Oral Roberts Estados Unidos (24 ene 1918 - 15 dic 2009)
El hombre que vio al Invisible
Oral nació el 23 de enero cerca de Oklahoma y el momento más determinante de su vida fue cuando vio al Invisible a los 17 años. Estaba en el hospital por una grave enfermedad y los médicos habían dicho que moriría. Su papá estaba de rodillas orando para que su alma no se perdiera, pero Oral estaba ignorando esa oración. En un instante dejó de ver el rostro de su padre y vio a Jesús. Ese encuentro lo transformó por completo. En un instante todos sus pecados pasaron delante de sus ojos y comenzó a clamar con todas sus fuerzas por el perdón. Dios escuchó su oración y no solo perdonó sus pecados, sino que también lo sanó completamente de su enfermedad. Oral también entendió que Dios tenía poder para sanar a las personas de cualquier enfermedad. Y a partir de ese momento se desafió a conquistar lo imposible para Dios. En 1947, Oral organizó su primer servicio de sanidades y a partir de ahí, hizo miles de servicios alrededor del mundo con cientos de miles de personas recibiendo sanidad. Se cree que Oral Roberts oró de manera personal por más de dos millones de personas enfermas durante su ministerio. También fue el primer cristiano en aparecer en vivo en la televisión haciendo un servicio de milagros (en esa época era considerado “técnicamente imposible” hacer una transmisión de ese tipo). En 1959 estableció el Grupo de Oración Vida Abundante, en el que se han recibido y contestado más de 27.5 millones de peticiones de oración y en 1962 Dios le dio el mandato de construir la Universidad Oral Roberts, que hasta el día de hoy sigue formando profesionales con principios cristianos y una excelente calidad académica. Oral nunca se desanimó aunque había personas que decían: “Oral Roberts nunca será un predicador porque tartamudea mucho”, “Oral Roberts nunca tendrá mucho porque su familia es pobre” o “es imposible que Oral Roberts construya una universidad porque no sabe cómo hacerlo”. ¿Quieres saber por qué nunca se desanimó? Porque Oral escuchó siempre la voz de Dios y decidió creerle, esto siempre lo motivó a buscar un futuro más alto de lo que los demás decían. ¡El resultado fue milagroso! ¿Crees en los milagros? Si escuchas la voz de Dios y eres obediente a su consejo, podrás hacer lo imposible.
“Decidí creerle a lo que Dios decía de mí y buscar algo más