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Batalla de Malvern Hill

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Batalla de Malvern Hill

Parte de la Guerra Civil Estadounidense

Acuarela de la batalla de Malvern Hill

Fecha 1 de julio de 1862

Lugar Condado de Henrico, Virginia, Estados


Unidos

Coordenadas 37°24′45″N 77°15′03″OCoordenadas: 
37°24′45″N 77°15′03″O (mapa)

Resultado Victoria táctica de la Unión

Consecuencias Fin de la Campaña de la Península

Beligerantes
Estados Unidos de América Estados Confederados de
América

Figuras políticas
Abraham Lincoln Jefferson Davis

Comandantes
George B. McClellan Robert E. Lee
Fitz John Porter

Unidades militares
Ejército del Potomac de la Unión Ejército del Norte de Virginia
Fuerzas en combate
54 000 55 000

Bajas
3124 5650

[editar datos en Wikidata]

[mostrar] 
Campaña de la Península
Marzo-Julio de 1862

[mostrar] 
Batallas de los Siete Días
25 de junio-1 de julio de 1862

La batalla de Malvern Hill, también conocida como la batalla de Poindexter's


Farm, se libró el 1 de julio de 1862 entre el ejército confederado del Norte de
Virginia, dirigido por el general Robert E. Lee, y el ejército de la Unión del
Potomac, bajo el mando del mayor general George B. McClellan. Fue el combate
final de las batallas de los Siete Días durante la Guerra Civil Estadounidense, que
tuvo lugar en una elevación de cuarenta metros conocida como Malvern Hill, cerca
de la capital confederada de Richmond, Virginia, y a solo 1,6 km del río James.
Incluyendo las reservas inactivas, participaron más de cincuenta mil soldados de
cada bando, utilizando más de doscientas piezas de artillería y tres buques de
guerra.
Las batallas de los Siete Días fueron el clímax de la Campaña de la Península,
durante la cual el ejército del Potomac de McClellan navegó alrededor de las
fuerzas de Lee, desembarcó en la punta de la península de Virginia, al sureste de
Richmond, y se dirigió tierra adentro hacia la capital de la Confederación. El
general confederado Joseph E. Johnston se defendió de los repetidos intentos de
McClellan de tomar la ciudad, ralentizando el progreso de la Unión en la
península. Cuando Johnston fue herido, Lee tomó el mando y lanzó una serie de
contraataques, llamados colectivamente las batallas de los Siete Días. Estos
ataques culminaron en la acción en Malvern Hill.
El V Cuerpo de la Unión, comandado por el general de brigada Fitz John Porter,
tomó posiciones en la colina el 30 de junio. McClellan no estuvo presente en los
intercambios iniciales de la batalla, después de haber abordado el acorazado USS
Galena y navegado por el río James para inspeccionar Harrison's Landing, donde
tenía la intención de localizar la base de su ejército. Los preparativos de la
Confederación se vieron obstaculizados por varios contratiempos. Mapas erróneos
y guías defectuosas hicieron que el general de división confederado John
Magruder llegara tarde a la batalla, un exceso de precaución retrasó al general de
división Benjamin Huger, y el general de división Stonewall Jackson tuvo
problemas para recoger la artillería confederada.
La batalla ocurrió en etapas: un intercambio inicial de fuego de artillería, una carga
menor por el general de brigada confederada Lewis Armistead y tres oleadas
sucesivas de cargas de infantería confederada iniciadas por órdenes poco claras
de Lee junto a las acciones imprecisas de los generales Magruder y D. H. Hill,
respectivamente. En cada fase, la eficacia de la artillería federal fue el factor
decisivo, al rechazar ataque tras ataque confederado, lo que finalmente resultó en
una victoria táctica de la Unión.nota 1
Después de la batalla, sin haber logrado su objetivo de capturar Richmond,
McClellan y sus fuerzas se retiraron de Malvern Hill a Harrison's Landing, donde
permanecieron hasta el 16 de agosto. En el curso de cuatro horas, una serie de
fallas en la planificación y la comunicación habían hecho que las fuerzas de Lee
lanzaran tres ataques frontales de infantería fallidos a lo largo de cientos de
metros de terreno abierto, sin el apoyo de la artillería confederada, cargando
contra las defensas de infantería y artillería de la Unión firmemente atrincheradas.
Estos errores dieron a las fuerzas de la Unión la oportunidad de infligir grandes
bajas, sin embargo, después de la batalla, la prensa confederada rápidamente
proclamó a Lee como el salvador de Richmond. En marcado contraste, McClellan
fue acusado de estar ausente del campo de batalla, una dura crítica que lo
persiguió cuando se presentó como candidato a la presidencia en 1864.

Índice

 1Antecedentes
o 1.1Situación militar
o 1.2Geografía y ubicación
 2Preludio
o 2.1Participantes clave
o 2.2Las fuerzas de McClellan se preparan
o 2.3Las fuerzas de Lee avanzan
 3Disposición de los ejércitos
 4La batalla
o 4.1Lee ordena fuego cruzado de artillería
o 4.2Fracaso del bombardeo confederado
o 4.3Ataques de la infantería confederada
o 4.4El ataque de Magruder
o 4.5Los francotiradores de la Unión disparan a los confederados
o 4.6La carga de Hill
o 4.7Ataques finales
 5Repercusiones
o 5.1Bajas
o 5.2Razones del desenlace
o 5.3Acontecimientos posteriores
o 5.4Reacciones y consecuencias
 6Conservación del campo de batalla
 7Notas
 8Referencias
 9Bibliografía
 10Enlaces externos

Antecedentes[editar]
Situación militar[editar]
Artículos principales: Batallas de los Siete Días y  Campaña de la Península.
En la primavera de 1862, el comandante de la Unión, el general de división
George B. McClellan, desarrolló un ambicioso plan para conquistar Richmond, la
capital confederada, en la península de Virginia. Sus 121 500 hombres del ejército
de Potomac, junto con 14 592 animales, 1224 carros y ambulancias y 44 baterías
de artillería, navegarían en 389 embarcaciones hasta Fort Monroe, en la punta de
la península, y luego marcharían hacia el interior para apoderarse de la capital. 2 El
desembarco fue ejecutado con pocos incidentes, 3 pero los federales se retrasaron
durante un mes en el asedio de Yorktown, de modo que cuando el ejército de
McClellan finalmente atacó el 4 de mayo, el enemigo había abandonado las
defensas de tierra alrededor de la ciudad. Después de algunas horas, el ejército
del Potomac emprendió la persecución de los confederados en retirada, por lo que
las tropas de la Unión finalmente se encontraron con la retaguardia de Lee
en Williamsburg, donde los dos ejércitos libraron una batalla no concluyente.
Debido a que los confederados continuaron su retirada esa noche, 4 McClellan
envió al general de brigada William F. «Baldy» Smith en barco a Eltham's Landing
para bloquear el repliegue de los sureños, maniobra que resultó en la batalla
homónima del 7 de mayo. Cuando el ejército de la Unión intentó atacar Richmond
a través del río James, fue rechazado en Drewry's Bluff el 15 de mayo, mientras, a
la vez, McClellan continuaba la persecución de las fuerzas confederadas, que
retrocedían rápidamente hacia Richmond. 5
La falta de acción decisiva en la península de Virginia impulsó al
presidente Abraham Lincoln a ordenar al ejército de McClellan que se trasladara a
posiciones cercanas a Richmond.6 Para el 30 de mayo, McClellan había
comenzado a mover tropas a través del río Chickahominy, la única barrera natural
importante que separaba a su ejército de la capital enemiga, 7 sin embargo, las
fuertes lluvias de la noche del 30 de mayo aumentaron el caudal del río, producto
de lo cual cayeron dos puentes dejando al ejército federal partido en dos. En la
subsiguiente batalla de Seven Pines, el general en jefe confederado Joseph E.
Johnston intentó capitalizar la división del ejército de McClellan, acometiendo a la
mitad del ejército de la Unión que estaba atrapado al sur del río, sin embargo, el
plan de Johnston fracasó y McClellan no perdió terreno. Johnston fue alcanzado
en el hombro derecho por una bala y en el pecho por un fragmento de proyectil al
final de la batalla, por lo que el mando del ejército de Virginia del Norte recayó
entonces en el general de división Gustavus W. Smith, aunque por breve tiempo.
El 1 de junio, después de un ataque fallido contra las fuerzas de la
Unión, Jefferson Davis, el presidente de la Confederación, nombró a Robert E.
Lee, su propio consejero militar, para reemplazar a Smith como general en jefe de
los ejércitos confederados.8
Las dos semanas siguientes en la península fueron fundamentalmente tranquilas,
no obstante, el 25 de junio, un ataque sorpresa de McClellan originó una serie de
seis batallas importantes que se disputaron durante la semana siguiente cerca de
Richmond: las batallas de los Siete Días. El primer día, mientras Lee dirigía al
ejército de Virginia del Norte hacia las líneas de la Unión, McClellan lo anticipó con
un ataque en Oak Grove, donde los confederados repelieron el embate enemigo, y
Lee continuó con sus planes. A la mañana siguiente, los sureños acometieron
al ejército del Potomac en Mechanicsville con un resultado adverso, puesto que
las unidades de la Unión hicieron repelieron el ataque de los confederados,
infligiéndoles grandes pérdidas. Después de Mechanicsville, el ejército de
McClellan se retiró a una posición detrás de Boatswain's Swamp, donde el 27 de
junio, los soldados de la Unión sufrieron otra arremetida confederada, esta vez en
el molino de Gaines. En la batalla resultante, los confederados lanzaron
numerosas cargas fallidas, hasta que un asalto final concertado rompió la línea de
la Unión, en la que fue la única victoria clara de los hombres de Lee durante los
Siete Días. La acción en las granjas de Garnett y Golding, que fue la siguiente,
consistió simplemente en una serie de escaramuzas. Finalmente, Lee atacó al
ejército de la Unión en la batalla de Savage Station el 29 de junio y en las
de Glendale y White Oak Swamp el 30 de junio, aunque ninguna de las tres fue
concluyente. Después de esta serie de combates que causaron miles de bajas a
ambos ejércitos, McClellan comenzó a colocar a sus efectivos en la aventajada
posición militar que era la cima de Malvern Hill.9
Geografía y ubicación[editar]
Era un país tan hermoso como mis ojos jamás vieron. Los campos
cultivados, intercalados con fajas y apilamientos de madera,
salpicados de encantadoras residencias, se extendían varios
kilómetros. Las colinas eran bastante altas, pero las pendientes eran
graduales y no abruptas. El trigo estaba en estado de maduración, la
avena estaba lista para la cosecha, y el maíz llegaba a la cintura.
Todos eran de un crecimiento exuberante.—Teniente Charles B.
Haydon de la 2.º Regimiento de Infantería de Michigan, diario
personal.10

Malvern Hill, una colina en el condado de Henrico, Virginia, proporcionó una


impresionante posición militar natural a unos tres kilómetros al norte del río
James.11 Se eleva unos 40 m11 hasta su cresta para formar una media luna de
aproximadamente 2,5 km de largo y 1,2 km11 de ancho. Su pendiente es de
aproximadamente 1,6 km de longitud y muy gradual, con solo una o dos
depresiones notables. Malvern Cliffs, unos escarpes a lo largo del lado oeste de la
colina, dominaban Turkey Run, un afluente del cercano Turkey Island Creek. El
Western Run era otro afluente del Turkey Island Creek, que se extendía
principalmente por el lado este de la colina y parcialmente por el norte. Existe
también una hondonada de unos 18 m en el valle del Western Run, una de cuyas
laderas se alza hasta la meseta, además el centro de Malvern Hill se encuentra
ligeramente hundido respecto del borde de la colina. Como resultado de esta
configuración natural, la ladera de esta elevación hacía que cualquier ejército que
la atacase careciese de protección y favorecía la labor de la artillería, que disponía
de terreno despejado para disparar.12
Varias granjas se ubicaban cerca de Malvern Hill. Aproximadamente 1100 m 13 al
norte de la colina estaban las de Poindexter y Carter y entre las dos había una
zona pantanosa y densamente arbolada que formaba el curso del Western Run.
La granja más grande de la zona era la de la familia Mellert, normalmente llamada
la granja Crew por un antiguo propietario,14 situada en el lado oeste de la colina. A
unos 400 metros al este de Malvern Hill estaba la granja West y entre esta y la de
Crew se encuentra la carretera llamada Willis Church Road, a la que algunos
lugareños llamaban la Quaker Road, 15 que también pasaba junto a Malvern
House, una vivienda que estaba situada en el borde sur de la meseta. 13 «Era, en
conjunto, una posición formidabilísima», escribió el historiador Douglas Southall
Freeman. «Si los ingenieros de la Unión hubieran buscado por toda la comarca al
sur de Richmond, no podrían haber encontrado un terreno más adecuado para
destrozar a un ejército que los atacase».16

Preludio[editar]
Participantes clave[editar]
Comandantes en la batalla de Malvern Hill

El general Robert E. Lee, del


Ejército de los Estados
Confederados. El ejército de Lee
del norte de Virginia atacó a las
fuerzas de la Unión en Malvern
Hill.
 
El general de división George B.
McClellan, del Ejército de los
Estados Unidos. El ejército del
Potomac de McClellan defendió
su posición en Malvern Hill.
 

El general Fitz John Porter,


también de la Unión. Después de
la marcha de McClellan de
Malvern Hill, asumió el mando de
facto de las tropas de la Unión en
la colina.
 

Las fuerzas de McClellan se preparan[editar]


La suave pendiente de la colina ha sido despejada para mostrar el terreno abierto frente al cañón de la
Unión, como era originalmente.17

Pocos días antes de la acción en Malvern Hill, McClellan creía incorrectamente


que el ejército del Potomac era ampliamente superado en número por los
confederados,18 y su temor a que este lo aislase del centro de suministros lo hizo
cauteloso y suspicaz19 por lo que en la noche del 28 de junio, McClellan dijo a sus
generales que tenía la intención de trasladar a su ejército a una posición en la
orilla norte del río James llamada Harrison's Landing, donde estaría protegido por
naves de la Unión.20 De acuerdo a este plan, el ejército del Potomac llegó a
Malvern Hill, la última parada del ejército antes de llegar a Harrison's Landing, con
aproximadamente 54 000 hombres.21
En la mañana del 30 de junio de 1862, el V Cuerpo de la Unión al mando de Fitz
John Porter, parte del ejército del Potomac de McClellan, se agrupó en la cima de
Malvern Hill. El coronel Henry Hunt, jefe de artillería de McClellan,11 colocó 171
cañones en la colina y 91 más en reserva en el sur 22 formando una línea en la
ladera de la colina que consistía en ocho baterías de campo con treinta y siete
cañones,23 siendo protegida por la división del general de brigada George Sykes.
En la reserva había artillería de campaña adicional y tres baterías de artillería
pesada, que contaban con cinco cañones Rodman de 4,5 pulgadas (11 cm), cinco
cañones estriados Parrott de 20 libras (9,1 kg) y seis obuses de 32 libras.24 Porter
continuó reforzando la línea de la Unión cuando más fuerzas de McClellan
llegaron a la colina. Subsecuentemente, las unidades del general de
brigada George Morell, estacionadas entre las granjas Crew y West, extendieron
la línea hasta la sección noreste, en tanto que la división del IV Cuerpo del general
de brigada Darius Couch, con sus brigadas aún intactas tras las escaramuzas de
los Siete Días, extendió aún más la línea noreste. Esto dejó a 17 800 soldados de
las divisiones de Couch y Morell en la cara norte de la colina, con vista al camino
Cuáquero, desde donde los federales esperaban que las fuerzas de Lee
atacaran.24
Temprano al día siguiente, el martes 1 de julio, McClellan, que había llegado de
Haxall's Landing la noche anterior, examinó la línea de batalla de su ejército en
Malvern Hill. La inspección le dejó más preocupado por el flanco derecho (este)
del ejército de la Unión, que se encontraba detrás de Western Run, un área
necesaria para los planes de McClellan de reubicarse en Harrison's Landing, y
temía que se produjera un ataque desde ese lugar. Como resultado, envió allí a la
mayor parte de su ejército: dos divisiones del II Cuerpo de Edwin Sumner, otras
dos del III Cuerpo del general de brigada Samuel P. Heintzelman, dos más del
VI Cuerpo del general de brigada William Franklin y una del IV Cuerpo del general
de brigada Erasmus Keyes, que estaban apostados en el James. La división del
general de brigada George McCall, gravemente diezmada en los combates de
Glendale y que había perdido a McCall y a dos de sus tres brigadieres, fue
mantenida en reserva.25
McClellan no creía que su ejército estuviera listo para combatir, y esperaba que
Lee no le obligase a hacerlo.26 Dejó sus tropas en Malvern Hill y descendió por el
río a bordo del acorazado USS Galena para inspeccionar Harrison's Landing,
donde pretendía que descansasen sus tropas. No nombró jefe interino, por lo que
Porter, que estuvo al mando durante el primer ataque, asumió en la práctica el de
todas las unidades de la Unión mientras duró la batalla. 27
Las fuerzas de Lee avanzan[editar]
Con alrededor de cincuenta y cinco mil soldados, el ejército de Virginia del Norte
estaba casi a la par con los federales28 y con Lee al mando, notablemente más
agresivo. Quería un ataque final y decisivo que dispersara efectivamente a los
federales. Varios indicios —almacenes de comisaría abandonados, carros y
armas, y los cientos de rezagados y desertores de la Unión que sus unidades
habían encontrado y capturado— llevaron a Lee a la conclusión de que el ejército
del Potomac estaba desmoralizado y se estaba retirando. En todas las batallas
hasta la de Malvern Hill, los planes de Lee de destruir el ejército federal habían
fracasado por una razón u otra. Aunque no se dejó intimidar por ello, sus
posibilidades de obtener una victoria decisiva disminuían rápidamente. 29
Lee se reunió con sus lugartenientes, entre ellos el mayor general James
Longstreet, A. P. Hill, Thomas «Stonewall» Jackson, John Magruder y D. H. Hill,
por la mañana temprano el día de la batalla. 30 D. H. Hill, después de hablar con un
capellán familiarizado con la geografía de Malvern Hill, advirtió contra el montaje
de un ataque. «Si el general McClellan tiene fuerza —dijo Hill—, será mejor que lo
dejemos en paz».31 Longstreet se rio de las objeciones de Hill, diciendo: «No te
asustes tanto, ahora que lo tenemos [a McClellan] apaleado». 32
Lee eligió las unidades relativamente frescas de D. H. Hill, Stonewall Jackson y
John Magruder para encabezar la ofensiva confederada, ya que apenas habían
participado en los combates del día anterior. Las divisiones de James Longstreet y
A.P. Hill se mantuvieron en reserva, ya que no estaban en condiciones de luchar
después de Glendale, pues casi la mitad de sus oficiales y cerca de un cuarto de
los hombres alistados habían muerto o estaban heridos. El mando de las tropas
del general de brigada Winfield Featherston pasó temporalmente al también
general de brigada George B. Anderson, de la división de D.H. Hill, ya que no
quedaba nadie allí por encima del grado de mayor general. 31 Según el plan de
Lee, el ejército de Virginia del Norte formaría un semicírculo que envolvería
Malvern Hill, por lo que las cinco brigadas de D. H. Hill se colocarían a lo largo de
la cara norte de la colina, formando el centro de la línea confederada, y las tropas
de Stonewall Jackson y John Magruder se dispondrían en los flancos izquierdo y
derecho, respectivamente. Las fuerzas de Whiting se ubicarían en la granja de
Poindexter, con los hombres del general de brigada Charles Sidney
Winder y Richard Ewell cerca y, de ser necesario, la infantería de estos tres
destacamentos reforzaría la línea confederada de acuerdo a las circunstancias.
Dos generales veteranos se reincorporaron al ejército del Norte de Virginia para la
batalla: el general de brigada Wade Hampton y el general de brigada Jubal Early,
ambos heridos dos meses antes. A Hampton y Early se les dio el mando de dos
de las brigadas de Jackson que habían perdido a sus jefes en Gaines's Mill y solo
tenían coroneles sin experiencia para dirigirlos, 33 en tanto, el general de
división Theophilus Holmes tomaría una posición en el flanco extremo derecho de
la Confederación.31

Disposición de los ejércitos[editar]

Este mapa del campo de batalla de Malvern Hill etiqueta el Willis Church Road como «Quaker Road». El
«Quaker Road» de Magruder se ramificó a partir del Long Bridge Road, que aparece en la esquina
superior izquierda.

La disposición del ejército del Potomac antes de la batalla era más ordenada que
la del ejército de Lee del Norte de Virginia; todas las fuerzas de McClellan se
concentraban en un solo lugar, excepto una de las dos divisiones de Erasmus
Keyes, que se hallaba al otro lado del río James. 12 Un explorador confederado
observó a los soldados de la Unión descansando en sus puestos y moviéndose
por la colina sin preocuparse, mientras que la disposición de los cañones
alrededor de la ladera de la colina le dio la impresión de que la posición era «casi
inexpugnable», pues el ejército de McClellan ocupaba férreamente la colina. 34
Durante las batallas de los Siete Días, las unidades de Lee se habían
desperdigado debido a los pantanos, caminos estrechos y otros obstáculos
geográficos, y ocasionalmente también a órdenes poco claras. A medida que
pasaban los días de marcha y combate, los estrechos caminos se llenaron de
rezagados que mermaban significativamente las filas confederadas y restaban
capacidad de combate al ejército confederado.35 Estas dificultades para disponer a
los hombres para luchar eficazmente continuaron durante la batalla de Malvern
Hill, en la que tanto Magruder como Huger cometieron errores en el despliegue de
sus fuerzas.3136
Al principio, las unidades de Magruder estaban detrás de la columna de Stonewall
Jackson mientras marchaban por la carretera Long Bridge Road, que conducía a
Malvern Hill. A lo largo de este camino había varios senderos contiguos. Uno de
ellos, la carretera llamada Willis Church Road por algunas gentes del lugar y
Quaker Road por otras, se dirigía al sur desde Glendale hasta Malvern Hill. En los
mapas de Lee aparecía como «Camino Cuáquero» (Quaker Road). Otro de estos
senderos comenzaba cerca de una granja y continuaba hacia el suroeste, hacia un
punto río arriba en la carretera del río —algunos lugareños, incluyendo a los guías
de Magruder, la llamaban con el mismo nombre (Quaker Road, carretera o camino
cuáquero) que el que mostraban los mapas de Lee—. Finalmente James
Longstreet puedo alcanzar a Magruder, indicarle que había equivocado el camino
y persuadirlo de que diera marcha atrás. Este incidente retrasó tres horas la
llegada de Magruder al campo de batalla.36
Huger, preocupado por chocar con las fuerzas de la Unión mientras marchaba
hacia Malvern Hill, tampoco había logrado manejar su división de manera efectiva.
Desplegó dos de sus brigadas, comandadas por los generales Lewis Armistead
y Ambrose Wright, para atacar el flanco de los federales que pudieran encontrar y
protegerse así de posibles acometidas enemigas. Longstreet finalmente le notificó
a Huger que las fuerzas federales no lo obstruirían si marchaba hacia Malvern Hill.
Huger, sin embargo, no se movió hasta que alguien del cuartel general de Lee
vino a guiar a sus unidades hasta el campo de batalla. 31
Al acercarse el mediodía sin haber visto ni a las brigadas de Huger ni a las de
Magruder, que tenían que formar el flanco derecho de la Confederación, Lee las
reemplazó con las unidades más pequeñas de los generales Armistead y Wright,
dos de las brigadas de Huger que sí habían llegado al campo de batalla hacía
algún tiempo. Huger y sus otras dos brigadas estaban aún demasiado lejos, al
norte.37 A pesar de los contratiempos y la desunión, Malvern Hill sería la primera
vez durante las batallas de los Siete Días en que Lee logró concentrar
sensiblemente sus fuerzas.31

La batalla[editar]

Batalla de Malvern Hill; las fuerzas confederadas se indican en rojo, y las fuerzas de la Unión en azul.
Lee ordena fuego cruzado de artillería[editar]
Mensaje a los comandantes confederadosnota 2
Se han establecido baterías para barrer la línea enemiga. Si se rompe
el fuego como es probable, Armistead, que puede presenciar el
efecto de la artillería desde su posición, ha recibido la orden de
cargar a la carrera gritando. Hagan ustedes lo mismo.

—-Mensaje del coronel Robert H. Chilton a los comandantes,


enviado el 1 de julio de 1862 a eso de la 1:30 p.m.39

Lee estudió personalmente el flanco izquierdo en busca de buenas posibles


posiciones para la artillería mientras James Longstreet hizo lo propio con el
derecho. Los dos compararon luego sus resultados y concluyeron que se
establecerían dos grandes posiciones artilleras a izquierda y derecha de Malvern
Hill. El fuego concentrado de los dos grupos de cañones debía debilitar la posición
enemiga y permitir que el posterior asalto de la infantería la quebrase. 40 Si este
plan no funcionaba, Lee y Longstreet pensaron que el fuego de artillería les daría
tiempo para considerar otros.36
Con el plan de batalla listo, Lee envió un borrador a sus lugartenientes, escrito por
su jefe de Estado Mayor, el coronel Robert Chilton (ver cuadro de la izquierda). Sin
embargo, las órdenes no estaban bien elaboradas, ya que el grito de una sola
brigada a la carga debía servir de única señal para desencadenar el ataque de
quince brigadas completas. El tumulto y el clamor de la batalla habían de
complicar necesariamente la recepción del grito y crear confusión entre las demás
unidades. Además, el borrador de Chilton dejó la dirección de la embestida a
Lewis Armistead, quien nunca antes había mandado una brigada en combate. En
el borrador tampoco constaba la hora en que había sido escrito, lo que más tarde
confundió a Magruder.4142
Fracaso del bombardeo confederado[editar]

Los barcos de la Unión disparan sobre los confederados en el campo de batalla de Malvern Hill.

Los primeros en emplear la artillería fueron los soldados de la Unión: empezaron a


castigar a la infantería enemiga escondida en los bosques en torno a la una de la
tarde y luego a intentar evitar que los cañones enemigos tomasen posiciones. 43 En
el flanco izquierdo de la Confederación, dos baterías de la división de Whiting y
una de la de Jacksonnota 3 empezaron a disparar desde su posición sobre la división
de Darius Couch del IV Cuerpo, que estaba cerca del centro de la línea de la
Unión. Esto inició un feroz duelo artillero entre las ocho baterías y treinta y siete
cañones de la Unión y las tres baterías y dieciséis cañones de los confederados.
El fuego de la Unión silenció a la artillería Rowan e hizo que su posición fuera
insostenible. Las otras dos baterías confederadas, colocadas por el propio
Jackson, estaban en mejores posiciones y lograron seguir disparando. Durante un
período de más de tres horas, un total de seis u ocho baterías confederadas se
enfrentaron al ejército de la Unión desde el flanco izquierdo de la Confederación,
pero por lo general solo se enfrentaron una a la vez. 45nota 4

Cañones en el campo de batalla moderno de Malvern Hill.

Un total de seis baterías se enfrentaron a los federales desde el flanco derecho de


la Confederación, pero lo hicieron una por una en lugar de al unísono, y cada una
fue hecha pedazos por el fuego concentrado de la artillería de la Unión. Además,
bombardearon a la artillería de la Unión más tarde que los cañones del flanco
izquierdo, por lo que nunca se logró el bombardeo cruzado deseado. 48
En total, el bombardeo de artillería confederada en ambos flancos no logró sus
objetivos. El fuego confederado logró matar al capitán John E. Beam del 1.º de
Artillería de Nueva Jersey de la Unión, junto con algunos otros, y varias baterías
federales (aunque ninguna de ellas estaba realmente activa) tuvieron que moverse
para evitar su destrucción. Aunque el bombardeo de las fuerzas de Lee se cobró
algunas vidas, las fuerzas de la Unión permanecieron tranquilas y continuaron su
temible bombardeo. En efecto, el teniente Charles B. Haydon, supuestamente, se
durmió durante el combate de artillería.49 Tanto en el flanco izquierdo como en el
derecho confederado, varias de las baterías que lograron entrar en acción apenas
pudieron disparar durante unos minutos antes de quedar inutilizadas. 50 Además,
en un fracaso del mando que, según el historiador Thomas M. Settles, debe recaer
en última instancia sobre Lee, los movimientos de los dos flancos nunca se
coordinaron entre sí.51 D. H. Hill consideró que el fracaso de la artillería
confederada desanimaba y más tarde descartó la ofensiva por considerarla como
«la más ridícula de las ridículas».52
Mientras tanto, el fuego de artillería de la Unión se planificó y dirigió de forma casi
impecable. Como señala el historiador Jennings Cropper Wise, el coronel Hunt,
jefe de artillería de McClellan, reorientó continuamente el fuego de la Unión en
varios frentes, en una «enorme masa de fuego de más de cincuenta piezas
mayores, incapacitando a cuatro de las baterías de Huger y a varias de las de
Jackson casi en el mismo instante en que entraron en acción», 53 lo que dificultó
gravemente la capacidad de los confederados para responder de manera eficaz a
la acometida federal. La artillería de la Unión silenció la mayoría de las baterías de
los sureños; las pocas que quedaron operativas fueron atacadas una a una y no
lograron ningún resultado significativo durante el choque. 53
Ataques de la infantería confederada[editar]
El intenso fuego de artillería de la Confederación y especialmente de la Unión
continuó durante al menos una hora, y cesó a eso de las dos y media de la tarde.
Aproximadamente una hora después,54 Lewis Armistead notó que los
escaramuzadores de la Unión se acercaban sigilosamente a la gran batería del
flanco derecho confederado, que estaba ya casi al alcance de los fusileros.
Armistead envió tres regimientos (aproximadamente la mitad de su brigada) 55nota 5
para hacerlos retroceder, orden que marcó el comienzo de los combates de
infantería. Los escaramuzadores fueron repelidos rápidamente, pero los hombres
de Armistead se encontraron en medio de un intenso bombardeo de la Unión. Los
confederados decidieron guarecerse en un barranco a lo largo de la ladera de la
colina. Allí estaban protegidos del fuego, pero quedaron inmovilizados en las
laderas de Malvern Hill, sin apoyo de la infantería ni de la artillería. No tenían
suficientes hombres para avanzar más y la retirada los habría expuesto de nuevo
al fuego cruzado.57
El ataque de Magruder[editar]

General John B. Magruder, CSA.

John Magruder y sus hombres llegaron cerca del campo de batalla poco después
del avance de los regimientos de Armistead, aunque bastante tarde debido a la
confusión con respecto a los nombres de las carreteras locales; ya eran las cuatro
de la tarde. A Magruder se le había ordenado en el consejo de guerra de la
mañana que se colocase a la derecha de Huger, pero ignorando su posición, envió
al mayor Joseph L. Brent a localizar el flanco derecho de Huger, que al
encontrarlo, el general le informó que no tenía idea de dónde estaban sus
brigadas. Huger estaba notablemente molesto porque sus hombres habían
recibido órdenes de alguien que no era él; Lee había despachado a las dos
brigadas de Huger que mandaban Armistead y Ambrose Wright a avanzar hacia la
parte derecha de la línea confederada. La noticia confundió a Magruder, que
mandó al capitán A. G. Dickinson a buscar a Lee para informarle de la «exitosa»
carga de los hombres de Armistead y solicitar nuevas órdenes, pero la realidad era
que Armistead estaba detenido a mitad de camino de Malvern Hill. Al mismo
tiempo, Whiting le envió a Lee un informe incorrecto de que las fuerzas de la
Unión se estaban retirando. Whiting había confundido dos eventos con una
retirada federal: el movimiento de las tropas de Edwin Sumner, que estaban
ajustando su posición para evitar el fuego confederado, y la relajación del fuego de
la Unión por su lado, que en realidad era la artillería federal que concentraba su
fuego en un sector diferente.58
Los informes erróneos de Whiting y Magruder llevaron a Lee a enviar un borrador
de órdenes a Magruder a través de Dickinson: «El general Lee espera que avance
rápidamente», escribió Dickinson. «Dice que se ha informado de que el enemigo
se está retirando. Avance toda su línea y aproveche el triunfo de Armistead».
Antes de que Dickinson regresara con estas órdenes, Magruder recibió
tardíamente la orden enviada tres horas antes (a la 1:30 p. m.) por Chilton. Puesto
que no se había consignado la hora en el texto de las órdenes, Magruder no sabía
que estas habían perdido su sentido por el fracaso de la artillería confederada
durante las últimas horas, y creyó haber recibido dos órdenes sucesivas de Lee
para atacar.59
Los francotiradores de la Unión disparan a los
confederados[editar]

Francotiradores de la Unión abren fuego contra los confederados.

Creyéndose obligado por la orden de Lee de atacar, pero sin que sus brigadas
estuviesen aún en posición de hacerlo, Magruder reunió a unos cinco mil hombres
de las brigadas de Huger, incluyendo los de Ambrose Wright, los del mayor
general William Mahone y la mitad de los hombres de la brigada de Armistead,
que estaban atrapados en campo abierto. Magruder también había mandado
llamar al general de brigada Robert Ransom, Jr., también bajo el mando de Huger,
quien señaló que se le habían dado instrucciones estrictas de desoír cualquier
orden que no previniera de Huger, y dijo, disculpándose, que no podía ayudar a
Magruder. Este ordenó a hombres bajo su mando personal —tres regimientos de
la brigada del general de brigada Howell Cobb, más la brigada completa del
coronel William Barksdale— que acometiesen al enemigo. Sin embargo, debido a
la confusión con respecto a Quaker Road, estas brigadas aún no estaban lo
suficientemente cerca como para hacer más que ponerse en posición de apoyo, y
Magruder quería atacar inmediatamente. 60 A pesar de esto, la brigada de Wright
con la de Armistead, entonces brigada de Mahone, comenzó a salir del bosque por
orden de Magruder alrededor de las 5:30 p. m. y a encaminarse hacia las líneas
de la Unión.61
La artillería del flanco izquierdo confederado, bajo el mando personal de Jackson,
también renovó el bombardeo tras la llegada tardía de dos baterías de la división
de Richard Ewell.62 Los confederados fueron atacados inicialmente solo por
francotiradores de la Unión, pero estos retrocedieron rápidamente para facilitar el
bombardeo de su propia artillería, que diezmó a los confederados merced al uso
de metralla. Los hombres de Wright estaban atrapados en una pequeña depresión
en la ladera ondulada, a la derecha de la de Armistead; los de Mahone hubieron
de replegarse a la misma zona aproximadamente. 63 Durante la primera ola de
asaltos, los hombres de Cobb se colocaron tras de los de Armistead, mientras que
los de Barksdale también apoyaron la arremetida, desde la izquierda de
Armistead.64
El tiroteo también alertó a los tres barcos de la Unión situados en el James, el
acorazado USS Galena, y las cañoneras USS Jacob Bell y USS Aroostook,nota 6
que comenzaron a bombardear el campo de batalla con proyectiles de veinte
pulgadas (510 mm) de largo y ocho pulgadas (200 mm) de diámetro.66 Si bien las
explosiones y los impactos del fuego de las cañoneras impresionaron a las tropas
confederadas, el tiro de los cañones no era preciso, y los grandes proyectiles
causaron mucho menos daño del que se esperaba. 67
La carga de Hill[editar]

General D. H. Hill CSA.

El fracaso de la artillería confederada desalentó a D. H. Hill, 52 que pidió a


Stonewall Jackson que aclarase las órdenes del borrador de Chilton. La respuesta
de Jackson fue que Hill debía obedecer las órdenes originales: cargar con un grito
después de la brigada de Armistead. Durante horas no se escuchó ningún grito, y
los hombres de Hill comenzaron a construir vivacs para pernoctar.68 Alrededor de
las 6 p. m. Hill y sus cinco jefes de brigadanota 7 habían asumido que la falta de
señal significaba que su ejército no intentaría ningún asalto. Estaban conversando
sobre la orden de Chilton cuando oyeron gritos y la conmoción de una carga
desde su flanco derecho, más o menos donde se suponía que Armistead debía
estar.nota 8 Hill entendió que era la señal esperada y gritó a sus comandantes: «Ese
debe ser el avance general», iniciándose los movimientos de tropas.
Las cinco brigadas de D. H. Hill, con unos ocho mil doscientos hombres, tuvieron
que franquear los densos bosques que rodean el camino Cuáquero y la carrera del
Oeste, operación que desbarató el orden de las unidades. 72 Los hombres salieron
del bosque hacia la línea de la Unión en cinco grupos separados que arremetieron
por separado y descoordinadamente contra el enemigo; cada brigada corrió sola
hacia la colina: «Cruzamos una valla, atravesamos otro trozo de bosque, luego
superamos otra valla hacia un campo abierto al otro lado del cual había una larga
fila de yanquis», escribió William Calder, del 2.º Regimiento de Infantería de
Carolina del Norte. «Nuestros hombres los atacaron con valentía. El enemigo los
abatió por docenas».73 Algunas brigadas de la división de Hill se acercaron lo
suficiente para intercambiar fuego de mosquete y participar en combates cuerpo a
cuerpo, pero fueron rechazadas.74
La respuesta de la artillería del lado federal a la carga de Hill fue particularmente
mortífera, y pronto los hombres de Hill necesitaron apoyo solo para mantener la
posición. En Circunstancias extraordinarias: Las batallas de los siete días, Brian K.
Burton tildó la carga de Hill de «innecesaria y costosa». 75 Los sucesivos asaltos de
las brigadas de Hill contra los bien atrincherados federales fueron efímeros y poco
lograron.75
Ataques finales[editar]
Los ataques anteriores del ejército de Lee no habían servido para alcanzar los
objetivos previstos, pero esto no disuadió a Magruder, que cabalgaba de un lado a
otro por el campo de batalla, pidiendo refuerzos y despachando personalmente
unidad tras unidad a cargar contra la línea de la Unión. En ese momento, hombres
que siempre habían estado bajo el mando directo de Magruder comenzaron a
unirse a la batalla. Magruder se encontró por primera vez con algunas unidades
del general de brigada Robert Toombs. La brigada de Toombs estaba muy
dispersa y Toombs no estaba con las unidades sueltas que encontró Magruder.
Este dirigió personalmente a los hombres en una carga de corta duración, seguida
de una retirada desordenada. Las brigadas de los coroneles George T. Anderson y
William Barksdale emergieron de los bosques a la derecha de Toombs, pero al
hacerlo, los hombres de Anderson también se separaron, ya que el lado izquierdo
superó al derecho. Las unidades confederadas que avanzaban se disponían en
tres grupos: dos de los regimientos de Anderson en el extremo izquierdo de la
Confederación, junto a Toombs; un grupo central con los hombres de Barksdale; y
otros tres regimientos de Anderson en el extremo derecho, cerca de los restos de
las unidades de Wright y Mahone. El flanco derecho de Anderson cargó, pero no
llegó más allá del pie de la colina, castigado por una lluvia de metralla que lo
desorganizó e hizo retroceder. La brigada de Barksdale cargó más o menos al
mismo tiempo, y llegó considerablemente más arriba de la colina, enfrentando a la
infantería de la Unión del general de brigada Daniel Butterfield en un tiroteo que
duró más de una hora.76
Lee recibió las peticiones de refuerzos de Magruder y ordenó a Huger que dejara
que Robert Ransom acudiese a auxiliar a los hombres atrapados en el campo de
batalla. También expidió órdenes en el mismo sentido a las brigadas de los
generales Joseph B. Kershaw y Paul Jones Semmes, de la división del mayor
general Lafayette McLaws, bajo el mando de Magruder.35 La unidad de Ransom,
después de recibir finalmente el permiso de Huger, primero intentó atacar
directamente hacia la colina, siguiendo los pasos de otras brigadas confederadas
que intentaban socorrer a Magruder. Cuando esto resultó inútil, Ransom ordenó a
sus hombres que se reagruparan en el bosque ubicado a la derecha de la posición
confederada, marcharan a paso redoblado durante media milla rodeando por la
derecha a las demás unidades propias y atacaran el extremo oeste de la línea
enemiga. Mientras Ransom estaba enfilando hacia el oeste, Jackson respondió a
una petición de refuerzo de D. H. Hill enviando brigadas avanzadas de las que
estaban a sus órdenes, que se encaminaron desde el este hacia el sector atacado
por D. H. Hill. De su propia división, Jackson despachó a los generales Alexander
Lawton y Charles S. Winder, y de la división de Ewell, al general de brigada Isaac
R. Trimble y a los cols. Leroy A. Stafford y Jubal Early. El general de brigada John
R. Jones fue herido en la mano y el mando de su brigada pasó al teniente coronel
Richard Cunningham del 48.º Regimiento de Virginia, quien había mandado la
brigada unos días antes mientras Jones estaba de baja por enfermedad. 77

Munición antipersonal de artillería para un cañón de 5,4 kg (12 libras) de la época de la Guerra Civil.

Los hombres de Ransom lograron acercarse a la línea de la Unión más que


cualquier confederado ese día, guiados por la luz relampagueante de los cañones
en medio de una oscuridad que los invadía; sin embargo, la artillería de George
Sykes rechazó el ataque.78 Las brigadas de Kershaw y Semmes, enviadas antes
por Lee, llegaron al frente mientras Ransom se movía para arremeter desde otra
dirección. Semmes y Kershaw cargaron al punto, pero también fueron rechazados
poco después.79 Semmes estaba al oeste del cruce de Carter's Mill Road y Willis
Church Road, en las cercanías de Barksdale, Mahone y Wright. Semmes hizo la
carga final del día al oeste de estas carreteras que, al igual que las anteriores, fue
de poco efecto. Kershaw se desvió hacia el este, en el área donde Toombs,
Anderson y Cobb habían atacado,80 donde reinaba una gran confusión. Las tropas
de Kershaw llegaron antes que todos los refuerzos enviados por Jackson, y
recibieron el fuego tanto del enemigo, muy eficaz, como de sus propias filas, pues
los soldados situados a su espalda disparaban a discreción; esto les hizo retirarse
en desbandada.81
Las brigadas detrás de Kershaw cargaron incoherentemente: algunos hombres
avanzaban, mientras que otros se separaron de sus unidades o se confundieron
cuando se encontraron con grupos de confederados en retirada. Los soldados
desorganizados y en retirada de varias unidades eran tan numerosos que frenaron
casi por completo el avance de los hombres de Jackson. 82 Los comandantes de la
unidad de Jackson intentaron organizar sus diversos regimientos y reunir a los que
se retiraban para que se unieran a ellos, pero todo esto tuvo muy poco efecto.
Algunas unidades lucharon ferozmente contra la infantería y la artillería de la
Unión. En particular, tres regimientos de la brigada de Barlow se acercaron lo
suficiente a las líneas enemigas para entablar un combate cuerpo a cuerpo con las
tropas del general de brigada Daniel Sickles antes de ser rechazados. Cuando el
sol comenzaba a ponerse, el general de brigada Isaac Trimble comenzó a hacer
avanzar su brigada. Stonewall Jackson le preguntó qué planeaba hacer. «¡Voy a
cargar contra esas baterías, señor!», contestó Trimble. «Supongo que será mejor
que no lo intentes. El general D.H. Hill acaba de intentarlo con toda su división y lo
han rechazado. Supongo que será mejor que no lo intentes», replicó Jackson. 83
Al final, las cargas de Semmes y Kershaw fueron las últimas acciones coherentes
de los confederados, y ninguna de ellas tuvo éxito. 84 El general de brigada Porter
resumió así las cargas de la infantería confederada en Malvern Hill:
Como movidos por una imprudente indiferencia hacia la vida igual a la mostrada en Gaine's Mill, con la
determinación de capturar nuestro ejército, o destruirlo conduciéndonos al río, brigada tras brigada se
precipitaron contra nuestras baterías, pero la artillería de Morell y Couch los derribó con metralla,
perdigón y proyectil antipersonal, mientras que nuestra infantería, sin hacer fuego hasta que el enemigo
se encontrara a corta distancia, barrió los remanentes de sus columnas y a veces los persiguió,
capturando prisioneros y banderas.85

La artillería de la Unión continuó disparando desde el otro lado de la colina incluso


cuando ya habían terminado los choques de infantería. Dejó de hacerlo a las
8:30 p. m., cuando ya se había formado una corona de humo de pólvora en torno
al teso; así concluyó la acción en Malvern Hill. 86

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