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EL HOMBRE Y LA PLANTA EI mundo de las plantas esti bajo ta influencia de los planetas y esti destinado a alimencar’al hombre y a curar sus dolencias ‘a planta puede nutri al hombre, es decir, eparar sus decafdas fuerzas orginicas, En su cuerpo fisico, 0 sea la alimentaci6n: en su cuerpo clectromagnético, o sea la curacién de sus enfermedades, y en su cuerpo astral: somnabulismo, éxtass, ceremonias migi- cas, adfvinaci6n. El hombre, a su vez, puede hacer tres cosas en favor de Ia planta: Culeivarla (agriculeura migica). Redimirla. (cree: ‘mento magico). Resucitarla(palingenesia), ALIMENTACION No es mi intencién hacer aguf una defensa del vegeta- rismo; autores mis conocedores de la materia y con mis 7 autoridad que yo, han demostrado sus ventajas. Me permitiré folamente indicar algunas reglas dedicadas a los debutantes vegetarianos. 1° Conviene saltar de Ia creofagia al vegetarismo con cierta Jentitud y con parsimonia;:y no se deben variar las bebidas fermentadas por la leche 0 el agua hasta que el cambio de régimen se ha verificado para los alimentos sidos. Este cambio hay que ayudarlo por medio de un mayor con- sumo de fruta carnosa y acuosa, 2° Efectuar este cambio de régimen, a ser posible, en el campo. ‘3° Caso de permanecer en las grandes ciudades, no em pezar el régimen en las fondas 0 restaurantes y no hacerlo tampoco si se padece de debilidad general. 4° ‘Tener en cuenta que la cantidad de alimentos vege tales ha de ser mayor que la de alimentacin animal que se seguta anteriormente. '° Conservar durante mucho tiempo et pescado en los smeniies:los huevos, la leche, la mantequilla de vaca, no deben Jamis exclurse absolutamente, fuera de los casos especiales de ascetismo, ‘6 Finalmente, hay que aprender, al mismo sempo, a gobernar el organisino fisio: yse precisa ance todo ser ductio por la voluntad de las pequefas irregularidades de funciona Iniento que puedan producise. INSTRUCCIONES SOBRE LAS COMIDAS. Puede decirse de un modo general que cuantas mis fuerzas se gastan para el ‘cumplimiento de un acto, este acto nos resulta tanto mis provechoso y Otil. De ahf que, levando las cosas a la punta ide la espada, como vulgarmente se dice, convendria cultivar nosotros mismos nuestra plantas alimenticias, hacer Ia reco- sida y prepararas, valiéndonos de utensilios que sblo sirvieran para dicho objeto, Para las iniciaciones naturalistas y panels: 78 tas que desarollan esa teorfa, estudiindola con todo detalle y muy profundamente, debe empezarse por putificar y per Feccionar cada uno su cuerpo astral y finalmente su inteligen cia, Por esto vemios que a los brahmanes y alos asceta indios se les ordena que preparen ellos mismos sus alimentos y que ‘en ningén caso permitan que los urensilios de cobre que cons- tituyen su bacerfa de cocina, sean tocados por otras manos que por las suyas propias. De ahf derivan también las prescripciones referentes a la posicion del cuerpo durante los igapes: existen cirtas rela tiones entre las corrientes electromagnéticas de un planeta y Jos serese individuos que viven bajo su influencia;serfa conve niente enumerar los fundamentos de esta teorfa, pero haremos hhincapié en la prescripcién que aconseja, a los habitantes de ‘nuestras regiones, comer de cara al Norte. tra prescripeién es la que se refiere alas abluciones; los sacerdotes indis se lavan las manos, los pies, la boca la nari, los ojos y las orejas, repitiendo a menudo una invocacion sagrada; a cuya costumbre corresponde en nuestras regiones Ia" Bendicion de la mesa, la cual, pronunciada migicamente, es decir, expresada con uncién verdadera, desde el fondo del corazém, posce un rel y postivo valor de dinamizacion Finalmente, una Gltima prescripcién es la del silenci la que se observa por las comunidades religiosas del mundo entero, Tiene por objeto, al concentrar toda la atencién en el facto de la comida, reduce, por medio de sensibles propor tiones, la cantidad de materias necesarias ala refeccién; la digestion reclama de este modo una menor actividad cerca del plexus solar, de donde se deriva una notable economia de fuerza nerviosa que los ejercicios de contemplacion necesitan para que resulten verdaderamente fructiferos. Pero, para los, individuos que viven en el mundo y con el mundo en la atmésfera pesada de las grandes ciudades, la alegria es el Imejor digestivo vale tanto como el mejor alcohol para ‘stimula la pereza del estomago. 79 ‘TERAPEUTICA Las virtudes curativas del reino vegetal han sido cele- bradas desde los mis remotos tiempos; en ellos se destacaba ya una gencralintuicién sobre el particular. El nombre helé- hico del dios de la medicina en sf: Eseulapio, significaba, el bosque, la esperanza de la salud o, segin Porfirio, la facultad solar de regenerar los cuerpos, mejor dicho, aquélla que fepara las soluciones de continuidad en los tejidos humanos. ‘Las plantas pueden ser empleadas en medicina dentro de sus eres estados: vivas, muertas o resucitadas. La planta viva sirve de modificadora del, centro 0 everpo interior, sobre todo cuando es aromitica. Su perfume tonifica todas las inflamaciones de las macosas respiratorias. Asi los tisicos calmarin su malestar respirando el olor de los pines, de la lavanda del romero, de la menta, etcétera. Este es el empleo exotérico de las plantas vivas; su empleo esotérico viene indicado por Paracelso bajo el nombre de la trasplaneacion de las enfermedades ‘Las enfermedades pueden ser contagiadas 0 transportadas de la persona que las padece a cualquier otro ser viviente. Esta prictica, aunque recomendada por los grandes maestros del Ocultismo, es perniciosa para el plan espiritual del hombre y del vegetal: me explicaré con més detenimiento falgin dia sobre este asunto; de momento me contentaré con pasar el modus operandi bajo el'mas absoluto silencio. Para las ilceras y heridas, se emplea Polygonum persi- caria, Symphytum officinal, Botanus exropeus, et. Para el mal de dientes, frotense las encfas, hasta que salga sangre, con raz de Senecio vulgaris. Para la menorrea uterina, Polygonum persicaria Para la menorzea dificil, Menta polegium. Para la tisis pulmonar, el roble_y el cerezo. Se ha llegado hoy dia a experimentar la accion a distan cia, sobre sujetos hipnoticos, de determinadas.sustancias 80 medicinales. Véanse, si no, los trabajos de los doctores Bourru, Burot, Luys, y de los magnetizadores de la primera initad del siglo XIX sobre el particular. 7 Y abe insistir en que no damos aqut mis eemplos ais- Jados, que el estudioso lector podré ir multiplicando a volun- tad segin las leyes de las signaturas. La planta cogida puede ser utilizada exotéricamente en ago, en polvo y en infusion En decoccién (hervida en ef agua), da resultados mis activos que en infusion. En magistetio, 0 sea porla formula y preparacién seeretas. En tintura (combinada con alcohol). En quintaesencia, He aqut las indicaciones pricticas sobre esta farmacopea exterior, entresacada de los libros de Paracelso; cada uno Pods hacer con ells varios experiments y manipulacio- nes diversas. Y téngase presente que un medicamento vegetal es siem pre tanto mis activo, cuando su preparacin sea resuelta por tuna persona robusta y animada dl deseo de curar. TINTURAS, DECOCCIONES, POLVOS, ETC. Para la presentacién y el desarrollo de nuestro ejemplo utilizaremos tres medicamentos vegerales; el eléboro negro, la brea y la Transeribimos de Paraceso lo siguiente: “Un error popular ha sido que la planta Mamada eléboro sctimara buena sclamente para Ta curacin de la locus ya que es también utilfsima para curar y prevenir numerosas ‘enfermedades, incluso para conservar y prolongar la vida. Su faci ya viva, nerds tenant een note bles para renovar la nacuraleza del cuerpo, puriicar la sangre y porn de toda dase de excess, En a ancigedad se apl- taba con éxito, haciéndose con ella pricticas muy afortu- nadas, que han caido hoy en desuso con perjuicio de la huma- nidad, por lo que valdria la pena que el eléboro recobrara su primitiva prestanci. "En primer lugar, conviene escoger el eléboro negro de ‘Teofesto, que ex el mis esas yl més rac ene codat suis especies, segim opinan todos lo que durante largos aos han Maca sterdocio de la medicina. Los efectos de aquél son mis dulces y favorables que los de otros eonocidos, ‘Camo el eléboro de Dioscorides, el eléboro blanco, Ia clebo- fina 0 falso eléboro, los cuales han proporcionado resultados imprecisos en diversos ensayos. "Podrk fogerse la tafz del eléboro negro, cortarla y hacer con ella una pasta que se pondré al aire durante la noche; a {a mafana siguiente se la hari cocer lentamente: se stcard del fuogo y se la convertiri en polvo. El peso ha de ser de medio escudo; y se tomard horas antes de la comida, tres 0 ‘cuatro veces al affo,principalmente en primavera y oto, TEWa es una manifiesta precaucion para la evacuacion de las inmundicias del cuerpo, de las cuales nacen las mis graves indisposiciones; y puede aumentarse la dosis, si se iene, si rse puede asimismo hacer cocer Tas hojas y la rafz del elé boro con pan de centeno, y, hecho polvo, se toma como co rrectivo; la toma’ debe ser de treinta a cuarenta gramos, y tris todavia, para la gente robusta, ya sea en pildoras, en ‘bleas 0 sellos, en pasta cocida 0 por medio de otra manipu- lacin antes de la comida del mediodta **Toda la planta se puede tomar también en polo; la medida de peso antedicha, sin ninguna clase de prepara: idm, como era costumbre en Roma, @ 4!) DDicha raiz puede condimentarse con carne, en el cocido deshacerse en la sop, fomarsediluida en um guido cual uieray manera de purgarse bien y suavemente, Puede afta ‘Fise's wolunead algan ingredience que reslte de agradable sabor. “Los hunos, para purificar su sangre, se acostumbraron a2 5 Hoeoi poss inenblements so Se bij del cor negro, recogidas en perfecta sazén, y no ignoraban que mez dlado con azScar,constiufa. el agua del eldboro un gran ei it para alargar la vida y prevenir toda clase en enfermedades tanto, externas como internas, hasta que les llegaba la hor de la muerte. kts "Al principio, la dosis debe ser de 10 a 15 gramos: y, gra- dualmente, hasta egar 4 30; entonces, ts se tomaran da Tae algnsempo, fara ps un rgimen mis dlatado en que se tomar una dracma (unos tres miligramos y medio), Ys don ss dl: dees manera lor ee liar al estémago y, al perder su gran fuerza purgativa, resulta s6lo un magnifico reconstituyente. Bie "Por medio de la industria se reduce a bilsamo, y la dosis de esta virtud balsimica es de 10 gramos. "Se saca de ella un excelentisima quintaesencia, superior 4 todos los procedentes prepurados de eléboro que se suministran para rejuvenecer el cuerpo; la toma, en este caso, debe ser de cinco a seis gotas diluidas en algin licor apro- piado, por ejemplo, en agua de melisa 0 agrimonia. "De toda la planta, después de bien lavada y rociada con vinage, se destla una especie de jarabe para purgar el humor negro y terrestre, mejor dicho, para separar de la naturaleza humana lo puro y lo impuro, lo saludable de lo nocivo y para desarraigar toda clase de males que de aquél provienen. Dicho Jarabe obra con mis seguridad y mis eficazmente que cual- uier otro purgante; es preferible al extracto, por mis que ambos no tengan otro objeto que la accion de purgarreste Altimo no es bastante poderoso para purificar toda la sangre 3 comerar lug laud dentro de una firme exabilidad. AL uso frecuente de esta planta, muy particularmente de 40 rafz, se deben la maravillosa acciGn contra las més teribles enfermedades y Ia facultad extraordinaria de renovaci6n del ‘cuerpo y purificacién de la sangre: como asimismo la exce- lente purgacién, salvacién de la salud; y es por ello que po- 83 drfamos calificar este medio como una segunda medicina ‘universal, siempre que se tengan en cuenta las condiciones cexpuestas aqui someramente.” AGUA DE BREA. De Paracelso, también: “Disuélvase tuna parte de brea en cuatro parte de agua fria, agiténdose con tuna cuchara de madera por espacio de unos diez minutos. Dicha mezcla se conserva bien tapada veinticuatro horas, con dbjeto de que la brea tenga tiempo de precipitarse. Inmedia- tamente se pondré la parte Iiquida en una botella, dejéindose elresto, que para el caso no tiene ninguna urildad. “Hay que tener presente que el agua de brea, para ser xfecta, ha de tomar un color de vino claro como los vinos Ilamados blancos de Espafia o de Francia”. EL AGUA DE BREA PARA USO EXTERNO. “Viértanse dos cuartllos! de agua hirviendo sobre un cuartillo de brea; ‘agitese todo con un palo 0 una cuchara de madera durante quince minutos; déjese en reposo durante diez horas y en Seguida podri usare, procurando conservarla bien tapada. "El agua de brea puede hacerse mis o menos fuerte segin las necesidades 0 a gusto del consumidor.” ‘Se emplea en locién contra el mal de piedra, la sar, ls ‘cera, los lamparones, la lepra:y tomada como bebida 0 uso interno, contra las siguientes enfermedades: viruela, erupcion ‘sanguinea, ulceracién de intestino, inflamacion, gangrena, escorbuto, crisipela, asma, indigestion, mal de piedra, hidro- pesfa ehisterismo. ‘La mejor brea se saca del pitchpin, clase de abero o pino del Norte, que necesita un terreno especialmente seco y muy elevado. 1. Un cuarilo e equlvalente a medio lito a4 PREPARACION DEL EXTRACTO DE CICUTA. Se to- ‘man unos cuantos tallosy hojasde cicuta tina. Exprimase cl jugo; higase evaporar a fuego lento, dentro de una olla de tierra cocida, agitindolo de cuando en cuando. Dicha decoc ‘ion duraré hasta que el extracto se haya vuelto completa mente espeso; aftadase luego una proporcional cantidad de ppolvo de cicuta para poder formar con ella una pasta consis- tente, con la que se confeccionarin pequefas pildoras. Sin yer de alia I eu ira, se verifies I decoe cin con la misma planta, pero seca, es bien seguro que la pre paracion nolegaratener gual vitud. "SS 1a mdiesin bes empear por muy pequtas dss que gradualmente podrin ir aumentando en proporcién pro- curando, después de cada toina ingeritalgin liguido caliente, ‘como caldo 0 bien alguna infusion de flores corals También pueden emplearse las hojas de cicuta, secas y cortadas, para uso exterior: se colocan en un saguito de rela, Y, después de permaneser éte unos minuos deere de wn 220 con agua hirviendo, se aplica en compresss a la parte datiada u 3 » Tod: las estas preparaciones constituyen perfectos calman- tes, y para ellas hay que usar la planta llamada ciewta office hnarum, cicuta vera, © conium macultatum, sex conium steminibus sriats. Teor ategra que ls mejor cua erect ena tombra yen los terrenos frios, asf la de Viena (Austra) y lade los Tisiedore de Soto, mucho mis asia quel de Pars yque la de tala Hipécrates, Galeno, Avicena y muleitud de otros médicos, Jo mismo pertenecientes a la Antigtiedad, que a la Edad Medio al Renaciminto, empleaban a cea como medic mento de uso interno para resolver tumores, para célicos de toda clas y para calmat los adores dela mati, Nuestros abuelos se servian también mucho para estos ‘casos y como ténico en general, de una quintaesencia de celi- 85 donia, de melisa, de valeriana, de betonia, de azafrin y de Aloes. PROHIBICIONES CANONICAS. Sabido es que, segan la medicina de los antiguos, las condiciones astroldgicas en el momento de la recoleccién de las plantas influfan extraordi- nnariamente sobre las virtudes de las mismas. Dichas pricticas se hallaban terminantemente prohibidas por la Iglesia En los cénones sacados de los libros penitenciales de Teo- doro, arzobispo de Cantorbery; del venerable Bede, de Raban, arzobispo de Mayense: de Halirgarius, obispo de Cambrai; de la coleccién publicada por Luc d'Archery; de la de Isaac, obispo de Largres: de Eybert, arzobispo de York; del XIX libro del “Deereto", de Buchard; de la XV parte del “Decreta”, de Ives, obispo de Chartres, vemos datos suficien tes que demuestran la unanimidad de criterio en condenar a todos los que se fijaron en “sefales supersticiosas” para plan tar drboles,etc., condena que consistia en dos afios de peni tencia en las fiestas legitimas de la iglesia: y para los que reco isfan hierbas medicinales, afadiendo al acto de la recoleccién Palabras de encantamicnto, la penitencia sufrida era de veinte dias. LF. Bonhomme, visiador apostéico bajo el pontificado de Gregorio XII1, prohibe en sus “‘Decretos” (impresos en Vercail, 1579), la reeoleccién del helecho 0 del grano del helecho, y de otras varias plantas, en determinado dia o en determinada noches particularmente evando esté en el pensa- miento que dichas plantas no pueden ser recogidas en otro tiempo, s0 pena de perderse sus virtudes y eficacia, “Si hu- biere alguien culpable de tales supersticiones —dice— seri castigado severamente ajuicio del ordinario del lugar. Indtil es decir para el Iniciado, para el Mago, para el Adepro, que esa clase de prohibiciones no tiene ningiin valor, debido a su puerl importancia. Para el Mistico, cortesponden 1 una realidad, y las cumple, pero siguiendo siempre otras 86 razones de orden mis cevado que las de la simple obedicncia de un fel eatslico. RECOLECCION. La noche verbenera de San Juan ¢s muy buena para la recoleccién de toda clase de plantas y hierbas. Cada planta tiene, de otra suerte, algunos dias especiales du ante el afio en que su fuerza se halla mis exaltada; y asi mismo, las horas de la noche les son més propicias y favo- tables. Pueden cogerse las plantas después de haberlas consa grado por medio de signos y palabras cabalisicas apropiadas 4 su significacion astral; inmediatamente se arranca de la tie tra 0 s¢ cortan con un cuchillo especial, indicando el objeto fa que se destinan,? - Las prohibiciones de la Iglesia) acerca de esas ceremonias, tienen su razén de ser 0 sus motivos fundados, que son muy, fecretos y que muy poca gente conoce. Basta consignar, a este propésito, que desde un punto de vista verdaderamente i{stico, y en el plano de la divinidad, todo, acto de magia es tun acto de rebeldia y, por lo mismo, ha de ser objeto de re presion por parte de los que proclaman su abstencién. @ EL TRATAMIENTO HERMETICO DE LAS PLANTAS, ana vez. recogidas, es totalmente ditinto de la manipulaién farmaceitica ordinaria. Su fin no consist slo en disponer de las cualidadesfisicas de los jogos de las plantas dela manera mis provechosa, sino de dar libertad a la fuerza viva, la ese Gia, el alma, o el bilsamo de la planta, como decfan los anti gu0s hermetisas. EI bilsamo es cl aceite esencial de los vegetals; no es ni el aceite vulgar, ni la sal, ni la tera, ni el agi, sino algo muy stl, el vehfculo del cuerpo astel. ¥ ese bilsamo se obtiene por cl fuego y no por la fermentacin (Boherave). 2. Vase Ia bea Carica de Slomn, por el Mags Bruno, el uals hala as iniccionespestinentes del cso, 87 Dicho bilsamo es lo que Paracclso llama un arcano, ¢s decir una sustancia fija, inmortal y en cierto modo incor- pérea, que cambia, estaura y conserva los euerpos; esta fuer 2a se halla cubierta de una tintura, que se obtiene reduciendo el vegetal de su segunda materia a su materia primitiva, 0, como dice Paracelso, del eggastram al alastrum. ‘A decir verdad, el poder curativo de un vegetal reside en su espiritu; asi, pues, en su estado natural, Ia actividad de su cspiritu se halla reftenada y su luz oscurecida por cl velo de la materia: es preciso, entonces, destruir esos indies hharapos o, cuando menos, cambiarlos por algo més puro y mis fij. Y este cambio o transmutacién se opera por medio de una coccién durante la cual se afade una sustancia capaz de absorber toda suerte de impurezas. La cleecion de dicha sustancia debe ser dietada bajo la consideracién de que el sabor de un vegetal indica el hambre que lo devora, es deci, cl tipo ideal hacia el cual tiende; hay que observar, pues, de entonces la coccion con una sal mineral de la misma fuerza planetaria, Tres cosas se obtienen por medio de dicha coccin; una sal, una primera materia y un mercurio, es decir, un agua fija. “Quemamos las plantas dice Santo Tomas en su optis- culo Lapide Philorophico— en el horno de caleinacién, y en seguida transformames todo ello en agua, que destilamos coagulamos, hasta convertirla en una piedra dotada de vireu- des més 0 menos grandes, segén las vireudes de las plantas empleadas y su diversidad. Existen tres sales © potencias vegetales particularmente files la terapéutica, a saber: La primera es jupiteriana, de buen perfume y de buen gusto; producida interiormente por una fuerza de expansion divina, y exteriormente por el Sol y por Venus. Pero ésta no es lo bastante fuerte para curar por sf sola; es enemiga de la vida ponzofiosa producida por ciertos fuegos, y determina la armonfa o un acercamiento hacia la dulzura 88 Lasal de Marte es amanga,fgnea y atringente. La sal de Mercurio es dinimica y determina lis teacciones * més saludables. ‘épiter y Venus son los antidotos de estos dos limos. La primera materia que se extrae, a continuacién de los vegetales, es nutritiva, es asi siempre un aceite con el cual el temperamento del paciente recobra fuerza y vigor. Finalmente, el mercurio da vida, es regenerador y vivifi- ‘ante; slo puede ser extraido de los vegetales casi perfectos, de dulce sabor, influenciados por el Sol, por Venus y por Ja piter. Los vegetales de fuerte rudeza no atacan la ratz de este Imercurio: por esto es que no se desarrollan, sino en virtud de los cuatro elementos, mientras que este mercurio lega hasta ‘el cuerpo astral. He aqui un sistema general de preparacion de la plantas. El operador deberd modificarlo segin la calidad elemental de cada una de elas. ‘La planta cogida, cortada en pequefios trozos, se pone a tmacerar en agua salada y caliente, un dia, en ligar oscuro, después de haber estado en infusion en alcohol, a sol durante tuna semana. Se guardan aparte los residuos sido, el agua de maceracién, etc. Se preparan dos recipientes unidos por el ‘uello, envueltos en tin trapo negro, y después de introducir los liquidos y los residuos, se ponen a calentar, con un cons- tante calor de 39 a 40 grados durante tres semanas, Cual- quiera que sea la planta, ha de llegarse « obtener un licor bastante espeso, fio y de color rojizo; tanto los gases, como los liquidos y los sélidos obtenidos por este procedimiento, poseen cualidades especiales maravilloss CURA. Por regla genral, es mejor emplear las sales de Marte y de Mercurio, como. més actives, uniéndolas por Venus y Jipiter, de suerte que hallen medio de extinguir el fuego de’ su célera. Cuando esto se ha conscguido, la cura festd hecha, es decir, la armonia se ha restablecido; y bastard 89 sélo_un poco de sol para poner el codo en movimiento, | médico debe saber que las buenas plantas pueden ser desvirtuadas por una mala mirada, en particular de Saturno y cde Marte, y que las plantas venenosas pueden a menudo resul tar beneficiosas gracias al Sol, a Jpiver y a Venus. ‘Siempre hay que tener en cuenta en las curas, lo seme- Jante por lo semejante (similia similibus curantur), pues no se debe dar nunca una planta de Venus para una enfermedad de Saturno; administrese, por el contrario, una hierba que bonificada por la ira de Marte, venga a Jpiter o Venus; pues cuanto mis, ardiente sea una planta, mejores resultados dar& para las curas, a condicién de que su célera haya sido trans- formada en amor, ya que siel veneno eayera dentro de la pro- piedad de Mercurio, la muerte legard prontamente. PRIMUN ENS MELISSAE, segin Paracelso, ‘Témese un cuartillo (medio litro) de carbonato de potasa puro, expén tase al aire hasta que se disuelva filrese después y afadase tuna buena cantidad de hojas de melisa que se sumergirin totalmente en el liquido. Péngase todo a fuego lento, en lugar cerrado, durante veinticuatro horas; fitrese otra vee vertien- do sobre el Iiquido una cantidad de alcohol; guardese dos o mis dias, hasta que el alcohol haya tomado un color verdoso; se retirard dicho alcohol y se cambiark por ot hasta que no quede nada del color verde. Entonees se destilara, evaporin- dose, y quedari un jugo de consistencia espesa como un Jarabe En condicin precisa que el alcohol y el dleali sean de una pureza absoluta y de esencia muy coneentrada, CONTRAVENENO, Uno de los contravenenos mis ac- tivos contra los efectos de ciertos vegetales lo constituye la siguiente composici6n: Se ponen a calentar, en un mismo cazo, alcohol y tértaro 4 una suave pero constante temperatura, El tirtaro llega a 90 destilar una especie de aceite rojizo, dotado de propiedades particulares. Este aceite es el indicado como excelente contra vveneno para el caso. Tomense cuatro sorbos, con ligeras inter rmitencias. : MAGIA Toda la magia del reino vegetal reside en el conocimiento de los espiritus de las plantas. La antigiedad los ha conocido con los nombres de driadas, de hamadriadas, de silvanos, de faunos; son los dusii de San Agustin, las hadas de la Edad Media, los Doire Oigh de los galos, los Grove Maindens de los irlandeses. Paracelso da el nombre de silvestres alos habitan tes de los bosques, y el de ninfas, a los de las plantas acu ticas. Estos seres pertenecen a la clate de aquellos que el ocul tismo clasifca de elementaes: son los habitantes del plano astral que aspiran a clevarse hasta la condicién humana; estan dotados de una especie de intligencia instineiva, y vartan de forma al mismo tiempo que el ser material al cual se hallan ligados. Son éstos los que los ntiguos Rosa +Crucesutilizaban ‘en sus curas milagrosas, pues a titulo de servidores obedecian con toda naturalidad y precision las ordenes del hombre espi ritual. Su poder es tan grandes sobre el plano material porque habitan en el limite de dicho plano astral; pueden producir ‘curas y visiones sorprendentes; del mismo modo que los cle. ‘mentos del reino mineral producén, cuando son bien ditigi- dos, todos los fenémenos de la alquimia, y los dl reino ai ‘mal, la mayor parte de las manifestaciones del esprit, MAGIA RELIGIOSA. El simbolismo vegetal se halla ex- tensamente expuesto en los libros sagrados de las antiguas teligiones: bistanos recordar el rbol de la ciencia del bien y mn del mal y el drbol vivficador del Edén; sfmbolos de los dos sistemas que Adin podia haber seguido para cumplir su. mi sin en el mundo; el drbol de las Sephiroth de la Kabalasel As- watta, © higuera sagrada,s{mbolo del conocimiento supremo: el Haonna de los mazdeistas, por el cual Zoroastro ha repre sentado el método sanguineo y el sistema nervioso del hom: bbre y del universo; el Zampoun del Tibet; el iggradsil, el roble de Pherécydes y de los antiguos celtas, Todos estos simbolos, dados alos vegetales, tienen varios sentidos diferentes; para no alejarnos demasiado de nuestro ‘objetivo mencionaremos solamente aquél que se refiere al des- envolvimiento mental. Todas las Ieyendas de cardceer reli sioso nos representan los adeptos adquitiendo la omnisciencia debajo de un arbol; slo Cristo, que significa, entre otras cosas, la propia ciencia, ha dejado de figurar bajo dicho sim- bolismo, la razén de cllo es, en realidad, bastante dudosa; tiende a la definici6n misma de la eriatura, 0 sise prefiere, 8 Ja doble utilidad y al doble uso que ella pueda hacer de su ibre albedrio. Asi vemos que el simbolismo religioso com- pleto necesita la expresion de dos érboles: la tradici6n caba- Iistca 0 egipcia lo indica, ya que ella debié ser coronada por ‘el descendimiento del Hijo de Dios: las otras tradiciones, por constituir herencia de razas en vias de dispregacién, no seh lan en sus formulas exteriores mis que el Arbol de la Ciencia. Este Gltimo, seyin las iniciaciones naturalists. no es otro que la imigen del hombre interior; su tronco en la médula espinal, us ramas son los setenta y dos mil nervios conocidos de los yoguis indios; tiene, ademiés, siete flores, que son los siete centros del cuerpo astral sus hojas son el dable aparato respiratorio que encierran los pulmones; sus raices, el polo genital y las piernas; su savia es la electricidad ebsmica que corre por los nervios y que se seftala desde el éter cerebral hasta la terra espermatica. La palabra Yoga es sinénimo de la palabra religion, en sinscrito; ambas significan el punto que une el hombre al 92 Universo y a Dios: su proceso es el mismo que aquél por el cual una semilla recoge, de un terreno informe y obscuro, las ‘moléculas con las cuales vaa formar una flr bella y aromitica. Sogin el ideal de quien la practica, la Yoga transforma las rmoléculas impuras del cucrpo fisico, en moléculas fijas ¢ inalterables; las baja pasiones, en puro entusiasmo; la igno- rancia intelectual, en luz de verdad. Esta es la razén por la cual los maestros de la Yoga estin representados bajo un frbol sagrado. MAGIA NATURAL. Las diferentes tradiciones esotéricas ensefian varias utilizciones de las fuerzas vegetales ocultas. ‘La planta puede ser empleada segin su individualidad entera, ‘© poruna de sus partes esenciales, A primer método se refiete esta especie de pacto muy en ‘uso entre los indigenas de la América Central, de Nueva Gui- nea, de Nueva Zelanda, de la India y de Alemania, por el cual se relaciona la suerte de un recién nacido con tal o cual otro 4rbol. Entre esas dos criaturas se desarolla de este modo una suerte de enlace de vida, intimo y estrecho; el nino se apro- vecha del vigor del irbol; pero si éste recibe alguna herida, aguél se resiente, suf y acaba por mori ARBOLES MAGICOS. No existe un solo pueblo en la India que no tenga su drbol migico, al genio del cual se rinde tun verdadero culto por los individuos de las clases baja. Las tradiciones helénicas deefan asimismo que cada selva tiene su genio y cada drbol su ninfa. " No es raro tampoco ver sobre las Nilgiris,algin gran érbol gtafiado con figuras grotescas trazadas con bermellon y azul, Y teniendo en la parte baja de su tronco tres grandes piedras Pintadas de rojo. Dichos érboles son lugares de sacrficio y de ‘doraci6n; y en ellos se encuentran a menudo restos de ani- males y haces de cabellos ofrecidos por los enfermos y por los osesos. A los espiritus guardianes de tales drboles, los indi- 93 genas les llaman Maunispouranms: cominmente se trata de espiritus benéficos, pero que tienen un poder magico muy reducido, pues se circunseriben a un solo y determinado objeto. Los indigenas consagran de cuando en cuando algunos de sus hijos a dichos genios, por un periodo de siete aos a la expiracion de cuyo plazo se les ofrece un gran sacrificio, de. jindose los cabellos de la eriatura suspendidos del érbol. Dichos arboles pertenecen, casi siempre, a la familia de los Hex: algunas veces son de los llamados Cinmame salvajes,y también se halla en el mismo caso los conocidos por Eugenia. FILTROS. Podemos designar con cl-nombre de. fkros Teisecere Galletae, cs lscppenande laborers tran Staci fropeedan migcamaaen pars Ua enencon tctka de on deteratmato desc: Los es rlac de letra lesa peopnsicnan humosee sare pen dikes prope céones. Vamos a ocuparnos, no obstante, tan sélo de las teatcatproporcanedes pot el rein veel as potmntan lon elctociot wngarte; cance © bec: be tlgcos rovonen eal colon delidomlalo de lenny neg Su nero ee anty gunte.y puede see momento todavia por un mago inteligente, Asi vemos como los sacer- dees tessa chincs tan ao erplen ara todos sce de la medicina, de la psicologia y de la magia, rece sustancias vegetal animales mineral pero de elles ben scar on sinfin de combinaciones. eas ropaichon peeleschotladesbecrai san Saeco eae ie eee eeeer al, -de él sobre uno de sus tres focos! el instintivo, el pasional y aes En el peimer caso, produce Ia salud, la enfermedad todos los fenémenos fisiolégicos posibles. En el segundo, pro. ducen el amor todo y lus deta psiones. Brel ere, producen fendmenos de sonambulismo, de clarividencia, de 94 i clariaudiencia, de psicometria y de otros érdenes atin mis extraordinaros. . El folklore, las historias de brujerias, los relatos que cada cual ha podido escuchar relativos a envenenamientos y de asesinatos a distancia, de animales 0 de persona, se expli ‘ean por la accién de esas sustancias migicas obrando sobre el centro instintivo: y lo mismo puede decirse respecto de fos filtros de amor: pero el empleo de plantas para provocar fenémenos psiquicos es menos conocidos dicho arte se prac tica ain en Oriente en la actualidad, por la mayor parte de los conventos budistas, por los taoistas chines, los lamas tibeta ‘os, los tankris del Bhoutan, los shamanes del Turquestan y determinadas cofradias de los dervches imusulmanes si tar el empleo instintivo que hacen de él casi todas las eribus salvajes de diversos continentes. El haschish y el opio son dos de as plantas més conocidas ‘entre las sustancias vegerales con particularidades especiales para la accién mental, pero nadie, en Occidente, tiene conoci mento de la manipulacién de que son objeto, a menos de ha ber sido iniciados enel propio Extremo Oriente. Los relatos de De Quincey o de Baudelaire, sin quitarles el mérito del arce y de la sinceridad, no nos evelan ningin secreto, sobre las posibi lidades de tales remedios. Lo tinico que podemos observar sobre el particular, es que el empleo de esas drogas no puede conducir al éxtasis intelectual més que en el caso del sujeto yue haya sabido previamente, por la sola fuerza de su voluntad, hacerse dueho y sefior de sus fuerzas mentales y sentirse capaz de gobernar la asociacion de las ideas: y esta no es, en realidad, una tarea demasiado fii De nos ser asi, si cl aficionado al haschich lo toma sin fijar Previamente el entendimiento, es seguro que se lanza a la Aventura, como navegando en tna barca sin rimén, sobre un ‘ecéano mucho mas terrible que el mar dé las Indias con sus ‘iclones y tempestades: y puede legar al puerto de la locura, 6, 0 que es peor... puede no volver 95 Ragon, el gran intérprete moderno de la Masonerta, ha expuesto.en una de sus obras algunos experimentos nuevos: tomaba discos de diferenees colores, los untaba con un jugo espeso de diferentes planeas y los presentaba a la vista de sujetos en estado magnético para que éstos los contemplaran He aqut el resultado de dichos experimentos: L.DISCO VIOLETA Beleno.—Belladona,—Estramonio Movimiento continuo de brazos y picrnas, deseo de tocar determinado objeto o de andar hacia un punto fio: aullidos, ganas de morder o de dar cuchilladas, embriaguez, aparicién de felicidades, realizacién de toda clase de descos. El recuerdo persiste. ML DISCO INDIGO. Pimienta. boro negro.—Haschich Excitacion febril; debilidad en las piernas. El sujeto se pone de rodillas y quiere hacer oracién, pero no se acuerda de tuna sola palabra. Pérdida de la vista. Los parpados le tiem- bilan, cierre de los ojos, sueno profundo, Despierta sudando copiosamente, I, DISCO AZUL. Laurel cerezo.—Aleanfor.~ Asafétida Excitacién general; movimientos convulsivos, deseos de 96 dormir, pérdida del conocimiento, somnolencias, abatimiento. ‘Despierta entontecido: no recuerda nada. IV, DISCO VERDE. Estrienina.—Belladona,—Acénito Ligrimas abundances; se retuerce las manos, deseos de correr mis que un caballo. Estremecimiento general de los | miembros. Se despide como para morir, hinchazén, estado Ietigico \V.DISCO AMARILLO pio. -Estricnina.—Eleboro blanco Movimiento ritmico de la cabeza, hinchazén, sueno; - euando se le hacen abrir los ojos, el disco le pone furioso, Suetios volupruosos, escalofrios, extrema palidez, abatimien: "fo, otra vez suefio, estado zoomagnético. Ningin recuerdo, 5 VI. DISCO ANARANJADO. Valeriana.—Tabaco.—Adormidera Grandes alegrias,hinchaz6n de los miembros, suenio; obli- | gindoles a abrir los ojos, el disco le da ganas de reir: una tsa | ininterrumpida; sufrimicnto moral inexplicable. Lloriqueos, _ Tucidez. Se levanta entorpecido. my nm ” VIL DISCO ENCARNADO Cirvelo—Lavanda.—Digital Miedo, se acurruca; temores a causa de personas escon- didas. Gritos agudos. Ojos desorbitados, calambres que duran mds de una hora, Tardanza en volver en sf. Estos son los experimentos de Ragon, cuya prueba no aconsejarfamos a nadie fuese repetida; sus resultados, como se ve, no pueden ser mas desastrosos, y sélo se comigue destrozar el sistema nervioso de los inflies sujetos, bajo el falso pretexto de una utilidad cient{Biea inmediats Reprobamos, asimismo, todas las pricticas de la magia natural y fisia, salvo en los casos de terapéutica, La satis: faccién de un amor o de-un odio, la vana adguisision de un conocimiento intelectual, no son, de otra parte, cosas tan importantes que se pueda, en nombre de ells, privat el ejr- cicio del libre albedrio y el desenvolvimiento normal de las leyes del Universo. Una sola cosa es nécesaria: amar a Dios y al préjimos todo lo demas es vano y perecedero, UNGUENTO DE LOS BRUJOS. He aqui, a titulo de cu- riosidad, algunas noticias que hemos sacado de un libro muy poco conocido que tuvimos ocasién de consultar en la biblioteca de un querido amigo nuestro: “Entre las sustancias simples de las cuales se sirve el Diablo para turbar los sentidos de sus exclavos, y que unas tienen la virtud de hacer dormir profundamente, y otras sugestionan con figuras y representaciones tanto en vela como en sueno, las siguientes parecen tener una mayor importancia. Estas son la raiz de la belladona,hierba mora fu 98 riosa, sangre de murciélago, adormidera, perejil, tmya, natphyllon, dcoro vulgar, dlamo blanco, pio, beleno, ci Fife especies de nlormidera le hyuraye'y dl synchyrce, {que hacen aparecer los espectros del Infierno, es decit, los tmalos espivitus, como a la inversa, el anachytides hace apare cer las imagenes de los santos Angele." Bij anill ecomoce tne lanes ds unglentoy densra de a farmacopea diabélica, Los de la primera, provocan tinicamen: te suciios, se componen de grasa de reptiles, de perejil, de acbnito, de pentaphyllon, de hierba mora y de honguilos {gusanillos que se crian en ls stas). Por la virtud de los ungientos de la segunda clase, “el Diablo persuade a los brujos de que, una vez untados, podrin femprender correrfas por los aires montados sobre una escoba ‘0.un palo y dirigrse a sus respectivas sinagogas, pasando por el hueco de las chimencas.. Cabe objetar que en la compos ion de dicho ungiento no entran mas que simples narcoti- £05, pero ticnen la vireud de turbar los sentidos mezclindolos con determinadas sustancias extrafas, como, por ejemplo, ‘ino en gran cantidad, sesos de gato, belladona y otras cosas que me callo por temor a dar ocasién a la mala gente para Ihacer dao a sus semejances." El tercer ungiento es facilitado por el diablo a las brujas, | persuadiéndolas de que una ver untadas con él se transforma. tin en animales y podrin asi correr por los campos. En su | composicin entran partes del cuerpo de un sapo, de una ser- 4 pen deem erzo dun coro” sangre hurt, algpnas he -y raices, de todo lo eual Nynauld no sefala la doss. El consejero d'Eckartshausen, que vivio a fines del siglo XVIII, da la siguiente formula para provocar las apariciones: ras compuestas de cicuta, beleflo, azafrin, aloes, apio, _-mandrigora, adormidera, asafétida y perejil, todas estas plan” tas secas y quemadas. Contra los malos espiritu, lo ms indicado es la asafétida, castoreum y el vinagre. > 99 (> El propio Nynauld, en el capitulo VII de su obra, consi na las siguientes formulas de perfumes: Para ver cosas raras y extraias: rafz de brezo, jugo de cicuta, de beleno y semillas de adormidera negra. Para ver cosas futuras: semilla de lino y de pselium, raf ces de violeta y de api. Para alejar los malos espirtus: calaminea, peonia, menta y palma christ. Si se hace quemar hiel de gibia, tomillo, rosa y un poco de floes, y luego se echa encima agua, la casa apareceri como si se hubiese llenado completamente de agua; si se echa sangre, dari la ilusin de estar lena de sangre, y si se echa un puilado de tierra, el pavimento de la casa parece moverse como si se produjese un sensible temblor. AGRONOMIA MAGICA, CULTIVO OCULTO DE LAS PLANTAS. Existe una agricultura migiea de la cual, tanto los precepros como el sis tema prictico 0 modus operandi, han sido olvdados. El fun- damento de este arte consiste en sembrar el grano en la Imatriz exacta que le es complementaria y que, por tanto, le corresponde. As{ comio, dentro del régimen del misticismo, el hhombre que ha hallado su tipo celeste se convierte por este mero hecho en poderoso ejecutor de obras y admirable ora- dor, la semilla echada en su tierra propia o convenience, Hega «a conseguir su mayor perfeecién genérica. Las sementeras se hacen bajo los auspicios de Saturn: los antiguos labradores llamaban sat a la semillay satur al sem- brado: sembrar es tanto como internat algo en la obscuridad, en lo profundo y en el mister. Las tinieblas provocan la luz, y la masa informe de los co tiledones patrefactos llaman la'flor radiante de color y de perfumes el drbol majestuoso y copudo, 100 Veamos lo que sucede en la gran mayorfa de casos de siembra, esto es, cuando la tierra no corresponde en un todo al germen que se le conffa. Ya'vimos anteriormente que el asrvoWinlencs eubrerrineo de das ve verifcn bajo la Aluencia de la Sal, del Azufre, y del Mercurio dela tice: Sol esta all presente como creador universal de la vida: pero sus rayos vitales invsibles no son asimilables para el grano escondido bajo tierra mis que cuando se le aparecen en ca- lidad de correspondencia complementaria con el mismo. ‘Tenemos entonces que si la tirra donde se halla el grano no satisface esas condiciones, el Ens del germen extiende sus uefa rafces, agotando sus fuerzas en busca de los que Delve ieee aes ferece y seca rugosa, al igual que el tallo: la Sal,el Azufrey el Mercurio se consume a si mismos y consumen sin resultado la vida solar que les llega bajo wna calidad inferior no asimilable paraelios. El are puede remediar ese inconveniente fundamental, de dos maneras: escogiendo con cuidado la tierra que sea apro: piiada al germen que hay que fecundar, o sila planta hubiese ya germinado, proporciondndole un estimulante vita. En el primer caso, conviene conocer a fondo, ya sea la pro pporcion con que la Sal, el Azufre y el Mercurio participan en Ta composicién de la tierra y del grano germinativo, ya sea la ‘composicion quimica que entra en uno y en la otra En el segundo caso, se producen en el transcurso de la ppreparacién de la piedra, en particular por la via de sequedad, Aiversos liquidos de depésito que ejecutan muy acertada tmente el oficio de médicos para las plantas misérrimas 0 en fermas. De todo ello haremos referencia, en capitulo aparte, al hablar del crecimiento magico de la plantas. ‘Ademis de las relaciones de Ja planta con el sol que la hutre fisicamente, hay que escoger para ella una sociedad que le sea propicia. Ciertas plantas prosperan viviendo al ado de 101

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