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Ética trans-genérica
Face to face
La disexualidad en palabras propias
Un rizo en la raza de cuadrumanos
Glosa de acento ambiguador
Entradas en clave de recensión genderiana
Floripondios y entrefiletes fauvistas
Transformistas entre la misma laya
Condiciones para una neocultura jaez
Discursito tribunicio para la república del Género
De Ralea en versión avanzada
Notas ilustradas de trans-estofas
ÉTICA TRANS-GENÉRICA
"De todas las variantes de las formas aforísticas es ésta -la poética en
su sentido profundo y amplio- la más indefinible, transgenérica,
insurgente” Alfredo Valenzuela (2018) propone un recorrido por una
variante que si bien significa renunciar a la reflexión, la esencia trans*
"lúdico-poética" confluye de diversa orientación y alcance, según su
propia enumeración: los aforismos de imágenes, brevedades
emparentadas con el fragmento romántico y antiaforismos
heredados de las vanguardias históricas.
Al igual que el arte nunca tuvo una medida exclusiva del fracaso y del
éxito, no se puede decir que en la actualidad los valores estéticos
sean precisamente secundarios, al fin y al cabo, solo cambió el
escenario de la vanidad burguesa por una necesidad tecnológica.
1
Carlos Valverde. Hacia una estética mediatizada: De la moda al espectáculo. TFM.
Universidad Complutense de Madrid. 2011.
Estamos ya, ante un desafío de la norma cultural, donde las personas
intersexuales construyen un lugar de resistencia con un movimiento
de autodesignación y de reconocimiento identitario realmente
significativo. La transexualidad se entiende entonces como efecto de
una situación ideológica y tecnológica, que mantiene el carácter
binario invirtiendo los términos, y esto debería tranquilizar al
dimorfismo sexual. La tecnología que se desarrolla para tratar y
normalizar a los hermafroditas, si bien es posible históricamente por
los cambios en las prácticas quirúrgicas, han de ir de la mano con su
consiguiente tratamiento hormonal. Pero, a su vez, la ideología que
determina la dualidad de los sexos desmiente a la ideología cultural,
y no es solo por su incapacidad de habitar o comprender una
corporalidad no moldeada por los cánones que rigen lo que se
conoce como la dualidad sexual.
2
Pero eso se evidencia en los principios de Yogyakarta, sobre la aplicación de la
legislación internacional de derechos humanos a las cuestiones de orientación
sexual e identidad de género. Contiene 29 principios y recomendaciones
adicionales que, partiendo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos,
marcan los estándares básicos para que la Organización de Naciones Unidas (ONU)
y los estados miembros avancen en medidas que garanticen los derechos humanos
de las personas LGTBI.
exigencia y soledad. Llama la atención, la primera figura
diagnosticada, que es un papel para diferenciar fantasía de realidad,
y su impresión de anidar en sí, una vida en rosa que pronto
encontraría posibles respuestas desde un proceso de apertura de
espacios transicionales. Y el niño-niña se feminiza y se transforma en
un doble adorable y adorado por la piel materna, un vínculo
narcisista de simbolizar las situaciones traumáticas de aquella lejana
infancia. Una propuesta donde las diversidades identificatorias y el
despliegue del deseo, se aborda plenamente mediante la producción
de subjetividad, pues se apoya en operaciones psíquicas complejas.
André Green (1973) en su libro Narcisismo de vida y narcisismo de
muerte, generaliza una opción neutral de los instintos en la que el
narcisismo primario absoluto domina a sus anchas.
3
Para María Elena Sammartino en Transexualidad y supervivencia psíquica: El caso
Simona permitiría pensar que para el transexual hay solo dos sexos, uno odiado y el
otro idealizado a nivel consciente y una bisexualidad inconsciente que nunca llega a
integrarse en un sentimiento identitario definido.
retroceden a favor de la cultura y lo social. Aunque es una salida fácil
desviar el tema escudándose en las carencias de una madre
misteriosa, en la cualidad personal creativa, en un elevado
simbolismo de los fetiches como medio de canalizar el deseo. De
todo ello, en el momento del descubrimiento de la diferencia de los
sexos, la sensibilidad entra en colisión con el determinismo biológico
en tanto en cuanto, la confusión de identidades está servida. Por ello,
una de las salidas se traduce mediante una corriente masculina sin
renegar de su pertenencia anatómica al género femenino, el
resultado fue un estilo bisexual y un sentimiento de género neutro.
4
Eurídice también se vinculaba con el culto a las Musas, incluso concebidas como
sus encarnaciones, como ocurrirá con Berenice en Egipto quien será representada
como la diosa Tique, fortuna, para finalmente ser ellas mismas diosas por derecho
en los tiempos de los Ptolomeos.
parece ser una adopción legal la prerrogativa inicial de reinar nada,
sino de establecerse una correlación entre el travestismo y la
ambigüedad de género. Al igual que la visión que nos dan los mitos
de la feminidad, buscando la comprensión de la diferencia invirtiendo
el sentido, las armas de un heroico esclavo ayudan a comprender
mejor cómo se crean las mentalidades de género.
5
Siempre queda el consuelo de encontrar herramientas burladoras como la
cualidad de aquella chica ciega que decía poder ver el color de sus orgasmos.
grutas de una potencia divina. Afrodita la tiene inmoviliza por la
ausencia de la amada con la garantía de pervivencia tras la muerte,
pues su poesía es un instrumento de su recuerdo, fundiendo la
materia del amor con el hacer poético.
7
Así pues, ven a mí ahora, y líbrame de mis penosas preocupaciones, y cúmpleme
cuanto mi corazón desea, ¡cúmplelo!, y tú misma sé mi aliada en la lucha (Artístides
Mínguez Zenda en La amante de las musas. 2020.
LA DISEXUALIDAD EN PALABRAS PROPIAS
8
Una de las tecnologías del yo determinantes en la producción del Sujeto es la
confesión. Mediante este procedimiento discursivo, las personas son incitadas a
descubrir la verdad acerca de sí mismas, a conocer lo que está pasando dentro de
ellas, localizar sus faltas, descifrar deseos, para luego verbalizarlo todo ante una
figura de autoridad. Estaría en línea con La voluntad del saber (2003) de Foucault.
El ser disexual no significa estar saturado de sexualidad, sino que
hereda la noción del cuerpo en base a la articulación de ambos
géneros, y hasta podría decirse que con determinados estados del
alma. La Modernidad interpreta una visión teleológica de la historia
basada en los postulados del positivismo y del evolucionismo, pero
no es ajena a la importancia del conocimiento científico con la
certeza, lo que implica abarcar las disidencias de género en su
completitud. Según la terminología foucaultiana, es a través de su
sexualidad que el ser humano se constituye a la vez como sujeto y
objeto de conocimiento, como criterio de inteligibilidad y mecanismo
de identificación. Bien es cierto que, pudiendo ser causa del estudio
de sus variaciones mórbidas, el dispositivo de sexualidad se ejerce en
gran parte con el aumento de sus aptitudes y la maximización de su
utilidad. En este caso, el cuerpo individualizado sirve de fundamento
para descubrir los límites de la tecnología del yo, aquella que por
excelencia es controlada sobre todo tipo de cuestiones sexuales.
9
Friederich Schleger, ya en su Diálogo sobre la poesía (1800) por ejemplo
recomendaba la abolición de toda separación genérica.
su lugar de inicio, una vez compartido en direcciones balanceadas a
un lado y a otro. El atractivo que supone conocer los extremos, pone
en cuestionamiento su rol en prueba de un mayor bienestar
intersexual, simplemente porque se pregunta algo que no conoce.
13
No se puede reducir a groso modo la condición sensible a la conformidad del
aspecto biológico ni a conductas de género cruzado, entre otras cosas porque la
naturaleza nos muestra en su creatividad la composición de microestructuras a
través de conexiones cerebrales “intermedias” entre ambos géneros.
14
Hipótesis planteada por el equipo de género de Ámsterdam, en virtud de la cual
no debería considerarse la transexualidad como un problema o trastorno
psiquiátrico como tampoco se incluye la intersexualidad.
de la que encontramos a propósito del cuerpo, porque como decía
Michel Foucault: El cuerpo es la superficie grabada de los
acontecimientos. En realidad, hay un nexo de valoración empírica
que interpreta ambos géneros como un mero instrumento de juego
sexual,15 de mezcla química inducida por los estímulos di-sexuales.16
Se nos invita a reflexionar sobre como una persona disexual puede
hacer el amor con un hombre desde el convencimiento de sentirse
mujer-hembra en toda su dimensión psicológica y con ellas en forma
más física, más o menos pseudoviril y pseudolésbica. Para Michaelle
la mirada psicosocial sobre la nueva realidad emergente, nos plantea
la identidad de género como un bienestar psicológico y emocional
que corrige una discriminación ancestral. El género ha pasado de la
teoría a la sustantivación objetiva mediante realizaciones
performativas, sin alterar el orden establecido y las costumbres al
tiempo que han permitido investigar nuevas subjetividades sobre
cualquier aspecto de la realidad.17
15
Mientras que lo demisexual se entiende como una reactivación de la sexual, la
disexualidad pulula libremente entre ambos géneros. Si el aspecto, o en su caso, la
personalidad no afecta a la atracción sexual primaria, tampoco la intersexualidad
supone prejuicio alguno, como cualquier otra manifestación en el momento de
aplicar la sexualidad asociada.
16
Entre cualquier orientación sexual, la capacidad de sentir atracción sexual y no
vivir arrastrando hándicaps, no afecta su etapa de sexualidad activa; la discrepancia
entre los estímulos al fin y al cabo puede llevar a ideas equívocas y no por ello se
deambula de un género a otro. La atracción sexual después de una fuerte
vinculación emocional con otra persona no es causa de una demisexualidad o de un
deseo recóndito, simplemente una atracción sexual bajo ciertas condiciones (2019)
17
Lo que no se dice es que las respuestas adaptativas son asertos ontogenéticos
con capacidad de renovación y de innovación erótico-proximal, tal que se derivan
otras variables psicofisiológicas de género fluido o líquido, entre las que hay una
percepción de lo disexual como una respuesta parasimpática, cuya naturaleza solo
obedece a patrones, más bien poco evolucionistas.
Las medidas de reducción sensorial respecto a la
disexualidad no tienen efecto práctico, ya que el estado
cardiovascular en consonancia con la sensibilización estética
multiplica la atracción mediante la extraversión y el tono
hedónico del estímulo. A mayor excitación de géneros, mejor
digestión sexual, para entender la complacencia en términos
de género la produce el bienestar, cuya realidad se configura
gradualmente al tiempo que experimentan un continuo entre
la completa felicidad del momento y la más absoluta
inseguridad en relación al resto del tiempo.
18
Género y sexualidad: consideraciones contemporáneas a partir de una reflexión
en torno a la transexualidad y los estados intersexuales (M. Hernández, G.
Rodríguez et al.) 2013.
La performatividad precisa de la ambiguedad en tanto en cuanto se
desvincula de lo sexualizado. La plasticidad cultural intraculturaliza la
subjetividad como prácticas erotizantes que abrirán la puerta a una
realidad virtual subestimada por la filosofía. Shirley Campbell canta
queriendo que la realidad fuera distinta y quiso borrar los libros
donde su imagen estaba errada, ya que no es siempre lo mismo la
piel que se lleva desde el principio y la piel que se carga con
conciencia. Rotundamente libre, no otorga razones para su ser desde
la alegría y el orgullo contra el racismo y el machismo, entendida
mujer y sin excusas ni explicaciones para la redondez de las nalgas o
la natural cadencia en su andar...
19
Alonso de Ledesma, fragmento de villancico.
20
Braulio Arenas – MANDRÁGORA, POESÍA NEGRA – 1938
En este momento donde cada quien satisface sus necesidades físicas,
afectivas y sociales, le da al individuo un sentido de identidad que
abarca todos los aspectos de la vida en el desarrollo como personas.
La orientación sexual de un cuerpo con otros donde el deseo se
conceptualiza como un factor en un contexto mucho más amplio, es
un marco biológico donde el deseo sexual proviene de una
motivación innata o experimentada sin temor a perder nada. El
deseo y la actividad sexual también podrían producirse para ayudar a
lograr otros medios o para obtener otras recompensas que pueden
no ser de origen sexual, como una mayor cercanía y apego a una
cierta dependencia de bienestar. En el límite de las formas
ampliamente aceptadas de conductas sexuales, se encuentran las
llamadas expresiones del comportamiento sexual, no solo se elude
parte importante del fetichismo, también se pervierte la naturaleza
de una sexualidad sana. Desde el momento mismo que para distraer
a las mentes, de tal modo que no pudieran darse cuenta, se recurre a
una locuacidad o recurso erótico, la posibilidad de hacerse invisible
se deja a merced del cuerpo sexuado, en tanto su obrar habla por él.
Tal cual es la naturaleza de esta pasión con lo sentido, que desde esta
perspectiva puede entenderse que todo el ser está en lo que
sentimos al hacerlo. La realidad contenida en cambio, parece dique y
no puramente sensorial, en la medida en que es sentida por la pasión
y concebida por la conciencia. La idealización ayuda a la conversación
con una cierta clarividencia, pues al prolongar la forma prevalece en
ella la pasión, creando una expectativa que es el deseo mismo por ser
y poseer siendo estrictamente desposeídos de toda temporalidad.
Hay un morir orgásmico que finge matar la muerte en ella, pues no
recrea el pasado, a lo sumo convierte lo fornicado en algo naciente al
solo uso poético. El y ella en un mismo cuerpo en un balbuciente
vaivén de entradas y salidas cuya profusión, a veces desemboca hasta
un delirio hiperbólico como justificación estética del Universo.21
21
Macedonio Fernández trata de justificar poéticamente ciertos hechos y no de
explicarlos por una simple inteligibilidad. Esto es, la conciencia poética que no
actúa mediante raciocinios sino a través de la gratuidad de lo imaginario.
GLOSA DE ACENTO AMBIGUADOR
23
Jean Paul Sartre en El Ser y la Nada y La Náusea.
pérdida de dicha realidad. Entre tantas transgresiones hiperreales, el
enmascaramiento laberíntico confunde y amalgama los mandatos de
la conciencia, y es cuando la somnolencia larval connotada de
ambigüedad se nos desvanece sobre otras realidades, ya de tipo
subconsciente. Mi estado de evanescencia ideal queda legitimado
entre exterioridad e interioridad, como dualidad que relativiza un
mismo fenómeno, allí donde le ha impedido conciliar el sueño. Pero
en este somniloquio climatérico una subjetividad transgenérica se
devora a sí misma, desligada de su base social no es una mera
apariencia. Al fin y al cabo, para lamer y succionar el néctar de una
conjunción de géneros, aunque ésta sea únicamente aproximada al
hermafroditismo, la realidad permanece enigmática. La cuestión a
retener es que en el territorio de lo irracional la flema ufana de un
calentón sobrepasa a un más que sospechoso punto y final.
24
El Absoluto como <causa sui> en Spinoza.
para sí misma la Inteligencia como obra de su libre actividad. En este
sentido, nuestra inengendrada cualidad constituye precisamente una
peculiar consistencia autodeterminada y aquilatada en la libertad de
poder, como esa potencia infinita en el fondo no tendría poder sobre
sí misma. O sea, vemos como al igual que la permanencia binarista,
nos asemeja una autocausalidad de por sí condicionada por la
inversión de las formas y el corolario que requiere una causa de su
hacerse. Por lo demás, poco importa cuál sea el origen de la
ambigüedad, lo que importa es poseerla verdaderamente, no
imaginarla. Esta idea encierra en sí misma toda posibilidad lógica, es
decir, no implica contradicción interna alguna donde se parte de la
nada sustancialmente para ser toda una piadosa contingencia.
25
Spinoza, B., Etica I, def. 1: "Per causam sui intelligo id, cuius essentiainvolvit
existentiam, sive id, cuius natura non potest concipi, nisi existens".
se utilice un contexto bastante sofisticado que permita hacerlo sin
crear confusión.26 En resumen, se trata de dos niveles distintos: en el
de la naturaleza del lenguaje, donde la ambigüedad sintáctica es un
mero accidente bastante significante, pues cada caso particular de
ésta, no sólo no es un desafortunado accidente gramatical, sino que
es una consecuencia necesaria de las características propias de la
humanidad.
26
Radelli, Bruna, “Agramaticalidad, ambigüedad sintáctica y metáfora: criterios e
instrumentos para evaluar la adquisición de competencia lingüística”, en Dimensión
Antropológica, vol. 1, mayo-agosto, 1994, pp. 79-102.
reside en la elaboración de un lenguaje ideal, la expresión lingüística
no es el problema, dada la elasticidad del lenguaje y el sentido con el
que se presenta en una proposición. Por ello, lo identificable es un
constituyente de la expresión que va más allá de un estatuto validado
por sus referentes.
ENTRADAS EN CLAVE DE RECENSIÓN GENDERIANA
27
Este modo de hacer hablar al cuerpo no ha hecho más que acentuarse en
momentos límite de dolor, placer, sexualidad, fatiga y descomposición, a la vez que
desaparece la experiencia de la representación del cuerpo como unidad. Para
Deleuze los flujos sexualizantes como potencia productiva de vivir engendra lo que
posteriormente entrega al horizonte del acontecimiento.
28
StephenC. Pepper "(1942:38-39) parte desde una metáfora raíz como analogía
básica para ir a todas las otras áreas de hechos, que devienen más refinamiento.
ambas cabría interferir la suposición filosófica de Cornell: "tal vez
toda ciencia debe comenzar con metáfora y terminar con algebra”.
29
Baumgarten en La estética como ideología, 2006: 66-67.
objeto crítico en relación al gusto de la comunidad, el objetivo de
alcanzar un canon social no es pervertirlo, sino deconstruirlo.
Hans-Robert Jauss y su estudio de las causas del placer estético sirve
como ejemplo perfecto transmisor de la ideología, cuando de la
mímesis aristotélica el receptor goza del objeto estético al
reconocerse en él. Pero no menos gráfico resulta el placer de la
catarsis que conduce al receptor a cuestionar sus creencias o a
reafirmarse en ellas. Jauss ejemplifica esto con la idealización de la
dama porque no estaba en concordancia con la realidad de la época
(1986: 52-53) y en este contexto lo trans*guarda una gran relación en
las convenciones de identificación en gran medida por la
intersubjetividad. Es más, en este sentido puede surgir una
hegemonía alternativa ideológica catalizadora y sujeta a sus
continuas transformaciones. Por otra parte, lo emergente produce en
este sentido una confusión con lo residual a través de un proceso de
adaptación y con la aparición de una nueva clase con conciencia de
identidad. Por lo cual, su hermenéutica del disimulo tuvo que dar un
salto a la dialogicidad abierta, para explorar el sitio de los seres
humanos en el universo, siendo interrogante así mismo de la cadena
de la comprensión.
Este nuevo género opera como una corriente nómada y fluida, igual
que los líquidos del cuerpo femenino caracterizada como la
yuxtaposición de un relato breve erótico. A la sombra de un
floripondio su impulso narrativo queda a merced de elementos
diferentes que rompen con la ilación de lo que se considera la
modelación estricta de un relato. Toma su individualización de
oposición, como ya lo estableció la desnudez del personaje femenino,
ante una mirada mitológica y se contraponía en un género
indeterminado y doblemente cargada de sentido. Lo interesante de
establecer una similitud muy poética enmarca al sonido propio como
enunciador femenino, del yo lírico a partir de significantes flotantes.
Es evidente que el ideal de lo femenino lo cubre todo de erotismo
30
Dobzhansky en Genética y el origen de las especies, 1937
31
Jacob citando a Lamarck, Lógica de lo viviente, Cap. 3-El tiempo.
gracias a la fantasía de la vinculación alegórica. Esta relación daría
origen a un conocimiento sensible entre la vida del sujeto que cambia
y permanece, entendida la descripción de la composición placentera
viviendo en el sentido de historia bien construida. Realmente, a lo
femenino se le intenta validad en un conservadurismo que no
poseería más que el carácter ficticio de retener un deseo imposible
de captar. Esto evoca el argumento que reconoce y exhibe el deseo
sobrentendido, causa de su propio deseo en defensa contra aquello
que permanece existente.
32
Lacan (1962-63) p. 114
ha generalizado y transversalizado sobre valores de igualdad activa y
de diferencia y autonomía para la creación de una subjetividad para
la emancipación. La construcción del cuerpo es una nueva
arquitectura y de construir el cuerpo como empoderamiento, como
un hecho natural. Pero no se oculta la construcción del ideal
femenino a lo largo de la historia y la reivindicación de una identidad
propia, que por otra parte choca con el desaire del deseo viril,
ensimismado con la imagen fetichista de la lencería sobre una piel
delicada. Se alejan, no solo los géneros hacia un narcisismo grotesco,
donde el cuerpo va, por un lado y el lenguaje por otro. La señal
informativa del Body Art sigue vigente en su obsesión por la esencia
inmaterial del vacío y su ausencia de límites. Ahora, en un estado
líquido del cuerpo desestereotipado, se aprecia una transición del
cuerpo prohibido, al cuerpo instrumental y cibernaútico, si se me
permite la expresión relacional. Lo que significa, que el cuerpo puede
ser considerado como un microcosmos dentro de la sociedad, que
puede responder a cualquier sistema articulado o tirar por la calle del
medio, hacia situaciones liminales, donde los hechos o los sujetos se
liberan de toda estructura.
Somos carne, no una cosa rara llamada espíritu, y como tales seres
finitos, con infinitas ganas de conocernos al desnudo, de unificar
incluso en un platónico y absurdo ideal la unión perfecta de seres
imperfectos. El sexo cambia y busca siempre complicidades, humor y
aventura compartidos, exigirse mutuamente libertad para continuar
en ejercicio de su inalienable derecho. Ciertamente, el sexo como
ejercicio de fascinación o juego de intimidades, sacralizado es de lo
más desestimulante y ortopédico, pero como aventura lo es todo.
Allí, donde los sentidos se encuentran conectados por una energía de
tilde ritualista o similar al abismo, se van sugiriendo complicidades al
desposeerse de lo oculto. Un juego donde la ligereza y sabiduría de la
ironía, desconocedora de los límites nos iguala en la carencia
imaginativa, entre lo recatado y lo perverso. Algo bien distinto nos
humaniza cuando invertimos el género y la forma de recibir sobre
este cuerpo brinda nuestra fragilidad al otro.
33
Guillermo Sucre en La máscara, La transparencia. Ensayos sobre poesía
hispanoamericana. Tierra firme.
34
Loreana Canillas en “Señales de la androginia en la cultura y el arte”. IUNA.
estereotipada por las mayorías y sus generalidades. Se admite incluso
que en el mundo científico no existe ninguna hipótesis, aceptada
universalmente acerca de cómo se construye la identidad, es un
hecho que queda fuera de la norma, a pesar de que la ciencia admite
el error y reconoce que el mundo ya no es tan binario. Asistimos a la
era post género frente al esencialismo biológico y a una dialéctica
molesta que incomoda en su búsqueda de causas. Así pues, el género
como un espectro constituye un perfeccionamiento biomédico que
cualquiera puede pedir libremente, algo sencillo de entender si se
quiere, pero que asusta a necios y cancerberos médicos que deciden
a quién aplicar la reasignación y cambio de sexo, cuando su trabajo es
ayudar y cumplir los principios bioéticos y deontológicos.
35
Estas personas hacían un gran esfuerzo para distinguirse de travestis dejando
claro en sus explicaciones que nunca obtuvieron placer sexual y justificando
episodios tempranos de excitación: “acostumbraba a excitarme sexualmente al
vestirme con prendas solo de mujer, pero ahora no me excita nada (…) Travestirse
no es una excitación sexual, por lo que a mí respecta: Soy yo” (Jane)
migración de género funciona como un mecanismo para controlar la
desviación de género y reforzar el conformismo, en la medida en que
sitúa a nivel individual, nunca a nivel colectivo.
36
La pequeña Elsa, que ahora tiene 6 años, quería vestirse siempre a oscuras y
odiaba a su padre: «Porque odiaba todo lo masculino». «Cuando se acostaba, me
preguntaba: ¿mañana ya seré una niña?»
37
Laura empezó a ponerle nombre a la transexualidad a los 12 años. «Pero si
hubiera tenido más información, habría sido antes. Yo recuerdo que me maquillaba
y me ponía mi floripondio. Me gustaba sentirme mujer». Si echa la vista atrás, dice
que se enorgullece de su camino.
manteniendo el dilema de seguir en la periferia reforzando los
sentimientos de pertenencia, diferenciación y soberanía o abstenerse
de formar parte de una irrealidad donde las autoridades son sus
dueñas y maestras custodias. Menos mal que se ha ido creando un
discurso de verdad sobre el lugar y la agencia de las mujeres
transgénero sin necesidad de subvertir otra cosa que no sea su
frontera. Por ende, los cuerpos fronterizos materializan una idea de
frontera que ya los estudios culturales cuestionan, una frontera que
encierra, ancla, y que delimita a las identidades que las ocupan.38
Vamos que en verdad todo el mundo sabe que hay una mayoría de
heterosexuales buscando el servicio de profesionales trans* o en su
defecto a transformistas con algo de lencería para cubrir alguna
fantasía envuelta en lencería, y mientras tanto, todo sigue su curso.
38
Charles Darwin fincaba la felicidad en la armoniosa relación del cuerpo con su
entorno natural.
TRANSFORMISTAS ENTRE LA MISMA LAYA
39
Roberto Echavarren en Marosa di Giorgio: devenir intenso, Montevideo: Lapzus,
2005, pag. 48.
40
Marosa Di Giorgio en Reina Amelia, Buenos Aires: Adriana Hidalgo, 1999.
41
María José Bruña Bragado en Raras criaturas: la audacia expresiva de Marosa Di
Giorgio, Cuadernos Lírico, 2010.
de existencia por sí mismos y en sí mismos. Aquí partimos de que un
elemento ideal preexiste a nuestra valoración a la que se le suma un
valor estético como una cualidad sublime. Luego, la sustantividad
estaría en las propiedades transformistas que se hallan en el cuerpo
u objeto de estudio, o como diría Paolo Freire, cuando tenemos
conciencia de ser agentes transformadores del mundo y productores
de cultura. Solo con el diálogo habrá un modelo humanizante y
homeostático lo suficientemente integrador, pues abierta o
veladamente este hecho se revela mediante pautas de comunicación
repetitivas, circulares y predecibles.42 Y es que ante condiciones de
gran desigualdad el infante inventa todo lo que no logra entender, de
modo que al pasar el tiempo contamos con una mezcla de verdad y
fantasía, que más que afectar a su realidad, si se es creativo le
imprimirá una fuente de la identidad del Yo.
42
Virginia Satir justifica la Terapia Familiar en un ambiente liberador como el mejor
recurso integrativo.
Las personas que son capaces de auto-actualizarse son plenamente
funcionales, y esto da clarividencia de sus experiencias subjetivas y
sus sentimientos, de que están en continuo crecimiento y cambio. Si
una persona no puede abrirse a sus propios sentimientos, no se
puede abrir a la actualización del yo, capaz de vivir y apreciar de
forma plena el presente, donde lo performativo se hace
indispensable para estar en contacto con la auto-actualización.43 Al
final, un estado de virtud o satisfacción incluye un proceso en el que
hay libertad psicológica para moverse en cualquier dirección44 y que
reacciona y responde basándose en su percepción y su experiencia.
Cualquier distorsión de la misma chocaría con un estímulo de manera
aversiva, predisponiendo a una falta de sustento explicativo del saber
propio, que podía encubrir la pobreza conceptual. Por ende, el
transformismo establece sus relaciones mutuas en la observación
como fundamento último que justifica el fenómeno. En ese sentido,
una consecuencia lógica no es refutable en teoría, aunque si puede
demostrar su falsedad cambiando los parámetros y sus valores, lo
que por su naturaleza supone riesgos mayores.
43
Carl R. Rogers afirma que la persona que funciona plenamente reconoce el libre
albedrío en sus acciones y asume las responsabilidades de las oportunidades que se
le brindan.
44
Carl R. Rogers en El proceso de convertirse en persona. Mi técnica terapéutica,
Paidos, Contextos. 1961.
alguna para el uso de estas etiquetas. La sensibilidad ampara de
forma inmediata a las personas ya discriminadas o ciudadanía
indefinida ante la falta de ser saneada por la Constitución con toda su
corporeidad heterodoxa como bandera.
La idea de fondo sobre todo aquello que se da por natural, pero que
en realidad es impuesta culturalmente, sigue latente y solapada por
una caricatura científica, nada evolucionada, sino que quedará
descolgada respecto de la tecnología. Esta es la única herramienta,
que procediendo de la ciencia no cuenta con ningún prejuicio ni
sesgo, por lo que la revolución total de la especie nos puede
emancipar de una vez por todas y por completo de la biología. De la
tecnología de la reproducción que satura los espacios públicos y no
ofrece soluciones verídicas de progreso, iremos entrando a otra era
mediante una tecnología de género y de libertad para no volver atrás
ni mantener por más tiempo la falsa de esa masa social que opina
que si no estamos por encima del 20% de toda la población no se
debe ser representativos. Habría que apartar entonces a políticos y
pensadores recalcitrantes de la escena pública con esa métrica.
45
Este motivo se desarrolla en otro ensayo que denomino “Correcciones
antropológicas: Abolición de género y restauración de la matriz hermafrodita”.
En el caso de la construcción de cualquier tipo de género o base
cultural, el discurso brilla en las páginas de esos diarios y bitácoras
atrevidas, que a pesar de todo obligan a repensar los abusos de la
historia. Ahora bien, si las fronteras entre la homosexualidad y la
transgeneridad son construidas como más permeables para
sancionar precisamente a los cuerpos abyectos, el atentado contra la
razón se convierte en un hecho ritualizado, no comprensible como
espacio de encuentro de diferencias y de diferentes. De esta manera,
podemos ver el carácter eminentemente móvil de todo intento de
producir fronteras, o de uniones frente a la incomprensión y los
ataques ofensivos a la propia noción de persona humanizada. La
sociedad alcanzaba un estado de aparente equilibrio, primero porque
se produce un cambio de consciencia en el ser humano, cuyo
sufrimiento, manifestado por el Existencialismo había calado
demasiado y no permitía fluir otras libertades que pujaban por
invertir el orden. Sin embargo, el arte ha ignorado hasta ahora la
nueva realidad, lo cual es inaudito, dada su naturaleza subversiva y la
complejidad estética que supone esta miscelánea de géneros.
46
Yves Klein, en su obsesión por la esencia inmaterial del arte muestra una
personalidad que fluctuaba entre concentración y ausencia de límites, matizada
por una síntesis entre monocromía y figuración, espiritualidad y teatralidad.
Al debilitarse la estructura social, lo hace también el grado de
formalismo, donde el género adquiere su expresión simbólica en la
disociación corporal. Las funciones de sus diferentes partes y sus
relaciones, constituyen una fuente de símbolos para otras estructuras
complejas y dinámicas, y cierta idea romántica de la destrucción, la
muerte o la renovación. Su fin último ha pasado de la transgresión a
explorar los límites del cuerpo, como le es natural en la
desmaterialización del objeto místico. Cualquier materia expelida no
es más que una lucha contra el poder donde existía la necesidad de
buscar nuevos soportes. Esta idea romántica de la destrucción,
muestra a la muerte y la renovación, llevadas por el pathos para
enfrentarse de lleno al orden establecido, renegando del objeto y
volcándose con el propio cuerpo, que se convierte a la vez en arma y
herida (Egon Schiele) Desde esos límites los hechos o los sujetos se
liberan de la estructura poniendo en tela de juicio los residuos del
mismo cuerpo. Para cada sociedad, el cuerpo humano es el símbolo
de su propia estructura, luego si fuésemos mera apariencia, la
manera de representarlo a partir de la interpretación del símbolo,
ocuparía simplemente un espacio en la naturaleza.
47
Norman Oliver Brown, en Body’s Love. Los Ángeles, California: University of
California Press, 1966: 162.
48
En lo artístico Pierre Molinier la representación corporal es un espacio para el
exhibicionismo, un lugar para el espectáculo transformista que muestra cuerpos
narcisistas preguntándose sobre su identidad.
transformación y cambio recapitula en todas sus partes las
significaciones que el cuerpo percibe y obra, resultado de una
construcción social y que, por lo tanto, no existen papeles sexuales
esenciales o biológicamente inscritos en la naturaleza humana,
siendo formas socialmente variables de desempeñar uno o varios
papeles sexuales.
49
De acuerdo con la evolución del lenguaje y de la sublimación, el incesto simbólico
es un recurso de idealizar lo que es poseído, donde el cuerpo amante se convierte
en objeto de deseo y de menosprecio asimétricos.
material de la palabra hecha verbo. Pues, al igual que la extrema
complejidad de la mitología se reduce a un instrumento lógico, este
impulso específico o potencia vital constituye un universo de valores
sustanciales para el cuerpo y la influencia de la lógica de la identidad.
50
Heliogábalo a principios del siglo III escandalizó a sus contemporáneos casándose
públicamente dos veces vestido de mujer, adoptando así explícitamente el papel
pasivo en la relación. Son múltiples las anécdotas sobre su comportamiento lascivo,
y los soldados de su guardia personal eran conocidos como los rabos de burro por
ser reclutados en las termas entre los mejor dotados
ha sido superada por la lógica de la razón y la corporalidad. Por tanto,
la prudicitia o pudor femenino se ha quebrado como así el resto de
los mortales, aquellos a los solo les quedaba la obediencia.
51
El Imperio Romano no permitía la poligamia, pero era una institución hecha a
medida de los ricos, lo cual sigue vigente con la complicidad de la masa doméstica y
prácticamente en todas las sociedades, aunque sea de manera encubierta.
52
Preciado, al referirse al cambio contemporáneo en la reproducción sexual,
muestra ciertas formas de incorporación tecnológica del sexo siguiendo las
intuiciones de Foucault, distintas “praxis de resistencia”.
Diríase que en esta primera etapa manflorita nos ha servido para
reconocernos, a pesar de que la mayoría como masa amorfa declina
por servir a la reproducción de la raza.
53
Françoise Frontisi-Ducroix (2006) El hombre-ciervo y la mujer-araña. Figuras
griegas de las metamorfosis, Madrid: Abada.
conflictivo al igual que requiere sin duda la modificación artificial del
estado de conciencia de una personalidad.
55
Freud reclamaba a los médicos que inventaran un preservativo capaz de prevenir
las enfermedades y la concepción, para brindar un placer sin peligros.
El protagonismo en rebeldía contra el pensamiento autoritario, salido
de su letargo se aferra a una ilusoria normalidad con una mirada
irónica, desde la cual sobreentendemos aquellas entidades
"naturales" que se explican por sí mismas. Pero en toda elaboración,
entendida aquí como la que espera ser ordenada, la finalidad de un
ser naciente es meditada y entendida en analogía como un proceso
técnico que permite forjarlo. En el lenguaje coloquial, evolución es
sinónimo de progreso, según Lamark, donde la persona cuenta con
herencia de modificación. Visto así, la transgeneridad nos es familiar
al estar dirigida hacia la adaptación, dado que los individuos en toda
población son variables en medio de una idea de selección
darwiniana: la variación poblacional azarosa y la competencia. Esta
parte ordenadora abriga cierta unidad intrínseca y una actividad
propia, y a partir del uso o desuso le conlleva al organismo una cierta
escisión o diferencia entre el mundo biológico y la intelección
sentida. Estamos en un horizonte de posibilidades culturales y
entrando en un mundo de desvelación en el que se espera poner el
foco en crecer si somos lo suficientemente flexibles y receptivos
como para modificar nuestro rumbo.
DE RALEA EN VERSIÓN AVANZADA
56
Eldrege, N. y Gould, S.J. (1977): Punctuated Equilibria: The Tempo and Mode of
Evolution Reconsidered. Paleobiology, 3(2) 115-151.
Luego, si para validar racionalmente esas emociones hay que partir
de premisas lógicas, nuestra coherencia interior se suele inclinar en el
fondo por desacuerdos que percibimos bajo ese canto de sirena que
amenaza nuestra existencia.
57
Maturana habla de la emoción que especifica el dominio de acciones en las
cuales los sistemas vivientes coordinan sus acciones de un modo que trae como
consecuencia la aceptación mutua.
dignidad nos hace humanos no por su rango social, sino en su calidad
de libertad, sobre la cual encuentra en la autonomía su expresión
más elevada.58 La dignidad, considerada como el derecho de todo
individuo a ser reconocido en su valor intrínseco y no instrumental,
en aras de sus congéneres y respectivos y variados géneros.
58
Los genes son los que permiten que la mente aprenda, que dirijan la
construcción del cuerpo en el útero, pero luego se ponen a desmantelar y
reconstruir lo que han hecho casi inmediatamente, en respuesta a la experiencia.
Sin duda son causa y consecuencia de nuestras acciones (Ridley, Qué nos hace
humanos, 2004, pág. 15)
59
Sotolongo & Delgado, La revolución contemporánea del saber y la complejidad
social, Buenos Aires: CLACSO, 2006, pág. 43.
60
Maturana H. ¿Cuándo se es humano?, 1992, pág. 142.
61
Bandler & Grinder, La estructura de la magia. Santiago de Chile: Cuatro Vientos,
1999, págs. 27-28.
62
Maturana H., El Amor y el Origen de la Humanidad, 1992, pág. 251.
la auto-replicación de cada organismo. La selección natural opera
sobre diferencias, igualmente en el límite de la escasez, pero que la
propia idea de adaptación sigue en tela de juicio. Véase si no, como el
más claro contraste entre la biología y la psicología, la transexualidad
y en mayor medida la inaprensible expresión hermafrodita. He ahí un
escollo latente de la benevolencia de un sistema predador que
confunde la adaptación ecológica con la adaptación reproductiva. Es
una pena que la especie se estanque apelando a un mecanismo que
permita la estabilidad de las formas orgánicas, ya que el reto está en
salirse de la espiral de ese ñoño retorno, pues ni es eterno ni siquiera
gracioso. La transgeneridad, lo que debiera plantearse es salirse de
ese tablero conservador, renunciar a esas prácticas masoquistas de
reencarnarse de un género a otro en vidas separadas y desvincularse
del Todo. La razón no es otra que la propia singularidad al margen de
presiones selectivas, lo que atañe al propio proceso evolutivo por
encima de la supervivencia.
63
Carlos A. Marmelada en Darwin y el diseño inteligente. Reseña de la obra de
Francisco J. Ayala Darwin y el diseño inteligente. Creacionismo, cristianismo y
evolucionismo Alianza Editorial: Madrid, 2007 (121)
anomalías entre aquellos que contemplan la posibilidad de un tercer
género, de intersexualidad y de transgenerismo que se pueden
encontrar en los anales de la historia. El caso es que se ha venido
utilizando estos géneros alternativos como una amenaza estéril, en
vez de permitir abandonar una posición más realista, a pesar de unos
datos estadísticos que ocultan más que aportan. De forma parecida a
una verdad genital, los hechos demuestran que en la sexualidad no
hay fronteras entre los estímulos, fantasías y formas de entender la
relación de la mente con el cuerpo a unos niveles tan íntimos.
64
Gayle Rubin, Reflexionando sobre el sexo: notas para una teoría radical de la
sexualidad, en Vance, Carole (comp.) Placer y peligro. Explorando la sexualidad
femenina, Madrid, Revolución, 1989.
65
Es ofensivo el trato de “hermafrodita verdadero”, cuando desde la bioética se
cuestiona que haya personas con una moral que se fundamente en la verdad, pues
es evidente que solo obedecen a intereses inopinados y poco nobles.
La perseverancia de las teorías de la «intersexualidad» para
desprenderse de valoraciones morales y aportar explicaciones más
radicales, avala científicamente el argumento de que ya habría
desarrollado un «instinto» sexual apropiado o unas «aspiraciones»
propias de conformidad con lo sentido. Merece la pena dedicar unas
palabras en relación a la dicotomía entre naturaleza y cultura, donde
la diferencia sexual parte de una identidad monosexual hasta derivar
en una clara intercorporalidad erótica, directamente proporcional al
grado estético de comprender las aspiraciones del cuerpo. El debate
científico evidencia que los conceptos de experiencia y narración, en
contextos relacionales, produce una tensión constante para poner en
relación armónica a los seres domesticables. Y es que la energía
incontrolada, genésica, renovadora y creadora, propia de seres del
mundo inferior “constituye la génesis creativa del conocimiento, del
arte y de las transformaciones”.66 Precisamente, aunque no sirva de
precedente, el ser andrógino goza en sí del atributo de la perfección
de la propia divinidad precisamente por su condición dual. Si lo que
es por excelencia debe ser total, la persona libre pese a su condición
ambigua, ha de ser intermediario y mantenerse, en equilibrio,
relacionando su mundo, de manera alternada o simultánea.
66
Sánchez, Walter en “El proceso de creación musical”, Música autóctona del Norte
de Potosí. Cochabamba, Centro Pedagógico y Cultural de Portales, 1988: 1-10.
analiza la simpleza y direccionalidad con la que opera un cuerpo
sexualizado. Las partículas elementales en el momento de la
excitación aguantan el desgaste de la temperatura con la misma
composición, precisamente en la relación activa que las mantiene
unificadas, incluso aunque vayan a ser sustituidas, algo que
constituye la individualidad del organismo.
67
L. Margulis y D. Sagan, op. cit., p. 152.
68
Las formas de sexualidad distintas del sexo meiótico, se puede pensar que tienen
un origen autónomo respecto de éste, que pertenecen a una fase evolutiva
anterior, o bien que pertenecen a una posterior, es decir, que surgen en el proceso
de pérdida de la sexualidad meiótica.
diferencia de una ideología personal, o en palabras de Gadamer,
corregir o reformular las anticipaciones dialécticamente. La razón es
que la acumulación de datos contiene prejuicios de vulgarizar y
desordenar la comprensión de la variabilidad del Otro. Esta relación
formal es irreconciliable y preocupa poco o nada, ya que, en el
entramado de nuestros intereses intelectuales y teóricos, el
binarismo carece de interés en términos de investigación. No
pertenecer a esa ciencia muerta nos libera a las indeterminaciones y
paradojas antropológicas, tanto tiempo ignoradas y que tampoco hay
que escarbar mucho para dar un golpe maestro, virtualmente
revisable por la innovación en las culturas.
69
Tesina realizada en colaboración con la Unidad de Investigación MVANDERFRAN
70
Por regla general la relación “soregus” así entablada implica una profunda
amistad y asistencia mutuas. También se emplea como medio para establecer
relaciones homosexuales, especialmente entre muchachos que quieren emularse”.
lenguaje erótico es el nexo que tienen los organismos vivos, e
integrado en la actividad vital del nutriente antes de ser deglutido. En
la unión sexual los géneros se disuelven en cada movimiento y no se
suprime la alteridad de ninguno de los unidos, gracias a que cada uno
produce continuamente un «duplicado» de sí mismo. Lo que pasa es
que la naturaleza de esa entidad a veces no concuerda con la
biología, de modo que realmente sólo se da la identidad en la
diferencia.71
71
M. Heidegger, Identidad y diferencia, en 1957 (ed. española en Anthropos,
Barcelona, 1989)
72
Jacinto Choza en Antropología de la sexualidad, Cap. II, La mediación cognoscitiva
del sexo: Conciencia y materia, Sevilla: Thémata, 2011.
73
Tras la selección la membrana se hace absolutamente impenetrable. Los demás
espermatozoides que incidían sobre ella son desprendidos u desahuciados por una
decisión no siempre acertada.
Ya se sabe que, a medida que los organismos van siendo más
complejos, y el aprendizaje va teniendo cada vez mayor relevancia en
el despliegue de la conducta, entran en juego mayor cantidad de
factores que no dependen de la programación genética y de la
selección sexual. Esta sería una entre tantas razones para entender el
género como algo construido, y es que cuando se tiene más
capacidad de aprendizaje se pueden tener en cuenta más factores a
la hora de decidir, y entonces que un genotipo particular se perpetúe
y otro no, depende de las decisiones únicas y libres de cada cual. En
líneas generales, entendamos que la transgeneridad estaría más
próxima a la poliandria, debido a su afán por imponer esta
correlación de fuerzas en un sentido inverso al binarismo.74 Se puede
decir que la monogamia se funda en razones ecológicas, asegurando
la continuidad en la alimentación de la prole, aunque la especie
humana parece genéticamente tan bien dotada para la monogamia
como para la poligamia. Por lo que un tercer género, no basado en la
reproducción se reconoce independiente de facto, pues ha tomado
como frente de luchas todo aquello que ningunea su área de
resonancia.75
74
No hay ni que preguntarse por qué género tendría más candidatos voluntarios,
sexualmente hablando.
75
La prohibición del incesto conlleva un pánico al caos, así como asegura un
progresivo y patético aburrimiento y disminución del deseo sexual, entre otros.
género, o si se quiere como posibilidad de caos gozoso y creador,
más allá de su propio principio y de un final abierto. Ante una
reglamentación autónoma de la sexualidad, no se puede establecer la
diferencia entre sujeto que padece y el placer, digamos de nombrar
lo que percibe ordenado y diversificado. Desde luego, el lenguaje
sexual tiene autonomía respecto de las funciones sociales, pero se
encuentra también en relación de interdependencia con ellas. En
concreto, una afluencia hormonal adecuada debería bastar para su
culminación satisfactoria, razón por la cual hay personas que
entienden que necesitan iniciar un proceso de cambio en su cuerpo.
76
Michel Foucault en Historia de la sexualidad, Siglo XXI, Madrid, vol. l (1ª ed.
francesa, 1976)
«completitud», si bien es muy arriesgado concebir los procesos de la
naturaleza como el parangón respecto de los fenómenos encajados
en una formalización plena. En un mundo tan reciente, como
pensaba García Márquez, que todo está por definir previendo un
mismo momento compartido. A lo largo del proceso de reasignación
de sexo, los principales aportes de la sociología a la comprensión de
la transexualidad, tienen un papel para apostar por una conciliación
donde mirarse. No debe descolgarse el caso del Dr. Magnus
Hirschfeld, quien inauguró el Instituto de Ciencias sexuales, el
primero en el mundo en ofrecer asesoramiento médico y psicológico.
Transformar el paradigma sobre cómo construir una alternativa no
pasa por automatizar el rápido avance de la tecnología, sino
realizando un trabajo educativo no formal, del cuerpo deseado y del
cuerpo deseante. Dicho de otra forma, pudiera suceder que la toma
de decisiones automatizadas facilite información significativa sobre la
lógica aplicada, salvaguardando las libertades y los intereses
legítimos del interesado.
77
González, A.M. (2013) Introducción: emociones y análisis social. In L. Flamarique,
& M. D’Oliveira-Martins (Eds.) Emociones y estilos de vida: radiografía de nuestro
tiempo (pp. 13-24). Madrid: Biblio-teca Nueva.
Las implicaciones derivadas de una articulación emocional se hacen
eco de la resonancia emocional que adquieren en la constitución de
la subjetividad, lo que supone un paso más en la adaptación e
integración corporal de la tecnología al usuario. De aquí que significa
implementar el respeto a la dignidad de la persona, su integridad y su
individualidad, de forma justificada y actuando en coherencia. Sin
duda, nos referimos a un diálogo constante con uno mismo y con el
entorno, en tanto que las situaciones complejas representan una
oportunidad para apreciar el compromiso con aquellos valores recién
construidos, gracias a la existencia de incertidumbres. En dicho
proceso, la conciencia del “querer ser” es un constructo dinámico que
se concibe como elemento esencial para inferir o el elenco de
conocimientos integrados en la identidad de género. Las
herramientas digitales permiten mayor interacción social desde el
anonimato y el respeto a lo desconocido, anulando en lo posible
prejuicios y sesgos. Luego, aunque hubiera divergencia, la segunda
fase sería la revelación de significatividad que cada quien otorga a
cuánto conoce, mostrando la verdad tal cual se manifiesta. No en
vano, será de vital importancia recuperar aquellos entes que
contribuyan a la democratización del pensamiento y de reflexividad.
78
Claudia Truzzoli en Desbordando el género y el sexo, Cuestiones de género: de la
igualdad y la diferencia. Nº 12, p. 425, 2017.
las personas y sus pensamientos,79 pese a la confusión entre la
autonomía de la imaginación individual y la objetividad de la sucesión
cronológica de los acontecimientos. Precisamente en esa llamada
metafísica del orden irracional, la especie no puede ser atrapada sino
mediante una nueva forma continua, renovándose.
79
Broch en Los sonámbulos se expande más allá de la caracterización psicológica
como un reflejo de esa seriedad, en una especie de juego de disfraces o bien un
baile de máscaras.