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LA CRIMINOLOGIA Y LA INEFICIENCIA DEL CONTROL SOCIAL FRENTE A

LA REALIDAD PERUANA
CAVERO FLORES, Pedro Jair
Alumno del VII ciclo de la Facultad de Derecho de la Universidad San Martin de Porres.

RESUMEN
El presente artículo aspira a tener una orientación doctrinaria y práctico a los lectores, la
misma que muestra un panorama respecto a la exacerbación del control social que,
paradojalmente, puede resultarnos propicio en la medida que las fuentes sociales puedan
generar conciencia de esta ecuación; violencia = más violencia, mayor interés podremos
concitar. Asimismo, se hará un análisis sobre la posibilidad de acordar normas o políticas
criminales para la reforma del control social frente a nuestra realidad peruana. Es evidente que
se requiere adoptar políticas criminales en las instituciones públicas para enfrentar a la
delincuencia de una manera eficaz y segura debido a que en la práctica resultan ineficientes en
cuanto a tratamientos y medidas de seguridad pública. Finalmente, se examinará la situación
actual del control social informal, reconociendo a mi parecer, la hegemonía de los medios
comunicación sobre la sociedad y el estado. Por las razones expuestas, es necesario promover
la instauración de una política criminal en donde exista integración tanto del control social
formal como del control social informal con el objetivo de enfrentar al delincuente no creando
nuevas normas sino haciendo efectivo las normas.

PALABRAS CLAVES
Criminología, Control Social, inseguridad ciudadana, bien común, bienestar general,
seguridad integral, política criminal, delincuencia, prevención, dignidad humana.

SUMARIO: I. Introducción, II. El Control Social, III. El Control Social en base a una Política
Criminal, IV. Situación Actual del Control Social en los medios de comunicación,
V. Conclusiones. VI. Recomendaciones

1
I.- INTRODUCCIÓN
Desde mediados de los años 60, el paradigma epistemológico de la Criminología ha
experimentado profundas transformaciones. Es más, algunos autores como Baratta e incluso
Kaiser, han llegado a sostener y aceptar que en la Criminología se ha operado una verdadera
revolución científica 1.

Ahora bien, los cambios ocurridos, son relevante porque han afectado tanto al objeto de
análisis, como a las categorías conceptuales y a los procedimientos tecnológicos de
investigación. Por ejemplo del estudio cuasi determinista del delincuente y de las causas del
delito, se ha pasado al cuestionamiento del sistema de control penal y de los procesos de
criminalización.

Esto quiere decir que en el modelo epistemológico de la nueva criminología también llamada
Criminología Critica o Alternativa, el objeto de estudio ya no es el delincuente sino “aquel
conjunto interactivo de decisiones políticas, organismos especializados y procedimientos
técnicos; cuya función y objetivos centrales son la reducción de los conflictos sociales de
criminalidad, dicho de otra manera, el presente trabajo pretende abordar el tema del control
social en sus diversas manifestaciones en base a una política criminal eficaz y segura.

Hoy en día, pues, la política criminal no sólo reconoce y define las acciones del control, sino
que, critica la realidad social donde se desarrollan tales acciones estatales.

Por otro lado, en el ámbito de la política criminal aplicada a los aportes críticos son también
muy significativos. Por ejemplo, el análisis de los procesos de criminalización secundaria, es
decir, de las instancias y procedimientos que definen al autor de un acto criminalizado como
delincuente, ha permitido discutir el modus operandi de los órganos de control (Policía,
Ministerio Público, Jueces, entre otros).

Fruto de todo ello es la aparición de tesis tan diferentes como la estructural funcionalista de
JAKOBS, que sostiene que el derecho penal es un medio de prevención e integración social,
de refuerzo necesario de la confianza pública en el sistema. Y la abolicionista de HULSMAN
para quien el Control Penal ha fracasado en todos sus niveles y, por tanto, debe desaparecer 2.

En la actualidad, pues, ya no interesa medir la eficacia funcional del Control al menos como
norma sancionatoria, sino que lo que ahora importa es distinguir en el planeamiento de
estrategias y tácticas, e incluso en el propio diseño organizacional del sistema penal, cómo
operan y sobre quien operan las etiquetas de lo criminal.

No obstante, todos estos aportes que los críticos han hecho a la disciplina de la política
criminal, han demarcado la necesidad de estudiar al Sistema de Control Social Formal, y que
es el quien define y retroalimenta a la Criminalidad. Como señala bien Nils Cristie: “Poder es
ante todo el poder de definir”. Y el único que define quien es criminal es el “SISTEMA DE
CONTROL SOCIAL FORMAL”, a través de sus instancias.
1
BARATTA, Alessandro, Criminología Critica y Critica del Derecho Penal, Ed. Siglo XXI, México, 1996, pág. 223.
2
.JAKOBS. 1983, pág. 4 y ss: L. HULSMAN y J. BERNAT DE CELIS, 1984, pág. 79 y ss.; J.BERNT DE CELIS, 1984,
pág. 118 y ss.

2
Por tanto, el estudio del Estado y de su organización de Control Penal son indispensables para
cualquier intento serio de interpretación del conflicto criminal. Y esa necesidad es imperiosa
en sociedades y coyunturas como la nuestra. Donde el abuso del poder de definir va dejando
de ser una praxis excepcional para convertirse de modo peligrosamente legitimado, en una
táctica cotidiana y convencional de imponer el control social en el Perú.

En tal sentido, la necesidad que existe de investigar sobre esta temática resulta relevante para
nuestro país, y por tanto propongo el siguiente problema científico: ¿Qué planteamientos
pueden proponerse para asegurar la eficacia del control social? ¿Es necesario adoptar la
Criminología en el Perú? ¿Cuáles son los beneficios que se obtendría?

Por ultimo daré a conocer la hegemonía de los medios comunicación frente a nuestra realidad
peruana, es evidente que el control de estos medios manipulan no solo a la sociedad sino al
Estado mismo.

II.- EL CONTROL SOCIAL

1.- CONCEPTO Y MANIFESTACIONES

El concepto de control social puede entenderse por un lado como una estrategia de
administración del orden, y por otro, como un instrumento de dominación legitimado por la
base social. Como instrumento se manifiesta de un modo formal (Control Social Formal) y de
un modo informal (Control Social Informal).

En lo que respecta a su nivel formal, el Control Social adopta medios y manifestaciones


distintos a los del ámbito informal. En principio el control es más abierto, directo y coactivo.
Luego, su presión se ejerce a través de procedimientos y órganos públicos (El derecho y los
organismos oficiales que dictan y aplican las normas jurídicas). Por último, el control social
formal es imperativo y represivo, es decir quien no acata las reglas o las quebrante, ingresa,
irremediablemente al completo laberinto de la represión.

En su nivel informal el Control Social actúa sobre la psicología de los individuos, mediante la
internalización de valores y patrones de conducta. Estos últimos son transmitidos por
instancias cercanas al hábitat del individuo: la familia, la escuela, la sociedad, los medios de
comunicación, entre otros. A este proceso interactivo y paulatino individuo se le denomina
“proceso de socialización” 3.

El Control Social informal se ejerce de modo indirecto. El individuo a través del desarrollo de
su vida va asumiendo los valores, los límites y las orientaciones sociales del Control. La
familia, la escuela y la sociedad cumplen un rol de orientadores conductuales, de instancias
socializadores del individuo.

En todas ellas el sujeto recibe las nociones de orden y de autoridad. De disciplina y de


obediencia, de castigo y de dominio. El asume pues en base a sus experiencias como hijo,
como alumno o como empleado, que la sociedad está compuesta por personas normales y por

3
BARATTA, Alessandro, Criminología crítica y Critica del Derecho Penal, Ed. Siglo XXI, México, 1986, pág. 179.ss.

3
disidentes, por fuertes y débiles. Cada instancia de control informal ha de incidir en el sujeto a
fin de que él tome conciencia de su inferioridad frente al control. De la necesidad de aceptar
su sistema y sus valores. El padre en el hogar; el maestro en la escuela; el patrón o el capataz
en la fábrica. Todos ellos manifiestan ante el sujeto poder y autoridad. El orden existente y la
necesidad de amoldarse a él 4.

Es importante señalar que mientras la criminología se ocupa de hallar el modo de optimizar


los mecanismos de control social, la Criminología Crítica explora la incidencia en grupos
humanos de tales instancias de control, como factor criminógeno. De este último análisis, es
que surge la nueva criminología o también llamada critica o radical, la cual desatiende por
completo los factores endógenos y exógenos relacionados con la conducta criminal y
desviada; dándole mayor importancia al papel de las instituciones del gobierno y su
incidencia en el control del crimen.

En este sentido, los agentes del control social informal tratan de condicionar al individuo 5, de
adaptarle a las normas sociales, de disciplinarle a través de un largo y sutil proceso que
comienza en sus núcleos primarios (familia), pasa por la escuela, la profesión y la instancia
laboral y culmina con la obtención de su actitud conformista, interiorizando el individuo las
pautas y modelos de conducta transmitidos y aprendidos. Cuando las instancias informales del
control social fracasan, entran en funcionamiento las instancias formales (policía, proceso,
etc.), que actúan de modo coercitivo e imponen sanciones cualitativamente distintas de las
sanciones sociales: sanciones estigmatizantes que atribuyen al infractor un singular status
(desviado, peligroso, delincuente, etc.)

Estas instancias de control informal tratan de educar e integrar al individuo en la normativa de


orden y consenso 6, de manera que interiorice la disciplina social. Asumirá así su papel social,
manifestando una actitud de aceptación e interés laboral, acatando la contraprestación del
trabajo, las condiciones en que éste se realiza y asumiendo también su papel reproductor y
formativo de futuros productores por medio de la perpetuación de la unidad familiar.

El estudio de las múltiples funciones de la familia se puede enfocar desde tres puntos de vista,
principalmente: antropológico, sociológico y político 7.

Desde el punto de vista antropológico, la familia actual constituye "un grupo íntimo y
fuertemente organizado, compuesto por los cónyuges y la descendencia, es decir, la familia
conyugal" (Linton).

Este tipo de familia comporta dos tipos de relaciones: las relaciones entre los cónyuges, por
un lado, y la relación paterno-filial, por otro. Tradicionalmente, el miembro que ostenta la
autoridad es el hombre-marido-padre: el cabeza de familia, quien centraliza y dirige el
conjunto de deberes y derechos que surgen de las relaciones familiares.

4
MIRALLES, Teresa, El pensamiento criminológico, ed. Temis, Colombia, pág. 46 y ss.
5
GARCIA-PABLOS DE MOLINA, A., Manual de Criminología, ed. Tirant Lo Blanch, España, 1996, pág. 106.
6
GARCIA-PABLOS DE MOLINA, A.: Introducción a la Criminología, ed. Tirant Lo Blanch, España, págs. 116 y ss.
7
GARCIA-PABLOS DE MOLINA, A, Introducción a la Criminología, ed. Tirant Lo Blanch, España, 1996, págs. 116 y
117.

4
En las relaciones paterno-filiales ocupa un papel fundamental, sobre todo en los primeros
años de la vida del niño, la madre, en tanto ésta es la encargada de transmitir los más altos
valores morales a sus hijos, en la primera educación, con lo cual se van asentando los
primeros controles sociales en la vida del ser humano.

Desde el punto de vista sociológico, la familia produce en su seno unas pautas determinadas
de comportamiento por los papeles sociales impuestos, que se centran en dos cuestiones: la
figura del marido y padre como definidor del estatus familiar en la sociedad, y la formación
de los hijos en los papeles sociales, teniendo a la madre como centro afectivo de educación y
como modelo disciplinario. Característica fundamental de la familia en este aspecto social es
la independencia económica, lo que obliga a que al menos uno de sus miembros, el padre
tradicionalmente, se ocupe del mantenimiento económico. Por el empleo de éste se va a
definir el nivel económico y a su vez el estatus social de la familia.

Pero cuando la mujer trabaja fuera del hogar, aportando ingresos a la familia, aumenta su
poder frente al marido. Asimismo, cuanto más alto es también su nivel educativo, comparado
con el del marido, más elevado es también su poder e influencia.

Desde el punto de vista político, en la familia sigue encontrando el individuo la primera


autoridad a la que deberá someterse, con lo cual empieza a aprender su postura de
sometimiento y amoldamiento a la convivencia social.

El niño, al principio, debe conformarse con el papel asignado dentro de la familia, para
después ir participando de forma cada vez más activa.

No se espera que la escuela transmita únicamente conocimientos prácticos 8, sino también una
serie de valores que se consideran importantes: patriotismo, ambición, puntualidad,
preocupación por los demás, entre otros.

La influencia de la escuela sobre el niño es afectada, por supuesto, por las actitudes y la
conducta familiares que pueden reforzar o impedir los esfuerzos de tipo educacional.

En mi opinión, el concepto de escuela incluye tanto a la organización formal, con programas


preparados y procedimientos establecidos, como a los profesores, con los cuales pueden
entablar los estudiantes relaciones personales, y los grupos de compañeros. Estos constituyen
un punto importante del proceso de socialización en cuanto en ellos está ausente el principio
de autoridad formal, ofreciendo una experiencia más igualitaria y proporciona con frecuencia
oportunidades para explorar temas prohibidos en las relaciones con los adultos.

En el aspecto de los conocimientos, la escuela proporciona al alumno un currículum que le


capacitará para poder acceder a un determinado puesto de trabajo.

La profesión comprende, en primer lugar, la fase de aprendizaje de una técnica y


posteriormente el desarrollo de un puesto de trabajo.

8
GARCIA-PABLOS DE MOLINA, A, Introducción a la Criminología, obra citada, págs. 117 y 118. Idem. PÉREZ,
Alonso, Introducción a la criminología, Ed. Reus, Madrid., 1999.

5
Siendo esta instancia altamente conformante 9, ya que en cierta manera rige el destino del
trabajador: permanencia en su empleo, ascensos y salarios. El control social, ejercicio en esta
instancia, es fuertemente efectivo, ya que manifestando el trabajador su disidencia en esta
esfera pone en juego su posibilidad de continuar perteneciendo a la clase productora y con
ello sentirse eficiente en la sociedad, y la posibilidad de recibir un salario necesario para
satisfacer sus necesidades de consumo.

Los medios de comunicación de masas constituyen un mecanismo de control social muy en


auge hoy en día, contribuyendo de forma cada día más importante a la socialización del niño,
así como a una constante socialización del adulto.

En los modelos de conducta que aportan y los valores que expresan y ejemplifican, estos
medios de comunicación pueden reforzar los esfuerzos de la familia y de la escuela, o bien
debilitarlos y diluirlos, pues los niños pueden aprender directamente de estos instrumentos y
las escuelas también pueden comunicar a los padres y a los amigos los patrones de conducta
que transmiten 10.

Los medios pueden ser utilizados deliberadamente para la educación y el adoctrinamiento, o


bien para difundir y mantener los valores aprobados.

Los estudios realizados sobre los efectos de los medios de comunicación social en la
criminalidad han llegado a hipótesis contradictorias, aunque se ha constatado la trascendencia
de algunos medios, sobre todo la televisión, al menos en jóvenes que se encuentran ya
inmersos en una situación de conflictividad social por los mensajes de violencia que son
emitidos continuamente.

Como indica Bustos 11, durante el Estado absoluto la Policía aparece fundamentalmente como
un brazo represor y confidencial del poder soberano, rasgo que también, en general, detenta
en los Estados totalitarios o dictatoriales. Con el Estado de derecho la policía adquiere un
carácter más trasparente y abierto, con la posibilidad de ser sometida a control, tanto por los
representantes populares como por los Tribunales de Justicia.

La función fundamental para la policía, surgida dentro del Estado moderno, es el


mantenimiento del orden. Así como a las Fuerzas Armadas compete la salvaguarda del orden
externo del Estado, a la policía compete el orden interno. Pero dentro de este concepto del
orden surge un concepto más preciso referido a los hechos considerados delitos dentro del
Código Penal. Serían los aspectos propiamente de la función criminal de la policía de
represión y prevención del crimen 12.

9
GARCIA-PABLOS DE MOLINA, Alessandro, Introducción a la Criminología, ed. Tirant Lo Blanch, 1996, pág. 118.
10
GARCIA-PABLOS DE MOLINA, Alessandro, Introducción a la Criminología, Ed. Tirant Lo Blanch, 1996, págs.
118 y 119. Idem. PÉREZ, Alonso, Introducción a la criminología, Ed. Reus, Madrid., 1999.
11
Citado por GARCIA-PABLOS DE MOLINA, Alessandro., Introducción a la Criminología, Ed. Tirant Lo Blanch,
1996, pág. 119.
12
GARCIA-PABLOS DE MOLINA, A., Introducción a la Criminología, ed. Tirant Lo Blanch, España, 1996, pág. 120.
Idem. PÉREZ, Alonso, Introducción a la criminología, Ed. Reus, Madrid., 1999.

6
En la Actividad Judicial aparecen implicados los Abogados, los Tribunales y los Jueces, así
como el resto de los funcionarios y empleados en los diversos órganos judiciales (Fiscales,
Médicos Forenses, Secretarios y Oficiales de los Juzgados, etc.).

Por lo que respecta a los Abogados hay que destacar la decisiva influencia de sus
intervenciones en los procesos penales, hasta el punto que, en determinados casos, pueden
contribuir a condicionar la propia actividad de los tribunales.

En cuanto a los Jueces y Tribunales, teniendo en cuenta el poder que suponen las decisiones
judiciales, es posible atribuir al control jurídico-penal, y en particular, al que ejercen los
Jueces, una amplia competencia en la clasificación de determinadas personas como
delincuentes a resultas de los procesos de aplicación del derecho. La sentencia, dictada por los
Jueces y Tribunales, va a crear, en definitiva, una nueva cualidad para el imputado,
colocándole en un status que no poseía sin la sentencia 13.

La Prisión, como institución destinada a la ejecución de las penas privativas de libertad, es la


última instancia de los órganos de control de la Administración de Justicia dentro de los
aparatos del Estado.

Se trata de la instancia donde el control se muestra en su máxima autoridad sobre el


individuo. Durante la ejecución de la condena se entiende que el recluso tiene buena conducta
cuando muestra su capacidad de obediencia y sumisión a la autoridad del Estado delegada en
el funcionario 14.

En síntesis, gráficamente señalo lo siguiente:

Jueces

La Policia

Control Social Formal Centro Penitenciario

Ministerio Público

Procuradores

Control Social
La Familia

La Escuela
Control Social Informal
La sociedad

Los medios de comunicación, entre otros.

13
GARCIA-PABLOS DE MOLINA, Introducción a la Criminología, ed. Tirant Lo Blanch, España, 1996, pág. 120.
14
GARCIA-PABLOS DE MOLINA y otros: Introducción a la Criminología, ed. Tirant Lo Blanch, España, 1996, pág.
121.

7
De la gráfica, podemos deducir que el control social se basa en dos mecanismos. Sin
embargo, dichos mecanismos requieren, como cualquier política, ser comandada por un
discurso orientado a un conjunto de estrategias o procedimientos por medio de los cuales el
Estado y la sociedad organicen sus respuestas al problema de la criminalidad.

En las siguientes líneas, presentaré detalladamente los alcances en la que podría alcanzar el
control social en el Perú si se adopta una política criminal efectiva.

2.- EL CONTROL SOCIAL EN BASE A UNA POLÍTICA CRIMINAL

La Política Criminal en una sociedad donde se dan grandes cambios sociales, tecnológicos,
genera efectos colaterales que llegan a afectar a grandes masas de poblaciones o colectividad
en su conjunto; efectos que se manifiestan en nuevos riesgos que resultan, no pocas veces
controlables o son de difícil anticipación, generan temor en el colectivo social; ante este
contexto la Política Criminal se expande, y ofrecería como respuestas lo siguiente:

- En primer lugar, una significativa transformación del blanco de la nueva Política


Criminal, que concentraría sus esfuerzos en perseguir la criminalidad de los
peligrosos, únicos sectores sociales capaces de desarrollar tales actividades delictivas
y que hasta entonces difícilmente entraban en contacto con la justicia penal; a tales
efectos se contaría con el aval derivado de las demandas de intervención penal
procedentes de las organizaciones sociales surgidas en los últimos tiempos en defensa
de nuevos intereses sociales (asociaciones de consumidores, ecologistas, etc.), con el
apoyo de unas mayorías sociales que se identifican con las víctimas de los abusos de
los socialmente privilegiados; claro todo se realice bajo la óptica del estricto respeto
de la dignidad de la persona y sus derechos fundamentales.
- En segundo lugar, la preeminencia otorgada a la intervención penal en detrimento de
otros instrumentos de control social; la contundencia y capacidad socializadora del
Derecho Penal, que en nuestra realidad el Derecho Penal no está para socializar a las
personas que se han apartado de los preceptos normativos y creo que en ninguna
realidad, se consideran más eficaces en la intervención de tales conductas que otras
medidas de política económica o social, o que intervenciones llevadas a cabo en el
seno de otros sectores jurídicos como el derecho civil, el derecho administrativo; de
esto se colige, que el principio de subsidiariedad y el de intervención mínima son
puestos en serio cuestionamiento.
- En tercer lugar, la necesidad de adaptar los contenidos del Derecho Penal y Procesal
Penal a las especiales dificultades que plantea la persecución de esta nueva
criminalidad: a nuevas técnicas delictivas, a los obstáculos para determinar nuevos
riesgos no permitidos, y a la trabajosa individualización de responsabilidades se ha de
contraponer una actualización de los instrumentos punitivos; ello implica reconsiderar
o flexibilizar el sistema de imputación de responsabilidad y de garantías individuales
vigentes, lo que dependerá de la Política Criminal que se desea adoptar para la
eficiente y eficaz lucha contra el fenómeno criminal, a través del Derecho Penal

8
conjuntamente con la Criminología, es decir atraves del estudio del comportamiento
de la persona en el actuar delictual 15.
- Finalmente, la necesidad de impulsar y apoyar la democratización judicial, su
autonomía y el pluralismo en su composición, como estrategia tendiente a la remoción
de obstáculos formalistas y burocráticos en el ejercicio efectivo de los derechos
reconocidos.

Como dice Herrero 16, es obvia la necesidad de que la Criminología se preocupe por estudiar el
control social, tanto en sus dimensiones positivas como negativas, pues su influencia en la
prevención y tratamiento de la delincuencia, en su aparición y en la lucha contra ella, es
manifiesta.

En este sentido, añade, la Criminología ha de orientar a los poseedores del control social en el
señalamiento de los factores de integración social acordes con la libertad personal y el
principio de igualdad de oportunidades, para potenciarlos, y en la indicación de sus
disfunciones para atenuarlas o neutralizarlas en lo posible.

La efectividad de un concreto sistema de control social penal es un tema problemático. Ni el


incremento de las tasas de criminalidad registrada significa, sin más, un fracaso del control
social penal, ni es viable un sistemático y progresivo endurecimiento de éste para alcanzar
cosas más elevadas de eficacia 17.

Asimismo, es cierto que el incremento de los índices de criminalidad registrada se ha


interpretado, a menudo, como signo inequívoco de la crisis de la justicia, como expresión del
fracaso actual del sistema de control social penal, pero en su opinión ello no puede
interpretarse necesariamente como un incremento de la criminalidad real. Las encuestas de
victimización han llamado la atención sobre este extremo; no parece que la criminalidad real
haya aumentado en los últimos lustros, o al menos no en la forma tan acelerada y significativa
que detectan las estadísticas oficiales.

El control social penal tiene unas limitaciones estructurales, inherentes a su naturaleza y


función, de modo que no es posible exacerbar indefinidamente su efectividad para mejorar, de
forma progresiva su rendimiento. Antes bien, la prevención eficaz del crimen no ha de
limitarse al perfeccionamiento de las estrategias y mecanismos de control social 18.

En conclusión, se ha de resaltar que las mayores garantías de éxito en orden a la prevención


del delito residen probablemente no en la superior efectividad o rendimiento del control social
formal (mejor funcionamiento del sistema legal), sino en la más armoniosa integración o
sincronización del control social informal y del control social formal, pues no se debe olvidar
que el incremento de las tasas de criminalidad no es consecuencia directa del fracaso del

15
DÍEZ RIPOLLÉS, José Luis , Estudios Penales y de Política Criminal, Madrid: Idemsa, 2007, pp. 123 - 125.
16
HERRERO HERRERO, C.: Criminología (Parte General y Especial), Ed. Dykinso, España 1997, pág. 185.
17
GARCIA-PABLOS DE MOLINA, Alessandro, Manual de Criminología, Ed. Tirant Lo Blanch, España, pp. 106 -
107.
18
GARCIA-PABLOS DE MOLINA, Alessandro, Criminología (una introducción a sus fundamentos teóricos para
juristas). Ed. Tirant lo Blanch. Valencia, 1992. Pág. 70.

9
control social, sino de otros factores. Antes bien, el control social falla porque el crimen
(debido a otras causas) aumenta.

3.- SITUACIÓN ACTUAL DEL CONTROL SOCIAL EN LOS MEDIOS DE


COMUNICACIÓN

Hoy en día, cada vez es más frecuente que los medios de comunicación, llámese periódicos,
radio, televisión, revistas, portales, internet, entre otros, hayan sido catalogados con bastante
razón como el “cuarto poder” 19, precisamente porque su capacidad de influencia y creación de
una identidad política y social, por lo general ponen contra la pared a los poderes formales de
los Estados.

Los medios de comunicación en nuestro país es el instrumento más poderoso con que cuenta
la élite dominante. Esto se refleja en el poderío que disponen para manejar al pueblo a su
antojo. Esto es fácil de observar en el consumismo enfermizo generalizado y las reacciones
populares en la política. Previamente forjaron una sociedad acostumbrada a la miseria humana
obnubilando el cerebro de la gente y generando una morbosidad en la sociedad.

Un claro ejemplo de lo que señalo es la publicidad atraves de los medios televisivos. Una
empresa empaqueta, embotella o envasa cualquier cosa, la publicitan con una mujer hermosa
consumiendo el producto y la población automáticamente la compra sin importarle si es
buena, si tiene la calidad para ser consumida, si tiene registro sanitario o si la coloración
contiene plomo. Han influenciado en el ser humano, de tal manera, que este sometimiento al
consumismo al adulto y al niño, es muy común en la sociedad, al grado que se dice compra
una Coca cola, no una gaseosa de tal sabor, compra una leche gloria no una evaporada,
compra un kolynos no una pasta dental. Hoy la niñez y la juventud ya no distinguen entre lo
bueno y lo malo sino entre las marcas. Utilizando la publicidad atraves de los medios de
comunicación han acondicionado a la sociedad para ser manipulada. Este efecto en la
sociedad reporta muchos miles de millones de dólares a los medios de comunicación y ha
generado una simbiosis entre el poder económico y los medios de comunicación para
perennizarse en él poder. Ambos se necesitan pero la sociedad no debe manipularse por lo que
ve.

Los que manejan los medios de comunicación, se han especializado en mentir, lanzar
diatribas, intrigas, hechos de sangre, concretamente miseria humana. Es común ver en los
comentarios políticos lo que protege al sistema, lo que le interesa o afecta al poder
económico. Los medios vetan a intelectuales que piensen contra el sistema, el pueblo no debe
conocer otras sociedades, no informan nada sobre cambios suscitados en otras sociedades.
Hacen creer que el liberalismo residual es lo máximo y será el futuro de nuestros hijos y
nietos. Todo esto ligado a la difusión del crimen, dolor, miseria, explotación, robo,
pornografía y hechos de sangre por los medios de comunicación, vedados en otras sociedades,
contribuyeron rebajar el nivel de vida e introducir a la población en la “cultura” de la miseria
humana. En los canales, estoy completamente seguro que el 40% de las programaciones están

19
En las “democracias” occidentales prevalece un orden jurídico que hace referencia al poder Ejecutivo, el
Poder Legislativo y el Poder Judicial, cada uno de ellos con autonomía del otro.

10
basados en crímenes, robos, asesinatos, violaciones, agresiones, prostitución, problemas
sentimentales. Pura miseria humana. Para él colmo hay un programa diario de 3 horas en el
canal 2 “Amor, amor, amor” dedicado a chismes, farándula, amoríos clandestinos. Cabe
preguntarme ¿Para qué sirven esos programas? ¿Qué mensaje positivo tienen? ¿Por qué los
difunden con tanta vehemencia? O ¿tal vez pretenden desarrollar al país? ¿Terminar con la
delincuencia? ¿Aumentar alimentos a los niños? ¿Más hospitales? ¿Más medicamentos?
¿Menos burocracia? ¿Combatimos la pobreza? No, nada de eso, el ser humano ha perdido la
facultad de razonar sobre si y los problemas sociales del país y del mundo. Han logrado que,
el ciudadano, inconscientemente tome partido por los intereses del que lo somete y acepten lo
que los medios de comunicación quieren.

Asimismo, es necesario señalar el programa “El Valor de la Verdad”, que busca violar la
intimidad de los concursantes a cambio de dinero. Hasta qué extremo hemos llegado, ahora la
privacidad de toda persona es simplemente lucro, y lo peor de todo es que el concursante no
solo revela la vida privada de sí mismo sino de terceros. En otras palabras, dejan por los
suelos el primer y segundo artículo de la constitución política 20 (d. a la imagen, dignidad de la
persona) que supuestamente es la norma suprema de nuestro país.

Conociendo el poder de la publicidad en la sociedad, es evidente que los medios de


comunicación se han dedicado a controlar a la sociedad y al estado.

Me resulta indignante lo que sucede en mi país a pesar de que tiene los recursos para
convertirse en potencia mundial y con una población feliz y de bienestar social. Debemos
comenzar con la limpieza de los medios de comunicación. Estos constituyen el arma más
eficaz que tiene la plutocracia que crean un sentimiento de inseguridad provocado por la
ineficacia de las autoridades encargadas de la seguridad pública, así como por la alarma social
difundida por los medios de comunicación

Si quieres recuperar tú libertad hay que cambiarlos con medios que estén al servicio de la
verdad, la razón y el pueblo. No esperemos, sino actuemos.

5.- CONCLUSIONES

5.1.- La seguridad pública al ser uno de los pilares más importantes del bienestar social,
constituye la manifestación más sentida por parte de la ciudadanía, pues a pesar de que el
delito es parte inherente de la naturaleza humana, la trasgresión a ésta, impide el libre
ejercicio de los derechos y obligaciones de los individuos.

5.2.- La política criminal hasta hoy implementada versa especialmente sobre la punición. De
tal forma las medidas represivas principalmente el derecho penal concebido como la medida
más rígida del control social, debe ser la última opción dentro de una política criminal, y no la

20
Artículo 1 – Constitución Política.- La defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin
supremo dela sociedad y el estado. Asimismo el articulo 2.- toda persona tiene derecho: 7. Al honor y a la
buena reputación, a la intimidad personal y familiar así como a la voz y al a imagen propias. Toda persona
afectada por afirmaciones inexactas o agraviadas en cualquier medio de comunicación social tiene derecho a
que éste se rectifique en forma gratuita, inmediata y proporcional, sin perjuicio de las responsabilidades de ley.

11
única para enfrentar la delincuencia, toda vez que se trasgrede el principio de intervención
mínima, debiendo buscar otras alternativas principalmente de prevención.

5.3.- Es evidente el fracaso del sistema de justicia penal, y esto se debe a la falta de
funcionalidad en sus acciones y el poco impacto frente al fenómeno criminal, leyes penales
obsoletas, policías y ministerios públicos poco preparados que violentan continuamente
derechos humanos y la gran deficiencia de la administración de justicia debido a la poca
eficacia en la exigencia de las normas jurídicas.

5.4.- Se debe buscar una participación efectiva tanto del control formal como del control
social informal a fin de asegurar una respuesta rápida frente al problema de la inseguridad en
el Perú.

6.- RECOMENDACIONES

6.1.- Recomiendo que se valore realizar investigaciones sobre posibles cambios de conducta de
personas, sobre todo niños, adolescentes y jóvenes expuestos a determinadas emisiones del medio
televisivo.

6.2.- Asimismo recomiendo la creación de un grupo multidisciplinario que esté integrado por
especialistas de todos los organismos, órganos e instituciones del Estado que intervienen en la
prevención, para que los intereses comunicativos sean conciliados y evaluados antes de ser
llevados al medio televisivo.

6.3.- Recomiendo la realización de estudios cualitativos sobre los mensajes televisivos que se
producen en materia de prevención y de aquellos programas que pueden incidir en la labor
educativa de la población en general para elevar la calidad de los mismos.

6.4.- En cuanto al control social formal, considero necesario la transición de una política
penal meramente sancionadora a una política criminológica, que busque solucionar la raíz del
problema, es decir, las causas que inducen a la persona a delinquir, a través de medidas
preventivas.

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