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oo Tramps co KNCLAJES — Medlos de comunicacién e Historia Apuntes para una historiogatia en construccion Mirta Varela Es Investigadora Ad- junta del CONICET, la Comunicacién en ‘an colaboracién con Alejandro Grimson. Su Tesis de doctora- do “Cultura de sas, técnica y cién. La televisién 1951-1969" ‘se encuentra en vias de publicacion, Febrero de 2004 La relacion de los medios de co- ‘municacién con la Historia esta repleta de confusiones y ambi- ledades que este articulo, pro- bablemente, no contribuya mas que a profundizar. Pero entiendo que deberfa ser valido cualquier intento, si no de esclarecimien- to, por lo menos de reconoct Mirta Varela | LA HISTORIA DE LOS MEDIOS DE COMUNICACION PRESENTA PROBLEMAS IRRESUELTOS PARA SU ABORDAJE: ¢SE TRATA DE UNA HISTORIA DE LA COMUNICACION HUMANA © DE UNA HISTORIA DE LA TECNICA, DE UNA HISTORIA SOCIAL O CULTURAL, DE UNA HISTORIA DEL ARTE O DE LOS CAMBIOS EN LA PERCEPCION HUMANA? RESPONDER ESAS PREGUNTAS EXIGE UNA ‘TOMA DE POSICION TEORICA RESPECTO DE QUE SON LOS MEDIOS EN LA ACTUALIDAD, AL MISMO TIEMPO QUE IMPONE OPCIONES METODOLOGICAS PRECISAS: QUE TIPO DE PERIODIZACION, RESULTA MAS ADECUADA, © CUAL ES EL RITMO DEL CAMBIO HISTORICO EN EL QUE SE UBICA LA HISTORIA DE LOS MEDIOS. miento del campo problemético. En este sentido, lo que sigue no tlene otra pretensién que apun- tar algunas notas para la confi- uraci6n de una historiografia de los medios de comunicaci6n o, menos pretensiosamente, algu- nas pistas para abordar su in- vestigacion ante preguntas tales como: gse trata de una historia de los medios de comunicacion © una historia de la comunica- cién? gesa historia deberta in- cluirse més ampliamente en una historia cultural, social © polit ca? ges una historia de la técnt- a, de la percepoién humana, de 10 pablico, de la vida cotidiana, de los géneros de masas o de todo eso Junto? 2es posible es- cribir una historia que aborde en forma conjunta todos esos pro- blemas? zcon qué medios debe- fia escribirse esa historia? zno deberiamos dejar librado a cada medio la escritura de su propia historia? En fin, las preguntas Podrian multiplicarse casi indeft- idamente, pero lo clerto es que se trata de una historiogrefia que carece de una verdadera historia y cuyo futuro no se vis- lumbra con claridad. He agrupado una serie de pro- blemas de diferente estatuto: el modo en que la historia de los ‘medios de comunicacién ha sido abordada hasta el momento, al- gunas cuestiones teéricas y otras més especificamente me- todolégicas. EI contexto en el cual se presentan estos proble- ‘mas resulta paradéjico. La im Portancia de los medios de co- municacion en la sociedad con- temporénea es indiscutible y las, hipétesis interpretativas del rol que cumpien, apelan a la histo- las transfor los cambios en la socialidad, o las relaciones entre lo pblico y lo privado, sue- len comprenderse desde el ané- lisis del momento de su emer- encla, del contraste con las for- mas previas y su evolucién. Sin embargo, la historia de los me- dios es una préctica relative mente olvidada. Si bien existen diversas historias parciales del ‘cine, el pertodismo, la radio, ta televisién, la publicidad o la his- torieta, suele tratarse de meras enumeraciones de “acontect mientos”, “hitos” de momentos, figuras, transformaciones técni- as 0 éxitos notables. En contra de las tendencias de la historia del siglo XX que atraviesa la his- torla de los medios, estos rela tos parecen surgidos de la histo- rla_de otros tiempos. Los histo- rladores, por su parte, utilizan los medios como documento o como fuente pero dificilmente los vuelvan un objeto de estudio; los historiadores del arte en el ‘mejor de los casos -y no sin fun- damento- pueden abocarse a la historia del cine; los historlado- res de la literatura pueden abor- dar algunos hitos del periodismo grafico; y los comunicblogos se ‘encuentran mucho més prociives ‘al anélisis contemporéneo de los medios de comunicacién, de ‘manera que la historia de los medios se presenta como una zona poco transitada, plagada de lugares comunes sobre la be- del nulo debate intelectual ‘que existe al respecto, y su convertirse en un espacio libre- do al anecdotario que encuentra Interés en los mismos medios de comunicacién. 1. Historia (s) de los Medios Histoire[s] du cinéma de Jean- Lue Godard es una version orig nal e interesante de la historia del cine. Se trata de un conjunto de videos que presentan proble- ‘mas centrales para una posible historlografia del cine, donde Go- dard repite insistentemente que el cine no es ni un arte, ni una técnica, ni una industria, aunque sea algo de todo eso!. El cine ‘también es memoria de la histo ria y de su propla historia, su biografia, dice Godard. De mane- Fa que las Imagenes y las pala- bras 40s videos sobreimprimen Imagenes, escritura y la voz en off de Godard, casi permanente- mente: tienden a mostrar la dif ‘cultad -cuando no ta imposibili- dad- de hacer “la” historia del c- ne. En cualquier caso, se trate. Fla de historias que no se clasifi- ‘can con nitidez en la historia de! arte, de la técnica, de la indus- tria, ni de los lenguajes, de alli ue Goderd entienda que a(s) His- toriafs) del cine exige(n) teorizar cerca del cine, experimentar con fl cine, tanto como mostrar sus imagenes*. Hever historia de los medios impl- ca hacer interpretaciones.hist6rt cas, pero también implica una to- ‘ma de posici6n teérica. Aunque es- ta sea una afirmacion banal en ce- sl cualquier otro campo de ta cut: ra, la prolferacién de anecdote- los, listados de acontecimientos Intrascendentes, detalles curio- 808 0 sucesiones de novedades, wuelven Indispensable la reflexién ‘sobre el lugar del historiador de os medios. Se trata de un lugar particularmente confictivo porque el lugar de 1a critica ha variado [11 _ Para un debate del trabajo de Go- dard, puede verse Oubifa, David (com- Dilador|. Jean-Luc Godart: 6 pensamionto el cine, Contre mirades sobre Histoire) ds cinéma. Buenos Aires. Paid6s. 2003. ‘que se enuncia esa historia yla técnica utiizada y, fundamentalmente, la necesidad de que la historia del cine - casi podriamas decir que el hacer ci ‘supone una teoria del cine. 1984/2004 - 70 Aniversario de la Creacién de la Carrera de Periodismo y Comunicacién Social [ SavlgNy sefdjues, ] considerablemente, oscilando desde la indiferencia al desdén, desde el rechazo a la celebra- ci6n, desde la denostacién a la exaltacién. La relacién de los in- telectuales con los medios de comunicacién ha sufrido fluctua clones con diferente énfasis se- Gn el medio, de manera que lo escritural y lo audiovisual, ta in- formacién y la ficcién 0 el espec- ‘téculo, no han sido valorados en forma similar a lo largo de su historia, De esta forma, la hibri dez constitutiva de los medios de comunicacién impone la prt mera gran dificultad a la tarea de su historizaci6n. La aceptacién de las cualidades artisticas del cine (0 de una par- te de 6!) permitis que su historia Pudiera organizarse a la manera de las historias del arte o la lite- ratura: una sucesién de mov mientos, escuelas, autores, 0 ct ANCLAJES — Tramfplas Febrero de 2004 La historia de la televisién presenta generalmente la forma de una historia de la invencién técnica 0 de disputas comerciales por patentes en una primera etapa, hasta convertirse luego en una historia del espectaculo y en menor medida de su publico, Mirta Varela | Apuntes para una historiografla en construccién nematografias nacionales, don- de el interés puede residir en las variaciones de estilo de unos a otros, en la evolucién técnica del lenguaje cinemato- gréfico 0 las blografias de autor. Fuera queda, generalmente, Hollywood y el cine de los gran- des estudios, de donde se res- catan figuras de autor u obras. aisladas, salvo cuando es trata- do en su aspecto meramente in- dustrial 0 cuando se historizan algunos géneros, sobre todo aquellos que “ya son historia” porque no se producen en la ac- tualidad como el western o la comedia musical. La historia de la televisién, en cambio, presenta generalmente la forma de una historia de la in- vencién técnica o de disputes comerciales por patentes en una primera etapa, hasta con- vertirse luego en una historia del espectéculo y en menor me- dida de su pdblico. Una ecua- clon simple -y por lo tanto es- ‘quemética y tautolbgice- se de- duce de las dos afirmaciones anteriores: a mayor valoracion estética 0 disoursiva de los me- dios, mayor cercanta de la histo- ria de los medios a una historia del arte a secas. Lo cual, si bien no supone asumir que la historia del arte carece de complelidad, permite encontrar un campo consolidado en el cual ubicar, clasificar y ordenar algunos pro- blemas. Lo que ocurre es que la mayor parte de la produccion discursiva de los medios -0 as- pectos nada marginales de la to- talidad de la produccién mediét- ce quedaria, en consecuencia, exoluida, Si esa ecuacién es vé- lida, la ecuacién complementa- ria, podrfa ser que cuando de- crece Ia valoracion estética de os medios, crece su interés so- clolbgico. 0 dicho a partir de un ejemplo: la mayor parte de las comedias norteamericanas de la década del cincuenta no ofre- ‘ce gran interés estético; sin em- bargo, un estudio cultural sobre la concepoién de la familia en la sociedad norteamericana de posguerra harfa muy bien en uti lizar esos filmes como fuente. ‘Ambas ecuaciones parten de la Valoracién estética de los me- dios de comunicacién a partir de patrones artisticos y se trata de premisas que funcionaron como parémetro de producci6n inte- lectual durante mucho tiempo: la critica estética debia ocupar- ‘se de los objetos considerados artisticos y la sociologia de los ‘objetos considerados menores, parte de la cultura pero no del arte. Sin embargo, la distincién arte/cultura ha sido resquebra- jada y puesta en cuestion tantas veces que no se puede reponer sin revisar los fundamentos de esa escision y de esa ambigie- dad. También las clasificaciones disciplinarias se han declarado ‘confusas hace tiempo y los me- dios de comunicacién han ocupe- do un lugar preponderante en 1a desclasificacién de las. produc- clones culturales y la historia de ese proceso es una parte sus- tancial de la historia de los me- dios que, por otra parte, siempre se escribe desde el presente. Los pdblicos de masas se han convertido en audiencias sucesi- vamente fragmentadas, al tiem- Po que se han globalizado en sus consumos. “Harry Potter” cont6 con un operativo de marke- ting superior a la mayor parte de las peliculas hollywoodenses y algunas muestras de arte se convierten en acontecimientos masivos de proporciones. Ya no se trata del soporte entonces, 0 de la Imagen frente a la escritu: ra, e80 es claro. ¥ lo mismo po- dria decirse de ciertos fenéme- ‘nos ligados al mercado del arte, Pero eso s6lo nos llevaria a constatar la necesided de aten- der a las condiciones materiales de produccién y circulacion de los blenes culturales, algo que la sociologia del arte ya ha afirma- do y llevado a cabo reiterada- mente. El problema aqui no es si las instituciones artisticas estén atravesadas por el mercado 0 qué nos puede decir la sociolo- gia de la cultura sobre los me- dios de comunicactén. El proble- ma es si la ecuacién inversa es posible, esto es: zes necesaria tna critica de los medios?* Y de 80 depende, en buena medida, como puede escribirse una histo- ria de los medios. Es decir, qué ‘entendemos que son los medios de comunicacién y cémo los ve- loramos. La critica cultural, particular- mente los estudios culturales, hhan ofrecido un tipo de respues- taa estas eouaciones al ocupar- ‘se de los medios de comunice- cl6n. Al abordar la relacién entre cultura y sociedad en objetos no s6lo diversos, sino absolute mente distantes en la jerarquize- ‘l6n del campo de la cultura, co- locaron en pie de igualdad a to- os los medios, al mismo tiempo que le aplicaron lecturas relativa mente sofisticadas a los discur- 808 considerados més banales dentro de los medios de comunk cacién. Si esto llev6 a la banali- zaci6n del discurso critico ha st do objeto de largos debates y no es éste el lugar para volver sobre ellos, aunque también deberia ‘constar que se trata de un tipo de respuesta al problema que parece relativamente agotado (salvo que Ia multiplicacién de Instituciones y publicaciones su- onga elgin tipo de garantia pa- ra la produccién de saberes orig nales y con clerto interés para el ‘conocimiento). Solo cabe apuntar que en un campo caractertzado por la proliferacién de papers y pu- biicaciones, los trabajos de histo- ria de los medios realizados den- ‘ro del marco de los estudios cuttur rales ocupan un lugar definitive ‘mente menor frente a otros temas. Una investigacién pionera como la de Raymond Williams, Televi- sion. Technology and Cultural Form, publicada por primera vez en 1974 no tuvo, sorprendente- mente, grandes secuelas para la historia de los medios. Williams comienza su libro con un anélisis de la relaci6n entre tecnologia y sociedad y de las instituciones de la tecnologia: la puesta en historia de esa relacién es el ‘marco para cualquier pretensién de andlisis de la television. Es el mismo esquema que habia utill- zado en Communications, publi- ado en 1961, al colocar un ca pitulo de “Historia” que encat gaba la historia de la imprenta, €l libro, los periédicos, el teatro, el cine, la radio y la television. En Historia de la Comunicacién, una compllacién realizada por Williams en 1981 se enfatiza la necesidad de tomar la “comunt- cacién humana” como eje arti- culador de la historia de la co- municacién‘. Eso supone dos movimlentos: la historia de la comunicacién debe comenzar con los interrogantes que plan- tea el origen y la historia del len- guaje, y la historia de la comunt- cacién debe ir, en consecuencia, mucho més atrés que la historia de las tecnologias del siglo XX, ‘aunque es la aceleracién de los cambios de estas ditimas lo que incita el interés por su estudio. En trabajos posteriores, realiza- 3p estudio de los medios. [4] _E1tiulo original del ibro de Raymond Williams es Contact: Human Communics tion and its history. celona. Bosch. 1982. El volumen 1 aborda Dal lenguaje a imprenta a nuestros das. de una perspective critica oa ‘adscripcin a la Teoria cri- fia de ta comunicacién (2 vol) Bar- escrituray ol vol. 2De 1934/2004 - 70 Aniversario de la Creacién de la Carrera de Periodismo y Comunicaci6n Social [ Tramps = SUPVIINY — [ ANCLAJES — Tramiplas dos por otros autores, que po- drfan ubicarse sin dificultad en tanto “estudios culturales” se ha tendido a focalizar en estudios de caso, donde la hiper particular- dad a veces impide reponer ese marco hist6rico més vasto que Proponia Williams*. 2. El ritmo y Ia pertodizacion del cambio histérico La tendencia a realizar estudios hist6ricos focalizados no impidlé ‘que algunos trabajos en historia de los medios de comunicacién adoptaren una perspectiva que odrfamos llamar de “larga dura- cl6n”*, La historiografia de la comunice- cién esté experimentando su se- undo cambio importante. Los estudiosos de los medios de co- municacién y la cultura contem- oréneos estén cada vez més in- teresados en los fenémenos de larga duracién de la experiencia humana que enmarcan la comunt- cacién moderna. (...) Durante gran parte de su vida inicial, la historia de la comunicaci6n fue la historia de la prensa, tipicamente representada como biografias de Febrero de 2004 Mirta Varela | Apuntes para una historiografia en construccién Brendes editores 0 periédicos. de comunicacién no serfan més (..) Si el primer gran cambio con- que un hito de ese proceso. Sin sistié en ampliar el marco de refe- embargo, no todos los perfodos rencia hortzontal, situar la historia de la historia sufren el impacto de de los medios de comunicacién estas transformaciones por igual, fen la perspectiva més amplia de aunque Ia totalidad de la expe- las instituciones sociales, el se- _riencia humana estaria orientada, gundo gran cambio es ampliar el en clerta forma, a las formas de marco verticalmente, considerar _comunicacién vigentes. La lineall- la historia-més amplia- de las ins- dad de la escritura, la multipers- tituciones de los medios de dif: pectividad asociada a la imagen si6n sobre un tel6n de fondo cro- cinematogréfica, producen trans- nolégico mucho més profundo de _formaciones -entas pero inexore- la totalidad de la historia humana, bles- de la percepcién humana, ‘examinar el papel de la comunica- De alla relevancia que adquiere, ‘i6n en el desarrollo de la historia de acuerdo con esta hipétesis, 1a humana y sus formas de civilize historia de la comunicacion: toda cl6n’, Ja cultura se encuentra atravesa- Esta concepcién -al amparo de los da por la tecnologia hegeménica trabajos de Walter Ong y Harold en cada momento hist6rico. Innis, fundamentalmente- supone Se presentan, de esta forma, Considerar los medios de comuni- dos problemas centrales para cacién en tanto tecnologias con- cualquler abordaje de la historia: cebidas como extensiones de las cuél es el ritmo del cambio hist6- capacidades humanas de comuni- rico y cuél la periodizacion més cacién. De manera que resulta adecuada. En el caso de los me- ‘absurdo separar las formas con dios de comunicacién (la oscile- temporéneas de los medios y de cién entre una historia de los, ‘SUS usos, ya que formarian parte medios, de la comunicacién, de de un largo y complejo proceso la técnica, o de algin medio en ‘que incluye “etapas” como la ore- particular, no hace més que po- lidad, 1a esoritura, la imprenta, ner en escena diferentes tomas etc. y donde las actuales técnicas de posicién) 1a historia puede (51_Dos trabajos sobre television que aportan elementos interesantes dentro de es- ta perspectiva son los de Lynn Spige, Make room for TV. Television and Family ideal Tice, Electronic Hearth. Creating an American Television Culture, sobre el que volveremos en el apartado nimero 4 [6] Se trata de una analog forzada -ya que. ‘de sus métodos- con el 1a longue durée" fren se entendia como una “histoire événementielle", por parte dela Escuela historiogré- fice de los Annales, en Francia 17]. Rowland, Willard D.“Prefacio” en: Crowiey, David & Heyer, Paul. Le Comun

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