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Las TICs y las nuevas maneras de enseñar

Por Alejandra Cork

Uno de los objetivos propuestos en este seminario fue el de analizar los desafíos y estudiar la
oportunidades para la utilización de tecnologías en el contexto de la enseñanza universitaria.
Si bien debo reconocer que para mí la utilización de las nuevas TICs como complemento de
mis clases presenciales no es una novedad, ciertamente lo ha sido conocer a Don Finkel a
través de su libro “Dar Clases con la Boca Cerrada”. En él, este profesor efectúa un intenso
cuestionamiento sobre la transmisión oral del conocimiento y sobre las clases convencionales
en el mundo universitario; y propone diferentes y atrayentes métodos educativos con la
finalidad de complementar e incluso sustituir la transmisión oral desde el rol activo del
profesor - quien ostenta la autoridad y el poder -, a otros sujetos - los estudiantes - quienes
normalmente adquieren formación universitaria de manera pasiva y acrítica, y sin cuestionar
los métodos ni los contenidos; y ofrece una “reflexión acerca de las múltiples maneras en que
se puede planear la docencia” (pág. 27).
El profesor Finkel nos recuerda que el modelo natural de dar clases es “narrar”, en el sentido
de contar “clara y cuidadosamente a los estudiantes algo que ellos desconocen previamente”
(pág. 34); y afirma que narrar no es la única ni la mejor manera de enseñar; en tanto, propone
que existen otras formas de enseñar además de las tradicionales, que van más allá de lo que
puede ofrecer un eximio profesor en el modelo tradicional de enseñanza.
Creo oportuno mencionar que, fue a partir del segundo cuatrimestre del año anterior que he
podido comenzar a utilizar la plataforma educativa Moodle para complementar las clases
presenciales que dicto a mis estudiantes, y es desde este lugar desde donde intenté reflexionar
sobre las propuestas realizadas por Finkel en su libro. Para mi sorpresa, ya que aún no conocía
a este autor, descubrí que muchas de las cuestiones que en su libro él plantea yo ya había
decidido comenzar a implementarlas durante el cursado de este primer cuatrimestre, como de
algún modo lo expresé en la planificación de la cátedra que debía presentar con anticipación.
Así, y a pesar de haber programado dos exámenes parciales para la regularización de la
cátedra, en el primer día de clases de este año decidí consensuar los alumnos una modalidad
de trabajo totalmente distinta a la desarrollada con ellos mismos durante el segundo
cuatrimestre del año anterior. Y aunque en el programa ya estipulaba la tarea investigativa que
deberían desempeñar los estudiantes, al reencontrarnos en la primara clase de este año les
propuse una modalidad totalmente diferente de evaluación: en lugar de exámenes parciales,
ellos mismos evaluarían la labor indagatoria realizada por sus compañeros. Los temas
investigados no sólo serían expuestos por los equipos de trabajo que deberán encargarse de
desarrollarlos sino que, además, luego subirían a la plataforma educativa el material que
elaboraron para exponer sobre lo que habían aprendido. De tal modo, este material estaría a
disposición de sus compañeros para que lo analizaran, lo discutieran en los foros, lo
complementaran si lo creían necesario, y lo evaluaran y decidieran si consideraban que los
temas habían sido suficientemente profundizados como para basarse en ese material para
estudiar al preparase para el examen final. También debí flexibilizar la propuesta para no
perjudicar al grupo que debería presentar en primer lugar el producto de su indagación, de
modo que accedí a encargarme de desarrollar los temas iniciales en tanto agregaba unas
actividades que sobre estos deberían realizar a través de la plataforma educativa.
Si mis compañeros seminarista ya han tenido la oportunidad de leer a Finkel comprobarán
que este autor sugiere que una primera opción sería la de analizar lo mejor que pueden
ofrecer los libros para el propósito anhelado, y “dejar que hablen los libros”, para lo cual se
requeriría captar la atención de los estudiantes y estimular la búsqueda de respuestas a los
problemas presentes en los libros. Llegado a este punto, el paso siguiente sería “dejar que
hablen los estudiantes”, perspectiva fundamental para que ellos tengan el protagonismo, y
para facilitarlo, existen diferentes técnicas e instrumentos que persiguen la indagación
conjunta de los estudiantes para promover el aprendizaje.
Por otra parte, Finkel estima que la escritura puede ser un instrumento eficaz para facilitar el
aprendizaje, y en el capítulo: “Hablar con la boca cerrada: el arte de escribir”, propone
“enseñar con la escritura”. El autor considera que de esta forma se promovería la formación de
una comunidad de escritores, en la que se producirían interacciones entre alumnos y
profesores y de los alumnos entre sí. Para tal propósito sería necesario que los estudiantes
comprendan que escribir parte de un proceso de indagación intelectual que debe iniciarse por
la formulación de una pregunta antes de comenzar a escribir. De tal modo, se facilitaría la
comprensión, por parte de los estudiantes, de las dos etapas de la escritura: la del
descubrimiento y la de la comunicación, surgiendo como necesidad el plantearse la forma de
cómo persuadir a sus posibles lectores de la solidez de sus argumentos.
Sostiene Finkel que una técnica interesante para aplicar estos criterios consiste en incentivar
las lecturas cruzadas de los trabajos, de modo que el proceso estándar de evaluación se
complete con las valoraciones de los compañeros, a partir de reglas y criterios claros y
asumidos por todos. También, que el cambio de rol adjudicado tradicionalmente al profesor en
absoluto significa un abandono de sus responsabilidades, ya que a pesar de que el profesor
ceda parte de su poder, no puede ceder su autoridad, la cual tiene una vertiente personal y
otra institucional.
La introducción de las TICs en la enseñanza como complemento de las clases presenciales, la
enseñanza on-line o semipresencial (blended-learning), es un incentivo a la revisión y la
reformulación de las metodologías de “enseñaje”1, dado que permiten facilitar la
comunicación individual, la discusión grupal, limitando el papel desempeñado habitualmente
por el profesor con la mejora y democratización de las técnicas de evaluación.

BIBLIOGRAFÍA:

Finkel, Don (2008) - Dar clases con la boca cerrada - Publicaciones de la Universidad de
Valencia; Barcelona.

INSTRUCCIONES PARA VISITAR LAS AULAS VIRTUALES:

Ingresar al: Aula Virtual de Anatomía y Semiología Radiológica II (Iniciada en el primer


cuatrimestre de este año 2011)

Una vez allí seleccionar la opción: ENTRAR COMO INVITADO

1
Enrique Pichón Riviere concebía la idea de “enseñaje” como un diálogo e intercambio en el cual los
roles del que enseña y del que aprende se van alternando, donde se valora la diversidad de saberes y
aquello que aporta una experiencia, una pregunta, un concepto, como vía de conocimiento.
Luego se verá la siguiente ventana:

Colocar como contraseña de acceso: semiologia y pulsar sobre Matricularme en este curso y
entonces debería poder ingresar como invitado a este Aula Virtual. (esta opción no permite
algunas funciones, por ejemplo, la de escribir en los foros, etc.).

Para ingresar al: Aula Virtual de Anatomía y Semiología Radiológica I (Iniciada en el segundo
cuatrimestre de 2010), deberán seguir los mismos pasos: matricularse como invitado
colocando la misma clave de acceso (semiologia).

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