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NOMBRE DE LA INSTITUCIÓN: Universidad de Sonora

UNIDAD ACADÉMICA: Unidad Regional Centro


DIVISIÓN ACADÉMICA: División Ciencias Exactas y Naturales
DEPARTAMENTO ACADÉMICO QUE IMPARTE SERVICIO: Geología
LICENCIATURAS USUARIAS: Geología
NOMBRE DE LA MATERIA Geología Estructural
EJE FORMATIVO: Profesional
REQUISITOS: Petrología de Rocas Sedimentarias
CARÁCTER: Obligatorio
VALOR EN CRÉDITOS: 8 (3 teoría/ 2 laboratorio)

OBJETIVO GENERAL
Estudiar el comportamiento mecánico de las rocas sometidas a esfuerzos, las deformaciones
de la corteza terrestre y las estructuras resultantes.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
- Comprender los conceptos de esfuerzo y deformación
- Estudiar los diferentes factores que influyen en el comportamiento de las rocas bajo una
deformación
- Identificar y cuantificar las estructuras producidas por una deformación frágil
- Identificar y cuantificar las estructuras producidas por una deformación dúctil.
- Resolver problemas de geología estructural
CONTENIDO SINTÉTICO
1) Introducción: La geología estructural concepto y significado en el área de conocimiento e
la Geodinámica. Relación con la tectónica y la Dinámica global Métodos y técnicas de
estudio. Áreas de aplicación de la Geología estructural.
2) Fundamentos sobre deformación y comportamiento mecánico de las rocas. Fuerza y
esfuerzo. Tipos de esfuerzos. Unidades y signo de esfuerzo.
3) Estado de deformación en las rocas. Traslación. Rotación. Distorsión. Cambios de
volumen. La elipse y el elipsoide de deformaciones. Deformación por cizalla pura.
Representación gráfica e interpretación de la deformación en dos dimensiones.
4) Comportamiento mecánico de las rocas sometidas a campos de esfuerzo relación -
esfuerzo deformación. Teoría de elasticidad. Plasticidad. Viscosidad. Reología. Fluidos
en las rocas y esfuerzos efectivos. Mecanismos y estructuras de deformación frágil y
dúctil. Criterios de rotura de Navier Coulomb.
5) Fallas. Nomenclatura clasificación y concepto básicos. Elementos y geometría de fallas.
Clasificación de fallas según la distribución de esfuerzos Fallas normales y estructuras
asociadas geometría y desplazamiento de fallas normales. Modelo de esfuerzo y
estructuras secundarias asociadas. Fallas lístricas asociaciones estructurales. Sistemas
regionales de fallas normales y modelos cinemáticos.
6) Fallas inversas, cabalgamientos y manto de corrimiento. Terminología geométrica.
Estructura y desplazamiento de los cabalgamientos. Formación de duplex. Asociaciones
estructurales a fallas inversas y cabalgamientos. Mecanismo de emplazamiento.
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7) Fallas en dirección o transcurrentes. Características geométricas y estructuras de
asociadas. Falla en dirección de segundo orden. Estructura de deformación
compresional y extensional en relación con la localización y cinemática del vector del
desplazamiento. Fallas transcurrentes e identificación tectónica.
8) Fracturas (juntas o diaclasas). Clasificaciones según su origen y régimen del campo e
esfuerzo. Desarrollo de la fracturación en regímenes de deformaciones no rotacional.
Diaclasas y grietas de tensión. Indicadores cinemáticos. Juntas estilolitícas.
9) Pliegues. Elementos y clasificación de pliegues Mecanismo y cinemática de plegamiento.
Plegamiento flexural y estructuras asociadas. Plegamiento pasivo. Dinámica y
cinemática del plegamiento para una y varias capas. El origen de Kink y pliegues
Chevron. La geometría del plegamiento superpuesto. Estructuras de boudinage
10) Foliaciones y lineaciones en rocas deformada. Concepto de fábrica. Terminología y
clasificación de la foliación. Foliación composicional. Foliaciones discontinuas y
continuas. Relación de la foliación con otras estructuras. Concepto y tipos de
lineaciones. Lineaciones estructurales. Lineaciones minerales. Asociaciones de
lineaciones con otras con otras estructuras. Interpretación de la deformación de
estructuras lineales.
11) Zonas de cizallamiento dúctil. Rocas miloníticas y estructuras asociadas. Criterios
cinemáticos. La zona de cizallamiento dúctil y estructuras mayores bajo régimen
extensional y compresional.
12) Estructuras intrusivas y extrusivas. Flujo diapírico. Domos salinos y estructuras
asociados. Intrusiones ígneas. Características geométricas y mecanismos de
emplazamiento. Diques, relaciones estructurales y cronología con las rocas encajantes.
Estructura de impacto.

MODALIDAD DE ENSEÑANZA
Temas teóricos por el maestro en aula. Tareas sobre temas específicos. Presentaciones por los
alumnos en temas específicos con la utilización de libros, artículos y referencias WEB.
Prácticas campo para identificar los diferentes tipos de estructuras en el afloramiento, y de
laboratorio para la aplicación de la geología estructural en la resolución de problemas
geológicos.

MODALIDADES DE EVALUACIÓN
Examen teórico 50%. Reporte de prácticas de campo y laboratorio 30%. Tareas y
presentaciones 20%

BIBLIOGRAFÍA BÁSICA
- BOILLOT G. 1984 Geología de las márgenes continentales. Masson. Barcelona141 pp
- COX. A. & HART R. B. 1986 plate tectonics how its works Blackwell Boston120-392 pp
- DAVIS, G. H. 1984 STRUCTURAL Geology of rocks an regions Wiley New York 492 pp
- HOBBS B. E. MEANS W. D. Y WILLIAMS P. F. 1981 Geología Estructural. Omega
Barcelona 518 pp
2
- MARSHACK S. & mitra g. 1988 Basic Methods on Structural Geology Prentice Hall. New
Yersey
- PARK R. G. 1988 Gological Structures and Moving plates Blackie. Glasgow. 337pp
- PARK. R. G. 1995 FOUNDATIONS OF STRUCTURAL GEOLOGY 2 BLACKIE LONDON
148 PP
- RAGAN D. M. 1987 Geología Estructural Introducción a las técnicas geométricas.
Omega Barcelona . 207 pp.
- Van Der Pluijm, B., Marshak, Stephen. Earth Structure, 2nd. Edition.

PERFIL ACADÉMICO DEL RESPONSABLE


Geólogo o egresado de carrera afín con experiencia en Geología Estructural

Este curso está basado en el libro Earth Structure de Van der Pluijm y Marshak, corresponden
sólo a notas de clase del curso Geología Estructural. No para ser reproducidos ni
comercializados en ninguna forma.

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Capítulo I. Introducción y Revisión

Definición

La Geología Estructural trata del origen, geometría y cinemática de formación de las


estructuras. La meta principal de la Geología Estructural es usar las medidas de estructuras en
las rocas y descubrir información acerca de la historia de su deformación, y entender el campo
de esfuerzos que resulta de las geometrías observadas. Otra definición indica que la Geología
Estructural es la rama de la geología que trata con la deformación de los cuerpos de roca y con
la interpretación de las fuerzas naturales que causaron dichas deformaciones.

El primer objetivo de la Geología Estructural es la descripción geométrica de los


cuerpos rocosos; desde este punto de vista los cuerpos rocosos pueden ser clasificados en
diversos grupos atendiendo a varios criterios: i) geométricos; ii) de significado geológico; iii) de
edad de formación; iv) de los procesos que los originaron; v) de la cohesión mesoscópica
durante la deformación; vi) de los efectos de la deformación frente a un marco de referencia; y
vii) de la distribución de la deformación. En consecuencia, podemos incluir cualquier roca que
nosotros describamos en una o varias de estas clasificaciones; este hecho hace que el estudio
de la Geología Estructural deba hacer hincapié en estas diversas clasificaciones para,
posteriormente, poder incluir en ellas, de manera precisa, las distintas estructuras que se
describan a lo largo del curso.

El segundo objetivo a tener en cuenta es el análisis cinemático y dinámico de los


procesos que dan lugar a las estructuras que han descrito previamente desde un punto de vista
geométrico; es decir, describir los desplazamientos (deformaciones, rotaciones y traslaciones)
que dan lugar a la formación de una estructura y establecer el modelo de esfuerzo y la
naturaleza de las fuerzas que causan dichas deformaciones.

Un tercer objetivo consiste en la elaboración de modelos que expliquen las estructuras


descritas. Estos modelos son: a) de tipo geométrico cuando interpretan la orientación y
distribución tridimensional de las estructuras dentro de la Tierra; b) cinemáticos, cuando
explican la evolución específica de una estructura a lo largo del tiempo, desde el estado no
deformado hasta la configuración actual de la estructura; y c) mecánicos, cuando se utilizan los
conocimientos de la física del medio continuo para explicar el comportamiento de las rocas en
respuesta a determinadas fuerzas aplicadas sobre ellas. Estos modelos se realizan a todas las
escalas, sirven para entender mejor los procesos que intervienen en la dinámica terrestre,
deben de estar basados en la observación rigurosa de las estructuras y deben de
perfeccionarse continuamente con nuevas observaciones.

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Materias relacionadas

La materia de Geología Estructural tiene como requisito a la materia de Petrología de


Rocas Sedimentarias y a su vez, es requisito de las materias de Hidrogeología, Tectónica de
Placas y Geología de México. En teoría debe cursarse al mismo tiempo que las materias de
Petrología de Rocas Metamórficas y Estratigrafía; y antes de la materia de Geología de Campo
III.

Conceptos Fundamentales

En geología existen pocos principios básicos, no obstante, los existentes son básicos
para los estudios de geología estructural. Entre los principales se mencionan:

Concepto de uniformitarismo. Principio filosófico que asume que los procesos naturales que
operaron en el pasado son los mismos que operan actualmente. Este principio frecuentemente
se resume como “el presente es la clave del pasado”. Ha servido a los geólogos para comparar
los caracteres y estructuras de un sedimento actual con los de una roca antigua y sugerir que
los procesos que los crearon son similares. Es erróneo asumir que los procesos geológicos han
actuado con la misma velocidad o intensidad en todo el tiempo geológico, por ejemplo, es
sabido que han existido épocas de intensa actividad volcánica y otras con menor actividad.

Ley de la superposición. Esta ley establece que “las capas sedimentarias se depositan en una
secuencia de tiempo, siendo más antiguas las del fondo y más jóvenes las de arriba”. En la
naturaleza, existen lugares en donde rocas más antiguas se encuentran sobre rocas más
jóvenes, en estos casos es necesario pensar si existió algún proceso tectónico que pudo
provocar esta situación.

Principio de la horizontalidad original. Este principio establece que las capas sedimentarias
se depositaron en un principio de forma horizontal o cercanamente horizontal. Este principio es
importante para el análisis de estratos inclinados y plegados.

Principio de la sucesión faunística. Este principio se basa en la observación de que los


fósiles contenidos en estratos sedimentarios se sucedieron unos a otros verticalmente en un
orden evolutivo y confiable, que puede reconocerse en distancias horizontales amplias. Este
principio permite que los estratos puedan ser identificados y fechados relativamente con base
en los fósiles que contienen.

Principio de las relaciones de corte. Este principio se aplica a rocas ígneas y a estructuras.
En el caso de las rocas ígneas establece que si una roca A intrusiona a otra B, la roca A debe
ser más joven que la roca B. En el caso de las estructuras, el principio establece que una
estructura (falla, pliegue, etc.) debe ser posterior a las rocas a las que afecta. Este principio
también puede aplicarse a discordancias. El principio ayuda a establecer la secuencia relativa
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de eventos geológicos que afectaron una región. De dicho esquema puede interpretarse que
han existido eventos geológicos como intrusión (granito), metamorfismo regional (esquisto),
plegamiento, fallamiento normal, intrusión de diques (¿podría establecer el orden correcto en
que ocurrieron estos procesos?).

Principio de las hipótesis múltiples de trabajo. Este principio sugiere que se propongan
varias hipótesis para explicar ciertos datos o configuración del terreno, evaluar dichas hipótesis
y seleccionar la más probable. Supón que trabajas en una región donde no hay afloramientos
adecuados para interpretar correctamente un contacto entre una roca ígnea y una secuencia
sedimentaria sobreyaciente. Se puede pensar que el contacto es 1) intrusivo; 2) Falla; 3)
Discordancia. Cada hipótesis puede ser igualmente válida.

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Capítulo II. Clasificación de las estructuras geológicas

Definición. Una estructura geológica es una característica geométrica en la roca cuya


forma y distribución pueden ser descritas.

Existen algunos esquemas de clasificación que pueden usarse para describir las
estructuras geológicas. Los distintos esquemas pueden ser importantes para diferentes
propósitos. Aquí presentamos un esquema simplificado basado en su origen geológico.

En general las estructuras pueden dividirse en tectónicas y no tectónicas. Las


estructuras no tectónicas incluyen:
a) Estructuras primarias: formadas como consecuencia del proceso de formación de la
roca.
b) Estructuras generadas por gravedad: formadas por el deslizamiento en una superficie
inclinada.
c) Estructuras generadas por inversión de densidad: formadas por las variaciones locales
laterales en la densidad de la roca.
d) Estructuras generadas por presión de fluidos: formadas por la inyección de material no
consolidado debido a una liberación súbita de presión.

Las estructuras tectónicas son aquellas formadas por los movimientos de placas litosféricas que
se originan por la interacción regional de la astenosfera y la litósfera.

El concepto de escala

El concepto de escala es de gran importancia en la geología estructural. La escala es


microscópica cuando la observación de las estructuras requiere el aumento de un microscopio
(Figura 1). La escala mesoscópica incluye las estructuras observables en el afloramiento y
muestra de mano. La escala macroscópica incluye estructuras que pueden ser trazadas sobre
una región, o estructuras a la escala de mapa, van desde varios afloramientos hasta la escala
de una cordillera montañosa. La escala megascópica se refiere a una deformación de escala
continental como los movimientos de las placas tectónicas.

7
A B

C D
Figura 1. Concepto de escala: a) Microscópica; b) Mesoscópica o escala de afloramiento; c) Macroscópica o a
nivel regional; d) Megascópica al nivel de placas tectónicas.

Otras clasificaciones
1) Clasificación de estructuras basadas en la geometría:
 Plana o suplana
 Curviplana
 Lineal
2) Basada en el tiempo de formación
 Sinformacional formada al mismo tiempo que el material que forma la roca (ej.
estratificación)
 Cuasicontemporánea: formada antes de la completa litificación (ej. pliegues de
deslizamiento o “slump folds”)
 Postformacional: formada después de que la roca se formó completamente (ej. pliegues y
fallas tectónicas).
3) Basada en la cohesividad mesoscópica durante la deformación
 Frágil: formadas por pérdida de cohesión a lo largo de superficies discretas (ej. falla)
(Figura 2)
 Dúctil: formada sin pérdida de cohesión a través de una superficie mesoscópica (ej.
pliegue, foliación)

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 Frágil-dúctil: que involucra aspectos frágiles y dúctiles (ej. pliegues de arrastre, grietas de
extensión dúctiles)

a b

c
c

Figura 2. Tipos de deformación según la cohesividad


mesoscópica.

a) Frágil (zona de falla)


b) Dúctil (pliegues)
d
c) Frágil-Dúctil (grietas de extensión plegadas)
d) Frágil-dúctil (pliegues-falla)

4) Basada en la distribución de la deformación


 Continua: ocurre a través de un volumen de roca en todas las escalas (figura 3)
 Penetrativa: ocurre a través de un cuerpo de roca en la escala de observación; a mayor
escala, puede haber espacios entre las estructuras.
 Localizada: estructura penetrativa que ocurre dentro de una región definida.
 Discreta: Estructura que ocurre de manera aislada. Algunas estructuras como las fracturas
pueden ser penetrativas a una escala de observación, pero no en otra.

9
A B

C D
Figura 3. Deformaciones según su distribución. a) Continua; b) Penetrativa; c) Localizada (penetrativa); d) Discreta
(fallas).

Las clases geométricas de las estructuras se pueden considerar como una manifestación de la
cohesión de las rocas ante la deformación. Las fracturas, venas y cierto tipo de fallas son
manifestaciones de deformación frágil; mientras que esquistosidad y plegamiento son
manifestación de procesos de deformación dúctil. En general, puede aducirse que la
deformación frágil es más común en la parte superior de la corteza, donde la temperatura y
presión son relativamente bajas, mientras que la deformación dúctil es más común en las
partes inferiores de la corteza, debido a que es favorecida por las altas presiones y
temperaturas que imperan ahí. También se puede mencionar que la deformación frágil se
asocia comúnmente con fracturamiento y deslizamiento friccional, mientras que la deformación
dúctil se asocia con deformación plástica y difusión. Es importante recalcar que ambos
procesos pueden ocurrir en los mismos lugares de la tierra. Los procesos que ocurren en un
tiempo dado pueden reflejar variables geológicas como la tasa de deformación, la cual
podríamos decir que es la velocidad de desplazamiento en un cuerpo de rocas.

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Nivel estructural superior:
Comportamiento frágil: fallas y
fracturas

Nivel estructural medio:


Comportamiento dúctil: pliegues
isopacos (igual espesor), pliegues-falla.

Nivel estructural inferior:


Comportamiento dúctil, desarrollo de
pliegues anisopacos (diferente
espesor) y foliación.

Zonas más profundas: pliegues de


flujo, fusión parcial de la corteza.

Figura 4. Niveles estructurales de la


corteza (Mattauer, 1976)

Estructuras primarias

La estructura primaria más sobresaliente de las rocas sedimentarias es la estratificación.


Algunos términos relacionados con la estratificación son:
Estratificación: estructuras en capas en una roca sedimentaria, formada durante el depósito,
manifestada por cambios de textura, color, y/o composición, en el afloramiento puede
evidenciarse más por la presencia de partición (Figura 5).
Compactación: Reducción de volumen de material sedimentario no litificado debido a la
presión ejercida por las capas sobreyacientes
Capas invertidas: Capas que han sido rotadas más allá de la vertical.
Partición: tendencia de capas sedimentarias a separarse o fracturarse en planos paralelos a la
estratificación.

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Estratos: Una secuencia compuesta de capas de roca sedimentaria
Orientación estratigráfica: La dirección de los estratos más jóvenes.

Figura 5. Estructuras primarias sedimentarias: Estratificación. A) Estratos marcados por diferente intensidad de
erosión y composición; b) Pliegue volcado, las capas inferiores tienen una polaridad invertida; c) Partición; D)
Orientación estratigráfica o dirección hacia donde se hallan los estratos más jóvenes, en la fotografía es hacia
arriba.

Estructuras lineales primarias en rocas sedimentarias.

Entre estas estructuras están:

1. Lineaciones de corriente, causadas por el flujo de la corriente (son paralelas a dicho


flujo).
2. Ondas de corriente, son ondulaciones del sedimento causadas por el flujo de agua o
viento (son perpendiculares a la dirección de flujo).
3. Marcas de piso, son pequeñas marcas o irregularidades que ocurren en el piso de un
sedimento y son causadas por objetos que se desprenden y arrastran en el sedimento,
dejando un hueco, el cual es rellenado por el sedimento superior.
4. Eje mayor de guijarros, es causado por la orientación de guijarros elípticos debido al flujo
de la corriente de agua o hielo.
5. Orientación de fósiles. En ciertos casos, las conchas o restos de organismos fósiles, si
son alargados pueden orientarse en la dirección del flujo de la corriente.

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Figura: Estructuras lineales en rocas sedimentarias: a) Marcas de corriente; b) Ondas de corriente; c) Eje mayor de
guijarros; d) Marcas de piso; e) Fósiles orientados.

Estructuras primarias ígneas

Las rocas magmáticas son aquellas que se forman por la solidificación de un magma. Se
dividen en rocas intrusivas cuando el magma se enfría bajo la superficie y rocas extrusivas
cuando el magma sale hasta la superficie. Durante los procesos de intrusión, flujo,
asentamiento y/o enfriamiento pueden desarrollar estructuras primarias. Una vez que se forma
el magma, en el manto o en las partes inferiores de la corteza, es menos denso que la roca que
lo rodea, y fuerzas de flotación causan que ascienda. La disminución de densidad se debe a la
expansión causada por el calentamiento y la fusión, la formación de burbujas de gas en el
magma, y la diferencia en composición del magma y la roca encajonante.

En las partes inferiores de la corteza el magma se mueve abriéndose paso de manera


dúctil, es decir, empujando las rocas, las cuales fluyen para abrirle paso. Cuando llega a la
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parte frágil de la corteza, el ascenso de magma se produce por desprendimiento de bloques
hacia la cámara magmática y el correspondiente ascenso del magma. Los emplazamientos de
rocas ígneas se denominan de acuerdo a su morfología (Figura 6). Se le llama plutón a un
cuerpo de magma que solidifica debajo de la superficie. Se dice que un plutón es concordante
si es paralelo a las capas o a la foliación de la roca encajonante; si corta dichas capas se le
llama discordante (Figura 7). Se dice que es tabular cuando tiene forma de tabla y masivo
cuando es relativamente equidimensional. Un batolito es un intrusivo discordante, masivo, de
dimensiones tan grandes que su parte inferior rara vez está expuesta. En ocasiones, está
compuesto de intrusiones de menor tamaño. El área expuesta de un batolito debe ser mayor a
100 km2. Un stock es una intrusión más pequeña (<100 km2) que probablemente se desprende
de un batolito situado a mayor profundidad. Los stocks pueden alimentar edificios volcánicos
pero debido a las grandes cantidades de erosión requeridas para descubrir un stock o batolito,
las rocas volcánicas asociadas rara vez están expuestas.

Figura 6. Formas de intrusiones.

Estructuras asociadas con plutones

Foliación magmática: es una estructura plana que se desarrolla principalmente cerca del
margen del plutón y es subparalela a dicho margen (Figura 8b). Esta foliación se define por el
alineamiento de cristales alargados-aplanados y por la elongación de fragmentos de la roca
encajonante atrapados como xenolitos en el magma. Dicha estructura se debe a fricción del
magma contra las paredes de la cámara magmática y al aplastamiento de magma solidificado
parcialmente en respuesta a la presión ejercida por nuevos pulsos de magma que llegan a la
cámara. También puede formarse a lo largo de los márgenes de diques.

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Fracturas de enfriamiento: son fracturas que se producen al enfriarse el cuerpo intrusivo
debido a la respectiva contracción (figura 9). Estas fracturas pueden ser utilizadas por fluidos
tardíos por ejemplos aplitas y pegmatitas que se emplazan a lo largo de ellas. Su orientación es
variable y depende del esfuerzo de contracción y del campo de esfuerzos existente.

Figura 7. Formas de intrusiones.

Laminaciones magmáticas: una intrusión laminada es aquella que exhibe laminaciones


indicadas por variaciones en composición y textura (Figura 8a). Los complejos intrusivos que
presentan laminaciones muestran evidencias de cristalización fraccionadas y segregación de
cristales por asentamiento o flotación en un fundido.

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Figura 8. a) Laminaciones magmáticas (troctolita laminada); b) Foliaciones magmáticas, en la foto se pueden la
orientación de cristales de feldespato potásico de forma rectangular orientados formando una estructura plana
debida al flujo del magma.

Figura 9. Fracturas y fallas en un stock granítico. Algunas de ellas pueden ser fracturas de enfriamiento.

Figura 10. Tipos de contacto entre una roca intrusiva y su encajonante. A) Recto; B) Dentado; C) En bloques; D)
En bloques y coincidente; E) Ondulado; F) Difuso, i= intrusivo; e= encajonante; z = zona difusa en el contacto.

Estructuras en rocas volcánicas

Algunos flujos tienen estructuras propias, por ejemplo lavas con forma de cortinas son
llamadas lava Pahoehoe, y lavas con bloques quebrados son llamadas de tipo Aa (Figura 12).

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Los pliegues en las Pahoehoe no deben confundirse con pliegues tectónicos y los bloques en
las Aa no deben confundirse con brechas de falla. Si la lava fluye bajo el agua, la superficie de
la colada se enfría rápidamente formándose una capa delgada vítrea. Si el magma empuja se
puede romper y la lava sale por la apertura. El proceso repetido produce un flujo compuesto de
globos de lava conocidos como almohadillas. Cuando éstas se acumulan en pilas se les llama
lavas almohadilladas (figura 13). Las almohadillas, vistas en sección, tienen comúnmente una
cima redondeada y una base puntiaguda, y así, su morfología puede usarse como criterio de
polaridad.

Figura 12. Tipos de lavas: A) Pahoehoe; b) Aa

Figura 13. Lavas almohadilladas (“pillow lavas”). A) Vista en el lugar; b) sección mostrando la forma con punta
hacia la base de la colada (es un indicador de polaridad).

Capas de rocas volcánicas y volcaniclásticas

Capas: Una estructura principal de las rocas volcánicas y volcaniclásticas es la formación de


capas parecidas a la estratificación de las rocas sedimentarias (Figura 14). Pueden formarse
por flujos de lava, caída de material piroclástico y flujos de lodo volcánico (lahares).

Pliegues de flujo: En coladas laminadas puede producirse un plegamiento al momento que la


lava se desliza ladera abajo desde la cima de un volcán (Figura 14b), por ejemplo en rocas
riolíticas. Este plegamiento se atribuye a diferencias en la viscosidad del flujo de lava, siendo

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más viscosa en la parte superior y menos en la parte inferior. Los pliegues en general
mostrarán ejes orientados perpendicularmente a la dirección del flujo, es decir, tendrán una
disposición concéntrica alrededor del cono volcánico.

Fracturas de enfriamiento: como en las rocas intrusivas, en las rocas volcánicas e intrusiones
someras pueden producirse fracturas de enfriamiento. Comúnmente pueden formar columnas
con base hexagonal (Figura 15), las cuales son llamadas juntas columnares.

Figura 14: a) Capas en rocas volcaniclásticas (tobas); b) Pliegues de flujo en riolita fluidal.

Figura 15: Juntas columnares en colada de basalto. En sección son hexagonales .

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Capítulo III. Fuerza y Esfuerzo

Cuando se mide algo, se debe seleccionar la unidad para la cantidad que será medida. Las
propiedades físicas de los materiales se pueden expresar en términos de cuatro cantidades
fundamentales: masa, longitud, tiempo y carga. Para nuestros propósitos podemos ignorar la
cantidad carga. Las unidades de masa (m), distancia (d) y tiempo (t) son el kilogramo (kg),
metro (m) y segundo (s), respectivamente. Esta notación sigue el sistema internacional. Otras
convenciones también se usan en geología como el kilobar (el cual es una medida de presión o
esfuerzo).

Fuerza
La primera ley de Newton llamada “Ley de la Inercia”, dice que: en ausencia de una
fuerza un cuerpo se mueve a velocidad constante o permanece en descanso (figura 16). Más
formalmente se dice que un cuerpo libre se mueve sin aceleración. Un cambio en velocidad es
llamado aceleración (a) (Figura 17), la cual es definida como la velocidad dividida entre el
tiempo. Las fuerzas cambian la velocidad o dirección de movimiento de un cuerpo.

Figura 16. Una fuerza cambia la velocidad de un cuerpo. Las fuerzas son vectores, es decir, tienen una magnitud y
una dirección.

A = [vt-1] y como v= d/t entonces A= [d/t2] a= aceleración v= velocidad t= tiempo d=distancia


La unidad de aceleración es por lo tanto m/s 2

De acuerdo a la segunda ley de Newton o segunda “Ley del Movimiento”, una fuerza es la
masa multiplicada por la aceleración.
F = ma = mdt-2

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Figura 17. La aceleración es un cambio de velocidad (V) en el tiempo.

La unidad de fuerza es Kg.m/s2 y es llamada Newton (N) en unidades SI. La fuerza, como la
velocidad, es una cantidad vectorial lo que significa que tiene tanto magnitud como
dirección. Así que puede ser representada por una línea con una flecha en un lado. Las
fuerzas actúan conforme las reglas de álgebra de vectores. Por ejemplo, una fuerza en un
ángulo con respecto a un plano puede resolverse en dos componentes, uno paralelo y otro
perpendicular a dicho plano (figura 18).

El concepto de fuerza no distingue el efecto de una fuerza igual en cuerpos de igual masa pero
de forma diferente.

Figura 18: La fuerza es un vector. Cuando se aplica en un plano no perpendicular (ortogonal) se puede separar en
un componente normal (flecha azul) y otro paralelo al plano (flecha roja). La fuerza no distingue el efecto en
cuerpos de forma diferente.

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Esfuerzo (stress)
El esfuerzo está representado por el símbolo σ, es definido por la fuerza por unidad de
área (A) o σ = F/A. Se puede considerar el esfuerzo como la intensidad de la fuerza, o una
medida de qué tan concentrada es la fuerza. Una misma fuerza aplicada en un área pequeña
tendrá mayor intensidad que si se aplica sobre un área grande. Una estructura tectónica es la
evidencia de la deformación que resulta al aplicar un esfuerzo a una masa rocosa.

Debido a que el esfuerzo es una fuerza por


unidad de área queda manifestada por las
siguientes unidades:

[σ] = [mdt-2∙d-2] o [md-1∙t-2]

La unidad correspondiente al esfuerzo es


kg/m∙s2 (o N/m2), el cual es llamado pascal
(Pa). En lugar de esta unidad SI (sistema
internacional), muchos geólogos continúan
usando la unidad bar, la cual es
aproximadamente equivalente a la presión
ejercida por 1 atmósfera. Estas unidades se
relacionan como sigue:

1 bar = 105 Pa = 100,000 pascales ≈ 1


atmósfera

Figura 19: El esfuerzo es una fuerza También se pueden encontrar sus equivalentes
aplicada en un área. En el caso
más grandes:
representado se aplica la misma fuerza
(20 kg) pero en diferentes áreas. El
esfuerzo de la izquierda es mayor que el 1 kbar = 1000 bar = 108 Pa = 100 MPa
de la derecha debido a que la fuerza (megapascal)
(peso) se aplica en un área menor. 1 MPa = 1 000,000 Pa

La unidad gigapascal (1GPa = 1000 MPa = 10 kbar) se usa para describir las presiones muy
altas que ocurren profundamente en la tierra. Por ejemplo, la presión en el límite núcleo-manto,
localizada cerca de 2900 km es ~135 GPa, y en el centro de la tierra (~6370 km) la presión es
mayor a 350 GPa.

Terminología

Fuerza = Masa por aceleración símbolo F


Esfuerzo = Fuerza por área

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Esfuerzo o presión hidrostática = componente isotrópico del esfuerzo; estrictamente la
presión en la base de una columna de agua (figura 20).
Esfuerzo o presión litoestática = Presión isotrópica a profundidad en la tierra proveniente del
peso de la columna de roca sobreyaciente (Figura 21). P = densidad x aceleración de la
gravedad x profundidad, ρ∙g∙h; símbolo Pl.
Esfuerzo heterogéneo = Cuando el esfuerzo en cada punto de un cuerpo tiene diferente
magnitud y/o orientación.
Esfuerzo normal = componente del esfuerzo orientado perpendicular a un plano dado; símbolo
σn
Esfuerzo de cizalla o cortante: Esfuerzo paralelo a un plano dado; símbolo σs (a veces se usa
el símbolo ϯ.
Esfuerzo anisotrópico = cuando al menos uno de los esfuerzos principales tiene una magnitud
diferente de los otros.
Esfuerzo principal: El esfuerzo normal en un plano con esfuerzo cortante cero; existen tres
esfuerzos principales, con la convención de que σ1 ≥ σ2 ≥ σ3.
Esfuerzo medio (σ1 + σ2 + σ3)/3 símbolo σmedio
Esfuerzo diferencial = La diferencia entre los dos esfuerzos principales (ej. σ 1-σ3), el cual por
definición es ≥ 0; símbolo σd.
Esfuerzo desviatórico = Componente del esfuerzo que queda al restar el esfuerzo medio.
Símbolo σdev
Elipsoide de esfuerzo: representación geométrica del esfuerzo. Los ejes del elipsoide de
esfuerzo son los esfuerzos principales.
Campo de esfuerzos: La orientación y magnitudes de esfuerzos en un cuerpo.

Figura 20: La presión hidrostática es


Figura 21: La presión litoestática es como
producida por el peso de una columna de
la presión hidrostática, igual en todas
fluido, en un punto dado, tiene la misma
direcciones, pero es causada por el peso
magnitud en todas direcciones.
de una columna de roca.

22
Esfuerzo en dos direcciones, esfuerzo normal
y esfuerzo cortante.

El esfuerzo que actúa en un plano es un


vector de cantidad, significando que tiene
magnitud y dirección. El esfuerzo en un plano
orientado al azar, no es necesariamente
perpendicular a dicho plano, sino, como un
vector, puede resolverse en dos componentes
uno normal al plano y otro paralelo al plano
(figura 23). El componente normal al plano se le
llama esfuerzo normal σn; el componente
Figura 22: Esfuerzo heterogéneo, tiene vectorial a lo largo del plano se le llama esfuerzo
diferente magnitud y diferente dirección en de cizalla (cortante) σs.
cada parte de un cuerpo.

De acuerdo a la trigonometría:
σn = Fn/EF = σ cos2θ
σs = Fs/EF = σ ½(sen 2θ)

Figura 23: El esfuerzo sobre un plano puede resolverse (al igual que una
fuerza) en dos vectores, uno perpendicular al plano o esfuerzo normal y
otro paralelo al plano o esfuerzo de cizalla (cortante).

23
Ejemplo: Calcular el esfuerzo normal en un plano inclinado.
Supongamos un plano inclinado 45°. ¿Cuáles serán los esfuerzos normal y de cizalla aplicados
por una columna de roca de 10 km de profundidad y una superficie de 1 m2? (considerando una
densidad de 2,750 kg/m3).

F = 10,000 m x 2,750 Kg/m3 x 9.8 m/s2 x 1 m2= 2.7 x 108 Kgm/s2 (newton). Para convertir la
fuerza en esfuerzo se debe dividir por el área, el área corresponde ahora a 1.41 m 2 (debido al
plano inclinado). El esfuerzo σ = 191.5 MPa. Sustituyendo este valor en las ecuaciones para el
esfuerzo normal da:

σn = 95.5 MPa
σs = 95.5 MPa

Aquí se está considerando sólo un esfuerzo uniaxial, el caso se complicaría mucho más si se
considerara un esfuerzo triaxial que incluyera los esfuerzos horizontales que resultarían de la
resistencia horizontal a la expansión asociada al acortamiento vertical causado por la carga.

Figura 24. Se muestran tres esfuerzos principales con sus magnitudes. Calcule el esfuerzo desviatórico.

Respuesta:
Esfuerzo desviatórico = Componente del esfuerzo que queda al restar el esfuerzo medio de
cada esfuerzo principal. Símbolo σdev
Esfuerzo medio (σ1 + σ2 + σ3)/3 símbolo σmedio
(σ1 + σ2 + σ3)/3 = (5 + 3 + 1)/3 = 3 = σmedio
σdev1= 2 MPa σdev2 = 0 MPa σdev3 = -2 MPa

24
Figura 25. A) Esfuerzos aplicados en un cilindro de roca sin una presión confinante lateral (es decir, se encuentra
libre); b) se muestran los tres esfuerzos desviatóricos.

Esfuerzo tridimensional

Para describir el esfuerzo en un plano orientado al azar en el espacio es necesario


considerar el caso tridimensional. Para simplificar se considera que el cuerpo está en descanso,
lo cual implica que para cada fuerza, hay otra de igual magnitud pero en sentido contrario
(Figura 20). Hay dos maneras de hablar sobre el esfuerzo. Primero puede referirse al esfuerzo
en un plano, el cual puede representarse como un vector que puede dividirse en una
componente normal al plano (esfuerzo normal) y un componente paralelo al plano (esfuerzo de
cizalla). Si el esfuerzo de cizalla es cero entonces el vector de esfuerzo es perpendicular al
plano. Pero este es un caso particular, en general, el vector de esfuerzo no es perpendicular al
plano. Por lo tanto, no tiene sentido hablar de esfuerzo sin especificar el plano sobre el
cual actúa.

El estado de esfuerzo en un punto no puede describirse con un solo vector. Esto se debe
a que un punto representa la intersección de un número infinito de planos y sin saber de qué
plano se está hablando no se puede definir el vector de esfuerzo. Para describir el estado de
esfuerzos en un punto se debe tener una herramienta que permita calcular el esfuerzo asociado
con cualquier número infinito de planos. Hay tres herramientas (1) el elipsoide de esfuerzos; 2)
los tres ejes principales de esfuerzo; y 3) el tensor de esfuerzos. El elipsoide de esfuerzos es la
envoltura que contiene las puntas y colas (para compresión y tensión, respectivamente) de los
vectores de esfuerzos asociados con el número infinito de planos que pasan por un punto. En
todos, excepto tres de esos planos, los vectores tienen componentes de esfuerzo de
cizalla. Como regla, habrá tres planos mutuamente perpendiculares en los cuales el
25
componente de cizalla es cero. El vector de esfuerzos actuando en cada uno de esos planos
es perpendicular al plano (figura 26). Esos tres planos son llamados los planos principales de
esfuerzo, y los vectores de esfuerzo asociados son los ejes principales de esfuerzo o
esfuerzos principales (por definición σ1≥σ2≥σ3). Como cualquier elipsoide, el elipsoide de
esfuerzos tiene tres ejes, y los esfuerzos principales yacen paralelos a esos ejes.

Para hacer cálculos matemáticos con esfuerzos se utiliza el tensor de esfuerzos.

Deformación y deformación interna


(deformation and strain)

La deformación de un cuerpo ocurre


en respuesta a fuerzas que se aplican
sobre él. Deformación y deformación
interna son términos relacionados que a
veces se utilizan como sinónimos, pero no
lo son. Deformación describe los
desplazamientos colectivos de los puntos
de un cuerpo; en otras palabras describe la
Figura 26. Modelo en donde se muestran los tres transformación completa de la geometría
esfuerzos principales σ1≥σ2≥σ3. Las caras del cubo inicial a final de un cuerpo. Este cambio
serían los planos principales de esfuerzo.
puede incluir traslación, rotación y
distorsión (Figura 27). La deformación
interna describe los cambios de los puntos de un cuerpo con respecto a los otros; así, describe
la distorsión de un cuerpo.

Figura 27. Componentes de la


deformación: a) Objeto sin deformar; b)
Deformación interna implica un cambio de
forma; c) Traslación (desplazamiento de un
cuerpo; d) rotación del objeto.

26
El componente hidrostático del esfuerzo total,
contribuye a la deformación cambiando el
área (o volumen, en tres dimensiones) de un
objeto. El cambio de área o volumen se
conoce como dilatación y puede ser positiva
(si el volumen se incrementa) o negativa (si
el volumen disminuye) (Figura 28).

Es relativamente difícil en la práctica


determinar los componentes traslacionales,
el spin (giro), y dilatacionales de la
deformación. Sólo en casos donde estamos
seguros de la posición inicial de un cuerpo,
Figura 28. Se conoce como dilatación al cambio de
se puede determinar las traslaciones y el
volumen, puede ser un cambio a un volumen menor y
se denomina dilatación negativa, o a un volumen spin, y sólo cuando se conoce el volumen
mayor, que se llama dilatación positiva. original de un cuerpo puede cuantificarse la
dilatación. Por otro lado, frecuentemente
sabemos la forma original de un cuerpo, así
que la cuantificación de la deformación interna es una actividad común de la geología
estructural.

Figura 29: Los estilolitos atestiguan un fenómeno de dilatación negativa causada por la disolución de rocas
calcáreas. Izq. Estilolitos en caliza; derecha: Mecanismo de formación por disolución asociada a una
presión σ1.

Deformación homogénea y heterogénea

La deformación es homogénea cuando cualquiera de dos porciones de un cuerpo que


fueron similares en forma y orientación antes de la deformación son similares en forma y
27
orientación después de la deformación. Se define la deformación homogénea por sus
consecuencias geométricas (figura 30):

1. Las líneas originalmente rectas permanecen rectas


2. Las líneas originalmente paralelas permanecen paralelas
3. Los círculos se vuelven elipses; las esferas, elipsoides

Cuando una o más de esas restricciones no se cumplen, se dice que la deformación es


heterogénea. La homogeneidad de la deformación es asunto de escala.

Figura 30. A) Superior: objeto sin deformación. Medio: objeto con deformación homogénea. Inferior: objeto con
deformación heterogénea; b) Deformación homogénea (arriba derecha) donde las líneas materiales permanecen
paralelas. Abajo: deformación heterogénea, las líneas materiales son distorsionadas sin paralelismo.

Figura 31: Los conceptos de deformación homogénea y heterogénea se


relacionan con la escala

Laminaciones y foliación a escala kilométrica (deformación


aproximadamente homogénea),

Foliación y laminaciones a escala métrica (deformación


aproximadamente heterogénea)

Foliación a escala centimétrica (deformación aproximadamente


homogénea)

Escala de sección delgada (deformación heterogénea)

Escala cristalina (deformación aproximadamente homogénea)

28
En un cuerpo bidimensional deformado homogéneamente habrá al menos dos líneas
materiales que no rotan en relación con la otra, significando que su ángulo permanece el mismo
antes y después de la deformación interna. Esas dos líneas materiales forman los ejes de una
elipse que es llamada la elipse de deformación. Sin embargo, las longitudes de esas dos
líneas materiales cambian. En tres dimensiones, la figura geométrica formada se conoce como
elipsoide de deformación (figura 32). Las líneas que son perpendiculares antes y después de
la deformación interna son llamadas ejes principales de deformación. Sus longitudes definen
la magnitud de la deformación y usaremos los símbolos X, Y y Z para especificarlas con la
convención de que X≥Y≥Z. Aunque similar, el elipsoide de esfuerzos no es igual que el
elipsoide de deformación (el eje mayor del elipsoide de esfuerzos corresponde al eje menor
del elipsoide de deformación y viceversa).

Trayectoria de deformación

La medida de la deformación que compara


las configuraciones inicial y final es llamada la
deformación finita, identificada por f, la cual es
independiente de los detalles de los pasos
seguidos hacia la configuración final. Cuando esos
pasos intermedios son determinados se llaman
deformación incremental, identificada por i. La
deformación finita es por lo tanto la suma de todas
las deformaciones incrementales.

Las deformaciones finitas de un cuadrado


son las mismas en a y b (Figura 33), debido a que
las formas inicial y final son idénticas. Pero los
pasos de deformación incremental son diferentes.
Se dice entonces que las trayectorias de
deformación son diferentes, pero la deformaciones
Figura 32: a) Elipsoide de esfuerzos. Es la
finitas son las mismas.
figura geométrica que envuelve los esfuerzos
aplicados en un punto. B) Elipsoide de
deformación está formado por líneas
materiales producidas al deformarse un objeto,
como se puede apreciar, la línea material más
corta corresponde a la dirección del esfuerzo
mayor σ1, y la línea material más larga,
corresponde a la dirección del esfuerzo menor
σ3.

29
Figura 33. Arriba: 1-2 deformación incremental. 3: deformación finita; Abajo: 1-2 deformación incremental en un
campo de esfuerzos de σ1 horizontal; afectado luego por un campo de esfuerzos con un σ2 vertical. El paso 4
inferior indica la deformación finita que es igual a la del paso 3 de arriba.

Deformación coaxial y no-coaxial

El componente que describe la rotación de líneas materiales con respecto a los ejes de
deformación principales es llamado vorticidad interna, el cual es una medida de la no-
coaxialidad. Si hay una vorticidad interna de cero, la historia de deformación es coaxial (Figura
34), y es llamada a veces cizalla pura.

Figura 34: La elipse de la derecha es producida por deformación coaxial, donde dos ejes del círculo original no
rotan. El resto de las líneas materiales (como las punteadas a la derecha) rotan durante la deformación. A esta
deformación también se le conoce como cizalla pura.

Deformación coaxial: Deformación en la cual los ejes de deformación incremental


permanecen paralelos a los ejes de deformación finita durante la deformación progresiva.
Deformación no-coaxial: Deformación en la cual los ejes de deformación incremental rotan
con relación a los ejes de deformación finita durante deformación progresiva.
30
Deformación heterogénea: Deformación en la dual dos porciones de un cuerpo similares en
forma y orientación antes de la deformación experimentan un cambio relativo de forma y
orientación.
Deformación homogénea: Deformación en la cual dos porciones de un cuerpo similares en
forma y orientación antes de la deformación permanecen similares en forma y orientación
después de la deformación.
Deformación incremental: Estado de deformación de un paso en una historia progresiva de
deformación
Deformación finita: Deformación que compara las configuraciones de deformación inicial y
final; a veces llamada deformación total.

La elipse de deformación coaxial

Una vez que la deformación ha cesado la elipse resultante se puede llamar total o de
deformación finita (Figura 35). Si se sobrepone un círculo unidad sobre dicha elipse se puede
observar que dos de los ejes son también diámetros del círculo. Esas líneas que tienen igual
longitud a la que tenían antes de la deformación se llaman líneas sin deformación longitudinal.
Todas las partes de la elipse que están dentro del círculo han experimentado un acortamiento
neto, y todas las que están fuera han experimentado un alargamiento. Ahora se puede dividir la
elipse en cuatro zonas. La zona 1a, incluye líneas que han sido alargadas, produce boudinage
en capas competentes. En las zonas 1b y 2 incluyen líneas que han experimentado
acortamiento seguido por alargamiento. Mientras todas las líneas en la zona 1b terminan
alargadas y todas en la zona 2 terminan acortadas. La zona 3 incluye líneas que han sido
acortadas produciendo pliegues con gran amplitud y longitudes de onda cortas.

Figura 35. Elipse de deformación


coaxial donde se ha sobrepuesto un
círculo original. Observe que hay líneas
cuya longitud se mantiene igual (línea
sin deformación longitudinal). La elipse
es dividida en sectores de acuerdo al
comportamiento de cada uno asociado
con la deformación.

31
Estructuras en capas
Zona Historia de deformación
competentes
1a Las líneas han sido sólo alargadas Boudinage
Las líneas han experimentado primero Remanentes de pliegues
1b acortamiento y luego alargamiento interrumpidos y charnelas de
pliegues aisladas
Líneas que experimentaron un Pliegues que se han desplegado y
2
acortamiento seguido por alargamiento boudinado
Las líneas han sido solo acortadas Pliegues con gran amplitud y
3
longitud de onda corta

La elipse de deformación no-coaxial

La deformación no-coaxial es aquella en


la cual los ejes de deformación incremental
rotan con relación a los ejes de deformación
finita durante deformación progresiva. La
deformación no-coaxial de la figura 37 describe
el caso en el que la distancia perpendicular al
plano de cizalla permanece constante; este tipo
particular es conocido como cizalla simple. El
caso más común es que ocurran cizalla simple
y cizalla pura juntas, lo cual se conoce como
cizalla general (Figura 38).

La elipse de deformación no-coaxial puede


dividirse en cuatro zonas basadas en el
carácter de las líneas (Figura 39) y
Figura 36. Pliegue desarrollado por
deformación coaxial mostrando corresponden a aquellas de la elipse coaxial.
estructuras en cada zona. El eje de Note sin embargo, el arreglo asimétrico de las
deformación principal máxima es zonas en la elipse no-coaxial. Debido a que las
vertical. De Ramsay (1967). líneas que son paralelas a la dirección de
cizalla son líneas sin deformación total o incremental longitudinal, las zonas 1b y 2 ocurren sólo
en un lado de la zona 1a de la elipse no-coaxial. Este fenómeno es útil al intentar determinar si
ha habido o no rotación en el desarrollo de ciertas estructuras.

32
Figura 37. Trayectoria de deformación no-coaxial. Los ejes principales de deformación cambian de un
incremento a otro (1-2-3). Este tipo particular de cizalla no-coaxial, en donde el espesor perpendicular al
plano de cizallamiento (horizontal) se mantiene igual se conoce como cizalla simple.

Figura 38. Dos ejemplos de cizalla general, donde hay


aplastamiento (cizalla pura) y cizallamiento (cizalla simple).

Figura 39. Elipse de deformación no-coaxial, mostrando cuatro zonas. Note el arreglo asimétrico de las
zonas comparado con aquellas de la elipse coaxial. Según Ramsay (1967).

33
Medición de la deformación finita

La determinación de la deformación interna es una acción común que se realiza por los
geólogos estructurales para revelar la historia geológica de un área.

¿Qué se mide realmente en el análisis de la deformación interna?


El análisis de la deformación interna intenta cuantificar la magnitud y/o la orientación del
elipsoide de la deformación en rocas y regiones. En su forma más completa, el análisis de la
deformación da las longitudes y orientaciones de los tres ejes principales de deformación. Más
comúnmente se obtienen las relaciones de deformación (X/Y, Y/Z, y X/Z), debido a que no se
conocen las dimensiones absolutas del estado original.

Existen dos preguntas principales a plantearse: la primera es ¿cuán completa es nuestra


medida?, esta pregunta implica que la medición de la deformación en un lugar puede
representar sólo parte de la deformación total de la roca o de la región. La segunda pregunta
es: ¿cuán representativo es nuestro análisis? Esta pregunta surge debido a que cuando se
mide la deformación se mide sólo en determinada roca u objeto, por ejemplo: un clasto de
conglomerado puede deformarse diferente a su matriz. Así, no es seguro extrapolar la medición
de la deformación de los clastos a la matriz, y de una roca a otra, y así hasta llegar a una
unidad.

Cuando colocamos una canica en un cubo de arcilla, y lo sometemos a una carga el bloque se
deforma en una caja rectangular (figura 40). Después de cortarla se observa que la canica
permanece sin distorsión. Si se usa la canica como base para el análisis de la deformación
resultará que la deformación es 0% (o X/Y=1), pero si se mira la arcilla claramente se verá que
hay una deformación, si se determina el valor de X/Y para la arcilla dará 1.8. Si se realiza un
segundo experimento sustituyendo la canica por un fluido el resultado será muy diferente. Al
presionar el cubo se deformarán tanto la arcilla como el fluido, éste último tomará la forma de
un elipsoide. Al analizar la deformación, la burbuja indicará una deformación mayor que la
arcilla. Estos resultados diferentes simplemente reflejan la respuesta de los materiales con
resistencias diferentes. La arcilla es menos resistente que la canica, pero la burbuja de fluido es
más débil que la arcilla. Así se pueden identificar dos tipos de marcadores de la deformación:
marcadores pasivos y activos.

34
Figura 40. Ejemplo de deformación con marcadores de diferente comportamiento que la encajonante. A)
Canica en arcilla; B) fluido (gel) en arcilla. Cuando se aplasta la caja con la canica se deforma la matriz
pero no la canica, un ejemplo natural sería un granate en un esquisto. Cuando se aplasta la caja con el
fluido, éste se aplana más que lo que corresponde a la arcilla, si tuviera la consistencia de la arcilla se
deformaría en forma de elipse como la punteada.

Los marcadores pasivos son elementos en el cuerpo que no tienen contraste


mecánico: se deforman igual que el cuerpo en su totalidad. Por ejemplo: un círculo dibujado en
el cubo de arcilla constituiría un marcador pasivo. Dichos marcadores son raros en la
naturaleza pero las inclusiones de la misma composición que la matriz, se acercan a esta
condición, por ejemplo, granos de cuarzo en una cuarcita u oolitos en un carbonato. En el caso
de marcadores pasivos, decimos que el cuerpo se comporta como un sistema homogéneo para
la deformación interna. Los marcadores activos de deformación tienen un contraste mecánico
con su matriz y se pueden comportar de manera muy diferente (Figura 40). Ejemplos son la
canica y el fluido mencionados, también pueden ser clastos en un conglomerado, granate en un
esquisto de mica. Ellos representan un sistema heterogéneo para la deformación.

Deformación de objetos originalmente esféricos

Ya que la deformación interna homogénea es definida como el cambio de forma de una esfera
a un elipsoide, los objetos esféricos son perfectos para el análisis de la deformación. El ejemplo
clásico utiliza oolitos, los cuales se vuelven elipsoidales cuando se incrementa la deformación.
Otros ejemplos son vesículas u amígdulas en basaltos. Sin embargo, debe considerarse que
las condiciones de depósito pueden afectar esos marcadores: el flujo de lava puede aplastar las
amígdulas y la compactación puede cambiar la forma de los puntos de reducción (esférulas en
lutitas debidas a cambios químicos).

35
El análisis de la deformación en objetos que fueron cercanamente esféricos se basa en
determinar las direcciones de X (máximo alargamiento), Y y Z (mínimo alargamiento o
acortamiento) y realizar cortes en la muestra paralelos a esos ejes. Entonces se mide en los
objetos las magnitudes de X, Y y Z. Con estos valores se obtienen las relaciones X/Y, Y/Z y
X/Z.

Por ejemplo: al medir las relaciones X/Y = 2; Y/Z = 1.2 y X/Z = 2.4 y asumiendo que el volumen
es constante:
La relación X/Y/Z = 2.4/1.2/1 y  + 1 = X·Y·Z = 1
Entonces
X = 2Y y Z = Y/1.2
Así
2Y∙Y∙(Y/1.2) = 1.7 Y3 = 1
Así
Y = 0.8 y X/Y/Z = 1.7/0.8/0.7

Deformación de objetos originalmente no esféricos

Cuando se tienen cuerpos que originalmente no eran esferas sino elipsoides, por ejemplo, los
clastos en un conglomerado, no se puede determinar el elipsoide de deformación sólo midiendo
las formas deformadas, sin saber la forma original de los objetos. Para resolver esto, se utilizan
principalmente dos métodos: el método de Fry y el de Rf/ que se explicarán más adelante.

Diagrama de Flinn

Uno de los medios más útiles para mostrar la deformación finita de volumen constante es el
Diagrama de Flinn (Flinn, 1962), quién asumió que los objetos elipsoidales fueron originalmente
esféricos. El diagrama de Flinn para el esfuerzo grafica la relación del estiramiento máximo
sobre el estiramiento intermedio en el eje vertical (a) y la relación del estiramiento intermedio
sobre el estiramiento mínimo en el eje horizontal (b).

A = X/Y = (1 + e1)/(1 + e2) recordar que e = (l – lo) / lo

B= Y/Z = (1 + e2) / (1 + e3)

La forma del elipsoide de deformación queda representada por el parámetro k:

K=(a – 1)/(b – 1)

El valor de k corresponde al talud de la línea que pasa por el origen. Una esfera se ubica en el
origen, representando a = b = 1 o X=Y=Z =1. Las formas elipsoidales son crecientemente
aplanadas por los polos para valores de k cercanos a 0, y crecientemente alargadas por los
polos para valores de k que se acercan a ∞. Si k = 0 la deformación es universalmente oblada
(a=X/Y = 1), y si k = ∞, la deformación es uniaxialmente alargada por los polos (b = Y/Z =1). El
36
valor k =1 representan el caso especial para el cual a es igual a b, el cual es llamado
deformación plana (X≥Y=1≥Z). La línea de k = 1 separa los campos de la constricción del
campo del aplastamiento en diagrama de Flinn.

Figura 41. A)
Diagrama de Flinn donde se grafican las relaciones X/Y contra Y/Z. b) Diagrama de Ramsay
donde se grafican los lograritmos de esas relaciones. Los parámetros k (de la izquierda) y K
(derecha) describen la forma del elipsoide de deformación. Note que el cambio de volumen
produce un desplazamiento paralelo de la línea k=1 o K=1.

Técnicas para medir la deformación

El método de Wellman

Este método constituye una técnica geométrica simple para determinar la orientación y forma
del elipsoide de deformación. Se basa en la distorsión angular de líneas de referencia que
originalmente se alineaban a 90° en el objeto. La técnica requiere al menos diez objetos
marcadores de la deformación y que todos estén arreglados al azar en el mismo plano. Para
este método los marcadores más útiles son braquiópodos o trilobites yaciendo en un plano de
estratificación. Una desventaja de este método es precisamente la dificultad de encontrar 10
fósiles deformados en el mismo plano.

1. Se numeran los objetos y se trazan líneas en las charnelas (de braquiópodos) y la línea
que era perpendicular a ellas (y ahora no lo es).
2. Se traza una línea arbitraria de referencia AB de al menos 10 cm.
3. Se traza un par de líneas paralelas a las líneas de charnela y de simetría de cada objeto
que pasen por A y B respectivamente. Se pone un punto en la intersección de dichas
líneas. Si los fósiles son deformados paralelos al plano, se crea un rectángulo.
4. Se repite el procedimiento para cada objeto en el plano.
37
5. Se unen las esquinas de los paralelogramos las cuales delinean una elipse. Las
longitudes de los ejes de la elipse indican la magnitud de la deformación en al plano de
estratificación.

Figura 42. Aplicación del método de Wellman para determinar la orientación y magnitud de la elipse de
deformación.

Método de los cambios angulares

Otro método que se basa en la distorsión de objetos conocidos es el de cambios angulares.


Este método es independiente del tamaño de los objetos o de que sean de diferente tipo (por
ejemplo, diferentes fósiles) ya que toma en cuenta sólo los cambios angulares en esos objetos.

1.- Se traza una línea de referencia arbitraria

38
2.- En el plano de visión (generalmente el plano de estratificación) se mide la cizalla angular ,
para cada objeto.

3.- Se determina el ángulo con respecto a la línea de referencia (ángulo α, entre la charnela y
la línea de referencia).

4.- Se grafican los puntos en un diagrama de  (ordenadas) contra α en las abscisas (figura
43). Se traza la línea que pasa más cercanamente por los puntos indicados.

5.- Donde la curva intercepta el eje α (abscisas) son las orientaciones de los ejes principales de
deformación en superficie, debido a que los ejes principales son definidos como las líneas que
son perpendiculares antes y después de la deformación.

6.- Se calcula la relación de la deformación mediante la siguiente fórmula

Y/X = tan ’max ’max es el ángulo entre la posición del eje principal y la máxima cizalla
angular  sobre el eje α.

Por definición, los fósiles que no muestran una cizalla angular deben tener elementos de
simetría que coinciden con las orientaciones de los ejes principales de deformación.

Figura 43. La deformación interna es determinada de un conjunto de braquiópodos en a) construyendo un gráfico


que correlacione la cizalla angular  con la orientación (b). De este gráfico puede determinarse la orientación de
los ejes principales y la razón de la deformación.

39
Determinación de esfuerzo finito de marcadores originalmente elípticos

Los objetos con una forma elíptica presentan un problema para determinar la
deformación finita. Hay tres variables involucradas: la elipticidad original, la orientación inicial y
la orientación y magnitud de los ejes de deformación principales. Pueden utilizarse guijarros,
oolitos, granos de arena y otros marcadores elípticos que pudieron estar orientados al azar en
su depósito. Si es así, la forma inicial promedio puede considerarse una esfera, y la elipticidad
original es menos importante.

Método de Rf/

Este método fue propuesto por Ramsay (1967) y resumido por Ramsay y Huber (1983) y
por Lisle (1975).

Este método considera que la forma de la elipse de deformación final (Rf) está determinada por
la forma original (Ri), la elipse de deformación (Rs) y la orientación de dicha elipse (Figura 44).
El ángulo entre el eje mayor de la elipse original y el eje mayor de la elipse final es llamado .
Este ángulo cambiará a ’ que es más cercano al eje largo de la elipse de deformación. Las
únicas elipses en donde  no cambia son las que estaban orientadas perpendicular y
paralelamente al eje máximo de deformación.

Método

1. Se revisa el afloramiento tratando de encontrar un plano paralelo a XY (es decir, que


contenga el alargamiento máximo y al intermedio).
2. De cada objeto elíptico se miden los ejes largos X y cortos Y, y la orientación del eje
largo con respecto a una línea de referencia. Por conveniencia se asume que la sección
es paralela al plano XY, pero esto no es un prerrequisito del método.
3. El valor de Rf (abscisas) se obtiene mediante la fórmula ln X/Y.
4. Se realiza un gráfico de Rf contra  el cual producirá un conjunto disperso de puntos
(Figura 45).
5. El valor de Rs se representa por Rf en la parte más densa del conjunto.
6. Existen conjuntos de curvas estándar para estimar Rs y Ri.

40
Figura 44. Relaciones entre la elipticidad original (Ri) y la orientación original () con la elipticidad final (Rf)
y la orientación final (´) en un conjunto de marcadores elípticos. A) Estado no deformado Rs=1.0 con una
elipticidad original de 2.0. b y c) Clastos deformados, con un aplastamiento vertical Rs = 1.5 y Rs = 3.0. F
es la fluctuación. Cada punto de la gráfica corresponde a un guijarro (de Ramsay y Huber, 1983).

41
Figura 45. Utilización del Método de Rf/. Izquierda se mide la longitud y anchura de objetos elípticos, así como el
ángulo  respecto a una dirección de referencia. Derecha: Se calcula Rf dividiendo la longitud entre la anchura y se
grafica con respecto al ángulo .

Método de centro a centro (Método de Fry, 1979).

Este método se basa en el hecho de que las distancias entre los centros de objetos se
relacionan simétricamente con la orientación del elipsoide de deformación finita. En otras
palabras, donde ocurre contracción los centros se acercan y donde ocurre extensión los centros
se alejan. Midiendo las distancias de los centros, como una función de una orientación de
referencia arbitraria, la distancia máxima ocurrirá paralela a X y la distancia mínima paralela a
Z.

El método
1. Marca el centro de cada objeto en una hoja de papel (hoja de centros)
2. Copia los puntos en una segunda hoja y escoge un punto de referencia central (hoja de
referencia).
3. Coloca la hoja de referencia encima de la hoja de centros.
4. Alinea el punto de referencia con otro punto en la hoja de centros.
5. Traza todos los puntos de la hoja de centros en la hoja de referencia. Se deberían
mostrar en diferentes ubicaciones puesto que moviste la hoja de referencia.
6. Repite el proceso con el punto de referencia alineado alrededor de todos los demás
puntos.
7. Si todo ocurre como lo planeado se debería ver claramente la elipse de deformación
alrededor del punto de referencia, el cual se mostrará como un área elíptica sin puntos o
un área elíptica con puntos concentrados.

42
8. Dibuja tu interpretación de la elipse de deformación, su tamaño y orientación.

Figura. Ejemplo para la utilización del método de Fry para estimar la deformación interna. Se marcan los centros
de cada objeto deformado. Se trasladan los centros a otra hoja. Dicha hoja se va moviendo colocando cada centro
en un centro de referencia y se marcan todos los otros centros, al final queda una elipse que permite establecer la
magnitud y dirección del elipsoide de deformación.

Fuerzas
Método rápido y fácil
Puede usarse con granos de arena en areniscas, oolitos en calizas y guijarros en un
conglomerado.

Debilidades
Requiere muchos puntos (al menos 25 para medidas más precisas)
Los estimados de elipticidad pueden ser extremadamente subjetivos y por lo tanto inseguros.
No puede utilizarse si las partículas a medir han tenido alguna dirección axial preferente antes
de la deformación.

Método para la fábrica de rocas deformadas

1) Trace los límites de granos de una fotografía.


2) Escoja un punto central C cercano al centro del dibujo y trace una línea de referencia X que
pase a través de C (Figura ).
3) Dibuje líneas (1,2, 3, 4…. ) de longitud igual (5 a 10 veces el largo del tamaño promedio de
los granos) y en un espaciamiento angular regular con respecto a la línea de referencia (se
sugiere un espaciamiento de 20° para mejores resultados).
4) Cuente el número de granos atravesados por las líneas de diferentes orientaciones pasando
a través de C. Las líneas 1,2,3,4,5 representan 20°, 40°, 60°, 80°, 100°, respectivamente. Si el
fin de la línea, abarca medio grano o más puede tomarse como un grano entero, o estimar la
fracción de grano para mayor precisión.

43
5) Ya que se conoce la longitud de la línea (L), la longitud promedio de los granos (l) se obtiene
dividiendo L por el número de granos a lo largo de cada línea particular pasando por el punto C.
La longitud promedio (l) del grano se grafica contra la orientación de la línea. En la gráfica, las
longitudes máximas y mínimas representan las orientaciones de los ejes de deformación
máxima y mínima y la relación entre ellas representa la relación de deformación (X/Y).

Figura . Método de anchura de granos. A) Muestra las líneas donde se medirán cuantos granos ocurren, en este
caso las líneas están separadas 20°. B) Gráfico de promedios de longitudes de granos, las longitudes mayores
indican X y las menores Y, abajo quedan indicadas sus respectivos ángulos.

44
CAPÍTULO IV. DEFORMACIÓN FRÁGIL

La deformación frágil es el cambio permanente que ocurre en los sólidos debido al


crecimiento de fracturas y/o al deslizamiento una vez que dichas fracturas se formaron. Por

45
definición, una fractura es cualquier superficie de discontinuidad, es decir, una superficie a lo
largo de la cual el material ya no está unido.

Si una fractura se llena de minerales precipitados de una solución acuosa se le llama


vena, y si se llena por rocas (ígneas o sedimentarias) se le llama dique. Una junta es una
fractura natural en la cual no hay un desplazamiento medible. Debido a la carencia de cizalla en
las juntas también se les puede llamar fracturas ténsiles. Fracturas de cizalla son fracturas
que han experimentado desplazamiento. En un sentido amplio, una falla es una superficie o
zona en la cual se ha producido un desplazamiento medible. En un sentido más limitado,
algunos geólogos restringen el uso del término falla a una superficie de fractura en la cual ha
habido deslizamiento. Cuando se utiliza este sentido más restringido se aplica el término zona
de falla para referirse a una banda de cierta anchura a través de la cual se ha repartido el
desplazamiento en muchas fallas pequeñas o en una zona de roca bordeando la falla que ha
sido fracturada durante el fallamiento.
El término zona de cizalla se aplica a una banda de cierta anchura en la cual ha
ocurrido deformación de cizalla dúctil. Otros autores como Passchier y Trouw (1995) definen
una zona de cizalla como una zona de deformación intensa que acomoda el movimiento de dos
bloques relativamente rígidos.
Independientemente de su tipo, las fracturas no se extienden indefinidamente en todas
direcciones. Algunas fracturas interceptan la superficie de un cuerpo de roca, mientras otras
terminan en el cuerpo. La línea que representa la intersección de la superficie de una roca es la
traza de la fractura, y la zona que separa la región de la roca que se ha fracturado de la que no
lo está, se llama frente de fractura. En tres dimensiones, algunas fracturas tienen superficies
irregulares mientras otras tienen geometrías que parecen monedas o espadas.

Fracturas y Juntas

Se han identificado tres tipos de fracturas, cada uno formado por un movimiento
diferente. Las fracturas de modo 1 se forman por la apertura de la fractura; las de modo II se
forman por deslizamiento, y las de modo III por un movimiento cortante. Las de los modos II y III
son llamadas fracturas de cizalla. Una misma fractura puede mostrar varios modos a la vez.

46
Figura . Tres modos de formación de fracturas. Modo I: apertura; Modo II: deslizamiento; modo
III – cortante.

Cuando las fracturas de cizalla empiezan a crecer se curvan de manera inmediata en la


orientación de las fracturas ténsiles o de modo I, lo que significa que las fracturas de cizalla no
crecen en su plano. La propagación de fracturas de cizalla genera nuevas fracturas ténsiles
(figura ) motivo por el cual, las fracturas de cizalla no pueden crecer.

Figura. Propagación de una fractura de cizalla y la formación de fracturas con alas. A) En los extremos de una
fractura de cizalla se generan esfuerzos de tensión. B) En las zonas de esfuerzo de tensión se abren fracturas de
Modo 1.

Morfología superficial de las fracturas

Cuando se mira la superficie de una junta se puede descubrir que no es perfectamente suave,
sino que muestra rugosidades sutiles que parecen la impresión de una pluma. Este patrón es

47
llamado estructura plumosa. Una estructura plumosa se dispersa hacia afuera desde un
origen, el cual representa el punto donde empezó a crecer. A los bordes concéntricos de
algunas juntas se les llama líneas de detención, representan rupturas en el crecimiento de la
junta.

El estudio de las fracturas es útil en la ciencia pura y aplicada. Se utiliza por ejemplo para
asegurar la seguridad de obras civiles como presas, puentes y plantas de energía, la cual
podría ser comprometida por deslizamiento de las fracturas ante las cargas impuestas por las
obras. Se utiliza para explicar la naturaleza de la deformación frágil y las relaciones de las
fracturas con fallas y pliegues. En el caso de los yacimientos, se conoce desde hace mucho
tiempo que las fracturas funcionan como conductos para la movilización de los fluidos
mineralizantes. La porosidad y el fracturamiento producido por las juntas son importantes para
el aporte de agua de muchas áreas donde hay acuíferos encajonados en rocas. También la
orientación de las juntas en cortes de caminos afectan en gran medida la estabilidad y por ende
el mantenimiento de dichos cortes.

Las juntas pueden ser sistemáticas o no-sistemáticas. Las sistemáticas tienen una
orientación paralela y una separación regular. Las juntas que comparten una orientación similar
en la misma área se conocen como conjunto de fracturas. Dos o más conjuntos de fracturas
constituyen un sistema de juntas.

Si dos conjuntos son perpendiculares se le conoce como sistema ortogonal. Si dos sistemas
se interceptan en un ángulo significativamente menor a 90° se le llama sistema conjugado.
Cuando un conjunto está formado por fracturas largas paralelas y el otro por fracturas cortas
que terminan en las juntas largas, a las juntas largas se les conoce como juntas maestras y a
las cortas como juntas cruzadas.

En ciertas regiones plegadas pueden ocurrir conjuntos de fracturas que tienen comúnmente
una relación espacial con los pliegues, así pueden distinguirse las juntas paralelas al rumbo y
las juntas transversales al rumbo.

En las zonas internas de los cinturones montañosos, donde las rocas han sido deformadas y
metamorfoseadas intensamente, los afloramientos pueden contener tantas juntas que es difícil
reconocer los sistemas de juntas, o estos pueden no existir. En tales regiones, las juntas
formadas antes del metamorfismo y deformación pueden haber sido parcialmente borradas. Las
rocas en tales regiones son tan heterogéneas que el campo de esfuerzos varía localmente, y
así las juntas ocurren en un amplio rango de orientaciones. Sin embargo, en algunos casos, las
juntas más jóvenes, que se forman durante el levantamiento o asociadas a campos de
esfuerzos recientes, pueden formar conjuntos distintivos.

Las rocas intrusivas y metamórficas sin una esquistosidad fuerte, contienen comúnmente un
conjunto de juntas que son cercanamente paralelas a la superficie del suelo, y cuyo
48
espaciamiento disminuye progresivamente hacia adentro. Tales juntas son llamadas juntas
laminares o de exfoliación. Si la superficie no es plana, las juntas de exfoliación se curvan y
siguen la cara de la montaña, dando a la montaña la apariencia de una cebolla parcialmente
pelada.

Intrusiones someras de rocas ígneas (diques y sills) y flujos de lava muestran un fracturamiento
columnar o juntas columnares, las cuales tienen una forma más o menos hexagonal en sección.
En el caso de intrusiones laminares los ejes largos son perpendiculares a los límites de las
láminas (horizontales en diques, verticales en sills).

Cuando sea factible se puede establecer el espaciamiento de juntas como la distancia


promedio entre un conjunto de juntas medidas perpendicularmente a la superficie de las juntas.
A veces se utilizan términos ambiguos como “espaciamiento cerrado” o “espaciamiento amplio”.
Siempre que sea posible es mejor especificar un espaciamiento (ej. Espaciamiento promedio =
5 cm). Cada roca se comporta de diferente manera al someterla a un esfuerzo, esto debido a su
dureza y resistencia a la tensión, por ello las distintas rocas desarrollarán diferentes
espaciamientos entre fracturas.

Estudios de juntas en el campo

¿Porqué estudiar juntas en el campo? Quizás la razón más común es para estudios de
ingeniería o hidrológicos. Las fracturas afectan la resistencia de los cimientos, las operaciones
de cantera, excavaciones, flujo de agua subterránea, y la estabilidad de taludes. El estudio de
juntas también tiene aplicaciones a asuntos más académicos. Por ejemplo, los geólogos que se
interesan en tectónica estudian las juntas para ver si proveen información acerca de campos de
esfuerzos antiguos (paleoesfuerzos). Los geomorfólogos estudian las juntas para ver su
influencia en el drenaje o en la orientación de escarpes.

¿Qué observar y qué datos obtener?

1. Las juntas son sistemáticas o no-sistemáticas. Podemos definir distintos conjuntos y/o
juntas transversales regularmente orientadas en un afloramiento, o el afloramiento
contiene juntas irregulares y orientadas al azar? Si hay juntas no-sistemáticas, ellas
¿están localizadas o son penetrativas?
Formular hipótesis acerca de la formación de las juntas requiere considerar si las juntas
son sistemáticas o no. Las juntas sistemáticas reflejan comúnmente trayectorias de
esfuerzo tectónico regional en el tiempo del fracturamiento. Mientras que las juntas no-
sistemáticas reflejan heterogeneidades locales en el campo de esfuerzos. Mientras que
las juntas no-sistemáticas pueden ser importantes para determinar la resistencia y
permeabilidad, no aportan información acerca de la orientación del campo de
paleoesfeurzos.

49
2. Si hay conjuntos de juntas ¿Cuál es su orientación?. Si hay más de un conjunto, ¿Hay
una relación angular consistente entre ellos? La información de la orientación y
distribución de conjuntos y sistemas de juntas es crítica para los análisis ingenieriles e
hidrológicos. Por ejemplo, juntas que corren paralelas a un corte de camino propuesto,
crearán un peligro mayor de caída de rocas que si las juntas fueran perpendiculares al
corte.
3. ¿Cuál es la naturaleza de las relaciones de corte entre juntas de distintos conjuntos, y
cuál es la geometría de las intersecciones entre las juntas? ¿las juntas se cortan sin
interactuar? ¿se curvan y crean intersecciones J, o se curvan hacia el paralelismo con
otro conjunto? El conocimiento de las relaciones de corte nos permite determinar si un
conjunto de juntas es más antiguo o más joven que el otro, una determinación que es
crítica para las interpretaciones tectónicas usando juntas.
4. ¿Cuál es la morfología superficial de las juntas? ¿Hay una estructura plumosa visible en
las superficies de las juntas, y si es así, qué tipos de plumas existen (ondulosa o recta)?
La presencia de una estructura plumosa es considerada como evidencia de un modo I
(tensional) de fractura, y la geometría de la junta proporciona evidencia de cómo se
propagó la fractura (ej. en un solo pulso o varios pulsos). Si una junta contiene
numerosos orígenes, probablemente se originó en diferentes tiempos a lo largo de su
longitud. ¿Hay otras estructuras sobrepuestas en la superficie de la junta (por ejemplo
lineaciones de deslizamiento)?. Si las juntas muestran esas estructuras indican una
deformación posterior a la formación de las juntas.
5. ¿Cuáles son las dimensiones de las juntas? ¿tienen longitudes de centímetros o cientos
de metros? El efecto que el fracturamiento tiene sobre la resistencia y permeabilidad de
la roca está muy afectado por las dimensiones de las juntas. La presencia de grandes
juntas que son paralelas a un escarpe contribuye al peligro de un colapso del escarpe
más que juntas pequeñas y no-sistemáticas.
6. ¿Cuál es el espaciamiento y densidad de las juntas en el afloramiento? Por
espaciamiento de las juntas queremos decir la distancia promedio entre las juntas.
Información del espaciamiento permite considerar la resistencia mecánica de las capas
de roca y su permeabilidad de fractura. Por densidad, queremos decir, en dos
dimensiones, ¿Cuál es la longitud de las trazas por unidad de área del afloramiento?, o
en tres dimensiones, ¿Cuál es el área de las juntas por unidad de volumen? La
información de la densidad, ayuda a definir la porosidad y permeabilidad asociadas a
juntas de un cuerpo de roca.
7. ¿Cómo afecta la litología la distribución de las juntas? En rocas sedimentarias, ¿las
juntas cortan a través de una sola capa o a través de muchas capas, o a través de todo
un afloramiento y más allá? ¿En qué forma afecta la composición de las capas el
espaciamiento? En las rocas ígneas y sus zonas de contacto ¿El espaciamiento de las
juntas en la roca ígnea y en la roca encajonante está controlado por la proximidad de las
juntas al contacto? Esta información puede ayudar a determinar variaciones en
permeabilidad asociadas a la posición en una secuencia estratigráfica. Información de

50
las relaciones entre junta y litología puede ayudar a visualizar la causa de la formación
de juntas.
8. ¿Están las juntas conectadas o están aisladas? La conectividad de las juntas es crítica
para determinar si pueden proveer una red permeable a través de la cual puedan circular
los fluidos (por ejemplo, agua contaminada o petróleo).
9. ¿Cómo se relacionan las juntas a otras estructuras? ¿son las juntas paralelas a
foliaciones tectónicas? ¿Están las juntas relacionadas a pliegues? ¿Están las juntas
afectadas por pliegues o cortan a través de ellos? ¿Hay relación entre la orientación de
las juntas y esfuerzos contemporáneos medidos? ¿El espaciamiento o estilo de las
fracturas se relaciona con fallas? Información de la relación de juntas a otras estructuras
permite visualizar las condiciones tectónicas en que se formaron las juntas y en el tiempo
de formación de las juntas con respecto a la formación de otras estructuras en la región.
Trabajo de campo

Hay dos maneras de emprender un estudio de campo de la orientación, espaciamiento e


intensidad de las juntas. En el método de inventario, se define una región representativa y se
miden todas las juntas que ocurren en esa región. Por ejemplo, se dibuja un círculo o cuadrado
y se miden todas las juntas dentro de él, o se puede dibujar una línea a través del afloramiento
y medir todas las juntas que cruzan la línea. El método del inventario se usa para saber la
densidad de fracturas en un cuerpo de roca, o aportar datos para análisis estadístico.
Procedimientos matemáticos permiten determinar la densidad de las juntas si se obtienen
medidas en dos superficies. El método del inventario se puede usar para juntas sistemáticas o
no-sistemáticas.

El método del inventario permite determinar orientaciones dominantes utilizando métodos


estadísticos.

El otro método se denomina método de selección. En este método se visualiza el afloramiento


y se decide de manera subjetiva los conjuntos dominantes. Entonces se miden algunas juntas
representativas de cada conjunto y se especifica el espaciamiento entre las juntas de un
conjunto. Esta técnica no permite determinar la densidad de fracturas ni el uso de métodos
estadísticos, pero sí permite definir los sistemas de fractura de una región. El riesgo de este
método es que el observador puede registrar lo que quiere ver no lo que efectivamente existe
en la región.

Los datos de las juntas pueden registrarse de muchas formas diferentes. Una manera es
dibujarlas con su echado en un mapa. También se pueden dibujar las trayectorias de las
juntas, las cuales son líneas que representan las orientaciones de las juntas, pero no son
necesariamente trazas de fallas de juntas individuales. Los diagramas estadísticos que
muestran actitudes de muchas juntas diferentes dentro de una región pueden ayudar a
identificar las orientaciones dominantes de las juntas en una región. Si las juntas son verticales
se pueden graficar en un diagrama de frecuencias. Si tienen inclinaciones es mejor graficarlas
51
en un estereograma. En los diagramas de roseta se pueden representar los rumbos de las
juntas. Estos diagramas son mejores que los de frecuencia para dar una visualización de los
rumbos de juntas predominantes.

Figura . Maneras de representar un mapa de juntas. A) Mapa de trayectoria de juntas; b)


Diagrama de frecuencias; c) Diagrama de roseta. Los tres diagramas no representan los
mismos conjuntos de datos.

Origen e interpretación de las juntas.

Diferentes juntas en el mismo afloramiento pudieron haberse formado en diferentes tiempos y


por distintas razones. Una vez que se forma una junta no se sella y desaparece a menos que la
roca sea metamorfoseada o deformada penetrativamente. Además, variaciones locales en el
campo de esfuerzos, los cuales son una característica natural de rocas heterogéneas, pueden
causar que las juntas se formen con diferentes orientaciones al mismo tiempo, teniendo
diferentes orientaciones en distintas localidades. Debido a lo anterior la interpretación de las
juntas continúa siendo un reto para los geólogos.

Juntas relacionadas con levantamiento y erosión

La presión litoestática debida al peso de las rocas sobreyacientes comprime las rocas a
profundidad. Además, las rocas son más calientes a profundidad que cerca de la superficie.
Levantamiento regional subsecuente produce erosión y el afloramiento de rocas enterradas.
Cuando las rocas enterradas a profundidad son levantadas se enfrían y contraen. La roca
puede encogerse en dirección vertical sin dificultad debido a que la superficie de la tierra es una
superficie libre. Pero debido a que la roca está embebida en la tierra, no es libre de encogerse
elásticamente en la dirección horizontal tanto como si no estuviera confinada, así que se
desarrolla un esfuerzo tensional. Además cuando la cobertura disminuye la roca se expande
52
(muy ligeramente) en la dirección vertical. Por lo tanto, se contrae en la dirección horizontal. Si
los esfuerzos tensionales creados por esos factores sobrepasan los esfuerzos compresivos
debidos al enterramiento y exceden la resistencia tensional de la roca, causarán que la roca se
fracture y forme juntas. Las juntas formadas por este proceso tienden a ser verticales debido a
que se generan por un σ3 horizontal.

El levantamiento y la erosión son causas particularmente importantes de formación de juntas en


cuencas sedimentarias de interiores continentales, las cuales están sujetas a movimientos
epeirogénicos y en orógenos que son levantados mucho después de que el tectonismo
colisional o convergente ha cesado (movimientos epeirogénicos=movimientos verticales de
equilibrio de bloques rocosos)

Formación de juntas laminadas

El levantamiento y exhumación de rocas puede producir juntas laminadas dentro de algunos


cientos de metros de la superficie de la tierra. Las juntas laminadas son generalmente
subparalelas a las superficies topográficas, y son más prominentes en rocas que no contienen
estratificación o esquistosidad, particularmente en rocas graníticas.

El origen de estas juntas es controversial, pero parece que este tipo de juntas se forma donde
el esfuerzo horizontal es significativamente mayor que la carga vertical, haciendo que las
fracturas se propaguen de manera horizontal (paralelas a la superficie). Los esfuerzos que
causan este fenómeno pueden ser residuales o tectónicos.

Fracturamiento hidráulico

A profundidad los tres esfuerzos principales son compresivos. Sin embargo, las juntas se
forman ahí y tienen estructura plumosa indicando que se forman por esfuerzos de tensión.
¿Cómo se pueden formar juntas tensionales si los tres esfuerzos son compresivos? Esto se
debe a la presión de fluidos. La presión de los fluidos que llenan una fractura empuja hacia
afuera y causa que se creen esfuerzos de tensión en la punta de la fractura. Eventualmente
dicha presión será mayor que la presión de uno de los esfuerzos compresivos y la fractura se
propagará. A este proceso se le llama fracturamiento hidráulico. Una vez que la fractura se
propaga, el volumen de espacio abierto aumenta de tal modo que la presión del fluido
disminuye. Como consecuencia, la fractura detiene su crecimiento hasta que se incrementa de
nuevo la presión del fluido. Así, las superficies de fracturas creadas por fracturamiento
hidráulico tienden a tener muchas líneas de detención.

Juntas relacionadas con deformación regional

Durante la deformación regional se pueden formar juntas por varias razones. El esfuerzo
principal σ1, puede producir juntas paralelas a él asociadas con el desarrollo de estructuras
53
tectónicas como pliegues. Los minerales que rellenan las fracturas también pueden indicar
temperaturas y presiones que se encuentran a varios kilómetros de profundidad, de tal modo
que no son resultado de fracturamiento reciente cercano a la superficie. El origen de tales
fracturas puede asociarse al incremento de la presión de fluidos dentro de capas confinadas de
roca debido al incremento de la cobertura resultante de cabalgamientos, o por el depósito de
sedimentos derivados del interior del orógeno.

Durante un evento orogénico, el esfuerzo máximo es aproximadamente perpendicular a la


dirección del orógeno. Como consecuencia, las juntas que se forman por fracturamiento
hidráulico son aproximadamente perpendiculares a la dirección del orógeno. Debido a que el
campo de esfuerzos puede cambiar con el tiempo, las juntas más tardías pueden tener un
diferente rumbo que las más tempranas, y las juntas formadas durante un evento dado pueden
no ser exactamente perpendiculares a la dirección de los pliegues donde se formaron.

Además, durante el desarrollo de pliegues en condiciones no metamórficas, se pueden


desarrollar juntas debido a esfuerzos tensionales locales asociadas con el doblamiento de las
capas. Las juntas formadas por este proceso tienen un rumbo paralelo al eje de los pliegues y
pueden converger hacia el núcleo del pliegue.

Las juntas se asocian comúnmente con fallamiento, y ellas caen básicamente en tres clases. La
primera clase se compone de juntas regionales que se desarrollan en la roca debido al campo
de esfuerzos que también produce el movimiento de la falla. Ya que las fallas están usualmente
inclinadas con respecto a σ1, las juntas que se forman en el campo de esfuerzo que causa una
falla, no serán paralelas a la falla (figura ). La segunda clase incluye juntas que se desarrollan
debido a distorsión del movimiento de un bloque de falla. La tercera clase incluye juntas que se
forman inmediatamente adyacentes a una falla en respuesta a esfuerzos tensionales creados
en la roca encajonante cuando la falla se mueve. Esas juntas se unen a la falla en un ángulo
inclinado cercano a 30° a 45° con respecto a la superficie de la falla. Esas juntas son llamadas
“juntas de penacho”. El ángulo agudo entre las juntas de penacho y la falla indican el sentido
de movimiento de la falla.

54
Figura. a) Formación de juntas en el bloque de techo de una región con falla normal, b) en una falla inversa; c) en
falla de rumbo.

Sistemas de fracturas ortogonales

En los antepaíses de los orógenos y en los interiores continentales, comúnmente se encuentran


conjuntos de juntas sistemáticos que son ortogonales. En algunos casos definen un patrón de
escalera, en la cual las juntas de un conjunto son relativamente largas, mientras las juntas del
otro son cortas y acotadas entre las primeras. En otros casos forman un patrón de rejilla, en el
cual los dos conjuntos parecen cortarse mutuamente. La existencia de esos conjuntos ha
confundido a los geólogos puesto que a primera vista es imposible para dos conjuntos de juntas
tensionales formarse en un ángulo de 90° en el mismo campo de esfuerzos.

Los dos conjuntos pueden tener dos orígenes muy diferentes. Las juntas perpendiculares al
rumbo pueden formarse por hidrofracturamiento hidráulico sintectónico, mientras que las juntas
paralelas al rumbo pueden reflejar extensión en la parte externa del arco de pliegues. Una
alternativa es que las juntas paralelas al rumbo pueden ser juntas de liberación de esfuerzos
formadas cuando los esfuerzos orogénicos se relajaron. Sistemas de juntas ortogonales
también pueden formarse durante levantamiento.

55
Figura . Dos patrones de sistemas de juntas ortogonales. A) Las trazas de las juntas definen un patrón de
escalera; b) las trazas definen un patrón de rejilla.

56
FALLAS

En un sentido general, una falla es una superficie o zona en la Tierra a través de la cual
ha ocurrido un deslizamiento (desplazamiento de cizalla). En un sentido restringido, las fallas
son fracturas en las cuales el deslizamiento es producido por procesos frágiles. Esta segunda
definición sirve para distinguir una “falla” de una zona de falla y una zona de cizalla. El término
de zona de falla se utiliza para
estructuras frágiles en las cuales el
deslizamiento ocurre dentro de una banda de
anchura definida. El desplazamiento en zonas
de falla puede involucrar formación y
deslizamiento de muchas fallas pequeñas,
subparalelas, frágiles, o
deslizamiento en una falla principal de la cual
muchas fallas más pequeñas divergen
(separaciones de falla), o deslizarse en un
conjunto de fallas anastomosadas.

Las zonas de cizalla son


estructuras dúctiles, a través de las cuales un
Figura : Elementos de una falla
cuerpo de roca no pierde cohesión a la escala del
afloramiento, así que la deformación es distribuida a
través de una banda de anchura definida (Van der Pluijm y Marshak, 2003).

Según la definición de Passchier y Trouw (2005) una zona de cizalla es “una zona de intensa
deformación que acomoda el movimiento de dos bloques relativamente rígidos”. Consideran
que hay zonas de cizalla frágil y dúctil, las cuales se pueden producir de manera continua en la
naturaleza. En el sentido de esta definición, una zona de cizalla incluye las zonas de falla y las
fallas.

Las fallas ocurren en la litósfera de la Tierra en todas las escalas y los geólogos las estudian
por diversas razones. Controlan la distribución espacial de unidades de roca. Afectan la
topografía y modifican el paisaje. Afectan la distribución de recursos económicos (ej. campos
petroleros y depósitos de mena). Controlan la permeabilidad de rocas y sedimentos, los cuales
en turno, controlan la migración de fluidos. El fallamiento crea deformación (deformación interna
± rotación ± translación) en la litósfera durante las interacciones de placas y movimientos
intraplaca. Además, el fallamiento puede provocar sismos devastadores. Por lo tanto, el análisis
de las fallas, juega un rol mayor en los diversos aspectos de la geología académica y aplicada.

57
Figura. A) Plano de falla; B) Zona de fallas anastomosadas; C) Zona de falla con harina de falla
y microfracturas internas; D) Zona de falla de bordes graduales con brecha de falla; E) Zona de
cizalla dúctil, se observa la foliación milonítica; F) Zona de cizalla dúctil con desarrollo de
ultramilonitas; pf = plano de falla; zc = zona de cizalla.

Geometría y desplazamiento en las fallas

Algunos términos usados para describir la falla son:


Pared: es la roca adyacente a la superficie de falla
Bloque de falla: cuerpo de roca que se mueve cuando la falla se desliza.
Bloque de techo: bloque sobre el plano de falla
Bloque de piso: bloque bajo el plano de falla
(una falla vertical no tiene bloque de techo ni de piso).

Para describir la actitud de una falla se miden el rumbo y el echado. Se debe tener en mente
que la superficie de una falla no es necesariamente plana, y puede curvarse y cambiar de
actitud a lo largo del rumbo y/o hacia arriba o hacia abajo. Cuando existen tales cambios, un
solo rumbo y echado no son suficientes y se deben tomar varias medidas para los diferentes
segmentos de la falla. Las fallas cuyo echado disminuye progresivamente con la profundidad se
les llama fallas lístricas.

58
Figura. Falla lístrica normal

Cuando una falla se mueve, un bloque se desliza con respecto a otro, lo cual se denomina
como deslizamiento neto. Se puede describir el deslizamiento especificando el vector de
deslizamiento neto, el cual conecta dos puntos que estaban juntos y que ahora están en las
paredes opuestas de la falla. Para describir este vector se deben establecer la magnitud y su
orientación (dirección e inclinación o pitch), y el sentido de deslizamiento o sentido de cizalla.
El sentido de cizalla define el desplazamiento relativo de una pared de la falla con respecto a la
otra pared.

Como cualquier vector, el deslizamiento neto puede dividirse en dos componentes


generalmente en relación al plano de falla. El componente de deslizamiento al echado que es el
desplazamiento en una dirección paralela al echado; y el componente de deslizamiento de
rumbo, que es el deslizamiento paralelo al rumbo.

59
Figura. El deslizamiento neto (net-slip) está formado por un componente de deslizamiento a rumbo
(strike-slip) y un componente de deslizamiento al echado (dip-slip). En la figura, el componente de
deslizamiento es oblicuo.

Si el vector de desplazamiento neto es paralelo a la dirección del echado de la falla ésta es


llamada falla de deslizamiento al echado; si el vector es más o menos paralelo al rumbo de la
falla se le llama falla de deslizamiento a rumbo. Si el vector no es paralelo ni al rumbo ni al
echado se le llama falla de deslizamiento oblicuo.

Las fallas donde el bloque de techo se desliza hacia abajo son llamadas fallas normales y
cuando el bloque de techo se desliza hacia arriba son llamadas fallas inversas. Para definir el
sentido de movimiento de una falla de rumbo, imagina que te paras frente a una falla, si la
pared se desliza hacia la derecha es una falla lateral derecha (o destral) y si se desliza a la
izquierda es una falla lateral izquierda (o siniestral).

A veces se usan términos subjetivos como abruptos, verticales, subhorizontal, etc., para
referirse a la inclinación (echado) de una falla. Una distinción más precisa entre tipos de falla
considera rangos en el ángulo del echado de la superficie de falla; se reconoce como de alto
ángulo (>60°), ángulo intermedio (30-60°) y bajo ángulo (<30°). Las fallas oblicuas se
pueden nombrar como de rumbo-normal o de rumbo-inversa si el ángulo de movimiento es
menor a 45° (tomado desde la superficie) o denominarse normal-de rumbo o inversa-de
rumbo si el ángulo de movimiento es mayor de 45°.

60
Figura. Fallas de deslizamiento al echado a) falla normal y b) falla inversa); c) falla de deslizamiento a
rumbo.

Si las fallas producen alargamiento de las regiones se les llama fallas extensionales y si
producen acortamiento se les llama fallas compresivas.

61
Figura. Tipos de falla según el desplazamiento relativo de los bloques

Generalmente, se pueden usar los términos falla normal como sinónimo de falla extensional y
falla inversa como sinónimo de falla compresional. Pero tal uso no es siempre correcto, por
ejemplo, una falla normal puede rotar y adoptar la morfología de una falla inversa, pero su
desplazamiento se produjo por una deformación extensional.

Representación de fallas en mapas y secciones

Debido a que una falla es un tipo de contacto, es decir, que forma el límite entre dos cuerpos de
roca, las fallas se representan como líneas gruesas en los mapas geológicos, al igual que otros
contactos. Para distinguir entre diferentes tipos de fallas se usan símbolos que se muestran en
la figura . Las fallas de cabalgadura son representadas con triángulos dirigidos hacia el bloque
de techo o que cabalga (note que dichos triángulos no indican la dirección de movimiento). Las
fallas normales pueden representarse de varias formas, generalmente como líneas pequeñas o
un círculo con una barra, dirigidas hacia el bloque de techo. Las fallas de rumbo se representan
en mapas con flechas indicando el movimiento relativo; en secciones se representan con un
punto (bloque que se acerca) o como una cruz (bloque que se aleja).

62
Figura: Símbolos usados para fallas normales e inversas (cabalgaduras).

Figura. Símbolos para fallas de deslizamiento a rumbo


para mapas y secciones geológicas.

Si una falla corta un contacto entre dos unidades


geológicas debe desplazar dicho contacto, a menos
que el vector de deslizamiento neto sea exactamente
paralelo a la línea de intersección entre la falla y el
contacto.

Donde la erosión excava un agujero a través de una


lámina de cabalgadura, exponiendo las rocas del
bloque de piso, el agujero se denomina ventana y
los dientes de la cabalgadura se dibujan hacia afuera
del agujero. Un remanente aislado de una lámina de
cabalgadura rodeado por afloramientos del bloque
de piso es un klippe, esto es marcado por un
símbolo de cabalgadura con los dientes apuntando hacia adentro.

63
64
Figura. Esquema que representa un bloque cabalgantes en color gris (alóctono o napa). Donde se
erosiona y se ve la unidad infrayacente (autóctono) se le llama ventana o ventana tectónica, donde
quedan remanentes de erosión rodeados por las unidades autóctonas se conocen como klippes.

Separación de la falla y determinación del deslizamiento neto

Imagine un horizonte marcador (una superficie distintiva o capa en un cuerpo de roca, como
una capa) que ha sido cortado y desplazado por un deslizamiento en una falla. La separación
de la falla es la distancia entre las partes desplazadas del horizonte marcador, medidas a lo
largo de una línea específica. Separación y deslizamiento neto no son sinónimos, a menos que
la línea a lo largo de la cual medimos la separación sea paralela al vector de deslizamiento
neto. La separación para una falla dada a lo largo de una línea específica depende de la actitud
del horizonte marcador desplazado. Por lo tanto, la separación a lo largo de una línea
específica no es la misma para dos horizontes marcadores no paralelos. La separación de la
falla es un poco difícil de visualizar, así que se describirán distintos tipos de separación de falla
con referencia a la figura .

Con los términos de la figura en mente, note que las capas horizontales cortadas por una falla
de rumbo no tienen separación a rumbo y que las capas verticales cortadas por fallas de
deslizamiento al echado no tienen separación al echado. Si la falla corta la superficie, esta
superficie es en sí misma un horizonte marcador para definir la separación vertical, y las
características lineares en el suelo (ej. cercas, hileras de árboles, caminos, vías férreas, lechos
de ríos) sirven como marcadores para definir la separación horizontal.

Para definir completamente el vector de deslizamiento neto, se debe especificar su magnitud


absoluta, la dirección de desplazamiento (como dirección e inclinación) y el sentido de
deslizamiento. Si se tiene la suerte de reconocer dos puntos en las paredes opuestas de una
falla que estaban adyacentes antes del desplazamiento se puede medir el desplazamiento neto
directamente en el campo. Más comúnmente, se deberá calcular el vector de deslizamiento
neto de otra información. Esto puede hacerse midiendo: a) la separación, a lo largo de una
línea específica, de la intersección entre un horizonte marcador y la falla, más la información de
la dirección de deslizamiento; b) la separación, a lo largo de dos líneas no paralelas, de la
intersección entre un plano sencillo y la falla; o c) la separación, a lo largo de una línea
específica de dos horizontes marcadores no paralelos.

65
Bloque diagrama mostrando la separación al echado, separación a rumbo, deslizamiento horizontal y salto. B)
Mapa mostrando como la separación depende de la orientación de la capa desplazada. Los dos diques mostrados
tienen echados en diferente dirección y por lo tanto tienen diferentes separaciones a rumbo, c) Bloque diagrama
ilustrando la separación horizontal (H) y vertical (V), así como las separaciones al echado (D) y a rumbo (S)
Método para definir el deslizamiento

Usando una capa desplazada y las estrías. En el mapa de la figura se muestra una falla
(N50°E, 60°SE) y una capa (N45°W, 40°SW) con 300 m de separación a rumbo. La figura b es
una bloque diagrama de esta situación. Sin más información es imposible saber si la falla es de
rumbo, normal u oblicua. También sería imposible determinar el deslizamiento neto. Asumamos
que la falla, es una falla normal, como es indicado por las estrías en el plano de falla. El
deslizamiento se define como sigue:

1. En una red de igual área, dibuje los grandes círculos que representan la falla y la capa
desplazada.
2. Encuentre el pitch de la capa desplazada en el plano de falla.
3. Coloque un papel transparente sobre el mapa, dibuje la capa desplazada en el bloque de
piso. Marque el lugar donde la capa desplazada inicia en el bloque de techo (pero no
dibuje la capa).

66
4. La traza de la falla en tu papel transparente es ahora una línea de doblez, y el plano de
falla se imagina que se dobla en un plano horizontal. Sabemos que el pitch de la capa
desplazada en el plano de falla es 44°. Con el plano de falla ahora horizontal, podemos
dibujar este ángulo de 44° en el papel transparente, mostrando como la capa desplazada
se vería en el plano de falla.
5. Si sabemos el pitch de la dirección de deslizamiento en el plano de falla, podemos medir
la cantidad de deslizamiento, debido a que sabemos que es una falla normal, la dirección
de deslizamiento es 90° de la traza de la falla en el plano de falla, es decir, directamente
hacia el echado. Entonces puede medirse la cantidad de deslizamiento.

Se debe considerar de cualquier modo, que algunas fallas tienen patrones de deslizamiento
complejos que no pueden ser reconstruidos de sus patrones de estrías.

Generalmente, el desplazamiento que se mide cuando se estudian fallas antiguas en el


afloramiento es el desplazamiento acumulado representado por la suma de muchos
desplazamientos que ocurrieron a lo largo de un periodo de tiempo.

Si no se tiene suficiente información para determinar el deslizamiento neto, se puede obtener


información valiosa acerca del desplazamiento de una falla buscando estrías e indicadores del
sentido de cizalla. Las estrías son estructuras linearas que se forman paralelas al vector de
deslizamiento neto para el menor el último incremento de movimiento en la falla y,
posiblemente, para movimiento acumulado durante la deformación progresiva. Los indicadores
del sentido de movimiento son estructuras en la superficie de falla o adyacentes a ella que
definen la dirección en la cual se movieron los bloques de falla uno con respecto al otro. Así, las
estrías junto con los indicadores del sentido definen la dirección en la cual apunta el vector de
deslizamiento neto. Tal información puede ayudarte a interpretar el significado tectónico de una
falla, aún si desconoces la magnitud del desplazamiento.

La magnitud del vector de deslizamiento neto en fallas naturales varía de milímetros a miles de
kilómetros. Por ejemplo, cerca de 600 km de deslizamiento neto ocurrieron en la parte más
antigua de la falla San Andrés en California. Los geólogos se refieren a las fallas con grandes
deslizamientos netos como fallas mayores y las fallas son deslizamientos netos pequeños
como fallas menores. Ten en cuenta que tales términos son relativos, una falla mayor a la
escala de un afloramiento es una escala menor a la escala continental.

67
Dobleces en la fallas

Como se mencionó antes, las fallas no son superficies necesariamente planas. Es


bastante común, que la actitud de la falle cambie hacia el echado o a lo largo del rumbo, en
algunos casos el cambio es gradual. Si la actitud de la falla cambia abruptamente la localidad
donde ocurre se conoce como doblez de falla. Fallas con deslizamiento al echado que cortan
una secuencia estratigráfica con capas de diferente comportamiento mecánico típicamente
contienen numerosos dobleces controlados por la estratigrafía que hacen que la traza de la
falla parezca una escalera. Algunos segmentos que corren paralelos a las capas se llaman
planos, y los que cortan a través se llaman rampas. Si la falla no ha sido plegada
posteriormente, los planos son horizontales y las rampas tienen buzamientos cercanos a 30°.
En la figura note que un segmento de una falla puede ser paralelo a la estratificación en el
bloque de piso, pero cortar la estratificación del bloque de techo, o viceversa. Así cuando se
describan los escalones de una falla en una secuencia estratificada deberá mencionarse si son
rampas o planos con respecto al bloque de techo, de piso, o de ambos.

68
Los pliegues se forman
como consecuencia del
movimiento de una falla

Figura . Formación de pliegues por fallamiento.


Los dobleces a lo largo de fallas de rumbo causan cambios en el rumbo. Estos cambios pueden
provocar contracción o extensión en el doblez, dependiendo de su geometría. Las localidades
donde el doblez se opone al movimiento se denominan dobleces restrictivos y donde los
lados del doblez son alejados uno del otro se llama doblez de liberación. Donde el
movimiento a lo largo de un segmento de una falla de rumbo resulta en compresión, se dice
que está ocurriendo transpresión a lo largo de la falla, y donde resulte en extensión, se dice
que está ocurriendo transtensión.

69
Figura . Dobleces en distensión (A-F) y en compresión (G-J)
Terminaciones de fallas y longitud de falla

Todas las fallas terminan en algún punto y lo hacen de varias maneras. Las fallas terminan
donde son cortadas por estructuras más jóvenes, como fallas, discordancias o intrusión. La
aplicación del principio de relaciones de corte permite establecer las edades relativas de las
fallas con respecto a las estructuras que las cortan. Algunas fallas se relacionan con otras fallas
mientras ambas son activas. Por ejemplo, brazos de falla divergen de una falla mayor, y las
fallas en un arreglo anastomosado se unen y divergen a lo largo de su longitud. Donde la falla
no termina contra otra estructura, desaparece gradualmente, es decir el desplazamiento va
disminuyendo gradualmente hasta ser cero. A veces, una falla se separa en brazos numerosos
cerca de su final, creando un abanico de fracturas pequeñas llamadas “cola de caballo”. El
70
límite entre la región deslizada y no deslizada al fin de la falla se le llama línea de punta de la
falla. Si una falla llega a la superficie mientras está activa se llama falla emergente. Si una falla
intercepta la superficie del suelo sólo porque la erosión actual ha expuesto una falla antigua,
inactiva se le llama falla exhumada. Una falla que desaparece bajo el subsuelo, sin alcanzar la
superficie, es conocida como falla ciega.

Figura. a) Esquema que muestra varios tipos de terminaciones de falla. La falla termina en la superficie
en el punto A; en el punto B, ha sido cortada por un plutón; en C y D una falla corta a otra; En E, la falla
es erosionada y cubierta por una discordancia. b) Terminación de una falla por unión con otra falla (en el
punto A) o en forma de “cola de caballo” (B) y por desaparición en una zona de deformación dúctil (C );
c) Una serie de rampas se unen a profundidad en una despegadura basal

Para muchas fallas su longitud cambia con el tiempo. El fallamiento inicia en un punto
desplazando capas. Cuando hay más deslizamiento, la falla crece lateralmente y las regiones
previamente movilizadas se separan cada vez más. Por consecuencia, el desplazamiento
cambia a lo largo de la longitud de la falla. Considerando esta relación se puede esperar que
haya una relación general entre la longitud de la falla y el desplazamiento; entre más larga la
traza, más grande el desplazamiento. Las fallas con metros de largo muestran deslizamientos
del orden de centímetros o menos, mientras que las fallas de decenas de kilómetros, muestran
deslizamientos típicos del orden de algunos cientos de metros. La figura muestra una relación
entre longitudes de falla y su desplazamiento, con base en la observación de miles de fallas en
una variedad de litologías con longitudes desde centímetros hasta cientos de kilómetros. Los
puntos coinciden en una recta de 45°, sugiriendo que dado el conocimiento de la longitud de la
falla, podemos predecir el desplazamiento y viceversa. Hay discusión sobre la aplicabilidad de
este criterio, pero una regla simple emerge y es que el desplazamiento de la falla es cercano al
3% de la longitud de la falla.

71
Figura. Evolución y crecimiento de una falla con el paso del tiempo

72
Figura. Diagrama de desplazamiento contra datos de longitudes de falla (D/L) (según Cowie y Scholz,
1992). Las líneas negras de Cowie y Scholz (1991) representan relaciones lineares de D/L.

Características de las fallas y zonas de falla

Como se mencionó anteriormente, las zonas de falla mayores pueden pasar de una zona
superficial (menos de 15-10 km) a una zona de falla dúctil (> 10-15 km) con una zona
transicional intermedia. En cada zona se producen rocas características que se describen a
continuación.

Rocas de falla frágil

El fallamiento implica el fracturamiento de cizalla de una roca previamente intacta. Las fracturas
se juntan unas con otras y se van formando otras nuevas. El material se empieza a triturar y
formar una matriz que rodea a clastos angulosos. El mecanismo de fracturamiento y trituración
produce rocas de falla frágil. Estas rocas pueden ser cohesivas o no-cohesivas. Son
cohesivas cuando los fragmentos que forman la roca permanecen coherentes o unidos unos
con otro. La cohesividad es acentuada por el depósito de minerales a partir de fluidos que
circulan por la zona de falla, entre los cementantes más comunes están el cuarzo y la calcita.
Una cataclasita es una roca formada en una falla por esfuerzos tectónicos y está constituida
por fragmentos angulosos mayores a 1 mm en una matriz de grano fino. Puede ser cohesiva
(maciza) o no-cohesiva (pulverulenta).

i. Tienen un rango mayor de tamaño de grano y clastos que las milonitas.


ii. Presencia de granos con formas angulosas y límites abruptos rectos
iii. Presencia de fragmentos de roca policristalinos (atención con areniscas líticas y brechas
sedimentarias).

Figura:
Cataclasita
en
afloramiento
(izq.) y
superficie
pulida (der).
La barra
mide 1 mm.

Una
brecha de falla es un tipo de cataclasita formada por esfuerzos tectónicos que posee más del
30% de fragmentos angulosos mayores a 1 mm en una matriz. Si la roca es coherente (no
desmoronable) se le conoce como brecha de falla cohesiva. Si se desmorona, se la llama
brecha de falla no-cohesiva

73
Figura: Brechas de falla. A la derecha, la matriz de calcita fue teñida para distinguirla de los clastos angulosos
formados del mismo mineral.

Harina de falla es un tipo de cataclasita de aspecto pulverulento o arcilloso, generalmente es


no-cohesiva. En el origen de estas rocas están involucrados fluidos que causan la alteración de
los minerales de la cataclasita.

Figura: Harina de falla. A la derecha harina de falla laminada y


plegada.

Pseudotaquilita es una roca de falla poco común. El nombre significa “falsa taquilita” o falso
vidrio volcánico (máfico). Esta roca se forma cuando al deslizamiento friccional genera
suficiente calor par fundir las rocas adyacentes al plano de falla. Tales condiciones ocurren
durante los terremotos. Debido a que la rocas no son buenas conductoras del calor, éste se
puede acumular hasta alcanzar temperaturas mayores a 1000 °C. Una característica de las
pseudotaquilitas es que se forman a lo largo del plano de falla pero también en vetillas o venas
que se inyectan hacia las paredes de la falla, denominadas venas de inyección.

74
Figura: Pseudotaquilitas a la
izquierda con venas de
inyección (flecha roja).

Milonita

Roca de falla cohesiva y


caracterizada por una foliación bien desarrollada, se produce por la reducción tectónica del
tamaño de grano y comúnmente contiene porfidoclastos redondeados y fragmentos líticos de
composición similar a la de la matriz.

Una foliación es una estructura plana que ocurre penetrativamente en un volumen de roca. La
foliación típica de las milonitas se conoce como foliación milonítica y comúnmente está
formada por laminaciones a escala fina. Dicha foliación se genera en zonas de cizalla por
fenómenos de deformación intracristalina, recuperación y recristalización dinámica. Localmente
pueden existir cristales que se deforman por flujo cataclástico pero la deformación es
principalmente por plasticidad cristalina. El tipo de deformación predominante es por cizalla no-
coaxial y cizalla simple. Puede ser difícil distinguir una foliación milonítica de otras foliaciones
tectónicas producidas por cizalla pura.

La deformación intracristalina es un mecanismo mediante el cual se produce un cambio


permanente en un mineral. Dicho cambio se produce mediante una variación de las posiciones
relativas de moléculas o átomos. Esto puede ocurrir por movimientos de defectos de la red
cristalina a través del cristal.

Figura: El esquema de la izquierda muestra en forma bidimensional una malla cristalina, la cual
experimenta una deformación intracristalina mediante el deslizamiento de dislocaciones (centro), que
son cambios en la posición de los átomos sin ruptura del cristal. También se pueden producir una
deformación intracristalina por la flexión (derecha) de una malla cristalina, que produce discontinuidades
en la malla (visibles como T en el esquema).

75
En lámina delgada la deformación intracristalina es evidenciada por extinción ondulante
(sombra que barre el cristal al girar la
platina); mirockinks o micropliegues de
ángulo marcado; maclas de deformación
comúnmente en calcita y plagioclasa
(maclas que se acuñan hacia el interior de
los cristales); y deformación lamelar
(pequeños lentes del mismo mineral,
generalmente en cuarzo).
Figura. Evidencias de deformación
intracristalina: a) Extinción ondulante; b)
microkinks; c) deformación lamelar; d)
elongación de granos.

Recuperación es un mecanismo de
deformación que ocurre cuando la
deformación cesa. Consiste en el
desplazamiento de las dislocaciones causadas por la deformación y distribuidas en la red
cristalizana, las cuales se acomodan en planos definidos. A nivel de lámina delgada se aprecia
por la presencia de zonas dentro de un cristal que se extinguen en diferentes tiempos al girar la
platina

Figura: Izquierda:
Esquema que
muestra el
proceso de
recuperación. En
la parte superior
cristal
conteniendo
numerosas
dislocaciones
causadas por la deformación intracristalina. En medio, se aprecia
la migración paulatina de las dislocaciones hacia planos definidos.
Abajo, una vez que migran las dislocaciones se forman partes del
cristal que se comportan de manera homogénea (subgranos).
Derecha: Fotografía de cristal mostrando subrgranos.

Recristalización dinámica

76
La recristalización dinámica es el reajuste de los cristales para reducir la energía interna
producida por la deformación. Básicamente consiste en la separación de granos más pequeños
a expensas de los granos mayores cuando la deformación de la red cristalina llega a ciertos
límites (generalmente un cambio de orientación de la red mayor a 5°). Durante este proceso
hay una tendencia a disminuir el tamaño de los granos.

Figura . Fotografía en lámina delgada de una cuarcita donde se aprecian los efectos de la
recristalización dinámica como son reducción de tamaño de grano y elongación de los cristales
para producir una foliación milonítica (diagonal en la foto).

Lineación de estiramiento y estrías dúctiles

Es común que las milonitas contengan una lineación de estiramiento visible en los planos de la
foliación. La lineación es una estructura lineal que ocurre de forma penetrativa en un volumen
de roca, y es originada por el alargamiento de minerales.

Figura. Este esquema muestra las morfologías de


granos producidas por cizalla pura (foliación por
aplanamiento) y por cizalla simple (lineación de
estiramiento, abajo a la derecha).

77
Figura: Izq: foliación milonítica y lineación de
estiramiento; der.) Lineación de estiramiento visible en
los planos de la foliación milonítica.

Porfidoclastos

En ocasiones las rocas metamórficas muestran


grandes cristales. Si los minerales se formaron y
crecieron durante el metamorfismo son llamados
porfidoblastos, ejemplos comunes son el granate,
andalucita, estaurolita, cordierita, etc. Si los cristales grandes ya existían en el protolito (roca
anterior al metamorfismo y deformación) y persisten grandes después del evento de
cizallamiento, entonces son conocidos como porfidoclastos (ej. fenocristales de feldespato
potásico en un granito porfídico).

Figura. Izq. Ultramilonita con porfidoclastos de feldespato potásico. Los porfidoclastos tienen “mantos” o
“colas” con recristalización dinámica. Der. En esta ultramilonita sólo sobreviven algunos porfidoclastos
de feldespato potásico. La recristalización dinámica intensa ha convertido otros feldespatos en bandas
delgadas formadas por cristales finos producidos por la recreistalización dinámica.

Clasificación de las milonitas


Las milonitas se pueden formar de cualquier tipo de roca ya sea sedimentaria, ígnea (volcánica
o plutónica) y metamórfica. Así que es necesario un esquema para distinguir una milonita de
otra. Generalmente se han utilizado 4 criterios que son:
i. Con base en su mineralogía principal ej. milonita cuarzo-feldespática, milonita de cuarzo,
milonita de calcita, etc. Este método es el menos ambiguo pero no da más información
sobre las rocas previas (protolito) al cizallamiento.

78
ii. Con base en la roca original, ej. granito milonítico; gneis milonítico; caliza milonítica, etc.
Esta nomenclatura requiere cierta precisión en el reconocimiento de la roca preexistente
a la deformación milonítica.
iii. Con base en el porcentaje de matriz (con recristalización dinámica) y profidoclastos.
Rocas que tienen entre 10% y 50% de matriz son llamadas protomitonitas; entre 50% y
90% mesomilonitas; y rocas con más del 90% de matriz son llamadas ultramilonita. Este
esquema sólo puede aplicarse a rocas que tengan un diferencial de tamaño de grano
anterior a la milonitización y en muchas rocas (ej. caliza, lutitas, lodolitas, algunas rocas
volcánicas, rocas monominerálicas) no es el caso.
iv. Con base en el grado de metamorfismo: milonita de alto, medio o bajo grado. Esta
clasificación se basa en la asociación de minerales metamórficos que se forman
acompañando al metamorfismo dinámico.

Otros términos usados son: blastomilonita para una milonita con importante recristalización
estática y filonita para una milonita de grano fino rica en mica.

Figura . Tipos de milonitas: Izquierda ultramilonita granítica. El lente de cuarzo (q) era originalmente un
grano regular pero ha sido estirado durante la deformación. La matriz muy fina está compuesta de
minerales recristalizados. Derecha: milonita calcárea, el porfiroclasto corresponde a un intraclasto
deformado. Matriz y clasto de calcita, en la matriz, muy fina.

Figura . Izquierda: afloramiento de milonita cortando una roca metamórfica. En la parte central se
aprecia un megaclasto rodeado por la milonita. Derecha: fotografía de lámina delgada de una milonita

79
de gabro. Los porfidoclastos son piroxenos rodeados por una matriz de clinopiroxeno muy fino
recristalizado.

Figura . Izquierda protomilonita (< 10 % de matriz de color negro); centro milonita (> 10% matriz);
derecha ultramilonita (> 90 % matriz).

Deformación de las milonitas

Los pliegues en las zonas de cizalla son muy comunes. Algunos pliegues son anteriores a la
deformación en la zona de cizalla. Otros se forman al mismo tiempo, estos pliegues son
conocidos como pliegues funda o “sheath folds” , también se producen pliegues oblicuos
(Figura 72). Los pliegues funda tienen precisamente la forma de una funda (de espada) y su
eje es paralelo a la dirección de estiramiento máxima. Los pliegues oblicuos tienen forma
normal, son generalmente subisoclinales a isoclinales y sus ejes también son paralelos a la
dirección de movimiento de los bloques cuyo movimiento inició o se retomó la zona de cizalla.

Figura . Desarrollo de pliegues isoclinales en zonas de cizalla; a) irregularidades en el plano de foliación


paralelo al plano de flujo de cizalla simple resultan en ‘pliegues funda’ (sheath folds) con forma tubular;
b) un componente de acortamiento oblicuo a la dirección de cizalla causa dobleces en la foliación los
cuales pueden estirarse para volverse pliegues isoclinales oblicuos. Passchier et al. (1990).

Milonitas y condiciones metamórficas

80
La fábrica de las milonitas depende en gran medida del litotipo y la estructura original de la roca
en la cual se desarrolla. Sin embargo hay una variación gradual en la fábrica cuando se
incrementa el grado metamórfico. En grado bajo las foliaciones y lineaciones pueden estar bien
desarrolladas. Las zonas miloníticas tienden a ser angostas y de límites abruptos. En grado
medio los minerales recristalizan, y los más resistentes forman porfiroclastos con mantos. En
alto grado, quedan pocos porfiroclastos y el grano es relativamente grueso. La roca puede
parecer casi no deformada, pero pliegues isoclinales y laminaciones pueden mostrar la
intensidad de la deformación. Tales milonitas de alto grado son llamadas gneises laminados.
Se reconocen por láminas elongadas y recristalizadas de un mineral intercaladas con las de
otro. En rocas graníticas las bandas son de cuarzo y feldespato.

Sentido y dirección de cizalla.

La dirección de movimiento en una zona de cizalla usualmente se asume que es subparalela


a las estriaciones, estrías de falla o lineaciones de estiramiento o minerales.

Figura : Medición de la dirección (trend) e inclinación (plunge) de una lineación. Es más fácil y da la
misma información medir el pitch que es el ángulo entre el rumbo y la línea (d).

Una vez que se ha definido esta dirección, es necesario determinar el sentido de


desplazamiento o sentido de cizalla (sinestral o dextral, normal o inverso). El sentido define
81
hacia donde se han desplazado los bloques, principalmente con respecto al bloque de techo.
Por ejemplo, se dice que el bloque de techo se mueve hacia el SW (con respecto al bloque de
piso que se mueve hacia el NE).

Uno de los criterios más obvios para establecer el sentido de cizalla es el desplazamiento y
deflexión de marcadores. Consiste en el desplazamiento o curvatura de cualquier tipo de
marcador que es cortado por la zona de cizalla, puede ser un dique, un contacto, una estructura
previa (como una foliación por ejemplo). Este criterio puede dar sentidos equivocados si no se
ve en una superficie paralela a la dirección de movimiento (esta dirección como se estableció
antes, es definida por la presencia de estrías de falla) Figura .

Figura . Desplazamiento de un horizonte marcador (capa gris). Para el espectador 1, la falla aparenta
ser una falla normal con el bloque de la derecha bajando; para el espectador 2, la falla aparenta ser una
falla de rumbo siniestra; el espectador 3 observa el plano de falla para buscar estrías de falla, tres
opciones se pueden presentar: A) Estrías horizontales, entonces la falla es una falla de rumbo siniestra;
B) Estrías verticales, la falla es una falla normal con el bloque de la derecha que desciende; C) Estrías
oblicuas, el bloque de la derecha bajó pero también tuvo un movimiento lateral (hacia la derecha).

En zonas de cizalla (falla) frágiles que han experimentado desplazamientos cortos, pueden formarse
una serie de fracturas, conocidas como fracturas ‘Riedel’ cuya orientación puede indicar el sentido de
movimiento de los bloques.

82
Figura. El arreglo geométrico de las fracturas Riedel sólo se observa en fallas con movimientos
relativamente cortos, en fallas de movimiento mayor la geometría se pierde cuando la deformación
avanza

Tectoglifos

Los tectoglifos son estructuras que se forman en los planos de falla, son una especie de escalones o
estructuras cónicas con base, cuya disposición indica el sentido de movimiento de los bloques.

Figura . Tectoglifos comúnmente utilizados para establecer el sentido


de movimiento. Se sugiere pasar la mano por el plano de falla y el
sentido se establece en la dirección donde hay menos oposición al
movimiento de la mano.

Zonas de cizalla frágil-dúctil

En ciertas partes las zonas de cizalla presentan estructuras que indican un comportamiento tanto frágil
como dúctil. Estructuras típicas de estas regiones son grietas de extensión plegadas, pliegues de
arrastre y pliegues falla.

83
Figura. Pliegues de arrastre en falla normal y en falla inversa. La curvatura de los pliegues es en
dirección contraria al movimiento de los bloques.

Figura. Izq. Pliegue de arrastre en falla inversa. Der. Pliegue de arrastre en falla normal.

84
Figura. Grietas de extensión formadas en una zona de cizalla frágil-dúctil. Arriba bloque no deformado;
en medio: bloque con grietas de extensión, se muestra el sentido de movimiento; el movimiento continuo
y concentrado en la parte central crea un plegamiento en las grietas. La forma en S indica un
movimiento siniestral; la forma en Z indica un movimiento dextral. En el recuadro se muestra el campo
de esfuerzos que se produce en zonas de cizalla. Existen esfuerzos compresivos que producen pliegues
y foliaciones, y existen esfuerzos extensionales que producen grietas de extensión y boudinage.

Figura. En esta foto se muestran grietas de


extensión dobladas y una foliación incipiente
(diagonal a las grietas). Ambas estructuras formadas
por el mismo campo de esfuerzos. El sentido de
cizalla es dextral.

En las zonas de cizalla dúctiles la dirección de


movimiento está determinada por la lineación de
estiramiento o por estrías dúctiles. El sentido
de cizalla puede determinarse por varios
indicadores como la deflexión de horizontes
marcadores, el curvamiento de la foliación
milonítica, porfidoclastos con mantos de
recristalización dinámica, la presencia de varias foliaciones simultáneas, etc.

Figura. La deflexión o desviación de


horizontes se puede utilizar para
determinar el sentido de cizalla. En la
figura la zona de cizalla tiene algunos
centímetros de espesor y el
movimiento tiene un sentido destral.

Figura. Fotografía de afloramiento de


foliación milonítica. Muestra una parte
central más o menos horizontal con
zonas divergentes curvadas que
indican un sentido de movimiento
siniestral.
85
En zonas de cizalla dúctil, de escala mesoscópica (afloramiento) la curvatura de la foliación
milonítica indica el sentido de movimiento. Las zonas de cizalla dúctil pueden presentar una
foliación con la curvatura variable, desde casi paralela al plano de cizalla en el centro de la zona
hasta una apertura en el ángulo hacia fuera de la parte central. Debe tenerse cuidado de no
confundirlo con la deflexión de una foliación anterior (Figura , sentido de cizalla siniestral y
Figura ).

Figura. Indicadores del sentido de cizalla en zonas de cizalla dúctil. A) La cara adecuada para ver los
indicadores en el campo, muestra de mano o lámina delgada, es una paralela a la lineación y
86
perpendicular a la foliación milonítica; b) El desplazamiento o deflexión de horizontes marcadores; c)
curvatura de la foliación milonítica; d) Presencia de dos foliaciones S-C y e) S-C’.

Indicadores microscópicos del sentido de cizalla

La curvatura de la foliación milonítica puede utilizarse como criterio para definir el sentido de
cizalla siempre y cuando la escala de la zona de cizalla permita definir sus ángulos, ya sea a
simple vista o en un afloramiento. Sin embargo, en zonas de cizalla mayores, con espesores
de cientos de metros o incluso kilómetros, puede definirse el sentido de cizalla con estructuras
visibles al nivel de muestra de mano o microscópico.
a) Orientación de la foliación. Muchas zonas de cizalla no muestran curvatura de la foliación
pero sí un ángulo entre los límites de la zona de cizalla y la foliación milonítica, debida a la
rotación de esta última a medida que la cizalla procede.
b) Foliaciones oblicuas. En milonitas pueden formase algunas foliaciones con diferentes
orientaciones (Figura 74 izquierda). Si se desarrollaron durante la génesis de la milonita son
buenos indicadores del sentido de cizalla. Una foliación puede desarrollarse debido a la
elongación de pequeños granos generalmente oblicua a la orientación preferente de micas
en la milonita. Esta foliaciones ocurren principalmente en capas monominerálicas de cuarzo
y calcita.
c) Clivajes con bandas de cizalla (Figura 75, centro y derecha y 76). Una foliación formada por
micas orientadas o una laminación composicional puede ser cortada por pequeñas fracturas
subparalelas las cuales son llamadas bandas de cizalla (shear bands) y la estructura global
como clivaje con bandas de cizalla. Puede ser similar al clivaje de crenulación pero se
forma por extensión de la foliación anterior más bien que por acortamiento. El ángulo entre
las paredes de la zona de cizalla y las bandas de cizalla es entre 15 y 35 º. Las bandas de
cizalla son generalmente cortas, anastomosadas y ondulosas.
Figura . Clivaje de bandas de cizalla de tipo C’ (de
superior izquierda a inferior derecha) cortando la
foliación principal (S) en un micaesquisto. Note que
el clivaje no continúa dentro de las bandas de
cuarzo en el centro. Sentido de cizalla dextral.
Sección paralela a la lineación de estiramiento y
normal a la foliación. Anchura de la vista 3.5 mm.

87
d) Porfiroclastos manteados. Los porfiroclastos en milonitas están rodeados por agregados de grano
fino de la misma composición que el porfidoclasto y que forman una unidad estructural con ellos, son
conocidas como “mantos” o “colas”. Ejemplos se producen en feldespato, olivino, dolomita, anfíbol,
o calcita. Si el agregado es de otra composición que el porfiroclasto se le llama sombra de presión.

Figura . De izquierda a derecha: porfiroclastos con mantos tipo:  (sigma),  (delta), complejo y tipo phi
. Los tres primeros son in dicadores del sentido de cizalla, el último no. El tipo delta se considera que
implica una mayor intensidad de deformación, aunque ambos tipos (sigma y delta) pueden coexistir en
la misma roca tal vez indicando distintos tiempos de formación. G) “pez” de mica (mica fish); H) Clasto
rotado en metaconglomerado; i) pligues asimétricos, la inclinación de los planos axiales indica el
sentido.

88
Figura. Porfidoclasto de feldespato potásico
con largos mantos producidos por
recristalización dinámica. Es de tipo sigma e
indica un sentido dextral.

e) “Mica fish” (Figura 77). Son


cristales simples de mica con forma monoclínica.

Figura . La fotografía muestra un “mica-


fish” de muscovita con extinción ondulante
en una matriz de cuarzo elongada. El
plano de la mica corresponde a S mientras
que el plano de elongación del cuarzo
corresponde a una foliación oblicua. El
sentido de cizalla es dextral.

Vergencia de
pliegues asimétricos. Si los micropliegues son tipo funda y la sección es paralela a la dirección de
movimiento (por lo tanto paralela a la lineación de estiramiento) entonces la vergencia es confiable, si
son fases posteriores, o no se conoce la morfología de los pliegues, entonces no lo son.

Figura. Pliegues asimétricos que indican un sentido de movimiento siniestral.

Espejos y estrías de falla

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Cuando las superficies de falla han sido pulidas por el proceso de deslizamiento friccional son
llamadas espejos de falla. Los espejos se pueden formar en las paredes de la roca
encajonante o en capas delgadas de cataclasita o harina de falla. Sobre la superficie de los
espejos de falla pueden formarse diversas estructuras lineares como estrías, ranuras y
corrugaciones.

90
91
Deformación dúctil

Tres mecanismos fundamentales producen un carácter dúctil en las rocas y minerales: 1) Flujo
cataclástico; 2) transferencia difusiva de masa; 3) plasticidad cristalina. El mecanismo
dominante en cada situación depende de la temperatura, el esfuerzo, la tasa de deformación, el
tamaño de grano, la composición y el contenido de fluidos. La temperatura es un parámetro
importante pero diferentes minerales se comportan de manera dúctil a diferentes temperaturas.

El flujo cataclástico es un mecanismo de deformación producido por microfracturas y


deslizamiento friccional de granos. La cataclasis se refleja en escala mesoscópica (muestra de
mano, afloramiento) como un carácter dúctil aunque en realidad implique fracturamiento de
granos a escala microscópica.

La transferencia difusiva de masa

Pliegues y plegamiento

Un pliegue es una característica estructural que se forma cuando una superficie plana es
doblada o curvada. Si no hay tales superficies (como estratificación, foliación, inclusiones) la
roca no se verá plegada aunque esté deformada.

Anatomía de una superficie plegada

La figura muestra la geometría básica de un pliegue. El área de la charnela es la región de


mayor curvatura y separa los dos flancos. La línea de mayor curvatura es una superficie
plegada llamada la línea de charnela. Se puede considerar un flanco como la parte menos
curvada de un pliegue. En cada flanco hay un punto donde el sentido de curvatura cambia,
llamado el punto de inflexión. Los pliegues con una charnela recta son llamados pliegues
cilíndricos ya que la superficie plegada puede doblarse alrededor de un cilindro. Cuando la
charnela se curva los pliegues son no-cilíndricos. En la realidad los pliegues son
generalmente no-cilíndricos pero se pueden considerar como cilíndricos si se separan en
segmentos.

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Una superficie cilíndrica consiste de un número infinito de líneas que son paralelas a una línea
generadora. Esta línea generadora es llamada el eje del pliegue, el cual, cuando se mueve
paralelo a sí mismo a través del espacio, delinea la superficie plegada. En el caso de los
pliegues cilíndricos el eje de pliegue es por supuesto paralelo a la charnela. A veces, eje de
pliegue es usado como un sinónimo de charnela pero esto no es correcto. Los puntos
topográficamente más altos y bajos de un pliegue son llamados cresta y cuenca
respectivamente, y ellos no necesariamente coinciden con las charnelas. La superficie que
contiene las charnelas de varias superficies plegadas consecutivas forma la superficie axial. El
término plano axial es usado por algunos, pero la superficie axial no es necesariamente plana.
Además la superficie axial, no divide necesariamente el pliegue en dos mitades iguales que son
imágenes de espejo una de otra. El plano de referencia usado para describir la forma de un
pliegue es llamado el plano del perfil del pliegue, el cual es perpendicular a la charnela.
Note que el plano de perfil no es el mismo que cualquier plano vertical que corte un cuerpo. Si
la charnela no es horizontal, entonces el plano de perfil no es paralelo a una sección
transversal, lo cual tiene implicaciones al describir la geometría de un pliegue.

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El ángulo entre los flancos de un pliegue medidas en el plano de perfil es llamado el ángulo
interflancos. Se intuye que el ángulo interflancos ofrece un estimado cualitativo de la
intensidad del plegamiento, entre menor el ángulo interflancos, mayor la intensidad del
plegamiento. Finalmente, se reconocen la amplitud, la longitud de onda y la longitud del
arco de un pliegue en perfil. La longitud de onda es la distancia entre dos charnelas de la
misma orientación, mientras la longitud de arco es la distancia mediada sobre la superficie
plegada. La amplitud es la mitad de la distancia medida entre la cresta y la cuenca.

Cuando las capas sucesivas de un conjunto de pliegues tienen aproximadamente la misma


longitud de onda y amplitud, los pliegues son llamados armónicos. Si algunas capas tienen
longitudes de onda y/o amplitudes diferentes son llamados disarmónicos. En circunstancias
extremas una serie de capas plegadas puede despegarse totalmente de capas no plegadas,
arriba y abajo. Cuando esto pasa, un horizonte de despegue (detachment) existe entre las
capas plegadas y no-plegadas.

Sinforme: Pliegue que se cierra hacia abajo, o cuya charnela está abajo

Antiforme: Pliegue que se cierra hacia arriba, o cuya charnela está arriba

Anticlinal: Un pliegue con las rocas más viejas en su núcleo


94
Sinclinal: Un pliegue con las rocas más jóvenes en su núcleo.

Las definiciones de anticlinal y sinclinal requieren el conocimiento de la estratigrafía de las


capas involucradas. Puede ocurrir que exista un pliegue con la charnela hacia abajo pero con
las rocas más antiguas hacia su núcleo, entonces se le llama anticlinal sinforme. Lo contrario,
un pliegue cuya charnela está hacia arriba pero tiene las rocas más jóvenes hacia su núcleo se
le llama sinclinal antiforme. En estos dos últimos casos, la secuencia estratigráfica está
invertida. Podría suponerse que pliegues como los anteriores son poco comunes. Sin embargo,
se encuentran típicamente en áreas que contienen una generación temprana de pliegues
regionales con superficies axiales horizontales, los cuales son bastante comunes en cinturones
montañosos colisonales. El plegamiento subsecuente de esos pliegues tempranos, puede
generar una serie de pliegues anticlinales sinformes y sinclinales antiformes.

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96
Clasificación de pliegues

La clasificación básica de los pliegues se basa en cuatro componentes:

1. Forma del pliegue en tres dimensiones, distinguidos primariamente entre pliegues


cilíndricos y no-cilíndricos.

2. Separación entre sinclinales y anticlinales.

3. Orientación del pliegue

4. Forma del pliegue en el plano de perfil

Las dos primeras formas ya han sido discutidas.

Orientación del pliegue

Qué se mide de un pliegue. Primero medimos la línea de charnela. A la escala del afloramiento
suele ser una línea recta y se puede determinar inclinación (plunge) y dirección de la inclinación
(trend). Así, si la inclinación es 20° en la dirección SW10°, decimos que el pliegue se inclina
suavemente en la dirección SW.

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Luego medimos la orientación de la superficie axial, es decir, la dirección y el echado. Recuerda
que la línea de la charnela siempre está en el plano axial, es decir, es parte del plano axial.
Esto puede probarse en una proyección estereográfica. Si una superficie axial tiene por
ejemplo un echado de 70° al W, se dice que es un pliegue recto.

Los términos suave o recto, son ambiguos, pero puede utilizarse la siguiente tabla para darnos
una idea de los mismos

Clasificación de pliegues por orientación

Inclinación de la línea de charnela Echado de la superficie axial

Horizontal: 0° - 10° Recumbente: 0° - 10°

Somera: 10°- 30° Inclinado: 10° - 70°

Intermedia: 30°-60° Recto o vertical: 70° - 90°

Abrupta: 60° - 80°

Vertical: 80° - 90°

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Se le llama pliegue volcado (recostado) cuando un flanco, y sólo uno, ha sido basculado más
de 90°, resultando en que ambos flancos estén echados en la misma dirección.

Figura: Clasificación basada en la inclinación del plano axial.

Forma de pliegues en perfil

El plano de perfil de un pliegue se define como el plano perpendicular a la línea de charnela. La


forma del pliegue en este plano permite su clasificación. En este plano se puede medir el
ángulo interflancos que es el ángulo entre los flancos del pliegue. Cómo puedes apreciar en la
siguiente tabla, existen variaciones en los rangos de ángulo entre los flancos según varios
autores. Así, que al usar esta nomenclatura en un informe, es importante que señales qué
rangos estás utilizando.

Clasificación de pliegues por el ángulo interflanco

Según Van der Pluijm y Según Rowland et al.


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Marshak

Isoclinal 0°- 10° 0° - 2°

Apretado 2° - 30°

Cerrado 10° - 60° 30° - 70°

Abierto 60° - 120° 70° - 120°

Gentil 120° - 180° 120° - 180°

La segunda características de un pliegue en perfil es cualquier cambio en el espesor de las


capas. Para cuantificar el cambio de espesor de las capas se utiliza un método conocido como
análisis de las isógonas de echado. Las isógonas de echado conectan puntos en el límite
superior e inferior de una capa plegada que tienen el mismo echado con respecto a un marco
de referencia. Se reconocen tres clases: isógonas de echado convergentes (clase 1),
isógonas de echado paralelas (clase 2), e isógonas de echado divergentes (clase 3). Los
términos convergencia y divergencia se utilizan con relación al núcleo del pliegue. Cuando las
isógonas de echado se interceptan en algún punto en el núcleo del pliegue se les llama
convergentes y viceversa. Las isógonas de echado que son perpendiculares a la estratificación
definen un pliegue paralelo, mientras que las isógonas de echado que son paralelas unas a
otras, definen un pliegue similar. El término paralelo no implica que las isógonas de echado
sean paralelas, de hecho, en los pliegues paralelos no lo son. En el campo, utilizar los términos
paralelo (para representar las clases 1 A, 1B, y 1C) y similar (para representar las clases 2 y 3)
usualmente es suficiente para describir la forma de los pliegues en perfil.

100
Clasificación de pliegues basados en las características de las isógonas de echado. Basado en
Ramsay (1967).

El último parámetro a definir es el tamaño del pliegue. Se pueden usar términos como
micropliegues (escala microscópica a milimétrica), mesopliegues (escala de muestra de
mano, de centímetros a metros), macropliegues (tamaño de montañas o mayores, cientos a
miles de metros).

Sistemas de pliegues

Un sistema de pliegues es un conjunto de antiformes y sinformes. La información que se puede


obtener de sistemas de pliegues provee una poderosa información para la interpretación de la
estructura regional, e implica tales elementos como simetría de los pliegues, vergencia de
pliegues y la superficie envolvente.

Superficie envolvente

Una superficie envolvente es un plano imaginario que es tangente a las charnelas de una serie
de pliegues pequeños en una capa. La superficie envolvente de las estructuras mayores es
conocida como superficie envolvente de primer orden. Las superficies envolventes de pliegues
cada vez menores son conocidas como de segundo, tercer orden, etc. La superficie envolvente
de primer orden generalmente es de escala regional, mientras que las de orden menor pueden
ir hasta la escala microscópica. ¿Para qué determinar la superficie envolvente? Las superficies
envolventes reducen la información estructural de un área plegada en patrones cada vez más
simples. Por ejemplo, la superficie envolvente de segundo orden en la figura, muestra que los
pliegues de escala pequeña definen un patrón de pliegues de escala mayor consistente de
antiformes y sinformes. Esas estructuras de gran escala también han sido llamadas anticlinorios
101
y sinclinorios, respectivamente. Esos términos parecen implicar que las capas más jóvenes
están arriba, lo cual no siempre es el caso. Como la actitud de los pliegues pequeños es
frecuentemente la misma de los pliegues mayores, los pequeños pliegues son llamados
pliegues parásitos.

Figura. Vergencia de pliegues característica de pliegues parásitos a través de un antiforme de gran escala. Los
pliegues parásitos cambian de asimetría horaria (con vergencia al este en el sistema de coordenadas geográficas)
a simétricos y a una asimetría antihoraria (vergencia al oeste), cuando se va de oeste a este. Algunos geólogos
usan los términos pliegues Z, M y S para esta progresión.

Las relaciones geométricas entre pliegues parásitos y estructuras regionales proveen un


concepto poderoso en análisis estructural, el cual establece que la orientación de estructuras
pequeñas (de orden más alto) es representativa de la orientación de estructuras regionales (de
orden menor). Así que la orientación de las charnelas y la superficie axial de pliegues
pequeños puede predecir esos elementos para un pliegue regional mayor que no estaría
expuesto de otra forma. Obviamente, esta “regla” sirve como una hipótesis de trabajo
conveniente, pero ha probado que es muy robusta en el mapeo regional.

Simetría y vergencia de pliegues

Las relaciones entre la superficie envolvente y la superficie axial de los pliegues, también
posibilita describir la simetría de los pliegues. Si la superficie envolvente y la superficie axial son
aproximadamente perpendiculares (<10°), se tiene un pliegue simétrico; de otra forma el
pliegue es asimétrico. En el caso de un solo pliegue no se puede trazar una superficie
envolvente. Para determinar si un pliegue es simétrico o asimétrico se usa la superficie media,
la cual es la superficie que pasa a través de los puntos de inflexión de los flancos opuestos. Si
la superficie axial es perpendicular a la superficie media, el pliegue es simétrico; de otra

102
manera, es asimétrico. Hay otras definiciones de la simetría que involucran, por ejemplo, la
inclinación relativa de los flancos, pero esas descripciones son ambiguas y no deberían usarse.

Figura. Vergencia de pliegues, horaria (a) y antihoraria (b), se define por la rotación aparente de la superficie axial
de un pliegue simétrico hipotético hacia el pliegue asimétrico observado, sin cambiar la orientación de la superficie
envolvente. En un sistema de coordenadas dado, se pueden llamar pliegues con vergencia al este (a) y con
vergencia al oeste (b). En todas las descripciones estamos mirando hacia la dirección de inclinación del eje del
pliegue.

Una aplicación práctica de la simetría de pliegues es que los pliegues parásitos pueden usarse
para establecer la forma y simetría de una superficie envolvente. Por ejemplo, en el flanco este
de un gran antiforme, los pliegues parásitos son asimétricos y tienen una simetría horaria. En el
área central o de la charnela, los pliegues pequeños son simétricos. Hacia el flanco este la
simetría es antihoraria. A través de un gran pliegue la vergencia de los pliegues parásitos
cambia de tal manera que permite predecir la ubicación del área de la charnela de los grandes
antiformes y sinformes. E incluso se puede predecir la orientación de esos grandes pliegues
regionales.

103
Cuando se consideran los pliegues parásitos para tratar de establecer las estructuras mayores
hay que tener cuidado de anotar en qué dirección se están observando los pliegues. Mientras
se defina la dirección en que se ven los pliegues, no hay problema en usar la vergencia de los
pliegues como una herramienta de mapeo.

Algunas geometrías de pliegues especiales

Los pliegues monoclinales son estructuras con sólo un flanco basculado, las capas a ambos
lados de la capa basculada están horizontales.

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Pliegues kink son pliegues pequeños (menores a 1 m) que se caracterizan por flancos rectos y
charnelas abruptas. Ocurren típicamente en rocas con laminaciones finas, tales como lutitas y
pizarras. Pliegues chevron son el equivalente de mayor escala de los pliegues kink.

Los pliegues caja muestran una geometría que se explica por sí misma. Para formar un
pliegue caja, una capa dbbe despegarse de las capas subyacentes y sobreyacientes.

Los pliegues ptygmáticos son pliegues irregulares y aislados que ocurren como venas
plegadas apretadamente o capas delgadas de litología fuertemente contrastante. La mayoría
de las regiones metamórficas del mundo contienen pliegues ptygmáticos.

105
Pliegues con doble buzamiento son estructuras con líneas de charnela que cambian
lateralmente de curvatura. A lo largo de la dirección de buzamiento los pliegues pueden
desaparecen o aún cambiar de antiformes a sinformes. El punto más alto de una línea de
charnela en un pliegue doblemente buzante es llamado una culminación y el punto más bajo es
llamado una depresión. Cuando hay pliegues adicinales, los cambios de inclinación pueden
resultar en pliegues en echelón. Tal geometría ocurre en todas las escalas, desde muestra de
mano hasta cordilleras montañosas. Note que los pliegues con doble buzamiento son por
definición, no-cilíndricos.

Los pliegues funda (vaina) muestran una curvatura extrema de las líneas de charnela, al
extremo de que la curvatura de la charnela alcanza el paralelismo. Lo que se observa
típicamente en el afloramiento es la sección elíptica de la nariz del pliegue; de cualquier modo,
esa geometría, no implica necesariamente una sección a través de un pliegue funda. Cualquier
pliegue con doble buzamiento puede dar el mismo patrón de afloramiento.

106
Figura. Pliegues funda se forman cuando pliegues con bajos buzamientos son modificados en una zona de cizalla
con alta deformación. Ocurren algunas etapas de modificación del pliegue, con la etapa más evolucionada
produciendo la geometría cónica característica de los pliegues funda. La progresión en (a) tiene la menor cantidad
de cizalla a la izquierda y el esfuerzo de cizalla mayor a la derecha. Note la curvatura progresiva de la línea de
charnela en pliegues 1 y 3, el cuál típicamente se acompaña de una lineación de estiramiento en el afloramiento.
En b) se muestra las proyecciones de hemisferio inferior de las líneas de charnela en pliegues 1, 2 y 3. El gran
círculo representa el plan o de cizalla y el círculo abierto la dirección de cizalla, los puntos pequeños son medidas
de la línea de charnela.

Pliegues asociados a fallas se forman como láminas de cabalgadura se mueven sobre


irregularidades en el plano de cabalgadura (como rampas), mientras que los pliegues de
propagación de falla son estructuras de acomodo sobre la parte frontal de una cabalgadura.

Sobreposición de plegamiento

Los geólogos estructurales utilizan el término generación de pliegues para referirse a grupos de
pliegues que se formaron aproximadamente en el mismo tiempo y bajo condiciones cinemáticas
similares. Es común encontrar algunas generaciones de pliegues en un área, los cuales son
nombrados con la letra F.y un número que refleja el orden relativo de su formación: F1, F2, F3,
etc. Algunas generaciones de pliegues pueden formarse durante una fase orogénica, las cuales
son denominadas con la letra D para deformación. En cualquier cinturón montañoso pueden
presentarse varias fases de deformación, denominadas D1, D2, etc., cada una conteniendo una
o más fases de plegamiento. Es importante comprender que ni toda fase de deformación ni
cada generación de pliegues tienen que estar presentes a todo lo largo del orógeno, ni ocurren
en todas partes al mismo tiempo. En una escala regional la deformación está distribuida

107
irregularmente y comúnmente es diacrónica. El principio del tiempo relativo de la sobreposición
de pliegues indica que los pliegues que pliegan a otros son más jóvenes.

A la geometría que resulta de la sobreposición de pliegues se le llama patrón de interferencia


de pliegues.

Patrones de interferencia de pliegues

Se reconocen cuatro patrones básicos de pliegues F2 rectos y pliegues F1 de orientación


variable.

El tipo 0 es una condición especial, porque las charnelas y las superficies axiales de ambas
generaciones de pliegues son paralelas, como consecuencia F1 es meramente apretada por la
sobreposición de F2. Entonces el tipo 0 no puede ser reconocido en el campo como un patrón
de interferencia con base solamente en su geometría. El tipo 1 también es conocido como
estructura de “domo y cuenca” y parece una cartera de huevos. Tanto las superficies axiales
como las charnelas de las dos generaciones son perpendiculares produciendo esta geometría
característica. El tipo 2 quizás es la geometría más difícil de visualizar. En afloramiento,
frecuentemente vemos una sección a través de esta geometría que parece un patrón en
“champiñón”. Note que este patrón de afloramiento sólo se forma en la superficie horizontal que
intercepta el tipo 2. Cualquier otro corte, por ejemplo, vertical, produce un patrón bastante
diferente. Finalmente el tipo 3 es referido a veces como el patrón de pliegues “replegados”, el
cual es inadecuado ya que todos los patrones son pliegues replegados.

Los patrones de interferencia están en función de las relaciones espaciales de las líneas de
charnela y las superficies axiales de generaciones de pliegues, así como la superficie de
sección en la cual se observa el patrón resultante. Así, el análisis de sobreposición de pliegues
es un problema tridimensional. Los cuatro tipos mostrados, son sólo los miembros finales de un
arreglo infinito de posibilidades.

Los patrones de interferencia mostrados se producen cuando las generaciones de pliegues son
de escala similar. Si las escalas varían puede que no haya un patrón de interferencia visible en
la escala de afloramiento, y sólo mediante análisis estructural regional puede aparecer la
estructura a gran escala. Tras algún trabajo de campo es común encontrar una o más
generaciones de pliegues adicionales que sólo se muestran a la escala del mapa.

La presencia de generaciones múltiples de pliegues tiene implicaciones mayores para la


interpretación de la historia deformacional de un área. Primero, implica que las condiciones
cinemáticas han cambiado para producir una generación de pliegues con una orientación
diferente que antes (excepto por el tipo 0); así que el régimen de deformación debe haber
cambiado. Segundo, los pliegues de la primera generación tendrán orientaciones variables
dependiendo de en donde ellos son medidos en el patrón de sobreposición. La orientación, por
lo tanto, no es una característica de generaciones de pliegues en áreas con múltiples
deformaciones y deberían ser usadas cuidadosamente como una herramienta de mapeo.

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Estilo de pliegues

Cuando se encuentran numerosos pliegues surge la cuestión de su significancia. Son parte de


la misma generación o representan algunas generaciones? De la experiencia con pliegues
sobrepuestos, se está consciente que sólo los pliegues F2 tienen una orientación que puede
persistir en la distancia, y que la orientación de los pliegues F1 depende enteramente de su
posición en el patrón de interferencia. Si estamos en un afloramiento donde sólo encontramos
un pliegue, cuya orientación no es la misma de F2 o F1 en el afloramiento anterior. Sin
embargo esperamos predecir a cual generación pertenece, y para esos utilizamos las
características para cada generación de pliegues que se agrupan bajo el término de estilo de
pliegue. Las características de los pliegues se enlistan en la tabla .

Elementos característicos del estilo de plegamiento

En el plano de perfil, ¿el pliegue es paralelo o similar?


¿Cuál es el ángulo interflancos en perfil?
En tres dimensiones ¿el pliegue es cilíndrico o no-cilíndrico?
¿Hay una foliación de plano axial y/o lineación asociada, y de qué tipo
son?
Note que la orientación y simetría no son un criterio de estilo

Los cuatro elementos, paralelo/similar, ángulo interflancos, cilíndrico/no-cilíndrico, y


foliaciones/lineaciones, se usan para describir el estilo de un pliegue. Ausentes de la lista están
la orientación y simetría del pliegue, los cuales no son criterios de estilo. Discriminar una
generación de pliegues con base en su orientación sólo puede funcionar para la última
generación; las más antiguas tienen orientaciones variables e inconsistentes.

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BIBLIOGRAFÍA

Algunos de los libros disponibles en la biblioteca de Ciencias Exactas y Naturales son:

Structural geology of rocks and regions / G. H. Davis, Stephen J. Reynolds-- 2a Ed.-- New
York : Editorial John Wiley & Sons, c1996

An Introduction To Geological Structures And Maps / G.m. Bennison And K.a. Moseley-- 6a
ed.-- London : New York : Editorial Arnold, c1997

The Mapping Of Geological Structures / K.r. McClay.-- New York : Editorial Open University
Press, Milton Keynes, 1989, c1987 (Geological Society Of London Handbook)

Earth Structure: An Introduction to Structural Geology and Tectonics (Second Edition)


[Hardcover] 2003. Ben A. van der Pluijm (Author), Stephen Marshak (Author),

Microtectonics: Passchier, C.W. y Trouw, R.A.J. 366 p. (2ª edición) Springer.

The Techniques of Modern Structural Geology, Volume 1: Strain Analyses [Paperback]


1984 John G. Ramsay

The Techniques of Modern Structural Geology, Volume 2: Folds and Fractures


[Paperback] 1987 John G. Ramsay (Author), Martin I. Huber (Author)

Structural Analysis and Synthesis: A Laboratory Course in Structural Geology [Spiral-


bound] Stehen M. Rowland (Author), Ernest M. Duebendorfer (Author), Ilsa M. Schiefelbein
(Author) 3era. Edición. 2007

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