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La persona humana es el primer elemento y los actos son el segundo

elemento, entonces dentro de los segundos actos se encuentran las


facultades de la persona humana. Entonces por lo que explica el sacerdote,
una persona tiene su propia naturaleza y además su propia esencia, hay que
tener en cuenta que aparte de tener o hacer una vida biológica, el hombre
también tiene una vida cognoscitiva, este conocimiento se asocia con saber
como es que funcionan las vida de una persona a diferencia de un animal o
planta, los humanos saben y son consciente que función tiene o para que
sirven las cosas que visualizamos, hacemos, y sentimos, tenemos ese poder
de saber reconocer a diferencia de otros organismos, prácticamente
conocemos la realidad gracias a nuestros sentidos, gracias a que podemos
oír, ver, tocar etc. Creo que el ser humano puede llegar a ser potencial,
porque posee algo que es la inteligencia, es algo con mayor afinidad, quizá
sea algo confuso porque también los animales poseen un grado de
inteligencia, pero los humanos entienden y pueden lograr entender la
inteligencia a comparación de los animales, y con ese poder podemos
inclinarnos hacer cosas buenas para obtener la paz interior que buscamos,
aunque también creo que muchas personas no desencadenan sus facultades
para elegir lo leal para tener un equilibro en la vida, todos sabemos y
conocemos lo bueno y malo sin embargo hay personas que eligen lo
contrario a la paz interior, entonces se podría decir que están atados y no son
libres porque conscientemente sabemos que debemos de hacer y no lo
hacemos. El amor es el acto más humano que nos hace libres, San Agustín
mencionaba los 3 tipos de amor eros, filia y ágape. Entonces en pocas
palabras el amor es un acto de nuestra propia voluntad, no es algún tipo de
sentimiento ni nada de eso. Para finalizar creo que la voluntad propia y la
inteligencia de un ser humano puede potencializar la paz interior, pero
debemos de ser libres que hacer.

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