Biblia y Nueva Evangelización

Biblia y Nueva
Evangelización
Mes de La Biblia 1
Presentación
Los Equipos Bíblicos de la Red Bíblica Ecuménica les presentan este
nuevo material que se titula: Mes de la Biblia, como un aporte para las
parroquias y las iglesias con el fin de profundizar la Palabra de Dios
y de responder a los nuevos desafíos que nos plantea la sociedad a los
creyentes.
El Mes de la Biblia se celebra por los católicos y los evangélicos en
el mes de septiembre. Pero, cada grupo, iglesia o comunidad puede
utilizar este folleto para reflexionarlo en el tiempo que decida a lo
largo del año 2014 dedicado a: La Nueva Evangelización.
¿Por qué septiembre es el mes de la Biblia?

Para los católicos es el mes de la Biblia porque el 30 de septiembre
es el día de San Jerónimo al que debemos la traducción al latín de la
Biblia, llamada Vulgata. Los evangélicos también lo celebran por ser
el aniversario de la Biblia traducida al español por Casiodoro de Reina.
La intención de este material del mes de la Biblia es que todas las
comunidades cristianas desarrollen diversas actividades que nos
permitan acercarnos mejor y con más provecho a la Palabra de Dios.
Para ello, les presentamos el tema de este año: La Biblia en la Nueva
Evangelización.
Con el fin de tener materiales para la profundización del tema les
ofrecemos tres recursos:
1. Folleto del Mes de la Biblia. Consta de seis asambleas cristianas y,
al final del folleto, tres temas de estudio.
2. Seis dibujos simbólicos a color, uno para cada asamblea, que
ayuden a presentar el tema.
3. Folleto del Asesor. En cincuenta páginas se profundizan bíblicamente
los temas sobre Biblia y Nueva Evangelización.
Que el entusiasmo y la reflexión de este Mes de la Biblia, fortalezca la
fe de los creyentes y la participación activa en nuestras iglesias.
Equipo Bíblico Verbo Divino

Primera Parte
Asambleas B
íblicas
Asambleas bíblicas • Mes de la Biblia 3
Tema 1
JESUCRISTO,
EL EVANGELIO DE DIOS
Proclamando la Buena Noticia de Dios
Palabra clave: Evangelio.

Frase clave: Las cosas antiguas ya se realizaron,
ahora les anuncio nuevas cosas (Is 42,9).
Bienvenidas y bienvenidos a este primer

encuentro del Mes de la Biblia. Nos alegramos al
saber que la Palabra de Dios nos convoca, nos une
y nos motiva a continuar con la misión de Jesús:
ser discípulos y discípulas que anuncian el Reino
Ambientación de Dios.
Dialoguemos
- ¿Qué nos sugiere la palabra clave?
- ¿Qué sentimos que nos quiere decir la frase clave?
- Leamos: El título del tema, la Palabra Clave y la Frase Clave. ¿Qué
tienen en común las tres?
Canto: Testigos (pág. 62)
4 Asambleas bíblicas • Mes de la Biblia

Oración: Señor Jesús, tú nos invitas a seguirte y a descubrir el
Proyecto que Dios ha querido revelarnos en ti. Comprendemos que
esto es una decisión nuestra y que no es fácil, por eso imploramos tu
ayuda; enséñanos a hacerlo y danos tu mano en el cansancio. Amén
REFLEXIÓN
SOBRE EL SÍMBOLO
Dialoguemos
- ¿Qué descubrimos en este
dibujo?
- ¿Qué dificultades encon-
tramos para evangelizar en
nuestro barrio?
- ¿Qué alegrías nos trae ser
verdaderos misioneros?
La Iglesia nos habla sobre la nueva evangelización

El llamamiento que hace Jesús, conlleva una gran novedad. En la
antigüedad, los maestros invitaban a sus discípulos a vincularse con
algo trascendente, y los maestros de la Ley les proponían la adhesión
a la Ley de Moisés. Jesús invita a encontrarnos con Él y a que nos
vinculemos estrechamente a Él, porque es la fuente de la vida (cf.
Jn 15, 5-15) y sólo Él tiene palabras de vida eterna (cf. Jn 6, 68). …
Jesús los eligió para “que estuvieran con Él y enviarlos a predicar”
(Mc 3, 14), para que lo siguieran con la finalidad de “ser de Él” y

formar parte “de los suyos” y participar de su misión. El discípulo
experimenta que la vinculación íntima con Jesús, es formarse para
asumir su mismo estilo de vida y sus mismas motivaciones (cf. Lc 6,
40b), correr su misma suerte y hacerse cargo de su misión de hacer
nuevas todas las cosas.
La respuesta a su llamada exige entrar en la dinámica del Buen
Samaritano (cf. Lc 10, 29-37), que nos hace prójimos, especialmente
con el que sufre, y que genera una sociedad sin excluidos, siguiendo
la práctica de Jesús que come con publicanos y pecadores (cf. Lc 5,
29-32), que acoge a los pequeños y a los niños (cf. Mc 10, 13-16),
que sana a los leprosos (cf. Mc 1, 40-45), que perdona y libera a
la mujer pecadora (cf. Lc 7, 36-49; Jn 8, 1-11), que habla con la
Samaritana (cf. Jn 4, 1-26).
LECTURA Y ESTUDIO
DEL TEXTO
El mensaje central de Jesús fue el

Reino de Dios; fue el centro de su
vida y de su predicación, por él
vivió y murió.
Desde el principio de su Evangelio,
Marcos quiere responder a una
pregunta que se hacían los cristianos
para los que escribió su obra ¿quién
es Jesús y qué es el Reino?
a. Lectura del texto: Mc 1,14-15

Leamos el texto en voz alta y con especial atención, de ser posible dos
o tres veces para que la Palabra de Dios penetre en nuestros corazones.

Dialoguemos
- ¿Qué nos dice el texto?
- ¿Qué actitudes asume Jesús en el anuncio de la Buena Nueva?
- ¿Cuál es nuestro compromiso en la nueva evangelización?
b. Estudio del texto

1. El Reino de Dios ha llegado
En la época de Jesús, los diversos grupos sociales y religiosos de
Israel esperaban la venida del Mesías y del Reino, pero cada uno se lo
imaginaba desde su propia perspectiva:
Los fariseos se imaginaban que el Reino y el Mesías llegarían cuando
la ley fuese observada perfectamente. Para ellos era cuestión legal.
Incluso su modelo de Mesías era un gran rabino que cumpla y haga
cumplir la Ley.
Los sacerdotes pensaban que el Reino y su Mesías llegaría cuando
un nuevo y poderoso sacerdote dirija el Templo y desde el, implante
una sociedad gobernada por ellos, como voceros de la Voluntad de
Dios.
Alguna gente del pueblo y sobre todo los zelotes, pensaba que el Mesías
será un poderoso jefe político y militar, como David, que expulse a los
opresores romanos y recupere la libertad y soberanía de Israel.
El Evangelio de Marcos nos dice que Jesús comenzó su misión
proclamando la llegada del Reino de Dios, y a lo largo de todo su
evangelio, nos indicará el tipo de Reino al que Jesús se refería. Mientras
tanto, nos dice que son necesarias dos condiciones para descubrir a este
Reino que está llegando.

2. Conviértanse
Para descubrir el Reino que está llegando, Jesús nos pide un cambio en el
modo de pensar, actuar, vivir, de lo contrario no se podrá entender el mensaje.
¿Pero por qué cambiar?, porque la manera cómo estaba organizada la
religión, no revelaba el rostro de Dios al Pueblo: el ser humano estaba

en función de la ley (Mc 2,29); la voluntad de Dios fue anulada por
la tradición (Mc 7,10-13); la justicia practicada por los fariseos ya no
mostraba el Reino, pues imponían cargas pesadas, en vez de ser puentes
eran muros que bloqueaban la entrada al Reino (Mt 23,13).

3. Crean en la Buena Nueva
Buena Nueva o Buena Noticia (Evangelio), es una expresión que ya
el profeta Isaías había usado mucho tiempo antes (Is 40,9-11), cuando
anunció que Dios llega a consolar a los que sufren, a liberar a su pueblo
y a restaurarlo.
En tiempos de Isaías, como en los de Jesús, esa Noticia resultó ser
buena para unos y mala para otros. Los que ocultaban el rostro de
Dios y obstaculizaban la puerta al Reino se sintieron desenmascarados,
avergonzados; en cambio, el pueblo pobre, marginado, “maldito”,
“impuro” “pecador”, por el mensaje de Jesús, se sintió nuevamente
amado por Dios, liberado, reconstruido, no rechazado sino nuevamente
invitado al Reino.
Para los judíos el Reino de Dios, no era algún tipo de existencia
espiritual después de la muerte, sino primeramente, el pueblo de Israel
reinado por Dios, un estilo de pueblo, de relaciones comunitarias dadas
por Dios. Por eso, “creer” en el Reino no es solo un acto mental o
intelectual de confianza, sino también asumir un nuevo estilo de ser
persona en comunidad.
Cuando Jesús dice crean en la Buena Noticia, está pidiendo que
asumamos un nuevo estilo de vida, una nueva forma de ser pueblo,
desde la auténtica voluntad de Dios.

4. Jesús es el evangelio de Dios
En el texto que hemos leído, el evangelista nos muestra a Jesús, haciendo
presente el Reino, la Buena Noticia de Dios, con sus propios actos, con
su manera de ser persona, con su propuesta de pueblo.
A lo largo del Evangelio vemos a Jesús viviendo y acogiendo con cariño
y solidaridad como un padre misericordioso a todo tipo de marginados:
pobres, enfermos, mujeres, paganos, a todos a aquellos a lo que se les
había convencido de que son pecadores, de que su condición es un signo

de que Dios lo rechaza. Vemos a Jesús atacando todas esas ideas que
dividen y justifican actitudes de exclusión y marginación. Pero sobre
todo, vemos a Jesús fundando y formando una comunidad que viva
como él vive, una comunidad que sea modelo y signo del Reino.
Por esta razón, afirmamos que el contenido de la Buena Noticia no es
una doctrina o unas ideas, el texto de un libro, una filosofía o un culto,
unas leyes o tradiciones, una institución o una sociedad. La Buena
Noticia es una persona; afirmamos que el Evangelio, la Buena Noticia
es Jesús de Nazaret.
Dialoguemos
- ¿Qué nos exige creer en la Buena Noticia que Jesús proclama y vive?
- ¿Cómo podemos mejorar el compromiso misionero en nuestra
comunidad?
c. Mensaje para hoy

La Iglesia tiene el deber de anunciar siempre y en todas partes el Evangelio
de Jesucristo. En consecuencia, se plantea una tarea que ha sido llamada
“Nueva Evangelización”, que está dirigida especialmente a los bautizados
que no viven su fe o que han decidido desconocerla. También se dirige a
esos otros hermanos que desean profundizar en su fe y compromiso. Todos
somos llamados a vivir y anunciar esta novedad del Evangelio.
La nueva Evangelización es una tarea con especial referencia al mundo
de hoy, mundo de bienestar y de consumismo, al que apostamos por re-
conquistar y darle un testimonio evangélico. Se trata de territorios que,
en muchos casos, han sido calificados de tradicionalmente cristianos,
pero que hoy requieren un renovado empuje misionero, expresión de
una generosa apertura al don de la gracia.
La nueva evangelización es un momento de renovación interior, una
experiencia novedosa de Dios, un re-descubrimiento de la belleza del
Evangelio, un nuevo impulso que vivifique todas las realidades tem-
porales, como son las familias, el trabajo, las culturas, las leyes, las
transformaciones sociales, los avances científicos y tecnológicos y con
la esperanza de Cristo, la novedad de Dios.

Arreglamos el salón con un ambiente creativo,
espontáneo y comprometedor. Nos reunidos
en una fila en forma de “V”, signo de victoria
y de compromiso, entrelazamos las manos y
presentamos, por medio de un símbolo, nuestra
CELEBRACIÓN vida, nuestras acciones y nuestros compromisos.
Canto: Hombres nuevos (pág. 62)
- Para venir a la reunión leamos el texto de

Isaías 49,15-22; así compartiremos mejor
nuestras reflexiones.
- Traigamos preparados varios corazones,
PRÓXIMO hecho en cartulina, y unos esferos.
ENCUENTRO - Podemos traer algo para compartir.
recordemos
Evangelio de Dios Testigo del Padre
JESUCRISTO ES:
Fe que renueva Conversión

Tema 2
La Nueva Experiencia de Dios

“Acaso puede una mujer
olvidarse del niño de pecho”
Palabras claves: Dios Padre y Madre.
Frase clave: ¿Puede una mujer olvidar a su niño de pecho,
sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Aunque ella se olvidara,
yo no te olvidaré (Is 49,15).
Bienvenidos hermanos y hermanas a este segundo

encuentro del Mes de la Biblia, Preparemos
nuestra mente y nuestro corazón para permitir que
la Palabra de Dios escrita, ilumine la realidad que
vivimos y nos permita descubrir a Dios que está
Ambientación permanentemente actuando en ella.
La gran tarea de la Nueva Evangelización, exige que renovemos nuestra
experiencia de Dios; eso significa que hay que revisar el cómo, el dónde
nos encontramos con él. Hoy queremos reflexionar sobre este tema.
Recordemos: El encuentro anterior reflexionamos sobre Jesucristo,
Evangelio de Dios, y de su opción por anunciar la Buena Nueva. ¿Qué otros
aspectos recordamos del primer encuentro? Compartamos algunas ideas.
Dialoguemos
- ¿Qué novedad encontramos en la palabra clave?
- A la luz de estas palabras, ¿qué buena noticia encontramos en la frase clave?

Canto: Hoy he vuelto (pág. 62)
Oración: Señor Dios nuestro, Padre y Madre amoroso, creemos en

ti, esperamos en ti, te amamos sobre todas las cosas con toda nuestra
alma, con todo nuestro corazón, con todas nuestras fuerzas; te amamos
porque eres infinitamente bueno y porque eres digno de ser amado; y,
porque te amamos, nos pesa de todo corazón haberte ofendido: ten
misericordia de nosotros tus hijos e hijas. Amén.
REFLEXIÓN
SOBRE EL SÍMBOLO
Dialoguemos
- ¿Qué sentimos al mirar el
símbolo?
- ¿Qué experiencias de
acogida hemos tenido en
nuestra vida?
- ¿Cómo expresamos
nuestro afecto a la persona
que amamos?
La Iglesia nos habla sobre la Nueva Evangelización

La Nueva Evangelización tiene como fin formar personas y
comunidades maduras en la fe que respondan a la nueva situación
que vivimos, provocada por los cambios sociales y culturales. Esta

situación nueva trae consigo nuevos valores: solidaridad, justicia,
búsqueda religiosa y superación de ideologías totalizantes.
La Nueva Evangelización busca suscitar la adhesión personal a
Jesucristo y a la Iglesia de hombres y mujeres bautizados que viven
sin energía el cristianismo y “han perdido el sentido vivo de la fe o
incluso no se reconocen ya como miembros de la Iglesia, llevando una
existencia alejada de Cristo y de su Evangelio” (Redemtoris misio 33).
LECTURA Y ESTUDIO
DEL TEXTO
Este texto fue escrito para los

judíos que se creían abandonados
por su Dios. Isaías intenta levantar
la esperanza, asegura que Yavé
salvará y liberará a su pueblo,
pero sobre todo les pide una
manera distinta y nueva de ver y
experimentar a Dios.
Lectura del texto: Isaías 49,15-22

Leamos el texto en voz alta y con especial atención; de ser posible leerlo
dos o tres veces para que la Palabra de Dios penetre en nuestros corazones.
Dialoguemos
- ¿Cómo se sentía el pueblo?
- ¿Cuál es la imagen de Dios que nos presenta el texto?
- ¿Cuál era la imagen de Dios, que tenían antes de su sufrimiento?

a. Estudio del texto
Entre los año 587 y 586 a.C. el imperio babilónico invadió al reino de
Judá, destruyó la ciudad de Jerusalén, el templo, y con él al sacerdocio
y el culto. Eliminó la monarquía descendiente de David, y se llevó
exiliados como esclavos y sirvientes a Babilonia a los jóvenes, fuertes,
sanos, artesanos o a los que tenían alguna capacidad especial de trabajo.
Babilonia destruyó los signos de la presencia de Dios, por medio de los
cuales el pueblo se mantenía en comunión con Él y sostenían su fe.
El sufrimiento de los judíos se debe a su situación de servidumbre y
opresión, pero sobre todo a la destrucción de esos signos de su fe y de
su nacionalidad. Algunos creían que lo que les está sucediendo es un
castigo, Dios les ha abandonado y se ha arrepentido de haber hecho una
alianza con ellos. Otros creen que el Dios de Israel ha muerto, vencido
por los dioses de Babilonia, y no queda otro remedio que integrarse a la
sociedad vencedora aunque sea como sirviente.
Pero el profeta Isaías intenta levantar la esperanza de los exiliados, mostrando
que Dios es distinto de aquel en el cual habían creído antes o durante el exilio.
Usando hermosas comparaciones, Isaías nos dice que Dios se abaja,
para manifestar su profundo amor, cariño y fidelidad a su pueblo. (Is
49,15). Dios sufre con el sufrimiento de su pueblo, lo ama como un
novio enamorado o como una madre, que ama incondicionalmente y no
requiere méritos de parte del ser amado.
Para Isaías, la crisis en vez de llevarlo a perder la fe, fue ocasión de
purificación y renacimiento; descubrió el auténtico rostro de Dios y lo
presentó como una Buena Nueva al pueblo sufrido.
El Dios del que habla Isaías, no es un dios furioso o vengativo, que
exige cumplimiento de leyes o de tradiciones, no exige sacrificios u
obediencia. No es un juez que juzga solo en base a la ley. No es un
guerrero que santifica las murallas o las armas. No es el dios de una
cultura o de una etnia. No es el Dios de los fuertes.
Isaías pide cambiar la manera de ver a Dios y de buscarlo. No tiene
sentido hacerlo en la ciudad, en el templo, en la muralla, en el gobierno,
en el culto, en la raza, en el poder. Podemos y debemos ver a Dios
actuando en los hombres y mujeres que viven la solidaridad y el
servicio, la compasión en especial hacia los que sufren, los abatidos,
los abandonados, excluidos y despreciados.

Dialoguemos
- Como misioneros, ¿qué actitudes deben acompañar nuestra
predicación?
- ¿Qué imagen de Dios encarnamos en nuestra comunidad? ¿Por qué?
- ¿Cómo demuestra Dios su amor por el pueblo de antes y el de hoy?
b. Mensaje para hoy

El Dios de que habla Isaías, se hizo carne en Jesús de Nazaret, Él
hizo presente a Dios padre-madre (Abba), en su propio estilo de vida.
Transmitió la Buena Nueva de la Misericordia de Dios, antes que con
palabras con su propia vida misericordiosa para con los que sufren.
Hoy en día mucha gente, cristianos o no, dicen que experimenta a Dios, que
lo siente o que lo escuchan, que dialogan o que están en comunión con Él.
El criterio fundamental que descubrimos con Isaías, pero definitivamente
con Jesús, para saber si las experiencias religiosas actuales son auténticas, es
la misericordia y la solidaridad con los que sufren.
La auténtica experiencia de Dios debe llevarnos a descubrir y vivenciar
a Dios como Padre y Madre que ama, cuida, protege, acompaña, acoge
y acepta a sus hijos y que nos envía a hacer lo mismo.
Dios es compasivo y misericordioso, siempre dispuesto a acogernos en
sus brazos, y su deseo es que todos los seres humanos seamos felices,
de una forma plena.
Elaboramos un corazón y dentro colocamos

las cualidades de cada uno de los miembros del
grupo; luego intercambiamos con la persona que
está a nuestro lado un valor y oramos juntos el
Padrenuestro y la oración de la paz. Terminamos
CELEBRACIÓN con un abrazo fraterno, expresando el afecto y
acogida al hermano.
Canto: El amor del Señor es maravilloso (pág. 63)

- Leamos en casa el texto de Jn 14,8-12 para
compartir mejor nuestra reflexión en el
próximo encuentro.
- Preparemos papelitos para escribir, unos
PRÓXIMO esferos, la Biblia, unas velas y un recipiente
ENCUENTRO para quemar los papelitos.
- Traigamos algo para compartir.
recordemos
No deja de amarnos Dios es todo amor
a pesar de nuestro y es el manantial
pecado. del amor.
EL AMOR DEL
SEÑOR
es más fuerte que el
amor de una madre.
Ser hijo suyo es

El amor está por
amarnos como Él
encima de las leyes.
nos ama.

Tema 3
Nuevas Actitudes
Jesús enseña “una doctrina nueva llena de
autoridad” (Mc 1,27)
Palabras claves: Mis actitudes.

Frase clave: Quién me ve a mí, ve al Padre (Jn 14,9).
Bienvenidos hermanos y hermanas, a este tercer

encuentro del Mes de la Biblia. Es para todos
un motivo de alegría que estemos reunidos para
saborear la Palabra de Dios, que es el alimento
que nos fortalece en el caminar en la comunidad.
Ambientación Hoy haremos un recorrido con Jesús, quien nos
quiere llevar a un encuentro con su amado Padre.
Recordemos: En el tema anterior reflexionamos y tomamos conciencia de la
experiencia del amor de Dios que se nos entrega con la intensidad de una madre
que no se olvida de sus hijos e hijas. ¿Qué más podemos recordar? Compartamos.
Dialoguemos
- Con base a la palabra clave, ¿qué nos dice la frase clave?
Canto: Si yo no tengo amor (pág. 63)

Oración: Jesús, hermano Nuestro, condúcenos a tu Padre, haznos
entender su voluntad, para ir donde Él desee que vayamos. Permítenos
vivir en su Luz y calentar nuestros corazones para que brillen dando
calor a aquellos que se acerquen a nosotros.
Bendito sea el Nombre de tu Padre; gracias Jesús por darnos esta
gracia, a pesar de nuestra falta de confianza. Bendito sea tu Nombre
por el bien que Tú nos haces y la misericordia que nos muestras,
llevándonos al corazón de tu amado Padre. Amén.
REFLEXIÓN
SOBRE EL SÍMBOLO
Dialoguemos
- ¿Qué observamos en este
símbolo?
- ¿Qué actitud representa
cada grupo presente en el
dibujo?
- ¿Cómo podemos explicar
el amor de Dios Padre?

La evangelización tiene su fuerza renovadora en la fidelidad a la
Palabra de Dios, su lugar de acogida en la comunidad, su aliento
creador en el Espíritu que une en la diversidad, alimenta la riqueza
carismática y proyecta el compromiso misionero. La Nueva
Evangelización debe ser nueva en ardor, en métodos y su expresión.

Nueva en ardor. Jesucristo nos llama a renovar el ardor apostólico;
envía su Espíritu para encender hoy el corazón de la Iglesia. El ardor
de la evangelización brota de la radical conformación con Jesucris-
to, el primer evangelizador. Así, el mejor evangelizador es el hom-
bre de las bienaventuranzas (Rmi 90-91). La nueva evangelización
supone una fe sólida, una caridad pastoral intensa y una fidelidad
que genere mística, entusiasmo en el anuncio del Evangelio.
Nueva en métodos. Nuevas situaciones exigen nuevos caminos de
evangelización. El encuentro personal, la presencia cristiana en lo
humano y la confianza en el anuncio salvador de Jesús no pueden
faltar. Se ha de emplear la imaginación y creatividad para que el
Evangelio llegue a todos. Ya que vivimos en la cultura de la imagen,
debemos ser audaces para utilizar la técnica y la ciencia, sin poner
jamás en ellos toda nuestra confianza.
Nueva en expresión. Jesucristo nos pide proclamar la Buena Nueva
con un lenguaje que haga cercano el Evangelio de siempre a las
nuevas realidades. Desde la riqueza de Cristo se ha de buscar nuevas
expresiones que permitan evangelizar un ambiente marcado por la
cultura urbana, donde debemos encarnar el Evangelio.
LECTURA Y ESTUDIO
DEL TEXTO
Jesús y sus discípulos han llegado

a Jerusalén, saben que se acerca la
hora decisiva. Ante la aflicción de
sus discípulos, Jesús les consuela,
motivándolos a seguir creyendo
y amándolo, y por tanto a vivir
como él ha vivido.

Lectura del texto: Jn 14,8-12
Leamos el texto en voz alta y con especial atención, de ser posible dos o
tres veces para que la Palabra de Dios penetre en nuestros corazones.
Dialoguemos
- ¿Qué pide Felipe a Jesús y qué respuesta recibe?
- ¿Qué nos dice hoy la actitud de Felipe?
- ¿Cómo expresamos la actitud de Jesús en nuestra vida?

Los discípulos no saben cómo irá Jesús al Padre. Para ellos es
incomprensible, están confundidos, porque piensan en categorías
humanas; piensan en un Mesías que aquí y ahora se siente en el trono
de David. No tienen la menor noción de la necesidad de la humillación,
ni de la glorificación y ascensión de Cristo. Tomás reconoce que ellos
no saben hacia dónde va, y por tanto no pueden saber el camino.
Todavía no conocen suficientemente la gloria de Jesús, que siendo
hombre, es el Hijo de Dios que está a punto de volver a la gloria de su
Padre; pero antes debe pasar por la muerte y resurrección. Jesús es el
camino para ir al Padre y entrar en su reino. Él es la verdad, es decir el
único camino verdadero; es la vida que trae vida eterna en comunión
con Dios. Jesús viene de Dios y conduce a Dios.
Los discípulos aún le quieren conocer por medio de la experiencia y no
por la fe. Esta es la razón por la cual Felipe pide a Jesús que le muestre al
Padre. No obstante, deben aprender a conocer a Jesús y entender que eso
es suficiente, ya que Jesús es la perfecta revelación del Padre, su amor y su
propósito con ellos. “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre”. A través
de sus hechos y palabras Jesús muestra la unidad que tiene con el Padre. El
Padre se hace visible en el Hijo. El que Jesús vuelva al Padre, mientras sus
discípulos se quedan en la tierra, no significa que la estadía de ellos aquí no
tiene valor. Al contrario, ellos pueden continuar las obras de Cristo.
Para asegurar esta obra a futuro, Jesús promete que cualquier cosa que
pidan en su nombre, Él la dará. “En su nombre” indica la certeza de la
promesa y la comunión íntima con Él. Quien conoce a Jesús no pide
cosas contrarias a la voluntad de Dios.

Dialoguemos
- ¿Qué actitudes nos impiden conocer al Padre?
- ¿Qué argumentos utilizamos hoy para dar a conocer a Dios?
b. Mensaje para hoy

Jesús nos regala un claro ejemplo de actitudes y argumentos marcados
por la paz, la justicia y la sabiduría, que deben prevalecer hasta hoy.
El triunfo de Jesús asegura nuestro destino con Él. Los discípulos
tenemos que vivir la muerte de Jesús con la esperanza de que su
partida no es el fin, sino el comienzo de un nuevo período en el plan
de Dios. Jesús va al Padre a preparar la futura morada que cobije a los
que creemos en Él. Jesús se fue, pero volverá para buscar a los suyos.
Mantengamos esta esperanza aun en situaciones difíciles.
Jesús es el único medio para conocer a Dios. Este es tema central en el
evangelio de Juan: Jesús da a conocer al Padre, pero conocer a Dios no
es sólo asunto de comprensión mental. Conocerlo es conocer a su hijo
Jesucristo a través de una estrecha comunión obrada por el Espíritu
Santo en nuestros corazones. Jesús es el Camino verdadero al Padre;
es la Vida que restaura la comunión íntima con el Padre; es Revelador,
pues nos muestra en forma perfecta el amor del Padre.
Jesús nos asegura el triunfo de la Iglesia en su labor misionera. Jesús
promete a todos los que confían en Él, la realización de obras mayores. Esto
no significa que la tarea del creyente es similar a la de Jesús, con milagros
y todo, sino que nuestro compromiso es dar a conocer el evangelio y ser
testimonios para el mundo entero. Pese a los obstáculos que encontremos en
el camino, Jesús nos dará los frutos de la conversión de todas las naciones.
En el centro de la sala colocamos la Biblia con una

vela encendida; escribimos en carteles una actitud
positiva y una negativa que poseamos. La actitud
positiva la colocamos alrededor del cirio y la nega-
tiva la quemamos con el fuego de la vela. Se hacen
CELEBRACIÓN peticiones al momento de colocar los carteles.

Canto: Jesucristo me dejó inquieto (pág. 63)
- Leamos en casa el texto de Lc 7,18-23 para

compartir mejor nuestra reflexión en la
próxima reunión.
- Traigamos preparado recortes de periódicos
o revistas que reflejen situaciones de
PRÓXIMO pobreza o marginación en nuestra sociedad.
ENCUENTRO - Sigamos trayendo algo para compartir.
recordemos
Escucha Diálogo
ACTITUDES DE
LA NUEVA
EVANGELIZACIÓN
Cuestiona Conocer al Padre

Tema 4
La presencia del Reino de Dios

Manifestaciones de la práctica
liberadora de Jesús
Palabra clave: Dignidad.

Frase clave: Y los pobres reciben la Buena Noticia (Is 26,19).
Bienvenidos y bienvenidas hermanos. Seguimos

avanzando en nuestras reflexiones bíblicas. Que
la alegría que hoy nos reúne, nos ayude a abrir los
ojos de nuestra fe para redescubrir la presencia
del Reino de Dios en nuestras vidas, y nos haga
Ambientación capaces de escuchar la voz de Dios. Dispongá-
monos a participar activamente de este encuentro.
Recordemos: En el encuentro anterior compartimos el tema del camino
verdadero que nos lleva al Padre y su Reino. ¿Recordamos cuál es ese
camino? ¿Qué más podemos recordar?
Dialoguemos
- Cuando leemos la frase clave, ¿cómo ilumina la palabra clave?
Canto: Con vosotros está y no lo conocéis (pág. 64)

Oración: Señor Jesús, tú que te hiciste hombre para enseñarnos a
vivir plenamente como seres humanos, te pedimos que nos bendigas
con tu presencia en este encuentro bíblico. Ayúdanos a hacer silencio
interior para escucharte y dejar que tus palabras, como la levadura,
transformen nuestros corazones y se llenen de Ti. Amén.
REFLEXIÓN
SOBRE EL SÍMBOLO
Dialoguemos
- ¿Qué realidades vemos en
el símbolo?
- ¿Qué sentimientos nos
surgen al mirar el dibujo?

Todavía se conservan vivas las tradiciones de piedad y religiosidad
popular cristiana; pero este patrimonio moral y espiritual corre hoy el
riesgo de ser desperdigado bajo el impacto de múltiples procesos de
secularización y difusión de sectas. Sólo una nueva evangelización
puede asegurar el crecimiento de una fe profunda, capaz de hacer de
estas tradiciones una fuerza de libertad.
Los laicos se deben implicar en esta tarea de la Iglesia. En concreto,
les corresponde testificar cómo la fe cristiana constituye la única

respuesta válida a los problemas y expectativas que la vida plantea
hoy. Esto es posible si los laicos saben superar la fractura entre
el Evangelio y la vida, recomponiendo su vida familiar, laboral y
social, unidad donde el Evangelio encuentra inspiración y fuerza
para realizarse en plenitud.
La síntesis entre Evangelio y deberes cotidianos que los laicos deben
plasmar, es el más convincente testimonio de que, no el miedo sino
la adhesión a Cristo es el factor determinante para que vivamos y
crezcamos, configurando un modo de vida conforme a la dignidad
humana. ¡Somos amados por Dios! Ese es el sorprendente anuncio
que debe dar la Iglesia. La palabra y vida de cada cristiano deben
resonar en este anuncio: ¡Dios te ama, Cristo viene por ti; Cristo es
Camino, Verdad y Vida!’
LECTURA Y ESTUDIO
DEL TEXTO
Juan Bautista oye lo que Jesús

está haciendo y quiere confirmar
si él es el Mesías, y envía a
sus discípulos a preguntárselo.
La respuesta de Jesús es muy
especial.
Lectura del texto: Lc 7,18-23


Dialoguemos
- ¿Para qué son enviados los mensajeros de Juan? ¿Qué signos de
Jesús llaman su atención?
- ¿Qué sentimientos surge en ellos al escuchar lo que Jesús hace por
pobres?
- ¿Cuáles de estas actitudes están presentes en nuestras comunidades?

El bautista ha sido encarcelado por Herodes (Lc 3,19-20), seguramente
siente que su vida llega a su fin. Sabe que el Mesías debe venir, pero
¿cuánto más hay que esperar? Ha escuchado de Jesús y de lo que está
haciendo y envía a sus discípulos a preguntárselo.
Los discípulos de Juan llegan donde Jesús y la pregunta es
respondida haciendo notar las obras de sanación realizadas por Jesús
a favor de “muchos”; al final se menciona la vista para los ciegos.
Después, Jesús da la respuesta: “vayan”. Es una misión de parte de
quien es el verdadero evangelizador (Lc 3,18), que manda a dar la
Buena Noticia completa, realizada con las obras que anunciaron los
profetas. Este es un mensaje inequívoco para Juan, sobre quien la
Palabra de Dios ha venido (Lc 3,2).
Al final, se anuncia una bienaventuranza que puede sonar extraña,
porque aparece en forma negativa: bienaventurado el que no encuentra
en Jesús ocasión de tropiezo, de obstáculo en el camino de la fe. ¿Cómo
comprender esto? De hecho es una frase que va más allá del mensaje
para Juan; se dirige a quien escucha la Palabra.
La fe proclamada por Jesús se comprende si se considera que la
responsabilidad está de parte del lector: donde hay riesgo de escandalizar;
se necesita deponer la mirada inquisidora y de pretensiones prejuiciosas,
para abrirse con libertad a lo que Dios está realizando por medio de
Jesús. Es la lógica del Reino de Dios, que supera la heroica coherencia
de Juan (Lc 7,28).

Dialoguemos
- ¿Vivimos a la escucha de la Palabra buscando nuestra conversión?
- ¿Sabemos acoger los signos de la presencia de Jesús en nuestros
tiempos?
- ¿Confiamos en el Evangelio de manera activa, como verdaderos
discípulos?
b. Mensaje para hoy

El Evangelio nos invita hoy a asumir actitudes concretas que vayan
construyendo caminos de liberación para los excluidos y marginados,
denunciando toda estructura injusta y opresora que amenace la vida en
cualquiera de sus dimensiones.
Estamos invitados a convivir con aquellos que son excluidos no sólo de
la sociedad, sino, a veces, hasta por nosotros mismos, con argumentos tan
escandalosos como las diferencias ideológicas, religiosas, económicas o
sociales. Los cristianos y cristianas tenemos que luchar para que no nos
condicionen las realidades externas, ni nos sintamos derrotados cuando
hablen mal de nosotros por atender solidariamente a los excluidos de
la sociedad: pandilleros, madres solteras, drogadictos, gente de la calle,
prostitutas. ¡Estos son los signos del Reino que deben hacernos felices,
así como lo fue Jesús liberando de cadenas a los oprimidos!
La Nueva evangelización se vuelve novedad cuando denunciamos tantas
injusticias a nivel social, religioso, educativo, familiar. No podemos ser
cómplices ni encubridores de la maldad que viven nuestros hermanos
y hermanas. Debemos comprometernos como cristianos a vivir las
actitudes proféticas de Jesús, para hacer presente el Reino de Dios en
medio nuestro.
Finalmente, el texto bíblico de Lucas nos invita a reconocer este estilo de
Jesús: paciente, acogedor, iluminador. La escucha de la Palabra requiere
de una visión inclusiva de lo que ha sido revelado, sin absolutizaciones.
En cada caso, la Escritura viene plenamente iluminada en Jesús y nos
invita, además, a saber leer la acción de Dios en el mundo; lo que puede
ser extendido a los “signos de los tiempos”.

Nos ponemos en círculo alrededor de fotografías
de periódico donde aparecen personas marginadas,
que sufren hoy por la indiferencia de la sociedad.
Luego de unos momentos de silencio expresamos
nuestros compromisos. Concluimos con la
CELEBRACIÓN oración del Padrenuestro.
Canto: Anunciaremos tu Reino (pág. 64)
- Tratemos de leer el texto de Marcos 16,12-20

para compartir mejor nuestra reflexión en el
próximo encuentro.
- Para la próxima reunión traigamos un
PRÓXIMO recipiente con agua, una vela y la Biblia.
ENCUENTRO - Traigamos algo para compartir.
recordemos
Los pobres La realidad
EL REINO DE
DIOS SE HACE
PRESENTE EN:
La alegría La Iglesia

Tema 5
La nueva misión:
características y exigencias
El que crea y se bautice será salvado
Palabra clave: Misión.

Frase clave: Vayan por todo el mundo
y proclamen la Buena Nueva (Mc 16,15)
Una vez más, ¡Bienvenidos hermanos y hermanas

a este quinto encuentro del Mes de Biblia! Hoy la
Palabra nos convoca para reflexionar la misión de
la Iglesia en este siglo XXI. Es una misión que nace
de los pastores y laicos comprometidos, y que se
fundamenta en la misión de Jesús, el Hijo de Dios
Ambientación
enviado por el Padre para liberar a la humanidad.
Recordemos: En el encuentro anterior reflexionamos sobre los signos que
hacen presente el Reino de Dios en la persona de Jesús; todo nació por una
pregunta que hizo Juan Bautista. ¿Recordamos cuál fue esa pregunta y cuál
la respuesta de Jesús? ¡Qué más podemos compartir de ese encuentro?
Dialoguemos
- ¿Cuándo leemos la palabra clave qué se nos viene a la mente?
- ¿Qué desafíos nos plantea la frase clave?

Canto: Id amigos (pág. 64)
Oración: Ser discípulo, Señor, es aceptar tu llamado; dejarlo todo y

ponerse en camino tras tus pasos. Es compartir la vida, aprender de ti en lo
cotidiano, descubrir el misterio, apasionarse como tú por la vida del pueblo
y los hermanos. Ser discípulo es recrear tu camino en Galilea, tu práctica
comprometida, valiente y transgresora, por dar vida, empezando por los
que menos tienen. Ser discípulo es preocuparse por el hambre del otro,
aun cuando no se posea más que dos peces y cinco panes. Ser discípulo es
compartir lo que se tiene y ofrecerlo por el Reino. Amén.
REFLEXIÓN
SOBRE EL SÍMBOLO
Dialoguemos
- Según el símbolo propuesto, ¿qué
se puede entender por misión?
- ¿Cómo deber ser la Iglesia
misionera?
- ¿Qué podemos aportar como
comunidad para cumplir el
mandato misionero de Jesús?

“Una Iglesia de puertas abiertas, no sólo para recibir, sino
fundamentalmente para salir y llenar de Evangelio la calle y la vida
de los hombres de nuestro tiempo. Si la Iglesia permanece encerrada
en sí misma, envejece. Entre una Iglesia accidentada que sale a la

calle y una Iglesia enferma de auto referencia, no tengo ninguna
duda: prefiero la primera.
En Buenos Aires, buscamos el contacto con las familias que no
frecuentan la parroquia. En lugar de ser sólo una Iglesia que acoge,
tratamos de ser una Iglesia que sale de sí misma y que va hacia
hombres y mujeres que no la frecuentan, que no la conocen, que
son indiferentes. Organizamos misiones en plazas públicas, donde
se reúne mucha gente: rezamos, celebramos la misa, proponemos el
bautismo que administramos tras una breve preparación. Es el estilo de
las parroquias y de la diócesis. Además, tratamos de llegar a personas
que están lejos, a medios digitales, la red y los mensajes cortos.
La Iglesia, por venir de una época donde el modelo cultural la
favorecía, se acostumbró a que sus instancias fueran ofrecidas al
que viniera, al que buscara. Eso funcionaba en una comunidad
evangelizada. Pero, en la actual situación, la Iglesia necesita
transformar sus estructuras y modos pastorales orientándolos de
modo que sean misioneros. No podemos permanecer en el estilo
‘clientelar’ que espera que venga el cliente, el feligrés, sino que
tenemos que tener estructuras para ir hacia donde nos necesitan,
donde está la gente, hacia quienes, deseándolo, no van a acercarse”.
(Papa Francisco).
LECTURA Y ESTUDIO
DEL TEXTO
El texto de hoy forma parte de la

conclusión y cierre del evangelio
de Marcos (Mc 16,9-20); presenta
la lista de algunas apariciones
de Jesús: a la Magdalena (16,9-
11), a los dos discípulos que van
por el campo (16,12-13) y a los
apóstoles (16,14-18). Esta última

aparición, con la descripción de la ascensión al cielo (16,19-20), constituye
la razón histórica de la Iglesia hoy, donde todos participamos de la
misión de Cristo.
Lectura del texto: Mc 16,12-20

Dialoguemos
- ¿Cómo acogen el anuncio misionero los personajes aparecen en este
texto?
- ¿En qué nos parecemos a estos personajes?
- El mandato misionero de Jesús ¿sigue siendo actual? ¿Por qué?

Jesús se aparece a los once discípulos y les reprocha no haber creído en
las personas que lo habían visto resucitado. No creyeron a la Magdalena
(16,11) ni a los dos que iban por el campo (16,13). Marcos se refiere
a la resistencia de los apóstoles en creer en el testimonio de quienes
experimentaron la resurrección de Jesús, con ello quiere enseñar dos
cosas: primero, que la fe en Jesús pasa por la fe en las personas que dan
testimonio de él; segundo, que nadie debe desanimarse cuando surge la
duda. ¡Hasta los Once tuvieron dudas!
Lo que viene a continuación es el envío con la misión de anunciar la
Buena Nueva a toda criatura (16,15-18). Después de reprochar la falta
de fe de sus discípulos, Jesús les confiere una misión: “Vayan por todo
el mundo y proclamen la Buena Nueva a toda la creación. El que crea
y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará”. A quienes
tengan el valor de creer en la Buena Nueva se les debe dar el bautismo,
y a ellos, testigos del Reino de Dios, Jesús les promete las siguientes
señales: expulsar demonios, hablar nuevas lenguas, agarrar serpientes
sin que el veneno les haga daño, imponer las manos sobre los enfermos
para que éstos queden sanos. Hoy, podemos comprender estos signos de
la siguiente manera:

- Expulsar demonios: es luchar contra el poder del mal que quiere
destruir la vida de muchas personas que ya han empezado a vivir la
Buena Nueva de la presencia de Dios en sus vidas.
- Hablar lenguas nuevas: es comenzar a comunicarse con los demás en
una forma nueva. A veces encontramos una persona que no hemos visto
nunca, pero parece que la conocemos desde hace mucho tiempo. Es
porque hablamos la misma lengua: el lenguaje del amor.
- Vencer el veneno: hay muchas cosas que envenenan la convivencia.
Muchos chismes que causan estragos en la relación entre las personas.
Quien vive en la presencia de Dios, se pone por encima de todo esto y
consigue que ese veneno terrible no perturbe su vida, ni la vida de la
comunidad.
- Curar a los enfermos: cuidado especial a las personas excluidas
y marginadas, sobre todo a los enfermos y desvalidos. Lo que más
favorece la curación es que las personas necesitadas se sienten acogidas
y amadas.
Dialoguemos
- ¿Cómo se dan en mi vida las señales de la presencia de Jesús?
- ¿Cuáles son hoy las señales que más convencen a las personas de la
presencia de Jesús?
b. Mensaje para hoy

Hoy, la comunidad cristiana debe continuar la misión dada en Mc
16,19-20. A través nuestro, Jesús quiere continuar su misión de revelar
la Buena Nueva del amor de Dios por los pobres y necesitados. Una
comunidad testigo de la Resurrección tiene que ser señal de vida, tiene
que luchar en contra de las fuerzas de la muerte, para que el mundo
sea lugar favorable para la vida; tiene que creer que otro mundo es
posible, sobre todo en aquellos lugares donde la vida de la gente corre
peligro a causa de un sistema de muerte que nos es impuesto, donde el
capital económico es más importante que la vida de las personas y de la
naturaleza.

Evangelizar es la vocación propia de la Iglesia, su identidad más
profunda (EN 14). Los bautizados hemos recibido la misión y la vocación
de participar en la misión de la Iglesia. Por el bautismo participamos
de la misión de Cristo, que es evangelizar, es decir dar testimonio en
medio de pueblos que deben conocer el Evangelio, meditar la Palabra
y santificarse por medio de los sacramentos, viviendo la caridad y la
esperanza.
Evangelizar es realizar el proyecto de Dios Padre: que se realiza por
la misión del Hijo y del Espíritu: el Hijo envía a la Iglesia a proseguir
en el mundo su misión (Mt 28,18-20) y el Espíritu actualiza esa misión
animando a la Iglesia desde el día de Pentecostés (Hch 1, 4-5; 7-8; Jn
14,16-17).
Cristo presente en su Iglesia, por medio de su Espíritu, la anima para
realizar su misión. Pero, la Iglesia no es el Reino de Dios: el Reino es
el proyecto del Padre que realiza Cristo mediante el Espíritu en y por la
Iglesia. Ella está al servicio del Reino, es instrumento para establecer
el Reino de Dios, proyecto universal e integral, que abarca a todos los
hombres, de todos los tiempos y culturas.
A los creyentes, guiados por el Evangelio, les compete proponer
proyectos donde sea posible vivir los valores del Evangelio: libertad,
solidaridad, justicia, fraternidad y caridad, en especial con los más
desamparados y marginados. La Iglesia debe defender los derechos
humanos, el desarrollo compartido, la responsabilidad y la laboriosidad,
y también la cruz y la pobreza evangélica, la oración y la religiosidad.
Formamos un círculo y en medio ponemos un

recipiente con agua, una vela encendida y la
Biblia. El animador puede hacer el gesto de
envío misionero con una oración, y luego invita,
por parejas, a rociarse con agua, como señal de
CELEBRACIÓN renovación del bautismo, se entregan la vela,
como señal de la esperanza que debemos llevar a todos los pueblos, y se
entregan la Biblia, como señal de la Palabra que debe ser nuestra única luz
en la evangelización.

Canto: Nos envías por el mundo (pág. 64)
- Leamos en casa el texto de Hch 2,42-47

para compartir mejor nuestra reflexión en la
próxima reunión.
PRÓXIMO - Traigamos algo para compartir.
ENCUENTRO
recordemos
Testigo de la
Buena Nueva Proclama justicia
EL MISIONERO
Se compromete Vive y anuncia

con el mundo con alegría

Tema 6
Comunicamos la Fe
La comunidad tenía
un solo corazón y una sola alma
Palabra clave: Comunicar.

Frase clave: Los creyentes vivían unidos
y lo tenían todo en común (Hch 2,44).
Bienvenidas queridas hermanas y hermanos a este

sexto y último encuentro del Mes de la Biblia. El
último de esta invitación, pero queda abierta la
invitación para seguir reuniéndonos para leer, re-
flexionar y orar la Palabra de Dios. Hoy veremos
Ambientación la forma práctica como las primeras comunidades
cristianas vivieron su experiencia con el Resucitado. Participemos activa-

mente de la reflexión y estudio.
Recordemos: La reunión anterior reflexionamos sobre la misión de la Ig-
lesia: sus características y exigencias como fidelidad al mandato de Jesús.
¿Qué recordamos de ese tema? Compartamos algunas ideas.
Dialoguemos
- ¿A qué nos desafía la frase clave propuesta para hoy?

Canto: Juntos como hermanos (pág. 65)
Oración: Señor Jesús, tú que nos enseñaste el valor de la fraternidad

y de la solidaridad, ayúdanos a construir una Iglesia de comunidades
unidas, solidarias, con confianza mutua. Que aprendamos a compartir
el pan, las alegrías y las penas; que seamos un regazo donde los más
necesitados encuentren calor y acogida. Amén.
REFLEXIÓN
SOBRE EL SÍMBOLO
Dialoguemos
- ¿Qué relación encontramos
entre este gesto y la misión
de construir Iglesia?
- ¿De los personajes que
aparecen, cuáles no están
presentes en nuestra co-
munidad? ¿Por qué?

El sujeto de la transmisión de la fe es toda la Iglesia, que se manifiesta
en las Iglesias particulares, arquidiócesis y diócesis. El anuncio,
la transmisión y la experiencia vivida del Evangelio se realizan
en ellas. Más aún, las mismas Iglesias particulares, a más de ser

sujeto, son también el fruto de esta acción de anuncio del Evangelio
y de trasmisión de la fe, como nos lo recuerda la experiencia de las
primeras comunidades cristianas (Hch 2,42-47).
Crecen los esfuerzos de renovación pastoral en las parroquias,
favoreciendo un encuentro con Cristo vivo, mediante diversos
métodos de nueva evangelización, transformándose en comunidad
de comunidades evangelizadas y misioneras. Se constata, en algunos
lugares, un florecimiento de comunidades eclesiales de base, según
el criterio de las precedentes Conferencias Generales, en comunión
con los Obispos y fieles al Magisterio de la Iglesia . Se valora la
presencia y el crecimiento de los movimientos eclesiales y nuevas
comunidades que difunden su riqueza carismática, educativa y
evangelizadora. Se ha tomado conciencia de la importancia de la
Pastoral Familiar, de la Infancia y Juvenil (Aparecida 99 e).
LECTURA Y ESTUDIO
DEL TEXTO
Desde el inicio de su predicación,

Jesús cree, vive y promueve la vida
en común entre sus discípulos y
discípulas. Eso fue tan importante
que sus seguidores continuaron
esa propuesta, formando pequeñas
comunidades donde trataban de
vivir los valores del Reino. Lucas,
en el libro de los Hechos, nos cuenta cómo vivían y sobre todo, cómo
querían vivir los hermanos y hermanas.

Lectura del texto: Hch 2,42-47
Dialoguemos
- ¿Cuáles son las actividades comunitarias que relata el texto?
- ¿Cuáles son los sentimientos que une a la comunidad?

Al mirar de cerca este texto de Hechos de los Apóstoles, encontramos
cuatro actividades concretas que se desarrollan en la comunidad.
1. Participar en la enseñanza de los apóstoles. Al frente de las
comunidades están los apóstoles, testigos de la Resurrección de Jesús y
de la presencia del Espíritu en medio de ellos. Los discípulos y discípulas
comparten su vida con el Maestro y quieren compartir su experiencia
y las Palabras de Jesucristo con nuevos hermanos y hermanas. ¡Así
recuerdan la práctica de Jesús! Su testimonio está respaldado por la
realización de signos de vida en bien del pueblo. Palabras y acciones,
teoría y práctica van de la mano en la labor de los apóstoles, discípulos
y discípulas. Los apóstoles y otros hermanos y hermanas impulsan la
tarea de animar, formar y conducir a las comunidades, recordando las
palabras y gestos de Jesús, amigo y novedoso evangelizador.
2. Compartir todo cuanto tienen. Los primeros cristianos tienen gestos y
sentimientos con los que expresan su vida de comunidad, por ejemplo:
- Acuden asiduamente a la convivencia, a conversar con los hermanos
sobre sus ilusiones y dificultades, trabajos y retos, sobre las cosas en
casa y en la calle.
- Comparten todo cuanto tienen ¡forman una caja común! Comprenden
que los bienes no son propiedades para acumular, sino dones de Dios
para compartir.
- Tienen un solo corazón y una sola alma. ¡Comparten hasta los
sentimientos! Así logran superar el racismo, machismo y resentimientos,
que los movían antes de conocer a Jesús.

3. Participan de la fracción del pan. Acuden a la fracción del pan,
sacramento por excelencia que permite reconocer a los seguidores y
seguidoras de Jesús. El lugar para compartir el pan es la casa, donde
se reúnen sintiéndose familia, haciendo todo con alegría y sencillez.
¿Cuán lejos o cerca estamos de estos detalles hoy?
4. Participan de la oración. Igual que el Maestro que ora constantemente,
ellos y ellas acuden regularmente al templo a orar, a poner sus vidas en
manos de Dios. Sus oraciones son de petición, alabanzas o acción de
gracias. Para ello, usan salmos, himnos y fórmulas cortas, conocidas
en esa época. Así, se llenan de esperanza y renuevan su compromiso
creyente y fortalecen su fe.
Dialoguemos
- ¿Qué actividades y sentimientos se comparten hoy en nuestra
comunidad?
- ¿Qué nuevas actividades deberíamos impulsar para crecer como
Iglesia?
- De las cuatro tareas reflexionadas, ¿en cuáles participas activamente?
b. Mensaje para hoy

El amor a Dios y el amor al hermano son inseparables, como nos lo
dice Juan: “En esto conocemos que somos hijos de Dios: si amamos a
Dios y cumplimos sus mandamientos” (1Jn 5,2). En efecto, para amar
tenemos que aprender en la escuela de Dios, al calor de su caridad,
fijando nuestra mirada en su corazón de Padre, siendo capaces de mirar
al hermano con ojos nuevos, con gratuidad y comunión, generosidad y
perdón. ¡Todo esto es misericordia!
En la medida que aprendemos el secreto de esta mirada misericordiosa,
será posible realizar el ideal propuesto de que todos “los creyentes
piensen y sientan lo mismo: poseerlo todo en común” (Hch 4,32).
¡La misericordia se convierte en comunidad y comunión. Es decir en
hacerse prójimo del hermano más necesitado.
Hoy, debemos fijar nuestra mirada en el rostro del Resucitado y,
concretamente, debemos asumir unos compromisos. Proponemos los
siguientes:

1. Tiempo de formación: Así como los apóstoles enseñaban, hoy
también sentimos como una tarea importante la formación de todo
el Pueblo de Dios. Debemos dedicar tiempo, recursos y personas
que acompañen nuestro crecimiento en la fe, formándonos en Biblia,
catequesis, liturgia, etc.
2. Vida comunitaria: Esta es la esencia de un grupo que cree y predica a
un Dios familiar y trinitario. Dios-Familia nos invita constantemente
a construir nuestra familia y comunidad a imagen y semejanza suya.
En este tiempo, de gente es anónima, vive dispersa y masificada, la
comunidad es un espacio de humanización que debemos construir.
3. Momentos sacramentales: Vivir intensamente la Eucaristía, como
sacramento de unidad, celebrándola de manera creativa, sencilla y
alegre; allí encontramos la fuerza para el compartir de cada día, tarea
que no es fácil sin la ayuda de Dios y de los hermanos y hermanas.
4. Orar: Crear espacios de encuentro personal y comunitario con Dios,
donde podamos hablar con Jesús y contarle nuestras inquietudes y
esperanzas, a la vez que abrimos los oídos para escuchar al Maestro
Jesús lo que quiere de nosotros.
En el centro del salón colocamos los símbolos

que nos ayudaron en la reflexión de este día,
nos tomamos de las manos y voluntariamente
expresamos nuestras oraciones y compromisos
de fortalecer o empezar a vivir uno o todos los
CELEBRACIÓN elementos reflexionados hoy.
Canto: Alma misionera (pág. 65)
Compartimos lo que trajimos en un ambiente festivo, de hermandad.

Si deseamos, podemos tener un nuevo
encuentro para reflexionar algunos de los
temas que tenemos en el folleto del asesor,
o con los tres temas de estudio que están a
PRÓXIMO continuación.
ENCUENTRO
recordemos
Formación Fracción del pan
COMUNICAMOS
LA FE CON LA
Convivencia Solidaridad Oración

Segunda Parte
Temas de e
studio
43
Tema de Estudio 1
La Nueva Evangelización
en el libro de Isaías
44 Temas de estudio • Mes de la Biblia

El cautiverio en Babilonia es el periodo en que el pueblo judío fue
desplazado hacia ciudades asirias. Este desplazamiento sucedió en dos
etapas:
- El 724 a.C., Oseas, rey de Israel, se rebeló contra Asiria con la ayuda del
rey egipcio. Esta acción motivó que Salmanasar V, rey de Asiria ataque
Samaria, capital de Israel, haga prisionero a Oseas y lo deporte a Asiria,
junto a los habitantes de Samaria y otras ciudades de Israel. Para poblar las
ciudades abandonadas, Salmanasar V trajo poblaciones babilonias. Oseas
murió en Asiria. Así, el reino del Norte fue aniquilado por las fuerzas asirias.
- El 589 a. C., Sedecías, rey de Judá, se negó a pagar tributo a
Nabucodonosor II, rey de babilonia, lo que motivó a éste a arrasar
Jerusalén: destruyó el Templo y desterró a la elite judía a Babilonia. Otro
grupo grande se autoexilió a Elefantina, en Egipto. Así, Nabucodonosor
II terminó con la independencia de los hebreos, y el gran Templo de
Salomón, orgullo judío, fue arrasado.
La deportación, afectó a las clases altas, pero no a los campesinos pobres
que eran mayoría de la población.
La pérdida de la independencia fue un gran trauma para los judíos; de
hecho fue la mayor crisis de la historia del pueblo de Dios. Perdieron
todo lo que hasta entonces había sido el apoyo de su fe: la tierra –cuya
posesión era expresión de la fidelidad de Dios a su promesa–, el templo
–donde vivía Dios para estar en medio de su pueblo–, la monarquía –que
en nombre de Dios guiaba al pueblo–. Todo fue destruido y eso generó
incertidumbres, dudas, desconfianzas respecto al poder de Yahvé frente a
los dioses extranjeros.
Más aún, la misma identidad del pueblo se quebró como un plato cuando
cae al piso. El pueblo se sintió perdido, sin poder, privilegio o rumbo,
dentro de un inmenso imperio donde vivían desperdigados. El cautiverio
fue la oscuridad (Lam 3,2.6), la experiencia de la nada, el caos. En palabras
del libro del Génesis (1,2), todo era tinieblas y desierto. Dios parecía que
rechazaba a su pueblo (Lam 3,43-45).
Lo más grave es que parecía que no había un profeta que pueda anunciar
alguna esperanza para el pueblo. La antigua enseñanza dada por los
sabios y profetas ya no era capaz de interpretar los hechos que estaban
viviendo. Dios parecía haber perdido el control del mundo. El nuevo
Temas de estudio • Mes de la Biblia 45

dueño de todo es Marduk, dios de Babilonia y la nación babilónica se
sentía invisible: “¡Para siempre he de ser señora! Yo soy, y fuera de mí
no hay nada!” (Is 47,7-8).
¿Cómo ayudar al pueblo a descubrir la Buena Noticia de la presencia
de Dios? Presencia tan nueva y tan escondida que era difícil percibirla
y aceptarla (Is 52,14-15; 53,1; 45,15). He ahí el desafío de una nueva
predicación cargada de esperanza de que la promesa de Yahvé no acabará
jamás! Entonces se buscaba una “Nueva Evangelización”… ¡Ayer como
hoy necesitamos de una Buena Nueva!
1. La Experiencia de Dios y la Nueva Evangelización

En medio de aquel pueblo aplastado y desintegrado, vivían los discípulos
de Isaías. Aun sin el apoyo tradicional de la fe, ellos no dejaron de creer.
La crisis, en vez de llevarlos a perder la fe, fue la ocasión para purificarla
y abrirse al renacimiento de la experiencia con Yahvé. Así, redescubrieron
la novedad de la presencia escondida de Dios y lograron transformarla en
Buena Nueva para los pobres (Is 40,9-11; 52,7-10; 61,1).
Esta experiencia de Dios resuena todavía en las imágenes que los
discípulos de Isaías crearon. Por un lado, fueron imágenes familiares
que revelaban una nueva relación personal con Dios. Entre las que
destacan podemos considerar las siguientes:
- Dios es Padre (63,16; 64,7).
- Pero también Dios es Madre (49,15; 46,3; 66,12-13).
- Dios es Go’el, es decir Redentor, Liberador. Diríamos hoy, es padrino
(41,14; 43,14; 44,6).
- Dios es Marido del pueblo (54,5; 62,5).
Por otro lado, estos discípulos crearon imágenes que revelaban una nueva
percepción de la acción de Dios en la naturaleza, en la historia de los
pueblos y en la política. Podemos destacar las siguientes:
- Dios es Creador del mundo (40,28; 51,13) y del pueblo (43,15).
- Él es el Primero y el Último (44,6; 41,4; 48,12).
- Dios no quiere el caos (45,18-19), sino que lo enfrenta y lo vence con el
poder creador de su Palabra (40,8; Cf. Gen 1,3ss).

- Él es más fuerte que el poder opresor que abruma al pueblo (40,12-18).
- Por eso, Dios libera, conduce y salva a su pueblo con su poder creador
(40,25-31).
En síntesis, en esta experiencia de destierro, los discípulos de Isaías
reencontraron al Dios de sus padres, al Dios de siempre, descubrieron
que sigue siendo Yahvé, Dios con nosotros, que no soporta la esclavitud
y quiere siempre liberar de ese yugo. Sin esta experiencia de Dios, jamás
hubieran llegado a sentir la necesidad de una Nueva Evangelización.
Leamos los siguientes textos, respondamos a las siguientes preguntas:
Lam 3,2-6; 3,43-45; Is 40,9-11; 52,14-15; 52,7-10
- ¿Qué imagen de Dios aparece en la mentalidad del pueblo?
- De estas imágenes, ¿cuál está presente en nuestras comunidades?
2. Las actitudes que convencen…
Tres características marcan la actitud evangelizadora de los discípulos
de Isaías: escuchar y dialogar, vivir la ternura y la acogida, y usar un
lenguaje simple y renovado. Ellos no se comportaron como profesores
que todo lo saben, sino como compañeros de camino que gustaban
de conversar con el pueblo. Desde el principio hasta el final ellos
dialogaban, hacían preguntas, cuestionaban, llevaban a reflexionar
sobre los hechos que estaban viviendo (Is 40,12-14.21-27; 41,8-16).
De este modo, los discípulos comunicaban algo que ellos mismos
experimentaban y vivían, algo de la no muy lejana novedad de Yahvé,
el Dios del pueblo: Dios nunca ha dejado de hacerse presente con una
actitud de diálogo, de ternura y de acogida. A través del gesto y de la
actitud de estos discípulos, el pueblo empezó a darse cuenta de que el
Dios de ellos era diferente al dios de los babilonios; más aún, empiezan a
experimentar que era diferente con ellos mismos, es decir no era el Dios
que los estaba castigado, pues Yahvé siente cariño eterno por su pueblo.
Así, poco a poco, los ojos del pueblo se empezaron a abrir y comenzaron
a ver algo de lo nuevo que estaba sucediendo ya en medio de ellos.
… y los argumentos que curan
El pueblo, de alguna manera, estaba ciego (Is 43,8; 42,19), era incapaz
de percibir la presencia de Dios en los hechos que estaban viviendo.

Por eso, parte de la Nueva Evangelización que los discípulos de Isaías,
debían llevar a adelante, era denunciar todas las causas injustas y falsas
que impedían al pueblo percibir la presencia de Dios en la vida y en los
hechos.
Por ello, los discípulos desenmascararon, uno por uno, los poderes
que oprimían y abrumaban al pueblo: a los grandes líderes (príncipes
y jueces, 40,23), a los adivinos y sabios (44,25), a los gobernantes
(41,25), a las naciones del mundo y todos sus habitantes (40,15.17.22),
a Babilonia con todo su orgullo de creerse la nación más poderosa (47,1-
15), a los ídolos y sus adoradores, a los falsos dioses con sus estatuas
y templos, que eran usados para legitimar la opresión y falsificar la
imagen del Dios verdadero (40,18-20; 41,6-7.21-29; 44,9-20). Todo
esto fue analizado y criticado con argumentos de mucha precisión y
con grandes dosis de sarcasmo.
En otras palabras, los discípulos usaron la razón y el sentido común
para hacer un análisis crítico del sistema opresor. Así desenmascararon
las falsas pretensiones y explicaciones de la ideología dominante y se
esforzaron por concientizar al pueblo y ayudarlo a corregir su antigua
convicción que les impedía percibir la novedad de la presencia de Dios
en los hechos de la vida.
Leamos los siguientes textos, respondamos a las siguientes preguntas:
Denuncias: Is 40,15-23; 41,21-25; 44,25; 47,1-15
Enseñanza: Is 40,12-14.21-27; 41,8-16
- ¿Qué actitudes de los discípulos debemos reflejar hoy en la Nueva
Evangelización?
- ¿A qué o quiénes se debe desenmascarar hoy para que brille el rostro
del Dios?
3. La Buena Nueva del Reino

¿Cuáles eran los hechos señalados por los discípulos de Isaías como
manifestación del Reino? ¡Eran muchos! He aquí algunos: Ciro
rey de los persas, venciendo a Nabucodonosor rey de Babilonia, da
esperanza a los pueblos oprimidos (Is 41,25-27); el pueblo sale del
cautiverio, repitiendo el evento del éxodo (52,7-12); el pueblo empieza

a organizarse como rebaño alrededor de su pastor (40,9-11); el pueblo
se alegra con la llegada de la paz (52,7-9); el pueblo reacciona y resiste
firme contra el opresor (50,4-10); el pueblo asume conscientemente la
lucha y el sufrimiento por la liberación de los hermanos (53,1-12); el
pueblo vuelve a sus raíces, sacando la lección de su pasado (51,1-3).
El trabajo de los discípulos de Isaías sigue siendo un desafío para los
cristianos y cristianas hoy. La Buena Nueva que debemos anunciar
permanentemente es el Evangelio de Jesucristo: el Reino de Dios. Pero,
¿qué es el Reino? Sabemos que no es una doctrina que se enseña, ni una
moral que se impone; no es un catecismo que se recita, ni una ideología
que se transmite.
El Reino de Dios es una actitud de vida donde Dios se hace presente
y actúa, liberando al pueblo con poder divino, realizando su plan de
salvación.
El Reino de Dios es la opción personal del creyente, de hacer visible la
presencia de Dios que nos ama y quiere nuestra salvación integral, con
sus actitudes, con su práctica y testimonio cotidiano. Siempre será la
propia vida lo que confirma la presencia de Dios, y siempre será a través
de nuestra vida como Dios llegua a la vida de las personas que aún no
la han experimentado.
¿Cómo se anuncia la Buena Nueva del Reino? Señalando los hechos
concretos donde se está realizando esta victoria del Reino de Dios, e
interpretarlos de tal manera que surja diáfana la dimensión escondida
de la presencia victoriosa de Dios.
Dialoguemos
¿Cómo reconocer hoy la manifestación del Reino de Dios?

Tema de Estudio 2
Jesús es la
Nueva Evangelización
(El evangelio de Marcos)
El pueblo galileo era un pueblo religioso, respetuoso de la tradición, pero

no fanático o intolerante. No se preocupaba mucho por defender la religión
oficial, como hacían los fariseos y los escribas. Su principal preocupación
se centraba en los problemas de la vida; por eso veían y oían a Jesús con
admiración, pues Él decía que había venido “para que tengan vida, y vida
en abundancia” (Jn 10,10). El anuncio de Jesús era como un espejo: el
pueblo se reconocía allí y descubría la presencia del Reino entre ellos.

Pero ese mismo espejo revelaba también la ausencia del Reino en las
autoridades religiosas. La predicación de Jesús resaltaba la hipocresía y el
error de los líderes: “Quien obra mal detesta la luz y no se acerca a la luz,
para que no delate sus acciones. Quien procede lealmente se acerca a la
luz para que se manifieste movido por Dios” (Jn 3,20-21).
1. Jesús enseña distinto a los escribas

El primer impacto que causa la Buena Noticia de Jesús es que “la gente
se asombra de su enseñanza, porque enseña con autoridad, no como los
letrados” (Mc 1,22.27). Enseñar es lo que más hace Jesús (2,13; 4,1-2;
6,34), es su costumbre (10,1) y el pueblo goza oyéndolo (12,37; 1,22.27;
11,18). Jesús tiene un modo personal de enseñar (Mc 4,2; 12,38), lo hace
con autoridad (1,22.27), usando parábolas que hacen participar a la
gente (4,9), cuestionándole, preguntándole (2,18-19; 3,23-29).
Jesús no da cursos, ni conferencias. No da una enseñanza sistemática,
sino que comunica lo que le nace de su corazón, en forma variada usa
comparaciones que hacen pensar al pueblo, conversaciones que buscan
esclarecer acontecimientos, discusiones que crean polémica, críticas
que denuncian lo falso. Cualquiera sea la forma, Jesús siempre da un
testimonio de lo que Él vivía.
2. El contenido de la Buena Noticia de Jesús

Más de 15 veces dice el evangelio de Marcos que Jesús enseña. Pero
casi nunca dice qué enseña. ¿A Marcos no le interesa el contenido? La
respuesta depende de lo que entendamos por “contenido”.
En primer lugar, el contenido nunca está desligado de la persona que lo
comunica. Jesús era una persona acogedora (6,34), que quiere mucho
a su pueblo. La bondad y el amor que manifiestan sus palabras, forma
parte del contenido de su enseñanza. Un contenido bueno, pero sin
bondad, es como una leche derramada.
En segundo lugar, Marcos define el contenido de la enseñanza de Jesús
como la “Buena Noticia de Dios” (1,14). La Buena Noticia procede
de Dios y revela algo sobre Dios. Con esto, Marcos nos hace saber que
Dios es Padre. En todo lo que hace y dice, Jesús muestra el rostro de
Dios, su honda experiencia con Dios Padre. Revelar a Dios como Padre
es el fin de la Buena Noticia de Jesús.

En tercer lugar, el mensaje de Jesús se percibe no sólo con palabras,
sino también con gestos concretos que relacionan al pueblo con Dios,
a través de Jesús.
Si leemos en esta clave, el evangelio de Marcos, pese a no tener
muchos discursos, se transforma en una enseñanza asombrosa, “dada
con autoridad” (1,22.27), que revela la presencia del Reino de Dios en
medio del pueblo. Por ejemplo:
- El perdón de Dios está siempre a la mano, no depende del Templo (2,5-12).
- A nadie puede excluirse de sentarse a su mesa (2,15-17).
- El ayuno y otras prácticas antiguas se deben relativizar (2,18-22).
- La Ley de Dios debe interpretarse como servicio a la vida (2,23-28).
- El poder del mal no puede nada frente al poder de Dios (3,23-30).
- Para pertenecer al pueblo de Dios basta hacer la voluntad de Dios (3,31-34).
- Lo que importa es vencer al miedo y tener fe en Dios (4,40).
- La pureza de vida vienen por medio de la fe en el amor de Dios (5,34.36).
- Se anuncia la Buena Noticia no con poder, sino con testimonio (6,7-13).
- El Reino se vive cuando se comparte con los pobres lo que se tiene
(6,30-44).
Estas son algunas de las enseñanzas dadas por Jesús, en apenas los
primeros 6 capítulos del evangelio de Marcos. Sin embargo, estos
ejemplos nos muestran que la enseñanza de Jesús es distinta a la dada
por los escribas. La suya es Buena Noticia para el pueblo: “vengan a
mí los que estén cansados y agobiados, que yo les aliviaré” (Mt 11,28).
Jesús revela un nuevo rostro de Dios, donde el pueblo se reconoce y se
siente alegre: “Te doy gracias Padre, Señor de cielo y de tierra, porque
ocultas estas cosas a los entendidos y se las revelas a los ignorantes. Sí,
Padre, esa es tu elección” (Mt 11,25-26).
Dividámonos en grupos pequeños, tomemos uno o dos capítulos a
partir de Mc 8. Hagamos una lista de otras enseñanzas que nos dé Jesús.
Compartimos.

3. El llamado que hace Jesús a la Nueva Evangelización
La forma como Jesús llama es simple y variada: pasa, mira y llama (Mt
1,16-20). Los llamados ya lo conocen, han tenido alguna convivencia
con Él (Jn 1,39; Lc 5,1-11), Han tenido la oportunidad de ver cómo
ayuda a la gente y lo han escuchado en la sinagoga. El pueblo sabe
cómo vive y cómo piensa Jesús.
El llamado no se da en un primer momento, sino que se oferta como una
invitación llena de entusiasmo. Comienza y termina a orillas del lago
de Galilea (Mc 1,14-17; 14,18; 16,7). ¡Es decir, siempre recomienza!
El llamado coincide con la convivencia de tres años, desde el bautismo
hasta la ascensión de Jesús (Hch 1,21-22).
A veces, Jesús es quien toma la iniciativa y llama; otras, son sus discípulos
quienes invitan a parientes y amigos (Jn 1,40-46); también llama Juan
Bautista, que lo señala como el “Cordero de Dios” (Jn 1,35-39). A veces,
es el interesado quien se presenta para seguirlo (Lc 9,57-62).
Para seguir el llamado de Jesús se requiere decisión y compromiso.
Jesús no oculta las exigencias: quien quiera seguirlo debe saber lo que
debe hacer: cambiar de vida y creer en la Buena Noticia (Mc 1,15), estar
dispuesto a dejarlo todo y asumir con Él una vida pobre e itinerante.
Quien no esté dispuesto, “no puede ser mi discípulo” (Lc 14,33). La
dificultad, por lo tanto, no es la renuncia, sino el amor que da sentido
a la renuncia, amor a Jesús (Lc 9,24) y al Evangelio (Mc 8,35) por
quienes se renuncia y se carga la cruz todos los días (Mt 10,37-39;
16,24-26; 19,27-29).
¡El llamado es un nuevo comenzar! Momento de entrar en una nueva
familia, en una nueva comunidad (Mc 3,31-35), para comenzar todo de
nuevo. Quien acoge el llamado debe dejar que “los muertos entierren
a sus muertos” (Lc 9,60), debe mirar adelante y no atrás (Lc 9,62). El
llamado es como una piedra preciosa, por la que se abandona todo (Mt
13,44.46).
La llamada de Jesús sigue aconteciendo hoy: unas veces vamos a
una reunión de la comunidad, nos gusta y volvemos muchas veces;
otras veces, alguien nos invita o somos nosotros quienes decidimos
participar. ¿Cómo nos llegó el llamado a seguir a Jesús? ¿Hemos
invitado a alguien al encuentro con Jesús? Compartamos.

4. Seguir a Jesús, la Buena Nueva
Jesús reúne discípulos como lo hacían los rabinos de la época. Un grupo
de apenas Doce personas (Mc 3,14), como las doce tribus en el Antiguo
Testamento (Mt 19,28). Pero, había una comunidad más amplia de
hombres y mujeres (Lc 8,1-3) que llegaron a ser setenta y dos (Lc 10,1).
De entre los Doce, de acuerdo al momento, Jesús forma un grupo menor
con Pedro, Santiago y Juan, con quienes reza (Mt 26,37-38; Lc 9,28).
Ser parte del grupo de Jesús significa tener una relación estrecha con Él.
Seguir a Jesús significa:
a. Imitar su ejemplo: Jesús es el modelo que el discípulo debe recrear
en su vida (Jn 13,13-15). La convivencia permite una confrontación
constante. En la escuela de Jesús sólo se enseña una materia: el Reino,
fuente y fin de toda evangelización.
b. Compartir su destino: Quien sigue a Jesús debe comprometerse y
aceptar con Él las tentaciones” (Lc 22,28), Incluso en la persecución
(Jn 15,20; Mt 10,24-25) debe estar dispuesto a morir por Él (Jn 11,16).
c. Vivir su vida y pasiones: Para el cristiano esta tercera dimensión crece a
partir de la experiencia de Pascua de resurrección: “Ya no vivo yo, sino
que es Cristo quien vive en mí” (Col 2,20). Por eso busca identificarse
con Jesús vivo en medio de la comunidad, rehacer el camino de Jesús que
muere defendiendo la vida y resucita por el poder de Dios (Flp 3,10-11).
Esta dimensión mística es fruto de la acción del Espíritu de Jesús.
La mayor parte de los que siguen a Jesús son personas sencillas, con
poca instrucción (Hch 4,13; Jn 7,15). Hay hombres y mujeres (Lc 8,2-
3; Mc 15,40-41), padres y madres. Unos son pescadores (Mc 1,16.19),
otros artesanos y agricultores. Mateo es publicano (Mt 9,9); Simón
pertenece al movimiento popular zelota (Mc 3,18); es posible que
algunos pertenezcan a un grupo subversivo, porque llevan armas y
tienen actitudes violentas (Mt 26,51; Lc 9,54; 22,49-51). Algunos han
sido curados de sus enfermedades o han sido liberados de algún espíritu
malo, por ejemplo, María Magdalena (Lc 8,2).
También siguen a Jesús algunas personas pudientes como Juana (Lc
8,3), Nicodemo (Jn 3,1-2) o José de Arimatea (Jn 19,38); ellos sufren
en carne propia lo que significa romper con el sistema y ponerse al lado
de Jesús. Nicodemo, por defender a Jesús en el tribunal es abucheado

(Jn 7,50-52); José de Arimatea, por pedir el cuerpo de Jesús, se arriesga
a ser acusado de enemigo de romanos y judíos (Mc 15,42-45; Lc 23,50-
52); Zaqueo devuelve cuatro veces lo que ha robado y da la mitad de sus
bienes a los pobres (Lc 19,8). Todos, pobres y ricos, pueden decir con
Pedro: “hemos dejado todo y te hemos seguido” (Mt 19,27).
Jesús pasa la noche en oración antes de elegir a los Doce (Lc 6,12-16);
reza para saber a quién llamar, y escoge a personas cuyos retratos los
tenemos hasta hoy en los evangelios, aunque poco se nos informa sobre
su modo de ser y actuar.
d. A Jesús lo siguen personas comunes: Las personas que siguen a Jesús
no son santas, sino personas comunes, con virtudes y defectos. Pedro
es generoso y entusiasta (Mc 14,29.31; Mt 14,28-29), pero cuando
llega el peligro se le encoge el corazón y se echa para atrás (Mt 14,30;
Mc 14,66-72). Santiago y Juan están dispuestos a sufrir por Jesús (Mc
10,39), pero son tan violentos (Lc 9,54) que Jesús los llama “hijos del
trueno” (Mc 3,17). Felipe tiene la cualidad de llevar a otros a Jesús (Jn
1,45-46), pero no es práctico para solucionar problemas (Jn 12,21-22;
6,7), al punto que Jesús se impacientó con él: “tanto tiempo llevo con
ustedes y no me conoces aún, Felipe” (Jn 14,8-9). Natanael no admite
que algo bueno pueda salir de Nazaret (Jn 1,46). Tomás es testarudo,
capaz de mantener su opinión en contra de todos (Jn 20,24-25), pero
cuando ve que está equivocado, no tiene reparo en reconocer su error
(Jn 20,26-28).
Con este grupo, Jesús da comienzo a su evangelización. Hay esperanza
para nosotros. Jesús no elige a la élite, ni escoge necesariamente a
personas con estudios o cualidades superiores. Elige a aquellos que
se sienten atraídos por su mensaje que, por lo general, son personas
consideradas impuras: publicanos, pecadores, prostitutas, leprosos (Mc
2,16; 1,41; Lc 7,37).
e. La Nueva Evangelización es amar a los pobres: A los pobres, Jesús
los declara felices (Lc 6,20; Mt 5,3), pues su misión es “dar la Buena
Noticia a los pobres” (Lc 4,18). Jesús vive como pobre, no posee nada,
ni aun una piedra para reclinar su cabeza (Lc 9,58). A quien quiera
seguirlo le invita a escoger: Dios o el dinero (Mt 6,24).
La pobreza que caracteriza la vida de Jesús y sus discípulos, debe
caracterizar su misión. Al contrario de los fariseos misioneros (Mt

23,15), los discípulos de Jesús deben confiar en el pueblo que los
recibe, no deben llevar nada, ni oro o plata, ni dos túnicas, ni alforja, ni
sandalias (Mt 10,9-10); deben confiar en la hospitalidad (Lc 9,4; 10,5-
6) y trabajar y vivir de lo que les den (Lc 10,7-8). Además, deben cuidar
de los enfermos y necesitados (Lc 10,9; Mt 10,8), para que el Reino
llegue pronto (Lc 10,9).
Por otro lado, en la administración de los bienes, llama la atención en
las parábolas de Jesús, la seriedad que exige en el uso de los bienes (Mt
25,21.26; Lc 19,22-23). Jesús quiere que el dinero esté al servicio de la
vida (Lc 16,9-13).
Este testimonio en favor de los pobres es el paso que faltaba en el
movimiento popular de la época. Siempre que en la Biblia se intenta
renovar la Alianza, se comienza por establecer el derecho de los pobres
y excluidos. ¡Sin esto no hay Alianza! Así hacían los profetas; así lo
hace Jesús, que denuncia el sistema anticuado que, en nombre de Dios,
excluía a los pobres.
Por el hecho de que alguien siga a Jesús y viva en comunidad no es
santo ni renovado. Entre los discípulos siempre reaparece la mentalidad
antigua, porque el fermento de Herodes y los fariseos (Mc 8,15) tiene
honda raíz en medio del pueblo.
La conversión que Jesús pide cambios. ¿Cuáles son los cambios que
debemos hacer, como personas, como comunidad y como Iglesia?
Compartamos.

Tema de Estudio 3
La Nueva Evangelización
en la Iglesia de hoy
Los Obispos católicos, en el último Sínodo celebrado el 28 de octubre del

2012, vieron urgente tratar el tema de “La Nueva Evangelización para la
transmisión de la fe cristiana”, para dar respuesta a una Iglesia que se
siente desafiada por nuevos retos del siglo XXI: secularismo, abandono de
la fe, indiferencia, etc.
Se trata, según los obispos de reanimar a la Iglesia en general, sus
comunidades, movimientos y parroquias, es decir llamar a todos los
estamentos de la Iglesia a dar un testimonio cristiano que nos lleve a
redescubrir la alegría de la fe y del compromiso cristiano.

La Evangelización es el objetivo de cada miembro de la Iglesia, el Papa, los
obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, laicos y laicas. La evangelización
es el motor que impulsa al creyente a salir del “circulo vicioso” de una fe
marcada por tradiciones que no dicen nada a la fe, y proyectarse a los
“nuevos areópagos”, lugares urgidos de una nueva evangelización, por
ejemplo cárceles, periferias de las ciudades, centros comerciales, pandillas,
y otras realidades consideradas vulnerables.
1. Ejes fundamentales para la Nueva Evangelización

“El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca, conviértanse
y crean en la Buena Nueva” (Mc 1,15).
La fe cristiana no es una doctrina, una sabiduría, unas normas morales
o una tradición. La fe es un encuentro real, una relación con Jesucristo.
Transmitir la fe significa crear en cada lugar y tiempo, las condiciones
para que el encuentro entre los hombres y Jesús se realice. El objetivo
de toda evangelización es llevar a un encuentro íntimo y personal,
público y comunitario.
La prioridad de la evangelización se puede resumir en cinco rasgos, a
saber:
a. La novedad: La novedad nos da siempre un poco de miedo, porque nos
sentimos más seguros si tenemos todo bajo control, si somos nosotros
los que construimos, programamos, planificamos nuestra vida, según
nuestros esquemas, seguridades, gustos. Esto nos sucede también con
Dios. Con frecuencia lo seguimos, lo acogemos, pero hasta un cierto
punto; nos resulta difícil abandonarnos a Él con total confianza, dejando
que el Espíritu Santo anime, guíe nuestra vida, en todas las decisiones;
tenemos miedo a que Dios nos lleve por caminos nuevos, nos saque de
nuestros horizontes con frecuencia limitados, cerrados, egoístas, para
abrirnos a los suyos.
b. La centralidad de Jesucristo: Lo importante es el encuentro personal
con Jesús, porque es justamente Él quien da la fe. La centralidad de la
fe cristiana, es que transforma la vida. Muchas son las citas bíblicas que
apoyan esta afirmación: Jn 16,33; Mt 17,20; 2Cor 12,9; Rom 8, 28-34.
Lo esencial de ser cristiano es creer en Jesucristo, muerto y resucitado
por nuestros pecados, y amarnos unos a otros como Él nos ha amado.

En ese sentido, una fuente que hay que potenciar es la piedad popular,
que es un tesoro de la Iglesia, espacio de encuentro con Jesucristo donde
se conserva, cultiva y acrecienta ese tesoro. Es necesario acudir siempre
a Cristo, y para ello hay que esforzarse en reforzar la fe, cuidando la
formación espiritual, la oración personal y comunitaria y la liturgia.
- ¿Me abro a las “sorpresas de Dios” o me encierro con miedo?
- ¿Quiero recorrer el camino nuevo que Dios me ofrece o me escondo en
una estructura caduca, sin capacidad de respuesta?
- ¿Cómo es mi encuentro personal con Jesucristo? ¿Dónde lo reconozco?
- ¿Qué tipo de evangelización recibí en mi catequesis? ¿Cómo entiendo
hoy la Nueva Evangelización?
2. Una Iglesia que se deje evangelizar y salga a evangelizar.

Vayan por todo el mundo y proclamen la Buena Nueva a toda la creación
(Mc 16,15).
Las dificultades de la vida no se superan fuera, sino dentro de la Iglesia;
pertenecer a un grupo, movimiento o comunidad es una manera de vivir
la fe, modo de sentirse parte de la Iglesia. El sentido de Iglesia es un
carisma fundamental para el camino evangelizador; no es posible que
un cristiano no se “sienta” Iglesia. Hay que sentir con la Iglesia que nos
engendró en el bautismo; sentir con la iglesia que tiene una expresión
filial en la comunión con los pastores y con el resto del pueblo, signo
visible de la unidad.
Para todo cristiano, el anuncio y testimonio del Evangelio nunca son
hechos aislados o de grupo; ningún evangelizador actúa por inspiración
personal, sino en unión con la misión de la Iglesia y en su nombre; es
una división absurda pensar en vivir con Jesús sin vivir en y con la
Iglesia, seguir a Jesús fuera de la Iglesia, amar a Jesús sin amar a la
Iglesia.
Frente a la realidad actual, a nivel social, cultural, tecnológica, religiosa
y familiar, la Iglesia se ve en la necesidad de dar nuevas respuestas
a estos cambios de época. Hoy no podemos evangelizar esperando
que la gente venga a nuestros grupos o parroquias. Hoy es necesario
ir donde están los oyentes. No se trata de ir como “salvadores”, sino

para compartir la experiencia de un Dios que quiere que construyamos
un mundo nuevo, empezando por las familias. Hay que recuperar la
“iglesia doméstica” que es hogar, espacio donde se realiza el encuentro
con Jesucristo.
- ¿Qué espacios o lugares son urgentes de evangelizar?
- ¿Qué hace mi comunidad o parroquia frente al tema de la Nueva
Evangelización?
3. Una Iglesia que da testimonio

Se mantenían constantes en la enseñanza de los apóstoles, en la
comunión, en la fracción del pan y en las oraciones (Hch 2,42ss).
La Iglesia de hoy debe recuperar su identidad profética poniendo
en práctica los valores de: caridad, testimonio, anuncio, celebración,
escucha y de ser participativa. Estos gestos vividos conscientemente,
son los que motivan a muchos hermanos y hermanas a involucrarse en
la construcción de una Iglesia nueva donde todos formamos parte y sin
discriminaciones.
La Iglesia se convierte en sujeto de transmisión de la fe, cuando sus
Obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos comprometidos, se
sienten llamados a dar testimonio de la fe recibida. Son los catequistas
y todos los agentes de pastoral los responsables de la vida de la Iglesia.
Por eso la formación de líderes será una prioridad en las parroquias y
centros educativos, donde la Palabra de Dios será la protagonista de
toda la formación humana, social y religiosa.
- ¿Qué testimonio estamos dando en nuestras comunidades - parroquias?
- ¿Cómo aplicamos los espacios de formación que nos ofrecen?
- ¿Qué lugar ocupa la Palabra de Dios en mi vida y comunidad?
4. Una Pastoral renovada

Enseñándoles a poner por obra todo lo que les he enseñado (Mt 28,20).
La toma de conciencia de la vocación no trata solo de la vocación sacerdotal
o a la vida consagrada. Se trata de la vocación, en definitiva, a la vida a
través de sus distintos estados. Ilustra estas ideas el siguiente fragmento

del discurso del Papa Francisco a las religiosas pertenecientes a la Unión
Internacional de Superioras Generales, a quienes recibió el miércoles 8 de
mayo del 2013: “Jesús, en la Última Cena, se dirige a los apóstoles con
estas palabras: “No son ustedes los que me han elegido, soy yo quien los
ha elegido” (Jn 15,16), que nos recuerdan a todos, y no solo a nosotros los
sacerdotes, que la vocación es siempre una iniciativa de Dios”.
La toma de conciencia de la vocación cristiana se traduce en seguimiento,
adoración y servicio: “no nos contentemos con una vida cristiana
mediocre. Caminemos con decisión a la santidad… No podemos ser
cristianos por ratos. Busquemos vivir la fe en cada momento” (Papa
Francisco 7 mayo de 2013).
La urgencia de una Nueva Evangelización toma fuerza en la elaboración
y práctica de una pastoral renovada, que responda a las necesidades
de los nuevos escenarios de evangelización (escuelas, universidades,
ciudades, calles), superando la pastoral tradicional de “embudo”, para
pasar a una pastoral crítica y testimonial.
Por otro lado las homilías deben ser preparadas con especial cuidado,
la misma que debe suscitar la escucha de la asamblea y la envíe a dar
frutos. No hay que confundir homilía con avisos parroquiales, todo
tiene su espacio, pero ojalá se logre respetar el espacio y privilegio de
la celebración litúrgica y eucarística dentro de nuestras celebraciones.
Se nos invita a respetar la piedad popular ofreciendo una adecuada
catequesis con respecto a devociones, santuarios, peregrinaciones y fiestas
patronales. Estos escenarios son de un gran alcance evangelizador los
mismos que se han transformado en eventos masivos que pueden perder su
sentido religioso, convirtiéndolos en eventos culturales o turísticos.
La Nueva evangelización hace una invitación especial a la oración,
para renovar nuestra práctica y responder bien a las necesidades de la
Iglesia. Aprovechar los retiros espirituales, encuentros de formación,
Lectio Divina, Estudios Bíblicos ya que estos espacios son vitales para
alimentar nuestra espiritualidad.
- ¿Qué tipo de Pastoral he recibido y cuál estoy transmitiendo?
- ¿Estamos listos para iniciar la Nueva Evangelización? ¿Qué nos hace falta?
- Hagamos un plan para realizar esta tarea, así como lo hizo Jesús.

Cantos
1. Testigos Hombres nuevos,

Nos envías por el mundo (re) sin frenos ni cadenas,
a anunciar la Buena Nueva. (bis) hombres libres que exigen libertad.
Mil antorchas encendidas Hombres nuevos,
y una nueva primavera. (bis) amando sin fronteras,
Si la sal se vuelva sosa, por encima de razas y lugar.
¿quién podrá salar el mundo? (bis) Hombres nuevos,
Nuestra vida es levadura, al lado de los pobres,
nuestro amor será fecundo. (bis) compartiendo con ellos techo y pan.
Siendo siempre tus testigos 3. Hoy he vuelto, Madre
cumpliremos el destino. (bis) Cuantas veces, siendo niño,
Sembraremos de esperanza te recé con mis besos
y alegría los caminos. (bis) te decía que te amaba; (DO)
Cuanto soy y cuanto tengo poco a poco con el tiempo,
la ilusión y el desaliento. (bis) alejándome de ti,
Yo te ofrezco mi semilla por caminos que se alejan
y Tú pones el fermento. (bis) me perdí. (2)
Hoy he vuelto, Madre, a recordar
2. Hombres nuevos cuantas cosas dije ante tu altar,
Danos un corazón y, al rezarte, puedo comprender
grande para amar; que una madre no se cansa
danos un corazón de esperar. (2)
fuerte para luchar. (si m) Al regreso, me encendías una luz,
Hombres nuevos, sonriendo desde lejos,
creadores de la historia, me esperabas en la mesa la comida
constructores de nueva humanidad. aún caliente y el mantel, y tu abrazo en
Hombres nuevos mi alegría de volver. (2)
que viven la existencia Aunque el hijo se alejara del hogar;
como riesgo de un largo caminar. una madre siempre espera su regreso;
Hombres nuevos, que el regalo más hermoso
luchando en esperanza, que a los hijos da el Señor es su madre
caminantes, sedientos de verdad. y el milagro de su amor. (2)
62 Cantos • Mes de la Biblia

4. El amor del Señor El amor nunca se irrita,
el amor no es descortés,
es maravilloso el amor no es egoísta,
El amor de Dios es maravilloso. el amor nunca es doblez.
El amor de Dios es maravilloso. El amor disculpa todo,
El amor de Dios es maravilloso. el amor es caridad,
¡Grande es el amor de Dios! no se alegra de lo injusto,
Tan alto que no puedo sólo goza en la verdad.
estar arriba de El. El amor soporta todo,
Profundo que no puedo el amor todo lo cree;
estar abajo de El. el amor todo lo espera,
Tan ancho que no puedo el amor es siempre fiel.
estar afuera de El. Nuestra fe, nuestra esperanza
¡Grande es el amor de Dios! frente a Dios terminará,
El poder de dios es maravilloso el amor es algo eterno
nunca, nunca pasará.
el poder de dios es maravilloso
el poder de dios es maravilloso
¡Grande es el poder de Dios!
6. Jesucristo me dejó inquieto
Jesucristo me dejó inquieto,
Tan alto que no puedo
su palabra me llenó de luz.
estar arriba de El.
/Nunca más yo podré ver el mundo
Profundo que no puedo sin sentir aquello que sintió Jesús/
estar abajo de El.
Tan ancho que no puedo Yo vivía muy tranquilo y descuidado,
y pensaba haber cumplido mi deber.
estar afuera de El.
Muchas veces yo pensaba equivocado
¡Grande es el amor de Dios!
contentarme con le letra de la ley.
El amor de Dios es maravilloso.
Más, después que mi Señor pasó,
nunca más mi pensamiento descansó.
¡Grande es el amor de Dios! Yo creía estar seguro y realizado,
y dejaba descansar mi corazón.
Tan alto… Y siguiendo por la vía equivocada
cosechaba en mi vida una ilusión.
5. Si yo no tengo amor Más, después que mi Señor pasó,
Si yo no tengo amor (RE) mi ilusión y mi engaño se acabó.
yo nada soy, Señor; Sigo a veces intranquilo por la vida
si yo no tengo amor sin respuestas al que viene a preguntar;
yo nada soy, Señor. mucha gente aún
se encuentra adormecida
El amor es comprensivo y sin ganas de saber ni de llegar.
el amor es servicial, Mas, yo sé que Él volverá a pasar,
el amor no tiene envidia, y el descanso en inquietud
el amor no busca el mal. Él va a cambiar.
Cantos • Mes de la Biblia 63

7. Con vosotros está 8. Anunciaremos tu Reino
y no lo conocéis Anunciaremos tu Reino, Señor,
Con vosotros está ( re m) tu reino, Señor, tu reino. (mi m)
y no lo conocéis; con vosotros está Reino de paz y justicia,
su nombre es “El Señor”. (bis) reino de vida y verdad,
Su nombre es el Señor tu reino, Señor, tu reino.
y pasa hambre Reino de amor y de gracia,
y clama por la boca del hambriento reino que habita en nosotros,
y muchos que lo ven pasan de largo tu reino, Señor, tu reino.
acaso por llegar temprano al templo. Reino que sufre violencia,
Su nombre es el Señor reino que no es de este mundo,
y sed soporta tu reino, Señor, tu reino.
y está en quien de justicia Reino que ya ha comenzado,
está sediento; reino que no tendrá fin,
y muchos que lo ven
tu reino, Señor, tu reino.
pasan de largo,
a veces ocupados en sus rezos.
9. Id por el mundo, amigos
Su nombre es el Señor
Id por el mundo, amigos, (DO)
y está desnudo,
id en el nombre e Dios;
la ausencia del amor
id y sembrad mi palabra,
hiela sus huesos;
id y llevad el amor.
y muchos que lo ven
pasan de largo /El mundo os espera,
seguros y al calor de su dinero. el mundo necesita
Su nombre es el Señor que todos mis amigos
y enfermo vive anuncien al Señor. (bis)
y su agonía es la del enfermo; Iremos por el mundo
y muchos que lo saben llevando la ilusión,
no hacen caso, seremos los testigos,
tal vez no frecuentaba testigos de Jesús. (bis)
mucho el templo.
Su nombre es el Señor 10. Nos envías por el mundo
y está en la cárcel, Nos envías por el mundo (RE)
está en la soledad de cada preso a anunciar la Buena Nueva. (bis)
y nadie lo visita y hasta dicen: Mil antorchas encendidas
“tal vez ése no era de los nuestros”. y una nueva primavera. (bis)
Su nombre es el Señor: Si la sal se vuelva sosa,
el que sed tiene, quien pide por la boca ¿quién podrá salar el mundo? (bis)
del hambriento, está preso, Nuestra vida es levadura,
está enfermo, está desnudo, nuestro amor será fecundo. (bis)
pero Él nos va a juzgar por todo eso.
64 Cantos • Mes de la Biblia

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Biblia y Nueva

¿Por qué septiembre es el mes de la Biblia?

Equipo Bíblico Verbo Divino

Palabra clave: Evangelio.

Bienvenidas y bienvenidos a este primer

Canto: Testigos (pág. 62)

4 Asambleas bíblicas • Mes de la Biblia

La Iglesia nos habla sobre la nueva evangelización

Asambleas bíblicas • Mes de la Biblia 5

El mensaje central de Jesús fue el

a. Lectura del texto: Mc 1,14-15

6 Asambleas bíblicas • Mes de la Biblia

b. Estudio del texto

Asambleas bíblicas • Mes de la Biblia 7

8 Asambleas bíblicas • Mes de la Biblia

c. Mensaje para hoy

Asambleas bíblicas • Mes de la Biblia 9

Canto: Hombres nuevos (pág. 62)

- Para venir a la reunión leamos el texto de

Evangelio de Dios Testigo del Padre

Fe que renueva Conversión

10 Asambleas bíblicas • Mes de la Biblia

La Nueva Experiencia de Dios

Bienvenidos hermanos y hermanas a este segundo

Asambleas bíblicas • Mes de la Biblia 11

Oración: Señor Dios nuestro, Padre y Madre amoroso, creemos en

La Iglesia nos habla sobre la Nueva Evangelización

12 Asambleas bíblicas • Mes de la Biblia

Este texto fue escrito para los

Lectura del texto: Isaías 49,15-22

Asambleas bíblicas • Mes de la Biblia 13

14 Asambleas bíblicas • Mes de la Biblia

b. Mensaje para hoy

Elaboramos un corazón y dentro colocamos

Canto: El amor del Señor es maravilloso (pág. 63)

Asambleas bíblicas • Mes de la Biblia 15

Ser hijo suyo es

16 Asambleas bíblicas • Mes de la Biblia

Palabras claves: Mis actitudes.

Bienvenidos hermanos y hermanas, a este tercer

Canto: Si yo no tengo amor (pág. 63)

Asambleas bíblicas • Mes de la Biblia 17

La Iglesia nos habla sobre la Nueva Evangelización

18 Asambleas bíblicas • Mes de la Biblia

Jesús y sus discípulos han llegado

Asambleas bíblicas • Mes de la Biblia 19

a. Estudio del texto

20 Asambleas bíblicas • Mes de la Biblia

b. Mensaje para hoy

En el centro de la sala colocamos la Biblia con una

Asambleas bíblicas • Mes de la Biblia 21

- Leamos en casa el texto de Lc 7,18-23 para

Cuestiona Conocer al Padre

22 Asambleas bíblicas • Mes de la Biblia

La presencia del Reino de Dios

Palabra clave: Dignidad.

Bienvenidos y bienvenidas hermanos. Seguimos

Canto: Con vosotros está y no lo conocéis (pág. 64)

Asambleas bíblicas • Mes de la Biblia 23

La Iglesia nos habla sobre la Nueva Evangelización

24 Asambleas bíblicas • Mes de la Biblia

Juan Bautista oye lo que Jesús

Lectura del texto: Lc 7,18-23