Vivienda taller
Casco Norte de Sevilla, calle San Luís: enclaves artesanales (rojo) y espacios asociados a instituciones religiosas (blanco) Vista del patio interior
Maqueta vivienda-taller
Enclave artesanal en San Luís
Viviendas-taller y showroom en el barrio de San Luís, Sevilla
Memoria justificativa
Se entiende por enclave la concentración de diversas actividades
productivas en uno o varios inmuebles agrupados. Sevilla debe ser
una de las pocas ciudades que sigue albergando en su trama urbana
histórica lugares tan singulares como los corrales de artesanos. Estos
espacios se caracterizan por su ubicación en el interior de manzanas,
un tanto apartados y escondidos. Son lugares donde se propician
relaciones y formas de habitar singulares.
La propuesta parte de un criterio organizador tanto para la vivienda
como para el taller, creando dos bandas claramente diferenciadas.
La medianera-contenedor separa las unidades de vivienda-taller y
alberga todo el equipamiento fijo (instalaciones, almacenamiento…).
Con ello se consigue un mayor aislamiento frente a los ruidos
generados por el trabajo de los artesanos, además de vaciar las
estancias para su uso.
Dos pieles cerámicas se enfrentan: una en forma de fachada ventilada,
con lamas horizontales que protegen del Sol; y otra como nueva
medianera, creando un patchwork heterogéneo de ladrillos, azulejos
y vegetación.
Modelo de ciudad
El plano social y cultural de las ciudades se basa a menudo
en la distribución de las clases más modestas en el
entramado urbano y en el modo de vida que sobre él han
creado. La lógica del mercado inmobiliario ha alentado
una apropiación de los cascos históricos por funciones
e individuos que desplazan los últimos colectivos de
poblaciones tradicionales. La división realizada entre el
Casco Norte y Sur de Sevilla no sólo se debe a criterios de
estructura urbana, sino a una situación históricamente
descompensada, que distingue dos ciudades: la primera rica
y dinámica situada en el centro y sur, y la otra asalariada y
rural en la periferia norte y nordeste.
En este sentido, el PFC se entiende como una pieza
más dentro de un modelo de ciudad en el que conviven
usos residenciales, terciarios y productivos, reduciendo
las necesidades de movilidad y ampliando la riqueza y
accesibilidad de las actividades urbanas.
Sección por muro técnico
Planta baja
CRE0034PFC
Patio y Corral
La evolución de la habitación sevillana a partir del contenido
primitivo del recinto murado almohade parece presidida por la
idea de ocupar y rellenar los lugares intramuros no edificados,
no por la expansión física de la casa, sino por una sucesiva
compresión y estrujamiento.
El Corral es un tipo interesante en el caso de grupos
homogéneos, ya que crea una microsociedad con un fuerte
sentido de comunidad. Estos inmuebles acogieron a la
población obrera que venía del campo. Al compás de la
industrialización se renovó el caserío en el centro histórico.
Con el paso del tiempo decrece el valor habitacional del Corral
en su forma más estricta. La casa sevillana sigue evolucionando
por las mejoras introducidas en la vivienda popular, pero
decrece el valor del espacio público como centro de la vida
doméstica, al dejar de ser estancia de primera necesidad.
Como calle y plaza, corral y patio se diferencian en forma y
uso, aun cuando ambos pueden contener funciones híbridas
y formas ambiguas en los espacios frontera entre los dos
conceptos.