límites de tiempo y de lugar.
Veamos algunos ejemplos tomados del griego, donde las «leyes» de los dos
órdenes están confundidas adrede:
2. El acento nunca va más allá de la antepenúltima.
3. Todas las palabras terminan en vocal o en s, n, r, con exclusión de cualquier
otra consonante.
La primera ley es diacrónica: lo que era dh se ha hecho th, etc. La segunda
expresa una relación entre la unidad de la palabra y el acento, una especie de
contrato entre dos términos coexistentes: es una ley sincrónica. Lo mismo pasa
con la tercera, puesto que concierne a la unidad de la palabra y a su fin. Las
leyes 4, 5 y 6 son diacrónicas: lo que era s se ha hecho h; -n ha reemplazado a
-m; -t, -k, etc., han desaparecido sin dejar rastro
La ley sincrónica es general, pero no es imperativa. Sin duda que se impone a
los individuos por la sujeción del uso colectivo, pero no vemos en ello una
obligación relativa a los sujetos hablantes. Queremos decir que en la lengua
ninguna fuerza garantiza el mantenimiento de la regularidad cuando reina en
algún punto. La ley sincrónica, simple expresión de un orden existente,
consigna un estado de cosas, y es de la misma naturaleza de la que
consignase que los árboles de un huerto están dispuestos en tresbolillo. Y el
orden que define es precario, precisamente porque no es imperativo.
Resumiendo: los hechos sincrónicos, sean cuales fueren, presentan cierta
regularidad, pero no tienen carácter alguno imperativo; los hechos diacrónicos,
por el contrario, se imponen a la lengua, pero nada tienen de general.
Las dos partes de la lingüística, así deslindada, serán sucesivamente objeto de
nuestro estudio. La lingüística sincrónica se ocupará de las relaciones lógicas y
psicológicas que unen términos coexistentes y que forman sistema, tal como
aparecen a la conciencia colectiva. La lingüística diacrónica estudiará por el
contrario las relaciones que unen términos sucesivos no percibidos por una
misma conciencia colectiva, y que se reemplazan unos a otros sin formar
sistema entre sí.
LA ALTERNANCIA
Se puede, pues, definir la alternancia como una correspondencia entre dos
sonidos o grupos de sonidos determinados, que se permutan regularmente
entre dos series deformas existentes.
LAS LEYES DE LA ALTERNANCIA
¿Son las alternancias reducibles a leyes? ¿De qué naturaleza son esas leyes?
Sea la alternancia e : i, tan frecuente en alemán moderno: tomando todos los
casos en bloque y entremezclados (geben : gibt, Feld : Gefilde, Wetter : wittern,
helfen : Hilfe, sehen : Sicht, etc.) no se puede formular ningún principio general.
Pero apartemos de esa masa la pareja geben: gibt para oponerla a sckelten :
schilt, helfen : hilf, nehmen : nimmt, etc. ; entonces se notará que esa
alternancia coincide con una distinción de tiempo, de persona, etc.. Se ve que
de ordinario la alternancia está distribuida entre varios términos de manera
regular, y que coincide con una oposición importante de función, de categoría,
de determinación.
Se puede hablar de leyes gramaticales de alternancias; pero esas leyes no son
más que un resultado fortuito de los hechos fonéticos que les han dado
nacimiento. Por crear esos hechos fonéticos una oposición fónica regular entre
dos series de términos que presentan una oposición de valor, el espíritu se
acoge a esa diferencia material para transformarla en significativa y hacer de
ella el vehículo de la diferencia conceptual. Como todas las leyes sincrónicas,
éstas son simples principios de disposición sin fuerza imperativa.
La ley parece entonces aplicarse como una regla que gobierna el uso hasta el
punto de modificarlo. Pero no hay que olvidar que en la lengua esas per-
mutaciones están a merced de influencias analógicas contrarias, y eso basta
para señalar que las reglas de este orden son siempre precarias y que
responden enteramente a la definición de la ley sincrónica.
Clasificación de las Lenguas
La lengua se clasifica según su origen geográfico, su estructura, canal de
comunicación, su difusión y según el modo en el que nace.
Según origen geográfico: Esta clasificación de las lenguas tiene que ver con
los orígenes geográficos de la lengua. Es decir, en qué lugares del mundo se
han desarrollado y creado las distintas lenguas. Según esta clasificación nos
encontramos con:
• Lenguas semíticas: lenguas que con características de la zona de África y
Asia.
• Indoeuropea: son aquellas lenguas con origen en Europa. Están basadas en
símbolos de esta región.
Según su estructura: La estructura también es importante a la hora de
clasificar la lengua. Así, podemos encontrar distintas clasificaciones atendiendo
a esta:
• Aglutinantes: se utilizan palabras que son colindantes. Dependen del contexto
en el que se dan para poder conocer el significado de la misma.
• Flexivas: estas lenguas son las compuestas por palabras con una raíz común.
Esto da lugar a familias de palabras que cuentan con un significado similar
entre sí.
• Monosílabas: son aquellas lenguas que están formadas por palabras que
cuentan con una sola sílaba. Estas tienen varios significados dependiendo del
contexto en el que aparecen.
Según el canal de comunicación: Esta clasificación de las lenguas tiene que
ver con los mecanismos que se utilizan por parte del ser humano a la hora de
poder transmitir un mensaje.
• Canal oral: la entonación de la voz es esencial, a través de ella se muestra la
emotividad y el estado de ánimo del emisor a la hora de transmitir el mensaje.
•Canal escrito: se usan símbolos, es un canal estructurado en el que el
mensaje se transmite atendiendo a una serie de reglas de gramática, de
ortografía y de sintaxis con el objetivo de que este se pueda entender
perfectamente.
• Canal coloquial: es el canal usado de forma más relajada, es decir, se habla
entre familiares amigos.
Según la difusión: Aquí podemos encontrar una clasificación que se divide en
dos atendiendo a la difusión que tiene dicha lengua:
• General: hace que las expresiones y los símbolos de una lengua sea
entendible en los distintos países en los que se comparte el mismo idioma.
• Regional: aquí podemos incluir a los dialectos. Se trata por tanto de una
modalidad de la lengua que se emplea en una determinada región.

Según el modo en que nace: Este nacimiento de la lengua tiene que ver con
el origen de la misma, pero también con la forma en la que este se emplea.
Dicho de otro modo, la forma en la que el lenguaje se ha creado.
Origen natural: es el que una persona aprende de sus padres y de la sociedad
en la que vive. Es decir, se utiliza para relacionarse con el entorno. Cuenta con
una serie de símbolos y reglas particulares destinadas a que sean entendidas
por todos los hablantes.

Familias Lingüísticas
La historia de la lingüística esta dada por las siguientes etapas según
Phillipson:
En la Antigua India hay constancia que surgieron los textos sobre gramática se
elaboró el Astadhai por el autor Panini y en el se describe la gramática del San
Cristo considerada por sus hablantes lengua de los Dioses.
En la Antigua Grecia se destacaron varios momentos:
Los Retóricos (S.V.A.C)
El debate lingüístico
Los Estoico (S. IV-II A.C)
Escuela Alejandrina.
En Roma (116-27 A.C) se centraron en el estudio del latín lengua que
impusieron a los pueblos conquistados, y pese a ello, parecían valorar el
multilingüismo. Se escribieron diversas gramáticas entre las que destacan las
de Elio Donato y Prisciano.
En la Edad Media continuaba con el interés por el latín considerado como el
vehículo para la evangelización. Aquí los gramáticos de la escuela modista
nombran por primera vez la idea de universales lingüísticos.
En el renacimiento se produjeron hechos clave para la historia del mundo
occidental como la llegada de Colón al nuevo mundo, la invención de la
imprenta de Gutenberg, el surimiento

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