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Dios es un Dios que llama, Invita desde el Génesis al Apocalipsis encontramos centenas de
advertencias donde con Amor y Firmeza dice Hijo Regresa, encarrilate . El Donde estas que
ese escucho en el Edén se escucha en el Antiguo y Nuevo testamento y se escuchara hasta
que la puerta del Santuario se cierre y no halla más Gracia . Un Ejemplo de eso es
encontrado en la historia de Israel como Escribió el Apóstol Pablo Estas cosas les
sucedieron como ejemplo, y fueron escritas como enseñanza para nosotros, para quienes ha
llegado el fin de los siglos. (I Corintios 10 11). Toda Jornada de regreso tiene un camino así
como el hijo prodigo paso por la rebelión, luego por lo ilusorio, luego por la miseria, luego
por el arrepentimiento y luego fue restaurado. Así también el Pueblo de Israel tenía su
camino de vuelta y esto implicaba deparase con
I. Su condición culpable. Son acusados de rebelión. «Crié hijos, y los engrandecí, y ellos se
rebelaron contra mí.» - Isaias 1 2 Él los alimentó y los sacó de Egipto, y los llevó a través del
desierto a una tierra de privilegio y de abundancia. Pero ellos se rebelaron contra Él. ¿Y no
hemos sido nosotros, como pueblo, alimentados y criados en una tierra de luz y privilegio del
Evangelio? ¿Estamos todavía en rebelión contra Él? Esta mísera condición era el resultado de
un cierto proceso moral. Había:
3. PERVERSIDAD. «¿Por qué querréis ser castigados aún? ¿Todavía os rebelaréis?» (v.
Isa_1:5). Dios no podía tratar con ellos como con hijos a los que se disciplina. Estaban tan
alejados que no «soportarían» la disciplina, sino que endurecerían aún más su cerviz en
amarga revuelta (Heb_12:5-8). Es extremadamente doloroso cuando Dios tiene que decir:
«En vano he azotado a vuestros hijos; no han recibido corrección» (Jer_2:30).
4. CORRUPCIÓN. «Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente… no hay en él cosa
sana… podrida llaga», etc. (vv. Isa_1:5-6). Esta enfermedad, esta dolencia, esta ruina y llagas,
nunca pueden ser sanadas, vendadas y suavizadas aparte de Aquel a quien hemos
menospreciado y rechazado. La corrupción es el resultado de estar separados de la Fuente
de la Vida: el Viviente. Abandonar al Señor es preferir la corrupción y la muerte a la salud y a
la vida (Mat_5:13).
II. Su misericordiosa oferta. «Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta», etc. (vv.
Isa_1:18-20). Estas palabras contienen:
1. UNA REVELACIÓN. Revelan la infinita misericordia del Dios a quien habían rechazado y
ofendido. ¿Por qué debía Él tomar la iniciativa de dirigirse a sus rebeldes criaturas? ¡Ah, «Fue
el amor, su inmenso amor»! Mientras éramos aún pecadores, Cristo murió por nosotros.-
Romanos 5 8
2. UNA INVITACIÓN. «Venid luego. y estemos a cuenta.» Dios reconoce y declara la relación
del hombre con Él. «Venid luego. y estemos a cuenta». Él no «razona» con la creación bruta.
¡Cuán llena de misericordia es esta creación! Dios hubiera podido echar a toda la nación de
delante de Él igual que echó al hombre del huerto. «Venid luego», porque donde abundó el
pecado, sobreabundó la gracia (Rom_5:20). «Venid luego», y estemos a cuenta, porque el
pecado ha sido expiado en la Cruz del Calvario.
3. UNA PROMESA. «Aunque vuestros pecados sean como la grana, como la nieve serán
emblanquecidos.» Se ha dicho que «cualquier persona puede teñir su alma con pecado, pero
solo Dios puede blanquearla». El poder de Dios está en y detrás de su promesa, para
transformar los ropajes teñidos de escarlata de un alma ramera en ropajes blancos de un
santo purificado en sangre. «Venid luego», porque ni el número ni la profundidad de tus
pecados tiene por qué constituir obstáculo alguno: la salvación es de Jehová. «La sangre de
Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado» (1Jn_1:7).
4. ADVERTENCIA. «Si rehusáis y sois rebeldes, seréis consumidos a espada» (v. Isa_1:20).
Éste es el ultimátum divino. Si los hombres rehúsan, y se rebelan contra su gratuita oferta de
misericordia y de perdón, si no quieren ceder a la buena disposición divina de estar a cuenta,
entonces su fin será destrucción. Dios es misericordioso, pero Dios no puede mentir
(Tit_1:2). Si sus promesas son menospreciadas, sus juicios no se dormirán. Venid ahora,
porque he aquí ahora el día de salvación.
Conclusión