Está en la página 1de 7

Hormigón.

El hormigón es un material que se utiliza en la construcción. Suele elaborarse mezclando cal o


cemento con grava, arena y agua: cuando se seca y fragua, el hormigón se endurece y gana
resistencia.
La fórmula del hormigón, también llamado concreto, implica la combinación de un aglomerante
(el cemento), agregados (áridos como la grava y la arena) y agua. En ocasiones se recurre
también a diversos aditivos para modificar sus características.
Según la variación de las proporciones de los distintos componentes, el hormigón tiene
diferentes propiedades. Puede diferenciarse, en este marco, entre el hormigón ligero (con una
densidad de 1800 kg/m³), el hormigón normal (densidad de unos 2200 kg/m³) y el hormigón
pesado (densidad de más de 3200 kg/m³).
Aunque presenta una muy buena resistencia a los esfuerzos de compresión, el hormigón no
reacciona de igual forma ante otras clases de esfuerzos (de flexión, tracción, etc.). Por lo tanto,
muchas veces se lo asocia a estructuras de acero, dando lugar al llamado hormigón armado.
En numerosas construcciones se utiliza el hormigón como material y es que se considera que
este trae consigo una serie de importantes ventajas, entre las que podemos destacar las
siguientes:

 Es un material realmente duradero y resistente.


 Cuenta con una innegable calidad que se la transmite a las edificaciones que se
erigen con él
 Destaca, de igual modo, por su versatilidad. Y es que se puede utilizar en todo
tipo de construcciones y edificios.
 Ofrece protección antisísmica.
 Posee una estupenda protección aislante, lo que trae consigo que las
construcciones que lo utilizan estén bien aisladas no solo a nivel térmico sino
también desde un punto de vista acústico.
 Se puede encontrar fácilmente en el mercado.
 Asimismo, en esta lista de ventajas no hay que dejar de incluir el hecho de que es
un material que se puede reciclar.
Al hormigón asfáltico, en tanto, se le añaden minerales y asfalto. Este tipo de hormigón suele
usarse como impermeabilizante y en la construcción de carreteras.
En la antigüedad, los egipcios, los griegos y los romanos ya realizaban diferentes obras con
hormigón. Con el avance de la historia la elaboración del material se fue perfeccionando, hasta
que en el siglo XX se consiguió obtener cemento de calidad homogénea para producir un
hormigón útil y valioso para múltiples construcciones. Actualmente la producción de hormigón
suele incluir el uso de materiales reciclados entre los componentes. De esta manera se busca
reducir el impacto ambiental. De un tiempo para acá, el hormigón ha pasado a ser un material
muy empleado en la construcción de viviendas. Esto se debe al hecho de que en la actualidad se
ha puesto de moda el estilo industrial a nivel de interiorismo que tiene a aquel como uno de sus
pilares fundamentales. El hormigón es un material de construcción formado por una mezcla de
cemento, arena, agua y grava o piedra machacada.
Además, el hormigón puede llevar algún tipo de aditivo para mejorar sus características
dependiendo del uso que se le vaya a dar a la mezcla. Cuanta más pequeña sea la grava, más
fino será el hormigón. Este hormigón fino se puede utilizar, por ejemplo, para suelos de
hormigón pulido.
Si utilizamos un árido más grande obtendremos un producto más tosco, como el utilizado para
cimentaciones y pilares. Aunque, como veremos a continuación, el hormigón es utilizado para
construir cosas de cualquier forma, tiene una especial relevancia por su uso en cimentación. Se
trata de un material de gran consistencia, tiene un coste bajo comparado con otros materiales y
una gran capacidad para adaptarse.

El hormigón armado es con el que sustentan los cimientos y pilares y es una técnica de
construcción que consiste en reforzar el hormigón con barras o mallas de hierro corrugado. Es
decir, se trata de un hormigón reforzado interiormente con armaduras metálicas para mejorar
su resistencia a los esfuerzos de tracción.
Hormigón reforzado con fibra de vidrio.
Las fibras empleadas pueden de tres tipos: minerales, orgánicas y metálicas. Las fibras más
empleadas son las de acero, tanto para morteros como para hormigones. Las de vidrio se usan
en moteros y pastas, en capas delgadas para mejorar la resistencia a tracción. Las fibras
plásticas, especialmente las de propileno, se emplean en hormigones resistentes a choques o
impactos.
Algunos de los inconvenientes que presenta el hormigón tradicional pueden reducirse
incorporando fibras cortas en su masa. Estas fibras una vez amasadas hasta conseguir una
distribución discreta y uniforme, crean un material más homogéneo cuya resistencia a tracción
y resistencia a la fatiga es mayor que la del hormigón tradicional.
Por un lado, la matriz, bien sea hormigón o mortero, proporciona la resistencia a compresión y
rigidez, distribuyendo los esfuerzos y protegiendo las fibras. El fibrocementeo es una matriz
reforzada con asbesto que se emplea para incrementar su resistencia a flexotracción.
Por el otro, las fibras soportan los esfuerzos a tracción, controlando la fisuración y mejorando la
tenacidad. La eficacia y efectividad de estas soluciones depende del tipo de fibras:
Las fibras de vidrio destacan por su alta resistencia a tracción y su aceptable módulo de
elasticidad, pero tienen el grave inconveniente de ser atacadas por los álcalis de los cementos
portland.
Estas fibras no se emplean en forma de filamentos sueltos sino formando conjuntos de
filamentos o cordones. Para lograr una buena dispersión de fibras en el amasado, suele usarse
un aditivo a base de óxido de polietileno mezclado con el agua. El porcentaje de fibras a
emplear varía entre el 2 y el 5% en peso de los materiales secos. La resistencia a compresión
decrece dependiendo de la relación agua/cemento empleada.Cuando esta relación es baja,
laresistencia a compresión desciende hasta un 20%, y para altas hasta un 30%.

Hormigón celular.
El hormigón celular, es uno de los materiales para construcción más usados en el mundo,
especialmente en Europa, donde se construyen miles de casas anualmente con este material.
También llamado hormigón aireado, este aliado de la construcción es liviano y es utilizado
mayormente para obras gruesas, tiene su origen en Europa en 1914, cuando se mezcló
cemento, agua, arena fina, aluminio y cal, dando origen a este valioso material. El hormigón
aireado, es elaborado con forma de paneles o bloques, de esta manera, es empleado más que
todo en la construcción de viviendas y edificios comerciales o residenciales.
¿Qué es el hormigón celular?
El hormigón celular, es un material poroso, relativamente liviano y es el elemento aislante más
accesible económicamente hablando, que puede encontrarse actualmente en la construcción.
Esto es debido a que es producido totalmente por una maquinaria, lo que disminuye los gastos
de personal. Es un tipo de material utilizado para la construcción, proviene solo de la mezcla de
materia prima natural, compuesta de cemento, arena, aire y agua. A esta mezcla, se la agrega
un agente expansor de aluminio, que crea microesferas de aire que se distribuyen en toda la
mezcla.
Cuando el aluminio reacciona con el agua, se produce hidrogeno y al expandirse, forma
microporos con diámetros entre 0,5 y 1,5 mm. Luego, el hormigón es curado bajo presión con
vapor o autoclave, por un periodo de tiempo comprendido de 6 a 12 horas, con una presión de
1,2 MPa y una temperatura de 190º C. Así se forma una matriz de hormigón aireado,
consistiendo básicamente en silicatos de calcio altamente hidratados. Es un material de color
blanco.
Una de las características que distinguen a este hormigón, es su peso específico o la cantidad de
aire por metro cubico de material. Cuanto menos sea el peso, la cantidad de aire por metro
cubico será mayor, dándole una capacidad aislante al hormigón. La producción del hormigón
celular, comienza con la preparación y mezcla de las materias primas, luego se prepara el corte
y la geometría de los moldes donde se elaborará el material, para su posterior paletización y
embalaje.

Hormigón autocompactante.
El hormigón autocompactante es un tipo de hormigón que, por las propiedades que le
transfieren el diseño de su dosificación y el uso de aditivos superplastificantes, se compacta por
gravedad, fluyendo entre los encofrados gracias a su viscosidad.
Este hormigón se compacta sin ayuda de ningún sistema mecánico y conserva las propiedades
de homogeneidad y estabilidad durante toda su aplicación, de forma que no se produce
sangrado de la lechada ni bloqueo del árido grueso. Los materiales que forman su composición
son los mismos materiales que se emplean para la producción de los hormigones de
compactación convencional caracterizándose los hormigones autocompactantes por un menor
contenido de árido grueso, un mayor contenido de finos minerales y, en general, un menor
tamaño máximo de árido.
El hormigón autocompactado mantiene las prestaciones propias del hormigón convencional, o
del hormigón de altas prestaciones, como son la resistencia y la durabilidad, pero incorpora su
capacidad para mantener las condiciones de fluidez y uniformidad en la distribución durante
todo el proceso de aplicación, sin necesidad de compactarlo con medios mecánicos.
Otra de las interesantes características que presenta es que no es necesario hormigonar por
capas, de forma que el vertido del hormigón es continuo. Además es posible aplicar desde la
parte baja del encofrado, con la garantía de llenado completo, sin huecos y sin ningún tipo de
segregación.
Por sus propiedades, este cemento autocompactante está especialmente indicado cuando los
acabados en una construcción son en hormigones a la vista, dado que aplicando diversas
superficies en el encofrado se pueden obtener acabados que imitan fielmente la cara en
contacto. También es muy recomendable para la producción de elementos que tienen formas y
geometrías complejas o en los que los armados son tan densos que dificultan o impiden la
acción de la maquinaria de vibrado para la compactación. Los prefabricados son otro de los
usos indicados, ya que este tipo de cemento autocompactante permite la producción de
elementos con espesores de reducidas dimensiones.

Hormigón con fibras naturales.


Actualmente se han desarrollado diferentes estudios para lograr el aprovechamiento de
agregados no convencionales en la preparación de mezclas de concreto, en este caso en
particular se han analizado los efectos de la fibra natural de caña de azúcar como medrador de
las características físicas y mecánicas en el hormigón.
El presente trabajo experimental se inició con una previa investigación bibliográfica de la
dosificación requerida para la elaboración de probetas de hormigón que cumplan con los
requisitos establecidos en la normativa vigente en el país. Una vez estudiada dicha información
se procedió con el procesamiento de la caña de azúcar, removiendo las fibras naturales de su
tallo, posteriormente las fibras fueron cortadas y lavadas tanto en agua fría como caliente en
reiteradas ocasiones para luego secarlas de forma natural durante una semana, asegurando así
la total eliminación de los azucares e impurezas propias de la caña. Finalmente, se distribuyeron
dentro de la mezcla de forma homogénea en un equivalente de 2.37 kg/m3 en función al peso
del cemento.
Analizando los resultados obtenidos se evidenciaron variaciones relativamente bajas en
relación a las presentadas por el hormigón utilizado para las muestras de control, tanto en
trabajabilidad, como consistencia. Sin embargo, los ensayos demostraron que las mejoras si
fueron notables en la resistencia a la compresión, pues se demostró que las fibras naturales de
la caña de azúcar mejoran la respuesta mecánica del hormigón.

También podría gustarte