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Cuando nos centramos en la ampliación del conocimiento, se hace necesaria la

formulación de una investigación. El desarrollo de esta amerita el conocimiento de


conceptos claves. Tal es el caso de la epistemología rama de la filosofía que reflexiona
acerca del conocimiento científico, abarcando asuntos relacionados con las actividades
científicas y el proceso investigativo de aplicación del método científico. De acuerdo
con Martínez y Ríos (2006).

La epistemología es una actividad intelectual que reflexiona sobre la naturaleza de la


ciencia, sobre el carácter de sus supuestos, es decir, estudia y evalúa los problemas
cognoscitivos de tipo científico. Es ésta pues, quien estudia, evalúa y critica el conjunto de
problemas que presenta el proceso de producción de conocimiento científico. En tal
sentido. Este concepto nos permite describir las actividades concernientes a la investigación
y como esta genera el conocimiento.

La epistemología posee una gran utilidad por lo que representa al momento de


desarrollar el proceso de investigación con ella se logra resolver problemas científicos;
reconstruir teorías científicas; participar en las discusiones científicas; servir de
modelo a otras ramas de la filosofía; como es el caso de la ontología, la axiología, la
metafísica, etc. Según lo señalado por Mario Bunge.

La epistemología permite resolver las fronteras que se establecen entre lo que es


conocimiento científico y no científico, entre ciencia y  metafísica, entre ciencia
y pseudociencia, y entre ciencia y religión.

Bajo las caracterizaciones de los conceptualizaciones anteriores y la descripción de la


importancia de la epistemología, nos permitimos desarrollar la forma como la
epistemología actúa sobre la obtención de lo que es la ciencia. Comenzamos con el
criterio de demarcación el cual establece que se deben tener los requisitos para que pueda
ser eficaz. El criterio debe dar cuenta explícita y fiable de la clasificación intuitiva actual
de lo que es ciencia o no lo es. Es decir, debe ser sensible a las concepciones actuales de
lo que es o no es actividad científica, sin perjuicio de que hubiera situaciones límite que
fueran situadas en uno u otro lado por la aplicación razonada del criterio. Es
inaceptable ningún criterio de demarcación que situara al vudú como una forma de
psicoterapia científica o que catalogara a la física o a la química como pseudociencias.
Debería contar con un conjunto necesario y suficiente de premisas que permitan la
demarcación. Si las premisas del criterio de demarcación son solamente necesarias, pero
no suficientes, entonces se generaría una duda sobre las actividades o la ciencia que se
sometiera a juicio, ya que tiene lo necesario, pero no lo suficiente para alcanzar el criterio
de ciencia.
Si por el contrario son condiciones suficientes, pero no necesarias, entonces lo difícil
sería establecer lo que es no científico, ya que las condiciones pueden darse en un caso y en
otro no. Cualquier criterio de demarcación debería ser propuesto con plena conciencia de
que sus implicaciones tienen importantes consecuencias prácticas. En tal sentido, logro
señalar que cuando enfocamos un criterio sobre lo que debe ser ciencia o no se debe cuidar
de un cierto patrón que nos indique cuales son las consideraciones que lo establecen.
Ahora bien cuando no se esta de acuerdo con las consideraciones o los preceptos
desarrollados se puede entrar a lo que planteó Kuhn, las comunidades científicas se
agrupan en torno a paradigmas difíciles de abandonar. En este sentido, los investigadores
normalmente se apoyan en los paradigmas para desarrollar su práctica científica. Las
revoluciones científicas nacen de mentes que, no conformes con las respuestas admitidas,
buscan nuevas formas de explicar los hechos, puesto que las viejas explicaciones no les
satisfacen. Este primer cimiento, entonces, tiene que ver con la urgencia de cuestionar los
paradigmas, las verdades importadas, las teorías acabadas, los dogmas. Pero: ¿Cómo se
explica desde la misma filosofía de la ciencia la adopción de tales "dogmas"?.
El primer esfuerzo serio por explicar estos fenómenos lo hizo la llamada Concepción
Heredada, que, aunque no debe confundirse con el positivismo lógico, no puede ser
entendida separada de las tesis de dicho movimiento; según los positivistas: "Cuando una
teoría se propone inicialmente y se considera si es adecuada, sus fallos predictivos se
traducirán en un rechazo o disconfirmación de la misma; pero si la teoría logra pasar con
éxito una variedad suficiente de experimentos relativos a su alcance inicial, la teoría pasa a
disfrutar de un alto grado de confirmación en relación con dicho alcance. Una vez que
disfruta de un alto grado de confirmación es muy poco probable que la teoría pueda verse
disconfirmada" .
Es precisamente este planteamiento que ha hecho carrera a lo largo de la historia de la
ciencia, el que hay que revaluar. Popper propone entender los sistemas teóricos como
escalones, más que como fines. El concepto de verdad que aquí se maneja es importante
pues no se está hablando de una verdad absoluta e incontrovertible, sino de una verdad
aproximada, verosimilitud. Cada una de las etapas por las que transcurre el conocimiento
científico es importante, en tanto conducen a un saber más rico y más testable.
Así pues, lo que interesa en ciencia no es tanto evitar a toda costa la disconfirmación,
por el contrario, es preciso encontrar falsadores posibles. La crítica juega un papel
fundamental puesto que "es este procedimiento crítico el que contiene tanto los elementos
racionales como los empíricos de la ciencia. Contiene las elecciones, los rechazos y las
decisiones que muestran que hemos aprendido de nuestros errores y, con ello, hemos
aumentado nuestro conocimiento científico.
Por otro lado epistemología permite visualizar las limitaciones que se pueden tener en
la formulación de los conceptos científicos y estos se pueden explicar con base en de las
propuestas de Gastón Bachelard en relación con los obstáculos epistemológicos. Al
respecto Bachelard opina: “La noción del obstáculo epistemológico puede ser estudiada en
el desarrollo histórico del pensamiento científico y en la práctica de la educación”
(Bachelard, 1976: 19). Entiéndase por obstáculos epistemológicos las limitaciones o
impedimentos que afectan la capacidad de los individuos para construir el
conocimiento real o empírico.
El individuo entonces se confunde por el efecto que ejercen sobre él algunos factores,
lo que hace que los conocimientos científicos no se adquieran de una manera correcta, lo
que obviamente afecta su aprendizaje. Esto lo confirma Bachelard al expresar:
“Frecuentemente me ha chocado el hecho de que los profesores de ciencias, aún más que
los otros si cabe, no comprendan que no se comprenda” (Bachelard, 1976: 20) Este autor
considera que: “Hay que plantear el conocimiento científico en términos de obstáculos,
porque es en el acto mismo de conocer, íntimamente, donde aparecen por una especie de
necesidad funcional, los entorpecimientos y las confusiones, que es lo que produce
estancamiento e inercia (Bachelard, 1976: 15)”.
Todo conocimiento es una respuesta a una pregunta. Nada es espontáneo. Todo se
construye. En este proceso intervienen una serie de factores que son obstáculos que
limitan el proceso de aprendizaje en el área de ciencias, y Bachelard en su libro “La
formación del espíritu científico” hace un análisis del proceso de construcción del
conocimiento objetivo que se ha dado en el área de las ciencias naturales desde el siglo
XVIII hasta nuestros días, considera que tanto en el desarrollo histórico del pensamiento
científico como en el proceso de aprendizaje de las ciencias, se ve afectado por la
experiencia personal y otros factores, Como ejemplo se tiene el caso del estudio del
principio de Arquímedes, el cual a pesar de ser tan sencillo de explicar, presentó una serie
de limitaciones para dilucidarlo, ya que se dieron malas interpretaciones de los hechos al
inicio de la investigación, debido a la influencia de los conocimientos basados en
experiencias de la vida.
De acuerdo con Bachelard, se dan cinco obstáculos principales a saber: La experiencia
básica o conocimientos previos. Es decir que los individuos antes de iniciar cualquier
estudio, tienen ya un conjunto de ideas muy propias acerca de cómo y por qué las cosas
son como son. Estas ideas o conocimientos previos pueden ejercer una potente influencia
que puede limitar el proceso de aprendizaje. El obstáculo verbal. El peligro de la
explicación por la utilidad. El conocimiento general como obstáculo para el conocimiento
científico. El obstáculo animista.

Para Bachelard, (1976:27): “En la formación del espíritu científico el primer obstáculo
es la experiencia básica”. Esto carga de subjetividad las observaciones y se pueden tener
concepciones erróneas, ya que las cosas se ven tal como nosotros queremos verlas y no
como realmente son. La persona observa el hecho o el objeto, y trata de describirlo
objetivamente, pero en este intento, tiende a relacionar la descripción con lo que ya ha
visto, con lo que ya sabe, es decir, con la experiencia previa, por lo que comete errores.
Concepciones espontáneas Se forman por las percepciones sensoriales que tienen los
individuos acerca del mundo que les rodea y de hechos de la vida cotidiana. Concepciones
inducidas. Son creencias inducidas debido a procesos de socialización. Estas concepciones
se originan en el entorno familiar, social, y por la influencia de los medios de
comunicación. Concepciones analógicas. Se derivan de las comparaciones que se realizan
con hechos de la vida cotidiana, así la comprensión del concepto se basa en la formación de
analogías generadas en el entorno familiar o lugar donde habitan. El conocimiento
general Para Bachelard: “Nada ha retardado más el progreso del conocimiento científico
que la falsa doctrina de lo general que ha reinado desde Aristóteles a Bacon inclusive, y
que aún permanece, para tantos espíritus como una doctrina fundamental del saber”
(Bachelard, 1976: 66).
El conocimiento pragmático y utilitario. El utilitarismo plantea una serie de
problemas a la hora de definir un término, pues existe la tendencia de reducirlo y
sintetizarlo de tal manera que se pretende explicar o definir un concepto solamente
mediante la idea de utilidad o beneficio. Para Bachelard: “En todos los fenómenos se
busca la utilidad humana, no sólo por la ventaja positiva que pueda procurar sino como
principio de explicación” (Bachelard, 1976: 110). El obstáculo animista se tiene la
tendencia de explicar ciertos fenómenos o definir ciertos conceptos haciendo analogías
con la naturaleza animada. Según Bachelard: “Los fenómenos biológicos son los que sirven
de medios de explicación de los fenómenos físicos. Esta característica de valorizar el
carácter biológico en la descripción de hechos, fenómenos u objetos, representan
claramente el carácter del obstáculo animista” (Bachelard, 1976: 186).
El obstáculo verbal. Otro de los obstáculos epistemológicos del léxico considerado
por Bachelard es el obstáculo verbal, el cual se presenta cuando mediante una sola palabra
o una sola imagen se quiere explicar un concepto. Así es como hábitos puramente verbales,
se convierten en obstáculos del pensamiento científico.
Perspectiva Cuantitativa. En la ciencia podemos aspirar a la verdad y de hecho así lo
hacemos. La verdad es el valor que todo lo fundamenta. Lo que no podemos alcanzar es la
seguridad. Forzosamente debemos renunciar a ella. Nunca podremos tener seguridad, nunca
podremos tener certeza. Sir Karl R. Popper (Popper y Lorenz, 1992: 68).
Efectivamente, y teniendo la definición de epistemología, entendida como disciplina de
reflexión acerca del origen del conocimiento, de la naturaleza y validez del conocimiento
científico, de las circunstancias históricas y sociales de su obtención y los criterios de
descubrimiento y justificación de las afirmaciones científicas, se puede decir que desde una
perspectiva cuantitativa, los fundamentos epistemológicos que permiten al investigador
optar por determina manera de ver la realidad, y que, por lo tanto, caracterizan y definen los
modos y los medios de producir conocimiento científico son el Positivismo y el
Postpositivismo.
Desde esta perspectiva se entiende la realidad como aquellas entidades o cosas
(objetos) independientes del pensamiento, por lo tanto es una realidad objetiva, material y
estable, dirigida por leyes y mecanismos naturales, es decir una realidad empírica. De este
modo, el investigador debe asumir una posición distante del objeto de estudio, con la
finalidad de lograr un conocimiento objetivo de esa realidad, lo cual permitiría excluir los
juicios valorativos tanto del investigador como de los sujetos investigados (Padrón Guillén,
1992).
Otro de los aspectos importantes en la investigación es la validez y confiabilidad del
conocimiento científico obtenido. Respecto a la validez y confiabilidad Miguel Martínez
Miguélez plantea que, más allá que la literatura positivista tradicional define diferentes
tipos de validez (validez de construcción, interna, externa), todas pretenden determinar si lo
que se está midiendo, es lo que se desea medir.
También, esta orientación epistemológica procura alcanzar un buen nivel de
confiabilidad, definiendo este constructor como la posibilidad de repetir la misma
investigación y obtener resultados idénticos o muy similares, en otras palabras, la
confiabilidad tiene como finalidad asegurarse que un investigador, siguiendo los mismos
procedimientos realizados anteriormente por otro investigador, y llevando a cabo el mismo
estudio, llegué a resultados y conclusiones similares.
Siguiendo a este autor, desde una perspectiva postpositivista diremos que una
investigación tendrá un alto nivel de validez en la medida en que se pueda observar, a
través de la misma, la realidad en sentido pleno. Un requisito indispensable para lograr esta
noción acabada de la realidad, es que los resultados brinden una imagen lo más completa
posible, clara y representativa de la realidad o situación estudiada. Respecto de la
confiabilidad Martínez Miguélez plantea que es aquella investigación que es estable,
segura, congruente, igual a sí misma en diferentes tiempos y previsible para el futuro
(Martínez Miguélez, 2006).
Así, podemos concluir que el Positivismo y el Postpositivismo son las bases
epistemológicas en las que se basa la metodología de la investigación desde una perspectiva
netamente cuantitativa, en la que se pretende explicar y predecir la realidad vista desde una
perspectiva externa utilizando la estadística y el experimento como herramientas
principales para la construcción del conocimiento (Padrón Guillén, 1992).
Perspectiva Cualitativa: Como se planteó en el apartado anterior, uno de los
discípulos que criticó a Popper fue Thomas Kuhn. A la visión de ciencia de Khun se la
puede considerar como anti-ortodoxa, ya que se aleja del énfasis en la consideración de la
estructura y reconstrucción lógica de la ciencia, que es particular del enfoque ortodoxo.
Kuhn, en su filosofía de la ciencia, pone gran énfasis “en lo histórico y lo social de las
comunidades científicas” (Cortada de Kohan, Macbeth y López Alonso, 2008: 59).
Plantea que el desarrollo del conocimiento científico se da a través de revoluciones
científicas, e incorpora la noción de paradigma, definiendo al mismo “como un modelo de
ciencia que plantea problemas y formas de solución para estos” (Cortada de Kohan,
Macbeth y López Alonso, 2008: 59).
La manifestación de los problemas es histórica, ya que se desarrollan siempre dentro de
una comunidad científica que los definirá y trabajará con el fin de dar respuestas a sus
interrogantes. Cada paradigma determinará un modelo de Ciencia, y la delimitación de lo
qué es ciencia y lo que no es ciencia, estará supeditado a este modelo vigente en
determinado momento. Los paradigmas pueden gobernar de manera tácita, sólo en los
momentos de revoluciones científicas es cuando se hacen manifiestamente visibles. Define
las revoluciones científicas como momentos de crisis, en los que se puede observar el
derrocamiento de paradigmas que han perdido el poder explicativo, lo cual genera la
consecuente emergencia de un nuevo modelo de ciencia que permita a los investigadores
encontrar otra vía de explicación del mismo fenómeno estudiado, es decir año XI - número
I (21) / 2010 fundamentos en humanidades 61 “qué se debe investigar y de qué manera”
(Cortada de Kohan, Macbeth y López Alonso, 2008: 59).
Khun afirma que los diferentes paradigmas son inconmensurables, es decir que “tienen
visiones radicalmente incompatibles de la disciplina, e incluso del mundo” (Cortada de
Kohan, Macbeth y López Alonso, 2008: 59). El paso de la perspectiva cuantitativa a la
perspectiva cualitativa se podría ver desde una mirada khuniana, ya que el modo de ver la
realidad, de estudiarla, de aproximarse a ella es marcadamente diferente entre ambas, son
programas de investigación científica segun Lakatos está con grandes componentes de
fuerte influencia popperiana, centrada en esta noción de programas de investigación.
Esta visión lakatosiana es la que hoy predomina el tratamiento epistemológico de las
ciencias sociales en general, y particularmente en psicología. Una de las diferencias básicas
entre la noción de paradigma de Khun y la de programas de investigación de Lakatos está
dada por la compleja continuidad que muchas veces se da entre paradigmas sucesivos. Así,
considerando que las perspectivas cuantitativa y cualitativa tienen bases epistemológicas
diferentes y que por lo tanto también difieren en el modo de ver la realidad, de aproximarse
a ella, de construir el objeto de estudio, entre otras características, es indispensable describir
cuáles son los aspectos particulares de la perspectiva cualitativa para luego debatir respecto
a la pregunta guía de este trabajo, entonces ¿son inconmensurables o no? Desde una
perspectiva cualitativa en investigación se pretende comprender la realidad social,
entendiendo a esta como resultado de un proceso histórico, considerado desde la lógica y
sentir de sus protagonistas.
Efectivamente, la realidad es epistémica, lo que significa que es una construcción, por
lo tanto requiere del sujeto que la conoce y además, reconoce que ese sujeto es
contextualizado, influido por la cul- año XI - número I (21) / 2010 fundamentos en
humanidades futura, el momento histórico y las relaciones sociales. El conocimiento de la
realidad depende del sujeto que la conoce, de sus formas de percibir, sentir, actuar, propias
de ese sujeto. Además, esta realidad se considera dinámica, cambiante, en movimiento.
De este modo, el conocimiento es una construcción compartida a partir de la relación
del investigador y del objeto investigado. Por lo tanto, la subjetividad y la intersubjetividad
son herramientas a ser utilizada, no obstáculos en la investigación (Samaja, 1994; Briones,
2002). Otros dos aspectos importantes a tener en cuenta respecto a la perspectiva cualitativa
son la validez y la confiabilidad.
Considerando lo expuesto en este apartado, se puede concluir planteando que las
perspectivas filosóficas que más influencias tuvieron en la perspectiva cualitativa son la
Fenomenología (propone como alternativa para el análisis las categorías de sujeto,
subjetividad y significación que se traducen en los conceptos de interioridad y vivencia), el
Interaccionismo Simbólico (que tiene sus raíces en Dewey, desde esta postura se considera
como objeto de estudio las procesos de interacción a través de los cuales se producen la
realidad social dotada de significado, entonces lo que interesa es la búsqueda de la
dinámica de producción de significados sociales), la Sociología Crítica (busca comprender
la realidad, tratando de transformarla desde una postura crítica), la Hermenéutica (reconoce
como principio la posibilidad de interpretar cualquier texto en sus dos posturas: literalmente
y como interpretación) (Briones, 2002).
Llegando a este apartado el investigador se pregunta sobre la naturaleza del
conocimiento producido, la dependencia o independencia del investigador frente al
conocimiento producido, la interpretación de la realidad del investigador y sobre el enfoque
adecuado al objeto de investigación. Para dar respuesta al posicionamiento del
conocimiento el investigador, este puede escoger entre los tres paradigmas: positivista,
interpretativista y constructivista. En definitiva la forma de cómo vemos, pensamos, nos
comportamos e incluso nuestro medio donde nos desarrollamos sirve de actuaciones para
generar la ciencia, adquirir conocimiento e inclusive definir un concepto sobre lo
observado.
El paradigma positivista se adoptó como modelo de investigación en las Ciencias
Físicas y Naturales, se aplicó al campo social y más tarde al educativo. Usher y Bryant
(1992) lo caracterizan como el paradigma de las ciencias naturales con unos determinados
supuestos básicos:La existencia de un mundo real exterior e independiente de los
individuos como seres despersonalizados. El conocimiento de ese mundo puede
conseguirse de un modo empírico mediante métodos y procedimientos adecuados libres de
enjuiciamientos de valor para ganar el conocimiento por la razón. El conocimiento es
objetivo (medible), cuantifica los fenómenos observables que son susceptibles de análisis
matemáticos y control experimental. Las condiciones para la obtención del conocimiento
se centran esencialmente en la eliminación de los sesgos y compromisos de valor para
reflejar la auténtica realidad.
El significado residual que se ha dado a este paradigma incluye las siguientes
suposiciones asociadas, que han sido planteadas por Giddens (cit. COHEN y MANION,
1990) como: - Los procedimientos metodológicos de las ciencias físico-naturales pueden
aplicarse directamente a las sociales. - El producto final de las investigaciones puede ser
formulado por el científico social en términos paralelos a los de las ciencias físiconaturales
y su análisis debe de expresarse en leyes o generalizaciones universales del tipo establecido
para los fenómenos naturales. En el paradigma positivista, los propósitos científicos están
por encima de los valores que los sujetos expresen y de su contexto, centrándose en el
mundo de forma neutral para garantizar explicaciones universales generalizables.
Paradigma interpretativo Se ha dicho que se presentaba como una alternativa a las
limitaciones del paradigma positivista en el campo de las Ciencias Sociales y de la
Educación, al considerar las diferencias de éstas con relación a las Ciencias Naturales. Este
paradigma tiene sus antecedentes históricos en la fenomenología, el interaccionismo
simbólico interpretativo, la etnografía, la antropología, etc. Sus impulsores surgen de la
escuela alemana y se considera a Husserl su fundador. Entre sus autores más
representativos están: Dilthey, Baden, Berger, Shutz, Mead, Blumer, Lukman, etc.
Para Curtis (cit. por COHEN y MANION, 1990), en los fenomenologistas pueden
tomarse como rasgos diferenciadores los siguientes: Primacía de la conciencia subjetiva. -
Entendimiento de la conciencia como activa, concesión con sentido. Reivindicación de que
hay estructuras esenciales en la conciencia de las que obtenemos conocimiento directo,
mediante una cierta clase de reflexión. Profundiza en los diferentes motivos de los hechos.
No busca la generalización, la realidad es dinámica e interactiva. Tienen en cuenta el
comportamiento de los otros/as actuando consecuentemente desde una perspectiva
holística. El sujeto es un individuo comunicativo que comparte significados. Entre ellos/as
(incluido el investigador/a) se establece una comunicación bidireccional. Los propios
individuos construyen la acción interpretando y valorando la realidad en su conjunto de
modo analítico-descriptivo. Desde el contexto se le da su significado pleno.
El paradigma constructivista asume que el conocimiento es una construcción mental
resultado de la actividad cognoscitiva del sujeto que aprende. Concibe el conocimiento
como una construcción propia, que surge de las comprensiones logradas a partir de los
fenómenos que se quieren conocer. El constructivismo es un paradigma concerniente
al desarrollo cognitivo y tiene sus raíces inmediatas en la teoría de Piaget sobre el
desarrollo de la inteligencia, denominada epistemología genética, en donde la génesis del
conocimiento es el resultado de un proceso dialéctico de asimilación, acomodación, 
conflicto, y equilibración, y sus raíces remotas en el fenomenalismo de Kant, quien afirmó
que la realidad "en sí misma" o noúmeno no puede ser conocida. Solo pueden conocerse los
fenómenos, es decir, la manera como se manifiestan los objetos a la sensibilidad del sujeto
cognoscente.
Ya que la epistemología se traduce en la ciencia explicativa del hecho de conocer el
cual es propio del ser humano, efectuándose mediante una reflexión filosófica. Es el arte de
Pensar, usando para ello la inteligencia y la razón. La inteligencia para adentrarse en lo
íntimo de la realidad y la razón para dar explicación a lo observado en dicha realidad. Es
comprender la realidad, abrazar esa realidad, asirse al sentido profundo de las cosas que nos
rodean. Es descubrir cómo se origina el conocimiento, qué tipo de estrategias o de
fenómenos se producen y además cómo se justifica el conocimiento aprendido, por qué
tenemos que creer en todo lo que nos han enseñado. Es cuestionarse todo. Con ese objetivo
en mente, parafraseando a Ibáñez y Castillo (2010), se trata de interpretar el discurso
epistemológico gerencial para el diseño y rediseño de las organizaciones y sus tendencias,
así como el apasionante trabajo de pensar en cómo lograr que las organizaciones sean
diferentes para posicionarse en el mercado global y mantenerse en el mismo. En este
sentido, se considera necesario estudiar el objeto de la gerencia en un sentido más amplio,
cambia a la gerencia tradicional por una concepción de metagerencia ecológica emocional
al incluir los principios gerenciales tradicionales haciendo énfasis en el manejo estratégico
gerencial tanto de las emociones del ser y sus valores éticos, así como en la estabilidad
ecológica de sí mismo y con su entorno al considerar que las transformaciones nacen de la
energía que tiene el hombre para trascender.
En este sentido, se considera necesario estudiar el objeto de la gerencia en un sentido
más amplio, cambia a la gerencia tradicional por una concepción de metagerencia ecológica
emocional al incluir los principios gerenciales tradicionales haciendo énfasis en el manejo
estratégico gerencial tanto de las emociones del ser y sus valores éticos, así como en la
estabilidad ecológica de sí mismo y con su entorno al considerar que las transformaciones
nacen de la energía que tiene el hombre para trascender.
La Epistemología entonces aporta beneficios a un profesional de cualquier área,
especialmente del Gerente, puesto que no solo debe limitarse a realizar las funciones
inherentes a su trabajo sino además conocer el porqué de sus labores en función de aportar
mayores beneficios a su colectividad. Partiendo de que el Conocimiento, según Herrera
(s/f), es una “Imagen mental que permite al ser humano reconocer, interpretar, comprender
y explicar la realidad, con el fin de relacionarse con él, en función de sus características y
necesidades”, lo cual le permite al ser humano abordar su realidad y transformarla.
Los días que vivimos muestran cambios y/o transformaciones perennes en el contexto
empresarial, lo cual demanda la participación oportuna de una gerencia conceptuada, con
competencia para guiar a la organización hacia la productividad y la excelencia. Un
considerable número de empresas conforman la sociedad actual, con profundos cambios en
la tecnología y en áreas cada vez más específicas. La gerencia afronta la necesidad de
adaptarse a esta sociedad de incertidumbre o perecer ante los nuevos retos, pero adecuarse
implica flexibilizarse con la incorporación de nuevos enfoques y dejar a un lado métodos
que ya no califican con las realidades. Se trata entonces de enfrentar la responsabilidad de
una forma de vida en continuo movimiento, ante constantes desafíos.
Para ello se considera necesaria la valoración de la epistemología crítica que se interesa
por la conformación de seres humanos sociales transformadores, y es que sin comprender
estos procesos tampoco se entendería el cambio social. Desde esta perspectiva, un
Epistemólogo no es un intelectual, científico o un filósofo que reflexiona sobre sí mismo,
sino más bien un ser humano que reflexiona de forma perseverante sobre sí mismo y sobre
su actitud con y ante los demás, transversalizado por su historia.
Tal como lo señalan Ibáñez y Castillo (2010) “la gerencia es una ciencia social
transdisciplinaria con el objeto de buscar el bienestar y la armonía, cambiando la gerencia
tradicional por una concepción de metagerencia ecológica emocional, donde la tendencia
del discurso se orienta a redimensionarse hacia los servicios en el ámbito del conocimiento,
produciendo un cambio inevitable en lo físico de las organizaciones”
Todo ello en sincronía con lo expuesto por Mendoza (2018), La postmodernidad refiere
nuevas maneras de concebir el mundo, como construcciones subjetivas, intangibles, que se
expresan a través de un lenguaje simbólico, de significados y significantes; haciendo
imperiosa la necesidad de avanzar hacia la búsqueda de un enfoque epistemológico que de
sustento a la emergencia de construcciones interpretativas sobre el fenómeno gerencial.
La gerencia debe enfrentar hoy en día la posibilidad de adaptarse o perecer ante los
nuevos retos, adecuarse implica flexibilizarse lo cual refiere la incorporación de nuevos
enfoques y desechar métodos que ya no están acordes con las realidades. Se hace necesario
entonces la reflexión epistemológica como el proceso mismo de la formación gerencial
analizado básicamente bajo un enfoque, el cual refiere la aplicación de criterios
epistemológicos que fundan y definan la naturaleza y alcance del enfoque transcompetitivo
u holístico, en el cual a diferencia de la competitividad, se intenta lograr una visión global
de las cosas, para poder ofrecer una esencia integral.
La formación de los gerentes requiere entonces de la participación y actuación de
criterios transdisciplinarios Barrera (1999), aludiendo así a la actitud profesional mediante
la cual se propicia la reflexión desde distintos puntos de vista, tal como la participación y
cooperación de profesionales de diferentes disciplinas para proporcionar al gerente
conocimientos que le permitan responder a las necesidades de determinado momento,
interactuando en los diversos equipos de trabajo y fortaleciendo a la organización mediante
la confección de tejidos o redes de cooperación teniendo como norte el alcance de los
objetivos corporativos.
En concordancia con lo expuesto por Pérez, Acosta y Acosta (2014), “El pensamiento
gerencial se encuentra hoy, en un camino lleno de muchas bifurcaciones como
consecuencia de las grandes y continuas transformaciones que se han ido gestando en todos
los ámbitos: económico, social, político, cultural, tecnológico, científico, humanístico,
espiritual” (p. 39). Cada cruce comprende una sucesión de variables interrelacionadas que
el gerente debe realizar para alcanzar el camino deseado: una organización eficiente,
cónsona con las exigencias de un mundo que cada día es más globalizado y, por ende,
complejo por su carácter multidimensional.
El mundo de hoy se perfila con características muy diferentes al de otras épocas, que
nos obliga a buscar respuestas diferentes, entre ellas podemos destacar que las empresas
exitosas habrán de ser verdaderamente globales, donde el ritmo en la creación de
conocimientos y la velocidad de aprendizaje serán claves fundamentales para distinguir el
éxito del fracaso. En este orden de ideas, la actividad intelectual, productora de
conocimientos y por ende el uso creciente de la información y el conocimiento para innovar
se convierten en el elemento de supervivencia de las organizaciones. Es por ello, que
Drucker (1999, p.17) manifiesta que “el desafío económico de la sociedad poscapitalista
será la productividad del trabajo del saber y del trabajador del saber”
Lo anterior involucra cambios en el pensamiento del gerente para hacer negocios. De
hecho, se ha observado una revolución en las prácticas gerenciales pasando por el uso de
teorías de Benchmarking o búsqueda de las mejores prácticas, Ecisiones, Segregaciones,
Spinoffs o nacimiento de empresas a partir de otra, Joint Ventures o Alianzas Estratégicas,
Outsourcing o externalización de determinadas áreas funcionales, Calidad Total, Coaching
o entrenamiento asistido, Reingeniería de Procesos, entre otras, con la finalidad de que
estas empresas intenten mantenerse en rendimientos crecientes, y de esta forma ser más
productivas, eficientes y rentables.
De acuerdo a la finalidad descrita se han comenzado investigaciones que consolidan la
gestación prospectiva de una nueva forma de abordar la planificación gerencial
cuestionando la planeación estratégica para construir un plan gerencial transformacional
(PGT), acuñado por Acevedo (septiembre, 2008), quien considera que las transformaciones
nacen de la energía que tiene el hombre para trascender, permitiendo lograr la armonía de la
existencia como fin último de este plan. Por lo tanto, además de las dimensiones
tradicionales de la planificación estratégica deberían tender a incluir los elementos
humanizantes. Por ello, Ibáñez y Castillo (2009) exponen que el PGT resulta de la
combinación de nuevas y antiguas teorías, incluyendo la psicología, la física clásica y la
cuántica, así como de la mezcla de procesos y métodos, que aunque se lee ingenuo
representa una gran complejidad en su interacción. De allí la importancia de la flexibilidad
que debe tener el nuevo paradigma. Para Ibáñez y Castillo (2009:93) el PGT “incorpora al
individuo como dimensión, basada en la mecánica cuántica”, denotándose su
hipercomplejidad tanto por lo emocional, cognoscitivo y conductual. Y por otra parte se
incorpora a la dimensión al ambiente, dada la importancia que ello requiere en la actualidad
para proteger y desarrollar el sistema de convivencia planetaria.
Bajo todas la apreciaciones extendidas hasta este momento es inudidable evitar
decir que cada investigación en el campo de la gerencia debe estar bien estructurada ya que
sus resultados deben crear una integración al momento de su aceptación y practica la misma
aportara una forma práctica de entender con mayor premura la solución o sencillamente el
comportamiento de la problemática resuelta u observada permitirá generar una afirmación o
verdad para el momento que se vive. Tal es el caso de mi estudio sobre el conglomerado de
agentes presentes en la cultura apureña que no permiten la integración conjunta como
institución garante de los nuevos tiempos y portavoz de conocimiento.

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