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fay una traduccién correcta de las normas? Carles Maria Cérsova Febrero de 2009 A. Tatroduceién, Es relativamente curioso que los juristas 0 mejor, los operadores juridicos en general, salvando muy contadas y honroses excepciones, sigan trabajando con jnstrumentos y hettamientas conceptusles que ya tienen siglos. Algo asi como si los smédicos curatan aun, con pécimas preparadas por ellos mismos en precarias retortas, basadas en la mezcla de yuyos y malezas, cortezas de Arboles y patas de renacuajos; 0 si ‘quienes explotan la tierra abricran surcos con arados de troncos, tirados por bueyes y conducidos por manos fuestes y callosas de unos individuos mitad siervos de la gleba y mitad peones rurales Cicrtamente la modernidad y la posmodernidad han entrado ea los excritorios de abogacia y en los despachos judiciales. Pero, pot lo genesal, bajo la forma de computadozas, bibliotecas virtuales, programas de gestidn y control administsativo y otkos asuntos de esa indole Sin embargo, cémo explicarse que, en general, en el ambito del derecho se encueatte tanta desinformacién seferida a asuntos que han ocupado de manera significativa 4 las ciencias sociales y a las lumanidades, a las denominadas auevas cienciss, a la epistemologia contemporinea y 2 la filosofia? Me sefiero, pata decitlo xeductiva pero claramente, a Jo que habitualmente resulta involucrado en el llamado “giro lingifstico”” El lenguaje ocupa el centro de la escena intelectual desde mediados del siglo pasado; la lingifstica moderna que nace con Saussure y con Pierce hace casi cien aiios, ha venido evolucionando constantemente a través de multiplicidad de escuelas y tendencias, cada una de las cuales sealizaron aportes que, no siempre consistentes, resultaton de todos modos, de singalar impostancia: Bajtia, Benveniste, Jackobson, Barthes, Todozov, Greimas, Eco, Kristeva, Morris, Austin, por citar sélo algunos nombres de una lista interminable. Sus especulaciones y las de otros grandes autores ocupados en disciplinas proximas: la 1 hermenéutica, la teorfa del discurso, la teoria de la comunicacién, el constructivismo lingiistico, el fendmeno de la natratividad, han tenido wn impacto trascendente en la teoria Gel derecho y en Ja flosofia jusfdica y han comenzado a proveet insumos de nuevo tipo para seanimar Ia reflexién jusfilos6fica, como no podia set de otro modo, dado que’ la ‘natesia prima fundamental que constituye el objeto al cual ells refieren es el lenguajey més genéticamente, el sentido y la comunicacién, Pero estas cuestiones llegan apenas balbuceantes y ssordinadas 2 la prictica de jueces y abogados. Por tal razén, preguntarnos acerca de cémo “traducit”, “tanscribie”, aplicar el derecho, debe ser entendida hoy por hoy como una cuestin de esteatégica importancia y de abismal complejidad. Las sespuestas canénicas a esa pregunta, vigentes hasta hace unos treinta aos, pot Poner alguna fecha arbitsaria, metodeaban alrededor de una concepcién de ciencia objetivisa, hesedera del legedo castesiano-newtoniano y del positivismo Glos6lico y juxidico. Y asi como la forma de ser de lo natural, estaba inscripta en procesos causales, mecénicos y ajenos a cualquier clase de subjetividad o inteacionalidad, aplicar la ley era cuestion de lectura y deducci6n Idgica. En la medida de lo posible, habja que entender los textos de la manera y con el sentido con que ellos habjan sido sancionados oportunamente ¥ en caso de dudas, aplicar el método interpretativo “correcto”, que no seria otro que aquel gue condujera a desentraéiar Ia “verdad” de la o las nozmas aplicables, pattiendo ademés de Ja premisa de que saber en cada caso cual eta la norma aplicable o el set de normas, sesultaba una cuestién naturalmente obvia. Kelsen que se animé & afirmar tempranainente, que el acto de adjudicacién no era sélo un acto de conocimiento, sino también de voluntad, escandalizé a la Academia y tuvo, en los hechos, esto es, ea los Tribunales, poca influencia, Mis alld de su innegable talento él mismo no es ajeno al reproche. Fue precisamnente si concepcién acerca de la puseza metédica del derecho, lo que aislé la teoria jusidica de la teoria social y de las humanidades, attficiosa y azbittauiamente, de modo que esta sltima llega tarde al encuentso de problemiticas que tienen larga historia en diseiplinas como la filosofia, la historia 0 la antiopologia Cossio,' para los aos 60 mostt6, con gran agudeza, que los llamados métodos de intepretacion de la ley no eran recursos de nacuraleza cognitiva como se pretendia, sino de paturaleza ideolégica que sisviezon, con la legeda de la burguesia al poder, para opecar en la feproduccién y consolidacién del proyecto de dominacién socisl que encaind en la modernidad, A pesar de su esclarecedor aporte, todavia enconttamos ttumerosas seferencias en los fallos de los més altos tribunales de todo el mundo occidental, a las virtudes esclarecedoras de aquellos viejos métodos, Unos afios més tarde Hart y la cortiente del anilisis del lenguaje natural, acercaron al campo del derecho las reflexiones del primer Wittgenstein y tematizaton un importante campo problemitico que en una ya célebre polémica entre Cattié y Soles, paso a "Cale Costa, “La etic de lo urtzpracancia cogmética come erica de musa dpoca” La Ley, 108, ag 1088 y 8, denominarse como el de “las palabras de Ia ley”. Sobsevino entonces una muy’ itl teorizaci6n acerca de las incertidumbres del lenguaje o mejor seria decir de las palabeas que integran Tos lenguajes naturales, todas ellas portadoras de ambigticdad, vaguedad y textuca abierta. Se abria ss{ un panorama extizordinariamente interesante y prometedor paca la jusfilosofia. Sin embargo, el positivismo analitico derivé hacia otros problemas. el de las lgicas deénicas, es decis, el de los lenguajes atificiales y sbandonando la ruta que habia abiesto, no presté atencién al segundo Wittgenstein y su preocupaci6n por los sos del Jenguaje y la pragmética de In comunicacién y con ello olvidé 0 ignoid de intento, que los Problemas del lenguaje se alojaban también en unidades de sentido més complejas que las palabras; de forma particular aunque no excluyente en lo que al derecho concieme, en los textos. Y ls textos ofiecen ademés Ge los problemas ya conocidos otros, de los que se Scupan numerosas disciplinas que, por cietto, no se ensefian en las Escuelas de Derecho, salvo raras excepciones. Por citar sélo algunas a la manera de ejemplo: a) a autorefrencakdad de! bngiai: con palabras hablamos entse otras cosas de palabras, constmuimos textos que tienen por objeto de reflexién otros textos, lo cual obliga a distinguirniveles del lenguaje y hhacerse cargo de problemas que la lingiistica estudia, pero el derecho no, como son los de intertextualidad, paratextualidad, contextuslidad, etc. b) el sentido ciscula al interior de los fextos bajo ta forma de aupar def lmguaie, esto ¢s, metiforas, sinécdoques y metonimias, Cada acto de lectura, aun el que el mismo sujeto pueda realizar en forma mis o menos sucesiva, reaviva el sentido lo que lo tora potencialmente diferente, porque el sujeto no es el mismo sujeto, en cade nuevo acto de lectura y porque los contextos y los paratextos pueden venir a jugar su mision reasticuladosa Las teosias postpositivistas advistieron estas cuestiones, pero por lo general no las fematizaron. Al menos cabe decir esto, con certeza, en ielacién con sus primecas ‘manifestacioncs. El Movimiento de los Los Critical Legal Studies, las Escuelas eviicas europeas y latinosmericanas, posiexon especial énfasis en impugnar el modelo que iba camino a su cenit, en el marco de sus limitaciones epistemoldgicas y en el de sus Ccultamientos y complicidades politicas ideolégicas. Las cotrientes neo kantianss 0 sealisias (80 denominaciones simplificadoras) denunciaton también las inswiciencias epistémicas, Tos reduccionismos fisicalisis, pero dieton especial preeminencia ‘a la necesidad de reatticulat la relaci6n derecho/morsl 0 derecho /justicia, sobre presupuestos ‘n0 metafiscos, ni traashistéricos, En un segundo momento se produjo un cambio cualitativo y emergiexon las cuestiones hasta entonces preteridas, com una fuerza y una potencialidad ejemplares, Tan cjemplares como la riqueza y Ia complejidad que vienen ahora a apoztar a los anflisis ‘contemporineos de la jusfilosofia, Estas piginas, destinadas como estén a integrar un volumen colectivo, poseen Obvias limitaciones de escala. Mi propésito seré entonces modesto. Aludicé brevemente a s6lo tres de las miiples cuestiones que pueden ser abordadas en la linea de los aportes sefialados, que me permiten proponer una respuesta prudentemente negativa al titulo de estas notas, Me explico: ea ti opinién no existen critesios de naturaleza algotitmica que ermitan extract de un texto, ni siquiera de una secuencia o de una palabra un sentido uunivoco, gCémo traducir entonces fidedignamente, esto es, sin caer en atbittariedad, Gecisionismo, desporismo, el contenido de las norms aplicables a un caso? Por de Pronto: a) mediante ¢l reemplazo de los instrumentos conceptuales de los que las tiadiciones del desecho occidental se han valido durante gran parte del siglo XX; b) receptando las klgborsciones de la nueva epistemologia y lor que provienen de Ip Semiotics, dela teoria del discurso y de la teoria de la comunicacion; c) elo en perspectiva cutica, pata no perder de vista el papel social del detecho y su entramado con la teproducci6n/transformacién de las telaciones sociales de produccién de Ja vida. La compleja combinacidn de estos elementos y muchos ows no mencionados, permiticd comprendes al derecho como un fenémeno piblico, social e histrico, También permittd aprecias,y por ello Ia respuesta es prudentemente negativa que, aunque iansmeras razones abren Ia posibilidad de poner en juego vatiados criterios de traduccién de les notmas, fampoco faltan los que constituyen “tecnologiss del scotamiento”, limitaciones, matcos inis © menos precisos que obstan al capticho y al escindalo. Probablemente, el de mayor ficacia consista en advertis, que traducit, esto es interpretar, es siempre una operacin de naturaleza social que adquiere sentido y legitimacin, ea el contexto de una culeura y de tun conjuato dado de produccién c intescambios simbdlicos He sostenido en otro texto’, que una visién del proceso y por ende de la adjudicacién, que desmonta ficticies segutidades al no preseatatios ya como el resultado de Prolios y aceitados mecanismos légicos y nos los devuelve, en cambio, como compleja constmuccién discursiva, problemitica y azarosa, ao escapa, sin embargo, a los maicos de sutiles entramados de racionslidad y razonabilidad, que la cultura occidental ha construido por siglos. Siglos de refinamiento de las tecnologfas juridicas, siglos de socializacin producida por las escuelas de derecho, siglos de un saber especializado, sigios de nna cultuca “tribunalicia”. Las actuales pesspectivas tedricas, no implican itracionalidad, sino ota racionalidad, al colocar en otro masco conceptual el anilisis de algunas probleméticas teadicionales ¢ inducen a explotar el enorme desarrollo de la lingistica contemporines, de la teoria del discurso, de la socio-semiética, para el desattollo de jusfilosofia de nuestro tiempo. 2 Acerca de “tealidad” y “objetividad”. Como es sabido la epistemologia del siglo XX, discursié en el marco de Ja confrontacién de dos grandes modelos, el explicativiemo (Descartes, Newton, causalistno, fisicalismo, empitismo, positivisino, neopositivismo) y su concepcién monista del métode, Pot una parte , y cl compresivismo por Ia ota, vinculado en patticulas a las ciencias Jhumanas, que postulaba una perspective metédica plucalista (Dhiltey, Weber, ° Pectin verdad en la excena del proceso, en “Las Teoclas Weis post positivist”, Lens Nens,BsAs, 2007 Schutz, Winch, Gadames, Ricoeus) y privilegiaba la empatia, los procesos de socializacién y {a intexpretacién, como claves para comprendes/conocer la conducta hurnana Pero el advenimiento de las llamsdas nuevas ciencias (teorla de sistemas, cibemnética, neutociencias, autopoigsis) vino a proponer una nueva perspectiva cpistemolégica, que denominan “constructivismo sadical”®, El conocimiento deja de ser gntendido ahora como una representacién mental de la realidad y la conciencia como un “espejo de la naturaleza”. Dado que toda realidad no inefable es “realidad comunicada”, es Preciso entender que lo que esti afuera de la conciencia de los sujetos, es algo mas que pusa externalidad, es también comunicacién, esto es, constnucciéa de sentido. Lo que esta “afuera”, lo “real”, lo “objetivo”, adquiere esa condicién, en un proceso de intercambio comunicativo que lo constituye como real, porque sesuita mediado por palabeas, por sigaifcaciones, pot historias previas, por simbolos, por veloraciones, por acuerdos, por precomprensiones del mundo. A partir del lenguaje y de la comunicacién como fenémenos inherentes a la lnteracci6n social, la subjetividad o mejor a intersubjetivided, queda restituida en un hugae de especial significaciéa en el proceso de producciéa de sentido y de aprehensin del mundo. Desde una tal epistemologia, resulta claro que la perspectiva de una teiduccién vunivoca, aparece como ingeaua o ideol6gica. La traduccién univoca remite al formalismo, al mecanicismo, al universalismo, es decit, a todo aquello que la nueva epistemologia y la critica juridica han venido a poner en cuestiSn 3. Semiésis, semiologia, semistica, La adquisicién del conocimicnto en genesal y también del conocimiento jutidico implica 1 tratamiento de los procesos de significacién. De alli que la semidtice resulte imprescindible los fines de su produccidn e intexpretacién controladas, sin que por ello su papel sea menos relevante en las situaciones en las que se lidia con las Cualidades sensibles de los objetos y de los individuos, que ponen también en discurso sus pasiones ‘Como afirmaba Luis Prieto’, la semiologia no se muestra como una atomizaciSn de conocimientos dispersos, sino como una relacién coherente de los sistemas de comunicacién y de sus consiguientes tos sociales Umberto Eco en su Tratado de Sevritica General, ha sealizado un enorme esfuecz0 por sintetizar las tradiciones relativamente divergentes repsesentadas por Saussuse y sus seguidores (semiologia) y por Pierce y los suyos (semidtica), a partic de entender In AY. eae otros, Est Von Gilsesfeld, “Le Covsmai de! anasinints en “Nuevos Pasadigmas, Clean y Subjtivide Paid, Bs As, 2002, p- 91 ya 2 Conf Ava Atomesi, “Lor estos semidios”, BA. Conicet, Montevideo, 1996, * Auk it "Seniologia de fe Conotacion en Pertinencia précis, Barston, 6, Oil, 1977. produccién de signos como una fuerza social en sf misma, capaz de descncadenar oteas fucrzas sociales. Para el talentoso autor que menciono, una teorla de los cédigos (de Significacién) exhibe las conexiones secretas y ocultas de un sistema cultusal determinado, El cambio en los estados del mundo ~sostiene- no podtia materializarse si tales estados 10 son concebidos como sistemas seménticas, pues transformarlos requiere nombratlos y orgmizarlos, La produecidn de signos produce ideologia y también critica de Ie ideologia Por ello, Ia semidtica constituye una forma de critica social, es decis, una manifestacion de la praxis Dado que el derecho puede concebirse como la estructura de comunicacién y de interaccibn social mas impostante del muado que nace con la modetnidad, parece claro que entender su especifica forma de organizacién, su caricter textual y no textual, la manesa ea ‘tue operan al interior del disearso que le es propio, las nociones de codigo, mensaje, tecepcién, demandaa estudios de semidtica general y de semidtica jutidica, tal come fempranameate lo advittiera Luis Warat. La complejidad de esta problemitica, al mismo tiempo filosofica, epistémica y disciplinaria, también recusa le posiblidad de wan ‘eaducibilidad pacifica, ineludible y transparente de los textos normativos, 4. La teotia del discusso, "V.Opeit, Batsiona, Lumen, 1981, p45? Los estudios del discurso han sesultado de enotine interés para las ciencas sociales Gon ess alesnce, abatca los textos tanto escritos como hablados y _eseudia Ragmenos de homélogy intocucién, tanto en los prmneros como en los segondon puesto ue cl lenguaje escuto tene también destinataros/receptores, enyo papel Sin oe Set Pasivo en Is constitucin del sentido, como tampoco lo es el canjunto de cireunstancies Jyammaciones que todean al acto de recopeién. Luego, puede afitmarse que la teoris del iscurso comprende la comunicacién verbal, los textos y los contexton Desde un punto de vista estructural ef discurso conaiste en ung secuencia Eiboscional dispuesta en un cierto orden, Gestos, movimientos, postutas, volumen clocucional, completan el sentido de la interaccién verbal; cuando la interneciba ea textual, ba Sutertextualided y la contextuakdad, cumplen igual mision, Finalmente el seasde chats siempre a ciettas reptesentaciones sermanticas, Algunos autores, como Hesbert Greace, destacan que la comunicacién demanda Sooperscién; por parte del emisor, administrando de manera adecuada In cantided se informacion, la cadencia y Ia forma en que es transmitida, por el lado del receptor con ‘isposicién pata Ia escucha. Cuando ol proceso fila, el sentido queda, Rtehace Gonpamido por operaciones del polo receptivo, a partir de Jo que el autor denoming (ible, para distinguisis de as implcacionesldpias; las primerss som iterpieriones basadas en menssjes no satsfactosios y por tanto reconstructivas de su seatide fe car fz, como en las de Wolfang Iser, se pone énfasis en la estética de la recepcion como data Sonstitusvo del mensaje, privilegiéndose de tal modo el papel del veceptor/lector on la eonctecién del sentido. Ey Anlisis del discusso atiende, ademés de ls ceglas seménticas y sinticticas, las formas deliberadas 0 n0, con las que los usuatios se comunican a tunvés de procesos Sstsutégicos. Las representaciones mentales que provienen de la lectuta de un texto ode lg escuela, ao constituyen reproducciones mentales mecinicas, esto es, no copian sentidoe Powtados en los mensajes, sino que deconsteuyen y reconstmiyen sentich, allies lsmentos conversacionales, textales y contextuales, conjuntamente con el covjunea de Greencias que los usuasios ya poseen antes de iniciat la comunicacion, Y ast nono Trane aflye en al discusso, ste puede modifica el contexto. Como explica con neletin ‘Teas A. Van Dijk, cuyas ideas parafscamos en ides br miter ii! docuse emg, ‘uals de go cnteto on el gua las earaceritcas seis des partipantesdetonpeton a pepe frdamencal, trae del ghnero, la clas, la flan nica, la edad, origen, ta posi obras rasgos que determinan su pertnencia a nn grupo”? Hace ya muchos afios intentamos, con apoyo en estas y ottas categorias tedricas, econsteuit una nocién discussiva pata el derecho. Lo caracterizamos (hablo aqui en plusal porque fue una tarea colectiva en la que Alicia E. C. Rui y Ricardo Entelman pesgeiiaron las ideas fundamentales) como una prdctica social especifica, de naturaleza discursiva, que expresaba los niveles de acuerdo y conflicto en una formacién social determinada, Su especificidad, sosteniamos, provenia de la posibilidad de distinguisla de ‘otras pricticas (politicas, econdmicas, morales, etc); se tataba de un discusso, en tanto proceso de produccién de sentido, que albergaba tres niveles, el de las normas, el de les intexpretaciones de las nosmas producidas por los operadores jusidicos -de modo particular cen cl proceso de adjudicacién- y el que operaba en el imaginatio de la sociedad, bajo la forma de creencias, informaciones, lugares comunes, mitos ¢ ideologias, refecidas al derecho. Esos niveles exan distinguibles slo snaliticamente, en la prictica se avticulaban y rearticulaban reciprocamente, en un juego incesante de cisculacion de sentido que coagulaba, precipitaba, ciscuastancialmente, en un producto legislative o ea una decisiin judicial para pasar de inmediato a formar parte nuevamente del proceso. Fl sentido incosporado a las normas por el legislador se aloja en un texto que es mudo, coma dice José Calvo Gonzalez; para hacerlo hablar se necesita de los lectores, pues es sabido, no hay texto sia lector. De modo que aparece asf el aporte de los divessos lectores, abogados, escribanos, practicantes, amateurs y jueces, estos tiltimos los lectores /intexpretes paradigmiticos. Pero 4a actividad del Juez, su lectura/intexpretacin de las normas debe acoplasse, ecualizarse, con muchas otias intexptetaciones, las de las partes, los testigos, los documentos, los Peritajes y ese complejo proceso, que toma en cuenta la jurisprudencia vigente y Ia doctina sctualizada, no deja de lado tampoco las experiencias existenciales que constituyen a los ‘magistrados como sexes sociales situados. En este aspecto es que el imaginario de la sociedad, el sistema de sepresentaciones sociales (el contexto) cumple su papel operativo. El resultado serd el que produzca la intercepcién asticulada de los textos (nommas), las intespretaciones acerca de los textos y las representaciones sociales vigentes. Estas ideas, fatalmente jibarizadas para esta ocasidn, que comenzamos a divulgar en los tempranos 70 on menos informacién, pero seguramente mayor intuicién de la que ahora disponemos, se encuentra bastante préxima a un divulgado trabajo de B. Ost, en el que jucga con la metifor del derecho de la posmodernidad, como encarnado por Hermes, el dios measajero, modesto intermediacio en la citculacién incesante del sentido y en la construccién de los juegos del discurso.® Una percepcidn similar puede encontrarse e Ia propuesta de Jack M Balkin y Senfor Levinson’, cuando comparan al derecho con las denominadas performing arts, 0 attes esformativas, En ese registro ubican, por ejemplo, a los guiones cinematogrificos, a las bras teatrales, a as partituras musicales y a las Constituciones. Pata actualizar cualquiera {AU Cit Erestuaio det dscurso, en El discrso como esta y proces, Geis, Barcelono, 2000, 43 ‘ rongois Os. Tres modeat de jueces y de dereclo; DOXA, Alice fs " Suofory Levinson, E draco ylashumanidedes” wn rlociin ncomeda, The Vale Journal. Vol. 18,155 y $8. de estas estiucturas de sentido se necesita, claro esté, de los creadores (guionistas, stores teatrales, musicos y legisladores); también de los intéspretes (directores de cine 0 teatro, Accor, sjecutantes musicales, operadores juxidicos, en especial jueces) y pos limo y quits ‘de manera principal, de una audiencia, que interactivamente disciplina a los inskapretes mediante aplavsos, abucheos, ericas, eprobaciones, etc. Los autores que cite, Piensan Ia “mudiencia” como consticuids no s6lo por individuos, sino también por sedes sociales que producen y reproducen retéricas de persuasin, en la tarea social de generar sentido Liegado a este punto, es mi deber dejar en claro que estas ideas no son totalmente originales, Con gran profundidad y fina seflexidm, las apreadimos hace ya algunos aos, expuestas en los trabajos sobre Interpretacién del Deecho que produjera el Prof, Ezos Roberto Grau, al definic al derecho como arte alogrificay al insstt en que no son sélo lee formas las que se intexpretan, sino también los hechos."” Tiaducis, es decis, imtexpretar ss noimas es un proceso complejo, heutistico, bermenéutico, politico y cultural, cazente de resultados univocos. No hay vetdad en Ing sentencias, sino verosimilitud, Ja idea de un nica respuesta coutecta, si se tratara de la desiva dwoukiana, no implica macho més que una justificaci6a poltica acerea de una cultura juidica paticalan, Gus Lomlpotents juez Hércvles, s capaz de encontrana, en una moral difus, smplicitay Se suyo conflictual, sin més reglas que las de la intuicién y las de une fatemitie, “integridad o integracion" del dezecho, en la simbiosis de ptincipios y normmas Fstas motas deben conctuit aqui, pues ya hen excedido la extensién prevista. No uedo dejar de seialar que he intentado de los miitiples aspectos a considesae coment, Pee ece nee més general: epistemologis, semidtic, discuiso. Sin embargo, queden Geadientes de tratamiento cuestiones de gran importancia: el impacto producido por el

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