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RELATORÍA

Karen Álvarez Sánchez

La educación es seguramente el principal recurso para la construcción del progreso y el


bienestar de una sociedad, la enseñanza de las ciencias debería favorecer para alcanzar el
objetivo de este papel como sociedad estamos inculcando, que es educar a los estudiantes, para
un mayor desarrollo en la sociedad. Entonces para plantearse la hipótesis, se tienen en cuenta
factores que son importantes en este ámbito de la educación, que contribuyen al desarrollo
autónomo de los dicentes en cada medio que lo rodeo, por ello, como se mencionó
anteriormente, para eso se es bueno enseñar ciencias; para esto se aplican los términos de
didáctica de las ciencias naturales y didáctica general. Para desarrollarse estos conceptos, se
tiene en cuenta los elementos que estos implican.

Después de lo anterior, es fundamental mencionar que tanto la didáctica general y la


didáctica de las ciencias naturales, se emplean para determinar el objetivo que forja el docente
dentro del sentido común, colocando en práctica cada uno de los concentos que estas ramas
recurren, haciendo partidaria del campo de conocimientos de las ciencias sociales, donde se
toma fuerzas, para plantear nuevas estrategias, para el aprendizajes de las ciencias.

Lo anterior, se puede deducir de una forma en general, ahora bien, recurriendo al


término de didáctica de las ciencias naturales, decimos que se basa en el proceso de enseñanza
– aprendizaje de los contenidos que van enlazado con el sistema, los cambios físico, biológico,
entre otros aspectos que dan pie al estudio del mundo que nos rodea, del mismo modo, maneja
esta información, colocándola en práctica dentro del aula de clase. Llevando el proceso de
enseñanza – aprendizaje de una buena forma, para que el estudiante comprenda estos
conocimientos, y pueda desarrollarlos. Seguidamente, como se menciona anteriormente, el
tema de la enseñanza es una fase de gran preocupación de la didáctica de la ciencia hoy en día,
ya que son la raíz del por qué los estudiantes no comprenden lo que aprenden, y los docentes
se esfuerza por un cambio en este plano.

Por otro lado, y no muy lejos de lo se planteó en el párrafo anterior, la didáctica


general, se evidencia como esa herramienta que fortalece o ayuda a fortalecer, aquellas
carencias que padece la didáctica de las ciencias, ya que es la encargada de usar nuevas
técnicas para la mejora de la enseñanza – aprendizaje de esta, de una manera más clara,
convincente hacia los estudiantes; así mismo, se puede expresar que es la fuente que ordena y
respalda los modelos o métodos que se ejercen dentro del ámbito educativo, partiendo de las
edades de los estudiantes.

Simultáneamente, después de haber analizado lo anterior y para darle mayor


importancia al proceso, es necesario que la evaluación no sea solo del resultado, sino también
del proceso, formativa y sumativo, lo que necesariamente debe partir con una evaluación
diagnóstica de parte del docente, es decir, desde dónde se construye el conocimiento y cómo
este se desarrolla y reformular en cuanto a dificultad y cantidad del mismo, es decir, no se
debe dejar de lado los conocimientos previos de los/as estudiantes. Busquets, T., Silva, M., &
Larrosa, P. (2016); como se está planteando ahora, especialmente si, a la vez, se considera que
las sociedades han de avanzar hacia una democracia participativa con la finalidad de repartir
mejor los recursos del planeta sin agotarlos. Una de las maneras para lograr una mayor
profundización del estudio de estas ciencias podría ser el aprendizaje basado en problemas, tal
como plantean Solaz-Portolés, San José y Gómez, (2011), ya que no se parte de una respuesta
pre-otorgada, y sería la misma población quienes deben indagar y dar respuesta a una
pregunta, la que es el punto de partida del descubrimiento y la construcción de cualquier
conocimiento nuevo. La alternativa que se va perfilando consiste en aprender las ciencias
mediante intervenciones experimentales escogidas con mucho cuidado, sobre las que se pueda
pensar, que generen preguntas con sentido y respuestas argumentadas y que requieran razonar
para establecer una trama de conceptos que configure una manera de contemplar el mundo.

A modo de conclusión, podemos decir que el instruir en ciencia se debería centrar en


avivar una tríada de conocimientos disciplinares, socio-históricas, para una adecuada
contextualización del mismo, y de destrezas pedagógicas, también es ineludible una constante
preocupación y autoevaluación del quehacer didáctico, de este modo a la enseñanza y
aprendizaje de los estudiantes se vería facilitada por la experimentación en el salón, la
explicación de la importancia de su aplicación en el autocuidado y el cuidado del medio
ambiente.

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