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El Tiempo Como Recurso Educativo
El Tiempo Como Recurso Educativo
Partiendo de la idea de que el tiempo es un recurso más en los del tiempo en el ámbito del aula y del centro:
procesos de enseñanza-aprendizaje, en este artículo planteo, higiénicos, pedagógicos y socioculturales.
desde unas reflexiones sobre su situación actual, unas pro- . Desde el punto de vista higiénico, habría que
puestas concretas acerca de cómo utilizarlo como recurso edu- diferenciar lo que sería el tiempo real y el
cativo en el contexto del aula y del centro. tiempo útil. Hay que tener en cuenta que, to-
mando como referencia primaria, en las cinco
Si en alguna aseveración estaríamos de o seis horas que están los alumnos en el cen-
acuerdo, sería en la consideración de que nos tro hay bastantes tiempos muertos e imprevis-
falta tiempo para conseguir y hacer todo lo que tos. De todos modos, los días centrales de la
pretendemos en principio. Uno de los principa- semana podrían ser los más adecuados para un
les problemas con que nos encontramos en la mayor rendimiento, el tiempo continuado de
actualidad reside en la utilización adecuada del actividad oscilaría entre los 15-20 minutos
tiempo de que disponemos. Pero no voy a insis- para los niños de 6-7 años y los 40-50 minu-
tir en esa línea del discurso, por otra parte ya tos para los de 12-14 años, y la localización de
muy manida, sino que me voy a fijar en la con- las áreas o materias deberían respetar el grado
sideración del tiempo como un recurso educa- de fatiga —se entiende que lengua y matemá-
tivo, como un recurso que incide de forma ticas exigen un esfuerzo mayor—. «Según Testu
importante en el aprendizaje de los alumnos. (1994), para la mayoría de los alumnos euro-
En muchas ocasiones aceptamos como in- peos (alemanes, ingleses, franceses y españo-
discutible la distribución del tiempo que se hace les) de 10-11 años el nivel de vigilancia fluctúa
desde instancias normativas. Desde la jornada según el perfil, ya clásico, establecido por Gates
escolar hasta la distribución en horas del currí- y Blake, y podemos considerarlo como el perfil
culo, desde las enseñanzas mínimas y la propia característico de una buena sincronización
comunidad autónoma, pasando por la unifor- entre el ritmo vigilia-sueño y las disposiciones
midad del horario de los alumnos y de los pro- del tiempo escolar y extraescolar, de una buena
fesores, se determina un modo inflexible, adaptación del empleo del tiempo de la jor-
uniforme y descontextualizado de entender la nada escolar y del tiempo semanal a los ritmos
enseñanza, constituyendo marcos que condicio- propios de los alumnos. La atención presenta
nan totalmente el aprendizaje de los alumnos. un aumento de su eficiencia en el curso de la
Debemos considerar el tiempo como un re- mañana, con un pico máximo al final de la ma-
curso totalmente diferente a los demás, ya que ñana, una bajada al inicio de la tarde y una re-
es atípico, inexorable, indispensable, no elástico cuperación que se estabiliza al final de la tarde»
e insustituible. No podemos ahorrarlo ni susti- (Díaz Morales, 2002, p. 30).
tuirlo ni alargarlo. Tampoco debemos olvidar que . Desde el punto de vista pedagógico, sería muy
estamos en una sociedad extremadamente com- interesante alternar el tipo y la duración en las
pleja y cambiante, en la que el tiempo ya no actividades y unidades de trabajo, incorporar
puede pensarse de la misma manera que antes, espacios de libre disposición posibilitando que
hay que adaptar los ritmos y secuencias del los alumnos organicen parte de su tiempo, así
tiempo a las nuevas necesidades educativas y so- como facilitar agrupamientos entre clases y
ciales. El tiempo escolar no se puede sustraer a la entre ciclos. Es importante tener presente que
sociedad en la que está inmerso. el horario debería supeditarse a la actividad
prevista y no al revés, así como que las nece-
sidades del alumnado deberían ser la única re-
Variables que condicionan su orga- ferencia para la estructuración del tiempo.
nización en el aula y en el centro . Desde el punto de vista sociocultural, las ca-
racterísticas del centro —rural o urbano, con
Podríamos comentar tres criterios como transporte, comedor, etc.—, las costumbres
referentes para la utilización y organización sociales o las necesidades específicas de la