UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

FACULTAD DE ARTES
Teatro – Actuación IV

El actor y el juego – Ensayo

El juego, a diferencia del ritual, es más suelto y permisivo, tiene la cualidad de no ser
totalmente real o serio; muy fácilmente la gente confunde las actividades serias con
fragmentos de juego. Enfatiza el tipo de representación que se asocia con las artes, con la
infancia. En el pensamiento occidental, el juego ha sido valorizado y sospechoso a la vez,
por lo que Víctor Turner lo llama “el comodín en la baza”.

Para organizar la investigación sobre el juego, se pueden considerar 7 aspectos: estructura,

proceso, experiencias, función, desarrollo, ideología y marco.

El cambio ocurre a inicios del siglo XX cuando el juego es básicamente parte de la

representación del hacer creer. Jugar con la realidad ordinaria dio origen a varias
vanguardias, pues desordenaron, parodiaron y subvirtieron lúdicamente los valores de la
cultura oficial.

Existen varias interrogantes sobre el juego y jugar, interrogantes complejas de entender. Es

comprensible las dos formas de jugar: La primera donde el jugador conoce y acepta la
forma de jugar, y la segunda donde nada es seguro debido a que “los dioses” cambian las
reglas del juego a cada momento.

Sobre algunas cualidades del jugar, los juegos competitivos están sujetos a reglas, en un
lugar asignado, resultados definidos y participantes adoctrinados. El juego, en cambio, se
desarrolla en cualquier lugar, cantidad de jugadores, y las reglas pueden variar sin aviso.

La propuesta de Roger Bernat en “Please, continue” tiene una mezcla de cualidades, puesto
que el acusado es un actor, las autoridades son miembros de colegios profesionales y el
jurado popular está compuesto por el público. La justicia tiene sus reglas, sin embargo es
variante debido a la subjetividad de quien tenga el poder de juzgar, es una ambigüedad en
donde se tiene clara la culpabilidad y a la vez se considera válida la justificación de la
acción criminal.

Curiosamente “Please, continue” se relaciona con el concepto filosófico “Maya” y “Lila”.

Martínez Barros Iskra 6to Semestre

El juego puede cambiar el estado de ánimo de todos. Los observadores están activamente
involucrados “jugando en la oscuridad”, disfrutan de lo que observan, es un entretenimiento
para ellos, mientras que los jugadores/actores participan fluidamente del juego, es decir, se
pierden en la acción al punto que su conciencia no tiene otro enfoque que no sea el juego.

Para los participantes del performance, lo que está sucediendo es un juego, con cada
palabra su mente vuela para comenzar a imaginar, despierta el comportamiento exploratorio
y la construcción de un mundo “El juicio de Hamlet”. Los jugadores/actores adoptan
patrones sociales.

Bernat maneja la metacomunicación con Hamlet y los testigos diciéndoles cómo interpretar
sus roles para que el juego – juicio se desarrolle con normalidad frente al resto de jugadores
que no saben que son jugadores (jueces, abogados, fiscales y jurado). Es curioso saber que
Hamlet ha sido declarado inocente algunas veces. Gracias a Bernat, se logra cuestionar el
rol de los jurados públicos en los tribunales de muchos países, la objetividad tanto como la
sensibilidad, y significa poner el foco sobre el papel del ciudadano en un sistema que lo
somete pero le arrebata muchas veces la voz y el voto, tal como lo dicta la filosofía del
juego “Los poderosos crean sus propias reglas de juego”.

El actor es un jugador que usa la metacomunicación para decir que “está jugando”, tiene la
predisposición para fluir en escena. No existe edad cuando de jugar se trata, el jugador se
inmiscuye creando, aprendiendo y arriesgándose, movido por el simple gusto de hacerlo, y
siempre quiere sentirse seguro. Sin embargo, en realidad, la gran parte de la diversión de
jugar consiste en un “juego a fondo”, es decir, los riesgos que corre el jugador sobrepasan
los beneficios potenciales; y es a lo que el actor debe estar dispuesto.

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