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Pinillos ABR 2009
Pinillos ABR 2009
(Las “nuevas reglas procesales” sui generis del Código Procesal Constitucional)
E.mail: ralfaropinillos@yahoo.com.ar
SUMARIO:
Introducción. I) Constitución Política. II) Derecho procesal constitucional. III) El
Código Procesal Civil como “fuente supletoria principal” del CPConst. IV)
Justificación para elaborar el código procesal constitucional. V) Beneficios del
Código Procesal Constitucional. VI) Fines de los procesos constitucionales. VII)
Tipos de procesos constitucionales. VIII) Procesos constitucionales de la libertad y
orgánicos (aspectos procesales). IX) Sistemas de control de la constitucionalidad.
X) ¿Los procesos constitucionales son “procesos excepcionales o residuales”?. XI)
Características de los procesos constitucionales en CPConst. XII) Etapas del
proceso civil (u ordinario). XIII) Etapas del proceso constitucional. XIV) Principios
procesales de los procesos constitucionales. XV) Presupuestos de los procesos
constitucionales. XVI) Reglas de oro de los procesos constitucionales. XVII) La
interpretación constitucional. XVIII) Diferencias procesales entre los procesos
civiles y constitucionales.
INTRODUCCION.
Si bien el derecho procesal civil es la principal fuente doctrinaria en materia procesal para
el Derecho, el Código Procesal Civil (CPC) viene a ser la principal fuente normativa para
los demás ordenamientos procesales, siempre que sean compatibles con su naturaleza.
Desde el inicio y aparición en los 80´s de los procesos constitucionales con la
Constitución Política de 1979 (que contenía 4 procesos constitucionales: 1. De Hábeas
corpus, 2. De Amparo, 3. De Inconstitucionalidad y 4. De Acción popular) y con la Carta
magna de 1993 (que introdujo 3 procesos constitucionales más: 5. Hábeas data, 6. De
cumplimiento y 7. Conflicto de atribuciones y competencias), se contaba con siete
procesos o garantías constitucionales para la defensa de los derechos fundamentales y la
jerarquía constitucional. Pero. Estos 7 procesos constitucionales, tenían un rasgo común y
muy marcado, que consistía en que “el modo de preparar el caso, tramitarlo, resolverlo y
ejecutar la sentencia se hacía con los criterios conceptuales y reglas procesales ( ratio
juris) de un proceso civil”. El proceso civil se creo y está pensando para tutelar
exclusivamente derechos civiles; es decir, de naturaleza privada o individual y
básicamente patrimonial. Y esto se ha seguido haciendo incluso hasta inicios del SXXI;
pero, todo esta “tradicional praxis procesal” ha finalizado con la entrada en vigencia del
Código Procesal Constitucional (CPConst.) mediante la Ley No. 28237 (publicada el
31-05-04) el 01 de diciembre del 2004 luego de una vacatio legis de 6 meses.
Nadie puede dudar o desconoce, el enorme cambio que introduce el nuevo Código
Procesal Penal en la praxis procesal penal, y de un proceso escrito se pasa a un proceso
netamente oral, y ello exige un gran cambio y adecuación a una nueva mentalidad (pues,
se introduce un nuevo ratio juris) para hacer las cosas de otro modo (ahora usando la
litigación oral) como se venían haciendo hasta ahora (antes por litigación escrita).
De modo similar, la vigencia del CPConst. introduce un “nuevo modo” de praxis de los
procesos constitucionales que abarca tanto la preparación del caso, su tramitación, su
resolución y hasta la ejecución de su sentencia con rasgos muy singulares y únicos,
conforme los nuevos y exclusivos criterios y reglas procesales (ahora sí) acordes al tipo
de derecho a proteger, que es de naturaleza constitucional. Es decir, actualmente el ratio
juris para litigar ahora en materia constitucional, es muy distinta que la del proceso civil.
El objetivo de este pequeño y breve artículo es doble: a) Llamar la atención sobre este
grave desconocimiento de la “nueva praxis procesal constitucional” y b) Divulgar algunos
de los principales cambios en reglas procesales en materia constitucional. Todo ello,
como apoyo a nuestros distinguidos colegas para una más oportuna y efectiva defensa de
los derechos fundamentales y la jerarquía constitucional en beneficio del Perú. Por ello,
para poder entender –más fácilmente– las nuevas reglas procesales sui generis en el
Código Procesal Constitucional (presentadas de modo comparativo con el CPC, para ser
más didácticos); era necesario previamente desarrollar (aunque sea concisa, pero
esquemáticamente) la naturaleza jurídica y principales instituciones del proceso
constitucional a la luz del nuevo CPConst. …Esperamos haber logrado ambos objetivos.
I. CONSTITUCIÓN POLÍTICA.
También se le conoce como «ley madre, principal o básica» o «carta magna». Para
LOWESTEIN la Constitución, «es una acepción moderna. Es el documento destinado a
limitar el poder del Estado. De lo que se trata es evitar la concentración de poder; pero a
su vez, establecer mecanismos de coordinación entre los distintos poderes». K. WHEARE
sostiene, «la Constitución es el conjunto de normas legales y extralegales (costumbres),
que determinan el funcionamiento de un país». Ley fundamental de la organización de un
Estado. Forma o gobierno que tiene cada Estado. Se considera a la Carta Magna (1215)
como el antecedente más remoto de las actuales constituciones; por la cual, los nobles
ingleses limitaron el poder (antes absoluto) del rey Juan Sin Tierra.
Señalamos que los fines de los procesos constitucionales” (previstos en el Art. II del
CPConst.), son los siguientes dos:
Por ello, las normas supletorias (a aplicar ante vacío o defecto del CPConst.) no
pueden desconocer o chocar con principios o reglas propias de los procesos
constitucionales, p.e.: En el caso de los “procesos constitucionales de la libertad” el fondo
del asunto prevalece sobre la forma procedimental (en tanto y en cuanto, no se perjudique
a la parte actora o demandante); y tratándose de los “procesos constitucionales orgánicos
o de la legalidad”, el cumplimiento de la formalidad prima sobre el asunto de fondo.
1) Normativa unificada.- Unifica una legislación que ya para esa época estaba
dispersa, y lo siguió estando durante varios años. Consiguiendo un fin práctico y
pedagógico.
2) Incorpora modernas tendencias.- Actualiza la terminología, los conceptos y el
enfoque, no se limita o toma únicamente en cuenta los avances de la moderna
doctrina (no solo de derecho procesal constitucional, sino también de derecho
procesal civil).
3) Incorpora jurisprudencias sobre problemática peruana.- Se nutre sobre todo de la
experiencia jurisprudencial de los últimos veinte años dictada por el Tribunal
Constitucional (antes denominado Tribunal de Garantías constitucionales) y
específicamente en materia de reclamos laborales y pensiones de la ONP.
4) Regulación integral.- Este CPConst. es un cuerpo legal integral pues regula los
principales 7 procesos constitucionales: hábeas corpus, amparo, hábeas data, de
cumplimiento, de acción popular, de inconstitucionalidad y el proceso
competencial.
5) Adecuada sistematización.- Aplica una moderna técnica legislativa, porque
sistematiza adecuadamente los 7 procesos constitucionales regulados, establece
un título preliminar, disposiciones generales según el tipo de proceso y además
disposiciones generales ante el Tribunal Constitucional aplicables a todos los
procesos.
Por ello, los procesos constitucionales tienen una finalidad trascendente que los
distingue de los demás procesos judiciales (civil, penal, administrativo, laboral, etc.).
Algunos procesos constitucionales tienen por objeto inmediato defender los derechos
fundamentales de la persona frente a actos, omisiones o amenazas provenientes de
cualquier autoridad, funcionario o persona; como ocurre con: 1) el hábeas corpus, 2)
el amparo, 3) el hábeas data, o en cierta medida, con 4) el proceso de cumplimiento.
i. La sentencia tiene efectos particulares «solo entre las partes» (inter partes).
ii. Proceso flexible: En los requisitos formales de la demanda, procesalmente
prevalece el aspecto de fondo sobre la forma.
Este modelo se inicia con la celebre sentencia pronunciada por el Juez Marshall de la
Corte Suprema de los Estados Unidos en el año 1803, recaído sobre el caso Marbury vs.
Madison. Se aplica en los EE.UU., en Gran Bretaña y en los países de la comunidad
británica (Canada. Australia, Sudáfrica, etc.).
Por dicho motivo tradicionalmente se sostenía que en el Perú había un sistema mixto;
pero, lo más adecuado es afirmar que el Perú mantiene un “sistema dual” de control de la
constitucionalidad. Se precisa que no es sistema mixto, por cuanto cada sistema de
control (concentrado y difuso) mantiene su plena autonomía y naturaleza, no se interfieren
ni se mezclan en ningún momento; es sistema dual, porque ambos sistema funcionan de
modo independiente y paralelo en el sistema jurídico peruano, uno al lado del otro.
Sin embargo, otros especialistas (entre los que destaca el maestro Domingo García
Belaunde) afirma que en el Perú existe un “tercer sistema o tercer genus” porque en la
práctica, ambos sistemas (concentrado y difuso) se mantienen autónomos, no se
entrecruzan ni se mezclan sino cada uno mantiene su propia naturaleza jurídica, reglas
especiales y tramitación, y por ello se puede considerar una tercera opción o género.
4. Debido Proceso.-
Establece los derechos básicos de una persona en cualquier proceso. Está
protegida por el proceso de Hábeas Corpus (CPConst., art. 25 inc.17).
Desde una perspectiva teórica y, sobre todo, didáctica, el proceso civil u ordinario
transcurre a lo largo de “cinco” etapas: 1°) postulatoria, 2°) probatoria, 3°) decisoria, 4°)
impugnatoria y 5°) ejecutoria.
1) Etapa Postulatoria.-
También llamada etapa de postulación, es aquella en la que los contendientes
presentan al órgano jurisdiccional, los temas que van a ser materia de argumentación,
prueba y persuasión durante el proceso, sea porque se pretende el amparo de la
pretensión o porque se busca el rechazo a través de la defensa.
2) Etapa Probatoria.-
Es aquella donde, como su nombre lo indica, transita la actividad probatoria de las
partes, destinada a acreditar que los hechos han ocurrido tal como los describieron en
la etapa postulatoria.
3) Etapa Decisoria.-
Consiste en el acto lógico-volitivo por el que el juzgador opta por una de las
proposiciones fundamentales y probadas en el desarrollo del proceso. Como resulta
obvio, este es el acto procesal más importante, casi toda la razón del proceso.
4) Etapa Impugnatoria.-
Es aquella que se sustenta en el hecho que la etapa decisoria o de juzgamiento,
siendo la etapa más importante del proceso es, finalmente, un acto humano, por ello,
susceptible de error. Siendo así, las partes tienen el derecho de exigir un «nuevo
examen» de la decisión obtenida, si consideran que ésta tiene un vicio o error (de
forma o fondo) y además les produce agravio o perjuicio (p.e., recurso de agravio
constitucional ante el Tribunal Constitucional).
5) Etapa Ejecutoria.-
Esta etapa está ligada al sentido finalístico del proceso. La búsqueda de una
declaración judicial es, en estricto, la necesidad de contar con un instrumento jurídico
(firme, compulsivo y eficaz) denominado sentencia, que produzca un cambio en la
realidad. Si la sentencia no pudiera cumplirse, el proceso carecería de sentido. La
etapa ejecutoria cumple esa función, convertir en eficaz la decisión definitiva obtenida
en el proceso. La sentencia es el acto procesal que pone fin a la instancia.
1) Etapa Postulatoria.
Los procesos constitucionales conforme el Art. III del Título Preliminar del
CPConst., se desarrollan con arreglo a los siguientes nueve (09) principios procesales:
1º PRESUPUESTO:
«Rango constitucional del derecho afectado».
2º PRESUPUESTO:
«Verificación de afectado del derecho constitucional».
Pregunta: ¿El derecho constitucional está realmente afectado por una
violación efectiva o amenaza?
3º PRESUPUESTO:
«Titularidad indubitable del derecho constitucional afectado».
4º PRESUPUESTO:
«Fin restitutivo de los procesos constitucionales».
El Tribunal Constitucional en sus sentencias, nos muestra acerca del modo como debe
interpretarse el Derecho Constitucional. Sin embargo, dicha disciplina jurídica tiene
fronteras extensas con la teoría general del Derecho, pero al mismo tiempo recibe mucha
influencia de los contenidos y grandes principios constitucionales.
Sin embargo, de los diversos principios constitucionales, sobresalen nítidamente dos, los
cuales en los últimos años han tomado un rol preponderante y sumamente protagónico y
decisivo en la interpretación de los derechos constitucionales en el Derecho Comparado,
determinando una debida y oportuna defensa de los derechos constitucionales, haciendo
más efectiva su tutela.
Estos dos novedosos “principios estelares” son el Pro Homine y el Pro Actione (de uso
exclusivo solamente en materia constitucional), que proceden ante incertidumbre o
dudas; pero no ante cualquier duda sino únicamente ante “dudas razonables”. A
continuación, describiremos brevemente los 2 principios constitucionales:
a) Principio PRO HOMINE (La duda a favor del hombre).
Este principio concuerda con el otro principio de que las restricciones a los
derechos se aplican restrictivamente, recogida en forma poco técnica en el inciso 9
del Art. 139 de la Constitución:
En el Art. IV del Título Preliminar del Código Civil existe una norma semejante, y
decimos que tiene forma poco técnica porque no se trata solamente de no aplicar
este tipo de mandatos por analogía, sino de aplicarlos estrictamente, esto es, sin
interpretaciones extensivas o analógicas.
“No resulta acorde con el principio pro homine y pro libertatis de la interpretación
constitucional, según los cuales, ante eventuales diferentes interpretaciones de un
dispositivo legal, se debe optar por la que conduzca a una mejor protección de los
derechos fundamentales, descartando así las que restrinjan o limiten su ejercicio.
Vale decir, que el principio pro homine impone que, en lugar de asumir la
interpretación restrictiva, en este caso, de ocasionar la caducidad y así impedir el
ejercicio del derecho a la tutela judicial, se tenga que, por el contrario, optar por la
tesis que, posibilite que el particular pueda ejercer su derecho a la tutela
jurisidiccional, para impugnar el acto administrativo presuntamente lesivo.” (STC
Exp. No. 1003-98-AA-TC emitida el 06-08-2002)
Marcial Rubio Correa categóricamente afirma, como el principio pro homine opera
eligiendo alternativas de aplicación del Derecho en materia de derechos
constitucionales, es un principio general de interpretación constitucional. Equivale
a ampliar la exigibilidad de los derechos constitucionales mediante la aplicación del
Derecho en la forma más favorable a ellos.
Opera del modo siguiente: Consiste en la facultad que tiene el Juez de decidir a
favor de la admisión de la demanda o de la continuación del proceso, en aquellos
casos en los que tenga una “duda razonable” respecto de si está ante un caso de
improcedencia de la demanda o de conclusión del proceso.
Se precisa que el principio pro actione (o duda razonable) está regulado en el Art.
III párr.4 del Título Preliminar del CPConst. De los 9 principios procesales
contenidos en el citado Art. III, solamente el principio pro actione (o duda
razonable) es el único principio procesal exclusivo o sui géneris del derecho
procesal constitucional, los demás han sido tomados del CPC.
5. Control Difuso.- Proceso civil: Su uso es muy limitado, escaso o muy poco
frecuente. / Proceso constitucional: Los jueces civiles o mixtos pueden ejercer el
control difuso “inaplicando la norma jurídica inconstitucional”, y su uso se ha
incrementado enormemente en los últimos años, con el caso de los amparos y sus
medidas cautelares otorgados ilegalmente a favor empresas de “casinos y
tragamonedas” y de los “buses camión” (CPConst., Arts. VI y 3º).
7. Procedencia ante amenaza.- Proceso civil: Como regla general no procede ante
amenaza de afectación de un derecho. / Proceso constitucional: Como regla
general, procede ante amenaza de afectación de un derecho constitucional; pero
siempre y cuando, dicha amenaza sea cierta e inminente (CPConst., Art. 2º).
10. Cosa juzgada.- Proceso civil: La decisión final que se pronuncie tanto por la forma
como por el fondo originan una resolución firme o cosa juzgada. / Proceso
constitucional: Solo habrá cosa juzgada cuando la decisión final se pronuncie
sobre “el fondo” (es decir, hasta cuando resuelva si hubo o no afectación de un
derecho constitucional, y de haberlo ordenar su inmediata reparación y tutela)
(CPConst., Arts. 6º, 24º y VII).
11. Ausencia de etapa probatoria.- Proceso civil: Se desarrolla a través de 5 etapas
(postulatoria, probatoria, decisoria, impugnatoria y ejecutoria). / Proceso
constitucional: Solo desarrolla 4 etapas (porque, carece de la etapa probatoria);
ello debido a que urge y se exige una pronta tutela de los derechos
constitucionales afectados (por su naturaleza, alcance y trascendencia social), lo
que determina que los procesos constitucionales sean procesos sumarísimos (y
deben tramitarse como una tutela de urgencia similar a los procesos cautelares)
(CPConst., Art. 9º).
12. Turno.- Proceso civil: Regla general absoluta, todos los procesos civiles deben
respetar de los turnos judiciales. / Proceso constitucional: Como regla general hay
respeto a los turnos judiciales; salvo, en el caso del hábeas corpus en donde es
competente cualquier juez penal de la localidad (CPConst., Art. 11º).
13. Tramitación preferente.- Proceso civil: Todos los procesos se tramitan por igual,
salvo los de alimentos. / Proceso constitucional: Tienen tramitación preferente
sobre los procesos civiles (ordinarios), bajo responsabilidad de los jueces por la
defectuosa o “tardía” (nuevo causal) tramitación (CPConst., Arts. 13º y 22°).
14. Medidas cautelares.- Proceso civil: Existe solo una vía “procedimental general”
en materia cautelar. / Proceso constitucional: En la actualidad, el CPConst.
establece únicamente para el proceso de Amparo una Triple Clasificación de
procedimientos en materia cautelar: a) Uno general, para todo tipo de actos lesivos
en general (que es similar al “procedimental general” regulado por el CPC), b) Uno
especial, para amparos contra normas autoaplicativas, y c) Otro especial, para
amparos contra actos administrativos dictados por gobiernos municipales y
regionales (CPConst., Art. 15º).
16. Firma de abogado.- Proceso civil: Todo escrito requiere obligatoriamente firma de
abogado en todos los procesos (hay “defensa cautiva”). / Proceso constitucional:
Como “regla general” los escritos en los procesos constitucionales requieren firma
de abogado; salvo, en los casos de hábeas corpus y hábeas data (CPConst., Arts.
26º y 65º).
17. Demanda.- Proceso civil: Requiere una demanda escrita en todos los casos, sin
excepción. / Proceso constitucional: Como regla general requiere demanda escrita;
salvo, en el caso de hábeas corpus (CPConst., Art. 27º).
19. Exoneración de tasas judiciales.- Proceso civil: La regla general establece que
“todos los procesos civiles pagan tasas judiciales”; salvo, los procesos de
alimentos y aquellos que gocen del Auxilio Judicial. / Proceso constitucional: Como
regla general y absoluta, rige la gratuidad para todos los actos procesales del
demandante (y asimismo también del demandado, por el principio de socialización
o igualdad procesal). Por tanto, los procesos constitucionales están exonerados de
cualquier pago para su admisión o tramitación, como son el pago de tasas
judiciales, cédulas de notificación, etc. (CPConst., DD.FF. V).
22. Facultad fedataria del abogado.- Proceso civil: En este tipo de proceso, el
abogado no está facultado para realizar ninguna función fedatoria. / Proceso
constitucional: Al escrito que contiene el recurso de queja y su fundamentación, se
anexa copia de la resolución recurrida y de la denegatoria, “certificadas”
(fedateadas) por el abogado (CPConst., Art. 19º).
23. Prohibición de rechazar demanda por defecto formal.- Proceso civil: Como
regla general, la demanda civil que no cumpla con los requisitos de formalidad
será rechazada y no será admitida a trámite por el personal auxiliar jurisdiccional. /
Proceso constitucional: En ningún caso la demanda constitucional podrá ser
rechazada por el personal administrativo del Juzgado o Sala correspondiente; ello
conforme el principio de elasticidad (que establece que el aspecto de fondo [es
decir, la tutela del derecho constitucional] prevalece sobre la forma o formalidades)
(CPConst., Art. 42º último párr.).
24. Aplicación del principio de duda razonable o pro actione.- Proceso civil: Este
principio no se aplica al proceso civil. / Proceso constitucional: El amparo sólo
procede cuando se hayan agotado las vías previas. En caso de duda sobre el
agotamiento de la vía previa se preferirá dar trámite (admitir) a la demanda de
amparo. (CPConst., Art. 45°).
25. Medios probatorios procedentes.- Proceso civil: Todos los procesos civiles
puede utilizar cualesquiera de los 5 medios probatorios regulados en el CPC
(declaración de parte, declaración de testigos, documentos, pericia e inspección
ocular). / Proceso constitucional: Las partes solo pueden utilizar los medios
probatorios que no requieren actuación (como son “los documentos”); es decir, se
establece una limitación para las partes en la procedencia de los medios
probatorios (CPConst., Art. 9°).
28. Condena en costas y costos del vencido.- Proceso civil: La regla general
establece, que el reembolso de las costas y costos del proceso no requiere ser
demandado y es de cargo de la parte vencida; salvo declaración judicial expresa y
motivada de exoneración (CPC, Art. 412°). / Proceso constitucional: La regla
general es la gratuidad en la actuación del demandante, por tanto no está obligado
al pago de costas y costos en caso de ser vencido; salvo, cuando la demanda
fuere desestimada y el Juez estime que el actor incurrió en manifiesta temeridad
(mala fe procesal) y lo condene a dicho pago en la sentencia (CPConst., Arts. III
párr. 5 y 56°).
31. Intervención del Ministerio Público.- Proceso civil: Como regla general el
Ministerio Público interviene en los procesos civiles. / Proceso constitucional: De
modo innovativo el CPConst. establece como regla general, que el Ministerio
Público está excluido de intervenir en los procesos constitucionales; y la única
excepción, es su participación en las medidas cautelares contra actos
administrativos emitidos por los gobiernos municipales y/o regionales
32. Clase de Justicia a alcanzar.- Proceso civil: Este proceso busca alcanzar una
“justicia de certeza”, por cuanto al tener una etapa probatoria el Juez puede
conocer más a fondo los hechos, problemática y medios de prueba de las partes
litigantes (p.e., en un “proceso de conocimiento” porque aquí el Juez llega a tener
un mayor y más amplio conocimiento del caso al estar en contacto con las
diversas clases de medios probatorios (puede usar los típicos y atípicos) ofrecidos
y actuados; y de ese modo está en condición de resolver con mayor precisión o
certeza (CPC, Arts. 192° y 193°). / Proceso constitucional: Esta vía por el
contrario, persigue una “justicia de probabilidades” al no haber etapa probatoria
(CPConst, Art. 9°), los medios probatorios de las partes está limitado solo a uno
(solo serán procedentes aquellos que sean de actuación inmediata), que son “los
documentos”. De este modo, el Juez no llega a tener un profundo conocimiento de
toda la problemática de la causa, el Juez solo toma contacto con una porción del
problema y con esta limitada visión, debe resolver de modo breve porque los
procesos constitucionales son sumarísimos (debido a la trascendencia del derecho
a proteger que de son de índole constitucional).