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TRISTE NAVIDAD

Erase una vez faltando poco para la navidad, en un pueblito llamado


Morelos estaba toda la familia reunida y como es normal nunca faltan
los cuetes para festejar. Un día domingo el papá de tres hijos fue a
naranjos para comprar cuetes, regreso muy contento porque sus hijos
se pondrían felices.

Dijo el papá -Ya llegue chaparros les traje cuetes espero que se
diviertan pero tu Victoria y tu Tobías no los van a tronar porque están
pequeños los va a tronar su hermano mayor Santiago. La mamá les
dijo -su papá tiene razón -si, pero en la noche lo van a tronar para que
se vea bonito -Si, papá, contestaron los tres hijos. Ellos quemaron los
cuetes en la noche y posteriormente les dijeron que se vallan a dormir
y que al otro día le siguieran porque ya era tarde a la mañana
siguiente el papá le dijo al hijo mayor -levántate hijo vámonos al
potrero a ordeñar -espera papá un ratito mas -no, ya vámonos que se
hace tarde -bueno ya vámonos.
Se fueron los dos, el papá y el hijo, acabaron y regresaron a su casa
entonces toda la familia se reunió en el comedor para almorzar los
niños ya querían quemar los cuetes pero el papá les dijo que luego,
entonces el niño Tobías agarro los cuetes y como en el comal había
braza, quiso quemar un cuete pero como todavía no sabia hacerlo
metió la mano con el cuete en la braza pero no le dio tiempo de sacar
el cuete al exterior y no supo que hacer y le trono en la mano después
grito -papaaaaaaa, mamaaaaaaa me trono el cuete en la mano. Los
papas corrieron para ver lo que sucedía y se toparon con eso, los dos
se paralizaron, rápido consiguieron un transporte y llevaron al niño al
hospital. Los otros dos hermanos se quedaron en su casa impacientes
por lo que sucedía no lo podían creer, ellos esperaron a que alguien
de sus papas les dijera algo pero nada.

I
Ya en la noche regresaron los papas con su hijo al pueblo con la
mano vendada los hermanos se pusieron felices porque no le paso
nada mas a su hermano entonces le dijo el papá a los demás niños
-deben tener precaución cuando truenen cuetes para que no ocurra
algo como esto, entendieron -si, papá. La mamá les dijo -su hermano
se va a curar pero debemos llevarlo al hospital para que le laven la
mano y así se va a ir desinfectando completamente entonces dijo
Santiago -suerte que tenemos porque mi hermano va volver a mover
los dedos. Dijo la mamá -si, gracias a dios nuestro hijo se va reponer y
ustedes niños deben portarse bien.

A la mañana siguiente tuvieron que llevar el niño al hospital con sus


padres para ver que todo valla bien y le limpiaran la mano, el papá dijo
-vámonos mujer al hospital -si. Le contesto.

Después de esta experiencia el niño pequeño le tenia temor a los


cuetes con el paso del tiempo las cicatrices se fueron cerrando y el ya
tenia la movilidad en sus dedos otra vez los papas muy contentos
siguieron con su vida con caídas pero se levantaban y pasaron la
navidad felices y poco a poco el niño Tobías le fue perdiendo el miedo
a los cuetes y lo celebraban siempre con el recuerdo de lo que
sucedido aquel día.

FIN
AUTOR: Jesús Rodrigo Martínez.

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