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Unidad de Soporte Investigativo de La Academia Del FBI
Unidad de Soporte Investigativo de La Academia Del FBI
Corinne Munn
La mayoría de las escenas de crimen cuentas una historia. Y como la mayoría de las
historias, las escenas del crimen tienen personajes, un conflicto, un comienzo, un nudo,
esperanzadamente una conclusión. Sin embargo, en contraste con autores que dirigen a
sus lectores a un final predeterminado, la disposición final de una escena de crimen
depende en los investigadores a los que se les delegó el caso. Las habilidades de los
investigadores para analizar la escena del crimen y para determinar quién, qué, cómo, y
porqué gobiernan cómo se desarrolla la historia de la escena.
Para asegurarse un final satisfactorio, eso es, la aprehensión y prosecución del ofensor
del crimen violento, los investigadores deben darse cuenta que el final depende de su
análisis en las dinámicas del comportamiento humano. Patrones de discurso, estilos de
escritura, gestos verbales y no verbales, y otros tratos y patrones dan forma al
comportamiento humano. Estas características individuales trabajan en concierto para
causar que cada persona actúe, reaccione, funcione, o se realice en una forma única y
específica. El comportamiento individualista generalmente se mantiene consistente, sin
importar la actividad que se realiza.
MODUS·OPERANDI
Al intentar unir casos, el M.O tiene un gran significado. Un paso crítico en el análisis de
la escena del crimen es la correlación resultante que conecta cosas debido a similitudes
en M.O. Pero, ¿qué causa que un ofensor cometa un cierto M.O? ¿Qué circunstancias le
dan forma al M.O? ¿Es el M.O estático o dinámico?
Como mostrado, el ladrón refinó sus técnicas de irrupción y entrada para disminuir el
riesgo de aprensión y para incrementar sus beneficios. Esto demuestra que el M.O es un
comportamiento aprendido que es dinámico y maleable. Desarrollado durante el tiempo,
el M.O evoluciona continuamente mientras los ofensores ganan experiencia y confianza.
LA·FIRMA
¿Cómo manifiestan las escenas estas “tarjetas personales” o firmas? Básicamente, las
escenas revelan características peculiares o cosas inusuales que ocurren mientras se está
cometiendo el crimen.
Es posible que el investigador no siempre pueda identificar las firmas. Las ofensas
violentas generalmente involucran víctimas de alto riesgo o en estado de
descomposición, lo que complica el reconocimiento de la firma de un ofensor.
¿M O D U S · O P E R A N D I · O · F I R M A ?
Los siguientes escenarios son ficticios. Son usados para mostrar las diferencias entre el
M.O y la firma.
Un violador entra a una residencia y toma cautivos a una mujer y a su esposo. El
ofensor ordena al marido a acostarse boca abajo en el piso y pone una taza sobre un
plato en su espalda. Le dice, “Si escucha que la taza se mueve o golpea el piso, tu
esposa muere.” El ofensor luego toma a la esposa y la lleva a la otra habitación donde la
viola.
En otra situación, un violador entra en una casa, le ordena a la mujer que llame al
marido por teléfono, y le dice que use algún plan para que vaya para allá. Una vez que
el esposo ha llegado, el violador lo ata a una silla y lo fuerza a ver el asalto a su esposa.
El violador que uso la taza y plato desarrolló un modus operandi efectivo para controlar
al marido. Sin embargo, el otro violador fue más allá de cometer la violación. Satisfajo
sus fantasías completamente al no solo violar a la mujer sino también humillando y
dominando al marido. Sus necesidades personales lo llevaron a realizar esta firma del
crimen.
El ladrón de Michigan usó un medio muy efectivo de aumentar su tiempo de fuga, i.e.,
causando que la gente tenga que vestirse antes de llamar a la policía. Al ser
entrevistados, ofrecieron descripciones vagas porque al sentirse avergonzados
previnieron el contacto visual con el ladrón. Este ofensor desarrolló un M.O muy
ingenioso.
De todas formas, el ladrón de Texas fue más allá de la acción requerida para cometer su
crimen exitosamente. Se sintió impulsado a realizar el ritual de requerir a la gente que
pose para poder fotografiarlos. Dejó su firma en el crimen. El hecho de robar el banco
en sí mismo no gratificaba sus necesidades psicosexuales.
VINCULANDO·CASOS
Al intenta vincular casos, el M.O juega un rol importante. Sin embargo, como declarado
anteriormente, el M.O no debería ser el único criterio usado para conectar crímenes,
especialmente con ofensores repetidos que alteran su M.O a través de la experiencia de
aprendizaje. Generalmente, las primeras ofensas difieren considerablemente de las
subsecuentes. De todas formas, la firma permanece igual, sin importar si la primera
ofensa o una hecha 10 años más tarde. El ritual puede evolucionar, pero el tema
permanece constante.
La firma debería recibir mas consideración que las similitudes entre víctimas, aunque
estas nunca deben ser descontadas al intentar vincular casos a un ofensor serial. Las
similitudes físicas de las víctimas a menudo no son importantes, especialmente al
vincular casos motivados por el enojo. El ofensor expresa su odio a través de los
rituales, no atacando a una víctima que posee una característica particular.
Ronnie Shelton cometió tanto como 50 violaciones. Cuando fue condenado por 28 de
ellos, recibió un sentencia a prisión en exceso de 1,000 años. 1 Tanto su comunicación
verbal como su manifestación sexual manifestaban su firma.
De todas formas, era el asalto sexual mismo el que ocupaba la posición central en el
ritual de Shelton. Violaba a sus víctimas vaginalmente, luego se retiraba y eyaculaba
sobre su estómago o pecho. Shelton también se masturbaba frecuentemente sobre las
víctimas o entre sus pechos o las forzaba a masturbarlo manualmente. Luego, utilizaría
su ropa para limpiar la eyaculación. También forzó a varias de sus víctimas a tener sexo
oral con él y luego insistía en que se tragaran la eyaculación. La combinación de estos
actos mostraban la firma de Shelton.
Nathaniel Code, Jr., mató ocho veces en tres ocasiones separadas . El primer homicidio,
una mujer de 25 años, ocurrió el 8 de agosto de 1984. Code la apuñaló 9 veces en el
pecho y le cortó la garganta.
Los cambios en el M.O de Code, exhibidos de caso en caso, muestra como el M.O es
refinado. Por ejemplo, en su primer asesinato, amordazó a la víctima con material
encontrado en la escena; la próxima vez, llevó cinta conductora.
También mantenía a sus víctimas bajo vigilancia para obtener información de ellas,
especialmente en los segundos asesinatos. En ese caso, llevó un arma a la escena para
matar a los varones, que presentaban la mayor amenaza para él. Ya que las últimas
víctimas, un hombre anciano y dos niños, presentaban poca amenaza para él, Code no
utilizó un arma con ellos. Los 8 asesinatos ocurrieron en casas de familia. En cada casa,
los aires acondicionados y/o televisores estaban prendidos, que ahogaban el sonido
mientras entraba por la puerta o ventana. Code ganaba y mantenía rápidamente el
control sobre las víctimas separándolas en distintos cuartos.
Nathaniel Code tenía una “tarjeta personal” muy distintiva, uno de los aspectos en los
que las víctimas eran heridas. Code empleaba un método muy sangriento de ataque y
asesinato. Podría haber matado a cada víctima con un simple balazo – un homicidio
limpio involucrando muy poco alboroto. En cambio, mató a sus víctimas cortándoles la
garganta con un movimiento que resultaba en heridas profundas. Más allá de lo brutal,
el ataque no satisfacía su ritual; todas las víctimas sostenían heridas adicionales; con
excepción de la chica de 15 años. Una víctima varón sufrió heridas de bala en el pecho,
mientras otro recibía apuñaladas múltiples en el pecho. Code hería a casi todas las
víctimas más allá de lo que era necesario para causar la muerte (sobremataba).
Las similitudes de estos casos involucra el M.O, no la firma. El uso de un arma con
hombres amenazantes revela un ofensor adaptativo. Para el momento del homicidio del
abuelo, le afectaron estresantes financieros adicionales, evidenciados por el robo de
dinero de la residencia de su abuelo. Estas necesidades financieras influenciaron el M.O
de Code y no su “tarjeta”.
Las características físicas, el edad, e inclusive el sexo no aumenta o disminuye el ritual
llevado por la furia. El ritual de Code de odio requería el control de las víctimas, por lo
que la victimología no era importante. Coode, al igual que Ronnie Shelton, el violador
serial, seleccionaba víctimas que pudiera controlar, manipular, y en los que proyectaba
su odio.
L A · I M P O R T A N C I A · D E · LA · F I R M A · D E L · O F E N S O R
Vasquez tenía un I.Q. de frontera. Pensando que esto haría difícil probar su inocencia,
sus abogados lo convencieron de que probablemente recibiría la pena de muerte si iba a
juicio. En cambio, Vasquez optó por la cadena perpetua declarándose culpable.
Tres años mas tarde, en 1987, la policía descubrió una mujer de 44 años acostada boca
abajo desnuda en su cama. Una soga le ataba las muñecas por detrás de la espalda, y
posaba por alrededor del cuello de forma apretada con un nudo corredizo en la espalda.
Continuaba sobre su hombro izquierdo, por debajo de la espalda, y luego daba 3 vueltas
a cada muñeca. Los forenses revelaron que murió por estrangulación por ligadura, y que
había sido sexualmente asaltada. El ofensor dejó el cuerpo plenamente expuesto.
Aparentemente había pasado una cantidad de tiempo considerable en la escena. Este
homicidio ocurrió a cuatro cuadras del asesinato de 1984.
David Vasquez había sido encarcelado 3 años cuando sucedió el homicidio de 1987. En
la proclama del Departamento de Policía de Arlington, Virginia, el Centro nacional para
el Análisis de Crímenes Violentos (NCAVC por sus siglas en inglés) condujo un
análisis extensivo de estos dos asesinatos, una serie de asaltos sexuales, y algunos otros
asesinatos entre 1984 y 1987. Eventualmente, el VNAVC vinculó estas ofensas por el
aspecto análogo de la firma a otro sospechoso local. La evidencia física corroboró más
tarde esta conexión y determinó que la “tarjeta” dejada en el homicidio de 1984 no
pertenecía a David Vasquez. Como resultado de lo encontrado, el Commonwealth de
Virginia liberó a Vasquez de la prisión y lo exoneró del crimen.
EL·ESCENARIO
Mientras los investigadores analizan la escena del crimen, hechos pueden surgir. Estos
detalles pueden contener peculiaridades que no sirven para ningún propósito aparente en
la perpetración del crimen y oscurecen el importante motivo del crimen. Esta confusión
puede ser el resultado de un comportamiento de la escena del crimen llamada “staging”
o poner un escenario. Esto ocurre cuando alguien altera la escena a propósito antes de la
llegada de la policía.
Principalmente, se pone un escenario por dos rezones – para desviar la investigación del
sospechoso más lógico o para proteger a la familia de la/s víctima/s. Es el ofensor quien
trata de re direccionar la investigaciones. Este ofensor no se le aparece a la víctima, sino
es alguien que casi siempre tiene algún tipo de asociación o relación con la víctima. Esta
persona, cuando está en contacto con la Agencia Policial, intentará alejar la
investigación de él, generalmente siendo sobre cooperativo o extremadamente distraído.
Por esto, los investigadores nunca deben eliminar al sospechoso que tiene tal
comportamiento.
La segunda razón para preparar un escenario, para proteger a la víctima o al familia de
la víctima, ocurre en la mayor cantidad de veces en violaciones-asesinatos o fatalidades
autoeróticas. Este tipo de escenario es realizado por un miembro de la familia o persona
que encuentra el cuerpo. Ya que los perpetradores de tales crímenes dejan a sus víctimas
en posiciones degradantes, aquellos que encuentran los cuerpos intentan devolverles
algo de dignidad. Por ejemplo, un marido puede volver a vestir o tapar el cuerpo de su
mujer, o en caso de una fatalidad autoerótica, una mujer puede cortar el dispositivo
suspendido del cuerpo del marido.
Básicamente, éstas personas están tratando de prevenir un shock futuro que puede
provocar la posición, la vestimenta, o condición de la víctima. En adición, pondrán un
escenario en las fatalidades autoeróticas para que parezca suicidio, quizás inclusive
escribiendo una nota de suicidio. Hasta pueden llegar tan lejos como para hacerlo pasar
por homicidio.
Para ambos tipos de investigación de escena de crimen, las fatalidades autoeróticas y los
casos de violación-homicidio, los investigadores necesitan obtener una descripción
precisa de las condiciones del cuerpo al ser encontrado y determinar exactamente que
hizo la persona que encontró el cuerpo para alterarlo. El escudrinaje en las pericias
forenses, la dinámica de la escena del crimen, y la victimología probablemente
revelarán las verdaderas circunstancias rodeando las muertes.
"Banderas rojas"
Los ofensores que arman escenarios en las escenas usualmente cometen errores porque
arreglan la escena para reflejar lo que ellos creen que debería verse. Al hacer esto, los
ofensores experimentan un gran estado de estrés y no tienen el tiempo de analizar todas
las piezas de forma lógica. Como resultado, comenzarán a aparecer inconsistencias en
las pericias forenses y en toda la escena. Estas inconsistencias pueden servir como las
“banderas rojas” del escenario, lo que sirve para prevenir que las investigaciones se
desvíen.
Para asegurarse de que esto no suceda, los investigadores deberán escudriñar todos loa
indicadores de la escena individualmente, luego verlos en contexto. Los indicadores en
la escena incluyen toda la evidencia de la actividad del ofensor, Ej., método de entrada,
la interacción entre el ofensor y la víctima, y la disposición del cuerpo.
Al explorar estos temas, los investigadores deberán considerar algunos factores. Por
ejemplo, si el motivo aparente es un robo, se ha llevado el ofensor objetos inapropiados
de la escena? En un caso enviado por al Centro Nacional para el Análisis de Crímenes
Violentos (NCAVC), un hombre volviendo a casa del trabajo interrumpió un robo en
progreso. Los ladrones asombrados mataron al hombre cuando intentó escapar. Pero, un
inventario de la escena determinó que los ofensores no robaron nada, aunque parecía
que hubieran intentado desmantelar un gran estero y una televisión.
Una examinación más profunda reveló que dejaron ítems pequeños, fáciles de
transportar de gran valor (joyería, colección de monedas, etc). La policía determinó
subsecuentemente que la esposa de la víctima había pagado a los ladrones para armar la
escena y mataran al esposo. Ella, de hecho , tenía una aventura con uno de los
sospechosos .
Otro factor para considerar es el punto de entrada. ¿Tenía el punto de entrada sentido?
Por ejemplo, ¿ entró el ofensor a la casa a través de una ventada secundaria, más allá de
haber una más fácil, menos capciosa que pudiera haber usado? ¿Por qué incrementó el
ofensor su chance de ser visto por un potencial testigo que podría alertar a las
autoridades?
Los investigadores también deberán considerar si el ofensor se expuso a un alto riesgo
al cometer en crimen durante la luz del día, en un área poblada. Si el crimen se llevó a
cabo en una residencia, también deberán evaluar cualquier signo obvio de ocupación,
como luces prendidas en la casa, vehículos en la calle, etc.
El siguiente caso trae luz a algunas “banderas rojas” que los investigadores deberían
mirar en una escena.
Una mañana de sábado, en una pequeña cuidad del noreste, un intruso desconocido
atacó a una hombre y su mujer. Poniendo una escalera contra la casa, el sospechosos
hizo parecer que había entrado a una ventana secundaria, removido el vidrio, y entrado a
la residencia. Todos esto ocurrió en una zona residencial durante horas en las que los
vecinos estaban haciendo sus actividades de fin de semana.
El esposo dijo haber escuchado un sonido abajo, así que fue con un arma a investigar.
Hubo una lucha con el intruso, en la que el esposo quedó inconsciente de un disparo en
la cabeza.
Al procesar la escena, los detectives notaron que la escalera no hizo ninguna impresión
en el suelo húmedo alrededor de la casa, aunque las hizo cuando intentaron subirla.
También, el intruso posicionó la escalera con los escalones mirando hacia afuera, y
muchos de los escalones en la escalera de madera estaban podridos, haciendo imposible
que soporte a nadie de más de 50 libras.
En adición, la escena del crimen tenía interrogantes que no podían ser respondidos de
forma lógica. ¿Por qué no eligió el ofensor entrar a la residencia a través de la ventana
primaria para disminuir la posibilidad de detección tanto de los ocupantes como de los
vecinos? ¿Por qué querría robar la residencia un sábado por la mañana cuando había una
buena chance de que lo vieran? ¿Por qué eligió una residencia que estaba obviamente
ocupada (habían varios autos en la entrada)?
Al analizar la escena, que mostraba una actividad excesiva del ofensor, se hizo aparente
que no habían motivos claros para el crimen. Por esto, basados en la cantidad de
inconsistencias encontradas en la escena, el analista criminal del NCAVC concluyó que
el esposo armó el escenario para hacer aparente el trabajo de un intruso. Fue
eventualmente convicto por el asesinato de su esposa.
Las banderas rojas forenses también son levantadas cuando hay discrepancias entre lo
declarado por el testigo/sobreviviente y los resultados forenses. Por ejemplo, en un caso,
una mujer asombrada encontró a su esposo en la bañera con el agua corriendo.
Inicialmente, parecía que se hubiera resbalado y golpeado la cabeza contra las canillas,
lo que resultó en su muerte por ahogo. Sin embargo, los informes toxicológicos de la
autopsia revelaron varias áreas concentradas de heridas o puntos de impacto en la
cabeza, como si la víctima su hubiera golpeado la cabeza más de una vez.
Si los investigadores sospechan que un crimen ha sido armado, deberían buscar signos
de asociación entre el ofensor y la victima. O, como es frecuente el caso con violencia
doméstica, el involucramiento de una tercera persona, que es generalmente quien
encuentra a la víctima. Por ejemplo, en el caso involucrando al marido que armó la
escena de su esposa para hacerlo ver como hecho por un intruso, el marido no fue a ver
a su esposa ni hija en el momento en que volvió a la conciencia. En cambio, permaneció
abajo y llamó a su hermano, que fue arriba y descubrió a la victima. Los ofensores a
menudo manipularán el descubrimiento de las víctimas por un vecino o familiar, o
convenientemente están en algún otro lugar cuando la víctima es descubierta.
CONCLUSION
Notas al pie
2.P.E. Dietz, M.D. y R.R. Hazelwood, "Atypical Autoerotic Fatalities," Medicine and
Law, 1, 1982, 301-319. (fatalidades Autoeróticas Atípicas”; Medicina y Ley) 3.Ibid.