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Ftonec
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© CSN 2009
1. INTERACCIÓN DE PARTÍCULAS CON LA MATERIA
2. 1.- Introducción
2. 2.- Atenuación de fotones
2. 3.- Procesos de interacción
2. 4.- Formación de la imagen radiológica
2. 5.- Número atómico efectivo
© CSN 2009
1. INTERACCIÓN DE PARTICULAS CON LA MATERIA
Cuando las partículas interaccionan con la materia producen una serie de efectos que son
función del tipo de partícula (masa y carga), de su energía y del medio con el que
interacciona (en lo referente a componentes, densidad, estado físico, etc.).
a) Colisión elástica: la partícula choca con los átomos del medio, desviándose de su
trayectoria y cediendo una cierta cantidad de energía en forma de energía cinética. No se
produce alteración atómica ni nuclear en el medio.
e-
e-
Colisión elástica
La energía transferida puede provocar que el electrón atómico escape de la atracción del
núcleo produciendo la ionización del átomo, o que el electrón atómico pase a un estado
menos ligado produciéndose en este caso la excitación del átomo.
Excitación
Ionización
e-
Colisión
radiativa
Este proceso es un caso particular del fenómeno general de Física Básica sobre generación
o producción de ondas electromagnéticas. Cualquier emisor de ondas electromagnéticas
(por ejemplo una antena de una emisora de radio) supone un movimiento no uniforme, o
sea con aceleración, de cargas eléctricas.
La energía de la radiación de frenado dependerá de los “mucho” o “poco” que se frenen las
Para obtener un haz de radiación con fotones de unos cientos de keV, correspondientes al
espectro de los rayos X, debemos, por tanto, dar una energía a los electrones incidentes de
unos cientos de keV. Esto se consigue sometiendo a los electrones a una tensión de
polarización de unos cientos de kV (recuerde la definición de eV).
El poder de frenado S(E) se define en un medio para una partícula determinada a una
determinada energía como:
dE dE
S(E) = -
dx
dx
Las unidades del poder de frenado son [E]/[L], por ejemplo MeV/cm. Sin embargo, para
poder tabular el poder de frenado en función de la energía y tipo de partícula en un
determinado medio (Z), se utiliza un artificio que evita la dependencia con la densidad
(pues de otra manera necesitaríamos tabular para cada densidad de un mismo Z). Este
artificio supone hablar del poder de frenado másico, es decir, de la pérdida de energía por
unidad de espesor másico (espesor másico = espesor geométrico x densidad del medio, que
se suele expresar en g/cm2). Así, es habitual encontrar el poder de frenado másico
expresado en (MeV cm2/g).
Debido a la pequeña masa de estas partículas, las colisiones elásticas provocan importantes
desviaciones en su trayectoria, resultando ésta, por tanto, irregular y en zigzag.
En el caso de partículas pesadas, tal y como hemos visto, la pérdida de energía por
colisiones radiativas es despreciable.
Cuando los electrones se aceleran mediante una diferencia de potencial V adquieren una
energía cinética e·V, siendo e la carga del electrón. Por ejemplo, potenciales de aceleración
de 100 kV suministran a los electrones una energía cinética de 100 keV. Estos electrones al
interaccionar con los átomos del ánodo producirán, fundamentalmente, excitaciones e
ionizaciones de los mismos, mediante las colisiones inelásticas. En cada una de ellas el
electrón transfiere parte de su energía al medio y modifica su dirección de movimiento
(Figura 1).
En m
Br
er sst
e
gí ra
a h
de lu
P
ng
K
L
M
Rayo N
delta
Electrón K
arrancado
E= h
Electrón
en reposo
En algunas de las ionizaciones, el electrón incidente golpea un electrón de una de las capas
más profundas del átomo, arrancándolo de su posición y dejando una vacante en la capa.
Esta vacante será ocupada en un plazo muy corto de tiempo (centésimas de microsegundo)
por otro electrón de una capa superior emitiéndose, como consecuencia de esta transición,
un fotón de radiación característica.
En ocasiones, el electrón incidente se aproxima tanto al núcleo de los átomos del ánodo que
interacciona electrostáticamente con el mismo. Como consecuencia de la fuerza eléctrica
ejercida, el electrón es desviado de su trayectoria experimentando una aceleración negativa.
Como partícula cargada que es, al ser frenada emite radiación electromagnética. Si la
frecuencia de radiación emitida es ν, la energía del fotón que se emite es hν y la energía del
electrón se reducirá en una cantidad equivalente. En resumen, la repentina deceleración del
electrón, da lugar a la emisión de radiación electromagnética conocida con el nombre de
radiación de frenado o, por el término generalmente aceptado, de Bremsstrahlung (del
Sucede a veces que el electrón con una energía incidente Eo puede ser frenado totalmente en
una sola colisión radiativa y, por tanto, toda su energía Eo será emitida en forma de un único
fotón. El número de colisiones de este tipo es poco frecuente y da lugar a la parte más
energética del espectro. En consecuencia, cuando bombardeamos el ánodo con electrones
de 100 keV podemos esperar la producción de unos pocos fotones de energía 100 keV pero
ninguno de energía superior a ésta.
Para un electrón de baja energía, las colisiones inelásticas son mucho más frecuentes que
las radiativas, de forma que electrones de 100 keV pierden aproximadamente un 99% de su
energía por el primer mecanismo, lo que producirá un calentamiento del ánodo. Solo el 1%,
aproximadamente, será convertido en fotones de rayos X.
Los procesos comentados son muy complejos y pueden ocurrir en cualquier punto de la
trayectoria del electrón dentro del ánodo y, por tanto, a cualquier profundidad siempre que
ésta sea menor que el alcance del electrón. La radiación emitida debe emerger del ánodo
para poder ser usada y la probabilidad de que esto suceda dependerá de la frecuencia de los
fotones y del camino que tenga que recorrer.
2.1 Introducción
Los fotones tienen un alto poder de penetración al no tener carga ni masa. Desde un punto
de vista macroscópico, cuando un haz de fotones atraviesa un material se reduce el número
de fotones (o cantidad de energía). Desde un punto de vista microscópico veremos los
procesos elementales de interacción de los fotones con los átomos y sus distintas
probabilidades en función del número atómico y de la energía.
Otra parte de la energía de los fotones que interaccionan reaparece en forma de fotones
cuya energía es igual o inferior y cuya dirección es distinta: son los fotones dispersados.
Ley de atenuación
N = No e- µx (1)
Donde
N0 = número de fotones incidentes
N= número de fotones finales
X= espesor
µ = constante de proporcionalidad que depende de la energía de los fotones y del
tipo de material absorbente (de su numero atómico y densidad).
Ln 2 0,693
d 1/2 = =
µ µ
De igual forma el espesor decimorreductor (d1/10) es aquel que reduce la intensidad del
haz a su décima parte y su valor es:
Ln 10
d 1/10 =
µ
Para haces de espectro continuo se define la "capa hemirreductora" (CHR) como el
espesor de material que hay que interponer para reducir la exposición del haz a la mitad.
Los fotones interaccionan con la materia fundamentalmente por tres tipos de procesos: la
interacción fotoeléctrica (IF), la interacción Compton (IC) y la creación de pares (CP).
a) Interacción fotoeléctrica
El fotón interacciona con el átomo invirtiendo toda su energía en arrancar un electrón que
suele ser de los más ligados, y comunicarle energía cinética (Figura 5).
e
ib r
L nl (h ·ν ) - Ee
c tr ó
K Ele
Núcleo
Fotón γ
(h · ν )
Si el fotón tiene energía suficiente para "arrancar" electrones de la capa K, el 80% de sus
interacciones se producen con electrones de esta capa.
b) Interacción Compton
Se trata de una interacción que se produce mayoritariamente entre el fotón y los electrones
atómicos poco ligados (los de las capas más externas).
L
K
re
n lib
ó
ctr
Núcleo Ele
Fotón γ
ϕ
Fotón γ
La cantidad de energía que se transfiere al electrón atómico varía con la energía del fotón
incidente, siendo más importante a medida que aumenta la energía de éste. A bajas
energías, el electrón se expulsa con muy poca energía, llevando el fotón dispersado casi
toda la energía del incidente.
µ = µ ( IF ) + µ ( IC ) + µ (CP )
En la Figura 6 se representan los coeficientes de atenuación del agua para cada proceso en
función de la energía de los fotones.
Figura 6. Variación con la energía, de los coeficientes de atenuación másicos del agua
La imagen radiológica se forma con el haz de fotones transmitido por el paciente que
alcanza el sistema de registro de la imagen. Esos fotones pueden ser bien, los fotones
primarios que han pasado a través del paciente sin interaccionar o bien, los fotones
dispersados originados en los procesos de interacción Compton en el paciente. Los fotones
primarios son los que transportan la información más útil, ya que su intensidad en cada
parte del haz transmitido depende de las diferencias de absorción de los fotones incidentes
producidas en los tejidos atravesados. Así, la imagen radiológica puede considerarse una
“sombra” del objeto producida por los rayos X.
En ocasiones, para conseguir que en una misma película aparezcan imágenes correctas de
dos regiones con opacidad radiológica muy distinta, hay que reducir el contraste de la
imagen. Esto puede conseguirse utilizando tensiones elevadas o películas cuya densidad
óptica varíe más lentamente en función de la exposición. Según el tipo de examen es
preferible detectar en la imagen un gran número de detalles (gran latitud) con poco
contraste, o un número menor de detalles con un contraste mayor.
En resumen, las interacciones por efecto fotoeléctrico son deseables desde el punto de vista
de la calidad de la imagen porque proporcionan un alto contraste sin producción de
radiación dispersa, pero desafortunadamente la dosis impartida al paciente es más alta que
cuando se produce la interacción Compton. En consecuencia, la elección del kV adecuado
para la obtención de una imagen radiológica ha de ser un compromiso entre los
requerimientos de baja dosis y alto contraste.
Independientemente de la formación de la imagen hay que tener presente que los fotones
dispersados dan lugar a un cierto valor de radiación dispersa en la sala, que es necesario
evaluar de cara a la protección radiológica del profesional que opera los equipos. Una
adecuada colimación del haz y una compresión del medio irradiado reducen la intensidad de
la radiación dispersa y es un buen procedimiento, tanto para aumentar la calidad de la
imagen como para la protección radiológica del profesional.
Hueso
1
Músculo
Grasa
0,1
0 50 100 150
Energía de los rayos X (keV)
Figura 7. Variación con la energía del coeficiente de atenuación másico para varios
materiales
Hasta ahora, hemos hablado siempre del número atómico del material, que es propio de
cada elemento químico, pero en la práctica, los materiales con los que interaccionan los
fotones están formados por varios elementos químicos. Para obviar esta dificultad se utiliza
un "número atómico efectivo" que permite tratar globalmente el material a efectos
comparativos con otros materiales puros. El número atómico efectivo de un material
compuesto es el número atómico que tendría un material puro que se comportase, en cuanto
a la interacción de fotones de la misma forma que lo hace el compuesto. En la Tabla 2 se
especifican los números atómicos efectivos junto con otras propiedades físicas para
materiales de interés en radiodiagnóstico.