¿CÓMO PUEDEN LOS ESTADOS UTILIZAR LOS AVANCES NORMATIVOS
NACIONALES E INTERNACIONALES PARA GARANTIZAR LOS
DERECHOS DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD, MEJORANDO ASÍ SUS CONDICIONES DE VIDA Y, EN CONSECUENCIA, POTENCIALIZANDO SUS CONTRIBUCIONES AL DESARROLLO MUNDIAL?
El Estado Colombiano ha tenido grandes avances normativos en el
reconocimiento de los derechos de las personas con Discapacidad, teniendo como referente el marco normativo internacional, e impulsados en gran medida por la jurisprudencia constitucional, debido a la necesidad de ajustar la legislación y las políticas públicas a lo consagrado en la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. En cuanto a los avances normativos encontramos en primer lugar la Constitución Política de Colombia de 1991, con la cual se inicia la protección de los derechos de las personas con discapacidad y se promueve el respeto de su dignidad humana, comprometiendo al Estado Colombiano a garantizar la no discriminación de esta población, a través de mandatos específicos relacionados con los derechos de igualdad, acceso a la seguridad social, educación, y al trabajo, estableciendo la obligación de adoptar una política de previsión, rehabilitación e inclusión social para las personas con discapacidad. Si bien en Colombia se ha construido un marco normativo sólido, que ha desarrollado estos preceptos Constitucionales y ha adoptado regulaciones internacionales, como es el caso de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, no se ha logrado una real implementación y aplicación de las medidas establecidas en dichas normas, por lo cual surge el siguiente interrogante, ¿Cómo pueden los estados utilizar los avances normativos nacionales e internacionales para garantizar los derechos de las personas con discapacidad, mejorando así sus condiciones de vida y, en consecuencia, potencializando sus contribuciones al desarrollo mundial?. El estado debe garantizar la plena inclusión de las personas con discapacidad en todas las esferas de nuestras sociedades, para este grupo poblacional tener un derecho no siempre significa poder ejercerlo, toda vez que encuentran muchos obstáculos para disfrutar de su derecho a la salud, a la educación y al trabajo. Como primera medida, el Estado debe realizar plena identificación de la población objeto de esta protección, lo cual se podrá lograr a través de mecanismos efectivos de recopilación de información estadística, con el fin de que las políticas y medidas dirigidas a la población con discapacidad sean eficaces, para ello deberá fortalecerse el Registro para la Localización y Caracterización de las Personas con Discapacidad – RLCPD, y desarrollar programas que permitan llevar este Registro en las comunidades rurales, y población de estratos mas bajos de las zonas urbanas, toda vez que son quienes tienen menos acceso al mismo. En cuanto al Derecho a la salud, para que las personas con discapacidad puedan tener acceso a todos los servicios de atención médica, el Estado en primer lugar debe garantizar la afiliación de estas personas a una Entidad Promotora de Salud EPS, adecuar los centros médicos facilitando el acceso y movilidad, eliminar las barreras administrativas, a través de la sistematización de tramites y/o autorizaciones, ejecutar programas desde los distintos actores del Sistema de Seguridad Social en Salud que permitan la rehabilitación de este grupo poblacional y capacitar a todos los trabajadores del sector salud, con el fin de brindar una atención integral. Desde la Constitución Política de 1991 se consagró el deber del Estado de garantizar el acceso a educación de calidad a las personas con discapacidad, sin embargo, en la realidad muchos niños y jóvenes no están incluidos en el sistema educativo debido a su discapacidad, lo cual limita posteriormente su acceso al campo laboral. Por lo anterior, es necesario fortalecer el sistema educativo colombiano, priorizando la integración escolar, esto es, la unión del sistema educativo educación especial al de la educación regular a través de la normalización de servicios, garantizando la oferta de servicios acorde con las características, necesidades e intereses de sus estudiantes, de tal manera que sus acciones se dirijan a brindar los apoyos necesarios a las personas con discapacidad, para ello se requiere construir escuelas inclusivas y la capacitación del personal docente para brindar una educación basada en la tolerancia, respeto y solidaridad, pero, sobre todo, de aceptación de las personas, independientemente de sus condiciones. Sin hacer diferencias, sin sobreproteger ni rechazar al otro. Así mismo, se deben desarrollar programas a través de los cuales se promueva la permanencia de estas personas en el sistema educativo. La población con discapacidad de acuerdo con la Constitución Política tiene derecho a un trabajo acorde con sus condiciones de salud, el cual se debe desarrollar en condiciones dignas y justas. Actualmente en Colombia existe un programa de inclusión laboral, promovido por ley 1429 de 2010 y a la ley 1618 de 2013, mediante el cual las empresas que lo apliquen reciben una serie de incentivos tributarios, pese a esto, las cifras de personas discapacitadas contratadas siguen siendo mínimas. Por lo cual se requiere mayor intervención estatal, a través de programas dirigidos a los empleadores, en las cuales se den a conocer los beneficios económicos y sociales que genera la contratación de estos trabajadores. Así mismo, desde las empresas que han aplicado este programa inclusivo se debe crear conciencia en los otros trabajadores, con el objetivo que esta población no sea discriminada y reciba un trato basado en la equidad. Las medidas antes señaladas permitirán la inclusión de las personas con discapacidad en todas las esferas en las cuales se desenvuelven el ser humano, materializando así los derechos de los cuales son titulares, y permitiendo a estas personas aportar al desarrollo del mundo y al progreso de la sociedad. Finalmente, es importante resaltar que, aunque la principal responsabilidad recae en cabeza del Estado, la sociedad también cumple un papel fundamental en el reconocimiento de los derechos de la población discapacitada, por lo cual se debe promover desde los hogares la educación en la igualdad y el respeto hacia las personas con discapacidad.