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COLECCION EDITORIAL EE LAPIZ GRAO [ COLECCION EL LAPIZ | La ensenanza de la OrTOGRAFIA Anna Camps / Marta Milian / Montserrat Bigas / Montserrat Camps / Pilar Cabré EDITORIAL GRAO Coleccion El Lapiz © Anna Camps, Marta Milian, Montserrat Bigas, Montserrat Camps, Pilar Cabré © de esta edicion: Editorial GRAO, Serveis Pedagdgics c/ de l’Art, 81. 08041 Barcelona 18 edici bril 1990 28 edicién: octubre 1993 ISBN: 84-7827-036-1 DL: B-15.639/90 Director de fa colecci6n: G. Casamayor Disefio: F. Latrappa Ilustracion cubierta: Conxita Rodriguez Dibujos: José Luzon y Montse de Miguel Producci6n: Punt i Ratlla, de Serveis Pedagdgics Impresi6n: Imprimeix, SCCL Indice Introduccién .... 1. wv . La ortografia y el sistema de la lengua .... . La ensefanza y el aprendizaje de la ortografia Consideraciones previas .... 1.1, Definicion de ortografia 1.2. Funcion de la ortografia . Breve historia de la ortografia de la lengua castellana 0.00... Relacion entre lengua oral y lengua escrita Los sistemas de escritura .. . Complejidad de los sistemas alfabeticos . . El sistema de la lengua Analisis del sistema grafico Subsistema grafofnico Subsistema morfosintactico Subsistema logogrifico . wou BONE 4.1. El aprendizaje de la ortografia Cémo aprende el nifo Aprender a escribir ‘Aprender ortografia .. El aprendizaje de la ortografia en cl marco del aprendizaje de la escritura .. iMlak. 4.2, La ensehanza de la ortografia La funcién del maestro........ Situaciones de ensefianza-aprendizaje de la ortografia Situaciones reales de escritura Ayudas para la escritura El aprendizaje sistematico La investigacion ortogriifica en el aula La automatizacién de las adquisiciones Actividades practicas ..... 5.1. El aula-taller de lengua Instrumentos de apoyo para la escritura Primer diccionario de clase Segundo diccionario de clase Uso del diccionario general Libreta de consulta ortografica Murales 5 Fichas de consult Ejercicios para crear fichas . La caja de palabras Otros recursos .. EI error creativo i 2. Actividades de estructuracin: aprendizaje sistematico. externas de la lengua escrita .. Funci6n significativa de los signos graficos Actividades para aprender el uso de las letras y la relaci6n entre sonidos y letras .... Caracteristi Funcion gramatical de las letras . ae ye El dictado Dictado preparado Dictado consulta .. Dictado con magnetofono Dictado de palabras. Autodictad so... Dictado sin palabras i Dictado de textos de los nifios Correccién del dictado .... 6. Evaluacién de la ortografia 6.1, Qué es evaluat eve. 6.2. Evaluar la ortografia Actividades de automati: 1a evaluaci6n cuantitativa: el error como La evaluaci6n cualitativa: el error como fuente de informacién, Observacion de algunos errores de textos de nifios de ciclo Medio de EGB . 6.3. Clasificacion de los errores ortogrificos .... Ortografia natural / ortografia arbitraria Cuadros de clasificaciOn de ertores iss Vocabularios ortogrifico: 6.4. Algunos instrumentos de evaluacion de la ortografia . Pruebas de nivel ortografico . Instrumentos para el control y evaluacién del progreso 7. Bibliogralia . i6n: ortografia implicita .... neién 96 102 102 102 103 107 Introduccion Este libro pretende ser tan sélo una reflexién sobre la ensefianza de la ortografia, basada en nuestra experiencia como maestras a distintos niveles y en las aportaciones de la psicologia en el ambito del aprendizaje y del estudio de los procesos de escritura. Una de las mayores dificultades a la hora de enfrentarnos con este tema cs la falta de estudios especificos sobre el mismo. Otro problema que se plantea es el temor y los prejuicios que tienen los maestros respecto aeste nivel de aprendizaje de la lengua escrita. Por ser éste el mas externo y, por lo tanto, el mas evidente, ha sido durante afos el centro de la ensefianza de la lengua en las escuelas. Dominar la ortografia se con- sideraba basico para el dominio del lenguaje escrito, Sin embargo, pocos se han cuestionado como aprende ortografia el nino, por qué mecanis- mos interioriza el cédigo grifico de la lengua, o por qué éste se convierte en un escollo dificil de superar; tampoco se han preguntado qué lugar ocupa el aprendizaje de la ortografia en cl conjunto del aprendizaje de la lengua escrita y, por tanto, qué lugar le corresponde dentto de ella, Dar respuesta a estas preguntas requiere una serie de investigaciones no con- cluidas atin y que en nuestro pais estan todavia en una etapa inicial, Por otra parte, los problemas que plantea el dominio ortografico son importantes, Al no dedicar tanto tiempo a la ortografia como hace unos afios, los maestros no saben como resolverlos ni cémo integrar este aptedizaje en la ensefanza del aspecto que consideran preeminente: aprender a escribir. La pregunta es siempre la misma: ¢cGmo ensefiar or tografia? Detrés de la pregunta hay siempre la secreta esperanza de que algtin especialista dé la solucién milagrosa, el material magico que pueda resolver el problema. La decepci6n es inmediata, porque esta solucion no. existe Qué deberiamos hacer? Creemos que el primer paso consiste en reflexionar sobre el problema y situarlo, Saber, por ejemplo, qué lugar ocupa la ortografia en el conjunto de las habilidades linguisticas, qué relaci6n tiene la ortografia con el conjunto del sistema de la lengua, como refleja sus distintos subsistemas; saber ademéis cOmo aprende el nifio y como interioriza sus conocimientos. El maestro debe ser capaz de observar el proceso de escritura del nifo y entender sus dificultades Esta reflexion permitiria qui desbloquear la consideraci6n que tiene la ensenanza de la ortografia, comtnmente vista como una actividad mecfnica, y resituarla en el conjunto de la ensefanza de la lengua escrita, lo cual la apartaria de ese lugar primordial que a veces ocupaen la escuela y, en cambio, se consideraria su funcién en la comunicacién social. Las posiciones que han reducido la ortografia tan slo a una relaci6n entre elementos minimos de la cadena escrita con elementos minimos de la’ cadena oral han contribuido a extender la opinion que la ensefanza ortografica podia ser decontextualizada y mecanizada. Nuestro propésito es contribuir a esa reflexién, proporcionando ele- mentos que, quizas de modo provisional, puedan ser ttiles a los maestros que ensefan ortografia y que no pueden esperar los resultados de la investigacién en torno al tema. Asimismo, nos gustaria proporcionar pautas de reflexion para que los maestros, desde su perspectiva privile- giada de observadores del proceso de aprendizaje, tengan otros puntos de vista para contrastar y ampliar sus propias observaciones, totalmente necesarias como base para la ensefianza de la ortogratia y que, a su vez, pueden. suscitar nuevas inyestigaciones. Los principios basics del presente libro son 1, En la escuela, el nifio aprende a escribir, aprende el sistema grafico de la lengua. Por lo tanto, debe considerarse este aprendizaje como un proceso que se inicia con los primeros contactos del nifio con la representacion escrita, muchas veces antes de entrar en la escuela, y que no acaba, como minimo, hasta finalizar la ensefianza primaria. No cabe por tanto hablar de faltas cuando atin no se ha interiorizado la solucion aceptada socialmente, sino quizas de tanteos, de hipdtesis sobre el fun- cionamiento de la lengua escrita 2. Las soluciones graficas de la lengua escrita no responden a un Unico ema, sino que estan en relacion con la pluralidad de subsistemas de Ja lengua; estiin relacionadas tanto con los aspectos fonicos como con los morfologicos, sintacticos, léxicos y semanticos. 3. Para el nino, solo tendra sentido aprender ortografia si ésta es un. instrumento para escribir textos que sean leicios, y no solo corregidos, y que por lo tanto tengan una funcin. Solo en el marco de un aprendizaje pasado en el uso real de la lengua escrita, podra el nino dara la ortografia el valor que tiene de convencién social necesaria 4. La prictica, el ejercicio, s6lo sera Gil si se enmarca en esta necesidad y si es una practica reflexiva basada en el conocimiento aunque, evi- dentemente, el objetivo sea la automatizacion 1. Consideraciones previas 1.1. Definicién de ortografia Fl diccionario de la Real Academia de la Lengua Espanola, en su edicion de 1970, define la ortografia como “parte de la gramética, que sefia a escribir correctamente por el acertado empleo de las letras y de los signos auxiliares de la escritura”. Segtin esta definicion, el aleance de la ortografia es considerable, porque supera el nivel estricto de la correspondencia entre sonido y letra; especifica claramente que la representacion del nivel suprasegmental es también objeto de la ortografia, Hay dos aspectos de la anterior definicion que son fundamentales para situar la funcion y el valor de la ortografia: el concepto de correceion en relacién a una norma y el lugar que ocupa en el conjunto de la gramatica. la nocién de correccion presupone la existencia de una norma que regula la transcripcin grafica y que es aceptada por todos los hablantes dela lengua. Quién elabora la norma, como se elabora, qué trascendencia tiene para una lengua la fijacién del codigo grafico, etc., son cuestiones importantes relativas al proceso de codificacién de una lengua. La elaboracion de la norma se sustenta en el principio de convencio- nalidad, porque ¢l conjunto de normas que regula el codigo grafico se establece sobre la base de un acuerdo aceptado por los usuarios de dicha lengua. Sin esa aceptaci6n social, no seria posible instaurar un modelo Unico para la representaci6n escrita de una lengua. Las lenguas han esta- blecido, a Jo largo de su historia escrita, normas para fijar una transcrip cin grafica Unica, Implantar una normativa general, de yinculacion obligatoria para toda la comunidad, ha significado la aceptacion de unas formas 0 soluciones en detrimento de otras; podemos suponer, por tanto, que ese proceso ha sido frecuentemente dialéctico y su resultado, fruto de un consenso. La Jengua escrita es, por naturaleza, mucho mas conservadora que la lengua oral y eso comporta que se den muy pocos cambios en el sistema grafico en relacin a los que experimenta el sistema oral. A pesar de ello, las comunidades lingtiisticas se plantean el problema de ajustar la orto- grafia, especialmente en relaci6n a la correspondencia entre el plano foni coy el grafico; lenguas como el francés, por ejemplo, reconsideran perié- dicamente la reforma de su ortografia y posponen el problema, también periédicamente, convencidos de que el perjuicio seria mayor que los beneficios que se derivarian de dicha reforma (polémica Nina Catach/ Eveline Charmeux), El segundo aspecto que hemos considerado mds arriba es el que se refiere a la relacion que mantiene la ortografia con la gramatica. Como hemos sefialaclo, la R.A.B. explicita claramente “parte de la gramatica,..". Esta consideraci6n, como veremos mas adelante, es de gran importancia, porque insiste en la relacion del sistema grafico con los distintos niveles 10 o subsistemas de la gramitica; fonolégico, morfolégico, sintactico, léxico y también prosodico, y desmiente, de algiin modo, el caracter arbitrario que normalmente se imputa a los sistemas alfabéticos de representaci6n grafica. La arbitrariedad sélo existe en la medida que los signos lin- glfsticos no mantienen una relacion simbolica con sus referentes, con la realidad. Asi pues, el signo caballo, formado por un significante -fonico: /kaBaho/, 0 grafico: caballo- y un significado —‘caballo’ (el concepto que el hablante tiene de caballo)-, es arbitrario y particular de cada lengua. Que sea esta serie de unidades, y no otra, la que denomine la realidad “Caballo” es consecuencia de un pacto Sin embargo, dentro del sistema no hay arbitrariedad, porque ésta queda anulada por la regularidad, que justifica muchas de las soluciones graficas. Asi, del mismo modo que el niiio interioriza la terminaci6n /aBa/ del imperfecto de los verbos de la primera conjugacién, también es capaz de asociar a dicha pronunciacién la expresi6n esctita correspondiente -aba- y generalizarla a todas las formas del imperfecto de los verbos acabados en -AR; otro ejemplo seria el de la distribucién de algunas grafias por contexto, de lo cual el nino es plenamente consciente (la no. aparicién de la doble ren posicion inicial o la imposibilidad de que aparezcan algunos grupos consoninticos). Segun todo lo dicho, la idea de que la ortografia es arbitraria es falsa, © por lo menos parcialmente falsa, ya que el sistema grafico presenta unas regularidades en los distintos niveles gramaticales, que la persona que escribe, nifio 0 adulto, debe descubrir para resolver los problemas de la lengua escrita de un modo inteligente y rentable. 1.2. Funcién de la ortografia Fl valor dado a la ortografia varia segtin las épocas, las diferentes técnicas pedagOgicas 0, incluso, el criterio de las escuelas, En unos casos, la ensefanza de la ortografia ha sido, y es, el aspecto prioritario de la escolarizaci6n basica; las consecuencias inmediatas de esa actitud son la reducci6n del trabajo de lengua casi exclusivamente a la prictica orto- grafica. En otros casos, en cambio, se considera que el aprendizaje del aspecto mas externo de la representacién grafica es menos importante, por ejemplo, que el estudio del léxico o de la sintaxis. Como resultado, la ortografia queda relegada a un segundo plano y hay poca exigencia de correcci6n en este nivel. Para analizar las implicaciones pedagégicas de la ortografia, hay que situarla en el conjunto del aprendizaje de la lengua escrita. Las funciones mas importantes de un c6digo grafico pueden analizar- se en dos planos: © Enel plano lingiiistico y comunicativo: El sistema ortografico asegurala transmisi6n integra y no ambigua de los enunciados escritos. Por ejemplo, las marcas redundantes de la lengua escrita, como las de género o ntmero, favorecen la comprensién inmediata de las relaciones sintacticas entre los elementos de la frase y, por lo tanto, del texto, En general, todas las marcas de redundancia permiten la organizacion de las palabras de la frase, mostrando una vision logica y coherente de ésta. La complejidad del sistema grafico conforma y aclara el discurso escrito. in el plano sociolégico: La orlografia es una convenci6n necesaria para todos los miembros de una comunidad lingiiistica; el dominio de esa técnica consolida, en los in- dividuos, la pertenencia al grupo y, a la vez, es un signo de la cultura del entorno. En las escrituras alfabéticas, se producen siempre desajustes en la transcripeién grafica de los fonemas; por tanto, el sistema grafico de una lengua no representa fielmente su sistema fonolégico. Ademas, la diversidad dialectal nos lleva a mas de un subsistema fonolégico en una lengua; frente a esta diversidad, un sistema grafico prefijado se convierte en un elemento unificador que asegura la comunicaci6n entre hablantes de distintas variedades dialectales. Desde una perspectiva estrictamente pedagdgica, hay que conside- rar dos factores necesarios en cualquier aprendizaje: en primer lugar, que lo que se ensefa al nifio sea motivador y, en segundo lugar, que los co- nocimientos que se imparten se integren en la experiencia del nifo de un modo global. Los contenidos que se ensefan no pueden presentarse de un modo aislado o compartimentado si pretendemos que sean significa- tivos para el alumno. Si aplicamos esos principios a la ensefanza de la ortografia en la escuela, observaremos que el maesiro: = Debe mostrar al alumno la necesidad de conseguir el dominio del cédigo grafico, descubriéndole su funcién y motivandole suficientemente para que se convierta en un sujeto activo del apren — No puede separar la ensenanza de la ortografia de la de la lengua escrita, de la que forma parte. Estos factores repercutiran en la planificacién pedagégica y deberin ser asumidos por la institucién escolar si se pretende que la ensefanza’ de la ortografia se alcance con garantias de éxito y se logren los objetivos propuestos. W 12 2. Breve historia de la ortografia de la lengua castellana Las lenguas siguen procesos distintos en su desarrollo y en su fijacién, escrita, Cada una se adapta a las necesidades de su comunidad y a las caracteristicas socio-politicas y culturales de la misma. Algunas lenguas han consolidado su sistema grafico antes que otras por cuestiones de dominio politico, de anexi6n de nuevas 4reas geograficas o de desarrollo y/o prestigio cultural de una comunidad determinada; pero, en todos los casos, esta fijacion se ha hecho a partir de reestructuraciones sucesivas que han ido conformando el sistema grafico. El resultado de este proceso es desigual en las distintas lenguas, Unas han seguido un criterio mas fonético, mientras que otras se han basado en la etimologia 0 en otros criterios culturales. En cualquier caso, la solucién no ha sido sencilla y normalmente se ha adoptado después de una serie de tensiones y pactos en uno u otro sentido. La controversia para adoptar una linea determinada puede ser larga en el tiempo y slo se llega a una normalizacién cuando toda la sociedad acata el consenso al que normalmente han llegado los especialistas y, en muchos casos, cuando ese consenso viene acompafiado de prestigio y/ © de imposicién institucional. En el caso de la lengua castellana, el proceso para llegara establecer un cédigo grafico tinico y normativo ha sido largo y, aunque en cues- tiones parciales, sigue abierto hoy en dia. Hasta mediados del siglo XIII, la lengua romance era considerada apta Gnicamente para el uso oral y familiar. “Todos los usos cultos y oficiales seguian reservados al latin que se aprendia en las escuelas. El habla vulgar constituia ya una lengua nueva; pero se la calificaba despectivamente de rusticus sermo, Entre el latin de los eruditos y el romance llano existia un latin avulgarado, escrito y probablemente hablado por los semidoctos, que amoldaba las formas latinas a la fonética romance" (Lapesa, 1962, pp. 113-114). Los primeros escritos en lengua castellina son una prolongacién de la ortografia latina. Se trata de textos notariales escritos en latin, que inser- tan comentarios, palabras o construcciones en romance, bien porque el copista ignora la palabra en latin o por error. Cuando el romance se usa ya con plena conciencia, como por ejemplo en las Glosas Emilianenses J Silenses(s.X), los parrafos escritos reproducen los sonidos con los signos graficos latinos; en caso que no exista un sonido parecido o cercano en Jatin, se improvisa un nuevo signo que pueda representatlo. Ello conlleva que cada escritor utilice la adaptaci6n grafica que crea mas conveniente en un momento dado y que, por lo tanto, en una misma época e incluso en un mismo autor, varios signos gréficos representen un tinico sonido. Al utilizarse el romance como lengua literaria, va afianzandose y tomando una entidad propia. Las copias y refundiciones de los cantares de gesta contribuyen a crear habitos de escritura en lengua castellana y a generalizar una ortografia sencilla y clara, aunque las yariaciones grili- cas de un mismo sonido son importantes todavia a principios del siglo XIV (1307, copia del Cantar de Mio Cid de Per Abat), EI Mester de Clerecia, cuyos miembros eran doctos y, por lo tanto, conocian el latin, contribuy6 a que las variaciones escritas aumentaran por influencia de la lengua culta, Algunos sonidos siguieron representin- dose de formas diversas hasta mucho tiempo mis tarde. En el caso por ejemplo del sonido /tf /, que aparecié a causa de la teestructuracion del sistema fonico medieval, la grafia actual ch fue adoptada del francés en el siglo XVI, desestimando las variadas soluciones anteriores que la habian representado, entre ellas ng, ni, nib, nx, nex, nog. Otro ejemplo. esel de la #2, que es la abreviacion de nm, seleccionada a partir de las com- binaciones anteriores nj, ni, gn, ng, ig, nn. Alfonso X (1252-1284) elevo la lengua castellana al rango de lengua oficial en los documentos reales, y en su reinado el sistema grafico quedo establecido practicamente hasta el siglo XVI “La lengua asciende a la categoria de lengua oficial del reino de Castilla, y se escriben en ella, y no en latin, los documentos de la Cancilleria Real y las Cartas de ventas y contratos” (Rosenblat, 1951). En la obra de Alfonso el Sabio y sus colaboradores, no existe un tinico ctiterio lingttistico y se puede apreciar una evolucién hacia formas mas modernas, pero se da un gran paso en la sistematizaci6n de la ortografia; el mismo rey particip6 personalmente en la correcci6n de las obras. En su afin de precision “toll6 las razones que entendié eran sobejanas et dobladas et que non eran en castellano drecho, et puso las otras que entendio que complian” (citado por R. Lapesa, 1962). En 1517 aparece la obra de Nebrija Reglas de Orthographia, que sigue un criterio basado en la pronunciaciOn y pretende, segdn sus palabras, fijar la lengua para que no sufra un proceso de desgaste que la lleve 3 desaparicién, como en el caso del latin. Considera que cada letra tiene un oficio propio y otros prestades y que es necesario fijarlos claramente para evitar confusiones, Establece 26 signos para representar los 26 sonidos que encuentra en el castellano. No se trata de una obra normativa y, por tanto, a pesar de su prestigio e influencia, contintia existiendo libertad ortografica. El mismo Nebrija escribe siguiendo s6lo parcialmente sus propias reglas, Es un momento hist6rico en que se da una cierta libertad ortogrifica, que puede mostrar diferencias no s6lo entre distintos autores, sino en un mo autor, segtin el tipo de escrito. Juan de Valdes refleja ese espiritu de variedad en su producci6n y, aunque no estableci6 un sistema orto- grafico cerrado, sino s6lo ideas ortograficas, influy6 mucho en los escri- tores de su época, al menos en Cervantes, Las dos corrientes ortogrificas que se manifiestan a partir del siglo XVI podemos ya intuirlas en las divergencias graficas que se habfan dado en el siglo XIII entre el Mester de Juglaria y el de Clerecia, aunque no se hubieran formalizado, En el siglo XVI, son totalmente conscientes y diferenciadas. La primera es partidaria de la sencillez y de la representa- 13 14 ci6n grifica de cada sonido por un solo signo; la segunda, mas etimo- logista, representa el tradicionalismo y pretende que la historia de cada término quede reflejada en la grafia. Existen ademas otros criterios ba- sados en aspectos concretos © estéticos. La novedad de este siglo yiene determinada por la generalizaci6n € influencia de la imprenta. Esta necesita una ortografia poco variable y va divulgando unos usos que acabardn obteniendo prestigio social y, por lo tanto, imponiéndose. Los partidarios de nuevas soluciones ortogrificas publican sus reformas e intentan escribir siguiéndolas, aunque muchas veces lo hacen s6lo parcialmente para no apartarse de un modo tan’ evidente de lo que habitualmente se imprime y es aceptado socialmente. Lareforma mas radical de esa €poca es la de Gonzalo Correas, de 1630. Establece un alfabeto de 25 letras para escribir como se pronuncia. Suprime algunas grafias (¢, qu, y, j), distingue 7, rv segtin el sonido y prescindiendo del contexto, no usa la A sino en casos de aspiraci6n, y escribe los grupos cultos de forma popular (‘korruto” por corrupto). Fl extremismo ortografico de Correas obligaré por primera vez a los partidarios de la etimologia a formular los principios tedricos de s tema, Se basan principalmente en la dificultad de establecer cual debe ser la pronunciacion correcta ya que, ademas de existir muchas variantes, la popular se aparta enormemente de la culta y esta en constante c: mbio. Para ellos, la ortografia debe basarse en la ra6n (etimologia) y en el uso, yseruna referencia para la pronunciacion. Propugnan una pronunciacién mas culta que se acerque al modelo escrito. Juan de Robles alaca a Coneas en nombre de los que ya saben leer. Considera que deben pronunciarse los grupos cultos y reducir las pala- bras barbaras a las elegantes, sin ceder al vulgo, que las destruiria. Llega incluso a preconizar que kas consonantes cultas “pueden servir de adomo, porque en la naturaleza no s6lo existe lo Gtil, sino también lo bello” Cuando en 1713 nace la Real Academia Espanola “para cultivar y fixar la lengua castellana”, la opinion general sigue dividida y la ortografia se ha convertido en materia de debate; se impondr entonces un criterio, totalmente nuevo, basado en el principio de autoridad, un criterio normativo. De 1726 a 1739, la Real Academia Espafiola publica el Dicefonario de Autoridades, en 1741 su Orthographia y en 1771 la Graméitica Castella na. i en un principio, y segtin el prologo del Diccionario, la Academia fija una ortografia para su propio uso, sin intencién normativa y tomando Jas reglas mas proporcionadas de los diversos autores, pronto abandona esa actitud y se define por el etimologismo estricto, contra la corriente general de la lengua castellana, mas fonética. Segtin la opinion de la Academia en la primera mitad del siglo XVII, tres son las casas de confusion ortografica: el uso de letras distintas con una sola pronunciacion (b/v, ¢/z, g//X, ¢/qu, glie/hue), uso de consonan- tes dobles en las formas compuesias y los grupos de consonantes, Dada la dificultad de fijat la ortografia a partir de la pronunciaci6n, a causa de la diversidad que ésta presenta, se define por la etimologia, respetando la tendencia reductora de algunas pronunciaciones. Poco a poco, la actitud de la Academia se suaviza y cuando publica su Onibographia rectifica ya algunas de las reglas que habia propugnado antes, Los criterios que acaban prevaleciendo son, en este orden, la pro- nunciacion, el uso y la etimologia. La pronunciacion que se toma como modelo es la de la Corte. ‘Al margen de la Academia, hay un movimiento de reforma paralelo durante los siglos XVII y XIX que, con el tempo, va acercandose al criterio académico, en muchos casos mas progresista. Se dan todavia intentos de simplificacién ortografica, especialmente por parte de espe- cialistas hispanoamericanos que, preocupados por las divergencias linguifsticas en el castellano de América, pretenden utilizar la ortogralia como elemento unificador de la lengua hablada y para ello, propugnan, es necesario que la ortografia sea lo mas sencilla y univoca posible. En 1843, la Academia Literaria y Cientifica de profesores: de Instrucci6n Primaria de Madrid se pronuncia por una reforma radical y la difunde en las escuelas (supresion de h, v, qu, y, u muda), ante lo cual reacciona la R.A.E., que solicita la ayuda de Isabel I. Por una Real Orden del 25 de abril de 1844, se impone la ortografia académica en la ensenanza y la reina pide a la Academia que publique sus normas en un manual claro y breve que aparece el mismo afo con el titulo Proniuario de Ortografia de la Lengua Castellana. ‘\ partir cle la segunda mitad del siglo XIX, se generaliza la ortografia como signo de “cultura y buena educacion”, y la normativa academica acaba imponiéndose incluso ex: Amética. Cualquier divergencia se con- sidera un error © una extravagancia. Su influencia, segtin Rosenblat, se debio a su cariicter oficial de Grgano linguiistico de la monarquia espafiola y a la eficacia y continuidad de su obra. “El triunfo de la ortografia académica es el triunfo del espiritu de unidad hispanica” (1951, pag. CXXXID Esta idea de unidad, y no la de criterio lingiifstico, es la que ha dado preeminencia a la ortografia aca- démica frente a las demas. La Academia, que habia empezado con un criterio etimologista rigido, va suavizandolo y haciendo concesiones a la pronunciaci6n y al uso en. sucesivas reformas (las mas importantes, de 1741, 1763 y 1815-17), y aca- ba siendo la instituci6n que dictara la normativa ortografica que imperara en Espana y América, aunque los Gltimos Congresos de Lengua Espafola propugnen ain una simplificacion ortogrifica que se acerque mas a la realidad fonética. Para Martinez de Sousa (1986), la Academia es responsable del fracaso actual de la ensenanza de la ortografia en la escuela por no haber sabido. simplificar dicha ortografia a tiempo. Este fracaso, segin el autor, viene motivado por la complejidad del sistema grafico y porque los maestros carecen de manuales que estructuren escalonadamente la ortografia en relaci6n a todos los aspectos que integran el lenguaje, en lugar de repro- ducir las reglas académicas de forma mecanica. 15 16 Las reformas que se han hecho a la ortografia durante este siglo han sido minimas y se han limitado a la acentuacion y a la reduccion de algunes grupos cultos (psicologia- sicologia). La polémica sigue abierta y, mientras unos autores propugnan la simplificacion maxima, otros pre= fieren que la ortografia sea fruto de un compromiso y pueda reflejar, ademas del sistema fonolégico, toda la lengua globalmente, con sus paradigmas morfologicos y lexicos, Para Marcos Marin (1981), “el objetivo ideal seria que la ortografia pudiera contribuir al mantenimiento de la unidad en el interior de los paradigmas Iéxico: 3. La ortografia y el sistema de la lengua 3.1. Relacion entre lengua oral y lengua escrita ‘A través de la historia, y en cualquier lengua, la escritura aparece en funcion de la necesidad de fijar el mundo que el hombre conoce y organiza: simbolos que representan la realidad tangible, mensajes, érde- nes, ideas, pensamientos, etc, Gracias a la escritura, la lengua adquiere los valores de duraci6n y extension, superando las barreras de tiempo y espacio. En sus inicios, la escritura parte de una representaci6n de los objetos, y mas tarde dicha representacion adquiere un caracter simbolico, ya no reproduce la realidad, sino que utiliza signos a los que se les ha asignado un valor, independientemente de lo que representan, La escritura ideo- grafica utiliza signos con valor conceptual, la escritura de base fonética utiliza signos que representan sonidos orales. Con la representaci6n del lenguaje oral, y de forma paralela, empieza asimismo el proceso de diferenciacion entre lengua oral y lengua escrita, En efecto, la caracteris- tica mas relevante de los sistemas graficos es su estabilidad, su indepen- dencia de las palabras pronunciadas. Esta independencia podemos constatarla en lenguas cuya fijacion grafica se ha producido en un mo- mento hist6rico alejado del presente, como en el caso del francés 0 del castellano, o bien en lenguas en las que la necesidad de fijacién obedece al deseo de unificaci6n de variantes distintas, como en el caso del catalan La relacion entre lengua escrita y oral no es transparente; es el resultado de una convencién aceptada por los usuarios de una lengua en un momento determinado de su historia. A menudo es fruto de un largo proceso de formacién en que intervienen circunstancias diversas: evolu- cién de la lengua oral, mantenimiento de la tradicién, intercambios culturales (Moorhouse, 1953, pag. 127). 3.2. Los sistemas de escritura Los sistemas de escritura, basados en formas de representacion diver- sas, desde la representacién de unidades conceptuales hasta la de elementos funcionales, pueden clasificarse en: 1. Sistemas ideograficos, denominados también logograficos Utilizan simbolos que corresponden a elementos significativos en el plano conceptual, palabras 0 morfemas. Un ejemplo es la primitiva escritura jeroglifica egipcia. El acceso a este tipo de sistemas requiere una gran capacidad de memorizaciOn, ya que cada concepto és representado. por un signo distinto, a7,

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